Yu-Gi-Oh! ¿que pasaria si desde el principio apareciera una chica opuesta a el faraon? [longfic]

Re: ¿que pasaria si desde el principio apareciera una chica opuesta a el faraon?

¡Hola!

Gracias por comentar Dark-Isis y gracias por las felicitaciones.

Himeko, igualmente gracias por comentar y pues si he mejorado bastante, he atendido a toda critica que me han dado. Aunque también yo he buscado por mi propios medios mejorar.

Bueno, sin mas que decir aquí esta la continuación...

Batalla Final (2 Parte)​

Vence la fuerza del amor​

Yami: Mal-di-to.

Perdió el conocimiento inevitablemente. Cerrando sus ojos violáceos...

Flor: ¡DON CREIDITO! (derramando lágrimas y quejándose del dolor) llévame con el Ami ¡Por favor!

Ami: Claro.

Esta se tele transporta con Flor hacia donde estaba Yami. Flor se hinca con la ayuda de Ami, para ver el rostro de Yami inconsciente...

Flor (acariciando el rostro de Yami): No entiendo y no puedo comprender ¿Por qué todo esto?, solo se que te voy a salvar de toda ese odio que ahora esta dentro de tu corazón (dirigiendo su mirada hacia Bakura) y a ti también.

Ami (creando un campo de energía para proteger a Flor de los ataques de Bakura): Bakura deberías dejar esa absurda venganza estas arrastrando a todos y incluso a tú hermana al dolor además de que tu estas sufriendo.

Bakura: ¡CALLATE! (con una cara de sádico realmente no se hallaba en sus cabales, lanzándole ataques)

Flor: Ya va a estar bien, se lo prometo. Porque nunca habrá un amor tan grande como el que los dos sentimos y porque en cada parte de mi ser yo lo siento, por todo eso estaremos bien.

Acerca sus labios hacia los de Yami y le da un suave beso, un beso lleno de amor. El cual no tardo en responder aquel bello durmiente. Ambos se levantaron aun besándose.

Se separaron del beso, Flor le sonrió con ternura a Yami mientras este tomo la espada la cual se ilumino con una luz blanca tenia el poder suficiente para vencer a Bakura...

Yami (colocándose en posición nuevamente): ¡AH! (corre hacia donde esta Bakura para acabar finalmente con el)

Flor: ¡Ami!

Ami hizo aparecer un arco y unas flechas las cuales se las dio a Flor. Esta tomo el arco y se coloco en posición para disparar la flecha. Dispara la flecha cuando Yami estaba muy cerca de Bakura al parecer no apuntaba ni a Bakura ni a Yami si no una sombra en forma de dragón que estaba detrás del joven de cabellos blanco haciendo que la misma desapareciera con aquella flecha purificadora. Por su parte Esmeralda apareció en el cielo, voló hacia donde estaba Yami quitándole la espada...

Yami (confundido, mirándose las manos y deteniéndose): ¿Pero que...? (Dirige su mirada hacia el cielo encontrándose con la pelirroja hada)

Esmeralda (burlándose del faraón): Lo siento, solo cumplo órdenes (le saca la lengua)

Yami (molesto): Esto es el colmo en medio de una batalla y tú me quitas mi espada, ¿Quién eres?

Esmeralda: Su linda y afectuosa guardiana a sus servicios faraón.

Yami (con sarcasmo): Si claro.

Flor se dirigió hacia donde estaba Bakura el cual se encontraba hincado en el suelo, mirándose las manos con temor.



Nuestros amigos, quienes habían estado desmayados todo este tiempo, lograron despertar de su largo sueño...

Mai (mirando confundida el lugar): ¿Dónde estoy?

Joey (encima de Mai, pues cuando Bakura los ataco el la protegió): ¡Wow! Estoy mirando un buen punto de aquí no me quiero mover.

Mai (dándole una fuerte cachetada): ¡Cállate tonto!, ¡TIENES NOVIA!

Joey: La única novia que tengo y que tendré se llama Mai Valentine (guiñándole el ojo con picardía) ¿La conoces?

Mai (tragando saliva): No la conozco.

Yugi (tomando la mano de Anelys para ayudarla a levantarse): ¿Te encuentras bien?

Anelys (con una sonrisa fingida): Si estoy bien pero él no lo esta (observando con tristeza a Seto quien trataba de despertar a Angill la cual estaba muerta)

Ricardo (tenia encima a Francheska): ¡Oye bájate! Pesas demasiado, vas a destruir mi hermoso cuerpo.

Francheska (riéndose de él): Así, pues ahora menos me quitare de encima.

Ricardo (llorando): ¿Qué ice Yo para merecer esta loca?, ¡Mama!

Juan (levantándose, murmurando): Creo que después de todo Mai es feliz y Joey esta siendo cada día mejor para ella.



Después de todo Flor había llegado con Bakura, aunque de repente de la boca de este salió una sombra oscura en forma de dragón que se dirigía a toda velocidad hacia donde estaban nuestros amigos con la intención de acabar con ellos...

Yami: ¡Diablos! Lo sabía. Esmeralda por lo que más quiera dame mi espada.

Esmeralda: ¡Por supuesto!

Sin dudarlo Esmeralda obedeció la orden que el faraón le había dado, entregándole la espada, el cual la recibió rápidamente y corrió detrás de la sombra para acabar con ella...

Aun así aquella sombra había llegado con nuestros amigos (Joey y Mai), quienes estaban más próximos a ella. Se dirigió con furia hacia ellos para matarlos pero entre ella y los dos jóvenes se interpuso un muchacho moreno, delgado y alto. Esta sombra traspaso el cuerpo del joven haciéndole un gran agujero en el corazón. La sangre de ese gran agujero cayó sobre Mai y Joey...

Mai (gritando con fuerza y derramando lágrimas): ¡NO!

Joey (ocultándose el pecho de Mai): ¡Diablos!



Yami quien se encontraba realmente enojado por todo lo que estaba acontecido. Hizo un corte perfecto con su espada la cual emanaba una luz blanca a la sombra en forma de dragón pero su ataque estuvo acompañado por una flecha purificadora y por fin esta sombra había desaparecido...

Yami (volteándose dirigiendo su mirada hacia la joven arquera): Esto es tú culpa Florencia por no dejarme vencer a Bakura, ahora déjame acabar con él.

Flor (colocándose delante de Bakura, es decir, dándole la espalda): No dejare que se acerque a él, yo se que algún día va entender todo lo que hago.

Ami (colocándose aun lado de Flor, en voz baja): Flor... ¿Acaso no le dirás?

Flor (con la mirada baja): No es necesario.

Esmeralda (colocándose aun lado del faraón): Faraón...

Yami (molesto con Florencia por proteger a Bakura): Algún día te vas arrepentir de esta absurda decisión.

Flor: Ese día se lo hare saber (se voltea para poder ver a Bakura) ¡Hola Bakura! (sonriéndole)

Bakura (coloca sus manos sobre la cintura de Flor y recuesta su cabeza sobre el abdomen de la chica): ¿Por qué me ayudaste? Yo no merezco que un ser como tu me ayude o se preocupe por mi.

Flor (acariciando con delicadeza el cabello del chico): Porque todos merecemos una segunda, una tercera, todas las oportunidades que se nos puedan presentar y todos cometemos errores eso nos hace ser tan defectuosos. De todo los humanos creo que yo soy la mas defectuosa porque siempre ando metiendo la pata hasta el fondo, (de sus ojos salieron lagrimas) pero aun así se que debemos querernos y no odiarnos con eso lo único que hacemos es destruir todo lo bonito que hay en esta vida.

Bakura (sonriendo): ¡Bendita seas florcita!

Detrás de Flor apareció una luz blanca que luego tomo la forma de una mujer alta, con cabello negro y reflejos verdes oscuros sobre el mismo, con ojos vino tinto, de piel morena. Llevaba puesta una bata color blanca con mangas largas y sobre su espalda tenia dos grandes alas color negro...

-¡Bendita seas Flor! Aquí te conocí y ahora aquí me despido de ti, ¡Eres maravillosa! Por eso cumpliré con mi misión, -coloca su mano sobre el cuello de Flor iluminándolo con la luz blanca y haciendo que el gran agujero desapareciera del mismo- cuando te vuelva a ver te diré: ¡Hola florcita! Es una promesa que te pienso cumplir por eso no te sientas culpable de lo que paso y se feliz -desaparece por completo-

Flor (pensando, abrazando con fuerza a Bakura): Sentí algo suave que se poso sobre mi cuello ¡Y me gusto! Y esa voz...como olvidar esa voz (sonriendo)



Mientras tanto Yami se acercaba hacia donde estaban nuestros amigos. Mai tenía sobre sus piernas a Juan y Joey estaba detrás de ella abrazándola...

Juan: Fue bonito conocerte y me alegro protegerte ¡Gracias por permitirme estar a tu lado!, Joey prométeme que tu la vas a proteger y la vas a querer por siempre (tomando con fuerza la mano de Joey)

Joey: Eso no tienes ni porque decírselo al gran Joey Wheeler, ¡Amo a esta mujer! y por eso nunca mas cometeré la idiotez de dejarla.

Juan (sonríe): Ahora se que tu si la vas a querer y la vas a proteger por la eternidad, Mai me podrías dar un beso de despedida. ¡Adiós!

Mai (derramando lágrimas y tomando de los hombros a Juan): Claro que te daré los besos que quieras pero tú no te vas a morir, tú no te vas a despedir ¡No te vayas!

Juan con su otra mano que tenia libre, toma del cuello a Mai atrayéndola hacia si y dándole un beso en los labios. Con ese beso sello su muerte pues este había muerto en los labios de la chica.

El alma de la chica estaba destruida al saber que este había muerto y que ya no regresaría más. Joey solo recostó su cabeza sobre la espalda de la joven de cabellos rubios...
[FONT=&quot]Mai (observando a Juan con tristeza, aun con sus labios cerca de los del joven muerto): ¿Por qué se van? Nos dejaron y se fueron así como así. Juan yo se que me escuchas regresa ¡Por favor! Ándale no seas malito.[/FONT]




Yami (con sus dos manos sobre su cabeza): ¡Maldita sea! ¿Por qué? No entiendo después de disfrutar tanto ahora nos quedamos tan vacios.

