¿Quien es mi guardian?

Re: ¿Quien es mi guardian?

BUENO A QUI ESTA EL SIGUIENTE CAPITULO NO SABEMOS EN QUE CAPITULO VAMOS PERO LES PROMETEMOS QUE LOS CONTAREAMOS YA QUE PERDIMOS LA CUENTA :P


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Ya en la noche, el viento era muy frío, los árboles se movían al compás del viento, el templo Aramitama se miraba que las luces estaban apagadas menos en un cuarto. Un joven muy apuesto por cierto, de cabellera negra agarrada por una coleta, abría los ojos lentamente, observo por la ventana que estaba a un lado, miro que todo estaba oscuro.

- Siempre me sentía solo todas las noches al momento de observar la luna, me pregunto si la luna se sentiría sola allá arriba, a decir verdad siempre me ha llamado mucho la atención pero, ¿que es esta sensación? Perece como si estuviera llamando o como si me quisiera dormir en un profundo y largo sueño – Pensaba el joven con mucha nostalgia, mientras ponía sus brazos atrás de su nuca
- Oye Koga – pasando su mano enfrente de el y moviéndola – No reacciona parece como si estuviera hipnotizado – dijo con fastidio y a la vez un poco divertido, cerro sus pequeños ojos y suspiro – Así son las bestias.
- Shippo escuche lo que dijiste – cerrando sus ojos – No deberías hablarle así a alguien mayor que tu – dijo Koga un poco molesto por el comentario de Shippo, se levanto de su cama pero luego se volvió a sentar.
- Koga ¿ya te sientes mejor? – Preguntaba preocupado al ver que todavía tenia heridas en sus brazos y piernas.
- Esto no es nada para mi – dijo para después pararse y dirigirse hacia la puerta saliendo del cuarto sin decir nada.
- Pobre Koga – Se decía así mismo y cruzando sus pequeños brazos – No le gusta demostrarlo pero se que esta triste por la muerte de su familia – Dijo con nostalgia y sentándose en el suelo – Me pregunto como estará Inuyasha.

En otra habitación Inuyasha estaba acostado en la cama de Kagome, ella se encontraba curándolo aunque no era nada fácil curar a una bestia orgullosa.

- ¡Inuyasha deja de moverte! – decía Kagome molesta, mientras tomaba a Inuyasha del brazo y lo recostaba en su cama.
- Oye yo no necesito que alguien me cure – decía el con mucho orgullo mientras se quería levantar y salir de ahí, cuando estaba apunto de salir sitio como una herida en su pecho se abría y su camisa blanca se manchaba de sangre.
- Lo ves – dijo un poco molesta y otra vez lo recostó – Debes reposar, aunque estés convertido en hanyou tus heridas se abren – dijo quitándole su camisa dejando ver el pecho bien formado de el - Deberás ser menos orgulloso.

Esta ves Inuyasha no se resistió, dejo que ella lo curaba mientras el cerraba los ojos sintiendo como unas calidas y suaves manos tocaban su pecho, Kagome ponía pomadas en su herida ella se sentía rara era la primera vez que tocaba el pecho de un hombre o ¿un hanyou? Se preguntaba ella con cierto nerviosismo, pero no dejándolo de tocar e Inuyasha se percato de ello.

- Kagome, gracias – decía Inuyasha intentando que su voz dulce llegara a los oídos de ella, el abría sus ojos observando a la joven que estaba a su lado.
- ¿P-porque? – decía ella con nervios, dejando de curar a Inuyasha – No tienes por que agradecerme esto lo hago por que tu me salvaste la vida en esa ocasión – Lo decía con pena, la chica al parecer era muy penosa mas con un chico a su lado.
- No me refiero a eso si no…… - Se sentó en la cama y mirándola a sus ojos – Si no mal recuerdo en esa batalla que tuvimos con Kagura yo estaba grave herido.
- Si, como olvidarlo – dijo con tristeza en sus ojos apunto de llorar, cerro sus ojos para que sus lágrimas no volvieran a caer de nuevo – Te iba a matar con ese ataque que te lanzo – Tallándose los ojos – Lo importante es que te salvaste.

El solo puso su mano en una de las mejillas de Kagome y ella solo abrió sus ojos para encontrarse con sus ojos dorados. En ese momento una de las lágrimas de ella comenzó a asomarse sin avisar recorriendo la mejilla rozada y terminar en sus labios, Inuyasha la limpio con uno de sus dedos suavemente.

- Ya no llores, me duele verte así – Decía Inuyasha mostrando una pequeña sonrisa, ella solo lo observaba con sus ojos enrojecidos.
- Inuyasha, gracias – decía mientras lo abrazaba inconcientemente.

Inuyasha solo correspondía el abrazo, quien lo diría, abrazar a una humana que no fuera su madre, era la primera vez que abrazaba a una, ni siquiera a Kikyo quien fue su primer amor, ya que ella siempre estaba ocupada entrenando para ser una de las mejores sacerdotisas. Y cuando por fin lo logro, fue el fin de su amor.
Después de un rato, Kagome apenas se dio cuenta que abrazaba al hanyou, que pena, mas pena aun sin camisa, ella solo se separaba de el lentamente, pero le fue inútil ya que Inuyasha no tenia ni las mas minima intención de separarse de ella, cada vez que la apretaba contra su pecho ella se sonrojaba aun mas.

- Inuyasha, yo……. – Siendo interrumpida por el mismo.
- Shhhhhh, no digas nada – decía suavemente mientras el se recargaba en su cabeza y cerrando sus ojos dorados, ella solo asintió y cerro sus ojos.

En otro lugar de Tokio una niña de cabello negro como la noche estaba caminando sobre las calles oscuras de Tokio, no sabia muy bien en donde por que había una inmensa neblina.

- Hace mucho frío – decía mientras se abrazaba a si misma – que lugar voy – Volteando hacia los lados y dio un pequeño estornudo.
- Que mala suerte nadie me a comprado – maldecía un señor que recogía su puesto de frutas de mala gana – no he tenido ningún cliente ni ahora ni ayer, a este paso estaré en la quiebra – dio un gran suspiro y se volteo a estar espaldas de Lin.

Lin se acerco sin hacer ruido para no interrumpir al vendedor y tomo una manzana parpadeo dos veces antes de volver a mirar al vendedor.

