¡vida secreta como heroínas! Nos metimos en un lío (NxT,SxS,SxT,SxI,NxH,GxM)

¡vida secreta como heroínas! Nos metimos en un lío (NxT,SxS,SxT,SxI,NxH,GxM)

Holaaas a tooodosss, jiji aquí yo con un nuevo fanfic.

Ok se preguntarán ¿qué hago escribiendo sobre típicas chicas con superpoderes?, bueno, esto no es mi estilo de escritura pero una amiga me hiper suplicó que hiciera un fanfic así, además que no será una tipica vida de estudiante que se transforma y lleva una identidad decreta jojo, bueno un poco tal vez sí, jaja pero tendrá sus diferencias.


ADVERTENCIAS: Este fanfic contiene género Magic-girl, algunas groserías en los diálogos, porque así va el estilo contemporaneo ¿oki? ;) también son las parejas clásicas: ShikaTema, InoSai, GaaMatsu, NaruHina, SasuSaku y NejiTen, pero las parejas principales serán en NejiTen y el SasuSaku, pero claro que no descuidaré a las otras, practicamente también serán protagónicas, en fin sin más rodeos el fanfic.

¡vida secreta como heroínas! Nos metimos en un lío ​

¿Quién dijo que no existen las heroínas con mini trajes y super poderes? ¡Fantasías claro!, identidades secretas, engaños y amor, esta historia tiene de todo.


El clima en la ciudad de Konoha era muy variado, de lo mejor quizás. No hacía mucho frío pero tampoco calor, estaba lo que se dice delicioso.

La vida era normal, común y corriente. Corrupción por parte del gobierno, aumento en los impuestos, huelgas, crisis económica y falta de humanismo en los mismísimos seres “humanos”. Pero la vida tiene muchos giros, las cosas suceden siempre con una razón, siempre aprenderás algo, y las lecciones no están demás. Todo esto lo aprenderían por la fuerza un grupo de chicos, en especial.


—Estúpido despertador —masculló entre dientes al tiempo en que apagaba el tan molesto ruido.

Se levantó con pesadez y se miró al espejo. Sus castaños cabellos caían hasta sus hombros, sus ojos del mismo color, no reflejaban emoción alguna, no tenían brillo; lo habían perdido.

Un día normal, tan rutinario y pesado como siempre. Se duchó sin prisa alguna, se vistió con unos jeans negros y un poco rasgados, una playera azul oscuro con una gran luna negra en el centro. Peinó su cabello en dos moñitos y lo más importante, colocó un pearcing en su labio inferior de lado izquierdo.

Salió de su habitación, caminó a lo largo de un pequeño pacillo y al pasar por la habitación de su hermano, la cual estaba entreabierta, miró de reojo, sin sorprenderse en absoluto por lo que vio.


—Tú no cambias Deidara —pronunció por lo bajo soltando un suspiro, con un tono de molestia, pero más que nada de decepción.


Nuevamente su hermano había pasado la noche ebrio y con una muchacha, siempre era el mismo espectáculo por la mañana: su hermano en la cama profundamente dormido, abrazado de una mujer desnuda.

Bajó las escaleras, azotando los pies en cada escalón, se dirigió al refrigerador, lo abrió pero no encontró nada, salvo unos restos de comida ya echados a perder. Sin mostrar ninguna emoción abrió entonces la alacena, pero igualmente estaba vacía.


—Nuevamente no hiciste las compras... Deidara.

Sin nada más que hacer, tomó su patineta y se dirigió rumbo a la molesta escuela. No estaba muy lejos de su casa, a unas siete calles, así que llegó pronto.

—Hola Tenten —le saludó su mejor amiga con un choque de palmada y luego de puño.

—Qué hay Sakura —respondió con un tono agradable.


Normalmente esbozaba su primera sonrisa del día cuando llegaba al lado de sus amigos. Se encaminaron a su salón, platicando de lo mal que les había ido a cada una en el fin de semana.


—Ya sabes, mi vida sin nada nuevo, Deidara se va al antro y siempre llega en la madrugada, borracho y con una vieja con la que tiene sexo hasta que se quedan dormidos, ¡ah!, y nuevamente olvidó hacer las compras, no había nada en mi casa así que hoy ni desayuné —concluyó la castaña hablando con ironía, como si nada de so fuera nuevo.

—Sin novedad entonces —respondió la joven de orbes verdosos—. Pues yo igual, nada inédito. Mi madre se volvió a ir de viaje con su hombre y me dejó sola, bueno no exactamente sola, me dejó con el hermano de su novio, es un maldito pervertido que sigue intentando violarme.

—No te dejes.

—¡Obvio no!


Llegaron a su respectiva aula y las clases comenzaron sin demora. Física como primera hora en lunes, no era nada agradable. El tiempo pasaba con lentitud, Haruno Sakura, una de las integrantes de la pandilla de patinetas “Ijou” miraba con aires de aburrimiento a su profesor que hablaba y hablaba, y que realmente nadie le prestaba atención. Tenten lanzaba bolitas de papel a Naruto, según ella era muy divertido molestarlo, que claro era en broma ya que era un buen amigo. Yamanaka Ino, una joven muy coqueta y vanidosa, se miraba en el espejo y le lanzaba a través de éste miradas arrogantes a Sakura. Uchiha Sasuke, el más serio e inteligente de la escuela, se dedicaba a ignorar todo a su alrededor, mientras que Nara Shikamaru, el vago, dormía valiéndole madres todo. Así era aquel salón, todos en su rollo y sin intereses en sus clases.


—Bien alumnos, el viernes tendremos un pequeño examen y no olviden traer mañana sus reportes del video que vimos la semana pasada —concluyó el sensei con cierto alivio en su mirada.


Apenas el profesor permitió la salida, la mayoría se fue hacia el corredor, mientras que otros permanecieron en el salón.

