Charla ¿Si te dieran la oportunidad te convertirias en VAMPIRO?

Yo NO! AMO los Lobos, prefriría ser una Loba, AUUUU! ademas, solo surfimos (sufrimos!?) ls noches de luna llena (algunos llamados Los Señores De Los Lobos, controlan la bestia) Mientras que los vampiros necesitan sngre siempre. Tambien no nos ponemos palidos y no nos morimos con la luz del sol (ero con las balas de plataen el corazon si) (Y yo para que hablo en primera persona del plural?! Si no lo soy!)

 

Yo no por que
Ser vampiro es ser inmortal y comí todos saben .
La vida es una lenteja .
Y ahique apreciarla

 

¿Ustedes han probado la sangre? La sangre fresca, digo. Yo sí. Cuando era chiquita, por alguna razón, me lamía las heridas como si un perro fuese.

Y déjenme decirles que sabe horrible. Así que, en el ámbito gastronómico, no podría ser un vampiro. Supongo que una o dos veces no estaría mal, pero no me sentiría muy feliz de serlo por el resto de mi vida inmortal. A menos que la sangre que no es fresca sea admisible, porque entonces haría morcilla con humanos. Sí, con humanos. ¿Qué no creen que la carne humana no sabe deliciosa? Una vez leí un libro de un antropólogo que había entrevistado a los últimos miembros caníbales de una tribu de Papua Nueva Guinea, los ancianos más ancianos de entre ellos, y resulta que el ser humano sabe parecido a puerco. De hecho, luego el equipo de este antropólogo se puso a experimentar con recetas varias hasta que dieron con la que, según los ancianos, más se parecía al sabor de la carne humana. ¿Y saben cuál era el eufemismo de los marinos ingleses para la carne humana allá en la época de Jack Sparrow? Long pork, «el puerco largo». Así que si pudiese vivir a punta de morcilla lo haría, sin embargo, al parecer los vampiros requieren de carne fresca.

Luego está el pequeño detalle de que no puedes salir a la luz del sol. Por un lado, vivo en un país tropical, y a veces no importa cuántos trapos se ponga sobre esa ventana ponga siempre ni cuán ahumados estén los vidrios de la misma, siempre entra un pedazo del astro rey. Podría morirme mientras duermo y ni me daría cuenta. Por otro lado, al menos no soy de esos países con cuatro estaciones porque significa que todo el año siempre tendré doce horas para hacer mis asuntos durante la noche; los vampiros de lugares más al norte y más al sur gozan de las noches largas de invierno, pero me imagino que sufren con las noches cortitas de verano —cuatro horas o menos en algunos lados— en otros. Respecto a éste, estoy como mitad y mitad.

También está el asunto de la Iglesia. Soy una persona muy religiosa, ¿ya no podré entrar más a rendirle culto al Señor? Por otro lado, puede que me ahorre eso de tener que hacer morcilla humana si me contacto con un padre para que me haga el milagro. Verán, nosotros los católicos creemos en la transubstanciación del pan y el vino, es decir, que cuando ingerimos el pan y el vino se convierte en el cuerpo y sangre del Señor Jesucristo. No sólo eso, sino que podría probar la existencia de Dios, lo cuál saría sumamente satisfactorio para mí, que soy gnóstica. Porque es claro que si puedo entrar en la Iglesia, entonces Dios no existe pues ningún símbolo religioso confiere esa protección —o por lo menos el dios abráhmico no existe y tendré que ir probando religiones hasta encontrar le fe verdadera, supongo—, pero si no puedo entrar, entonces es evidente que Dios existe. Y si Dios existe, no tengo que andarme con la aparatosa tarea de andar matando humanos para beberme su sangre, sino que podría vivir a punta de vino consagrado. A menos, claro está, que la sangre bendita de Jesús sea mala para mí —¿me darán puntos por creyente?—, pero por lo menos lo intenté.

Hablando de cosas espirituales, se dice que los vampiros, cuando se convierten en vampiros, pierden su alma. Qué horror. De Dios existir perdí mi vida eterna. Eso me parece un plomo tremendo. No he sido demasiado mala en vida así que espero ir al cielo, o al purgatorio para luego ir al cielo, o algo así. De no existir, por lo menos no me convertiré en un fantasma. Esto también me tiene como indecisa en este punto.

En algunos folclores los vampiros están atados a su tierra. Dependiendo del folclor, en algunos no podría salir de mi país. A mí me encanta viajar, así que no me hace mucha gracia que digamos eso de no poder salir jamàs de mi país. Por otro lado, en otros folclores, el vampiro puede viajar y salir de su país con cargar un poco de su tierra consigo, en un maletín, saco, bolsa o lo que sea. Evidentemente, tendría que experimentar el tamaño correcto. Pero si fuese una maleta de viajes entera sería muy aparatoso salir de mi país; no sé cómo me las ingeniaría. Así que respecto a esto, no lo haría.

