¿Quien es mi guardian?

Re: ¿Quien es mi guardian?

Les agradecemos a todos por postear:​

Izayoi sama, SuMi-cHan, Carrie, Disc Zu, ShInDeRu got, kinary, LiFeInu.​

Anteriormente en el capitulo 20:

Inuyasha solo cerro sus ojos para después recibir el peligroso ataque de Sesshomaru, sabia perfectamente que Sesshomaru mataba a quien fuera retarle en menos de tres segundos, sabia que el no tenia piedad por nadie, pero después de un breve tiempo, no sintió ni una especie de dolor en su cuerpo así que decidió abrir sus ojos negros…

Capitulo 21:

Enfrente de el, se encontraba Miroku defendiéndolo, la espada de Sesshomaru en vez de que atravesara el cuerpo de Inuyasha se sostuvo en el bastón de Miroku, pero ¿Por qué se enfrentaba con un youkai muy poderoso? Esa pregunta rondaba por la cabeza de el, Inuyasha quedo sorprendido y a la vez furioso:

- ¡¿Miroku que estas haciendo aquí?! ¡No intervengas! –expresó Inuyasha ya que no le gustaba que se metieran en sus peleas.
- ¡No todos los días peleo con un youkai así que no me desconcentres! – Respondió el mientras trataba de concentrarse.
- ¡Ya me cansaron sus juegos infantiles! – Exclamó Sesshomaru alzando la voz.

Arto ya de las tonterías que estaban hablando ellos dos soltó su espada con mucho enfado, después una de sus manos rápidamente apareció un lazo color dorado, con mucha agilites enredo su lazo en el bastón de Miroku ocasionando que se sorprendieran los dos que estaban en el suelo, Sesshomaru alzo su brazo con mucha fuerza y salio volando el bastón aterrizando por poco en los pies de Jaken, este solo se atemorizo:

- Insignificantes humanos ¿creen que me vencerán? – Exclamó Sesshomaru mientras se preparaba para otro de sus peligrosos ataques.
- ¡¡Señor Sesshomaru basta!! – Gritó Lin con todas sus fuerzas para que todos las escucharan.

Sesshomaru se detuvo por un momento, volteo a ver que pasaba dejando a un lado los grandes deseos de matar a su medio hermano y al monje entrometido pero no los dejo escaparse por una simple interrupción, miro a la pequeña Lin como estaba hincada y sus pequeñas manos las llevaba a su cabeza, a pesar de la distancia que estaba de ella claramente se miraba como todo su cuerpo temblaba:

- ¡¡Ya no mas peleas por favor!! ¡¡No quiero ver más sufrimiento!! Ya… no – Decía Lin entre sollozos y lágrimas – Por favor señor Sesshomaru se lo pido… - Suplicó ella con un nudo en la garganta.

Jaken al ver esta escena se río de ella ¿Cómo una insignificante humana detendría a un youkai tan poderoso como su amo? Ni siquiera su fiel sirviente Jaken lo podía creer todavía lo que pasaba, Koga al observar esta escena sentía como se quebraba poco a poco su corazón con cada palabra que decía Lin, rápidamente se acerco a ella y la brazo tratando que se tranquilizara:

- Lin, tranquila, no sucede nada, yo te protegeré de todo peligro de ahora en adelante, no te preocupes – Dijo Koga para tranquilizarla ya que estaba derramando lágrimas y cerraba sus pequeños ojos para contenerlas inútilmente.
- Koga, mi hermanito… - Respondió Lin después de dar un pequeño sollozo – Por favor detén esta pelea… - Aferrándose mas a el.

Sesshomaru se alejo un poco de Miroku e Inuyasha ya que si seguía mas tiempo en ese lugar terminaría matándolos a los dos, dejándolos todos confundidos por su actitud, Koga no dejaba de abrazar a su pequeña hermanita, aunque no eran de la misma sangre, siempre lo habían considerado como de la familia, y ahora que los demás no estaban solo quedaba ella, ahora estaba mas arrepentido que nunca, si no hubiera dicho en voz alta que sus padres ya habían muerto tal vez ella no hubiera reaccionado así:


- Hmph, eres muy aburrido como siempre, esperare un día en que te encuentre convertido en hanyou – Decía Sesshomaru mientras el lazo dorado se escondía en una de sus uñas.
- ¡Espera Sesshomaru, esto aun no ha acabado, te exterminare junto con tu sirviente! – Dijo molesto Inuyasha mientras señalaba a Jaken.
- ¡Como te atreves niño insolente! – Gritó desde lejos Jaken muy enfadado.
- De la que me salve – Pensó Miroku un poco asustado por lo sucedido.

Inuyasha se puso de pie, no quería demostrarle debilidades aunque fuera un humano, Sesshomaru les dio la espalda solamente, Jaken fue corriendo hacia su amo para recoger la espada que había tirado anteriormente, se la dio pero Sesshomaru se la quito bruscamente sin decir nada, Jaken solo se quedo sorprendido por su comportamiento, por otra parte Sukiomi despertaba apenas, lo primero que encontraron sus ojos cafés fueron a su querido prometido:

- Hoshiomi… por favor ya no pelees – Decía Sukiomi entre abriendo los ojos.
- Querida, que bueno que estas bien – Respondió el mientras la abrazaba.

Kagome estaba muy preocupada no solo por el brazo herido de Inuyasha si no por su amiga Sango que todavía no reaccionaba, ella la movía para que despertara lo más rápido posible ya que estaba muy asustada ¿Qué diría Sango al ver youkais en una mansión?, al percatarse Miroku de eso, inmediatamente fue a ayudarla al igual que Koga e Inuyasha:

- ¡Sango por favor despierta! – Decía Miroku mientras le daba pequeñas palmadas en su rostro.
- ¿Qué me sucedió? – Preguntó confundida ella mientras abría sus ojos.
- Te desmayaste, ¿ya te encuentras mejor? – Respondió Kagome preocupada por ella.
- Creo que vi… a unos seres… extraños – Dudaba Sango mientras se sentaba sobre el suelo.
- Tal vez lo soñaste – Mintió Inuyasha mientras cruzaba sus brazos.
- Si… puede ser – Decía Sango mientras se ponía de Pie – Perdónenme pero me tengo que ir, Kohaku esta solo en la casa y no quiero que se preocupe por mí.
- Esta bien Sango vete con cuidado – Añadió Miroku.

