¿somos...?

Tema en 'Relatos' iniciado por Elayne, 9 Julio 2014.

  1.  
    Elayne

    Elayne Lo onitumo lati sọ: wuyi lati pade rẹ.

    Cáncer
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    199
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    ¿somos...?
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2838
    Y entonces cuando vi a Pilar conversar con el chico nuevo, mi corazón se rompió en miles de pedacitos. Fue como si me lo hubieran sacado del pecho para luego pisotearlo en el piso, mientras le picaban con lanzafuegos y lentamente quemaban todos mis sentimientos, sí, como si no valieran nada.


    Molesto conmigo mismo pateé el asiento de mi compañero de adelante, el cual me miró irascible levantándose para pegarme. Yo solo me reí tratando de explicarle que estaba enojado por una razón externa a él y que me disculpara. Mis disculpas se las pasó por donde ya saben, el tipo me empujó porque también andaba enojado y caí al piso como saco papas rota. Fue cuando todos nos rodearon mientras gritaban la célebre palabrita “Pelea, pelea” pensando que era una espectáculo que yo había armado ¿Fue el peor día de mi vida? Claro que no, ese día fue estupendo comparado con los otros que he tenido ¿Me salvé de la golpiza salvaje? Se puede decir que… no. Cuando el tipo me dejó hecho un trapo, recién el profesor me ayudó y mis compañeros me arrastraron hasta la enfermería.


    No lloré, ese día esperé a mi mamá llegará y ahí sí parecía Magdalena entre sus brazos. De regresó a casa mi comprensible madre, me compró muchos chocolates y me dejó dormir hasta tarde. Era el típico niño ricachón que todos odiaban por ser un atorrante e insensible. A todo esto podía tener mucho dinero, pero mi mamá no veía la necesidad de contratarme un guardaespaldas; y mientras me comía los mocos de tanto llorar por Pilar, mi amor platónico, decidí darle uso a mi coeficiente intelectual alto. Fue así que me hice amigo del tipo que me pegó, el apodo de ese muchacho pequeño y musculoso era: Yisus.


    Yisus era hermano de Pilar, por eso es que se volvió mi víctima. Luego de pedirle disculpas por “iniciar” la pelea comenzamos una amistad cuestionable para muchos. Hasta la tipa que nunca hablaba con nadie me preguntó “¿Eres amigo del que te pegó ese día? Tienes cojones amigo” Y me lo decían así como lo escribo. Nuestra amistad duró bastante, tanto como para no causar sospechas. Pero a la vez Pilar comenzó andar con el nuevo, parecía cada vez más enamorada de él y a mi simplemente me daba ganas de matarlo.


    —Oye Jimmy, ¿Cómo está tu amigo?


    —¿El demente que me pego?


    —Exacto, ese, ¿cómo esta?


    —Pues bien, somos demasiados amigos, no sabes, el me cuenta todo y yo todo a él.


    —¿Son gays?


    —¿Es en serio?


    —Jajaja es que me lo dices de una manera tan sarcástica.


    —Sólo es mi amigo. Y además nunca haría esas porquerías con mi amigo. Idiota.


    —Oye respétame soy mayor que tu.

    —Por un año. Y aun así para tienes dieciséis años eres muy tonto.

    —¡Tía, Jimmy me está molestando!

    —Jimmy no hagas llorar a tu primo—y me reí mientras Bryan, mi primo hacia un puchero con mi madre.

    —Ay, sigues siendo el mismo atorrante y engreído muchacho que conozco, si Pilar te viera se sentiría decepcionada.

    —A Pilar le gustó así como soy, amargado. Así que piérdete.