—Al fin se fue, odio su materia —se quejó la rubia de ojos azules.

—¿Alguien te habló acaso? —preguntó Sakura de manera obstinada.

—Haber frentonta (apodo impuesto por Ino de Frentona y tonta) para empezar ni te hablé.

—Pues nadie quiere escuchar tus berridos ni mucho menos tus quejidos —siguió.

—Basta ya Sakura —intervino Tenten antes que se formara una discusión—, tú e Ino antes se llevaban muy bien, no entiendo porqué toman esa actitud tan infantil.

—Tú lo dijiste —se metió la rubia—, “antes”, las cosas cambian.


La castaña soltó un suspiro y decidió retirarse, realmente se cabreaba cada que Sakura comenzaba a tener peleas infantiles con Ino. Era verdad que en el pasado fueron amigas, las mejores de hecho, pero por Uchiha Sasuke, la amistad terminó, sólo porque a las dos les gustaba el mismo chico, ¡qué estupidez!


Las clases pasaron con naturalidad, nada nuevo; nada. Y por fin, la tan esperada hora de salida llegó. Todos tomaron sus cosas y poco a poco se iban.

—¿Entonces hoy no patinaremos? —preguntó la tercera integrante del grupo “Ijou”

—No Matsuri, o bueno, al menos yo no, me siento de la chingada —contestó Tenten sin ánimos.

—Es porque no has comido nada desde la mañana —reprochó Sakura.

—Hay Tenten, debes cuidarte más, pero bueno, si no vamos a patinar pues entonces mejor ya me voy porque en mi casa me esperan... Sakura, deberías acompañar a Tenten, vayan a comer algo.

—No es necesario.

—¡Claro que lo es! —exclamó la chica de cabellera rosada—, es más, te acompañaré al supermercado a que surtas tu despensa.

—No tengo dinero —se excusó la castaña de chonguitos.

—Tienes la tarjeta de crédito que te dio Deidara ¿no? —preguntó Matsuri.

—Es sólo para emergencias.

—¿Y qué esto no lo es?, no sé tú pero no tener nada que comer para mí si es una emergencia —concluyó Sakura.


Después de unos minutos, lograron convencer a la chica, así que Matsuri se retiró mientras que las otras dos montaron su patineta y pusieron en marcha.

Se encaminaron hacia un supermercado, cerca de ahí había uno, pero en el camino las cosas cambiaron.


—¡Tenten! —gritó Sakura al ver que su amiga había caído de la patineta—, ¿Estás bien?

—Sí... lo siento me mareé un poco —susurró con una sonrisilla.


Pero antes que la Haruno pudiera decir algo, un extraño ruido se empezó a oír, ambas chicas guardaron silencio, pero pocos segundos fueron los que pasaron, antes que descubrieran de qué se trataba.

—¡Un terremoto! —gritó Sakura asustada.


Era un trepidatorio, el suelo se agitaba con dureza, tanto que Tenten no fue capaz de ponerse en pie. Algunos árboles se cayeron y al parecer también algunas construcciones. Duró cuarenta segundos, no fue mucho en realidad, pero pareció una eternidad.

Las chicas tenían la respiración agitada, realmente había sido espantoso, pero... todavía las cosas no habían culminado.


—¡¿Pero qué...?! —intentó decir Tenten cuando frente a ellas, empezó a formarse en el suelo un hoyo negro.

Estaban atónitas, ¡la tierra se había abierto ante ellas!, ¿qué estaba pasando?


Las chicas quedaron estupefactas, no movían ni un músculo, sólo se dedicaban a observar aquél agujero, por el cual, segundos después comenzó a salir un extraño humo violeta, para acto seguido, emerger del miso orificio, unos extraños personajes cubiertos por una armadura de hierro, parecían robots, sólo que más feos.

—Tenten —habló Sakura por lo bajo, sin quitar la vista a las misteriosas figuras—, ¿qué te parece si corremos?

—Creo que sería buena idea —respondió utilizando el mismo tono.
—Entonces... ¡corre!


Y más rápido que veloz, comenzaron a correr, no había necesidad de voltear para darse cuenta de que esas cosas las perseguían.

—¡Ah! —gritó Haruno cuando uno de los “monos de hierro” les lanzó una especie de rayo, el cual lograron evadir.

—¡Sigue corriendo, sigue corriendo! —decía Tenten más asustada que otra cosa.

Pusieron a prueba sus piernas, corrieron como nunca lo habían hecho en sus vidas, pero pronto sus suerte se acabó, cuando se vieron encerradas en un callejón... obvio sin salida.

—¡No me maten, soy muy joven para morir!

—¡¿Quieres dejarte de dramas?! —regañó Tenten al tiempo que buscaba alguna salida.


Sus manos temblaban y el sudor recorría sus cuerpos. No importaba a donde miraran, no había salida.

Las acorralaron, la castaña tomó un viejo palo de escoba que por casualidad se encontraba ahí y comenzó a amenazarlos con eso.

—¡A... atrás!

—Tenten ¿qué haces?, los vas a enfurecer más —reprochaba la ojos de jade sin dejar de temblar.


Un segundo rayo fue lanzado por uno de ellos, el cual pegó en el palo de Tenten, carbonizándolo de inmediato.

—¡Ah! —gritaron al unísono al verse acabadas al tiempo en que se abrazaban y cerraban los ojos.


Un silencio... un tranquilo silencio se apoderó de la zona, no... sentían nada ¿ya estaban muertas?

Lentamente abrieron sus ojos y se separaron, ¡¿en dónde rayos estaban?!, era un especie de laboratorio, estaban rodeadas por máquinas y computadoras.

—Veo que están bien —escucharon una voz a sus espaldas.


Rápidamente se giraron, para encontrarse con un extraño hombre de cabellera platinada, trajeado y con la mitad de su rostro cubierto por una mascara.

