¿ángel O Demonio Del Tenis?

Re: ¿ángel O Demonio Del Tenis?

Ignóren esto :silbar: post repetido, lo siento^^
...
espero que les guste la conti^^
...
Nos vemos!!!!!!
Portece mallllll;)
Gambatte ne!!!!

*¡Sayonara minna ~~!*

 

Re: ¿ángel O Demonio Del Tenis?

Capítulo. 22​

El ángel de la guarda. ¿Atobe en la Seigaku?​

Syusuke entró a los camerinos, feliz por haber hablado con su hermano Yuuta en la mañana, quería bastante a ese maldito (con cariño).
— Gris, ¿Te sientes bien? — preguntó sorprendido, al ver a Gris sentada en una banca y perdida en un punto tal vez interesante del suelo, estaba cabizbaja, sombría.
— Syusuke, no me hables — dijo ella desganada completamente.
— ¿Todavía sigues molesta? — preguntó preocupado el Genio acercándose a ella. Ella volteó a verlo y se quedó mirándolo un buen rato antes de hablar.
— Syusuke, ¿Te han dicho alguna vez que eres un ángel? — preguntó para sorpresa de Fuji que la miraba extrañado.
— No, pero…— intentó decir. A Gris le pasaba algo de eso no tenía ninguna duda.
— Sí, ya sé ¿Ángel o humano?, pero… eso no es lo mismo que afirmar que eres un ángel. — dijo perdiéndose en la sorprendida mirada del Genio, que ahora levantaba las cejas, gesto que como dije antes Gris adoraba.
— Si quieres puedes contarme lo que te pasó o bueno porque estás así, ¿Tan malo fue que tomaran tu raqueta? — dejó la mochila en la banca pero aún permanecía de pie. Gris se levantó y lo abrazó, era un abrazo fuerte, caluroso con mucho afecto y Syusuke así lo sintió, al instante advirtió que estaba llorando inexpresiva, como si hubiera aprendido a llorar sin expresión, ya no había duda, algo le estaba pasando. Al momento recordó esa mirada, sí, ya no tenía dudas ella era la muchacha a la que vio el otro día, su corazón se llenó de inmediato con una felicidad enorme al encontrarla por fin, ¿Pero si siempre estuvo allí Cómo no se dio cuenta antes?
— Syusuke, no estoy llorando por mi raqueta — mencionó soltándolo y dándole una sonrisa falsa al Prodigio.
— ¿Entonces? … — indagó éste entre preocupado pero regalándole una sonrisa.
— Aún sigo molesta contigo, pero supongo que debe ser así, te preguntaré algo ¿Te gusta mi hermana?
— ¿Ah? — se sorprendió el Genio. A Gris le encantó ese gesto, pero estaba triste. Syusuke se acercó a ella le acarició el rostro, secándole unas lágrimas — Gris, no pienses en eso ahora.
— Pero…
— Gris, tu hermana le puede gustar a cualquiera, pero tú eres preciosa para mí…
— Gracias, bueno… debo ir al baño, ya sabes, cosas de chicas. “Preciosa, no me digas así, eso sólo me recuerda más a él” — pensó.
— Pero… — la vio alejarse, él se preocupó, tenía un sentimiento de que si algo le pasaba a ella él la iba a proteger, sí, sería su ángel de la guarda, había decidido protegerla.