Después de esto Sango se marcho no muy satisfecha ya que le daba la ligera sospecha de que algo le ocultaban, las personas que estaban a lo lejos de ella se miraban muy pacificas, pero después pudo divisar que estaban peleando, sacudió su cabeza para no seguir pensando en eso, tenia que preocuparse mas por su hermano Kohaku ya que estaba solo y cualquier cosa podía sucederle, siguió su camino apresurando el paso, Sesshomaru al poco tiempo guardo se katana en su funda al lado de el estaba Jaken:

- Amo Sesshomaru no cree que ya deberíamos irnos – Dijo Jaken a su amo – Pero sin esa niña entrometida ya que arruino los planes de usted amo.

El solo lo miro fríamente ocasionando que Jaken se arrepintiera de sus palabras y le recorriera un escalofrío por todo su cuerpo, Sesshomaru volteo a ver a Lin que estaba recargada en la pared de la mansión pero sentada y se abrazaba así misma buscando consuelo por si sola, no quería que todos le tuvieran lastima así que escondió su rostro con su cabellera negra:

- Lin – Dijo Sesshomaru para llamar la atención de la niña para que lo mirara.

Ella solo se abrazo mas, no sabia como disculparse con el pero ¿estaría bien matar a personas?, sus lagrimas no cesaban aunque ella trataba de no llorar, Sesshomaru al ver que no respondía volvió a llamarla por su nombre, ella alzo la mirada para voltear a verlo:

- … Perdóneme… pero solo quería… - Ella no encontraba las palabras para disculparse con el.
- Haz lo que quieras – Interrumpió Sesshomaru mientras le daba la espalda.

Ella solo se puso de pie y se quedo pensando ¿acaso el señor Sesshomaru le permitiría quedarse con el joven Koga? O tal vez ella era un estorbo para el como le daba a entender Jaken, sea cual sean las intenciones de Sesshomaru lo único que ella deseaba era estar con el ya que le debía mucho, en ese momento se acerco a Sesshomaru poniéndose a un lado de el:

- Yo quiero estar con el señor que me salvo la vida una vez – Decía Lin mientras mostraba su bella sonrisa aunque daba uno que otro sollozo.

Koga al darse cuenta de las intenciones de Lin fue inmediatamente a detenerla pero paro en seco cuando una luz giraba alrededor de Lin y Sesshomaru, después ellos desaparecieron en una abrir y cerrar los ojos, con ese acto todos los que estaban en ese lugar quedaron impresionados al notar Jaken eso se sintió muy orgulloso de su amo:

- Esos son los poderes de mi amo – Dijo Jaken orgulloso pero luego suspiró y puso una cara de pocos amigos – Supongo que ahora me tendré que llevar al auto – Bufo molesto.
- ¡Oye renacuajo ¿Dónde han llevado a Lin?! – Gritó Koga furioso.
- ¡Que te importa niño malcriado! – Respondió Jaken en el mismo tono que el.

Al ver el rostro enojado de Koga decidió irse rápido de ese lugar antes de que fuera acecinado por Koga, rápidamente se subió al auto, lo encendió y se fue a una gran velocidad, Koga al ver esto solo frunció el seño y empuño sus manos, a pesar de que Lin seguía con vida se fue con un youkai y no sabia exactamente cuales eran las verdaderas intenciones de Sesshomaru, ya había atardecido, las horas se les fue muy rato mientras peleaban así que tendrían que llegar al templo Aramitama antes del anochecer:

- Oye Inuyasha ¿acaso ya conocías a Sesshomaru? – Preguntó Kagome ya que no se quería quedar con la duda.
- … El es mi medio hermano, pero no me lo vuelvas a preguntar – Respondió molesto por la pregunta.
- Disculpa Miroku pero ¿Qué estabas haciendo en este lugar? – Volvió a preguntar Kagome para desviar el tema.
- Vine aquí solo por que me lo pidieron los vecinos – Respondió el – Me dijeron que sucesos extraños estaban sucediendo adentro de la mansión, y era obvio que ellos se asustaran al sospechar que un youkai se encontraba en ese lugar.
- Así que te llamaron para que purificaras el lugar – Añadió Inuyasha mientras cruzaba sus brazos.
- Cuando venia en camino observe a Inuyasha que peleaba con un youkai así que decidí ayudarte, y lo hice justo a tiempo.
- ¡Yo tenia todo controlado! – Gruñó Inuyasha molesto al recordar lo que sucedió.
- Inuyasha no seas grosero el monje Miroku te ayudo, un simple gracias deberías decirle – Añadió Kagome.
- No se preocupe por eso señorita Kagome – Contestó Miroku como todo un profesional.
- Siempre que estamos en la escuela habla como si nada, pero cuando tienes esas ropas de monje hablas muy cortes – Dijo Koga sorprendido al ver la gran diferencia que tenia que hacer Miroku.
- A eso se le llama ser caballeroso, no como otros que se la pasan peleando – Añadió Shippo que estaba un lado de Kagome.

Inuyasha y Koga lo miraban muy enojados por su comentario, Shippo solo se les quedo viendo muy asustado, rezaba en su mente para que no le hicieran nada y se preguntaba así mismo ¿saldría con vida después de esto? Inuyasha se tronaba sus dedos y el chico de coleta negra solo cruzaba sus brazos de mala gana:

- Hace mucho que no decía nada así que no me vean así – Se defendió Shippo mientras los señalaba.

Koga al recordar por que estaban en ese lugar rápidamente volteo a ver la mansión y recordó lo que había dicho Miroku, le dio a entender que los vecinos sospechaban que los youkais existen, eso seria una tragedia para todos, lo mas probable es que habría otra guerra si los humanos se enteraran de esto, como sucedió hace cincuenta años, así que para que no hubiera sospechas tendrían que marcharse de ahí y decir que los Hitomi fallecieron de una enfermedad desconocida, pero Lin todavía sigue con vida, el sacudió su cabeza para no pensar mas ya que le comenzó a dar un dolor de cabeza de tanto pensar:

- Oigan entrare a la mansión para buscar el pergamino – Agregó Koga mientras se dirigía a la entrada de la mansión.

El solo había entrado en la mansión, abrió la puerta y lo primero que vio fueron las paredes salpicadas de sangre, los muebles estaban destruidos, telarañas y ratas se miraban en la mansión, rápidamente subió las escaleras ya que sospechaba que en el despacho del señor Tatewaki se encontraba el pergamino. Un poco retirado de la mansión se encontraba una mujer geisha observándolos desde el cielo junto con una niña albina observando cada movimiento de ellos, ellas estaban sentadas en una pluma grande:

- Kagura sigue a Sesshomaru – Dijo la niña albina fríamente.
- ¿Tu que harás Kanna?, ¿le dirás a Naraku lo que sucedió con Sukiomi? – Preguntó Kagura curiosa.
- … solo síguelo – Insistió Kanna mientras miraba su espejo.
- ¡Pero no viste como se marcho! Ni siquiera observe hacia donde iba.