- Disculpe señor, ¿usted vende estas frutas? – pregunto curiosa e inocentemente.
- Si niña, ¿quieres comprarme? – le contesto malhumorado estiro los brazos y se sentó en la banqueta de la calle.
- Si pero solo tengo 10 Jens – dijo inocentemente, sin saber cuanto costaba una, entrego el dinero y tomo dos manzanas, estaba dispuesta a marcharse pero el vendedor la tomo bruscamente de un brazo.
- Regularmente, las manzanas cuestan a 5 Jens, pero en mi tiende cuestan a 10 Jens, solo debes tomar una niña – Dijo en un tono aterrador, ella del puro miedo le lanzo una manzana en la cara y se marcho corriendo.
- Ja, es muy fácil engañar a los niños, mas a los indefensos – reía triunfantemente de su engaño.

En otra parte del templo Aramitama, Koga se encontraba tomando un poco de agua no podía dormir, tenia pesadillas imaginándose como fue la muerte de su pequeña familia y mas aun, cuando Lin a penas comenzaba a vivir.
- Maldición – Se repetía una y otra vez – Si hubiera estado con ellos – golpeando la mesa – Tal vez, no hubiera pasado una tragedia como esta, maldición – De lo enojado que estaba con el mismo casi rompía el vaso con su propia mano.
- Oye Koga, no debes sentirte triste – decía una voz detrás de el y golpeándolo levemente en su hombro.
- Eres tu Shippo – volteándolo a ver pero con una mirada llena de tristeza, pero Koga era muy orgulloso que no le gustaba que los demás sintieran lastima por el.
- Sabes a pesar de tener una familia, también tienes amigos que te cuidan – tratando de animarlo, se sentó en una de las sillas y volteándolo a ver a sus ojos verdes.
- No es necesario que me animes Shippo, en verdad estoy….Bien – tratando de que lo dejara solo, además el también es muy orgulloso.
- Koga, se lo que sientes yo, también tuve una familia, pero mi abuelita me ha dado fuerzas para superarlo – dijo con tristeza, cada palabra que decía sus ojos se miraban cristalinos.
- Por que no te duermes, ya es tarde para que un niño ande despierto – tratando de evadir el tema, al ver que Shippo lo ignoraba se sentó a un lado de el – Tomare en cuenta tus consejos amigo, solo por ahora quiero estar solo.

Shippo se levanto de su silla, tomo un vaso de agua, suspiro y se marcho dejando a Koga solo en la cocina.
- A pesar de ser un niño es muy maduro para su edad – dijo tratando de reír inútilmente.

Después Koga se marcho ya mas tranquilo a su cuarto donde comenzó a caer en un sueño profundo.

BUENO COMO PODRAN NOTAR CAMBIE LA MANERA DE ESCRIBIR LA HISTORIA, LA VERDAD SOMOS PRINCIPIANTES EN ESTO PERO SI LES MOLESTA HAGANLO SABER Y NOSOTRAS LO CAMBIAREMOS A Y ACEPTAMOS CUALQUIER TIPO DE CRITICAS Y ESPERAMOS QUE LES HAYA GUSTADO ;)
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Re: ¿Quien es mi guardian?

GRACIAS POR SUS POST SUMOmo, LiFeInu, ShInDeRu got, kagomelorena, kinary, Disc Zu, Inu_killua y Hibary.​

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Muchas gracias nos dan más ánimos de seguir el FanFic.​

¡A y muchas gracias por sus felicitaciones nos halagaron!​

:ries:​

AQUÍ LA CONTINUAMOS:

ANTERIORMENTE EN EL CAPITULO 14:

- Koga, se lo que sientes yo, también tuve una familia, pero mi abuelita me ha dado fuerzas para superarlo – dijo con tristeza, cada palabra que decía sus ojos se miraban cristalinos.
- Por que no te duermes, ya es tarde para que un niño ande despierto – tratando de evadir el tema, al ver que Shippo lo ignoraba se sentó a un lado de el – Tomare en cuenta tus consejos amigo, solo por ahora quiero estar solo.

Shippo se levanto de su silla, tomo un vaso de agua, suspiro y se marcho dejando a Koga solo en la cocina.
- A pesar de ser un niño es muy maduro para su edad – dijo tratando de reír inútilmente.

Después Koga se marcho ya mas tranquilo a su cuarto donde comenzó a caer en un sueño profundo sueño.

CAPITULO 15:

En otra parte de Tokio muy oscuro, donde ni el más valiente se atrevía entrar, un bosque verdaderamente tenebroso por la noche, pero realmente hermoso en el día, en ese lugar se encontraba Hakudoshi y sus compañeras, ellos, caminaban tranquilamente por el espeso bosque, duraron un buen rato caminando, nadie decía nada como si nunca se hubieran visto:

- El bosque de la luna, que nombre tan ridículo – pensaba Kagura mientras observaba el bosque cuidadosamente.
- Llegamos……..- Con una voz fría decía Kanna a tal grado que le dio un poco de miedo a Kagura.

Hakudoshi alzo su mirada y encontró un gran campo de fuerza en frente de ellos el y sus compañeras lo atravesaron sin ningún problema. Dentro de el encontraron las ruinas de un templo, junto con enredaderas, en el centro se encontraba una puerta de piedra con ciertas figuras extrañas grabadas en el.

- A si que este es el templo de la luna – dijo en forma de burla mientras que ponía su abanico en su barbilla.
- Si y no – respondió Hakudoshi mientras se sentaba en una piedra y cruzando sus brazos.
- El templo esta en esa puerta de piedra junto con la perla de Shikon – dijo Kanna con su semblante frío señalando la puerta.
- Ahora es luna llena – dijo Hakudoshi mirando el cielo – Es tiempo de liberar a Naraku.
- Oye el dijo que lo liberáramos en la mañana – Le dijo mientras se acercaba a Kanna.
- En la noche, en la mañana ¿Cuál es la diferencia? – Respondió de mala gana, se levanto y observo su cuchilla que estaba a sus espaldas – Además mientras mas pronto lo liberemos, más rápido comenzara la diversión – Tocando su cuchilla - ¿No es verdad Kagura? – Mirándola con su semblante frío.
- ¿Qué estará pensando Hakudoshi? – Se preguntaba en su mente – Acaso ¿pensara traicionarlo igual que nosotras? – Sacudió un poco su cabeza para quitarse esos pensamientos que gobernaban su mente y miro Hakudoshi extraña
- Kagura no te quedes mirándome, será mejor que entregues el pergamino que me quitaste hace rato – dijo Hakudoshi intimidando a Kagura, cada palabra que decía lo decía en un tono de amenaza.
- ¡No se de que me hablas! – Se defendió Kagura notando la mirada de Hakudoshi, ella solo le dio la espalda.
- ¡¿Crees que soy un tonto?! Me lo quitaste cuando estábamos caminando tu manipulas los vientos, es fácil decirle a Naraku lo que acaba de suceder.