*+​

Llegó por fin el entrenamiento, Gris no parecía concentrada, estaba perdida ni siquiera había dicho nada sarcástico, estaba callada, no estaba molestando al capitán y eso era anómalo, lo que nadie sabía es que Keigo la había llamado y al final terminaron peleando y eso que aún no se recuperaba de la travesura de su hermana.
— Gris, fallaste, ahora tienes que tomar el Inui Juice Deluxe La versión mejorada del Inui Special Vegetable Juice — dijo Inui alcanzándole el vaso con aquel asqueroso zumo, la mayoría se extrañó porque Gris no puso resistencia, se iba a tomar el jugo sin importarle nada, al instante le cayó una pelota haciendo que el jugo se derramara en su pecho.
— Genial — dijo ella en tono desganado — capitán, debo ir a cambiarme y regreso ¿Tengo el permiso? — preguntó ella aunque si que estaba desganada.
— Sí — respondió éste sin miramientos, la noche que habían salido había encontrado a Gris divertida, pero hoy la notaba, triste, apagada. Él no quiso prestarle mayor interés. Ella entró a los camerinos.
— Gris, necesitamos hablar — apareció Keigo Atobe en los camerinos y se aseguró de cerrar la puerta. Gris se quedó paralizada, en shock ¿Qué hacía Atobe Keigo en la Seigaku? Felizmente ya se había cambiado.
— ¿Qué quieres? — dijo aún desganada, no volteó a verlo y se notaba en su expresión la antipatía total.
— Quiero disculparme contigo, de verdad, no quería decirlo, no quise decir eso — dijo él obligándola a voltear y ahora se miraban profundamente, él mantenía su semblante seriamente apático.
— Créeme, eso no era lo que quería escuchar — le dijo ligeramente enojada y con el ceño fruncido.
— Te estoy pidiendo disculpas — dijo él con la expresión seria. Ella se fijó en el lunar.
— ¿No querías decir que estabas harto de mí? ¿Acaso no querías decirme que odiabas cuando no te besaba como tú querías? — preguntó ella demasiado enfadada.
— Es que…
— Bueno entonces no vengas a pedirme disculpas por algo que no lo sientes en verdad porque…
Atobe sin duda volvió a besarla como si fuera la última vez que lo hacía; la agarró por la cintura y la pegó a su cuerpo, Gris no hizo ninguna objeción y entrelazó sus brazos al cuello del capitán de Hyotei mientras lo besaba, había querido hacerlo, toda la noche lo había pensado, el beso era parecido al de la noche anterior y sin embargo era un beso único, tierno, uno que jamás ninguno de los dos había sentido, porque ahora ambos se besaban, él la acariciaba suavemente paseando sus manos por la cintura de ella. Los dos se estaban sintiendo por primera vez, un beso que no podía esperar, uno que sin duda traería muchos problemas. Poco a poco fueron cortando ese beso y ahora se miraban muy de cerca respirando su aliento. Gris sonrió nerviosa, pero conservaba sus ojos cerrados tratando de relacionar todo aquello.
— Gris, me encantó este beso. No te pienso dejar nunca — dijo aún teniéndola cerca, ¿De dónde le salieron esas palabras? Él tenía que ser el chico frío, ególatra. Gris cerró los ojos y volvió a abrirlos, dio varios pestañeos antes de hablar.
— Keigo eso si es lo que quería escuchar. — sonrió pero se alejó de él para regresar al entrenamiento. Keigo sonrió y se marchó de inmediato de ese lugar que no tenía clase. Gris se sentía culpable, no le podía hacer esto a Keigo, ella lo quería de alguna manera pero lo hacía; se sentía atraída hacia el Rey de Hielo pero no lo suficiente para sentirse enamorada. Miró a Kurumi, y recordó que hoy era el día de hablar con Shirai.

*+​

— Kurumi Shirai, podemos hablar luego del entrenamiento ¿Te parece? — se acercó hacia la castaña que estaba ahora intentando contestar tiros de Kikumaru con la mano derecha.
— Sí, como quieras Ootori — dijo ella dándole una mirada despectiva.
— Te voy a llevar a un lugar, ¿Crees que puedas? — volvió a preguntar sosteniendo su raqueta con fuerza.
— Sí — volvió a afirmar y regresando su atención al pelirrojo que todavía traía el semblante serio, no era el mismo Eiji de siempre ya no reía mucho y ya no decía ¡Nya! Por el simple hecho de que molestaba a Kurumi.
— Kurumisita, has mejorado, pero puedes hacerlo mejor — se mostraba distante pero aún tratándola con cariño. Kurumi Shirai, tiró su raqueta y se acercó hacia donde estaba el pelirrojo, lo agarró con ambas manos de la remera y lo jaló contra ella.
— Idiota, ¿Qué es lo que te pasa hoy?, no eres el mismo imbécil de siempre — le dijo muy enfadada por la aptitud de éste.
— Kurumisita, yo, yo… no quiero jugar hoy. Lo siento — dijo y Kurumi lo soltó, el pelirrojo agarró su raqueta y se fue a los vestidores, estaba deprimido. Y Kurumi Shirai tenía la culpa.