En ese momento el espejo de Kanna se reflejaba una casa no tan lujosa ni tan sencilla, en el patio se encontraba Sesshomaru entrando apenas a la casa junto con Lin, Kagura entendió perfectamente hacia donde tenia que dirigirse y así lo hizo, pasaron las horas y Koga todavía no salía de la mansión, el estaba buscando hasta debajo de los sillones el pergamino que tanto le hacia falta ¿acaso Kagura los mato solo por un pergamino? Era lo mas seguro, ya rendido salio de la mansión a reunirse con los demás:

- No lo encontré en ninguna parte – Dijo el mientras bajaba su mirada.
- ¿Donde crees que se encuentre? – Preguntó Kagome preocupada.
- … no lo se – Contestó Koga para después dar un suspiro.
- Regresemos al templo, no tenemos nada que hacer aquí – Añadió Inuyasha mientras le daba la espalda a todos y caminaba.
- ¡Señor Hoshiomi, señorita Sukiomi! – Llamaba Kagome mientras los miraba que estaban por retirarse de ese lugar - ¿Por qué no nos acompañan?

Ellos con gusto aceptaron la invitación de ella, ya eran las 6:30, ellos ya habían llegado al templo Aramitama, Sukiomi estaba acostada en el sofá ya que se sentía todavía muy débil, los demás estaban en la sala esperando a que ella se recuperara, en poco tiempo Sukiomi comenzó a abrir sus ojos y se sentó en el sofá llevándose una mano a su cabeza:

- Sukiomi ¿ya te sientes mejor? – Preguntó Hoshiomi mientras se sentaba junto a ella.
- Si, Kaede siéntate a mi lado por favor – Respondió ella mientras la miraba.

Todos se quedaron sorprendidos, la expresión del rostro de Sukiomi lucia algo de preocupación y tristeza, Kaede solo asintió y se levanto de su silla, Hoshiomi se levanto del sofá para que se sentara Kaede y se hizo a un lado para no molestarlas, Kaede solo dio las gracias y se sentó a un lado de ella:

- Supongo que ya le contantes a Kagome sobre los pergaminos ¿verdad? – Rompió el silencio Sukiomi
- La verdad todavía no – Respondió ella.
- ¿Qué pergaminos? – Preguntó Kagome un poco asustada ya que no sabia de lo que hablaban.
- No quería… que Kagome se involucrara en esto, por eso no le conté nada… - Dijo Kaede preocupada.
- Yo te contare Kagome, perdóname Kaede pero son ordenes de Midoriko – Interrumpió Sukiomi.

Suspiro Sukiomi, no sabia como empezar, y tampoco sabia como iba a reaccionar Kagome al saber la verdad, la chica de cabello negro solo la miro extrañada ¿Qué verdad? ¿era tan grave? Se preguntaba así misma, fuera lo que fuera ya lo quería saber, pero si era tan importante ¿Por qué no se lo habían dicho antes?





Bueno en el siguiente capitulo sabrán mas o menos lo que pasa jeje, espero que les halla gustado el capitulo y gracias a los lectores y lectoras, sazonara, a y gracias Disc Zu por tus consejos la verdad nos han servido mucho para mejorar este Fic.

:cat:​

atte:​

Windmiko e InuAhome​

 

Re: ¿Quien es mi guardian?

Arigato a nuestros lectores y bienvenidas las nuevas lectoras:​

Disc zu, kagomelorena, LiFeInu, LobAnime, SUmi-cHan, DiiViiNaS, inuyassha, Carrie, izayoi sama, ShInDeRu got y kagomexinu.​

Anteriormente en el capitulo 21:

Suspiro Sukiomi, no sabia como empezar, y tampoco sabia como iba a reaccionar Kagome al saber la verdad, la chica de cabello negro solo la miro extrañada ¿Qué verdad? ¿era tan grave? Se preguntaba así misma, fuera lo que fuera ya lo quería saber, pero si era tan importante ¿Por qué no se lo habían dicho antes?

Capitulo 22:

- Supongo que ustedes tienen el pergamino Aramitama – Decía Sukiomi mientras miraba a Kaede.
- También tenemos el pergamino Sakimitama – Añadió Kaede.
- Escucha Kagome, antes de morir Midoriko gasto sus últimas energías para hacer cuatro trozos de un solo pergamino pergamino.
- ¡Espera ¿no crees que es demasiado pronto?! – Interrumpía Kaede mientras se ponía de pie.

Sukiomi y todos los demás se sorprendieron a tal comportamiento, se miraba nerviosa y un poco preocupada ¿Qué tanto le contaría? Estaba muy segura que Kagome aun no estaba lista para esto, pero no tuvo otra opción mas que escuchar atentamente a Sukiomi:

- Todo este enredo sobre los pergaminos sucedió hace 50 años, más o menos cuando apenas construían la torre de Tokio.

*Flash Back*

En ese tiempo todos vivíamos en completa armonía, la ciudad estaba habitada por youkais, hanyous, humanos y también Tenyos, nadie era criticado por su raza simplemente se llevaban muy bien, pero un día un youkai muy poderoso comenzó a matar a la gente, esta se enfureció tanto que comenzaron a culpar a los youkais:

- ¡Ustedes son un asco, deberían desaparecer de inmediato! – Gritó molesto un señor.
- ¡No deberían tratarnos de esa manera! – Se defendió un youkai.

Paso el tiempo y todos seguían peleados, hasta que los humanos decidieron atacarlos desprevenidos, el padre de Inuyasha Inu- no-Tashio participo en la guerra pero el estaba peleando a favor de los humanos y no de los de su propia especie, al saber esto, algunos youkais se escondieron, la mayoría de los hanyou pelearon aunque estaban confundidos de que parte estar, ya que ellos eran una combinación de las dos especies, la sacerdotisa Midoriko también participo pero fue por poco tiempo ya que ella fue herida gravemente y murió.

*Fin del Flash Back*

- ¿Qué es una Tenyo? – Preguntó inocentemente Shippo mientras chupaba una paleta de caramelo.
- Son doncellas divinas que tienen poderes espirituales mayores a una sacerdotisa – Respondió Kaede mientras lo miraba.
- ¿Inuyasha también participaste en esa guerra? – Preguntó Kagome curiosa.