    Y bueno, mi primo era una persona atolondrada, se fue ayudar a mi madre ya que decidí ignorarlo. Era la única persona, por así decirlo, que sabía cómo era en realidad. Me gustaba burlarme de su pusilanimidad, pues de niños le metía historias raras en su cabeza. Realmente me creía, el era como experimento que usaba para luego intentarlo con los niños de mi colegio. Y estudiaba en el salón de Pilar, creo que a él también le gustaba ella, pero nunca le haría caso pues la atención de Pilar es exclusivamente para mí. Aunque ya no es tanto así por su novio, sin embargo, muy al fondo sabía que Pilar me amaba, ella prestaba atención cuando estaba en su casa, aunque se reía cada vez que me veía porque su hermano estaba haciendo alguna tontería a mi lado.

    En la escuela, parecía ser de esa forma, solo que hablaba con Abraham, mientras este me señalaba. A veces pensaba que solo eran amigos, sin embargo los rumores que corrían hablaban de haberlos visto en alguna cita romanticona. Fuera así o no, igual era difícil acercarse a Pilar sin que Yisus me pegara primero, por eso tenía que llegar a manejarlo como mi títere.

    *

    —Quiero matar a Abraham—lo miro seriamente, luego me rio por lo bajo—. ¿Por qué?

    —Ayer, lo escuché decir cosas lascivas a mi hermana—dice avergonzado.

    —¿Qué?—Pregunto atónito por lo que me cuenta, no podía creer semejante cosa.

    —Dijo que ya no podía soportar más. Mientras la abrazaba, joder, la está molestando.

    —Ok—¡No puede ser cierto! Vamos, solo son amigos, Pilar no dejaría que le hagan eso. Ay sí, ahora piensa que los chanchos vuelan, soy el idiota más grande del mundo ¿Por qué no le dije lo que sentía? ¿Eh? ¿Ahora qué haré?

    —Le dije ayer a Augusto y a los chicos que me ayude. Le vamos a dar una paliza y luego…

    —¿Cómo…? Si somos unos enanos a lado de él. Además sus amigotes siempre están a su alrededor. Realmente ¿Cómo piensas si quiera que lo matemos?

    —Jimmy, es mi hermana. Si la toca me sentiré violado.

    Aquella exageración de su parte me recordó que este tipo parecía espartano moderno. Sí, le gustaba humillar a sus enemigos de una manera muy noble y salvaje, pero si se metían con su familia era capaz de castrar al tipo. Abraham era una excepción, su hermana siempre decía que solo eran amigos. Por eso yo también pensaba que ella aun sentía algo por mí.

    —Por eso, lo mataremos en Halloween. Escuche decir a mi madre que hará una fiesta en casa e invitara a su familia, el no irá porque según él no le gusta las fiestas.

    —Ok, ¿Cuál es tu plan?

    —¿No serás tú el que lo planee?

    —Está bien digamos que sí—obviamente no lo mataré, pero podría serle creer a Yisus que sí lo matamos y asustar a Abraham para que no se acerque a Pilar. Pero para eso necesitaría ayuda y realmente… el único que podría ser era Bryan. Pero si él no acepta, no sabré a quien recurrir.

    —Jimmy—lo miro irritante—. Haz que sufra.

    Espera, yo haré el plan y no pienso tocarle un solo pelo al mugroso de Abraham. Por cierto su nombre suena chistoso “Abran” Me rio para mis adentros mientras Yisus me mira sin entender.

    —¿Qué te causa tanta gracia? ¿Viste un payaso o qué?

    —Ja, oye das miedo cuando estás muy cerca—me pega la cabeza, mientras ríe con crueldad.

    —Ni que fuera un moustro.

    No se da cuenta de su propia naturaleza. En fin, los ciegos a la muerte, los sabios a la vida, a este tipo realmente no le guardo ningún tipo de cariño, es más antes de que me fuera a pegar en la escuela, menospreciaba a tipos como estos. Ambos somos tan diferentes, si soy blanco él es negro, como la canción de Pimpinela, pero sin caer en esa relación amorosa que relata esa canción.

    —¿Me estás pidiendo ayuda?—pregunta mi primo, a punto de desmayarse.

    —No, si quieres…

    —No quiero.

    —Por favor—dije murmurando a penas.

    —Solo si me ayudas con mi tarea.