—¿Q...quién... es usted? —interrogó Tenten.

—Oh, disculpen mi descortesía —habló el hombre con lo que pareció ser una sonrisa—. Soy Hatake Kakashi.

—Y yo Tsunade Senju —una segunda voz se escuchó y nuevamente se giraron para encontrarse con la dueña de dicha voz.


Hubo un pequeño lapso de silencio, Sakura y Tenten aún mantenían un semblante de desconcierto.

—¿Cómo llegamos hasta aquí? —se animó a preguntar Sakura.

—Neji las trajo, las salvó de aquellos Drops —contestó el Hatake.

—¿Quién es Neji? —cuestionó la castaña.

—Yo —por tercera vez escucharon una voz desconocida a sus espaldas.

Fue un momento extraño, un escalofrío recorrió la espina dorsal de ambas jóvenes al ver tan impactante figura. Jamás en la vida habían visto unos ojos así, y las radiaciones de frialdad que desplegaba su mirada eran realmente... raras.


—No... no entendemos nada, ¿qué es todo eso?, además, ¿Qué eran esas cosas y qué querían? —Sakura harta de la situación bombardeó con preguntas.

—Tranquilla, tomen asiento y les explicaremos todo —pidió Tsunade.


Ambas hicieron caso, y se posaron en unos sillones que había ahí.

—Muy bien, directo al grano —habló Kakashi—, ustedes dos, lo crean o no son ángeles guerreros.

Un canto de grillo se escuchó. Las chicas se miraron con estupefacción, para instantes después estallar en carcajadas.

—Esto es... una broma ¿verdad? —preguntó Tenten entre risas.

—No lo es —afirmó el joven de ojos perla con tal seriedad que hizo que ambas se callaran.

—Sé que esto es raro y repentino —prosiguió la Senju—, pero los Akatsuki, un grupo de demonios bastante peligrosos, han comenzado su jugada, y al parecer los humanos han llamado su atención.

Por segunda vez consecutiva un silencio se apoderó de la situación, esperaron a que ellas dijeran algo, pero al no hacerlo Kakashi volvió a tomar la palabra.

—Ustedes son ángeles guardianes de la Tierra, es su deber proteger a los suyos, claro, al menos que no les importe ver cómo los demonios toman y destruyen a todas las personas.

—Esperen un segundo —interrumpió Sakura—, ¿por qué piensan que nosotras somos esos ángeles?, no tenemos super poderes, ni sabemos pelear ni nada, simplemente somos dos adolescentes con serios problemas existenciales, que fuman y patinan.

—Como quieran —habló Tsunade—, nosotros no somos de su dimensión y no tenemos la obligación de proteger a su mundo y ni queremos. Nuestro deber es guiarlas e instruirlas pero si ustedes que son las elegidas no aceptan su destino, no tenemos nada más que hacer... me dan lastima las pobres personas que sufrirán... por su cobardía.

—¡Haber, haber! —se enojó la castaña—, están tratándonos como si fuéramos las malas de la historia, ¡entiéndanos!, somos unas niñas, y nostras no tenemos porqué tomar una responsabilidad tan grande, nuestro mundo es una porquería de mierda donde en cada esquina hay una mujer que están violando, ¿para qué protegeríamos eso?


Otro silencio acompañó el momento, esta vez los presentes no supieron qué decir, pero había alguien, que como todo genio, supo contrarrestar las palabras de la joven.


—Por eso odio a los humanos, en especial a los que son como tú —habló Neji dirigiendo su mirada hacia Tenten, para después ponerse de pie, caminar un poco, detenerse y luego decir—, son unas cobardes, se están quejando de lo feo que es su mundo, pero ustedes tienen el poder para cambiarlo y no lo hacen.


Eso fue un golpe directo al orgullo, y a pesar de que el Hyuuga tenía razón, y lo sabían, de alguna manera su actitud despertó cierto enojo en la castaña, y por supuesto no lo podía dejar así. Así que se puso en pie, caminó hacia el chico, lo tomó por los hombros y lo hizo girar hacia ella para encararlo con la mirada.

—Hablas como si lo supieras todo de nosotras y de nuestro mundo... se ve a simple vista lo orgulloso, obstinado y lo poco incomprensible que eres, ¡ponte en nuestro lugar!


Neji al recibir tal sermón de Tenten, se limitó a acercarse a su oído y susurrarle.

—No me interesa discutir con alguien como tú.


Otro golpe al orgullo, ¿¡pero qué se había creído!?, nuevamente pensaba decirle algo, pero esta vez... otra cosa ocurrió.

—¡Tenten! —gritó Sakura cuando la susodicha cayó desmayada, aunque claro, Neji la atrapó antes de que cayera.

—Parece que la noticia le pegó duro —comentó Kakashi.

—No es eso —intervino Sakura con una cara de tristeza—, no ha comido nada en dos días, no tiene padres y su hermano se la pasa de fiesta y con mujeres.

No lo demostró pero... aquel comentario hizo al genio Hyuuga pensar un poco, quizás... ahora entendía la actitud de la joven castaña.






ADELANTOS.

—En este momento las personas están siendo atacadas por Drops.
—¡¿Qué hacemos?!
—Si quieren salvarlos tomen estos anillos y transfórmense.

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—¿Qué son ustedes, por qué lucen así?

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—¡Eres una problemática!, ¡por qué diablos me metes en todo este asunto!
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Re: ¡vida secreta como heroínas! Nos metimos en un lío (NxT,SxS,SxT,SxI,NxH,GxM)

Hola a tooodoos, 1000 GRACIAS POR SUS COMENTARIOOS n__n se los agradezco de todo corazón, me alegra que esta nueva historia les gueste n___n y pues disculpen si me tarde en subir contii, pero para compensarlo he hecho una muuuuuuuuuuy larga, disfrútenla! :´D






Capítulo 2 "La historia comienza"





La castaña duró inconsciente apenas un par de minutos. Neji se encargó de recostarla en un sillón, mientras que Tsunade Senju le llevó un poco de agua y una píldora.