Inuyasha solo se quedo sorprendido por la pregunta y un poco molesto, le dio la espalda a Kagome para que no notara su enojo y cruzo sus brazos de mala gana, Kagome se quedo un poco molesta ya que no le gustaba que la ignoraban, Kaede al darse cuenta de la situación decidió responder por el:

- No, el nunca participó – Respondió ella – Ya que antes de que empezara la batalla fue sellado con un conjuro de mi hermana Kikyo.
- Mi padre y el odioso de Sesshomaru fueron los únicos que participaron de mi familia – Continuó Inuyasha mientras bajaba su mirada – Por órdenes de mi padre, mi madre se escondió en un templo sagrado.
- No me interesa nada de tu pasado bestia lo que me interesa es saber sobre los pergaminos – Interrumpió Koga arto ya de la conversación.

Hoshiomi solamente escuchaba atentamente, el no sabia nada sobre esto pero ¿Cómo el no sabia nada y su prometida si? Después de que esto se acabara tendría que explicarle todo con detalle, Sukiomi solo dio un suspiro y continuo:

- En ese tiempo, Midoriko había acumulado una gran cantidad de poder espiritual, ya que hace tiempo no había exterminado ningún monstruo, cuando intento gastar esa fuerte energía, salio una perla con poderes sobrenaturales, la llamaron perla de Shikon.
- ¿Qué tiene de importante esa perla? – Preguntó Kagome muy confundida.
- Tiene el poder de cumplir cualquier deseo, pero si la toma alguien con intenciones malas, esta se vuelve oscura como su corazón, en cambio si la toma alguien de corazón puro, la perla se vuelve un tono rozado – Contestó Kaede.
- ¿Y esto que tiene que ver conmigo? – Volvió a preguntar Kagome.

Kaede y Sukiomi se voltearon a ver, no sabían como empezar todo este enredo, y se preguntaban ¿ya era tiempo de que Kagome supiera la verdad sobre su familia? Kagome solo se les quedo viendo, todos los demás estaban observando y escuchando atentamente:

- Kagome ¿nunca te dije el por que no hay ningún familiar tu yo? – Preguntó Kaede temiendo de la respuesta.
- Siempre me pregunte eso, pero nunca te pregunte Kaede – Respondió ella mientras bajaba la mirada.
- La sacerdotisa Midoriko sabía perfectamente que ella no podía cuidar la perla de Shikon, así que se las encargo a la familia Higurashi – Dijo Kaede mientras miraba a Kagome para ver cual era su reacción.
- ¿Por qué no podía cuidar esa perla abuelita? – Preguntó inocentemente Shippo.
- Ella le tenia un rencor a los youkais, ya que ellos habían matado a su familia, se decía que la familia Higurashi tenían poderes espirituales, por eso Kagome…

Kaede se callo por un momento, no sabia como explicar algo tan complicado, además era mucha responsabilidad para una chica de 17 años, dio un suspiro y volteo a mirar los ojos oscuros de Kagome:

- Quiero que tú recuperes esos poderes.

Kagome no entendía nada sobre la situación ¿Por qué precisamente ella? Si solamente era una chica normal hasta que encontró y le quito el sello a Inuyasha, Kaede al notar su confusión en su rostro continuo hablando:

- Escucha, tu familia fue asesinada por el mismo youkai que comenzó la guerra de hace cincuenta años, quería tomar esa perla a como diera lugar, mato a cada descendiente de tu familia Kagome, pero gracias al cielo que tu sobreviviste.
- … Entonces ¿que es lo que debo de hacer ahora?, ¿esa perla aun existe? – Preguntó ella con nudo en la garganta.
- Si, pero no se en que lugar se encuentra – Respondió Kaede mientras se levantó del sofá.
- Kaede ya me tengo que retirar, muchas gracias por sus atenciones – Dijo Sukiomi mientras se levantaba del sofá.

Sukiomi se dirigió a la puerta al igual que Kaede, Hoshiomi salio primero del templo ya que no soportaba estar en un templo o en lugares donde hay mucha gente, Sukiomi antes de salir por completo del templo volteo hacia Kaede, ella solo se miro confundida por su actitud:

- Sabes muy bien que no le conté todo Kaede – Comento Sukiomi mientras bajaba la mirada – Espero que tu se lo cuentes.

Después de esto se retiro del templo dejando a Kaede demasiado atemorizada ¿Cómo lo habrá tomado Kagome después de que se entero de cómo murieron sus familiares? Sin duda era una chica muy madura, entro al templo viendo a todos, pero alguien faltaba en ese lugar:

- ¿Dónde esta Kagome? – Preguntó ella mientras volteaba hacia los lados.
- Esta en su habitación – Contestó Inuyasha mientras bajaba la mirada – Parece que la conversación le dolió mas que nada.
- Entiendo… - Dijo Kaede tristemente – Iré a hablar con ella.

Ella iba subir rápidamente las escaleras, a pesar de haberle contado la verdad sobre su familia era lógico que en estos momentos ella se sintiera confundida y a la vez sola, ya que ella nunca conoció a ningún familiar suyo, cuando estaba apunto de subir las escaleras una voz varonil la detuvo:

- Es mejor que no vallas, en estos momentos hay que dejarla sola para que aclare sus pensamientos – Comento Inuyasha con un tono Sueve en su voz.
- ¡¿Pero que dices bestia? ¡Ella ahora ocupa más que nada nuestro apoyo! – Dijo molesto Koga mientras se ponía de pie.

Inuyasha solamente lo ignoro, no quería comenzar una pelea innecesaria con ese lobo, no ahora, Koga al ver su reacción se levanto y fue afuera del templo sin decir nada. En otra parte de la ciudad de Tokio se encontraba Sesshomaru como siempre con su carácter frío y calculador en el despacho mirando hacia la ventana:

*Flash Back*

- ¡¡Ya no mas peleas por favor!! ¡¡No quiero ver más sufrimiento!! Ya… no – Decía Lin entre sollozos y lágrimas – Por favor señor Sesshomaru se lo pido… - Suplicó ella con un nudo en la garganta.

*Fin Del Flash Back*

Al recordar ese suceso Sesshomaru frunció un poco el seño, la oportunidad perfecta tenia para acabar de una buena vez a su medio hermano Inuyasha, ¿pero por que lo dejo vivir en ese momento? Esa pregunta rondaba por su cabeza, pero en ese momento Jaken abrió la puerta repentinamente:

- Señor Sesshomaru ya esta la cena – Dijo Jaken un poco temeroso.
- Dime Jaken ¿tienes manos? – Preguntó Sesshomaru fríamente sin mirarlo.
- … Si, ¿Por qué la pregunta amo? – Preguntó muy confundido.
- Y ¿para que te sirven? – Volvió a preguntar Sesshomaru.
- Para servirle a usted amo Sesshomaru – Respondió el aun confundido.
- Entonces por que demonios no tocaste la puerta antes de entrar – Dijo el muy molesto mientras lo volteaba a ver con su mirada fría y calculadora.
- ¡Perdóneme amo Sesshomaru! – Suplicó Jaken mientras se hincaba.
- Tu bien sabes que no me gusta este tipo de equivocaciones – Dijo el mientras se le acercaba.