Kagura volteo hacia donde estaba Hakudoshi mostrando una cara de preocupación y miedo mientras el solo esperaba la respuesta de su compañera, al notar miedo en su rostro el se percato y sonrío por si solo mostrando victoria en su discusión.

- Toma, pensaba dártelo – Rindiéndose, saco el pergamino atorado en su abanico, lo tomo con dos de sus dedos y el mismo viento se lo voló cayendo así en las manos de Hakudoshi.
- Espero que esto no se vuelva a repetir – Apretando el pergamino ocasionando que se arrugara - ¡¿Qué?!

Sin darse cuenta estaba apunto de ser cortado por una de las cuchillas de Kagura el las esquivo de un solo salto, desenvaino su cuchilla y la agito provocando una ventisca dirigida a Kagura, ella con su abanico hizo que el viento se dirigiera hacia arriba esquivando así su ataque.

- No vale la pena pelear en este lugar – Dándole la espalda y guardando su cuchilla, se sacudió las manos y cruzo sus brazos – Y descuida no le diré a Naraku lo sucedido.

Después de haber dicho esto camino hasta donde estaba Kanna entregándole el pergamino, ella lo tomo poniéndolo en su espejo, este comenzó a brillar mostrando adentro de el espejo se mostraba el rostro de un hombre de cabellera negra, larga y ondulada. Después de un pequeño rato el pergamino Kushimitama comenzó ser absorbido por el espejo, emano una luz cegadora, todos se taparon los ojos en ese momento y cuando los abrieron apareció el hombre del espejo enfrente de ellos.

- ¿Hicieron lo que les ordene? – Pregunto el hombre mirándolos a cada uno.
- Si, ya encontré a la única Higurashi – Le respondía Hakudoshi mientras sonreía por si mismo.
- Ya mate a los Hitomi, como ordenaste mi gran señor – Respondió Kagura al mismo tiempo abriendo su abanico.
- Es lógico que cumplió con tu orden – Decía Kanna sin dejar de verlo con su mirada fría.

En otro lugar muy lejos de ahí Sesshomaru todavía estaba herido trataba de caminar pero el poder del pergamino era muy fuerte para el, su brazo herido todavía sangraba ya tenia la camisa ensangrentada miro hacia delante y miro la silueta de una niña de cabello negro pero no se miraba bien su rostro por la espesa neblina.

- Disculpe señor, ¿le ocurre algo? – Decía la niña preocupada mientras se acercaba mas a el.

Sesshomaru solo la miraba con su semblante frío, se sostenía fuerte el brazo para que no siguiera sangrando.

- ¡Ay no esta herido! – Percatándose de la herida de su brazo izquierdo – Déjeme ayudarlo señor – Trato de tomarle su brazo pero Sesshomaru no se dejo.
- No es necesario tu ayuda – Dijo Sesshomaru con su tono frío – Es mejor que te vallas – Tratándose de levantar inútilmente.
- Entiendo, usted no me conoce me llamo Lin – Mostrándole una pequeña sonrisa.
- No pregunte tu nombre – Contesto Sesshomaru mientras el viento Movía su cabellera.

Después de eso el pergamino que traía Lin en su bolsillo comenzó a brillar Sesshomaru volteo a ver a la niña y ella solo sacaba el pergamino.

- Parece como si……..el pergamino tuviera vida y…….. – Decía Lin inocentemente e impresionada por lo que estaba sucediendo – Desea curarlo – Poniendo el pergamino en el brazo izquierdo de Sesshomaru.
- ¡¿Qué ese es el pergamino Sakimitama?! . Pensaba mientras sentía el poder de curación en su brazo.

Después de haber curado la herida de Sesshomaru el pergamino se desprendió por si solo y regreso a las manos de Lin, ella se dio la vuelta dispuesta a irse pero se detuvo.

- Perdóneme por haberlo molestado – Le regalo otra de sus hermosas sonrisas y camino pero pausadamente.

Sesshomaru estaba observándola extrañado pero al percatarse que ella iba a desmayarse y caería al suelo el rápidamente la tomo con rapidez antes que tocara el húmedo suelo, cargo delicadamente a la niña y se marcho de ese parque.

Volviendo con Naraku y sus acompañantes ellos le habían explicado que como el tiempo había cambiado desde hace 50 años y que tendrían que ser mas precavidos por que en este tiempo era muy raro ver hanyous o youkays.

- Bien y ¿Qué saben sobre la única sobreviviente de la familia Higurashi? – Pregunto mientras se sentaba en una de las ruinas.
- Hmph, ella vive en el templo Aramitama junto con Kaede y… - Decía Hakudoshi mientras desenvainaba su cuchilla – Con Inuyasha y Koga – Esto ultimo comenzó a reírse.
- ¿De que tanto te Ries Hakudoshi? – Pregunto Naraku clavando su mirada fría en el causando un escalofrío a Hakudoshi.
- Naraku, apuesto a que tus planes fallaron – Decía en forma de burla imitando la mirada de Naraku.
- Hmph, te equivocas, yo sabía perfectamente que tarde o temprano ellos serian sus guardianes – Riéndose así mismo – Mas bien tus planes fallaron Hakudoshi.

Naraku se puso de pie y se fue de ese lugar desapareciendo entre el bosque dejando a Hakudoshi solo y enojado, la idea de acabar con uno de los planes de Naraku era mas difícil de lo que creyó.

- Maldito, que estarás tramando – Se decía así mismo y apretando su puño – Por lo menos tengo que librarme de el algún día – Pensaba mientras golpeaba el suelo de puro coraje – ¡Nunca descansare hasta verte sufrir Naraku! – Golpeando de nuevo el suelo pero con más fuerza provocando raspones en su puño.

Como podrán notar ahora no apareció Inuyasha jaja prometemos que en la conti va a parecer, les tendremos pronto la conti ya estamos mas atentas a el y mas adelante se pondrá muy interesante, no dejen de leerlo!!! ;)​

:cat:​

 

Re: ¿Quien es mi guardian?

Muchas gracias a los usuarios que postearon:​

LiFeInu, Hibary, Carrie, kagomelorena, ShInDeRu got, kinary y narutofan.​

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Anteriormente, capitulo 15:

Naraku se puso de pie y se fue de ese lugar desapareciendo entre el bosque dejando a Hakudoshi solo y enojado, la idea de acabar con uno de los planes de Naraku era mas difícil de lo que creyó.

