No suelo ser vengativa, si acaso dejo de hablarle por ese día, pero al otro como si nada. Creo que la venganza me perjudicaría a mí más que a la persona a la que se la daría, porque estoy segura que el remordimiento no me dejaría en paz. ¿Débil? ¡No! Fuerte, porque muchos pueden dejarse llevar por su ira, mas controlarla es donde está la fuerza.
En mi inmadures, solía hacer la más infantil de todas. Aplicarle la regla de hielo; no hablarle a esa persona. Pero sí, al final termino haciéndolo pues en realidad no es una verdadera venganza. ¿Qué perdia esa persona? ¿Qué ganaba yo? Nada. Pero debo contar algo, una experiencia personal, actualmente cuando hablan mal de mi o me doy cuenta que alguien está hablando chismes, sí, me enojo evidentemente, pero no hago nada malo, mi venganza suele ser demostrar lo contrario que esa persona ha dicho. Tampoco ser grosero o malo con ella, seguir como si nada, normal. En resumen, quiero que mi venganza sea avergonzar a es persona y demostrarle a esa persona como a las personas a las que le contó esos chismes que, fue una persona mentirosa. El(la) será quien se vea mal, no yo.