Después de eso Jaken recibió un golpe por parte de su amo, Sesshomaru después de esto se retiro de su despacho sin decir nada, por su actitud se había enojado aunque aparentemente no lo demostró, Jaken se levanto algo adolorido y confundido:

- Nunca había visto al señor Sesshomaru tan enojado, ¿acaso tanto le molesto que no tocara la puerta? Pero casi siempre entro sin tocar – Se preguntó el a si mismo.

En otra parte de la ciudad se encontraba un hombre de cabellera negra, larga y ondulada que caminaba por las calles deshabitadas de la ciudad de Tokio, en ese tiempo ya estaba oscuro, no se podía ver casi nada, pero el se detuvo en seco al sentir que muchos seres lo estaban siguiendo:

- Que extraño que nadie este presente, mas si en los territorios de la sacerdotisa Tsubaki – Comento el mientras sonreía levemente al descubrir su presencia.
- Veo que has sentido mi presencia Naraku, me sorprendes has incrementado tus poderes – Se escuchó una voz femenina.

Después, enfrente de Naraku apareció de la nada una mujer con ropas moradas y cabellera blanca, en sus ojos reflejaba maldad y rencor, una brisa suave paso moviendo sus cabelleras y sus ropas extrañas que llevaban:

- Naraku, tenia tiempo sin verte, veo que sigues siendo el mismo de siempre… pero hay algo distinto en ti – Dijo Tsubaki mientras miraba sus ojos para ver un poco mas allá de la mente de Naraku – Ese poder… es del pergamino Kushimitama, ¿no es así?
- Veo que no has olvidado los pergaminos… ni a Kikyo – Comento el causando que Tsubaki se enojara.
- Hmph, ¿Qué quieres de mi? – Contesto ella ya que le comenzó a fastidiar la presencia de Naraku.
- Dime, ¿no deseas vengarte de Kikyo?
- Esa mujer ya esta muerta, ¿de que manera puedo vengarme? – Dijo ella mientras fruncía el seño.

Naraku solo sonrío al ver como Tsubaki se enojaba cada vez mas al recordar el nombre de Kikyo, por alguna razón le encantaba hacer sufrir a las personas, posesionarse de su rencor, al notar que Tsubaki estaba a punto de marcharse decidió hablar:

- ¿No te das cuenta?, nosotros podemos revivir a Kikyo.
- ¡No seas tonto Naraku!, medio mucho gusto al saber que murió ¿Por qué debería de revivirla? – Preguntó enojada.
- Las verdaderas sacerdotisas no se dejan vencer, no importa que tan fuerte sea el enemigo, si no mal recuerdo tu querías convertirte en una de las discípulas de Midoriko, pero Kikyo te quito tu lugar, ¿acaso no deseas vengarte aunque este muerta?
- …Aunque quisiera, no tenemos los restos de Kikyo, esos fueron quemados – Añadió ella un poco mas tranquila.
- Hmph, solo fueron rumores, si te interesa ve al templo de la luna.

Después de esto Naraku le dio la espalda y siguió caminando dejando a Tsubaki sola y pensativa, era cierto ella le tenia mucho rencor a la gran Kikyo, pero ¿y si era una trampa de Naraku? Ya que ella sabía como era realmente Naraku, no era muy común que viniera solo. En el templo Aramitama se encontraba Kagome en su habitación, estaba sentada en su cama muy pensativa:

- Así que mi familia murió por proteger esa perla llamada Shikon – Se decía a si misma mientras miraba la ventana – Seguramente mi familia fue muy valiente para aceptar tanta responsabilidad.

En ese momento se escucho que tocaban la ventana, ella se asusto un poco ¿era acaso un ladrón? Se asomo por la ventana y vio a Inuyasha ya transformado en hanyou, pero ¿Por qué estaba en la ventana? Después de eso abrió la ventana dejando pasar a Inuyasha:

- Inuyasha ¿Por qué no entraste por la puerta? – Pregunto ella mientras lo miraba sentarse en su cama.
- No quería interrumpirte – Decía con una suave voz.
- Pero si nunca me ha molestado tu presencia – Añadió ella mientras mostraba una sonrisa falsa.

Inuyasha se extrañó un poco por esa respuesta la verdad no se lo esperaba, cuando iba a responderle noto que los ojos de Kagome estaban un poco enrojecidos, eran señales de que ella había llorado, se le acercó mas a ella preocupado, Kagome solo se extrañó por esa acción:

- ¿Qué te paso? – Preguntó preocupado.
- No es nada – Adivinó ella por que se lo había preguntado.

Inuyasha no se convenció con eso así que se le acerco mas y con sus manos quitó unos cuantos mechones de cabello que le tapaban sus ojos llorosos, ella solo lo observaba:

- Estabas llorando ¿verdad? – Preguntó el aunque sabia perfectamente la respuesta.
- … Si – Respondió tímidamente.
- ¿Por qué no me habías dicho? – Regaño Inuyasha ya que no le gustaba que escondiera sus sentimientos.
- ¡Por que si lo hacia, cierto hanyou se iba a preocupar! – Contestó ella alzando un poco la voz.
- ¡Lo haría! – Respondió un poco molesto.

Inuyasha solo se quedo quieto, sabia que Kagome estaba preocupada y confundida, pero a ella no le gustaba demostrarlo, se había desahogado con lagrimas, tal vez ella estaba insegura de si misma ya que no conoció ningún familiar suyo, solo tenia a Kaede para sentirse como si tuviera una familia, a pesar de eso, ella nunca se deprimía:

- Estaría muy preocupado si Kagome se lastima o estaría sufriendo – Añadió Inuyasha alzando un poco la voz para que ella lo escuchara - … Pero escondérmelo o no decir nada… Haría que me preocupara mas – Esto último lo dijo más calmado mientras miraba los ojos negros de Kagome – Si quieres que no me preocupe, no me escondas tus penas.

Kagome solamente lo escuchaba, nunca lo había visto tan preocupado, tal vez el disfrazaba sus verdaderos sentimientos con ese carácter fuerte, pero ¿Qué sentimientos guardaría? Ella solo le mostró una sonrisa causando que el se calmara y se pusiera de pie:

- Ya duérmete, ya es muy tarde para que estés despierta.