Además, la cosa de los espejos. Se me considera una mujer muy atractiva, y ciertamente peco de vanidad. ¿No me podría ver en uno? Y vienen las preguntas: ¿Qué constituye un «espejo», exactamente? ¿Cualquier tipo de lente, siendo así invisible para todos los portadores de gafas y utilizadores de lentes de contactos y cámaras de grabación y de fotografía? Esto suena como un quebradero de cabeza muy grande. Por un lado, si resulta que las lentes están eximidas de eso de los espejos y me podría tomar selfies y demás, entonces no me vendría nada mal eso de ser una vampira por el tema de la juventud eterna. Me gusto tal y como soy. Bueno, por lo menos un poco más delgada. Cinco libras menos, nada demasiado loco.

Por último, está el tema de la historia, la identidad, y la evolución.

Los humanos todo el tiempo evolucionamos. En mil años no se notará mucha diferencia, pero si me convierto en vampiro, sería uno inteliente, ¿saben? Así que obviamente me gustaría pensar que viviría todo el tiempo que mi inmortalidad me dejaría vivir, es decir, hasta la muerte entrópica del universo. Durante ese tiempo los humanos habrán cambiado muchísimo. ¿Y si los himanos se extinguen? ¿De qué me alimentaré? ¿Podré alimentarme de alienígenas? ¿Existirán los alienígenas? Sería como un monstruo raro e incomprensible para esa humanidad futura; Azathoth en persona o algo así.

Entonces eso de la identidad y la historia. Si resulta que la prohibición de los espejos incluye a las lentes y no me puedo tomar pero ni una selfie, eso significa que no podré reemplazar mis documentos de identidad. ¿Saben lo incómodo que es andar sin documentos de identidad por ahí? Es muy incómodo. Me tacharían de fraude o algo por el estilo, así que eventualmente —porque no nací rica— perdería mi casa y todas las posesiones que no puedo cargar al lomo. Tampoco podría comprar casa o carro en el futuro, y déjenme decirles que lo del carro es una tragedia porque el sistema de transporte de mi país está fatal. Luego lo de la historia. A mí me gusta vivir mi vida bien y bien anónima; andar por la calle sin que me arrollen fanes o algo por el estilo. Le tengo lástima a los famosos. Todo el dinero del presidente de una compañía y ninguno de los beneficios del anonimato.

Imagínense que alguien —porque la gente no es tan tonta como parece— se dé cuenta de que ha visto a la misma indigente en diferentes partes de la ciudad y no ha envejecido un ápice en doscientos años. Ahora con el Instagram, el Facebook y demás puedes ver las cosas, así que eventualmente se haría como un esfuerzo mancomunado en tratar de descubrirme. Quizás les tome décadas, o un par de siglos, pero creo que lo harán eventualmente porque el mundo está cada vez más interconectado. Y cuando eso pase tendré una cola de historiadores de todo el mundo más larga que las multitudes que llegan para conocer al Papa reunidas alrededor de la sucia banca del parque donde seguro estaré durmiendo sino puedo tomarme fotos, y me atosigarán con preguntas estúpidas sobre cómo esto es posible —y tendría que salir del armario vampírico, tal vez así peligrando mi seguridad por la gente loca y los vampiros que querrían vengarse de mí— y sobre qué ha pasado en todo el tiempo que llevo de vida. Y la verdad no me da la gana de lidiar con pelmazos que me pagan dinero por hacerle las traducciones, ¿qué me darán ganas de aguantarme a extraños todos los días?

Así que el veredicto, considerándolo todo, es que no me gustaría ser vampira para nada. Es el colmo de la incomodidad.

 

No lo creo , tener que asesina y beber sangre para sobrevivir , ademas de no poder salir a al luz del sol no es algo que me gustaría ,la inmortalidad podría gustarme en un principio pero luego me sentiría triste al ver a mis seres queridos morir y mi existencia empezaría a perder sentido a a través de los siglos.los vampiros también presentan muchas debilidades: agua bendita, crucifijos , Ajo, corrientes de agua (en algunas versiones)etc ,matarme no seria tan difícil.

Preferiría ser un licántropo, no me afectaría el sol podría actuar y vivir como humano normal durante el día ,soy mortal y quitando eso la única forma de matarme seria con balas de plata . Ademas no todos los hombres lobos pierden la memoria al convertirse, los que nacieron hombre lobo por legado genético o usan objetos mágicos para convertirse, mantienen su conciencia durante la transformación e incluso pueden transformarse a voluntad.

 

Dependiendo del vampiro que hablemos
Vampiros reales
En la vida real son cualquier ser que se alimente de la sangre de otro ser.
Como sanguijuelas,Murcielagos y eso.
Aunque no necesariamente tienen que estar solo durante la noche eso es un mito algunos murcielagos tambien paran durante el dia.
Basicamente NO pues convertirme enun vampiro seria convertirme en uno de esos seres y no no me gustaria
Vampiros de la ficcion
Son bueno esos humanos que chupan sangre y son deviles al sol.
Basicamente no no quiero pues adoro hacer actividades durante el dia y en la luz del sol

 

Pues no.
Aunque dependiendo del tipo de vampiro del cual hablemos mi decision podria ser alterada un poquis y quiza decidir ser vampiro