—Tenten —habló con alegría la Haruno al ver que la susodicha abría sus ojos.

—¿Qué me pasó? —preguntó al tiempo en que se sentaba y sobaba su cabeza.

—Te desmayaste —respondió el hombre del cabello platinado.


La castaña apagó su mirada al recordar lo que había vivido momentos antes.

—Tómate esto —habló la rubia ofreciéndole el agua y la pastilla.


Tenten dudó un poco sobre si debía ingerir aquello, pero la terrible sed que torturaba su garganta y el malestar en su cuerpo hizo que aceptara y sin pensárselo más se lo tomó.

—Eso te hará subir tus defensas —comentó Tsunade—, en pocas palabras te hará sentir mejor.

—Ahora —prosiguió Kakashi—, no hay tiempo que perder. Escuchen con atención.

—En este momento las personas están siendo atacadas por Drops —recalcó la Senju.

—Los Drops son... —comenzó a decir la joven de ojos jade.

—Aquellas criaturas que las atacaron —interrumpió Neji.


Las dos muchachas se quedaron un tanto pensativas, puesto que mientras ellas estaban ahí, sanas y salvas, los suyos estaban siendo aniquilados por esos monstruos.

—Dejen de perder el tiempo, esos demonios buscar robar la semilla del alma de los humanos, y no dudarán en matar a quien se interponga.


La cosa era grave, las jóvenes comenzaban a comprender en la situación en la que estaban, ellas eran las únicas que podían salvar a todos aquellos miserables suplicantes, corruptos y malvados pero... pese a todo, aquellas personas eran su mundo, y no todos eran tan malos.

—De acuerdo —masculló Tenten.

Sakura de inmediato clavó una mirada interrogante en su amiga, ésta simplemente le sonrió de forma segura y le dijo:

—Hagámoslo Sakura, veamos si lo que dice Neji, de poder cambiar este mundo es verdad.


La joven Haruno sintió un escalofrío en su espalda, tal vez tenía razón y debían hacerlo.

—Muy bien —aceptó cerrando los ojos.


Acto seguido el genio Hyuuga se acercó a ambas chicas con una caja color oro, la cual abrió y dejó al descubierto un par de anillos, ambos de color negro, con la diferencia de que uno tenía una perla rosa, y el otro una azul.

—El poder fluye dentro de ustedes, estos aros sólo les dará una armadura de combate que además de cubrir su identidad, les ayudará a aumentar el nivel de ataque de su propio poder —explicó el Hatake de la manera más breve posible.


No había tiempo que perder, así que sin más, Sakura tomó el anillo de joya rosa y Tenten el otro. Lo observaron un poco para luego proseguir.

—¿Cómo lo activamos? —preguntó Sakura.

—Ustedes lo sabrán —últimas palabras dichas por Tsunade, para poco después iluminarlas con un extraño rayo.


¿Cuándo pasó? Quién sabe, de un momento a otro, en un abrir y cerrar de ojos, las chicas se encontraron paradas en su mundo. Los ojos de ambas se abrieron como paltos ante tal imagen. La ciudad estaba muy dañada, se veían muchas personas tiradas, algunas desangradas y otras agonizantes. Miles de gritos se escuchaban, era realmente horrible.

—No... Esto es... —intentaba decir la castaña.


Los ojos de las chicas se cristalizaron, fue como una puñalada a su corazón. Así que sin pensárselo dos veces, ambas lanzaron los aros en el aire, y casi por instinto gritaron al unísono:

—¡Luz de los ángeles de la Tierra, ilumíname!


Una enorme luz blanca envolvió al par de amigas, una extraña calidez se derramó en sus corazones. Esa era la luz, la bondad. Era la fuerza de la felicidad y la justicia que les estaba siendo otorgada.

Se dejaron llevar por el canto celestial que retumbaba en sus oídos, sus cuerpos se aflojaron completamente, despojándose de sus ropas para obtener unas nuevas, aquellas que serían sus fieles armaduras.

Sakura se vio cubierta por una blusa sin mangas color negra con una franja rosa, una chaqueta corta color blanco, una faldita rosa, botas de cuero negro que le tapaban hasta la rodilla, guantes del mismo color y material. Su cabello se tornó un poco más oscuro, sus ojos se cubrieron por un protector, algo parecido a unos lentes corredizos, color salmón transparente, y ya por último tomó posesión de una extraña cruz, la cual llevaba una esmeralda en el centro.

Tenten por su lado, obtuvo un traje completo, un vestido que de un lado tenía manga larga, y del otro era tan sólo un tirante. La prenda le llegaba arribita de las rodillas, y a excepción de la manga y el tirante que eran color negro, el resto del vestido lucía un tono azul cielo con una luna negra al centro. Portaba unas botas y guantes iguales a los de Sakura, su cabello se soltó, sus ojos fueron tapados por un protector como el de su compañera, solamente que era de un color azul cielo transparente, y por último se le brindó un arco y un estuche de flechas.


—Esto sí que es... —intentaba decir la atónita Sakura.

—Raro —completó su amiga.


Pero no había tiempo de contemplar sus nuevos atuendos, puesto que de la nada, una poderosa energía fue lanzada hacia ellas. Por reflejo e instinto pegaron un salto para evadir el ataque, y cuál fue su sorpresa cuando notaron que habían alcanzado una altura de por lo menos cinco metros al pegar aquel brinco.

Los Drops se percataron que ellas eran una amenaza, así que tres de ellos se fueron contra las dos guerreras, fue por eso que de la nada recibieron aquel disparo.


—No tenemos tiempo que perder con estos, Sakura yo me encargo de ellos, tú ve a rescatar a las personas, antes que haya más víctimas —pidió Tenten con mucha seguridad.