Anelys (derramando lagrimas ya tenia toda la carita roja y hinchada): Yo tampoco entiendo Yami, no se si fue porque hicimos cosas malas...yo se que me pase un poco con mis bromas pero tampoco era para recibir este castigo.

Yugi (llevándose sus dos manos hacia su boca): Tenemos que calmarnos porque si no nos vamos a volver locos.

Anelys: ¿Calmarnos? como puedes decir eso, yo no puedo, acaso no vez que Angill se murió también Richard y ahora Juan por esta absurda y maldita batalla que nos llevo a eso.

Yugi (abrazando a Anelys tratando de calmarla): Tienes que calmarte y pensar bien las cosas con cabeza fría.

Anelys (separándose del abrazo del joven con brusquedad): No me voy a calmar porque si tu no lo vez se murió alguien muy importante para mi y nunca mas la voy a volver a ver (de sus fosas nasales comenzó a salir sangre)

Yugi (sorprendido pues no entendía porque la chica sangraba, colocando sus dedos quitándole un poco de sangre): ¿Qué es esto? (mirando entre sus dedos la sangre)

Anelys (asustada): No se.

En eso el sonido de un celular se hizo presente en medio de tanto silencio...

Anelys (sacándose del bolsillo su celular): ¡Disculpen! (contestando el celular) Hola...si, ¿Qué sucede?...No puede ser ¡NO! (dejando caer al suelo el celular, derramando lagrimas saladas y quedándose inmóvil)

Yugi (colocando sus manos sobre los hombros de la chica): ¿Qué pasa Anelys?

Anelys: Yugi...los per-di (con una voz afligida y entre cortada)

Yugi: ¿A quien perdiste? (colocando sus dos manos sobre las mejillas de la joven, secando sus lágrimas)

Anelys (llorando con más intensidad): Mi padres y mi abuela ellos...están...ya no están.

Yugi: Tus padres y tu abuela están...

Anelys (con su mirada baja): Muertos, perdieron su vida, tuvieron un accidente en una avión y ahora ya no volveré a ver mas a mi familia, se me fue sin darme cuenta; deseaba tanto perderlos y ya que no están me duele tanto...porque se que no los volveré a ver mas en toda mi vida.

Al verla tan mal, Yugi solo abrazo a Anelys. Ambos estaban muy mal por todo lo que ocurría ya que muchos de sus amigos y familiares (refiriéndonos a Anelys) ya no estaban, se habían marchado muy lejos a un lugar donde ellos no podían llegar estando vivos...

-¡Que poca fe la tu ya Anelys! -dijo una voz suave-

La misma joven que le había hablado a Flor sin que la misma se diera cuenta ahora se encontraba enfrente de Anelys y detrás de Yugi hablándole sin que la joven de cabellos rosa con reflejos rojos pudiera verla...

Anelys (separándose con suavidad del abrazo de Yugi): ¿Y esa voz?

Yugi (confundido): ¿De que hablas?

Anelys: No lo se, es solo que tuve la sensación de haber escuchado una linda voz.

-¡No es justo!, por lo visto no me pueden ver, pero si me pueden oír o por lo menos tu Anelys puedes hacerlo. Todo lo malo pasa por algo y a pesar de que veas todo lleno de dolor, al final vas a ver un rayo de luz y tu vida estará llena de dichas. Estas solo son pruebas difíciles que debes superar y eso te hará madurar, -coloca su mano sobre la parte donde la chica tenia la sangre que había botado desde la nariz- ya no te angusties, esto ya no te va a volver atormentar -sonríe-¡Hola niña! Recuerda ese saludo Anelys -desapareciendo-

Yugi (sorprendido): An-ee-l-yy-ss, la sangre ya no esta.

Anelys (tocándose la parte donde había caído la sangre): Es verdad (pensando) esa voz ¿Dónde la habré escuchado?, sea quien sea me dio gusto haberla escuchado (sonriéndole a Yugi)

Yami miraba conmovido la escena pero decide alejarse de Anelys y Yugi pues sabia que estorbaba. Se acerca a la fuente y ve su reflejo sobre el agua cristalina de la misma...

Yami: Todo se derrumbo al mi alrededor sin darme cuenta, es increíble perder tanto tan rápido (coloca sus dos manos dentro de los bolsillos de su pantalón)

Una luz apareció detrás de Yami, dándole la forma de aquella chica que había hablado antes con Flor y Anelys...

-¡Hola Príncipe!, mis mas sinceros respetos a ti –con una sonrisa angelical y colocando una de sus manos sobre uno de los hombros de Yami-

Yami (sintiendo algo extraño sobre su hombro): ¿Qué extraño?, siento una calidez hermosa (colocando su mano sobre su hombro)

-Aun sigues conservando esa luz dentro de tu alma Yami, solo es cuestión de que la dejes salir y se que si te lo propones lo vas a lograr, -le da un beso suave en la mejilla- se que amas a Flor así que yo deseo que los dos estén juntos, cúmpleme ese deseo -susurrándole al oído y desapareciendo-

Yami (observando en el agua el reflejo de una joven que conocía perfectamente, pensando): Angill, ¿Dónde estas? (mirando hacia todos los lados)

Mientras con Seto este le hablaba a Angill quien ya estaba muerta, tratando de despertarla pues aun no quería aceptar que ella se había ido para siempre y no volvería más. Su alma estaba hecha pedazos lloraba como un niño chiquito que se sentía perdido sin su mama...

Seto (hincado, tomando con sus dos manos la cara de Angill): Despierta ¡Por favor!, tú me perdonaste, yo escuche de tus labios ese hermoso perdón y ya que lo has hecho, tienes que despertar para que podamos ser felices y sabes que yo, el gran Seto Kaiba cambio por ti, porque no me hablas y me miras con esos hermosos y debo decir grandes ojos. Anda angelita de los infiernos, morena bella ¡Despiértate!

Dándole besos pequeños en la boca a Angill para que ella reaccionara pero aun así seguía igual. Este tomaba los brazos de Angill para que rodearan su cuello pero estos caían pues no tenían la fuerza para sostenerse...

Nuevamente aquella jovencita volvió aparecer. Apareció hincada del lado opuesto de donde estaba Seto, observaba con lágrimas en los ojos el cuerpo sin vida de Angill...

-Seto de ti es del cual me cuesta despedirme, es que de lo poco que vive nunca pude entender que la vida puede llegar hacer muy corta y no sabemos cuando nos vamos a ir. Seto sabes que si me hubiera gustado poder feliz junto a ti pero por no ver mas allá, no pude ser feliz yo y tampoco pudiste ser feliz tu, -secándose las lagrimas que salían de sus ojos- claro que tu si vas a tener la maravillosa oportunidad de ser feliz te lo prometo mi amor.

Seto (sintiendo un escalofrió por todo el cuerpo): ¿Qué fue eso?

-Ahora solo soy un escalofrió, un viento fuerte. Cuando antes era todo para ti -derramando lágrimas saladas-

La joven toma con sus dos manos la cara de Seto. Acerca sus labios a los de el y le da un beso suave, en ese mismo beso la chica desaparece por completo...

Seto (llevándose sus dedos de su mano derecha hacia los labios): ¿Quién hizo eso? (mirando hacia todos los lados)

Joey (con una voz alta): ¡Chicos!, propongo que nos vayamos.

Ricardo (teniendo entre sus brazos el cuerpo sin vida de Richard): Si, ya no hay más nada que hacer aquí.

Francheska: Todo acabo.

Seto tomo entre sus brazos el cuerpo sin vida de Angill, Joey también cargo el cuerpo de Juan. Todos ellos se fueron del lugar, solo se quedaron en este, Yami quien aun seguía mirando su reflejo en el agua de la fuente, Flor quien aun tenía abrazado a Bakura y Mía Marina e Ingrid las cuales se dirigieron hacia donde estaba Flor con Bakura...

Mía Marina: Florencia.

Flor: Mía Marina.

Ingrid (colocándose enfrente de Flor pues le estaba detrás de ella): Creo que es hora de irnos y Flor solo quería decirte que gracias por ayudarnos.

Flor (sonriéndole amistosamente a Ingrid): No tenes que agradecerme nada. Cada cosa que hago la hago porque quiero y me gusta hacerla.

Mía Marina (colocándose enfrente de Flor al igual que lo hizo Ingrid): Gracias por tu amabilidad pero sabes bien que tu y yo nunca nos llevaremos bien.

Flor: Yo si tengo la esperanza de que algún día nos llevemos bien.

Mía Marina (situando sus manos sobre los hombros de Bakura): ¡Vámonos hermano!, ya se esta haciendo tarde y saltin te extraña.

Bakura (con los ojos brillosos): ¿Saltin, me extraña?

Mía Marina (con un tono frio): Si, el te extraña y necesita que su padre este a su lado.

Bakura (con una voz tierna): Pero yo me quiero quedar con Flor.

Ingrid: Sabemos que es agradable la compañía de Flor pero nos tenemos que ir.

Flor: Hazle caso Bakura, ya todo esta bien. Además nos podemos ver cuando gustes.

Bakura (aferrándose mas al abrazo de Flor): pero es que...en realidad no me puedo separar de ella, no se como agradecerle tanta compasión y a su vez tanto respeto, ella es bendita. Y no se como pedirle perdón.

Flor (quitando las manos de Bakura con delicadeza de su cintura y ayudándolo a levantarse): Mi perdón lo tienes desde siempre y no soy nadie para juzgarte, solo espero que empieces desde cero y bien esta vez (le da un beso suave en la frente)

Bakura (con sus ojos llenos de lágrimas): Así será (toma con suavidad las dos manos de Flor y se las besa con ternura)

Las dos jóvenes y Bakura se retiran dejando sola a Flor en ese lugar con Yami y sus dos guardianas, quienes decidieron desaparecer para dejar solos a los dos enamorados.

Era el momento para Flor y Yami de poder hablar, de decirse tantas cosas, ¿Y será que ahora los separara la rabia que invade el corazón de Yami?, eran tantos sentimientos que se mezclaban en ese momento. Yami se volteo y miro a Flor, aun con sus manos en los bolsillos. Ella se limito a voltear también y se encontró con esa mirada que de cierta manera la hacia sentirse culpable de proteger a Bakura.

