—No puedo — Me soltaste la mano y te echaste hacia atrás, rechazando mis labios que te buscaban. Yo estaba paralizado entonces y te miraba a los ojos, los mismos que hace unos minutos me dejaron hundirme en ellos. ¿Qué más importaba el mundo en ese pequeño cuarto de adolescente? La radio sonaba en el fondo y nos evitaba el silencio incómodo. Tantos años de infancia compartidos, tantas peleas de niñatos y tantos llantos juntos, todo para culminar en éste momento, en éste preciso instante donde te miro a los ojos y ya no veo a la persona de antes, ahora algo ha cambiado y mi corazón late más fuerte cuando te veo y sé, porque lo sentí hace unos momentos acostado en tu pecho, que el tuyo también. Entonces qué más da la gente, qué más papá y mamá si ahora sólo tú y yo sobre la cama en un día de verano, como acostumbrábamos desde hacia años, pero aquel día fue distinto, porque te vi a los ojos y tú viste a los míos y no vimos nuestros rostros, sino que llegamos al alma y en un suspiro nos fuimos cayendo de la realidad. Mi mano se encontró con la tuya y los dedos se peleaban suavemente en otra batalla mientras sonreíamos sin advertirlo y entonces me acerqué lentamente para acostarme en tu pecho, que se sentía cálido como lo llevaba imaginando desde hace tiempo. No necesitamos palabras, pero ahora entre la música aparece tu "no puedo"... y entonces, ¿qué más da? ¿puede esto estar mal si se siente tan bien? Te miré un poco más y una lágrima corría por tu mejilla. Mi pulgar se encargó de ella y nuevamente me acerqué y entonces respiraste profundamente como quien va a entrar al agua temiendo ahogarse y así fue, nos ahogamos en un beso, en un beso profundo, sin tiempo, sin mundo, sin nadie que nos apuntara, sin nadie juzgando eso que llamamos entonces amor y que como tal lo vivimos. Recuerdo que nos quedamos viendo el techo y yo en tu pecho largo rato después de aquello, mientras tú me acariciabas el pelo. Recuerdo también que te fuiste al día siguiente con tus padres y que no pude despedirte con un beso, como quería, pero sí recuerdo que ambos lloramos dulcemente en un abrazo que no queríamos acabar.
Ummm, primero que nada, no es un Microrrelato. Tiene más de 100 palabras, es un drabble. ME gusta tu relato, la forma en qué lo narras, llena de sentimiento y cariño. Peeeeeeeero, no entiendo el porqué de la separación, porque, lo dejas al aire, ¿lo hace porque algo cambió en él? Como relatas en algunas partes, ya no es lo mismo, su mirada cambió, ¿entonces porqué llora? ¿Y porqué se va con sus padres? Bueno, en fin, fue lindo leerte. Comentarios. V.2
En realidad, el número de palabras es referencial, por lo que queda a mi criterio la clasificación y, puesto que el escrito tiene una estructura tal, es más cercano a un microrrelato que a un drabble :) Gracias por leer!