- Maldito, que estarás tramando – Se decía así mismo y apretando su puño – Por lo menos tengo que librarme de el algún día – Pensaba mientras golpeaba el suelo de puro coraje – ¡Nunca descansare hasta verte sufrir Naraku! – Golpeando de nuevo el suelo pero con más fuerza provocando raspones en su puño.

Capitulo 16:

Era un hermoso día, el sol apenas se asomaba por la ciudad de Tokio, uno de los rayos despertaban a una hermosa joven acostada en su cama ella parpadeó dos veces y se sentó en su cama, volteo a sus alrededores pero no encontró lo que quería:

- ¿Dónde estará Inuyasha? Y… ¿Qué fue lo que paso? – Se preguntaba a si misma mientras trataba de recordarlo todo con detalle.

*Flash Back*

El solo puso su mano en una de las mejillas de Kagome y ella solo abrió sus ojos para encontrarse con sus ojos dorados. En ese momento una de las lágrimas de ella comenzó a asomarse sin avisar recorriendo la mejilla rozada y terminar en sus labios, Inuyasha la limpio con uno de sus dedos suavemente.

- Ya no llores, me duele verte así – Decía Inuyasha mostrando una pequeña sonrisa, ella solo lo observaba con sus ojos enrojecidos.
- Inuyasha, gracias – decía mientras lo abrazaba inconcientemente.

*Fin del flash back*

- ¡Que pena! – Grito sin darse cuenta, se levanto, se cambio de ropa y salio de la habitación dirigiéndose a la cocina.

Miro el reloj y eran las 6:30 de la mañana al parecer nadie estaba despierto, por lo regular Kaede siempre se levantaba mas temprano que ella, pero esta vez no fue así, abrió el refrigerador y lo observo cuidadosamente:

- Ya no hay leche – Dijo con pereza mientras cerraba el refrigerador y se estiraba.
- ¿Quieres que valla a comprar? – Pregunto una voz masculina detrás de ella.
- No, gracias Inuyasha, creo que mejor volveré a dormirme – Esto ultimo lo dijo con nervios e Inuyasha se percato de ello.
- Las tiendas ya deben estar abiertas, ahora vengo – Ignorando el comentario de Kagome mientras el se marchaba de la cocina.
- Espera voy contigo – Dijo Kagome mientras tomaba su bolso que estaba sobre la mesa.

Ya afuera del templo Aramitama ambos jóvenes caminaban pero ninguno de ellos se dirigía la palabra, Kagome estaba nerviosa por ese incomodo silencio, miles de preguntas rondaban por su cabeza ¿en realidad eso paso o fue un sueño? Pero ¿ella soñando con Inuyasha? Temía de estar enamorada de alguien que “apenas conoce”
según ella, pero debía preguntarle a Inuyasha de lo contrario seguiría con las dudas:

- Oye Inuyasha – Dijo Kagome rompiendo el silencio entre ellos mientras ponía un mechón de cabello detrás de su oreja.
- Que quieres – Respondió mientras la miraba a los ojos poniendo sonrojada a la chica.
-… ¿Cómo conociste a Kaede? – Dijo Kagome mientras se maldecía a si misma por no preguntar lo que realmente quería.
- Mi madre, era muy amiga de Midoriko, ella era quien protegía una perla muy poderosa llamada Shikon.

*Flash Back*

- ¡Midoriko, tengo que presentarte a mi esposo y a mi hijo! – Decía una mujer mientras alzaba una mano para saludarla ya que estaba un poco lejos de Midoriko.
- ¿Izayoi? – Pregunto sorprendida al ver de nuevo a su amiga – Que gusto me da verte – Dijo sentándose debajo del árbol sagrado.

Cuando mi madre llego ella se sentó en el mismo lugar que ella y comenzaron a platicar tanto que a mi madre se le olvido a que venia si no fuera por mi padre que las interrumpió:

- Izayoi, ¿ya se te olvido a que venias? – Dijo Tashio un poco impaciente.
- ¡Querido, perdóname! – Se rió de su comportamiento y suspiro – Midoriko el es mi esposo Inu- no- Tashio, pero como se me hace largo el nombre lo llamo Tashio.
- Me da mucho gusto conocer a uno de los youkays más fuertes – Dijo dándole la mano en forma de saludo.
- Y a mi conocer a la famosa Midoriko – Aceptando el saludo.
- ¿Querido donde esta Inuyasha? – Pregunto Izayoi preocupada.

La verdad yo me escondía de ellos no quería conocer a esa sacerdotisa, pero me encontraron por un descuido mió y… también gracias al gran olfato de mi padre.

- Hola – Dijo Inuyasha ya fastidiado y dándole la mano a Midoriko.
- Hmph, aunque es de día veo que eres un hanyou – Decía mientras recibía el saludo.
- ¿Y que hay con eso? – Contesto enojado mientras cruzaba los brazos.
- Perdónalo Midoriko tomo el carácter de su padre.
- Bueno yo les debo presentar a mi discípula, la señorita Kikyo.

*Fin del flash back*

- Oye Inuyasha solo te pregunte como conociste a Kaede – Dijo Kagome mientras se estiraba perezosamente.
- Ella es la hermana menor de Kikyo – Decía mientras su mirada se desviaba a otras direcciones – ¡Oye cuando te cuenten una historia pon atención casi te quedabas dormida! – Regaño a Kagome parecía molesto por la pregunta
- ¡Oye no te enojes conmigo si no te e hecho nada! – Alzo la voz para defenderse.

Ya el sol se hacia presente por completo, en una casa ni muy grande ni muy pequeña se encontraba una niña muy hermoso acostada en una cama y tapada con una delicada sabana, ella abrió lentamente sus ojos, parpadeo dos veces y se levanto de golpe al no saber donde estaba se dispuso a observar el lugar:

- ¿Pero que paso? – Llevándose una mano a su cabeza – Lo único que recuerdo es haberme desmayado.

Ella se asusto por un momento cuando alguien abrió la puerta, pero lo que mas le asusto fue que una ¿persona o monstruo? Entro a la habitación con una charola.

- ¡Buenos días jovencita! ¿Que tal paso la noche? – Pregunto el mientras se acercaba un poco a la joven.
- Disculpe ¿me puede decir en donde estoy? – Pregunto inocentemente y apenada.
- Bueno primeramente me llamo Jalen, soy el sirviente del señor Sesshomaru.
- Mi nombre es Lin – Respondió con cortesía mientras le regalaba una de sus sonrisas – Perdóneme por haberles causado molestias, pero debo de retirarme – Dijo con tristeza ya que si se iba no sabia a donde iría.
- Pero usted no se puede retirar, mi amo quiere que usted desayune – Dijo amablemente Jalen mientras destapaba la charola y la puso en su cama.

