¡Vamos al campamento miliar, que la guerra empiece! (NxT,NxH,SxS,SxI,SxT,GxM)

Re: ¡Vamos al campamento miliar, que la guerra empiece! (NxT,NxH,SxS,SxI,SxT,GxM)

Hola amoreeesss :33 jeje Perdooon si me tardee en la contii D:! pero pss ya saben jajaj falta de tiempo imaginación y asdf :3 todo me acontese XD pero bueno aquii les traigoo la pedida contii D:! espero que les guste, aquí habrá SasuSaku, InoSai, algo de ShikaTema, y muy poco de NaruHina y NejiTen pero hay jajaja, plisss dejenme en el post si quieren que agrege alguna pareja y cual quieres que aparezca más en el prox capii :9 bueno sin más rodeos xD la contiii :´D





Capítulo 5. ¡Escoltas!






El cielo se mantenía cerrado por nubes negras. El clima no animaba a trabajar, nadie quería hacerlo. Cada quién se mantenía ocupado en alguna cosa: unos se habían recostado en el pasto, otros simplemente platicaban y unos cuantos se habían puesto a jugar.


—¡¿Qué es lo que se están creyendo?! —se escuchó un gran grito—, ¡les he ordenado dar treinta vueltas a la cancha, y en vez de eso están holgazaneando!

Muecas de terror se pintaron en los rostros de todos los presentes, y casi de inmediato y por reflejo se alinearon en una perfecta fila horizontal.


—Se han atrevido a desobedecer mis órdenes... bien, tendrán un castigo —la Mitarashi pausó, viéndolos amenazadoramente—, aparte que tendrán que dar cincuenta vueltas a la pista sin descanso ni agua... también, esta noche harán una pequeña prueba de valentía en nuestro simulador de bosque, donde les advierto... vivirán sus peores pesadillas.


Muchos dieron el trago de saliva, ¡qué horror!, algunos habían escuchado rumores de aquél “bosque”, decían que realmente te dabas el susto de tu vida, que incluso un cementerio de noche era menos escalofriante.


—Pero para que vean que soy una muy buena persona, entrarán en parejas mixtas, que por supuesto yo formaré.

Todos asintieron, por lo menos no estarían solos.

Con mucho esfuerzo y trabajo dieron las cincuenta vueltas, fue algo realmente agotador, pero seguro era, que ¡jamás volverían a ignorar una orden!, terminaron bañados en sudor, es más, si se hubiera juntado el sudor de todos, fácil llenaban un chapoteadero grande.


—Bien, es hora de la comida, pueden retirarse —anunció Anko.


Acto seguido se dispersaron por toda el área, en menos de un minuto ya no había nadie por el campo.


—Apenas y aguantaste frentona —se burló una mujer de blondos cabellos.

—Cállate Ino cerda, que al menos yo no me tropecé.


Yamanaka Ino y Haruno Sakura eran amigas de infancia, y esta vez era su tercer año en el campamento militar.

—¡La cafetería está muy llena! —se quejó Haruno—, no quiero hacer toda esa fila para la comida.

—Hay, deja de pensar como una chiquilla de diez años —reclamó Ino—, observa y aprende.


Al instante, comenzó a caminar lentamente meneando su cadera, su mirada la trasformó a una seductora, al tiempo en que se dirigía con la gracia de una diosa hacia cierto chico, que “casualmente” se encontraba hasta el frente de la fila.

—Muñeco —captó la atención del muchacho con tono meloso—, tengo algunas cosas que hacer y pues... no tengo tiempo de hacer toda esta fila, además ¿no crees que sería terrible que una dama como yo esté entre toda esa bola de hombres pervertidos?


Un tono carmesí se fundió en las mejillas de aquél joven, fue poseído por la mirada de Ino y su hipnotizarte sonrisa.

—C... claro, pásale, te doy mi lugar.

—Gracias guapo —resumió la Yamanaka para después besar la nariz del joven y posarse en su lugar.


Muy satisfecha de su trabajo, pidió lo que mejor le pareció del menú, para después dirigirse con su charola repleta de comida hacia Sakura quién la veía con la quijada en el suelo.

—¿Observaste frentona?, es tu turno.

—¡Ni loca! —reprochó la mujer de cabellos rosado—, lo que haces va contra mi moral, es abusar de los demás.

—Pues como quieras, has toda esa fila mientras yo me voy a comer.