—Entiendo, pero ten cuidado —aceptó la Haruno para después desaparecer de la escena.


Realmente no tenían ni idea de lo que hacían, pero algo de entro de ellas les decía que hacer, las hacía moverse. Sakura a toda prisa se dirigió al lugar donde las personas estaban siendo atacadas, puesto que habían aparecido en una parte de la ciudad donde los Drops ya habían atacado, por lo que todo se encontraba en ruinas.


—¡Tomen esto! —gritó Tenten.

Ella había tomado su arco, tres flechas, y le apuntó al trío de demonios que la habían atacado, para después disparar y dar justo en el blanco.

—¡Eso fue fácil! —se alegró—, veo que estos Drops no son la gran cosa, bueno mejor alcanzo a Sakura.



Por su parte, el ángel guerrero de los cabellos rosados había llegado a la escena del crimen. Frente a sus ojos vio como una de aquellas criaturas había tomado a un niño por los hombros, y por medio de sus ojos le lanzaba una luz al pecho. El infante gritaba, seguramente de dolor y en un par de segundos, de su piel emergió una pequeña semilla, la cual brillaba intensamente, era un brillo puro, cálido y lleno de calor.

—¡No te lo permitiré! —gritó Sakura.

Acto seguido se abalanzó sobre ellos, tomando la semilla extraída y al niño. El Drop reaccionó en seguida, no parecía molestarse ni irradiar alguna emoción, como si fuera tan solo un robot programado para atacar y conseguir las semillas del alma, por lo que ágilmente sacó un puñado cuchillas y las lanzó hacia la chica.


—Mierda —masculló, puesto que le sería imposible defenderse del ataque, ya que llevaba en brazos al niño.

—¡Escudo protector! —gritó la castaña, quien había llegado a tiempo para cubrir a su compañera.

—¡Tenten! —se alegró la Haruno.

—Pon a salvo a ese niño, debemos terminar con esto.


Pero no hubo tiempo de accionar el plan. Sin previo aviso ni nada, una terrible ventisca sacudió a las dos guerreras, las cuales salieron disparadas y pegaron contra un edificio. El infante que Sakura traía en brazos rodó y quedó al pie de un árbol.

—¿Pero qué pasó? —se quejó la castaña mientras se sobaba del fuerte golpe que se llevó.


Tras esas palabras, las miradas de ambas jovencitas se tornaron en blanco. Todos los Drops empezaron a ser eliminados uno tras otros. La misma ráfaga de viento que recibieron ellas, era la misma que atacaba a los demonios, aunque esta vez aquel ataque era combinado con otro, el cual era algo parecido a unas bolas de energía cósmica, las cuales carbonizaban a los Drops con tan solo rozarlos.

—¿Qué fue lo que pasó? —Sakura preguntó con un deje de temor cuando todo aquello culminó.


Todos los Drops fueron destruidos, un silencio abundó la escena, lo único que se podía escuchar era el resoplar del viento. La joven Haruno alzó un poco su vista, y a lo lejos pudo distinguir cómo se desvanecía una extraña figura; parecía un hombre, él tenía una cabellera negra, sus ojos no los pudo distinguir, puesto que estaban cubiertos por unas tiras blancas que colgaban del sombrero que portaba el personaje, y ya por último, algo que captó la atención de Sakura, fue el abrigo negro con nubes rojas que portaba.

—¿Quienes son ustedes? ¿Por qué nos salvaron? —Tenten preguntó, ocasionando que Sakura se saliera de sus pensamientos.


Frente a ellas se encontraban dos muchachas, una de ellas se veía muy impotente, portaba una ombliguera negra, la cual brillaba como si fuera charol, un pantalón del mismo color y material, botas, guantes, y su cabello, de un color mostaza, lo peinaba en cuatro coletas. Su acompañante se veía más amable, ella portaba un atuendo idéntico al de su compañera, sólo que en color blanco, Su cabello era largo, color negro azulado y poseía unos ojos perlados, los cuales eran familiares para las dos guerreras.

—No las hemos salvado —habló la chica de los ojos lunares.


Sakura y Tenten se lanzaron miradas, no entendían lo que pasaba. La chica de las cuatro coletas, extendió un gran abanico que portaba en su espalda y las apuntó con él.

—¡Entréguenos la semilla! —ordenó con furia.

—¡No! —gritó Sakura—, esta semilla es de un niño, no se las daré, se la voy a regresar.

—¿Qué acaso no te das cuenta en la posición que estás? —volvió a hablar la rubia, acerándole más el abanico a la joven de ojos jade.

—Por favor... no hagan esto más difícil, no pretendemos lastimarlas así que... entréguenos las semillas —masculló la chica de apariencia gentil.


Hubo una batalla de miradas, Tenten clavó sus orbes en los de Temari, pero ésta no le hacía caso, simplemente observaba con detenimiento a Haruno, ya que ella era la que ocultaba la semilla.

—¡Nunca! —gritó la castaña al tiempo en que hacía un ágil movimiento y le pegaba un fuerte golpe a la rubia de las coletas.


Sakura de inmediato se paró y se posicionó junto a Tenten, sacó su arma en forma de cruz y lanzó contra la chica de cabellera azulada un ataque, pero ella lo esquivó con facilidad.

—No nos dejan opción —susurró la joven de ocelos lunares, la cual dibujó un semblante de tristeza

Al instante sacó una especie de pistola, apuntó hacia Sakura y le disparó.


—¡Verga! —gritó la Haruno—, ¡Escudo!


Pero el ataque que lanzó la muchacha era demasiado potente, tanto que logró romper la protección de Sakura, impactándola directamente.

—Temari... ya la tengo —comunicó la chica al tiempo en que arrebataba la semilla del alma de las manos de Sakura.

—Bien hecho Hinata.