En la charola se encontraban unos huevos estrellados con dos panes tostados con mantequilla, a un lado estaban dos tocinos y por ultimo un vaso con jugo de naranja.

- Gracias pero no tengo hambre – Dijo Rin para no causar molestias pero en ese momento le gruñeron las tripas.
- Se nota que usted no a comido en días – Tratando de no reír se retiro del cuarto
dejando a Lin sola para que pudiera estar tranquila.

Pasó tiempo, y ella termino de desayunar y busco rápidamente algo en sus bolsillos pero estos estaban vacíos.

- ¿Dónde habré dejado el pergamino? – Se preguntaba así misma temiendo que la halla perdido.

Paso mas tiempo ya eran las 2:20 del día viernes, a esa hora todos salían de las escuelas, los jóvenes contentos salían disparados, una pareja de jóvenes caminaban hacia el templo Aramitama:

- ¿Por qué ahora no vino el rabioso? – Le pregunto el joven a su acompañante mientras ponía sus manos en su nuca.
- Es que Ayame le pidió los apuntes a Koga, Inuyasha recuerda que un día falto a la escuela, creo que se harán muy buenos amigos – Contesto la joven mientras le mostraba una gran sonrisa.
- Kagome a mi me da igual – Bufo el mientras miraba de reojo a la chica – ¿Por eso se pone tan contenta? Hmph por lo menos no vino Koga, nos da mas privacidad – Pensó Inuyasha mientras se reía de si mismo en su mente.

Kagome al notar que Inuyasha la miraba apareció un leve sonrojo, todavía no se sacaba de sus dudas, no se atrevía a preguntarle ¿tal vez el pensaría que soy una loca? O ¿Qué es lo que pensaría de ella? Kagome por mas miedo que tenia de todas maneras debía preguntarle así que suspiro y miro a Inuyasha aumentando más el sonrojo:

- Inuyasha – Llamo la chica - ¿puedo preguntarte algo? – Después de esto Inuyasha volteo hacia ella con una mirada dulce, eso no era normal en el, por esa razón Kagome se puso roja.
- Dime – Fue lo único que respondió Inuyasha.
- ¿Por qué odias a Koga? – Dijo tratándose de calmar ella misma y volviéndose a maldecir por no tener el valor suficiente como para preguntarle tal cosa.
- Hmph, el es un youkay y yo solo un hanyou – Dijo desviando la mirada – Esas razas son muy diferentes, no me lo vuelvas a preguntar – Dijo con un tono frió.
- Hay que apresurarnos, Kaede no debe estar por mucho tiempo sola – Dijo Kagome para cambiar el tema.

Volviendo al lugar donde estaba Lin, un ¿señor o sapo? subía las escaleras silenciosamente, cuando llego al segundo piso abrió la puerta de un despacho, en el se encontraba un señor de semblante frió y cabellera plateada:

- Señor Sesshomaru, la pequeña niña ya despertó y desayuno como usted ordeno – Dijo Jaken mientras cerraba la puerta del despacho.
- Jaken, no dejes que esa niña salga de aquí – Ordeno el de una manera fría que asusto al pobre Jaken.
- ¿Qué piensa hacer con esa niña amo? – Pregunto con temor
- Eso no te incumbe, solo sigue mis órdenes o ¿acaso te opones? – Pregunto Sesshomaru casi en forma de reto Jaken solo esperaba salir rápidamente de ese lugar.

Ya eran las 5:30, Kaede barría el patio, Shippo jugaba con Buyo, Inuyasha estaba sobre una de las ramas del árbol sagrado y Kagome estaba sentada en las raíces del mismo árbol:

- ¿Qué tanto piensas Kagome? – Pregunto Inuyasha curioso mientras la miraba.
- Solo en… cosas mías – Contesto ella mientras miraba el cielo despejado – Si no le pregunto ahora, creo que jamás lo haré – Pensó, dio un suspiro y miro a Inuyasha muy distraído – Inuyasha, ¿Qué es lo que paso anoche? – Pregunto ella mientras se sonrojaba al ver que Inuyasha la miraba.

Un viento agradable pasó, las hojas del árbol sagrado y sus cabellos bailaban al compás del viento, ambas miradas se cruzaban, miles de sentimientos demostraban:

- ¡Hola Kagome! – Decía una voz masculina de lejos interrumpiéndolos.
- Maldito Koga, mal momento en el que vino – Pensaba Inuyasha mientras ponía una cara de pocos amigos.
- Hola Koga – Saludaba Kagome mientras se ponía de pie.
- Mira Kagome te traje esto – Decía mientras sacaba una rosa detrás de el.

Ella se quedo impresionada a tal acción de Koga mientras Inuyasha apretaba sus puños y fruncía el seño:

- ¡Estas haciendo el ridículo lobo cursi! – Dijo Inuyasha desde arriba del árbol tratándolo de molestar.
- Bestia siempre estas con un pésimo humor – Dijo Koga mientras cruzaba sus brazos y volteo a ver a Kagome que estaba enfrente de el – ¿Y dime te gusto el detalle? – Pregunto curioso.
- si pero ¿Dónde la conseguiste? No hay una florería cerca – Pregunto Kagome mientras olía la rosa – ¡No me digas que se la arrancaste a la vecina! Ella cuida mucho su jardín de rosas – Dijo Kagome asustada mientras ponía un mechón de pelo atrás de su oreja.
- …. Bueno solo fue una rosa ¿Qué tiene de malo? – Dijo Koga con un poco de inseguridad – Además no me vio.
- No sirves para nada sarnoso – Decía Inuyasha mientras se acomodaba más en el árbol.
- ¡Mira quien lo dice bestia, seguramente llevas horas echado en ese árbol! – Respondió mientras lo señalaba.
- ¿Qué dijiste? – Saltando del árbol y levantando los puños – Vuelve a decirlo y conocerás mi fuerza – Reto Inuyasha mientras se arremangaba las mangas.
- ¡Eres humano lo recuerdas! – Dijo Koga mientras el también levantaba los puños.

Pasó tiempo y ambos todavía discutían Kagome trataba de calmarlos antes de que anocheciera de lo contrario ambos pelearían ya que Inuyasha se transformaría en un hanyou, en otro lugar muy oscuro, eran las 8:25 de la noche, una cabaña realmente tenebrosa dentro de ella había 3 personas muertas, las paredes rojas por la sangre salpicada en ella:

- Oye Hakudoshi ¿Dónde esta Naraku? – Pregunto una mujer mientras se sentaba en uno de los sillones.
- Dijo que iba a revisar un asunto pendiente, no me molestes Kagura – Respondió el con molestia mientras limpiaba su cuchilla con un pañuelo.
- Hmph, me pregunto ¿Quién será su próxima victima? – Pensó Kagura mientras sacaba su abanico.

Enfrente de ella apareció de la nada una niña albina parecida a Hakudoshi, en sus manos, sostenía un espejo:

- Ahora que quieres – Bufo molesta mientras se ponía de pie – Kanna No me digas que de nuevo mataremos gente, estoy cansada de que mi traje se manche de sangre.
- Naraku quiere que asesines a Koga – Dijo ella con su semblante frió – Pero no ahora – Dijo mientras desaparecía de la nada
- Hmph, por lo menos es una persona – Volviéndose a sentar y se puso a jugar con su abanico.
- Naraku ¿ahora que estarás pensando? Esto no me gusta nada – Pensó Hakudoshi mientras guardaba su cuchilla en su funda y dio un gran suspiro.

En el templo Aramitama, la mayoría ya estaba dormida, les costo mucho trabajo calmar a Inuyasha y a Koga, Kagome estaba afuera en el patio ya eran las 10:30, miraba las estrellas atentamente, atrás de ella apareció Inuyasha causando que ella se asustara:

- Inuyasha ¿Qué haces despierto? – Pregunto ella mientras se daba la vuelta para verlo de frente.
- Lo mismo te pregunto – Respondió el mientras se ponía a un lado de ella.
- Perdona que no halla contestado tu pregunta en la tarde – Se disculpo mientras la volteaba a ver causando el sonrojo de la joven.
- No me contestes si no quieres, tal vez te incomode – Dijo avergonzada mientras bajaba su mirada.
- La verdad fue real Kagome, tal vez yo te incomode anoche – Dijo el con una voz suave.
- La verdad eso me tranquilizo mas, no estoy acostumbrada a ver ese tipo de peleas y eso es lo que me asusto mucho – Dijo Kagome mas tranquilizada y un pequeño sonrojo salio de sus mejillas.
- Hmph, recuerda que de ahora en adelante las cosas van a cambiar pero yo siempre estaré ahí para protegerte – Dijo el mientras la miraba.
- Inuyasha ya tengo sueño me iré a dormir – Dijo tratando de evadir el tema mientras entraba al templo toda roja.
- Hmph, me pregunto ¿que habrá pensado cuando la abrase? ¿Acaso hice mal? Pero lo mas importante… - Pensaba mientras volteaba a ver las estrellas brillantes en el cielo - ¿Qué habrá significado para ella… y para mi? – Esto último lo dijo en voz baja mientras su cabellera plateada bailaba junto con el viento y un pequeño sonrojo apareció en su rostro.

Espero que les haya gustado a todos nuestros lectores les agradecemos mucho que posteen así nos dan más ánimos:​

LiFeInu:Gracias por decir que tenemos mucha creatividad amiga, nos halaga mucho jaja, espero que sigas leyendo con nosotros mi fiel lectora, y prometemos (hay como prometemos jaja) ponerle mas creatividad al Fic.

Hibary: Bueno Hibary sobre el número de pergaminos los diremos mas adelante jeje, Lin se había desmayado por que no había comido en días, pero en esta conti ya la alimentamos XD, espero que sigas leyendo el Fic, saludos.

Carrie: Bienvenida nos da gusto que te halla gustado el Fic y gracias por las felicitaciones, Hakudoshi es mi malvado preferido XD y decidimos ponerlo en el Fic pero tienes razón ahí la llevan Naraku y Hakudoshi (a ver quien gana jaja).

Kagomelorena: Hola antes que nada, si habíamos visto tu post anterior pero por desgracia lo quitaron los moderadores, claro, se que tienen sus razones, que bueno que te gusto el Fic eso nos alegra mucho, te mandamos nuestros mas cordiales saludos.

ShInDeRu got: Que bueno que te gusto la conti amiga jaja y si a veces Hakudoshi da miedo, bueno ahora pusimos unos cuantos pedazos donde sale Sesshomaru y en esta conti pusimos al pobre de Jaken (ya era ahora pues es su sirviente XD) espero que te halla gustado esta conti amiga a y que bueno que te guste el Fic =)

Kinary: Que bueno que ahora salio tu novio (por fin) la otra vez me andabas regañando por que no salio tu querido Sesshomaru jaja, ya te cumplí tu sueño amiga XD, espero que sigas leyendo amiga jaja y que te halla gustado la conti.

Narutofan: Aunque hayan borrado tú post hermano si lo leí, gracias por las felicitaciones y pues espero que sigas con la historia, saludos =)

:cat:​

ATTE:​

InuAome y windmiko​

 

Re: ¿Quien es mi guardian?

Muchas arigatos jeje a nuestros fieles lectores:​

SUMOmo, kagomexinu, Carrie, kagomelorena, kinary, ShInDeRu got, Izayoi sama, LiFeInu, tkm y Hibary.​

Anteriormente en el capitulo 16:

- Inuyasha ya tengo sueño me iré a dormir – Dijo tratando de evadir el tema mientras entraba al templo toda roja.
- Hmph, me pregunto ¿que habrá pensado cuando la abrase? ¿Acaso hice mal? Pero lo mas importante… - Pensaba mientras volteaba a ver las estrellas brillantes en el cielo - ¿Qué habrá significado para ella… y para mi? – Esto último lo dijo en voz baja mientras su cabellera plateada bailaba junto con el viento y un pequeño sonrojo apareció en su rostro.

Capitulo 17:

Era una mañana hermosa en la ciudad de Tokio, una joven caminaba muy pensativa, miraba los autos pasar por la carretera, los niños jugando en las calles, todo era muy tranquilo:

- ¡Kagome! – Gritaba un joven de cabellera negra mientras corría con intenciones de alcanzar a la chica.
- ¿Inuyasha que haces aquí? – Pregunto la chica preocupada ya que Inuyasha se miraba cansado.
- Te estaba buscando desde hace tiempo, recuerda que no debes estar sola – Regaño el mientras la tomaba del brazo con intenciones de llevarla al templo.
- Pero tengo que ir con Sango – Sacándose del agarre de Inuyasha – Hace tiempo que no la veo.
- Ayer se la pasaron todo el día hablando ¿no les basto? – Cruzo los brazos y le dio la espalda.
- Se nota que casi no tienes amigos – Rió ella entre dientes y lo sujeto del brazo – Ven acompáñame.

Inuyasha la iba a regañar por lo sucedido pero se arrepintió y se dejo llevar al lugar donde quería ir ella. En el templo un joven se levantaba perezosamente salio de su habitación dirigiéndose a la cocina, tomo un trozo de papel y comenzó a escribir este decía:

Fui al parque junto con Ayame para recoger mis libros no me tardo, anciana Kaede si tu estas leyendo esta carta por favor no barras el patio eso déjamelo a mi, Shippo si lees esta carta no te vallas a comer los dulces que tengo en mi habitación, si lo estas leyendo tu mi hermosa Kagome quédate tranquila y no te preocupes por mi que pronto llegare a ti, ¡SI LO ESTAS LEYENDO TU BESTIA REPUGNANTE INMEDIATAMENTE ENTREGASELO A KAGOME Y ESPERO QUE LA CUIDES BIEN MIENTRAS ESTOY AUSENTE!.​

Koga dejo el papel sobre la mesa y se retiro del templo. En otra parte lejos de ese lugar se encontraban Inuyasha y Kagome corriendo ya que a ella se le hacia tarde en llegar a la casa de Sango, aunque Inuyasha no le importaba si llegaba temprano o tarde pero en ese momento el se detiene en seco:

- ¿Qué te ocurre Inuyasha? – Pregunto Kagome preocupada por el muchacho y volteándolo a ver.
- Maldición aquí viene – Dijo molesto mientras se ponía enfrente de Kagome de manera protectora - No te asustes Kagome – Dijo el al notar que estaba asustada, ella solo asintió con su cabeza.

Inuyasha sintió que el viento soplaba muy fuerte, cerró sus ojos negros al igual que Kagome cuando los abrieron vieron que enfrente de ellos se encontraba una mujer con ropas de geisha y un abanico en manos, ella miraba fríamente a Kagome:

- ¡Kagura! – Grito molesto - ¡Que no te basto la última vez y ahora vienes como si nada! – Preparando sus puños ya que no tenia con que defenderse - ¡Si quieres pelear hazlo ahora!
- Hmph, si pudiera atacarte ya lo hubiera hecho – Respondió un poco molesta por el comportamiento de Inuyasha.
- ¡¿Qué dices?! ¿Entonces que haces aquí? – Pregunto tímidamente Kagome ya que no solía hablar mucho con personas desconocidas, más si la trataban de matar.
- Hay mucha gente niña, si los atacara todos sabrán que soy una youkay – Contesto Kagura fríamente.
- Una verdadera youkay no se preocuparía por semejante cosa – Dijo Inuyasha en forma de burla - ¡A mi no me importa que piense la gente!
- Inuyasha contrólate, recuerda que eres humano – Dijo Kagome en voz baja mientras tomaba los hombros de Inuyasha, el solo se maldijo así mismo por ser débil en ese momento.
- Creí que Koga estaba con ustedes – Decía mientras tomaba una pluma de su cabeza – No vine a perder el tiempo.
- ¡Espera ¿para que quieres ese pulgoso si no sirve de nada?! – Pregunto Inuyasha con cierto enojo.
- Eso no es de tu incumbencia – Después desapareció en el aire como si nada hubiera pasado dejándolos a los dos muy confundidos.

Kagome rápidamente tomo su celular que estaba en su bolso y comenzó a marcar el número de la casa de Sango:

- ¿Hola?
- ¿Sango eres tu?
- Si Kagome soy yo ¿Qué sucede?
- No podré ir a tu casa, perdóname.
- Esta bien amiga, ¿pero por que?
- Después te cuento hasta luego.

Kagome colgó apresuradamente y guardaba su celular en su bolso, Inuyasha solo la observaba extrañado y eso lo noto ella:

- Tenemos que ir a buscar a Koga – Decía mientras corría apresuradamente.
- ¡¿Para que? si ese lobo sabe cuidarse solo no nos necesita! – Dijo el alcanzando el paso de ella.
- ¡Si nos necesita además esta en el templo junto con los demás, tal vez ella sabe donde se encuentra! – Esto último lo dijo dudando.

En el templo Aramitama Kaede y Shippo ya habían despertado al ver la carta sobre la mesa la leyeron, sabían perfectamente de quien era ya que Koga tenia muy buena caligrafía, al terminarla de leer Shippo fue al cuarto de Koga y se comió todos los dulces que había en el y regreso muy satisfecho a la cocina, en ese momento Kaede estaba cocinando, de lo aburrido que estaba Shippo estaba dibujando sobre la mesa:

- Oye abuelita ¿donde guardas los pergaminos? – Pregunto Shippo curioso mientras pintaba su dibujo.
- ¿El de Sakimitama y Aramitama? – Pregunto Kaede mientras picaba verdura con un cuchillo.
- Si abuelita, ¿acaso hay mas? – Dijo Shippo muy preocupado por la respuesta.
- La verdad si hay más pero… no te ofendas Shippo, pero no debo decirlo, soy una sacerdotisa mi deber de ello es protegerlos sin importar las consecuencias.
- Por lo menos se que lo guardas en algún lugar de este templo Sakimitama – Dijo Shippo un poco molesto por lo sucedido.
- El templo se llama Aramitama – Corrigió Kaede mientras las verduras las echaba a una cacerola.
- ¡Que!, creí que se llamaba Sakimitama, me estas enredando – Dijo sorprendido que se le quebró la punta de su color.
- Ese templo esta mas al norte de aquí – Respondió la anciana mientras observaba a Shippo.

En un lugar más al norte había un templo bien cuidado, en el se encontraba una hermosa joven de cabellera café y ropas de una sacerdotisa, ella regaba las plantas del templo y detrás de ella apareció un youkay de cabellera verde y ropas extrañas:

- Hoshiomi me asustaste – Dijo la chica percatándose de la presencia de el mientras se daba la vuelta para mirarlo de frente.
- Perdóname Sukiomi – Dijo el mientras se acercaba a la chica – Es que nunca me canso de verte, eres mi bella sacerdotisa – Dijo coquetamente mientras la tomaba por la cintura.
- Eres muy coqueto a pesar de ser un youkay – Dijo ella mientras se aferraba mas a el.

Sukiomi se acerco lentamente a sus labios hasta tocarlos suavemente, Hoshiomi le correspondió de inmediato dándose un tierno y cariñoso beso, después de haber terminado Sukiomi sintió como toda la energía de su cuerpo se desvanecía y callo repentinamente de rodillas:

- ¿Estas bien Sukiomi? ¿No te lastimaste? – Pregunto preocupado Hoshiomi mientras la levantaba delicadamente y la abrazaba.
- Estoy bien… solo… estoy cansada – Dijo ella con mucha dificultad – Solo quiero… ver a… mi amiga… Midory.
- Ayer te paso lo mismo, ¿segura que no quieres ir al hospital? – Insistió el mientras la miraba a los ojos.
- Estoy… segura cariño – Dijo Sukiomi para calmar su preocupación y llevo su mano a una de las mejillas de Hoshiomi esto hizo que se tranquilizara.

Ya en el templo Aramitama apenas llegaban muy agitados Inuyasha y Kagome ya que habían corrido por bastante tiempo, eso hizo que Kaede se preocupara por ellos:

- ¿Qué les sucede? – Pregunto Kaede muy preocupada mientras corría para verlos.
- ¿Dónde esta Koga? – Pregunto Kagome rápidamente mientras volteaba hacia los lados.
- Fue a ver a una chica llamada Ayame en el parque ¿Por qué la pregunta? – Respondió ella extrañada por el comportamiento de ella.
- Maldición venimos aquí para nada – Dijo muy enojado Inuyasha mientras cruzaba los brazos – Kagome quédate aquí yo iré solo.
- ¡¿Qué?! Yo también quiero ayudarles en esto – Se negó Kagome muy enojada al escucharlo.
- Si lo piensas bien podrías salir lastimada – Contesto Inuyasha mientras salía al patio.
- ¡No tengo miedo de eso, de todas maneras iré contigo! – Grito ella mientras lo alcanzaba y lo jalaba de su oreja al ver que no decía nada - ¡¿Alguna objeción?!
- No…ninguna – Respondió Inuyasha con temor al ver la cara de Kagome.

Kagome se estaba yendo dejando a Inuyasha atrás, el solo la observaba al ver como se iba muy enojada, en ese momento viene Shippo comiendo una paleta y se detiene a un lado de la anciana Kaede al ver a Kagome que se marchaba:

- ¿Oye Kagome a donde vas? – Pregunto inocentemente Shippo mientras chupaba la paleta.
- ¡A dar una vuelta! – Le grito ella sin prestar mucha atención quien era e hizo que Shippo se atemorizara.
- Que… te valla… bien – Dijo con temor y un escalofrió recorrió todo su pequeño cuerpo.
- Es mejor que yo me quede aquí – Dijo Inuyasha con un poco de miedo el ver que Kagome le enviaba miradas acecinas.
- ¡Inuyasha que estas esperando! – Regaño ella desde legos pero seguía caminando.
- Ya… voy – Temeroso trato de igualar su paso.

En el lugar donde se encontraba Koga era un parque, con muchos niños jugando a sus alrededores, al ver que Ayame todavía no se encontraba presente decidió sentarse en uno de los columpios que estaban vacíos y se empezó a mecerse, al poco tiempo sintió la presencia de Ayame que se estaba acercando alzo su mirada y la observo enfrente de el, ella solo lo saludo y se senito en el columpio vació que estaba a un lado de el:

- Gracias Koga por tus libros – Agradeció amablemente mientras los sacaba de su bolso.
- De nada Ayame – Contesto Koga mientras recibía los libros y los apoyaba en sus piernas.
- Dime Koga ¿te sientes bien? Te noto un poco desesperado – Pregunto Ayame preocupada mientras lo miraba dulcemente.
- No Ayame siempre he sido así siempre – Dijo mostrando una sonrisa que no todos los días se ve – Tengo un mal presentimiento de todo esto – Pensó Koga mientras miraba el atardecer.
- Sabes desde que supe que ibas a ser mi compañero, me puse… muy contenta y también creo que….
- ¡Koga, Ayame ¿se encuentran bien?! – Gritaba una chica que venia corriendo con intención de alcanzarlos.
- ¡Kagome ¿Qué haces aquí?! – Pregunto sorprendida por la actitud de la chica.
- ¿No a pasado nada? – Pregunto extrañada al ver que se encontraban bien.
- ¿A que te refieres? – pregunto Koga mientras la miraba para ver si no tenia una herida.
- No nada en particular es solo que… bueno olvídalo.
- ¿Dónde esta Inuyasha? – Pregunto Koga mientras miraba a los lados para ver si lo veía.
-… Bueno es que…

*Flash Back*

- ¡Si tanto te importa Koga ve con el! Pero no cuentes con mi ayuda – Dijo Inuyasha casi gritando mientras le daba la espalda a la chica.
- ¡Se que Koga estará bien, la que me preocupa es Ayame! – Respondió Kagome en el mismo tono que Inuyasha.
- Por si no lo sabias ya esta oscureciendo – Tomándola del brazo y tratando de caminar junto con ella.
- ¡Si tanto tienes miedo de mostrarte como eres escóndete! – Sacándose de su agarre – Yo iré por el.

Kagome se fue corriendo dejando a Inuyasha solo, el solo observaba como se alejaba de el rápidamente.

*Fin Del Flash Back*

- ¡Como pudo hablarte de esa manera! – Grito muy enojado Koga mientras se levantaba bruscamente del columpio – ¡Ahora mismo le daré su merecido!

Después de eso se marcho corriendo dejándolas solas a las dos, Ayame se quedo sorprendida al ver la velocidad que corría:

- Seguramente se pelearan, tengo que evitarlo – Pensaba Kagome mientras daba un suspiro.
- Síguelo Kagome – Dijo Ayame mientras le daba la espalda.
- ¿No te importa si te dejo aquí sola?
- No se cuidarme sola, no te preocupes amiga – Decía mientras mostraba una bella sonrisa.

Kagome asintió con su cabeza y se fue corriendo, aunque sabía perfectamente que nunca alcanzaría a Koga, Ayame solo se dispuso a pasearse en el columpio. En el templo Aramitama Kaede descansaba en el sofá de la sala y Shippo seguía con sus dibujos, pero en ese momento alguien toco la puerta, Kaede la abrió y observo a una bella joven con una coleta y estaba vestida como una geisha.

- ¿Qué se le ofrece señorita? – Pregunto Kaede mientras la observaba.
- Disculpe usted por haberla interrumpido, ¿usted es la encargada del lugar? – Pregunto la hermosa joven.
- A si es, soy Kaede, ¿me puede decir quien es usted?
- Como puede ver soy una geisha, me llamo Kagura – Decía mientras sacaba su abanico de la cintura y lo apoyaba en su hombro derecho.

Esperamos que les halla gustado la conti a y bienvenidas a las nuevas lectoras, se que la mayoría de sus post fueron borrados pero los alcance a leer jeje y los mencione al principio para que se dieran cuenta, dejen sus post.​

:cat:​

Atte:​

windmiko e InuAhome​