    —Ya, mañana quiero que cuando te pase el cuerpo…

    —¿Qué rayos? ¡¿Han matado a alguien?!—lo miro casi hipnotizado, realmente no sabía si decirle que “íbamos” o “Iba hacerlo parecer…”—Te dije que no te juntes con Yisus por eso.

    —Para tu coche, descerebrado.

    —¡No me insultes!

    —¡Es que me desesperas!—digo casi gritando—. Mira señorita desesperada, no maté a nadie, solo haré pensar a Yisus que maté a alguien.

    —Y ¿Por qué a Abraham? Es decir yo sé que tu mente cruel quiere dañar a medio mundo, pero Abraham es un buen chico…

    —Yisus no lo soporta, mira yo planeaba hacer de Yisus mi títere, como que esto resulto algo mejor porque solo asustaré a Abraham con una advertencia. Ahí es donde entras tú, como eres fuerte, eres capaz de agarrar a esa mula por si se quiere escapar.

    —No me inmiscuyas en esto.

    —¡Por favor! Hazlo por mí, somos primos ¿no?

    —Y que tal si todo sale mal.

    —No saldrá mal. Confía en mí.

    Realmente no me tenía confianza para esto, si una sola cosa resultaba mal, entonces todo se echaba a perder. Fue así que toda una noche empecé a preparar una manera de hacer que Abraham se desmaye, aparte de ver como lo haría menos denso. Creo que era más fácil matarlo, pero entonces su mugroso fantasma me perseguiría cada día. Me deba ganas de mandar al diablo a Yisus pero entonces, aquella “pelea” me perseguía como recordándome que podría revivirse, realmente no quería revivir nada.

    Con muchas ideas en la cabeza, me voy a dormir, a la mañana siguiente despierto con un amargo sabor en la boca, mientras lo primero que escucho es el timbre de mi celular, un timbre de competencia, que detestaba y que por flojera, dicho sea paso no entiendo la tecnología, simplemente no cambiaba el timbre. Lo primero que recuerdo, es al musculoso de mi papá, era típico varón machista, que mandaba a mi madre a ser la comida. Pero bueno, creo que al final era un buen hombre.

    Y mientras pensaba en hombres, me acuerdo de la mula de Abraham, ¿cómo diablos pienso dormirlo? ¿Cloroformo? ¿Dónde rayos lo encontraré? Recuerdo ese video que hace tiempo vi, que trataba de hacer cloroformo casero, ya que en ese tiempo, pensaba en declararme de otra manera a Pilar.

    Me levantó de la cama y me voy por mi abrigo. Entro en el garaje, empiezo lo que recuerdo de ese vago video ¡Eureka! Soy un genio y eso que nací de pie. Ahora me faltaba probarlo con alguien, quien más que mi triste y afable primo, que vivía a la vuelta de mi casa. Me encamino, encontrando al zopenco dormilón en la puerta, uso un poco de mi gran experimento en un pañuelo, voy corriendo y en vez de taparle la nariz, le tapo los ojos. Comenzó a gritonearme mientras se ponía mareado, vuelvo a usarlo. Y se quedó dormido.

    —Dile a tu primo que nos ayude—dice Yisus mientras me mira con aburrimiento.

    —Está enfermo, ayer estábamos jugando y le rocié algo en el ojo.

    —¿Tan tonto es? Yo te pegué como si nada, pero él no puede ¿eh?—les dije que no soporto a Yisus, pues no lo soporto. Quisiera sacarle esos ojos verdes, ponerlos en un tazón y echarle mucho acido muriático.

    —Es una cabeza de chorlito.

    Caminamos por la calle, Bryan me llama por última vez, diciendo que está en el muelle abandonado, yo les hago pensar que es mi mamá y Bryan me pregunta si estoy loco. Corto y seguimos en camino, traje unos palos de beisbol por si acaso, ya saben, existe gente rara que soporta mi súper invento. Yisus se encargaría si no funcionaba, ya le había explicado las zonas donde mengano queda colapsado. Teníamos una bolsa para difuntos y mucho papel higiénico por si las moscas. Los chicos temblaban, yo me preguntaba porque rayos venían si le daba miedo. Pero recordaba al bravucón de mi lado y entendía que tenían miedo de una paliza.

