¿Juguemos…?

Tema en 'Relatos' iniciado por The only exception, 19 Septiembre 2012.

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    The only exception

    The only exception Iniciado

    Aries
    Miembro desde:
    16 Septiembre 2012
    Mensajes:
    22
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    ¿Juguemos…?
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    582
    ¿Juguemos…?
    Era extraño como si una patada hubiera dirigido a su estomago, ¿podría ser así? No estaba pensando en lo que la profesora escribía, sus ojos marrones estaban clavados en el celular, en las letras allí reflejadas.
    “Buenos días bonitaJ
    Era como una patada a su estomago y un susurro a su corazón, un leve sonrojo se pobló en sus mejillas blancas como la leche.
    No estaba acostumbrada ni mental ni físicamente par sentirse así, no era amor tampoco amistad.
    — Mírale la cara de felicidad— Levanto la vista y se encontró con la cara sonriente de Tamara, sonrió levemente y guardo su celular en el bolsillo, y de repente sus dos amigas la miraban.
    — ¿Te gusta?— La chica abrió los ojos con sorpresa, no esperaba esa pregunta de Paula.
    — No, me agrada— Ellas sonrieron levemente sabían que la chica mentía, y con nerviosismo clavo sus ojos en el pizarrón.
    “Eres linda, tu amiga te presento el más feo”
    Leyó el mensaje con nerviosismo mirándose al espejo de su baño, unos ojos chocolate se cruzaron con los suyos, miro su cabello castaño largo cayendo en cascada su piel lechosa, luego miro las fotos del chico, ella no era hermosa, sin embargo algo de Federico la atraía.
    Rio con lentitud ante la tontera de aquel muchacho y algo paso…
    “Que tonto eres, me gustas”
    Miro su mensaje un grito nervioso salió de su boca, se tapo la boca y vio como en la pantalla señalaba que estaba escribiendo para contestarle, cerró los ojos insultándose a sí misma.
    — ¡Contesto!—Miro la pantalla una extraña emoción la invadió.
    “¿Por qué tonto? -.- tú también me gustas :D”
    Rio feliz mientras se acostaba en las baldosas del baño, era la primera vez que alguien le decía o mejor dicho escribía eso. Nerviosa escribió algo para que cambiaran de tema.

    Federico iba al colegio nueva america, ese nombre le sonaba totalmente, una de sus amigas se había pasado allí cuando iban a la primaria, miro a su madre que cocinaba en la cocina, su poco conocimiento de calles no le permitía adivinar donde era aquella escuela.
    — Ma ¿Dónde queda el nueva america?— La mujer se giro observándola de reojo.
    — ¿para qué quieres saber? es un colegio de negros.
    La chica observo impresionada a su madre— Por nada es que tengo un amigo ahí.
    — Marianela no pago más de 900 pesos al mes para que te juntes con ellos y estoy segura de que ninguna de tus amigas apuntaría para allá.
    Su boca quedo abierta ante el argumento de su madre ¿sería cierto? Miro la pared encandilada.
    El viernes llego sin esperas, ella en un vestido blanco con millones de argumentos.
    “Ese colegio es de negros””Solo los pobres van allí””la enseñanza es malísima””tus amigas no saldrían con nadie de allí”
    Vio al muchacho parado contra un árbol, se dio media vuelta y se fue.


    “Digamos que fuera cierto ¿no quieres jugártela?” leyó el mensaje nerviosa en su cama, ¿Cómo pudo haberlo hecho?
    Cerró los ojos y los volvió a abrir, nunca sabría como pudo haber sido.

    Tres años después

    Los cabellos castaños atados en una coleta, los libros de universidad en un brazo y el camino de hojas otoñales abriéndose paso.
    — ¿Flor?— La chica se giro.
    — Federico.
    Lo vio allí parado el cabello castaño corto una sonrisa lucida en la cara y con un anillo en la mano.
    Una extraña tristeza le invadió el corazón.
     
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