*+​

Hasta que por fin terminó el entrenamiento, la pequeñita rivalizaba con Echizen en todo el entrenamiento por eso lo hicieron perfecto y no tuvieron que tomar el “El veneno de Inui super mejorado”, Haruka, evitaba pelear con Kaidoh, Gris le había dicho que lo respetara, y así lo estaba haciendo, Syusuke estaba más tranquilo al ver a Gris volviendo a su rostro habitual, Kawamura se encontraba distraído, la noche anterior había tenido una cita con su queridísima Koharu Kokoa y no podía dejar de pensar en ese beso, la serpiente y Momo-chan-sempai habían estado peleando lo que les llevó a desconcentrarse y tomar el zumo de Inui y Sadaharu se sentía celoso porque Haruka ahora congeniaba con Oishi.
— Muy bien Kurumi ¿nos vamos? —llamaba Gris un poco animada, ésta entró con Kurumi a los camerinos y allí estaba sentado en una banca concentrado en un punto fijo allí en el suelo.
— Eiji Kikumaru, no es porque te quiera molestar ni nada pero ¿te puedo interrumpir un momento tu programa favorito para poder cambiarnos? — volvía Gris a su tono habitual, miraba a Kikumaru raro.
— Rápido idiota no tenemos toda la tarde — dijo Kurumi al ver que Eiji seguía perdido. Él salió de inmediato, no quería molestarlas. Kurumi lo miró extrañada mientras se marchaba y Gris no quiso mencionarle nada.
Se cambiaron rápido para ir a donde Gris quería que fueran.
Haruka Hayato y Oishi habían congeniado sin duda, estaban perdidos en una amena conversación, mientras Inui lamentaba su mala suerte, “Haruka, mi bella doncella, mi bella damisela, no me importa el desprecio de la gente, pero tu desprecio, es peor que la propia muerte”.
— Oishi, no sabía que te gustaba también aquel libro, sin duda eres interesante — decía Hayato, no sonriente como le gustaría a Oishi pero seria y elocuente.
— Sí, Haruka-san, bueno, si quieres puedo acompañarte a tu casa — se ofreció Oishi como buen caballero que era.
— Gracias Oishi, pero… Ayane y yo iremos al centro comercial, así que mejor otro día, gracias de todos modos — dijo Haruka agarrando a la niña peliazul por los hombros.
— Haruka-san nosotras no…— intentó contradecir pero recibió un pequeño jalón en su cabello brillante.
— Bueno entonces nos vemos mañana, adiós Haruka-san, Ayane-san — se despidió Oishi, hasta que por fin Haruka dio un respiro.
— Ayane casi lo arruinas todo — le regaño a la pequeñita, sin cambiar su rostro serio y volviendo a cruzar los brazos.
— Discúlpeme Haruka-san — se apenó la peliazul mirándola con ojos brillantes.
— No importa, vamos al centro comercial, te compraré algo — dijo sin darle importancia y eso sonó a un mandato.
— Pero… — Haruka ahora la llevó casi a rastras.