Tenten sintió un terrible escalofrío al ver el cuerpo de su amiga tirado y ensangrentado. Pronto la rabia se apoderó de ella, sintió cómo su sangre hervía y el deseo de aniquilar a aquellas personas le incitaba hasta más no poder.

—¡Malditas estúpidas! —gritó.


Lanzó su arco al aire y se transformó en una filosa espada. La envainó y sin pensárselo dos veces se abalanzó sobre las agresoras.

—¡Muévete Hinata! —ordenó la rubia.

Tenten rosó los finos cabellos de la muchachita, Temari agitó su abanico y le lanzó otra ráfaga de viento, pero la rabia de Tenten era tanta que cortó el ataque con su espada, logrando incrustar el filo de la espada en el hombro a la chica de las cuatro coletas.

—¡Temari! —gritó con preocupación su compañera.

Las fuerzas de la castaña se comenzaron a ir, había utilizado muchas energías.

—No te lo... perdonaré —murmuró Hinata mientras unas lágrimas resbalaban por su mejilla.

—Hinata... tranquila, yo estoy bien... ya tenemos lo que queremos, vayámonos —pidió Temari entrecortadamente, puesto que el dolor de la herida era muy fuerte.


Pero la chica ignoró su petición, su pistola la transformó en una especie de bazuca, corrió hacia la castaña y le disparó...

Temari y Hinata desparecieron. Un río de sangre se formó, el viento helado comenzó a soplar. Las voces se apagaron, no había nada. Una respiración agitada era lo único que irrumpía en el silencio.


—N... Neji —logró pronunciar la castaña.

El Hyuuga se había interpuesto entre Tenten y el ataque lanzado. Neji era sumamente fuerte, había logrado absorber con su sable la enorme cantidad de energía que Hinata había lanzado, pero aún así el ataque de la muchacha había sido muy fuerte por lo que Neji resultó dañado, sus manos se habían cuarteado y sus brazos escurrían de sangre.

—Realmente eres una... tonta —le dijo el Hyuuga, para después caer al suelo.


Los ojos de Tenten se cristalizaron, volteó a su derecha y divisó la imagen de Sakura, después miró a Neji, el cual no se encontraba en mejores condiciones que su amiga. Ella era fuerte, no tendía a demostrar sus sentimientos tan abiertamente, ni mucho menos a llorar, pero esta vez era demasiado, la situación demandaba llorar; sus ojos no podían soportarlo más, Neji y Sakura estaban malheridos por su culpa, porque no era los suficiente mente fuerte.

—Lo lamento tanto Sakura... Neji.







Por otra parte, Hinata y Temari llegaron a una cabaña, la cual estaba sumergida en el bosque que se encontraba a las afueras de la ciudad.

—Recuéstate Temari-chan, te... curaré la herida inmediatamente —le dijo su dulce amiga.

—Ya te dije... que estoy bien.


Hinata ayudó a Temari a recostarse en un sofá, para después retirarse.

—¡Vaya, vaya! —se escuchó un irónico grito—. Parece ser que la señorita secuestradora ha regresado y ¡malherida!

—Tsk —farfulló la rubia—, guarda silencio estúpido vago.

—Si no quieres que hable entonces déjame ir —volvió a decir la misma persona.

—Ya te he dicho que no, te necesito.

—Escúchame problemática, no soy tu juguete ni tu títere.


Nara Shikamaru había sido rescatado por Temari y Hinata durante el ataque de los Drops, lo llevaron a su cabaña y ahí lo dejaron encerrado mientras iban a conseguir la semilla del alma.

—Por favor Shikamaru-kun, Temari-chan no peleen —pidió Hinata quien acababa de regresar, cargada por un botiquín.

—Miren, agradezco mucho que me hayan salvado de aquellos monstruos pero yo no puedo ayudarlas, no soy como ustedes, no tengo poderes ni nada, sólo soy un chico al que le gusta dormir mucho, así que por favor déjenme ir.

—¡Ha! —exclamó Temari—, sabemos que eres un vago sin poderes inútil para nada.

—¡Temari-chan!

—¡Lo ves! Tú lo dijiste, si soy un bueno para nada entonces déjenme libre.

—No lo haremos —alegó la rubia—, por alguna extraña razón, tienes una luz en tu interior, la cual nos sirve como fuente de vida.

—En pocas palabras no me van a dejar libre porque me necesitan usar como su conejillo de indias.

—No... Shikamaru-kun no es tan... —intentó decir Hinata, pero fue interrumpida por Temari.

—¡Exacto vago, por fin lo entendiste!

—¡Ya basta!, estoy harto, ¡eres una problemática! ¡Por qué diablos me metes en todo este asunto!

—¡Ya... paren por favor! —gritó con nerviosismo la chica de ojos lunares.

Temari notó lo estresada que estaba Hinata, por lo que decidió parar, Shikamaru se dio la media vuelta y se encerró en la habitación que le habían encomendado. La chica del cabello azulado se dedicó a curar la herida de su amiga, y al cabo de un rato la rubia se quedó profundamente dormida.


—Sh... Shikamaru-kun... ¿puedo pasar? —preguntó con timidez la joven mientras tocaba la puerta.

—Adelante —respondió con pesadez.


Hinata giró la perilla y con lentitud se adentró en la oscura habitación. Shikamaru estaba recostado en la cama, con sus brazos detrás de su nuca.

—P... perdona la actitud de Temari-chan ella...

—No... no voy a salir de aquí ¿cierto?


La niña bajó la mirada, era obvia su respuesta pero le daba pesar.

—Discúlpanos, realmente te necesitamos, yo...

—Hinata —la interrumpió—, ¿te llamas Hinata no?


Ella asintió levemente —Hyuuga Hinata es mi nombre completo.