    Llegamos, encontramos una luz encendida al fondo, tal vez sería Abraham con su musiquita suicida, que dicho sea paso la odiaba. Uno de los chicos, camino primero por el jardín, viendo que no haiga ningún perro; es decir, que si lo había le harían una ceremonia de sacrificio, pero en buena onda, el tipo está feliz de que el objetivo de Yisus se cumpliera. El no ver moros en la costa, nos llama con la mano e invadimos el jardín de los buenos padres de Abraham. Uno de los chicos rompe la ventana de forma silenciosa, creo que ya lo había hecho antes y por eso lo habían traído.

    Pasamos en silencio dentro de la casa, de nuevo el “buen amigo” de Yisus entro de nuevo por si las moscas, pero para mí que el tipo corría como muy rápido, por eso se arriesgaba. Piensa que no hay ningún perro, mientras escuchamos la música estruendosa, que hasta en ese momento me había dado cuenta que no era ningún rock o metal pesado, si no las típicas cumbias bailables.

    Caminamos juntos, no sé porque tengo la genial idea de separarme, pues yo tengo un trapo aparte del que ellos tienen. Camino por toda la casa y me encuentro con una silueta, negra, alta y horrorosa. Me faltaba vergüenza para gritar, pero como cohibido, solo nos miramos en la oscuridad, mientras esta persona esta por decir algo.

    —¿Mamá? ¿Qué haces aquí?—ok, eso fue raro, pero al instante me di cuenta que el tipo estaba drogado.

    —Hey, regresa a la cocina, aquí estamos ocupados.

    —¿No eres mi mamá?—¿Es en serio? Donde miras que tengo si quiera senos. Es más, soy más varonil que cuando era niño. Es bajarme la moral de un solo momento, en un momento como este, realmente, era peor tipo con el trato. De repente escucho gritar a Abraham, luego un pleito y sin pensarlo, le tapo la nariz al muchacho hasta que quede inconsciente.

    Cuando entro, miro muchas cosas tiradas, entre ellas Yisus que parecía inconsciente. Los otros muchachos peleaban por llevarse a Abraham a la fuerza, que por una fuerza desconocida está desnudo. Entonces, vemos salir a otro tipo del baño, todos nos quedamos absortos por tal escena, entonces el hombre defiende a su “amigo”. Otro hombre entra por la puerta, tomo el bate de béisbol y le pego en la cabeza, este se desploma, pero aun así seguí consciente, era como el despertar de los zombis. Tomo de los brazos a Yisus, el cual casi despierto, se da cuenta de todo. Y entonces corremos.

    Éramos dos chicas, digo chicos, corriendo por la calle, perseguidos por cinco sujetos que eran amigos de Abraham. Los otros chicos habían corrido a otras direcciones. Yo corría hacia el muelle, como un alma endemoniada, mientras mi celular sonaba repetitivamente esa canción de carreras que empezaba a detestar. Yisus en cambio andaba muy callado, estaba rojo y parecía borracho por el golpe. Pienso en ayudarlo, pero justo en ese instante escucho gritar a los malditos enfermos decir: “¡Mira esta abrazando a su amigo, que gay!” Es una pena Yisus, será otro día.

    —¿A dónde rayos me estas llevando?

    —Mi primo está en el muelle con un barco, si corremos más, podremos perder a esos grandulones.

    —Oye.

    —¿Qué?

    —Creo que me gustas

    No sé si fue lindo o fue asqueroso. No lo sé. Vamos ya me di cuenta que Abraham era gay, que este tipo fuera gay no sería una sorpresa. Siempre pegándonos, bueno a mí me aporreaba. Pero también otra pregunta ¿Yo? ¿Por qué?

    —Oye, ¿te gusta Pilar?