[Melodía de Fondo: Porque – Artista: Floricienta]
[Voz: Florencia Bertotti]

Una lluvia fría comenzó a inundar el lugar. Las flores abrieron sus pétalos y llenaron de brillo el lugar. Yami y Flor se acercaron hasta quedar uno enfrente del otro...

Flor (con los ojos llorosos y sonriéndole a Yami): Ahora que todo acabo podemos ser felices, ¿Verdad?

Yami (con una voz fría): No Flor, entiende que nuestro destino es nunca estar juntos. No puedo perdonarte.

Flor: Sabe que lo único que ice fue proteger a una persona que estaba atrapada en la oscuridad, debería entender (derramando lagrimas lágrimas mejillas)

Yami (secando con sus dedos las lágrimas que recorrían las mejillas de Flor): Ojala fuera tan fácil florcita pero no, lo que tu hiciste fue algo que nunca te pienso perdonar; porque nuestros amigos murieron en las manos de Bakura y a mi me va a pesar toda la vida no haber acabado con su vida.

Flor (gritando desesperada ante la actitud de Yami): No puede comprender que Bakura era manipulado por esa sombra en forma de dragón, ¡Por favor!, Se lo pido, ¡Reaccione!

Yami: No puedo Florencia para mi todo va a seguir como ahora lleno de oscuridad y de odio.

Flor: Ya todo esta bien. (cantando, tomando las dos manos de Yami) Miro caer las gotas de lluvia en mi ventana, se que todo será igual, no cambiara mañana (Sonriéndole a Yami)

Con delicadeza Flor suelta las dos manos de Yami y caminan hacia la fuente, ambos mirando su reflejo en el agua cristalina.

Flor: El sol volverá a salir, la luna será más blanca, el río será más río no caerán las montañas.

Yami abrazo por detrás con delicadeza a Flor pues quería sentirla tan cerca. Después de todo él la amaba, solo que su rabia no lo dejaba dar ese paso a la felicidad. Ella solo sonrió.

Flor: Porque me quedo muda prendida en tu mirada.


La joven se soltó del abrazo de Yami. Ambos se colocaron frente a frente para mirarse, Flor se quedo hipnotizada con los ojos violáceos del joven de cabello tricolor, quien tomo las manos de la chica con suavidad.

Flor: Porque todo es lejano, porque sin ti ya no hay mas nada. Porque no existen hadas, ni príncipes, ni sueños.


Yami soltó las manos de Flor. Se dio la vuelta para marcharse del lugar, en sus ojos se podía ver una gran tristeza por dejar a la mujer que quería pero también impotencia al no poder vengado la muerte de sus amigos. De los ojos mieles de Flor salieron más lágrimas saladas, toda su cara estaba llena de esas lágrimas...

Flor: Porque todo es mentira, porque sin ti ya no hay mas vida. ¡Se esta equivocando con todo esto que esta haciendo!, usted también esta sufriendo como yo.

Le gritaba con aflicción la joven mientras caía en el suelo de rodillas. Mientras Yami solo se iba sin mirar atrás.



En la casa de Anelys.

Había llegado Yami a la casa y solo pensó en sentarse sobre el sofá que se hallaba en la sala, pues se sentía muy cansado y deseaba descansar un poco...

Yami (con sus manos sobre sus piernas): No podemos ser felices, ¡Lo siento florcita!

En esa casa. Apareció Flor sobre las escaleras con un bonito girasol. Ella miraba a Yami sentado en el sofá, este le daba la espalda.

Flor: Un día profundo y claro, llegaras a buscarme en una carroza blanca, como en los cuentos de antes (señalando con el girasol a Yami) .Tú seguirás allí, yo seguiré soñando ese beso que al final te robare mientras tanto (levantando sus cejas con picardía) Porque me quedo muda prendida en tu mirada, porque todo es lejano, porque sin ti ya no hay mas nada. Porque no existen hadas, ni príncipes, ni sueños. Porque todo es mentira, porque sin ti ya no hay mas vida. Ya no hay más vida.

Yami voltea y dirige su mirada hacia las escaleras pues había sentido una extraña y dulce presencia. A pesar de todo no pudo ver a nadie, a pesar de que Flor estaba caminando por las escaleras dándole la espalda, el no la podía ver. Ella se giro para ver a Yami pues ella si lo podía sentir y ver mientras el no...

Flor (manteniendo su mirada fija en la de Yami): Porque me quedo muda prendida en tu mirada porque todo es lejano.

Esta se sienta sobre las escaleras mientras Yami quien no podía verla, ni escuchar su canción, se voltea y vuelve a tomar asiento sobre el sofá nuevamente, este coloca su mano derecha sobre su corazón.

Yami (pensando, con una sonrisa fingida): Flor, como te siento.

Flor: Porque sin ti ya no hay mas nada. Porque no existen hadas, ni príncipes, ni sueños. Porque todo es mentira, porque sin ti ya no hay más vida (moviendo su cabeza hacia los lados, apretando sus labios). Lalalalalalalala, lalalalalalalalalala. Ya no hay más vida. Uh, uh, uh.

De los ojos de Flor salieron lágrimas saladas dejando toda su carita empapada, mientras que dos lágrimas salieron de los ojos de Yami corriendo sus mejillas. Ambos estaban muy tristes.

Flor (con una voz afligida): Estoy muy, pero muy triste. Amo a don creidito y no se que hacer, no se como borrar toda su rabia (moviendo hacia los lados el girasol)

Yami (apretando con fuerza la mano que tenia sobre su pecho): Tanto amor que tengo en mi corazón para darte Flor y no se que hacer para sacarlo.



1 Año después...

Ella sabia que el sabia que algún día pasaría. Que vendría a buscarla con sus flores amarillas. No te apures, no detengas, el instante del encuentro esta dicho que es un hecho no la pierdas no hay derecho no te olvides que la vida casi nunca esta dormida…





Bueno, nos vemos.
Se cuidan.

Su amiga, hermanita, socia.

 

Re: ¿que pasaria si desde el principio apareciera una chica opuesta a el faraon?

¡Hola!


Aquí les traigo la continuación, siento haberme tardado pero se me presentaron algunos problemas donde tenía guardado el archivo, pero ahora, aquí esta lo que esperaban.


Sin mas que decir y sin mucho que hablar, la continuación de mi querido fics...


1 Año después...

Ella sabia que el sabia que algún día pasaría. Que vendría a buscarla con sus flores amarillas. No te apures, no detengas, el instante del encuentro esta dicho que es un hecho no la pierdas no hay derecho no te olvides que la vida casi nunca esta dormida…

​

Flores amarillas.​

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Reencuentros​

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PARQUE FLORES AMARILLAS​

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Un parque maravilloso, repleto de vida. El césped era verde, un verde esperanza, un verde de vida. Los arboles eran de diversos tipos, grandes y frondosos, cargados de diversas frutas. Había grandes campos de flores de todos los tipos y colores.

El parque también contaba con pequeños lagos y grandes sitios llenos de césped para que las personas descansaran, los niños jugaran y se divirtieran al máximo.

Además se hallaban grandes campos para los animales, donde ellos podían estar lo mas cómodos posibles. Algunos monos y ardillas se encontraban sobre los arboles.

En medio del parque, había una hermosa y linda fuente que brotaba agua cristalina; cuya era adornada con flores amarillas. Detrás de ella se hallaba un gran árbol, el más grande de todos, repleto de hojas amarillas.

Sobre el suelo que había en la fuente, estaba cubierto de pétalos amarillos. Mas adelante de la fuente, había grandes mesones bien decorados con manteles blancos y en cada esquina estaban jarrones con flores amarillas, donde la gente hablaba y comía a gusto.

Una gran tarima estaba en el centro de la fuente bien decorada con globos amarillos, flores, entre otras cosas, estaba rodeada de niños, niñas, mujeres, hombres (adultos, ancianos) que estaban sentados en el pasto. Y Subida en ella, estaba una joven de con unos hermosos bucles en su cabello, el cual era de color castaño rojizo. Tenía de medio lado su flequillo y su cabello lo tenía semi-recogido con una pinza.

Vestía con una camisa manga corta, sobre el bolsillo de la misma tenia una flor amarilla, una falda hasta las rodillas y unos botines, toda la ropa era amarilla incluyendo los botines. Ella les hablaba a las personas que tenia enfrente a través de un micrófono (manos libres)...

El nombre de esa joven es: Florencia.

Flor: ¡Bienvenidos sean! A este lugar tan bonito que fue creado para todos ustedes, para que se relajen y lo disfruten al máximo. Kaiba Corp fue el que hizo posible este sueño y solo doy gracias en este día a una persona que ya no esta con nosotros. Es un ángel que nos cuida a todos desde el cielo, ¡Gracias!

Al decir todas esas palabras el gran aplauso de la multitud se hizo sentir mientras ella bajaba de la tarima también aplaudiendo con una cara llena de felicidad.



CEMENTERIO DOMINO

Ese cementerio se hallaba bien adornado con las más bellas flores que hacían ver el lugar hermoso para cualquier vista. Frente a varias tumbas tres personas estaban enfrente de las mismas. Entre ellos había solo una joven ella traía entre sus manos rosas de diferentes colores.

-No es fácil venir hasta acá muchachos –comento ella mientras una lagrima se deslizaba por su mejilla.

-Es verdad Anelys, no es nada fácil –dijo un de los chicos.

-Kaiba, Anelys ustedes saben que todos ellos están en un mejor un lugar –aseguro un joven de cabello tricolor.

Anelys: Si claro, es solo que es un poco difícil acostumbrarse a que ellos no estarán mas con nosotros –soltó con un quejo de tristeza.

Seto: Pero para eso hay que ser fuertes y llenarnos de ellos para aprender a vivir –espeto mientras posaba su mano sobre el hombro de la chica.

Yugi: Todo estará bien –exclamo animoso para que Seto y Anelys cambiaran sus caras largas.

Anelys: Los extrañare -aseguro mientras colocaba las rosas sobre cada una de las tumbas- Richard, Juan, Angiil, mamá, papá y abuela –pronuncio ella sus nombres.

Seto: Vivir sin ti no ha sido nada fácil Angiil. Me gustaría que te asomaras desde el cielo y te dieras cuenta de lo mucho que te extraño –pensó observando la tumba de su amada.



En el parque, las personas hablaban de diferentes cosas de su interés, comían la deliciosa comida mientras esperaban a que Flor cantara. Ya que el parque había sido inaugurado y era la razón de que todos estuvieran dentro del mismo.

Entraban al parque Seto, Anelys y Yugi quienes habían regresado del cementerio. Los tres se separaron.

La muchacha de cabellos rosas con reflejos rojos se fue hacia los mesones observando las flores amarillas y probando un poco de la comida.

Anelys: Mm...sabe muy bien –sintiendo el delicioso saber de la porción de comida que tenia en su boca.

-Si, sabe bien –afirmo la joven que estaba al lado de Anelys.

La joven de cabellos rosas con reflejos giro su cabeza para mirar a la joven que le habia hablado con la persona que se encontró no debía de tener como unos diecisiete o dieciocho, sus ojos eran vino tinto que mostraban la mirada más honesta, su cabello era escalonado de color castaño claro, su piel morena clara.

-¡Hola niña! –saludo ella alegremente.

Anelys: Tus ojos...ese saludo, ¿Dónde los he visto y oído antes? –se preguntaba confundida.

-No estoy segura pero creo que te he visto antes. ¡Ricos los facies de tomate!, ¿Verdad? –pregunto alegremente ella.

Anelys: si...son muy ricos –espeto sin apartarle la vista a la muchacha.

-Me llamo: Angiiru y me parece que estas triste muchacha –le dijo mientras probaba un poco de los facies de tomate.

Anelys: No. Claro que no -sonrió- , me dio gusto verte...Angiiru.

Angiiru: A mi también me dio gusto. Nos vemos –se despidió sonriente de Anelys.

Anelys: ¡Bienvenida de nuevo Angiil! –exclamo en voz baja.



Mientras tanto Seto se hallaba recostado sobre el árbol observando el hermoso cielo azul con sus ojos ojiazules. Detrás de él se encontraba una intrusa quien también estaba en la misma posición que Seto. Ella rompe el silencio saludando alegremente al joven:

-Hola Seto.

Seto: Esa voz... -susurro mientras que se giraba ver a la persona que tenía atrás- ¿Tú? –dijo con sorpresa y confusión a la vez.

-Hola, siento molestarte -se disculpo- pero mi hermanito desea un autógrafo tu yo, ¡Te admira! -exclamo ella mientras mostraba que cargaba en sus manos un marcador y una baraja de duelos- ¡Por favor! –suplico un tanto apenada.

Seto: Claro, no hay problema –sonrió mientras recibía lo que la muchacha tenia entre sus manos las cuales no quería soltar. Ella rio con timidez y le pidió:

-Podrías soltar mis manos, ¡Por favor!

Seto: Claro -le soltó las manos mientras en sus mejillas aparecía un leve sonrojo-, ¿Cómo se llama tu hermano? –pregunto mientras firmaba las barajas.

-Se llama: Ángel, ese es el nombre de mi pequeño hermano -contesto ella con una sonrisa observando lo que escribía Seto en la baraja- , em... disculpa pero es Ángel no Angiil y no es para “mi amor favorito” es para “mi fans favorito” y no deberías decirle “volviste” si no que “lindo, que me admires” o algo por el estilo –decía aterrada ella al ver todo lo que el había escrito.

Seto: Es verdad –admitió corrigiendo todo el error que había cometido.

-Si que la tengo –afirmo ella suspirando.

Seto: ¡Listo! –exclamo mientras le entregaba las cartas a la muchacha nuevamente sin querer soltarle las manos.

-Mira no quiero ser grosera pero podrías dejar de hacer esto. Que mala impresión das –le exigió ella tomando las cosas de su hermano.

Seto: Lo siento –se disculpo- , es solo que al tenerte cerca me siento bien, una persona querida se murió y tal vez sea por eso que me tomo atribuciones que no me corresponde –confeso.

-Entiendo, debió ser algo duro. Discúlpame a mi y gracias –agradeció ella mientras depositaba un beso suave en la mejilla del muchacho. Se retira del lugar.

Seto: ¿Cómo te llamas? –pregunto a gritos el muchacho. La joven de detuvo y grito para que el escuchara:

-¡Angiiru!, así me llamo –finalizo ella volviendo a tomar su camino.

Seto: Angiiru -pronuncio en un suspiro en nombre de la joven- .Lindo tu nombre pero me la hubieras puesto mas fácil. La historia tiene que empezar de nuevo -levanto su mirada hacia el cielo- ¡Me la hubieras puesto mas fácil Angiil! –exclamo elevando sus manos hacia el cielo.



En los mesones se encontraban miles de personas entre ellas platicaban alegremente dos jóvenes tomados de las manos. Pasándose comida el uno al otro siendo escuchados por dos jóvenes mas (una muchacha y un muchacho) y “sus animalitos”. Uno de esos animalitos no para de hablar, hablar, hablar y hablar cansando a su dueña.

-Te podrías callar, se que no es una tarea difícil para ti –le pidió ella.

-¡Pero debo ser honesto, la comida sabe espantosa, horrible, asquerosa! Es que no pueden hacerla bien para un lorito en crecimiento como yo –exigió el pequeño animal.



-Oye Francheska, te he querido preguntar algo desde hace tiempo... –revelo un joven de cabellos negros.

-¿Qué será? –pregunto sin prestar mucha atención la muchacha mientras tocaba la comida.

-¿Qué buscabas en los orfanatos, hospitales que ibas? –pregunto puntualizando el muchacho.

-A mi hermano...mi pequeño hermano pero esta muerto –contesto ella dirigiendo su mirada hacia la de Ricardo.

-Lo siento –se disculpo colocando su mano sobre el hombro de la joven.

-No te preocupes Ricardo –espeto con un suspiro ella.

Los dos muchachos se asustaron al ver lo que pasaba con el pequeño loro.

-¡Me muero, me muero que me han dado! –exclamaba el loro mientras escupía una porción de la comida que había probado.

-Te dije que no comieras picante... –espeto con molestia su dueña.

-Este loro tu yo no hace caso no es como mi saltin –decía un muchacho de cabellos blancos mientras acariciaba la cabeza del perro de juguete.

-¡Tu no me critiques monta cuernos!, debería darte pena hacerle eso a mi adorable dueña –manifestó el loro molesto señalando con una de sus alas al muchacho del perro.

-Estos loros de hoy en día hablan de mas –dijo nervioso el muchacho acusado.

-¿Tu me estas engañando Bakura? –pregunto una entristecida Ingrid.

-Tu eres ciega o definitivamente estúpida, te engañan en tus propias narices y ni cuenta te das –intervino el loro molesto agitando sus alas.

-¡Que loro tan peculiar! –exclamo una sorprendida Francheska.

-Hay yo lo veo tan rico –dijo Ricardo con saliva saliendo de su boca y con un dejo de locura en sus ojos.

-No me mires así –pidió temeroso el animalito. En ese mismo instante la joven de cabellos rosas con reflejos rojos se acerco hacia donde estaban parte de sus “amigos” y fue bien recibida por el “carismático animalito”:

-¡Huy te sigo diciendo que blusa tan fea! –exclamo con sarcasmo.

-“Cargo un vestido”, claro si tu cabecita y tu mini-cerebro pueden darte a entender que es –replico con sarcasmo ella.

-¿Por qué todos me odian? Yo solo soy sincero –se preguntaba el loro con los ojos llenos de lágrimas.

-Sincero...no será mentiroso –puntualizo molesta Anelys.

-¡No te digas cosas tan feas! –exclamo el pequeño animal.

-¡Estúpido loro! –exclamo molesta Anelys.

Un joven de cabellos tricolor se coloca detrás de Anelys y acerca sus labios hacia su oído y le susurra:

-¿Cómo esta la princesa mas linda? –pregunto entre el susurro el muchacho.

-Bien, solo un poco atormentada por este infernal animal –contesto ella un tanto molesta.

-Oye no soy el diablo para que andes diciendo infernal –declaro el loro.

-Jajaja que gracioso es este loro –dijo risueño el joven de cabellos tricolor mientras se colocaba delante de Anelys.

-Yo me lo quiero comer –dijo un Ricardo hambriento.

-Yo lo quiero matar –manifestó Anelys.

-Yo quiero deshacerme de el –dijo Ingrid con una mirada asesina.

-No dejare que te comas a este animalito tan peculiar –afirmo Francheska.

-Te amo pero no dejare que lo mates Anelys, es muy gracioso –confeso Yugi.

-Yo no puedo dejar a saltin sin familia, lo siento pero el es el hermanito de mi saltin y mi saltin no quiere que lo maten –aseguro Bakura lleno de confianza.

Mientras ellos discutían el pequeño loro había estado agitando sus alas hasta conseguir volar a una altura que se encontraba lejos de los largos brazos y las manos de los que lo querían verlo muerto.

-Muahahahaha, ahora si que se quedan con las ganas de querer matar a tan hermoso loro –decía con una risa malévola el loro.

-¿Cómo llego hasta ahí? –pregunto sorprendida su dueña.

-No te importa -contesto con sarcasmo el animal- , ahora les diré lo que pienso de cada uno de ustedes...de ti –señalo el loro con su ala a Anelys.

-¿Por qué tengo que ser la primera? –pregunto con sarcasmo Anelys.

-Porque eres la que mas odio. Esa blusa te queda espantosa deberías dejarte aconsejar por mi y vestirás mejor, pero como me voy seguirás en las mismas -explico el loro lleno de felicidad- ...tú –apunto con su ala a Ingrid- , eres la dueña mas nefasta que allá podido tener y por ultimo tú -señalo con esa misma ala a Ricardo- los loros no somos tu cenas somos habladores. Ya después de decir cosas malas... -dijo con lágrimas falsas el lorito- es hora de las buenas...

-¿Cómo que de las buenas? –interrogo la joven de cabellos rosas con reflejos rojos a el loro.

-Pues es hora de alabar a la gente que ha sido buena conmigo -contesto el loro- .Por cierto feo cabello.

Ese comentario sorprendió a la muchacha la cual se llevo sus dos manos hacia su cabello.

-Bien, bien es hora de las cosas buenas. Tú -señalo el lorito al joven de cabellos tricolor- , eres demasiado bueno, guapo, para estar con esa fea “aclaro no soy raro”-explico el loro mientras señalaba a Francheska- . Tú eres linda pero debes cuidar a tu hambriento porque puede comerse a animales inocentes. Y tú –apuntando a el joven de cabello blancos- , eres un monta cuernos, un desastre de hombre, un pésimo padre... la otra vez pusiste a saltin dentro de la sopa pensando que era yuca, te recuerdo. Eres todo eso pero me protegiste y eso te hace mejor que mi insensible dueña. Ahora puedo partir en paz –decía mientras seguía agitando sus alas mas y mas para volar mas alto- .Y aquí un regalito del loro mas cool...

Los tres jóvenes que deseaban la muerte del pequeño animal hablador sintieron algo baboso y a su vez duro sobre sus cabezas. Los otros jóvenes defensores del loro solo miraban con asco lo que tenían sobre sus amigos sobre su cabeza.

-¡Oh que asco! –exclamo una sarcástica Francheska.

-¿Qué tengo sobre mi cabeza? –preguntaba una solloza Anelys.

-Nada mi amor –respondió su novio mintiendo.

-Seguro Yugi, pensé que tenia algo en mi hermosa cabellera... ¿Que huele tan mal? –pregunto de nuevo.

-Nada mi amor –le volvió a responder Yugi mintiéndole mientras se llevaba una de sus manos hacia su nariz.

-¡Hay, tengo una cosa en mi cabeza!, ¡Me acababa de lavar el pelo y me lo mande a poner súper en la peluquería! –decía quejándose el moreno quien sabia que algo estaba sobre su cabeza.

-No tienes nada Ricardo –le aseguro mintiéndole Francheska.

-Lo que tienen es una montaña nada mas de escr... –sentencio el joven de cabellos blanco dejando la frase en el aire.

-¡Me acaba de lavar el cabello con pega para que no se me cayera! -confesaba solloza Ingrid que ya sabia que había sobre su cabeza- .Tú no me vas a dejar ¿Verdad Bakura? –pregunto mientras se acercaba al chico el cual se alejaba nerviosamente con su animal, diciéndole:

-Lo siento, ya regreso...es...que tengo hambre y saltin también –finalizo con tartamudeos mientras se echaba a correr dejando a su novia.

-¿Franchi, tú no me vas a dejar mi amor? –pregunto un triste Ricardo.

-Lo siento pero tengo que ver a los niños que están aquí, ya sabes para que no les pase nada malo, tu me entiendes –afirmo con nerviosísimo mientras también se retiraba dejando a su novio.

-Yugi, mi príncipe, mi bebe, mi gatito... –decía pronunciando los apodos que le tenia a su novio.

-Si –replico el mientras daba pequeños pasos hacia atrás.

-Tú no me vas a dejar aquí solita porque tú me amas –añadió ella.

-Si te amo pero tú entenderás que si me voy no es porque no te ame...si te amo pero tengo que irme, no pienses mal...te amo mi amor lo eres todo para mi pero ahora te quiero lejos...no pienses que no te amo, lo siento –se disculpo mientras salía corriendo tras los demás que se había marchado.

-¡YUGI NO PUEDES DEJAR A TU NOVIA!, ¡A TU NIÑA, A TU BEBE, A TU PRINCESA! –le gritaba con fuerza mientras veía como se alejaba el muchacho.

-Amiga así es la vida –declaro con tristeza Ricardo por lo ocurrido con su cabello.

-Estaremos bien... –afirmo una sonriente Ingrid.

-Amiga.

-Anelys.

-Amiga.

-Anelys.

-¡MATARE A ESE LORO POR ARRUINAR MI CABELLO Y MI RELACION! –aseguro Anelys.

Los dos muchachos que estaban con ellas se sentían nerviosos por ese comentario, les provocaba un poco de miedo

-No puedes hacerme nada, lero, lero, lero, carpintero -decía con tono burlesco el loro quien se sentía feliz al volar cada vez mas alto hasta que de repente cayo inevitablemente en la mesa donde se hallaba la comida- .Creo que estoy en problemas.

Los jóvenes que querían asesinar al pequeño animal se acercaron a la mesa y miraron con un dejo de locura al pobre animal asustado, diciéndole:

-¿Tu que crees?

-No. No. No me maten, soy joven para morir. No cepo nada bien –dijo el nervioso animal mientras retrocedía cada vez mas. Ellos solo lo miraron con malicia y acercaron sus manos hacia el, lo único que se escucho fue un palabra y un grito de parte del animal:

-¡NO!



Fuera del parque venia caminando con mucha tranquilidad con sus dos manos dentro de los bolsillos de su pantalón un Yami lleno de seriedad detallando las calles y el parque al que se acercaba con a proximidad.

Detrás de él, se encontraba una joven morena de cabellos castaños y unos brillantes ojos vino tinto con una canasta llena de hermosas y vivas flores amarillas en el centro de todas ella tenia una gran ramo, era preciso en verdad. La joven gritaba a todo lo que daban sus pulmones con alegría para hacerse escuchar por nadie (en la calle solo estaba Yami):

-¡FLORES AMARILLAS!, ¡FLORES AMARILLAS! –caminaba con saltitos alegres. El joven de cabello tricolor se detuvo y le dijo:

-¡Te das cuenta que no hay nadie aquí, mas que solo tu y yo!

-Si y esa era la idea...-contesto con alegría ella. El muchacho se limito a fruncir el ceño y a darse la vuelta para encontrarse con esa hermosa muchacha, bella por fuera bella por dentro y sobre todo como podía olvidarse de esos ojos sinceros...llenos de compresión...como olvidarse de su gran admiración. Él solo pudo saludar con nerviosismo:

-Hoooolllllaaaaaaa.

-¡Hola príncipe! –saludo alegremente ella.

-Hola...Angiil...digo muchacha –corrijo con nerviosismo él.

-Se que se dirige hacia el parque y seria bueno que comprara estas flores amarillas –sugirió ella.

-¿Por qué, si no tengo a quien dárselas? –dijo con notoria molestia.

-A mi parecer si. Allá adentro esta la persona que quiere, no es bueno, ni agradable vivir con el corazón lleno de odio. Ella espera por usted –aclaro la muchacha con la misma alegría. Tomo una flor amarilla y se la dio a Yami quien la recibió dudoso.

El joven repentinamente se sintió un tanto mareado al recibir esa flor y no solo era eso en su cabeza pasaron miles de imágenes, esas imágenes eran de él acompañado de Florencia. El pobre muchacho se encontraba pálido, le temblaban los labios. La muchacha coloco su mano sobre el brazo de Yami y le pregunto

-¿Te sientes bien?

Cerro su ojos y los volvió abrir levemente respondiendo a la pregunta de la joven:

-Me siento bien, lo que no entiendo es lo que sucedió.

-Lo que debes entender es que tú la amas y si no estas con ella, no te queda nada. Debes ir hacia tu felicidad no alejarla de ti. Olvida todo y empieza de nuevo –explico ella.

-¿Quien eres?, ¿Cómo te llamas? –interrogo un confundido Yami.

-Mi nombre es: Angiiru y no hay mas nada que decir. Toma tus flores amarillas, es hora del encuentro –concluyo dándole el gran ramo de flores amarillas y retirándose de prisa hacia el parque.

-¡Gracias amiga! –exclamo con una sonrisa ganadora en sus labios.



Mientras dentro del parque estaban Anelys, Ricardo, Ingrid (ya se habían quitado lo que tenían sobre sus cabezas), Yugi, Francheska, Bakura y su pequeño perro saltin con sus miradas detenidas en la tarima esperando ansiosos que Flor cantara al igual que las demás personas.

En medio de todo el griterío que hacían las personas, el joven de cabello tricolor se atrevió a romper el silencio:

-Es aburrido esperar... –espeto.

-Es horrible estar esperando mi Yugi –dijo con voz caprichosa la joven peli-rosada con reflejos rojos en su cabello.

-¿Y por cierto, donde esta el lorito? -pregunto con curiosidad Francheska- , se fue volando.

-Ese loro... No me lo pude comer –revelo un sollozo Ricardo.

-Para nada Francheska. Ese loro cayó en la mesa y no lo pudimos matar, no fuimos capaces –respondió la dueña ante la pregunta que había estado en el aire de Francheska.

-Amo a mi saltin –susurro el joven de cabello blancos mientras acariciaba la cabecita de su mascota.

¿Y a mí?, ¿No me amas? –pregunto con cierto enfado Ingrid.

-Claro yo te amo -contesto con fastidio él- .Tu sabes que te amo a ti Anelys –le susurro en el oído a la joven. Ella se puso nerviosa pero no le impidió responderle a su declaración:

-Lo siento Bakura. A la única persona que amo y quiero es Yugi, jamás pensaría fijarme en otra persona que no sea él.

-Y yo te pido que para evitarnos problema mantén el lugar que te corresponde Bakura –advirtió con seriedad el joven de cabello tricolor.

-De... Acuerdo –asintió con miedo Bakura.

-Como odio a Bakura esta peor que mi ex-mascota –pensó molesta la ojiazul.

-Te amo Yugi –afirmo con una sonrisa enamorada la joven de cabellos rosados con reflejos rojos.

-Yo también –contesto él dándole un beso suave en los labios.

-Siento que estorbo –pensó sollozo Bakura.

-¡Hay Ricardo!, para que negarlo, yo también te amo –confeso una alegre Francheska mientras se abalanzaba sobre Ricardo dándole un beso apasionado en los labios.

-Yo quería comerme al loro -pensaba él moreno correspondiendo al beso- , aunque Francheska no besa nada mal.

-A mi nadie me quiere –pensaba el lorito agitando con fuerza sus alas.




Mientras la joven de cabellos castaños rojizos se acomodaba para dentro de poco subir a la tarima para cantarles a todos lo que la esperaban, se podía ver nerviosa y a su vez triste. Sabía muy bien que le faltaba él...solo así podría ser feliz...solo faltaba él. Dentro de su mente pensaba:

-Es una lastima que no allá ningún encuentro- pensó la entristecida florcita.

De manera muy extraña. Una flor amarilla cayo del cielo hacia las manos de la joven, quien la miro con asombro pero no pudo evitar sonreír esa flor era valiosa, era cálida... Era una flor amarilla, una flor que le recordaba cuando conoció a Yami.

Ese recuerdo pasó instantáneamente por su cabeza... Recordando tan inesperado encuentro... [1...]

-Esta espuma se hizo un río ¡Auxilio! ¡Ayúdenme! -suplica a gritos una joven de cabellos castaños rojizos quien alzaba los brazos para no ahogarse en medio de toda esa espuma- ¡Me estoy ahogando!, ¡Por favor!, ¡Que alguien me ayude! –continuaba suplicando ayuda mientras que no se daba cuenta que su corazón lunar había estado brillando desde hace tiempo.

En ese momento el faraón, es decir, Yami había logrado llegar montado en esa hermosa carroza blanca al lugar del encuentro sosteniendo con fuerza esas flores amarillas. En eso se pregunto el muchacho confundido:

-¿Qué pasa?, ¿Por qué este lugar esta lleno de espuma? –observaba confundido los alrededores del lugar sin poder escuchar los gritos de auxilio de Florencia y sin darse cuenta que su rompecabezas se había iluminado.

-¡Ayúdenme por favor! –continuo suplicando la muchacha con los ojos cerrados para que la espuma no hiciera contacto con los mismos. La suplica de auxilio se hizo escuchar por el joven de cabello tricolor.

-¿Alguien necesita ayuda? -pregunto confundido el muchacho mientras bajaba con cuidado de la carroza- ¿Dónde estas? –volvió a preguntar dirigiendo su mirada hacia los lados tratando de dar con esa persona.

-Aquí estoy –contesto con fuerza ella.

-Ya voy ayudarte –respondió él mientras se adentraba en la espuma para dar con ella- . Ya estoy cerca –le dijo.

El joven de cabello tricolor siguió adentrándose más y más a la espuma hasta dar con la muchacha que casi se ahogaba en toda esa espuma. Él con cuidado y tratando de no estropear las flores amarillas pasa su mano derecha sobre la cara de la chica para lograr quitarle la espuma que tenia sobre la misma y verla, lo mismo hizo ella con él.

El ojo violáceo situó sus manos sobre los hombros de la chica ojos mieles y le pregunto con preocupación:

-¿Estas bien? –sonrió con confusión.

-Si, ¿Y vos quien sos? –pregunto con curiosidad ella mientras tenia la misma sonrisa que Yami.

Saliendo de ese maravilloso y tormentoso recuerdo regreso a la realidad donde ahí estaba esa flor amarilla entre sus manos.

-Una flor amarilla –susurro ella.

-Es la que indica que vendrán esas flores amarillas que tanto esperas -agrego una joven de cabellos castaños con ojos vino tinto- . ¡Hola florcita!

-¿Qué dices? –dijo una Flor verdaderamente sorprendida.

-Lo que oyes –respondió la joven quien se encontraba detrás de Flor recogiendo supuestamente una cosa del suelo. Con cierto temor la joven de cabellos castaños rojizos se da la vuelta encontrándose con la mirada, con la sonrisa de esa joven. Ella se quedo atónita y esta aprovecho para añadir:

-... Lo que vez... Lo que sientes... Lo que esperas llegara. Disculpa debo retirarme, un concierto esta por iniciar y debo cuidar a mi hermanito Ángel –termino de decir ella cuando se disponía a irse. Solo la detuvo la voz, la pregunta de la chica confundida:

¿Y vos quien sos?

-Angiiru, ese es el nombre que me nombra –respondió ella. Saliendo de prisa hacia donde estaba su pequeño hermano.

-Angiiru, un buen nombre –se dijo así misma el nombre de la muchacha mientras la observaba yéndose hacia donde estaba su pequeño hermano.

La joven de ojos mieles solo miro con dulzura la flor amarilla y ahora estaba consiente de que por esos niños, esos espectadores cantaría lo mejor posible... Cantaría flores amarillas...

[Melodía de fondo: Flores amarillas]
[Artista: Floricienta]

Se subió con mucho temor a la tarima tal vez no era visible pero sentía miedo, la melodía sonaba y era incapaz de decir nada. La gente la miraba bastante extrañados y un poco enojados pues era el momento que demostrara porque querían escucharla cantar.

Tuvo intenciones de bajarse de la tarima ya no soportaba el miedo...

Pero gracias a la intervención de ciertos dos chiquillos y otros más grandes que corearon el coro de la canción. Ella decidió quedarse para cantar, volvió a mirar la flor amarilla ahora si estaba llena de seguridad y era momento del show...

-El la estaba esperando,
con una flor amarilla.


La flor que tenia entre sus manos de color amarilla se la lanzo hacia al publico. El joven de cabello tricolor quien la pudo recibir se la dio como signo y muestra de su amor a la joven de cabellos rosas con reflejos rojos.

-Ella lo estaba soñando,
con la luz en su pupila.


Corrió con mucha alegría hacia el lado izquierdo de la tarima.

-Y el amarillo del sol
iluminaba la esquina (la esquina)
lo sentía tan cercano
lo sentía desde niña.


Comenzó a caminar en la tarima hasta colocarse en el centro de la misma. Detrás de ella aparecieron bailarines vestidos con ropa de color amarilla y ella prosiguió cantando con una mirada dulce en sus ojos:


-Ella sabia que el sabia
que algún día pasaría
Y que vendría a buscarla
con sus flores amarillas.


No te apures,
no detengas,
el instante del encuentro
esta dicho que es un hecho
no la pierdas no hay derecho
no te olvides
que la vida
casi nunca esta dormida…


El baile era hermoso y la muchacha se llevo sus dos manos hacia su cara para luego quitárselas mostrando una tierna sonrisa.

-En ese bar tan desierto
nos esperaba el encuentro (el encuentro)
ella llego en limusina,
amarilla por supuesto.


Asintió con la cabeza mientras sonríe con picardía e inocencia.

-El se acerco de repente
la miro tan de frente (de frente)
toda una vida soñada
y no pudo decir nada.

Mientras ella cantaba alegremente. Él, es decir, Yami se acerco detrás de ella con un ramo hermoso de flores amarillas y se llevo su dedo índice hacia sus labios queriéndole decir a los espectadores que no le dijeran a Flor que se encontraba ahí.

-Ella sabia que el sabia
que algún día pasaría
y que vendría a buscarla
con sus flores amarillas.

Al terminar de cantar este pedazo del coro dio un giro que provoco encontrarse con la persona que menos esperaba. Estaba asombrada al verlo con esas flores amarillas era verdad lo que decía la canción “Era hora del encuentro” para no provocar tensión con el publico decidió seguir cantando ahora junto a su amado, a su príncipe...

-No te apures,
no detengas,
el instante del encuentro
esta dicho que es un hecho
no la pierdas no hay derecho
no te olvides
que la vida
casi nunca esta dormida...

Cantaba, caminando, saltando de un lado a otro de la tarima, tomando y soltando la mano de Yami quien la miraba con dulzura.

Ambos caminaron hacia la punta de la tarima y se detuvieron para mirarse frente a frente, tomándose de las manos. El le susurro al oído:

-Estas flores amarillas son para usted princesa –se alejo un poco él. A ella no le quedo más opción que recibir dichas flores.

-Flores amarillas...

Ella sabia que el sabia
que algún día pasaría
y que vendría a buscarla
con sus flores amarillas

No te apures,
no detengas,
el instante del encuentro
esta dicho que es un hecho
no la pierdas no hay derecho
no te olvides
que la vida
casi nunca esta dormida…

Los dos se dispusieron alejarse un poco y volver a donde hacia donde había iniciado todo.
Él tomo sus flores amarillas mientras todos los bailarines desaparecieron. Ella se quedo mirando fijamente al público teniendo detrás a su amado nuevamente.

-Ella sabia que el sabia
el sabia ella sabia
que el sabia ella sabia
y se olvidaron de sus
flores amarillas...

Concluyo ella terminando la estrofa de la canción con una sonrisa mientras él príncipe había desaparecido. Ella se limito agradecer.

De repente cayeron infinidades de papelillos amarillos. Los espectadores aplaudieron con fuerza, silbando, gritando, etc...

[Fin de melodía de fondo]

Aclaración:

[1...]

Bien, esto ha sucedido en el fics. Fue cuando Yami conocio a Flor en la espuma y el sitio fue el Come Sabroso. Lo único que cambio fue el formato con el que lo que escribi y algunas que otras palabras dichas en los dialogos.

Bueno, nos vemos
Se cuidan.

Su amiga, hermanita, etc.

Anelys.

 

Re: ¿que pasaria si desde el principio apareciera una chica opuesta a el faraon?

¡Hola a todas!
Aquí viene mis dos hermosos capítulos es por eso que la continuación es mas larga. Y la razón es porque el fics se ta muriendo, el final se esta acercando. Así que espero que les agrade esta doble continuación xD, ya sin mas preámbulos la doble conti...



Un enorme dragón.​

Separación de Yami y Flor. ​

-Fue un sueño, un simple sueño –pensó entristecida ella.

Lo que no sabia es que detrás su yo. Tenía nuevamente aquella figura que la rodeo en un fuerte abrazo del cual estaba consiente que no podría escapar. Ella se sorprendió bastante, él solo se dispuso a darle un beso suave en el cuello

Flor no pudo evitar sonrojarse al tal acto y se giro de forma torpe e nerviosa. Se encontró con esos ojos violáceos cielo (según ella), que poseía su amado. Él le recordó:

-Son para ti... estas flores amarillas siempre le pertenecieron. Recuerda que desde que te conocí nunca te las he podido dar hasta ahora –tomo las manos de la joven dándole a recibir dicho ramo de flores para luego sonreírle.

-Eso quiere decir que usted... quiere decir... que seremos felices –soltó ella un tanto confundida pero con una sonrisa llena de dicha.

-Yo diría... que si –respondió él con una sonrisa.

Basto solo eso para que los dos acercaran sus labios para darse el beso que completaría el encuentro.

Aunque ese beso nunca llego. El lugar se torno a oscuro. La tarima se empezó a romperse por la mitad separando a los dos enamorados.

-¡Flor! –grito con fuerza el nombre de su amada él.

-¡Don creidito! –pronuncio con fuerza el apodo de su amado.

En medio de la tarima rota salió un enorme dragón de color rojo quien hizo que la gente se asustara más de lo que ya se encontraba. Pero lo que mas sorprendió a todos, en especial, a Flor, es la persona que controlaba al inmenso voluminoso dragón. No podía creer que era... esa joven de ojos azules, esa amiga...

-Tea, no entiendo, ¿Por qué lo haces? –pregunto entre pausadamente la joven confundida.

-No daré explicaciones de mis acciones –respondió secamente la muchacha.

Entre la gente asustada, salió una joven realmente hermosa de cabellos rubios quien no dudo un solo instante en acercarse a la tarima, sin subir a ella. Y solo dijo unas breves palabras:

-Me agrada verte así Florencia –aplaudió con mucha satisfacción, al sentirse satisfecha de todo lo que le pasaba a su gran enemiga.

-Tú eres la que estas detrás de todo esto... ¿Mía Marina, que quieres de mí? –interrogo Flor, entre lagrimas que empezaban a salir de sus ojos a la rubia.

-Solo verte sufrir, es claro –contesto ella.

-Por favor, ya no hay nada que me impida ser feliz, te lo suplico, permíteme serlo –pedía con mucha tristeza la muchacha.

-NO, ¿Por qué tu si puedes ser feliz y los demás no?. Florencia tu sabes que Tea esta enamorada de Yami, lo ha esperado hace años, déjala ser feliz a ella –propuso la rubia.

La joven de cabellos castaños rojizos dirigió su mirada hacia la joven de ojos azules. Ella tenía entre sus brazos a Yami, quien yacía dormido o mejor dicho desmayado, en la mirada de esa joven se podía ver una tristeza enorme y amor por ese hombre.

-Yo... no sé que hacer –titubeo con remordimiento ella.

Es que amaba a su príncipe, ¡Diablos!, pero era dejar que una persona fuera feliz con su amigo, con la persona que siempre la amo y... en verdad si no dejaba que Tea fuera feliz, tal vez no ahora; pero mas adelanta sentiría un inmenso remordimiento que le comería el alma.

-Si no dejas que las cosas sucedan por las buenas, este enorme dragón los matara a todos –añadió la rubia con amenaza.

-No serias capaz... ¿Oh si? –dice confundida muchacha.

-No tientes a la suerte Flor.

Al decir estas palabras el enorme dragón respiro con mucha fuerza saliendo humo del orificio de sus narices.

-¡AH! –grito la gente aterrada al ver lo que hizo el dragón.

-De acuerdo, será así entonces -acepto la florcita- .Amo a don creidito, eso es seguro, pero más importante son las vidas de estas personas y mis chicos. Yo se que todo estará bien –pensó con una enorme tristeza que no tenia nada que envidiarle lo gigantesco al voluminoso dragón.

Repentinamente desaparecieron la mujer que estaba detrás de todo lo que hacia Tea, la nombrada, el enorme dragón y el hermoso príncipe. El lugar quedo bañado en humo.

Las personas salieron inmediatamente corriendo pues se hallaban muy asustadas y no es para menos, no es nada común que aparezca un enorme dragón en medio de una celebración y desaparezca misteriosamente.

Los chicos (amigos) de Flor se quedaron inmóviles, no podían moverse, parecían estatuas vivientes. Había asombro. Había miedo. Había tristeza, porque segundos atrás todo era tristeza, luego cuando todo se arreglo. Aparecen dos jóvenes llevándose de su lado a su amigo, a su amor, al faraón. Y destruyendo todo lo que se había arreglado.

La joven ojos mieles cayo de rodillas al suelo, sus ojos se volvieron espejos brillosos y nublados. La felicidad le duro tan poco, tan poquito que no hubo tiempo ni siquiera de disfrutarla. Su mirada se fijo inconscientemente en las flores amarillas, en esas hermosas flores. De su boca solo salió:

-Todo acabo... –con una enorme tristeza lanzo las flores amarillas sobre la tarima. Estas se destrozaron, prácticamente se hicieron añicos. Ella solo tomo un pétalo de las mismas.


[Melodía de fondo: Un enorme dragón]
[Artista: Floricienta]

Unos días después...

En la habitación mas importante de la casa de Anelys...emm y según es importante porque es la habitación de ella, por ser la niña de la casa.

Sentada sobre la cómoda y acogedora cama, se hallaba una joven de unos dieciséis años de edad, cabellos castaños rojizos, unos ojos mieles que anteriormente habían tenido vida y ahora solo tenían tristeza.

¿Es que acaso todo tiene que ser tristeza?, ¿Es que acaso no existe la felicidad para mí?, ¿Es que acaso no puedo amar?, se preguntaba ella.

Escribía sobre unos papeles una notoria carta sobre el suelo habían infinidades de papeles arrugados, al parecer las palabras no le salían. Tomo entre sus manos la guitarra que había reposado desde hace buen rato sobre la cama. Comenzó a tocarle y a cantar:

- Cuantas promesas se van con el tiempo
hoy yo me ahogo en un mar de recuerdos-

–coloca sobre la cama la guitarra que hace momentos comenzó a tocar y volvió a lo que estaba, a tratar de escribir algo y prosiguió cantando:

-Yo construía un castillo de sueños
que pronto se derrumbo-

–arrugo la hoja de papel y la tiro en el suelo con lagrimas en los ojos, realmente había llorado demasiado y hasta mas no poder.


-Cuando te vi en aquel bosque encantado
un duende me dijo: que tú eras mi príncipe azul
como si fuera por arte de magia
llenaste mis días de luz-

–por su mente se poso la imagen de cuando se reencontró con Yami, cuando pensaba que le hacia daño a los chicos con su presencia, cuando él se dio cuenta que era la persona que tanto espero. Ella sonrió.

Pero todo acabó
ya nada quedó entre los dos
porque como en un cuento un enorme dragón
nos robo el corazón
Por favor donde estás
tu eres mi otra mitad
siempre estaré esperando
yo sé que algún día regresaras
lalalala, lalalalalalalalalalalala,
Algún día regresaras-

–se levanto de la cama y salió corriendo de la habitación. Recordando el momento que esas dos mujeres y ese enorme e inmenso dragón los separo pero teniendo esa esperanza de que él regresara...

-.Y nuestra historia se pierde a lo lejos
no encontrare tu mirada en secreto-


–Entro con cuidado al baño, necesitaba mirarse en el espejo, verse como estaba ahora. Fue fatal, fue terriblemente fatal. Encontró en ese espejo la mirada del muchacho pero esta no tardo en desaparecer

-Y dibujando mi olvido en silencio
con el color de un adiós-


–tomo la crema dental y la estrujo contra el espejo. El pobre que no tenía la culpa quedo todo empapado de crema.

-Yo me invente todo un cuento de hadas
pero al final nos ganó esa bruja tan cruel
lo que soñamos quedó en el olvido
y todo tu amor se perdió-


-tiro con fuerza la crema sobre el suelo. Salió rápidamente del baño, corrió, corrió cantando esa canción...sufriendo en carne viva la pérdida que hoy más que nunca sentía... aun así, algo era seguro, sentía y sabia que él regresaría a su lado.

- .Pero todo acabó
ya nada quedó entre los dos
porque como en un cuento
un enorme dragón
nos robo el corazón
Por favor donde estás
tu eres mi otra mitad
siempre estaré esperando
y yo sé que algún día regresaras.

–caminando sobre las escaleras, sentándose un instante sobre las mismas. Recordando, recordando... y recordando aquellos momentos que había vivido con su amado príncipe...





-Yo no le debo una disculpa a nadie y menos una disculpa a una persona como tú –afirmo él muchacho con severidad.

-Le cuesta tanto pedir una disculpa –dijo la joven de cabellos castaños a él ojos violáceos dirigiéndole una mirada llena de tristeza.

-Nunca he tenido que pedir una disculpa... digamos que soy una persona muy grande para decir esas cosas –explico él con la misma severidad.

-Claro, ahora entiendo que para usted es difícil pedir una disculpa. Tranquilo, no lo haga. Yo me voy, no deseo, no quiero seguir teniendo trato con una persona que le cuesta tanto pedir una simple disculpa –replico ella con resignación y profunda tristeza.




-Mini-faraoncito -susurra el apodo de su amado mientras se hinca ya que este se encontraba desmayado en el suelo- Estoy acá con usted –con su mano derecha acaricia con suavidad el rostro del muchacho.

Ella acercaba lentamente sus labios hacia los labios del joven desmayado. Tenia la intención de besarle, aun así, este despierta y dice con una sonrisa:

-Hola -saludo con una sonrisa- .Me alegra despertar y la primera cosa ver seas tu florcita, gracias –le declaro mientras con ayuda de la muchacha se levantaba.

-¿Gracias, por qué? –pregunto confundida ella.

-Por ser tan buena, hermosa e ingenua (en el buen sentido) –contesto él con una sonrisa tierna en sus labios.



Cuando termino de recordar. Se incorporo y continúo caminando sobre las escaleras. Lagrimas inundaban sus mejillas realmente se sentía devastada.

Cuando iba a continuar cantando el coro de la canción. Unas voces se adelantaron a ello:

-Pero todo acabó... –esas voces salieron de los lados izquierdos y derechos de la sala. Ya que la escalera estaba en el centro de misma. Esas personas que cantaban eran nada más y nada menos, que los amigos de Florencia, sus chicos.

Florencia bajo con lentitud de las escaleras y tomo las manos de las personas que tenían en sus lados, mientras que los mismos también tomaban las manos de las personas que tenían a su lado y volvieron a continuar cantando el coro de la canción:

-Ya nada quedó entre los dos
porque como en un cuento
un enorme dragón
nos robo el corazón
Por favor donde estás
tu eres mi otra mitad
siempre estaré esperando
y yo sé que algún día regresaras
lalalala, lalalalalalalalalalalala,
Algún día regresaras.
Regresaras...

[Termina música de fondo]

-Gracias chicos –agradeció ella con tristeza.

-No te preocupes Flor, ya veras como Yami regresara a tu lado –dijo la joven de cabellos rosas con reflejos rojos para animar un poco a la muchacha.

-¡Claro que si!, además yo se que Tea no es tan mala. Ella sabrá que Yami debe estar a tu lado Flor, para ser feliz –aseguro el muchacho con figura similar al amado de Flor.

-Es más que claro, Yugi tiene toda la razón. Yo se que Yami las prefiere mas bajita no altas –dijo con tono burlesco Tristan. Todos se rieron ante tan comentario.

La risa no duro tanto. Todos tenían un rostro lleno de asombro, de felicidad, y Flor, quien los estaba mirando a todos no entendía porque...ella decidió girarse para entender que sucedía. Y al encontrarse con lo que sus amigos veían, se asombro, se lleno de tristeza, ¿Se lleno de rabia?

Cosas que odio de vos.​

El amor y el odio.​

-¡Yami! –exclamaron con una sonrisa grande en sus labios. Aunque a decir verdad se sentía incómodos por las acompañantes que tenia a su lado. Y extrañados mas aun por la persona que residía en sus brazos. Sin embargo eso no les permitió acercarse a él y abrazarlo con cuidado. El muchacho les sonrió.

-¿Qué significa esto? –pregunto con confusión la joven de cabellos castaños al ojos violáceos.

-Es nuestra amiga Lola, ¿Acaso no la recuerdas? –le recordó él.

-Claro que la recuerdo a la perfección. Lo que no comprendo es: ¿Por qué esta con usted? –dijo una confundida Flor.

-¿Hasta cuando no los pensabas ocultar? –dice con cierto rencor el muchacho.

-¿Qué?, no entiendo a lo que se refiere.

-A no entiendes, te vas a ser la tonta conmigo. ¿Por qué rayos no me dijiste que Lola tenía sida? –pregunto realmente molesto.

Los demás presentes. Aquellos amigos no sabían nada de que Lola tenía sida, desconocían esa verdad. Todos ellos estaban impactos y posaron su mirada en Flor. Ella se limito a preguntarle al muchacho:

-¿Cómo lo sabe?

-Tea, mi amiga, me dijo esta verdad tan oscura -contesto él- .Ahora me doy cuenta la clase de persona que eres Flor.

-Flor, ¿Es verdad lo que dice Yami? –preguntaron al unisonó todos sus amigos. Ella solo se quedo en silencio. A lo que Yami dijo:

-Su silencio respondió su pregunta.

-Y después dice que nosotras somos las arpías, las brujas... –añadió mas leña al fuego una de las acompañantes de Yami la cual era rubia.

-No es cierto lo que dices Mía Marina, yo me niego a creer que Flor nos allá engañado todo este tiempo con algo tan grave –dijo con confusión la joven parecida a Flor.

-No es necesario que discutamos mas, ya es obvio el engaño. Vámonos ya, Yami –propuso una de las acompañantes de ojos azules y cabello castaño.

-Tea tiene razón, es mejor retirarnos –acepto Yami.

La muchacha que este tenía entre sus brazos. Abrió con lentitud sus ojos y lo primero que vio ante los mismos, fue los ojos rabiosos que tenia Yami. Ella se lleno de temor. Él dirigió su mirada hacia la de ella y la bajo con cuidado para que sus pies tocaran el suelo.

-Gra-ci-as –agradeció tartamudeando y tímidamente la muchacha.

-Ahórrate tus gracias –replico él.

Tímidamente la muchacha se acerco hacia donde estaba Flor. Disculpándose por todo lo que acontecía. Ella solo le regalo una sonrisa tierna y la joven se limito a colocarse detrás de ella.

Los amigos de Flor, queriendo en creer en su amiga. Nuevamente le preguntaron:

-¿Es verdad lo que dice Yami?

-Si...

Quería explicarles cual había sido su razón de callar por todo este tiempo. Sin embargo, ellos llenos de rabia por sentirse aislados, porque ella su amiga no confiaba en ellos, por mentir con algo tan grave... ellos solo aceptaron a lo que Yami les había propuesto en silencio, sin que las dos jóvenes pudieran escuchar.

Flor por sentirse rechazada, aislada, decidió preguntarles:

-¿Qué pasa con ustedes?, acaso... acaso no me darán ni el beneficio de la duda, ni decirles el porque de mi mentira.

-No Flor, nos sentimos traicionados por ti –respondieron todos ellos.

-¿Y usted don creidito... quiere que todos mis amigos sean mis enemigos?

-Estas en un error -respondió él acercándose hacia donde estaba Flor- .Yo seria incapaz de poner a mis amigos, a nuestros amigos, como tus enemigos. Aquí la que mintió fuiste tú, no yo.

-Me gustaría que al menos escuchara porque mentí –dijo con un tono triste en su voz.

-No me gusta las mentiras Florencia cuando son verdaderamente graves, como esta. Éramos amigos. Desconfiaste de nosotros, nos engañaste con algo tan grave, como esta enferma. No fuiste capaz de decirnos nada para al menos ayudarte con esa muchacha que ahora esta detrás de ti. Esa muchacha de nombre: Lorena.

-Es verdad, usted sabe la verdad, pero a medias. No les dije porque ella estaba enferma porque sabía que reaccionarían así, despreciándola. Además yo solo quería que ella fuera feliz.

-No te creo nada Florencia, muy tarde llego tu sinceridad. Ustedes son unas traidoras de seguro en este instante mis amigos están enfermos, gracias a ti -apunto con su dedo índice a Flor, con frialdad- .No quiero verte nunca mas en mi vida. ¡Maldigo el día que te conocí!

Eso dejo atónita a Flor. Lagrimas salían de su rostro mientras su mirada congelada no se apartaba de los ojos de su “amado”, el cual la odiaba.

Él la amaba, eso era más que seguro. Pero al sentirse traicionado por la mujer que amaba, al sentir que ella era incapaz de confiar en él le molesta. Y más aun, en una cosa tan grave como era una enfermedad con el “sida”, cosa que no tenía cura.

Tal vez Flor había hecho mal al engañar a sus amigos y no quererles decir la verdad sobre “Lorena” o Lola, como ella decidió llamarle. Aun así, ella quería que esa muchacha fuera feliz mientras los días, meses, años que pudieran quedarle.

El saber que gracias a su mentira, había perdido a sus amigos, a su príncipe la hacia sentir verdaderamente mal. Aunque no sabia el porque pero su corazón comenzaba a sentir algo... comenzaba a sentirse decepcionada por el amor de su vida, al sentir ese odio que los envolvió desde el primer día que se conocieron. Un odio que se mezclaba con el dolor.

[Melodía de fondo: Odio de vos]
[Artista: Floricienta]

Ella ya mas “calmada”, cosa que no era cierta. Decidió decirle a Yami:

-Lastima que siempre se deje llevar por su odio. Le aseguro que en toda mi vida no había conocido a una persona a la que pudiera amar y odiar al mismo tiempo.

-Eres correspondida.

Sus miradas llenas de odio, llenas de tristezas, llena de amor... se cruzaron. Se miraban fijamente ninguno se atrevía a parpadear, como que el que si lo hiciera perdería ese juego de mirada.

Hasta que la joven de cabellos castaños rojizos comenzó a cantar:

-Nunca pensé que encontraría
Alguien distinto como vos
si fue difícil el encuentro
conocerte, conocerte fue un error.

En tantas cosas yo te odio
que me hace mal estar con vos
quisiera tenerte muy lejos


–la muchacha empujo con fuerza al ojos violáceos. Colocándose detrás de él. Ambos, espalda dándose la espalda. Ella continúo cantando:

-Olvidarme, olvidarme de quien sos

–sus ojos se llenaron de inevitables lagrimas mientras se llevaba una de sus manos a su frente.


-Odio de vos tu sonrisa ganadora
esos ojos verde cielo
y tu forma de mirar
odio de vos como se mueve tu boca
lo que siento si me rozas
lo que dices al hablar.


–ella se gira al igual que el muchacho para mirarse ambos. Inevitablemente en esos ojos, en lo más profundo se veía un profundo amor.

-Odio de vos que no te odio
ni un poquito
que me gustas y que ya no puedo mas
porque creo que te amo
mas que a nadie
mas que a todo yo te amo
yo te amo no te odio.

–termino de cantar ella. Recuerdos inundaron las mentes de los dos enamorados... recordando todo lo que habían pasado. Todas sus peleas, todo el amor que se llegaron a mostrar en su momento...

Él muchacho comenzó a cantar:

-Me pasan tantas cosas juntas
Que se me parte la razón
En mi cabeza yo te odio
Y mi corazón mi corazón esta con vos


–se lleva una de sus manos hacia su pecho para luego señalar con la misma a la muchacha.

-Será el comienzo de una historia
Será tal vez un gran amor
Es tan intenso lo que siento
Es tan grande es tan grande esta pasión


–mientras cantaba se acercaba a ella caminando. La muchacha retrocedía a cada paso que él daba hacia ella.

-Odio de vos esos bucles de princesa
Esa risa que es tan fresca
Tu carita de muñeca
Odio de vos tus colores estridentes
Y tus tules y tus flores
Tan hermosa y diferente.

–se acerco a ella y acaricio con suavidad una de sus mejillas. Tomo con suavidad la mano derecha de Flor. La muchacha y el joven comenzaron a cantar juntos:

-Odio de vos que no te odio
Ni un poquito que me gustas
Y que ya no puedo mas
Porque creo que te amo mas que a nadie
Mas que a todo
Yo te amo yo te amo no te odio.

–el muchacho tenia recostada su nariz en una de las mejillas de la joven e igualmente ella. Los dos tenían una mirada triste y sus ojos parecían espejos nublosos.

Él comenzó a cantar solo nuevamente y soltó la mano de la muchacha. Prosiguió su camino dirigiéndose hacia donde estaban sus amigos:

-Odio de vos esos bucles de princesa
Esa risa que es tan fresca
Tu carita de muñeca
Odio de vos tus colores estridentes
Y tus tules y tus flores
Tan hermosa y diferente.


-Flor se giro para ver a su amado. Él también se giro. Sus miradas nuevamente se encontraron. Más sin embargo ya estaban un poco alejados.

Sus amigos se dedicaron a observarlos a ambos. Ellos nuevamente volvieron a cantar juntos:

-Odio de vos que no te odio
Ni un poquito que me gustas
Y que ya no puedo mas
Porque creo que te amo mas que a nadie
Mas que a todo
Yo te amo yo te amo no te odio.

[Termina la melodía de fondo]

-Debería escucharme... –dice con tristeza.

-Vámonos muchachos –ordeno el muchacho mientras se disponía a irse de ahí y los demás le seguían. Ignorando completamente a Flor.

Mientras ellos salían como un ejército de militares: en silencio y en orden. La joven de cabellos castaños caía de rodillas al suelo inevitablemente llorando.

Lola solo la miraba con profunda tristeza y sintiéndose culpable de su dolor.
Continuara...
Si no entienden algo, haganmelo saber.
Bueno, nos vemos.
Se cuidan
Su amiga, etc...
Anelys.