—Bueno escucha —aclaró su voz—, realmente no me importa mucho que me hayan atrapado, yo vivo solo, mis padres murieron hace un año... pero sabes, tengo amigos a los cuales aprecio, es por eso que sigo con vida... Ahora, si tan sólo me explicaran su historia, tal vez ya no me sentiría tan usado y cooperaría mejor con ustedes.


La Hyuuga se lo pensó un poco, jugaba con sus dedos mientras miles de pensamientos le atacaban, pero al final tomó una decisión.

—De acuerdo... Te contaré... nuestra historia.






El tiempo comenzó a pasar, la noche ya casi había llegado, la ciudad había comenzado a ser reparada, los hospitales se habían llenado de gente herida y las funerarias estaban retacadas.

—Al fin despertaste —habló una mujer.


Sakura miró a su alrededor con algo de confusión. Quiso moverse pero sintió dolor al intentarlo, luego observó que su cuerpo estaba cubierto por vendajes y sus antiguas ropas habían regresado.

—Tsunade-sama, yo... no pude luchar.

—Tranquila Sakura, nadie se imaginaba que aquellas dos aparecerían.

—¡Sakura! —exclamó con felicidad la castaña al ver que su amiga había recuperado el conocimiento.


La Senju ayudó a la joven de irises jade a levantarse y la llevó a una salita, donde todos —Kakashi, Neji, Tenten, Sakura y Tsunade— se reunieron.

—¿Quiénes eran ellas? No estaban de parte de Akatsuki ¿o sí? —se animó Tenten a preguntar.

—No —contestó Kakashi—, ellas eran Sabaku no Temari y Hyuuga Hinata.


Un breve lapso de silencio se presentó, Sakura y Tenten se quedaron algo pensativas, como procesando la información, y al cabo de unos segundos reaccionaron.

—¿¡Hyuuga!? —gritaron al unísono mientras veían a Neji.

—¿A caso es tu hermana? —preguntó la castaña con aires de sorpresa.

—No —respondió de forma cortante—, somos primos.


Todo era sumamente extraño, Hinata, la prima de Neji era su ¿enemigo?

—Ahora que lo pienso, sus ojos son muy parecidos —comentó Sakura.

—Hace algunos años, la dimensión de la que provenimos fue destruida por Akatsuki —Tsunade comenzó a relatar—, prácticamente todos murieron, solamente algunos cuantos sobrevivimos. La familia Sabaku no tenía descendencia de brujos de magia antigua, lo que los hacía una amenaza, así que intentaron eliminar a todos, solamente Sabaku No Gaara y Sabaku No Temari sobrevivieron.

—Neji y su prima formaron parte del temido clan Hyuuga, guerreros de sangre pura, con una técnica de línea sucesoria temible, y habilidad nata en la espada. Ellos también fueron uno de los principales blancos de ataque de los Akatsuki, mataron sin piedad a todos los de su clan, Neji y Hinata lograron sobrevivir gracias a una defensa hecha por el padre de Hinata, Hiashi Hyuuga —Kakashi pausó un poco, miró a Neji quien no mostraba emoción alguna y después prosiguió—. No sabemos qué planes tenga Akatsuki, pero a lo largo del tiempo ha destruido varias dimensiones, y ahora, al parecer, la suya es la próxima.


El Hatake puso el semblante más serio que pudo, clavó una profunda mirada en ambas jóvenes, quienes también comenzaban a mostrarse serias.

—Pero aún así —habló Tenten—, no entiendo por qué Hinata y Temari-san están en nuestra contra.

Tsunade iba a contestar, pero esta vez Neji tomó la palabra.


—Quieren vengarse... el dolor que les causó Akatsuki las cegó en la venganza. Cuando aquél incidente pasó, yo me vine aquí, con Kakashi-san y Tsunade-sama, pero Hinata se negó a venir conmigo, la muerte de Hiashi-sama y su hermana menor Hanabi-sama la hicieron ver las cosas de manera diferente. Ella se juntó con Temari y Gaara, quienes buscaban lo mismo que ella... vengarse de Akatsuki.

—¿Y tú no quieres lo mismo? No entiendo porqué estás aquí —respondió la castaña.

—Ellas buscan aniquilar a todo Akatsuki, en cambio nosotros no buscamos vengarnos —contestó Tsunade—, si no que... lo que nosotros estamos intentando hacer es detenerlos, queremos frenar sus malévolos planes, intentamos evitar que sigan destruyendo las diferentes dimensiones, es por eso que hemos venido a buscarlas, porque ustedes son las guerreras encargadas de aquí.

—Entonces —prosiguió Sakura—, lo que nos dijeron antes de que a ustedes no les interesaba lo que le pasara a nuestro mundo era mentira.

—Era la única forma de hacerlas reaccionar —consignó Kakashi.

—Hinata y toda su pandilla no son malos en realidad —volvió a hablar Tsunade—, pero no escuchan a nadie, todos ellos no dudarán en arrebatarles a los humanos sus semillas del alma, sus acciones son egoístas y todo lo que hacen es catalogado como crímenes menores, es por eso que son nuestros enemigos.


Nuevamente nadie habló, todos se sumergieron en sus pensamientos, y luego de un lapso el Hatake volvió a hablar.

—Bueno ya es tarde, Tenten, es mejor que regreses a tu casa o tu hermano se preocupará.

—Deidara... es verdad, mejor me voy.

—Cuando quieras regresar a la base, solamente aprieta el anillo que se te dio, cierra los ojos e imagínate aquí, tu propia energía te traerá —explicó Tsunade.

—Entiendo.

—Sakura —habló Kakashi mirando a la susodicha—, hemos traído tus cosas a la base, tu casa fue destruida y el hombre que cuidaba de ti murió.

Sakura guardó silencio, realmente no le importaba que aquél sujeto hubiera muerto, después de todo siempre la acosaba; más bien, su tristeza se debía a que su casa se había derrumbado.


—Está bien —aceptó.

