Microrrelato ¿Y mi destino?

¿Qué sucede cuando te quedas estancado? ¿Cuándo no ves un camino en medio de la oscuridad? Cuando intentas tomar las riendas de tu vida y las riendas se rompen… ¿Qué haces en ese punto?

Intentas conseguir empleo y no puedes, sigues en el servicio social y no puedes hacer otra cosa porque los horarios de un trabajo son a tiempo completo y no a medio tiempo.

Sí, sentías que te comías al mundo al terminar carrera. Que lo sabías todo, la mejor de tu clase. El respeto de tus compañeros, el orgullo de tus papás, la envidia de aquellos a los que dejaste atrás. ¿Y ahora? Donde quedó el “no tengo tiempo por los proyectos” o “tengo mucha tarea”

Pasas cuatro horas de tu vida en una silla sin hacer nada, por las tardes descubres la ciudad y duermes más de lo que no habías hecho en seis años. Un reto puede llegar a ser tan cruel al probarte que llegas a dudar de tu propia capacidad de poder lograrlo.

En un día a día… todo se vuelve monótono. Y mi destino ha quedado enterrado en las profundidades de algún continente muy lejos de mí, junto a las respuestas de aquellas preguntas existenciales que todos nos hemos hecho en algún momento. En un mundo de adultos, quizá el gris sea el color favorito pues llegados a este punto, si no encuentras la forma de percibir colores… estas perdido. Ahora dime querido extraño ¿Dónde están tus sueños? ¿Ya comenzaste a tacharlos de la lista?