Y dicho y hecho, Ino se dio la media vuelta y con toda dignidad se fue orgullosa a comer a unas banquitas al aire libre... pero no contó con que alguien había observado todo lo ocurrido.


—¡Pues prefiero eso! —gritó Sakura encolerizada.

Apretó sus puños y maldiciendo a Ino daba pasos violentos hacia el final de la fila, pero una mano la detuvo.

—Tú... eres... —pronunció la chica al ver a la persona que le apresaba.

—Sasuke, y si no mal recuerdo eres Sakura —contestó el azabache con seriedad.

Haruno abrió sus ojos de par en par, era extraño estar ante el Uchiha, luego de lo ocurrido una hora antes.












—Uchiha Sasuke.

—Un placer, Haruno Sakura —esbozó una sonrisa.

—Hey Teme, ¿no crees que Sakura-chan se parece mucho a tu ex?
—intervino emocionado el Uzumaki.

Ante tal comentario la joven aludida se sonrojó, mientras que Sasuke se limitó a pegarle un golpe a su amigo.

—¡¿Por qué me pegas idiota?!, si sólo dije la verdad.

—Guarda tus comentarios —pronunció de forma amenazadora.

—Dis... disculpa Sasuke-kun —intervino nerviosamente la joven de ojos jade.

El azabache le dedicó una mirada para que prosiguiera.

—¿Es... verdad eso?, ¿me parezco a tu ex?

Un leve, pero muy leve tono carmesí apareció en el Uchiha, aunque supo disimularlo muy bien.

—Sí, un poco, sólo que ella tenía el cabello de color naranja y era muy débil y llorona.

—Pues entonces sólo nos parecemos en físico —rió un poco la Haruno—, porque déjame decirte que yo tengo determinación y mucha fuerza.

—Hmph —esbozó media sonrisa—, pues demuéstramelo, dale un golpe a un árbol.

La chica se extrañó por la petición del Uchiha, pero terminó por acceder. Naruto, Hinata y Sasuke se colocaron de espectadores, mientras que Sakura ajustó su guante negro, tomó aire y pegó un fuerte golpe.

—¡Increíble Sakura-chan! —exclamó Naruto.

—Le has hecho... bastante daño —completó la Hyuuga.

Sakura esbozó una sonrisa de satisfacción y se giró hacia su retador... pero... el Uchiha se había dado la media vuelta y caminaba a paso lento, alejándose de todos ellos, lo que causó consternación en Sakura.











—Sí, pero ¿por qué te fuiste hace un rato sin decir nada? —preguntó la joven.

—Porque vi todo lo que necesitaba.

Nuevamente Sakura quedó confundida, aquél chico era realmente extraño, y extrañamente tenía un no se qué, que le hacía sentir... diferente.




La joven Yamanaka se mostraba estupefacta. Ella se había posado en una banquita a degustar sus alimentos, cuando un extraño chico la interrumpió.
Se veía serio, él la miraba como si nada, no mostraba ninguna emoción ni expresión, simplemente observaba con profundidad a la rubia.

—¿Te puedo ayudar en algo? —se animó a preguntar la chica.


Él joven pareció reaccionar; esbozó una amigable sonrisa mientras cerraba sus ojos para después contestar:

—¿Para qué hiciste eso?

—¿Hacer qué?, no sé de que me hablas.

Aquel extraño chico tomó asiento frente a Ino, se mostraba pensativo, pero pocos segundos después siguió hablando.

—Eso que hiciste con aquel chico, ¿por qué?

Ino abrió sus ojos hasta su límite, aquél extraño era un atrevido —según ella—, pero le agradaban la gente como él, así que se limitó a sonrojarse levemente y a decir con un toque de orgullo:

—Pues no quería hacer toda esa fila, así que simplemente utilicé un “toque especial”

—¿Toque especial? —repitió lo dicho por la Yamanaka—, no entiendo.

—Hay, cómo que no —se burló—, un toque especial, ya sabes, es como seducir.

—¡Ah entiendo! —se emocionó el joven—, leí algo así en un libro, decía que era una especie de ritual que la hembra del espécimen humano hace para atraer pareja.

El canto de un grillo se escuchó, Ino sintió como si hubiera tenido una especie de caída, ¡por Kami!, ese era el tipo más raro que había conocido hasta ahora. Pero le agradó.