Después de esto, Kagome acomodaba su cama para poder acostarse, una que otra vez miraba a Inuyasha ya que el solo se quedaba observándola, cuando se acomodo en su cama, Inuyasha tomo la cobija y la tapo como si fuera una niña pequeña que solo ocupaba que alguien la cuidara, después de esto se sentó en el suelo:

- Inuyasha… gracias – Musito ella mientras cerraba sus ojos.

El solo sonrío levemente al escuchar esas palabras, miro hasta donde estaba Kagome y cerró sus ojos lentamente llevándose esa imagen en su mente. Afuera del templo Aramitama se encontraba Koga en una de las ramas del árbol sagrado, a pesar de que no fuera un lugar para dormir siempre le gustaba estar ahí:

- ¿Cuanto tiempo a pasado desde que Kaede me cuidaba? – Se preguntaba así mismo.

*Flash Back*

Era cuando yo era apenas un niño, Kaede es conocida por mi familia por su gentileza, cuando mis padres tenían que irse a trabajar ella me cuidaba, me contaba historias de fantasía, y yo como todo niño me las creía:

- Koga cuando crezcas tú serás un gran guardián – Decía Kaede con una sonrisa.
- ¿De quien señora Kaede? – Pregunto Koga inocentemente.
- Protegerás a la única Higurashi, por eso, prométeme que cuando sientas que estas listo para vivir buscaras a esa persona.
- … ¿Es como el cuento que me contaste hace mucho? – Volvió a preguntar Koga.
- No, esta vez es una leyenda verdadera… cuando crezcas te diré todo con detalle, te lo prometo – Contesto ella con su gran sonrisa.

*Fin Del Flash Back*

- No has cambiado Kaede – Se decía el solo mientras miraba las estrellas que había en el cielo - ¿Estaba destinado a ser el guardián de Kagome? – Se preguntaba en sus pensamientos – Sea como sea, me da mucho gusto de estar junto a ella, y cuidarla, a pesar de que no tengo a mi familia, ella es la que me ha dado fuerzas de seguir adelante.

Dio un suspiro y se acomodo en el árbol para poder dormir a gusto, su cuarto lo estaba ocupando Shippo, ya que desde que llego le había estado peleando el cuarto, pero a el no le incomodaba, ya que siempre le gustaba apreciar la luna y las estrellas ya que siempre le recordaba a cierta persona:

- Yo te protegeré con mi vida Kagome… - Decía mientras cerraba sus ojos – Kagome…

Perdonen por la tardanza jeje, es que estábamos con muchas tareas (claro ya que muy pronto saldremos de vacaciones pues nos quieren dar un infarto primero XD) esperamos que les halla gustado.​

:libro: ​

Atte.​

Windmiko e InuAhome​

 

Re: ¿Quien es mi guardian?

Muchas gracias a nuestros lectores:​

Izayoi sama, inuyassha, kagomelorena, SuMi-cHan, kagomexinu, kinary y amoreinu.​

Anteriormente en el capitulo 22:

Dio un suspiro y se acomodó en el árbol para poder dormir a gusto, su cuarto lo estaba ocupando Shippo, desde que llegó le había estado peleando el cuarto, pero a el no le incomodaba, ya que siempre le gustaba apreciar la luna y las estrellas por que siempre le recordaba a cierta persona:

- Yo te protegeré con mi vida Kagome… - Decía mientras cerraba sus ojos – Kagome…

Capitulo 23:

Era una mañana realmente hermosa, el sol brillaba desde lo alto del cielo, se escuchaba a los pájaros trinar, en el templo Aramitama se encontraba un joven de cabellera negra dormido que estaba sentado sobre el suelo, uno de los rayos del sol iluminaba su hermoso rostro causando que el se despertara, se levanto perezosamente y se estiro:

- Por fin amaneció – Se dijo a si mismo en su mente.

Después volteo a ver a una bella joven que se encontraba todavía dormida, los rayos del sol iluminaba su cabello despeinado y oscuro, el se acerco un poco para admirar esa imagen tan hermosa:

- Se ve muy bonita cuando duerme – Musitó mientras se acercaba un poco mas a ella

Quito un poco de cabello que tapaban su lindo rostro y observo cada detalle de ella:

- Kagome…

Sintiendo que cada vez que la miraba su corazón cada vez latía mas fuerte, cuando parecía que su corazón iba salir rápidamente de su pecho se detuvo repentinamente, se alejo un poco de ella al parecer asustado:

- ¿Qué pasa? ¿Qué estaba apunto de hacer? – Se preguntaba si mismo mientras llevaba una mano a su pecho.

Después salió del cuarto muy pensativo y a la vez un poco enojado con el mismo, bajo las escaleras y se dirigió al patio del templo sin cruzar palabra con los demás que estaban despiertos, se detuvo en seco y miro el cielo. En otro lugar muy lejos de ahí se encontraba una joven de cabellera blanca y túnicas moradas que caminaba tranquilamente por un espeso bosque, su mirada reflejaba rencor y maldad, cuando sintió que un campo de energía estaba enfrente de ella se detuvo en seco:

- Hmph, un campo de energía, siempre has sido muy astuto Naraku – Decía mientras extendía su mano hacia delante para sentir la energía del campo.

En ese momento Naraku apareció de la nada atrás de ella mostrando una cara de pura maldad:

- Tsubaki por un momento pensé que no ibas a venir – Comento mientras la miraba.
- Solo vine para acabarte maldito, si llegaras a revivir a Kikyo me causarías grandes problemas – Pensó Tsubaki molesta aunque no lo aparentaba.
- Déjeme acompañarla hasta al interior del bosque – Añadió Naraku mientras le tomaba el brazo.
- Hmph, Que amable eres Naraku – Dijo ella con cierta hipocresía.

Naraku de repente hizo un movimiento con su mano y el campo de energía desaparecía dejándolos pasar, caminaron hasta lo mas profundo del bosque, Tsubaki casi no le dirigía la palabra a Naraku ya que de ese ser se podría esperarse cualquier cosa, se detuvieron al ver una puerta muy grande enfrente de ellos con unos signos raros:

- Así que esa es la puerta de la luna – Comento mientras se acercaba hacia la puerta – Interesante.
- Naraku ya traje lo que me pediste – Dijo una voz femenina atrás de ellos.
- ¿Quién es ella?, nunca la había visto – Pregunto Tsubaki mientras la señalaba.
- Se llama Kanna, como ya te diste cuenta no tiene presencia, el espejo que ella siempre carga guarda un espíritu que ella tiene que proteger, pero yo no te traje aquí para que me hicieras preguntas – Contesto Naraku.