*+​

Eiji estaba afuera viéndola alejarse, no podía dejar de verla, era simplemente hermosa esa visión; sin embargo, su corazón estaba lleno de algo que lo hacía sentirse así, cabizbajo, perdido, continuó su camino hacia quién-sabe-dónde.
Gris y Kurumi no se habían hablado y no se habían incomodado por ello.
— Por fin llegamos — dijo Gris mientras llegaban a las canchas callejeras de tenis.
— ¿Qué significa esto? Sabes que no me gusta el tenis, ¿Por qué me has traído hasta aquí? — preguntó demasiado molesta deteniéndose de golpe.
— Tranquila, no vamos jugar tenis ni nada por el estilo — dijo ella avanzando hasta las gradas para sentarse seguidamente. Kurumi, la siguió, así ella lo entendió y ahora estaban sentadas mirando a cualquier punto, ni siquiera se habían dado cuenta de las personas que jugaban en las canchas.
— Hola Gris — saludó Kamio acercándose hacia donde estaban ellas pero no subió las gradas, Gris luego de un momento reaccionó en serio.
— Akira, ¿no se supone que deberías estar ayudando a Miyu a que “coja tu ritmo”? — regaño con un ligero enfado.
— Sí, es verdad, pero… ella me dijo que no quería que le enseñe mas — dijo Kamio con una mano en la nuca y la otra con su raqueta, arrepentido tal vez.
— ¿Qué? Está loca esa niña, ¿Por qué permitiste semejante tontería?, yo te la encargué, porque confío en ti — dijo en un salto y acercándose al pelirrojo.
— Sí, pero es que parece que Ibu la está ayudando, se lleva mejor con él, pensé que te habías dado cuenta — dijo con una risita nerviosa, fijándose en esos dos que estaban en la pista de tenis.
— ¿¡Ah!? ¿Shinji? Vaya, menuda sorpresa — dijo dando una vista rápida hacia donde estaba Miyu que sonría divertida, ante algún comentario de Shinji, aunque este seguía con su rostro inexpresivo.
— Miyu si te dieras prisa podríamos terminar con ese servicio, has mejorado mucho — le dijo el peliazul — ha mejorado mucho, un saque que yo tardé en perfeccionar pero lo está haciendo bien… — murmuraba ahora y se perdía en su monólogo.
— Sí — volvía intentar un saque con un ligero efecto.
— Bueno, Akira eso debe ser tu culpa, pero no me importa, gracias por ayudarme, en serio, eres un buen A-MI-GO — Se despedía de él con un pantomima y regresaba a Kurumi.
— Nos vemos — se despidió y se fue hacia donde Ibu y Miyu jugaban divertidos, él no tenía con quién jugar y se quedó allí viéndolos, viéndola perdido en esa sonrisa, en los cabellos plateados y sintiéndose el chico más detestable de todo el mundo, Ibu le había dicho en la mañana “Dejaste plantada a Miyu-chan” y no se podía sacar esas palabras de su cabeza, su cita había sido un desastre, Zoe Akamiyama había terminado con él, y se sentía triste, abatido, había querido demasiado a Zoe como para que terminaran así; pero ahora daría cualquier cosa para regresar el tiempo y venir aquí por Miyu, por ella y para ella, pero ahora ella jugaba con su mejor amigo y lo peor de todo se estaba divirtiendo con él.

*+​

†KaTh GrIs†​

**************************
¿Eiji dejará su depresión? Y ¿Qué pasará con Syusuke, sentirá algo por Gris? ¿Y entre Miyu y Kamio? Todo esto en los siguientes capítulos, no se lo pierdan.
En el siguiente episodio:
Ann Tachibana Vs. Gris Ootori
Un duelo por la final

 

Re: ¿ángel O Demonio Del Tenis?

Gracias por sus post, las kiero a todas,
en serio... me encanta que me posteen
jajajaxD y bueno espero que les guste
este capítulo^^
Nos vemos y pórtense mall
Gambatte ne!!!
*¡Sayonara minna...!*

 

Re: ¿ángel O Demonio Del Tenis?

Capítulo. 23​

Ann Tachibana Vs. Gris Ootori​

Un duelo por la final​

*+​

— ¡Hmmp!... Tezuka, hoy todo el mundo está raro — habló Syusuke acercándose hacia su capitán y entregándole un libro. Tezuka se limitó a mirarle. — Gris estaba rara en el entrenamiento, Eiji se encuentra en un estado depresivo, Inui no dejó de tomar el Zumo, Oishi corría desesperado por los pasillos, Taka-san anda en las nubes, Kaidoh y Momo no dejan de pelear, bueno, eso no es raro y Echizen… Bueno ese no es el caso y tú, estás también perdido. — dijo Fuji con la preocupación en su rostro.
— Entiendo… Fuji, deja de preocuparte… — le dijo despidiéndose y sin tomarle importancia, no quería decirle nada, era su amigo y siempre se contaban algunas cosas pero esta vez quería estar solo, pedía estar solo.