La chica se echó a reír, tanto que algunas lágrimas se le escaparon. Mientras que el extraño joven le miraba confundido.

—¿Qué te da tanta risa? —preguntó el muchacho.

—Hay nada, nada —terminó de reír mientras secaba sus ojos—, ¿cómo te llamas?

—Sai, ¿y tú?

—Ino, Yamanaka Ino, es un placer conocerte Sai, no sé porqué pero presiento que nos llevaremos muy bien.





El tiempo volaba, ya la hora del almuerzo había concluido, la tortura continuaba. Todos se reunieron en el lugar acordado, la pista de entrenamiento cuatro, les tocaba entrenamiento de escolta, con la amable teniente Kurenai —como muchos la describían—, o eso creían.


—Espero que hayan almorzado bien, porque será un duro entrenamiento —comenzó a instruir la azabache.


Hacía un calor infernal, el sol brillaba hasta más no poder. El sudor se hacía presente en las frentes de todos, y realmente, nadie quería ponerse a marchar bajo el sol.

—Primero que nada formaremos las escoltas, aquí no hay ni lado femenino ni masculino, las escoltas serán mixtas y yo decidiré cómo quedarán, ¿alguna objeción?

—¡No teniente Kurenai! —contestaron al unísono los “cadetes”.

—En ese caso comenzaremos —anunció la líder.

—D... disculpe —habló cierta muchachita de cabellos azulinos.

—¿Si señorita Hyuuga?

—Neji nii-san y Tenten-san ¿no... vendrán?

—Siguen en recuperación, no se preocupe Hinata-sama, pero que bueno que los menciona, tengo que ver en qué escolta los colocaré... pero bueno ¡Atención, firmes ya!

Todos acataron, se pararon derechitos, cabeza en alto, pecho fuera y espalda totalmente recta.


—¡Hagan una fila india y comiencen a marchar, yo les daré órdenes y veré qué tal no hacen!

De inmediato formaron dicha hilera y sin perder tiempo comenzaron a marchar. La mayoría lo hacía muy bien.

—¡Paso redoblado... ya!

Todos lo hicieron, hubo uno que otro que se confundió y lo hizo mal.
—¡Conversión a la derecha... ya!


Nuevamente captaron la orden, uno hubiera creído que eran excelentes alumnos, pero la verdad era que la mayoría se había asustado cuando la teniente alzó la voz, pasó de ser una amable y dulce instructora a una diabólica con ojos rojos.

—¡Joven Nara, enderécese y alza más los pies! —regañó Kurenai.

—Qué problemático —masculló con fastidio.

—Qué bueno, eso te pasa por vago —se burló Temari, quien estaba detrás de él.

—Calla mujer, no molestes.

—Tú no me callas vago de porquería.

—¡Basta los dos! —recriminó con seriedad la mujer—, es más, sólo por eso, estarán juntos en la misma escolta.

—¡¿Qué?! —gritaron al unísono sin dejar de marchar claro.

—¿Escuché quejas? —miró aterradoramente a los pobres chicos.


Simplemente se tragaron la saliva, mejor no discutían, porque si no quien sabe que otro castigo les pudiera poner, aunque, uno peor que el que les había impuesto, no podría ser.




Por otro lado, exactamente en la enfermería del campamento, que más bien parecía mini hospital, tenían a los jóvenes del incidente. Neji permanecía sentado sobre su cama, mientras que Tenten luchaba contra el abrazo de su hermana.

—Naruko ya basta, me asfixias —pronunciaba la castaña
entrecortadamente.

—Pero nena, ¿segura que estás bien?, mira que estoy muy preocupada —decía la loca, digo su hermana sin dejar de abrazarla.

—Sí ahora… por favor... suéltame.


La Uzumaki mayor decidió dejarla, ella era muy aprensiva, y seguramente se hubiera quedado más tiempo, de no haber sido por aquél muchacho que entró a la habitación.


—Permiso —habló un joven de azabache cabellera al tiempo que entraba.

Los irises azulados de Naruko vibraron y de inmediato frunció el seño hasta más no poder, al ver la figura de aquél sujeto.

—¿Qué haces aquí Itachi? —cuestionó la rubia con ira en sus ojos.

—C... cálmate Naruko, como encargado de los chicos es mi deber venir a ver a Neji-san —respondió el joven con una gotita en la sien, y utilizando un tono amable.


