Microrrelato ¿Motivación...?

¿Por qué de pronto perdemos la motivación?

¿Alguna vez te ha pasado?

Has estado todo el día en el sillón y lo único que parece querer hacer tu cuerpo es dormir, escuchar música, o solo pensar, los momentos mayores de ocios es cuando ni siquiera los usas para crear, filosofar, poner a prueba tu imaginación.

Allí cuando yaces sin nada en la mente, solo burbujas que viajaban por tu sistema nervioso, ni siquiera la televisión te emociona, los latidos de tu corazón parecen lejanos y el solo hecho de tal vez tomar un cuaderno parece una mala palabra, una mala acción, es algo m.a.l.o.

Porque cuando no tenemos sueños simplemente dejamos de buscar, de intentar satisfacerlos, abandonamos la búsqueda para solo movernos como zombies, tal vez ese es el problema, que muchos lo somos y que tal vez no tenemos las oportunidades que deseamos, o por miedo no queremos tomar el rumbo que debe ser creado por nosotros, y sólo para nosotros porque a la mierda con el destino, nosotros lo construimos, lo atrasamos y no llegamos a la menta, entonces:

¿Ese era el destino?



-Púdrete –porque no iba a hacerlo, sentado frente a la caja registradora pensando en lo bien que olía la comida, el sofrito de cebolla con mantequilla, y la comezón de sus dedos por sentir el sartén balancearse por sus dedos, ahí frente a la caja registradora mandaba a la mierda el simple trabajo de cajero para cumplir su sueño de chef, porque si te gusta, puedes y tienes facilidad ¿Por qué no hacerlo? Y que se pudran los demás es lo que tú piensas, sientes que debes y sabes hacer…¿Por qué hacer lo contrarío?

¿Por qué dejarte llevar por esas reglas de seguridad?

¿Por qué estudiar algo que no te gusta?

¿Por qué sentarte en un escritorio cuando puedes vivir en cualquier lado y comer cualquier mierda?

¿Por qué dejarnos llevar por nuestras mentes retorcidas de querer encajar y ser iguales a los demás?

¿Por qué queremos encajar?


Hola a todos. Es un placer para mi exponerles mis ideas, por favor dejen sus comentarios y críticas. No sean tan duros. Disculpen las malas palabras. No siempre censuramos lo que pensamos.