Para ti @spirity Es todo tuyo, puedes hacer lo que desees con él :3 ¿Por quién vives? — Inuyasha ¿Eres feliz? — preguntaba la sacerdotisa con cierto aire de tristeza en su mirar. Sentados en el prado donde tantas veces se habían reunido a platicar acerca de sus vidas, el ocaso estaba a punto de comenzar. —Claro Kikyou , contigo ¿cómo no iba hacerlo? —su tono de voz era tan dulce pero guardaba cierta duda. ¿De verdad él era feliz con ella? Su existencia y su alma le decían que sí pero el corazón le recordaba algo, algo que no tenía que olvidar. —Me alegro que así sea Inuyasha— ella se acercó y colocó su cabeza en el hombro del oji-dorado. Estaba seguro que si lo hacía feliz, el solo toque de su cuerpo le hacía saltar una chispa que recorría desde la punta de sus orejas hasta sus pies. Sí, ella lo hacía inmensamente feliz pero ¿qué era lo que faltaba? ¿qué pedía su corazón? —¡Hermana, hermana! ¡Corre… la aldea! — gritaba Kaede entre sollozos mientras corría al encuentro de los dos jóvenes. Al llegar solo dedicó una mirada fugaz al hanyou e ignorándolo abrazó a su hermana y suplicó que fuera a la aldea pues un monstruo acababa de atacarla. —Quedáte aquí Inuyasha— pidió Kikyo mientras se alejaba sin vacilar con el arco entre sus manos y la pequeña Kaede a su lado. Siempre era lo mismo, nunca le dejaba participar en asuntos relacionados con su hogar. Aún si eso significaba poner su vida en peligro. Una ráfaga de aire acarició el semblante de la joven que se alejaba a paso lento. El viento sacudió sus cabellos, ondeándolos mientras estos se transformaban en una maraña de cabellos alborotados, sueltos. Las mangas blancas y los pantalones rojos fueron sustituidos por una rara vestimenta color verde y blanco. ¿Qué le estaba pasando a Kikyo? Inuyasha trató de acercarse pero los pies se le iban haciendo más pesados. El viento no solo cambio su vestuario, si no su figura y voz también. —Inuyasha— la voz era tan parecida pero tan distinta a la vez, más cantarina, más llena de energía —Inuyasha— volteó a mirarlo dedicándole una sonrisa ¡Por dios! El rostro parecía más lleno de vida y esa era una sonrisa que le descocía…Su corazón latió fuertemente. Y despertó Parpadeó un par de veces para ajustar su vista a la luz que se le imponía, sintió su cabeza encima de algo o alguien. —¿Te das cuenta sin quién no puedes vivir? —ajustó su vista que aún era borrosa, un cabello negro como la noche estaba frente a él. —¿Izayoi? —preguntó angustiado en voz baja —¿Ma…má? —dijo en apenas un susurro. Quería asegurarse pero la vista nublada se lo impedía. —¿Por quién vives Inuyasha? —repitió la mujer. Cerró los ojos con fuerza una vez más para posteriormente abrirlos de nuevo y verla claramente— ¡Inuyasha! —la voz ya no era la misma y el rostro ya era distinto. —Kagome— susurró en voz baja cuando la miro a los ojos.
Awwww ;-----; La confusión haciendo añicos a InuYasha, pero no lo culpo, no lo hago... Se puede ver como aquí en tu escrito como al final el hanyou escoge a Kagome en cierto modo, el sueño de Kikyou transformandose en Kagome es la más clara prueba, reforzándose con la visión borrosa de su madre y su pregunta al final, para que entonces el rostro de la miko le golpeara contra sus ojos como si la respuesta se alzara frente a ellos. Es tristemente hermoso. Buena narración, me gustó el escrito c:
Ains, pobre Inu con sus enredos mentales, siempre lo fuerzan mucho :C Y sí, da alusión a que escogió a Kagome, y asdf, me da demasiada ternura. En serio. Ver a su madre, Dios, eso debió haberle hecho pedazos, ¡a mi lo hizo! Me gustó donde lo ubicaste al principio, por que lo ubicaste en un punto de la historia, no en un bosque o divagando en equis lugar, eso es nuevo, agradable. Chocar así contra lo que de verdad quiere, lindo Inu que tuvo una epifanía <3 Por cierto, acá quedé enredada: @—¿Te das cuenta de sin quién no puedes vivir? —ajustó su vista que aún era borrosa, un cabello negro como la noche estaba frente a él." A lo subrayado no le hallo sentido e.e Creo que el de se te escapó.