*+​

Fuji se quedó pensativo, estaba preocupado más por Gris que por lo que les pasaba a los demás, ¿Por qué sentía eso por Gris? Desde aquel partido que Gris tuvo frente a la hermana de Tachibana, él había sentido cosas hacia ella y eso que ignoraba que era la muchacha que había visto en el parque, cosas que no quería explicar, el simple hecho de que la personalidad de Gris sea bueno o malo, le atraía de un modo inexplicable, ella era una de las personas a las que pediría que sea su novia, no obstante de haber tenido muchas veces las intenciones de querer saber si se atrevía o no a enamorarse, tenía que ser inteligente, después de todo él era el Genio del Seigaku, simplemente no podía caer en cuenta de que enamorarse de la persona equivocada sería muy doloroso, si es que había oportunidad solucionaría su problema, y ahora postrado en su cama no dejaba de recordar aquel día que sintió que podía enamorarse por primera vez…

««««««««Flash Back««««««««​

— He esperado este momento desde que me dijeron que jugaría contra ti — dijo la hermana de Tachibana mientras se alejaba a la línea de fondo para realizar su saque.
— Diría que me gustaría saber si has mejorado o no, pero no te daré ventaja, me intriga saber, ya te he derrotado una vez y puedo volver a hacerlo, así que provócame — le dijo seria la peliazabache y concentrándose efectivamente en el juego, parándose justo en medio del cuadro de servicios.
Ann realizó un servicio muy veloz y con potencia, nada difícil para Gris y pronto se inició el peloteo.
Los golpes que usaba Gris eran: el golpe de derecha y el golpe de revés. En el golpe de derecha la bola se golpea del lado de la mano con que se sujeta la raqueta. El golpe de revés, más difícil de ejecutar, se realiza estirando el brazo de la raqueta a través del cuerpo y girando a la posición de preparado. Ambas usaban esos golpes básicos del tenis. Pero el juego de Gris era elegante, calmado, con gracia y con ritmo, mientras que el de Tachibana era rápido casi desesperado.
— Tranquilízate Ann, no dejes que Gris te enrede en su juego — decía Kippei que miraba concentrado el partido.
— Lo está volviendo a hacer como la última vez que jugaron — dijo Kamio recordando la vez que Ann perdió estrepitosamente contra aquella desconocida.
— Por fin veremos a Gris en un verdadero partido, demasiado interesante, demasiado — expresó Momo emocionado, por el partido.
— Vamos Gris, ve por ella. ¡Nya! — animaba Kikumaru sumamente emocionado.
— Interesante,… Gris está tratando de sacar todo el potencial de Ann. Pero… — dijo Fuji sonriendo complaciente con brazos cruzados y sentado junto a Tezuka.

— Nada-40 — dijo el juez de silla.
— ¿Qué pasa Ann? ¿Por qué no estás jugando en serio? — preguntó provocadoramente a la castaña que estaba enojada por su actuación.
— Espera y verás — sólo dijo Ann volviendo a sacar.
Gris lo contestó con un swing, haciendo un giro refinado, lo que provocó a la hermana de Tachibana contestándolo con un Super Rising. En el momento cuando rebotó la pelota, Tachibana la golpeó, lo que dio como resultado que Gris tenga poco tiempo de reacción debido a la velocidad que llevaba el disparo.