    —No sé…—ya no tengo respiración ¿Cómo piensa que le responda? Cinco grandulones me patearan el trasero, mientras él se pone celoso.

    Lo tomo de la mano. Qué horror, esto es tan raro, encima de que me sudan. Pero bueno, teníamos que llegar, no podía pensar en otra cosa que en llegar. Entonces avisto de lejos el muelle, sabia donde estaría escondido el pequeño barquito de mi primo. Sé que si nos siguen nos encontraran, no se me ocurre otra cosa que entrar y nadar. Y así lo hago, mientras le pido a Yisus que se quite los zapatos.

    Entramos al mar ni bien lo hicimos, nadamos como locos, mirando hacia atrás, mientras los bravucones nos miraban vacilantes. Y cuando nos gritaron unos cuantos garabatos, yo simplemente los ignoré mientras Yisus les llamaba por un apodo bien característico. Veo la lancha de Bryan, respiro profundamente.

    —¿Te gusta mi hermana?

    —Sí, ¿algún problema?

    —No— ¡Espera! ¿No me vas a pegar? ¿Aunque sea por celos?—. Solo te advierto que no es lo que piensas.

    —¿De qué rayos hablan?—Pregunta Bryan.

    —Tú sigue remando esta noche es pésima, todo se echo a perder.

    —¿Por qué tu primo esta aquí?—qué más da que le cuente.

    —Yo iba a rescatar a Abraham. No lo iba a matar en realidad. Y ahora que estoy en diciéndote todo, ahora te diré que nunca quise ser tu amigo, me caes mal. Odio que me traten mal.

    Bryan se estaba cayendo la cara, a mi me estaba dando una sensación de miedo y temblaba de pensar que en cualquier momento me pegaría. Pero entonces, cuando levanté la vista, porque miraba hacia abajo sin saber que decir, vi a Yisus llorando.

    —Yo, solo quería ser cool.

    Juro que se parece a su hermana en estos momentos, en que se pone sentimental y no sé porque pero a mí me dio pena.

    —Dime que este tipo no es Jeremy Verona, más conocido como Yisus—susurró Bryan.

    —Creo que le golpearé la cabeza de nuevo—No sé porque, pero un sentimiento repentino creció. Miré a Jeremy y este, dándose cuenta que lo seguía viendo, me dio un golpe.
     
    Última edición: 17 Julio 2014
    • Me gusta Me gusta x 1
    • Gracioso Gracioso x 1
  2.  
    Shani

    Shani Maestre Comentarista empedernido Usuario VIP

    Sagitario
    Miembro desde:
    17 Julio 2011
    Mensajes:
    3,193
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Hola, Elayne :)

    Bien, la historia es graciosa, me hizo reír. Tiene momentos bastante divertidos. Yo me pregunto, como es que conoces al dúo Pimpinela xD Y ¿Yisus? Jajaja.

    Lo que no me gustó fue que en partes la historia se torna confusa, al pasar de escena a otra tan repentinamente. A veces ni sabía quién estaba hablando...Por otro lado, tienes bastante errores de ortografía y eso te restará un punto.

    En fin, fue divertido leerte. Mi puntuación: 3/5

    Saludos.
     
  3.  
    Knight

    Knight Usuario VIP Comentarista Top

    Libra
    Miembro desde:
    13 Mayo 2008
    Mensajes:
    2,911
    Pluma de
    Escritor
    De hecho a mi me ha parecido el mas gracioso de todos hasta ahora, no tanto la forma en que se tornó la historia sino la forma en como lo contaba el muchacho era bastante graciosa.
    Esas frases como "¡Eureka! Que listo soy y eso que nací parado" Dios xddddd me mataron.

    Siempre me ha gustado la manera en la que escribes Elayne, aunque siempre se te pasen cositas con la ortografía, creo que tus historias, tu narración y el desarrollo de los personajes lo justifica.

    Mi calificación : 4/5

    Lamento mucho haber tardado tantísimo tiempo en calificar, lo siento de verdad.

    Gracias por participar.
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso