One-shot ¿Quién ha robado mi helado?

Tema en 'Vocaloid' iniciado por Kirino Sora, 16 Agosto 2012.

  1.  
    Kirino Sora

    Kirino Sora Entusiasta

    Aries
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    Mensajes:
    189
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    ¿Quién ha robado mi helado?
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1639
    Hola, ¿qué tal estáis? Bueno, esta historia es para un desafío que pidió Meelissa y que yo acepté en Desafíos Vocaloid. Espero que os guste tanto a vosotros como a ti Meelissa ya que creo que no me ha salido demasiado bien, aparte de intentar colocar un poco de comedia en ella. Siento mucho el retraso y siento no haberme esforzado mucho.

    ¿Quién ha robado mi helado?

    ¡¡Qué calor!! –gritó Len Kagamine a pleno pulmón.

    Él se encontraba en la casa Vocaloid, frente al ventilador del salón estilo japonés, con un abanico en la mano y con una calor espantosa. Incluso con la poca ropa que llevaba –que consistía en una simple camiseta blanca sin mangas y un bañador anaranjado– sentía que se hallaba en una especie de horno; casi estaba tentado de quitarse la prenda superior de lo sudoroso que estaba.

    En cambio Rin se hallaba en el jardín (que estaba al lado del salón), intentando disfrutar de la pequeña piscina que habían formado –aunque len lo hizo casi todo–, pero en cuestión de segundos el agua ya estaba ardiendo. Len podría haber entrado también si no fuera porque la piscina es tan pequeña que solo hay plaza para una persona.

    En este momento me gustaría volver ser un niño –soltó Len.

    No podemos hacer nada; aquí solo cabe una persona –argumentó su hermana.

    Lo sé, ¿pero por qué tienes que ser tú la que entre primera si fui YO el que infló la piscina?

    Porque soy la hermana mayor.

    Len no se convenció en absoluto, pero con la calor que tenía no deseaba discutir con su hermana sobre cosas tan triviales como esa. Entonces se volvió de nuevo hacia el ventilador.

    Él volvió a mirar brevemente hacia el jardín. Qué nostalgia. Ahora la piscina era pequeña en comparación a cuando Rin y él tenían apenas cinco años, cuando no paraban de jugar juntos en aquella piscinita hinchable. Pero ahora que tenían catorce años ya no podían compartirla. Aunque seguían llevándose tan bien como siempre, tal vez al ser gemelos podían entenderse mejor y por ello no peleaban demasiado seguido.

    O eso creían.

    Para estos casos... –Len miró fijamente el frigorífico y se levantó para acercarse a él–... será mejor que me coma un helado.

    Len abrió el congelador que poseía la nevera pero al buscar se encontró con una sorpresa que lo dejó petrificado.

    ¿Qué pasa Len? –preguntó animada Rin a la vez que le disparaba con su pistola de agua–. Sé que tienes mucha calor pero no tienes que ponerte delante del congelador.

    Mi helado...

    ¿Qué has dicho?

    ¡Mi helado... no está! –Len estuvo rebuscando por todo el congelador pero nada; su helado había desaparecido. Aturdido, cayó de rodillas y un aura de depresión y derrota envolvió su alrededor–. Ha desaparecido... Mi helado... No... No...

    Ya no parecía estar cuerdo, cosa que a Rin le salió una gotita estilo anime por su exagerada interpretación.

    ¿No estás exagerando? –insinuó Rin.

    ¡No! –negó su hermano, de manera tan descomunal que nada podría detenerlo–. ¡Ése es el helado especial limitado de plátano y chocolate de tres kilogramos que estuve guardando todo este tiempo para este tipo de emergencias! ¡Y ahora no está! Estuve haciendo cola tres horas enteras en ese calor infernal... Ese día hacía cuarenta grados, aún lo recuerdo...

    Cada vez se parece más a Kaito...”, pensó Rin para sus adentros.

    A medida que la hermana Kagamine observaba cómo su hermano se lamentaba, más depresivo se volvía él.

    Vamos Len –Intentó animarle ella–, solo es un helado. Puedes ir a comprar más a la tienda.

    Un helado... ¿¡Un helado!? –saltó él enojado–. ¿¡Acaso quieres que vuelva a salir con esta calor otra vez!? ¡Claro, como tú no sales nunca de casa! ¡Siempre soy YO el que tiene que comprar a la tienda en pleno verano! Ya sé... Has sido tú el que se ha comido mi helado, ¿no? –acusó Len sin basarse en alguna prueba sólida–. ¡Contesta!

    ¡Yo no he sido! –insistió Rin pero Len no creía en la rubia.

    ¿Seguro? –Fue la pregunta que formuló mil y un veces antes de que la chica se enojara y volviera a la piscina.

    Minutos después Rin intentó hablar con su hermano sobre el dichoso y supuesto helado limitado pero éste no le decía ni pío. Probó varias maneras para que le hablara como siempre hacía (incluso le amenazó con la aplanadora y en vestirlo en una chica – o algo peor para Len: en un chico shota) pero todo fue en vano. Solo le quedaba dos cosas por hacer: o mentir de que fue ella la que se comió el helado o insistirle en que deje su rabieta. Inmediatamente Rin escogió la segunda opción, porque desgraciadamente tiene algo que se llama orgullo. Y siempre lo pone por delante más que cualquier otra cosa.

    Len, por favor. Te pido hasta disculpas, pero deja ya tu enfado. Te dije que yo no he sido, que no me he comido tu helado –insistió Rin pero ni caso, él se mantenía callado delante de la televisión jugando a la Wii. Pero aún con la mirada fija en la pantalla, se dignó a contestar por primera vez.

    Sí claro, lo que tú digas... –El sarcasmo que mostró en su voz hizo que Rin se enojara con el rubio y le lanzara un cojín con fuerza–. ¡Oye! ¿Por qué haces... eso?

    Abrió los ojos al ver a su hermana mayor llorando y mirándole con cara de angustia.

    ¡Vale, sé un infantil que sólo se enfada por un simple helado! ¡Ya me da igual!

    Y con ello se marchó sollozando hacia su habitación. Entonces Len se dio cuenta de lo infantil que había sido.

    ¿Pero qué estoy haciendo?”, pensó Len antes de subir las escaleras y pararse frente a la habitación de su hermana. Debía de disculparse.

    Dio varios golpes a la puerta pero no hubo respuesta.

    ¿Rin? Soy yo, Len –No se escuchó nada–. Mira, sé que estás enfadado conmigo; me he comportado como un niño y, bueno... Perdóname por haberte culpado. Ahora sé que no has sido tú la que se ha comido mi helado.

    El silencio invadió el espacio entre el pasillo y la habitación de la Kagamine pero pronto desapareció al escucharse el chirrido de la puerta abrirse lentamente, mostrando el rostro arrepentido de Rin.

    No... Debería de disculparme yo por haberme puesto así. ¿Hacemos las paces?

    Y entonces se dieron un abrazo fraternal, dando por terminado su pequeña disputa.

    Ya sé cómo podemos celebrar esto. ¡Con helado! –Y tras la gran idea de Rin, los dos bajaron a la cocina. Pero se encontraron con una sorpresa–. ¡Mi helado no está! ¡Mi helado sabor a naranja ha desaparecido!

    Ese fue el principio de otra larguísima disputa entre los gemelos Kagamine. Después de unas... ¿tres horas?, todo acabó con unos gemelos malhumorados; la hermana mayor insistía que había sido él en busca de venganza mientras que el menor lo negaba una y otra vez.

    ¡¡Bien!! ¿¡Si no has sido tú quien se ha comido mi helado, quién ha sido!?

    En ese momento, casi como si invocara al culpable, apareció Kaito con cierto helado sabor naranja en sus manos.

    ¿Qué pasa? –preguntó Kaito inocentemente–. Habéis estado gritando desde hace un buen rato, ¿ocurre algo?

    Pronto Kaito lamentó haber aparecido en frente de los gemelos Kagamine.

    Al final los hermanos hicieron las paces y se encontraban jugando a la Wii aún con la calor que hacía. Entretanto... Podría decirse que Kaito no salió bien parado. Eso claro si estar bien significa salir a comprar helado con esa calor infernal de cuarenta grados y tener marcas de aplanadoras por todo el cuerpo.

    Las dos moralejas que aprendió él ese día: uno, no cojas cosas que no son tuyas; y dos, nunca, pero que nunca, hagas enfadar a los Kagamine si no quieres sufrir ni su ira ni la de sus aplanadoras.

    Fin


    ¿Os ha gustado? ¿Sirvo para la comedia o estoy mejor con el drama? Y me gustaría preguntar algo bastante importante a los que han leído esta historia al igual que las demás, generalmente "¡Odio la música!", ¿debería de colocar más seguido comedia en mis historias o seguir con el drama tal y como lo he hecho hasta ahora? Hasta luego n.n Nos leemos.
     
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    VeckeFer

    VeckeFer Usuario común

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    ¿Os ha gustado? Pero por supuesto! Me encantó, me dio mucha risa! Es más, me sigo riéndo como idiota frente a la PC .
    ¿Sirvo para la comedia o estoy mejor con el drama? Las dos cosas, sos muy buena con el drama, ya estoy leyendo tu fic dramático de Vocaloid y lo amo, pero definitivamente quiero leer mas comedia tuya, muy graciosa, okei, me dijeron que me dejara de reír sola!
    ¿debería de colocar más seguido comedia en mis historias o seguir con el drama tal y como lo he hecho hasta ahora? COMEDIA! COMEDIA! Bueno, amo amo amo tu drama, es muy atrapante, pero te va muy bien la comedia y sería lindo agregarle un poco de eso a las historias tristes, al mal tiempo buena cara...eh? Bueno, en cuanto a ortografía te merecés una felicitación porque no encontré mucho, excepto en esto: –aunque len lo hizo casi todo– = –aunque Len lo hizo casi todo–
    Bien, saludos, me gustó mucho tu comedia! Como dije antes, quiero ver mas comedia de tu parte.


    Bye bye!
     
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  3.  
    Sango Asakura

    Sango Asakura Entusiasta

    Leo
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    Jajajajaja, pobre Kaito, terminó todo arroyado, pero se lo merecia por robarse el helado de los gemelos jajaja, y lo de "Cada vez se parece más a Kaito" me encantó.
    Felicidades, te quedo muy bien, sigué así :)
     
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  1. AnimaEMzOSX
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