— Nada-15 — dijo el juez de silla.
— ¿¡Eh!? Los hermanitos han estado entrenando mucho, eso es bueno — dijo disfrutando que le anotara el punto. — Pero… así nunca podrás ganarme.
— ¿Qué? ¿saque del puntapié? — se admiró la castaña, haciendo un esfuerzo para que la pelota no le diera en la cara.
— Shinji me lo enseñó, porque yo se lo pedí. Ann ¡maldita sea! tienes a unos buenos compañeros contigo y no les has pedido que te enseñen algún truco, con sólo decirle a tu hermanito no basta, tu estilo y el de él son muy diferentes — le dijo volviendo a sacar el saque de puntapié.
— “Gris, eres buena en esto, espero que hagas entrar en razón a mi hermana” — pensaba Kippei sonriendo alegremente.
— ¿Cuándo se lo enseñaste, Ibu? — preguntó Uchimura, sorprendido.
— Ella fue a las canchas de tenis callejero y me llevó a la fuerza a unas canchas particulares, primero pensé que ella quería otras cosa pero ella luego me pidió que le enseñara ese saque ya que no tenía ningún buen servicio, sólo ganaba por sus golpes todos sus partidos, yo le enseñé mi saque y ella es rápida, lo aprendió de inmediato peor aún no lo había perfeccionado… — volvía a perderse en su soliloquio en un murmullo.
— Ann, despierta, este es un juego, utiliza tu propio juego, es momento de actuar y que tomes tu buen ritmo — seguía aconsejando antes de realizar el mismo saque.
— Pero ¿¡Qué es lo que hace Gris!? — preguntó Kikumaru admirado.
— Quiere que la hermana de Tachibana reaccione y deje de planificar el juego con lo que aprendió de su hermano — dijo Tezuka observando a Gris detenidamente y de pie con los brazos cruzados.
— Pero, ¿no sería mejor que terminara el partido de una vez? — preguntaba Momoshiro mirando a su capitán.
— Fshhh — se enojó la serpiente por el poco entendimiento de su compañero.
— Si hiciera eso, no sería Gris, trata de jugar a la altura de su oponente. Pero… con esto jamás sabremos cual es el verdadero potencial de Gris — dijo Fuji mirando interesado en Gris.
— ¿Por eso pequeñín no quisiste ir a la enfermería para ver el juego de Gris? — dijo el pelirrojo fijándose en Ryoma que ya había dejado de sangrar, pero que aún tenía la vista con una gasa.
— Capitán, quiero jugar contra ella — dijo Echizen mirando con motivación a Gris.
— Yo también — pidió Oishi, que estaba demasiado concentrado.

Sumire reía entretenida, ella había conocido a Gris desde que era pequeña y le había enseñado a jugar tenis, de hecho ella fue quien le había regalado su primera raqueta, pero desde aquel incidente, ambas se odiaron y no se volvieron a ver las caras hasta ahora en el torneo de distrito.

Ahora el juego se veía mas entretenido, Ann había captado el mensaje y estaba jugando con mucho espíritu yendo a su aire y estilo, motivada sí, admiraba mucho a Gris, y ahora se había propuesto derrotarla.
— 3 a 1, cambio de cancha — anunciaba el juez.
— “Bien hecho, Tachibana Ann” — pensó Gris en una sonrisa encantadora mientras que se preparaba para recibir el saque de la hermana de Tachibana.