Tsubaki estaba esperando la oportunidad perfecta para aniquilarlo, sabia perfectamente que el era muy precavido y astuto así que cualquier error que hiciera le causaría su muerte:

- Y dime Naraku, ¿para que me necesitas? – Pregunto Tsubaki mientras se recargaba en la puerta de la luna – Ayer en la noche me dijiste que me necesitabas para revivir a Kikyo.
- Así es, eres el recurso indispensable para la resurrección.
- Pero lo que me dio mas curiosidad es ¿Por qué pensabas que yo quería revivir a Kikyo si sabes que tanto la detesto?
- La verdad no te lo iba a pedir – Contesto Naraku mientras se acercaba peligrosamente a ella.

Ella solo se asusto por un momento con esa mirada de Naraku le decía todo, el estaba tan empeñado en revivir a Kikyo que mataría a cualquiera que lo estorbaba pero ella no se iba a quedar con los brazos cruzados, por lo menos tenia que intentarlo:

- Solamente quiero tus almas de sacerdotisa – Añadió Naraku antes de reírse hipócritamente.
- ¡Ni siquiera lo pienses! – Gritó molesta y a la vez asustada mientras de su ojo derecho salía una serpiente venenosa que se dirigía hacia Naraku.

El solo la esquivo haciéndose aun lado y después rápidamente tomo a Tsubaki del cuello bruscamente causando que ella casi no podía respirar:

- ¡No pienso morir para ayudar a esa maldita sacerdotisa! – Contesto ella con mucha dificultad.

Naraku ignoro sus palabras, desenvaino su katana y atravesó el cuerpo de ella para después dejarla caer en el suelo:

- ¡Maldito, ¿Cómo te atreviste hacerme esto?! – Gritó furiosa para después escupir sangre.
- Kanna róbale sus almas de una buena vez – Contesto Naraku mientras miraba como Tsubaki sufría por esa herida.
- ¡¿Mis almas?! – Volvió a preguntar ella muy confundida y enfurecida.

Kanna solo movió su espejo aun en manos y reflejo el rostro de Tsubaki, ella sintió como toda su fuerza y su poder se desvanecía de repente, después de poco tiempo su cuerpo sin vida se desvaneció en el aire, sus almas habían sido finalmente capturadas en el espejo:

- ¿Cuándo la piensas revivir Naraku? – Preguntó una voz femenina atrás de un árbol.
- ¿Desde cuando estas ahí Kagura? – Preguntó Naraku sin voltearla a ver.
- Desde que llegaste, pero no has respondido mi pregunta – Respondió ella mientras caminaba hacia el.
- Muy pronto, todavía no tengo todo lo necesario – Respondió el.
- ¿Qué es esa puerta? – Preguntó con su semblante frío y sin sentimiento.
- Esa es la puerta de la luna, si logras abrirla encontraras la perla de Shikon.
- ¿Por qué no vas por ella? ¿acaso no la deseas? – Preguntó Kagura mientras jugaba con su abanico.
- No se abre tan fácil, necesitas los cuatro pergaminos – Contesto Naraku mientras cruzaba sus brazos – Nosotros solo tenemos uno.

En otro lugar, en las calles de Tokio se encontraba una pareja de jóvenes discutiendo:

- ¿Por qué las mujeres siempre ocupan compañía cuando van de compras? – Preguntó un joven de cabellera negra.
- Inuyasha todo el tiempo te estas quejando – Respondió un poco molesta a su acompañante – Además Koga estaba ocupado con Kaede, Shippo estaba dibujando, tu eras el único desocupado – Añadió para después regalarle una sonrisa.

Hubo un rato de silencio mientras caminaban, apreciaban a los niños jugar por las calles, las personas a su alrededor, hasta que Kagome rompió el silencio:

- La verdad te traje conmigo por que no me ha gustado estar sola – Decía mientras bajaba la mirada.
- ¿Desde cuando te sientes así? – Preguntó el muy confundido.
- Desde hace mucho tiempo, antes de que yo te quitara ese conjuro – Respondió ella sin voltear a verlo.
- …Pero sabes, ya no estas sola, ya no debes sentirte así ya que tienes muchas personas que cuidan de ti.

Se quedo un momento callado para ver la reacción de Kagome, ella seguía sin mirarlo además con la mirada perdida en el cielo, esto incomodo un poco a Inuyasha ya que siempre le gustaba que le pusieron atención:

- Creo que por eso tienes dos guardianes – Añadió el mientras la miraba.
- Oye Inuyasha ¿Cómo te enteraste de que ibas a ser mi guardián? – Pregunto ella curiosa ya que esa duda la tenia desde hace mucho.
- Cuando fui sellado, un poco después, Midoriko me despertó pero no por completo.

*Flash Back*

Me quitó la flecha que estaba en mi pecho, desperté y la vi enfrente de mi al principio me enoje y quise atacarla, pero era inútil ya que todavía estaba atado al árbol sagrado con sus malditos poderes:

- ¡Que esperas sácame de aquí! – Gritó el de lo furioso que estaba.
- No vine para quitarte el conjuro – Respondió Midoriko demasiado seria – He venido por que tu madre estaba muy preocupada por ti.
- ¿Mi madre? – Volvió a preguntar un poco mas calmado - ¡¿Ya comenzaron la guerra sin mi?! ¡Eso es tu plan ¿verdad?!
- Solo quiero que cuando despiertes de este sueño, quiero que protejas a la única Higurashi que queda – Comento ella.
- ¡Y que si no lo hago! – Desafío el mientras fruncía el seño.

Ella solo extendió su brazo y tocó mi frente, en ese momento sentí como las ramas me llevaban dentro del árbol y después no recuerdo nada ya que me había dormido de nuevo por el conjuro de esa flecha.

*Fin Del Flash Back*

- por su expresión pude notar que estaba muy segura de lo que ella estaba haciendo – Continuó Inuyasha.
- ¿Te arrepientes de haber sido mi guardián? – Pregunto ella con temor a la respuesta.
- ¡No, por supuesto que no! – Respondió el bastante molesto por su pregunta.

El sabia perfectamente que algún día le preguntaría eso por que desde el día en que la conoció siempre se había quejado de ella, pero mientras pasaba el tiempo el sin darse cuenta ya se había acostumbrado a la presencia de esa chica:

- Me alegra mucho que no sea así – Comento ella mostrando una sonrisa.
- …La verdad a mi también me alegra – Pensó el mientras trataba de imitar la hermosa sonrisa de Kagome.