—Neji, lleva a Tenten hasta su casa —ordenó Kakashi.


Éste sólo asintió con la cabeza, se colocó junto a la castaña, la tomó de la mano y cerró sus ojos para después concentrar su energía y desaparecer junto con la chica.

Fue un viaje rápido, cuando Tenten abrió sus ojos se encontraba frente a su casa.

—Bien, aquí estás, me voy —anunció el genio.

—¡E... espera! —pidió ella.

El Hyuuga simplemente se giró y le dedicó una mirada de “prosigue”


—Esto... quería darte las gracias por haberme salvado... de no haber sido por ti seguramente yo hubiera muer...

—No importa —la interrumpió—, hice lo que tenía que hacer, sólo eso.

—Lo sé, pero para mí es importante ya que se trata de mi vida.

—Está bien, pero ten en cuenta que no siempre estaré ahí para salvarte.

—Lo sé —admitió—, es por eso que... quiero pedirte un favor.

—¿Qué cosa? —preguntó él.

—Por favor sé mi entrenador... ayúdame a ser más fuerte.


El genio miró a Tenten directo a los ojos, ella lo miraba con seguridad, con determinación.

—Mañana pasaré por ti a las cuatro de la maña, estate lista.

La cara de Tenten se iluminó ante esas palabras. Ahora más que nunca deseaba hacerse más fuerte, quería demostrar que no era ninguna debilucha, quería proteger a Sakura, a todos sus amigos, y por sobre todo... se había interesado en aquellas dos chicas, en la relación que Hinata tenía con Neji, todo eso le atraía.

—Gracias Neji —le susurró al oído para después darle un beso en la mejilla, en forma de gratitud.


Tenten entró corriendo a su casa, dejando a Hyuuga Neji extrañado, ¿por qué había hecho eso? Nunca antes alguien había tenido los huevos para hacerle eso, para besarlo aunque fuese en la mejilla; sin duda alguna... aquella chica era diferente.




Tenten entró en su casa, las luces estaban apagadas, lentamente comenzó a caminar, tratando de no hacer el menor ruido posible, pero...


—¿En dónde demonios estabas? —preguntó una molesta voz.

Las luces se encendieron, dejando al descubierto la figura de su hermano, sentado en un sillón de brazos cruzados.


—Deidara... —masculló—, ¿eso qué te importa?

—¿¡Perdón!? —se levantó de un salto—, ¡esa no es forma de hablarle a tu hermano mayo!

—¡No tengo porqué responderte! —le gritoneó.

—¡Claro que sí! ¡Eres una menor de edad y yo estoy a cargo de ti!

—¡Pues no parece, tú siempre llegas a altas horas de la noche y nadie te dice nada!

—¡Hay por favor! —siguió gritando el rubio para después acercarse más a Tenten—. No mezcles las cosas, yo soy un adulto de veintitrés años y tú una mocosa de diecisiete.

—¡Entonces actúa como tal! ¡Siempre me dejas sola, ni siquiera compras comida, te la pasas de fiesta, no vas a las juntas de la escuela, siempre pagas la colegiatura con retardos, raras veces estás en la casa y cuando estás vienes acompañado con una vieja con la que te acuestas por horas! ¡Deidara date cuenta, yo no existo en tu vida, nunca tienes tiempo para mí!

Tenten rompió en llanto, le dolía cada frase que decía, pero ella no era la única afectada. El rubio sintió un apuñalamiento en todas partes de su cuerpo. Sí, no podía negarlo, él era un pésimo hermano, no servía como tutor, no se merecía tenerla, no se merecía nada. Se acercó más a su hermana, retiró sus manos de su rostro y la obligó a mirarlo.


—Se que con una disculpa no basta... pero perdóname Tenten... yo… soy un idiota estúpido desgraciado, no sé cómo debería ser un padre, yo solamente soy tu hermano que no sabe nada de nada, porque siempre fui mimado por mamá y papá y cuando se fueron me sentí desdichado, no supe hacerme cargo de ti Tenten, lo lamento mucho… por mi culpa estás sufriendo, pero… no es verdad que no me importas, al contrario, eres la única mujer en mi vida que de verdad quiero, tú eres mi razón de vivir, y precisamente por eso me puse así de agresivo contigo cuando llegaste... creí que... —lágrimas comenzaron a rodar por su tersa piel, un nudo en la garganta se le formó, pero al final siguió hablando—, creí que habías muerto en el incidente de hoy... pensé que aquellas endemoniadas criaturas te habían quitado la vida, así que yo...

—Deidara... —pronunció Tenten con el llanto en su garganta, queriendo volver a explotar.

—Tenten, estuve a punto de suicidarme...

—¿Eh?

—Como tú no regresaste, pensé que sí estabas muerta. Un segundo más tarde que hubieras llegado... me hubieras encontrado muerto... Pero cuando escuché que abrías la puerta mi alma regresó, supe que estabas viva y yo debía seguir aquí, yo...

—¡Ya no digas más! —gritó la castaña para después abalanzarse sobre su hermano y abrazarlo como nunca antes lo había hecho—. Deidara yo te amo... así que no te vayas de mi lado pro favor... no me dejes sola, eres la única familia que tengo.


El joven sintió el amor de su hermana, sintió la necesidad de protegerla.

—jamás, jamás te dejaré... Y te prometo que de ahora en adelante trataré de ser un mejor hermano.





Próximo capítulo.

—Sasuke-kun… no estoy loca, en el incidente de aquel día estoy segura que vi a un tipo muy parecido a ti.

—Sakura... olvídalo ya, no sé nada.
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—Buenos días Shikamaru

—Hola Tenten.

—Lamento mucho lo de tu casa.

—No importa, estoy viviendo con... unos amigos.
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—No importa lo mucho que quera olvidarlo... simplemente no puedo perdonarlos.






Bien fin del capiii, ¿alguna sujerencai?