Ootori Annika Gris se sintió motivada también y quiso molestar o provocar a la hermana de Tachibana.
— El movimiento de la danza ¿Quieres conocerlo Ann Tachibana? — preguntó Gris maliciosamente.
— Es muscular pero minucioso: cambios laterales del peso del cuerpo, fuertes pero mantenidos; los brazos extendidos y las rodillas dobladas enmarcados por la gentil delicadeza de los movimientos del cuello, muñecas y dedos. Así es el movimiento de la danza de Gris — informó Inui haciendo un estudio de aquel juego elegante y poco común.
— JUEGO Y PARTIDO PARA EL SEIGAKU.
— Fue realmente divertido Gris-san — dijo Tachibana dándole la mano y muy motivada a seguir.
— También lo creo, ganar por un 6-1 no me parece tan malo y fue mejor para ti porque perdiste con un 6-0 la primera vez que nos enfrentamos — mencionó con una sonrisa mientras se acercaban hacia donde estaban los del Fudomine.
— Bien hecho, Ann — felicitaba su hermano — Gracias, Gris.
— Kippei, no entiendo el porqué me dices gracias — dijo en una sonrisa y guiñándole un ojo. — Ann, deberías practicar mas, con todos ellos, cuando derrotes a Kyosuke Uchimura, juega contra mí, pero ten cuidado, ese apodo del Asesino en la Red no es por nada, créeme yo lo sé; cuando derrotes a Masaya Sakurai juega contra mí, cuando juegues contra Tetsuo ten cuidado con su Hadoukyuu y juega también contra Tatsunori Mori y cuando les ganes a todos ellos, podrás derrotar a Akira y entrar en la onda y después pensar en cómo bloquear a Shinji y finalmente vienes para jugar contra mi porque no pude derrotar a Kippei, pero has eso y llegarás lejos y entrena mucho para que no te canses demasiado y deja de actuar como una niña estúpida. Bueno creo que hablé demasiado, nos vemos en otro torneo — se despidió Gris satirizando una reverencia, tenía que hacer entender de algún modo a la castaña hermana de Kippei, se alejó de ellos con una gran sonrisa y Tachibana Kippei tenía en la mente un “¿Y cuándo jugué contra Gris?” mientras que los otros se sentían avergonzados por haber perdido contra Gris. Luego se acercó hacia los del Seigaku, mantenía su rostro serio, su porte sereno y avanzaba lentamente hacia ellos, con la raqueta en sus manos, tenía algo de aprensión que le reclamaran su modo de jugar contra Ann.
— Siento haber jugado así, pero tenía que hacerla entrar en razón, ella tiene talento aunque es estúpida y no lo puede desperdiciar por ser una mera copia — dijo mirándolos con abatimiento, y luego perdiendo su mirada en el suelo.
— No te estamos reclamando nada, lo hiciste muy bien — le dijo Oishi obsequiándole una sonrisa, ella levantó la vista y los miró a todos, se dio cuenta que todos tenían una sonrisa de apoyo, y el capitán sonreía interiormente pero su rostro era apacible, Gris se fijó en él.
— Siento que no hayas podido jugar, supongo que tenías ganas — dijo ella sonriéndoles a todos, por fin había encontrado el apoyo de sus compañeros de equipo y fue en ese instante que no quería dejarlos solos.
— No importa — respondió el capitán mirándola intensamente, conservando su porte calmoso, serio y cruzado de brazos.
— DOBLES, 1 A 1; INDIVIDUALES, 3 A 0. TOTAL, 4 A 1. VICTORIA PARA SEIGAKU. AHORA, ¡¡¡SALUDEN!!!-dijo el arbitro una vez que todos se reunieron en la cancha.
— ¡MUCHAS GRACIAS!-dijeron todos al unísono haciendo el respectivo saludo.
— Buen juego Gris-san — felicitaba el prodigio a Gris sonriendo enigmáticamente, quien sabe que es lo que estaría pensando aquel prodigio y Gris sintió miedo a verle.
— No es el mejor, no jugué en serio — le sonrió también al prodigio, se miraron un buen rato hasta que Gris dijo “me das miedo Syusuke, en serio”

««««««««Flash Back««««««««​

— ¿Estará bien pensar en ella ahora? — se preguntaba el Genio bajando las persianas de su cuarto.
— Syusuke, ven, quiero leerte las cartas — llamaba su hermana con una voz dulce, quería mucho a su hermano.
— Allá voy, pero da miedo eso, siempre sueles atinar — dijo el Prodigio en una sonrisa, dirigiéndose a su hermana que ya estaba lista con las cartas, él se sentó frente a ella y miraba las cartas interesado en sus designios, no es que sea tan místico, es que a veces su hermana solía acertar a la verdad.
— Syusuke, aquí dice que encontrarás al verdadero amor, pero vas a sufrir mucho por ella y… — empezó a decirle todo lo que veía en las cartas, entre tanto, tras la ventana, el cielo se expandía en una gran formación de estrellas que parecían danzantes en la melancolía de un amor y pestañeaban sintiendo que el dolor pronto llegaría al corazón de unos jóvenes enamorados.

*+​

†KaTh GrIs†​

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¿Quién será el amor de Syusuke? ¿Fuji dejará de pensar en Gris? ¿Gris que hará con Tezuka? ¿La hermana de Syusuke dejará de leerle las cartas? Todo esto y más en los siguientes capítulos, no se lo pierdan.
En el siguiente episodio:
Apretón de manos y una promesa irrompible.

 

Re: ¿ángel O Demonio Del Tenis?

Gracias por sus post, ahh son lo máximo!!
las quiero*.*
Bueno, bueno el próximo capítulo es uno de
mis favoritos, espero que les guste...
Bueno, bueno, nos vemos y pórtense mall!!