Después de un tiempo ambos ya habían realizado las compras que les había encargado Kaede, en todo el camino Inuyasha no paraba de ver a Kagome ya que desde su pequeña conversación ella no paraba de sonreír y al parecer le agradaba eso. Cuando llegaron al templo Kagome entro junto con las bolsas de comida, pero Inuyasha se quedo muy pensativo en el patio:

- Estoy muy confundido, creí que después de que Kikyo me sellara con ese conjuro iba aprender que no debo confiar en nadie – Pensaba Inuyasha mientras observaba el cielo – Pero… creo que Kagome es la excepción, cuando estoy con ella siento como si estuviera protegido… pero que tonto soy, se supone que yo la debo proteger ¿Qué demonios me pasa?
- ¿En que piensas?, te noto muy extraño – Decía una voz atrás de el mientras lo golpeaba débilmente en el hombro.
- No molestes Kaede… solo pienso – Respondió el con un poco enojo mientras cruzaba sus brazos.
- …Eso no es muy común en ti que digamos, pero toma – Entregándole una escoba.
- ¿Qué quieres que haga? – Pregunto un poco confundido por su acción.

Era obvia la respuesta, cruzo los brazos muy enojado pero de todos formas tenia que ayudarle ya que ella estaba enferma del corazón y no tenia que hacer mucho esfuerzo, Kaede al ver que no decía nada decidió romper el silencio:

- Kagome siempre me ayuda a barrer en las mañanas, pero como me esta ayudando a cocinar, tu tomaras su lugar – Comento ella con una sonrisa – Sin descanso.
- …Esta bien, pero solo será esta vez – Contesto molesto.
- Oye abuelita yo también puedo ayudar – Dijo una vos angelical atrás de ellos.
- Claro Shippo – Dándole un trapo – Limpiaras lo que puedas, si te cansas avísame.
- ¡¿Por qué el puede descansar y yo no?! – Pregunto alzando la voz.
- Es obvio, el esta mas pequeño que tu así que va a cansarse mas rápido.
- Si tonto – Añadió Shippo dándole un golpe en la cabeza de un salto – Esa me la debías.
- ¡Me las pagaras enano! – Respondió el mientras lo perseguía por todo el templo.

Adentro del templo se encontraba Kagome en su cuarto muy pensativa, cerro la puerta sin hacer ruido, se dirigía aun pequeño mueble que estaba a un lado de su cama, abrió el cajón y tomo el pergamino Aramitama:

- Desde que me habían dado el pergamino, todo se me ha vuelto mas raro – Pensó Kagome mientras observaba el pergamino cuidadosamente – Pero también… e conocido mas amistades…y a Inuyasha – Esto ultimo causó que se sonrojara un poco inevitablemente.

En ese momento, alguien la interrumpió repentinamente abriendo la puerta para después cerrarla:

- Buenos días Kagome, ¿Cómo amaneció mi princesa? – Saludo el joven amablemente.
- ¡Buenos días Koga! – Respondió ella un poco asustada por su repentina aparición.

A Kagome no le molestaba que la llamara de esa manera al contrario le halagaba mucho, cuando volteo a ver a Koga observo que tenia una charola en sus manos, ella solo se sentó e hizo una señal para que Koga hiciera lo mismo:

- Ten – Dijo el antes de sentarse – Te hice el desayuno.
- ¿Cocinas? – Preguntaba ella entusiasmada mientras tomaba la charola – Muchas gracias.
- Si, tienes que aprender cuando vives solo – Respondió el mientras bajaba su mirada un poco.
- Lo siento, no era mi intención… - Se disculpo mientras lo observaba.
- Kagome… - Tomando sus manos delicadamente – Usted siempre preocupándose por mi.
- Koga no hables tan formal conmigo – Comento ella con una sonrisa.

Ella solo se limitaba a verlo amablemente, Koga solo tenia deseos de probar esos labios que siempre lo provocaban y presumir que el ha sido el primero en probarlos, pero no era el momento, no ahora, el quería besarla en un lugar especial no en cualquier lugar. Muy cerca de ahí se encontraba Inuyasha limpiando las ventanas con un pañuelo azul, era muy fácil para el poder treparse en cualquier lugar ya que estaba muy acostumbrado, cuando le tocaba limpiar la ventana de Kagome, vio a Koga tomándole las manos y muy cerca de ella, Inuyasha solo entro repentinamente por la ventana y golpeo a Koga tan fuerte que lo tiro al piso:

- ¡¿Qué haces en este lugar torpe?! – Gritó Inuyasha enfurecido.
- ¡¿Pero que demonios te pasa bestia?! – Respondió Koga para después regresarle el golpe.
- ¡Oigan ya basta! – Alzó la voz Kagome para que fuera escuchada.

Ellos ignoraron a Kagome y seguían peleándose, varias cosas rompieron por los golpes que se estaban dando, Kagome por mas que quería separarlos ellos mas golpes se daban, llego un momento en que ellos accidentalmente empujaron a Kagome en el suelo, pero ellos ni se percataron de ello, Kaede al escuchar todos esos ruidos subió rápidamente junto con Shippo a la habitación, asustados abrieron la puerta de golpe:

- ¡¿Qué sucede?! – Preguntó Kaede demasiado exaltada.
- ¡No me sorprende que sean ustedes bestias! – Añadió Shippo mientras los señalaba.

Koga e Inuyasha pararon de pelear pero no faltaron las miradas acecinas y retadoras, Kagome solo se puso de pie demasiado enojada y un poco asustada:

- ¡¿No pueden estar quietos los dos?! – Preguntó Kaede muy enojada.
- ¡Tu bien sabes que no me gusta estar con este lobo pulgoso! – Respondió Inuyasha bastante enfurecido.
- ¡Cállate bestia tu no me caes bien después de todo! – Se defendió Koga.

Ellos seguían en su discusión, pero en ese momento Kaede se sintió mareada, apenas distinguía la imagen de Shippo que estaba a su lado, después todo para ella se volvió oscuro y silencioso, sentía que se iba a caer pero antes de eso Koga la tenia en sus brazos, ella sentía como su corazón se debilitaba y poco a poco dejaba de palpitar…

- ¡Kaede! – Se escuchó gritar a Kagome aterrorizada.

Konichiwa a todos los lectores (a), perdonen que no conteste sus mensajes es que no se me hace justo que algunos les conteste y a otros no ya que la mayoría de los post fueron borrados, para que eso no pase les recomiendo que den su opinión hacia la historia o comenten algo que les gustaría que pasara o cosas así XD recuerden que somos inexpertas en esto y con mas razón pedimos su sincera opinión, a y gracias por tomarse la molestia de leer este Fic, muchos arigatos XD.​

A otra cosa, como la mayoría no le entendió a la explicación (tal vez no le entendieron por que no explique sobre de los pergaminos si no se habían dado cuenta si no la historia) si quieren pregúntenos que es lo que tuvieron duda y nosotras con gusto se las respondemos.​

:cat:​

atte.​

Windmiko e InuAome​