La Uzumaki ya no le dijo nada, simplemente se limitó a despedirse de su hermana y marcharse, lo que causó gran desconcierto en la menor.

—¿Cómo estás? —habló el Uchiha.

—Bien, algo cansado —respondió cortante el Hyuuga.

—T... teniente Itachi —habló la castaña.

El Uchiha le dedicó una mirada.

—Perdón si soy entrometida pero... ¿por qué mi hermana lo ve tan feo?, ¿acaso lo odia?

—Eh... pues, es una historia larga y muy confusa pequeña, además estoy seguro que Naruko no quiere que te la cuente, en fin sólo vine a ver cómo estaban, me retiro.


Y sin más palabras el Uchiha se retiró, su mirada había reflejado algo extraño.

—Qué extraño es —susurró por lo bajo la chica.

—Tenten —habló el genio—, ¿era importante el collar que lanzaste?

—¿Eh? —la Uzumaki se sorprendió por las palabras de Neji—, pues... algo.

Ya no dijeron nada, el silencio abundó por unos momentos la habitación, no fue mucho en realidad, ya que Tenten se dispuso a hablar.

—Cuéntame de ti Neji.

—¿Por qué?

—Pues... me gustaría saber quien eres en realidad —esbozó una dulce sonrisa, típica de ella—, además, después de lo que pasó hoy, pienso que podemos ser buenos amigos, ¿no lo crees?

No lo reflejó del todo, pero las palabras de ella le habían movido el tapete. Sí que era extrovertida, pero tal vez podrían llegar a ser buenos amigos, tal y como ella lo dijo.

—Realmente no tengo mucho que decir —gesticuló gélidamente.

—Oh vamos, no me digas que no has hecho nada en la vida.

Él guardó silencio, nuevamente le pareció que ella hablaba de más, sí que era una confianzuda, pero decidió hablar.

—Mi padre y el de Hinata-sama eran gemelos.

—¿Eran? —indagó Tenten.

—Sí, mi padre, Hyuuga Hizashi, murió por proteger a su hermano.

—Qué... triste.

—Ahora habla tú —inquirió con seriedad.

—Pues yo... vivo con mis papás, Namikaze Minato y Uzumaki Kushina, son muy buenos padres, me han educado bien. Naruto y Naruko son mis hermanos, Naruto es un tonto de primera, pero es muy bueno y cuando se propone algo lo hace. Sasuke es un amigo de infancia y pues básicamente he tenido una vida común y corriente.


Neji no dijo nada, sólo la miró unos segundos para después recostarse en su cama.





Por otro lado, los pobres cadetes estuvieron marchando durante dos horas, y al fin la pero parte había terminado; ahora sólo se mantenían en sus lugares atentos, puesto que las escoltas se iban a formar.

—Bien, he analizado y observado a cada uno de ustedes, y tomando en cuenta sus habilidades y capacidades lo he colocado en una determinada escolta —anunció la Yuhi.


Un brisilla se escapó, refrescado dulcemente los acalorados rostros de los jóvenes, dándoles por lo menos un respiro.

—Equipo número uno: Uzumaki Naruto, Sai, Uchiha Sasuke, Hyuuga Hinata y Haruno Sakura.

Los nombrados dieron dos pasos adelante, ninguno reprochó, pero a decir verdad Naruto estuvo a nada de quejarse por haberlo puesto con Sasuke, pero se abstuvo.

—Equipo dos —prosiguió la teniente—, Matsuri, Sari, Sabaku no Gaara, Inuzuka Kiba y Aburame Shino.


Nuevamente el proceso se repitió, los llamados se colocaron juntos.

—Equipo tres, aunque no estén presentes son: Hyuuga Neji, Uzumaki Tenten, Yamanaka Ino, Akimichi Chouji y Rock Lee.


Los tres presentes se acomodaron juntos, y así la líder prosiguió.

—Equipo cuatro, como lo prometido es deuda: Nara Shikamaru, Sabaku no Temari, Sabaku no Kankuro, Shion y Kin.

Mismo proceso, los integrantes se reunieron.

—Mierda, ¿por qué éste es el único equipo donde hay más mujeres?, qué problemático —se quejó el Nara.

—Equipo cinco: Karin, Hozuki Suigetsu, Juugo, Tayuya y Kimmimaro.



La sensei, prosiguió dando los equipos. Quien sabe porqué, pero un extraño aire se sintió, algo que hizo temblar el esqueleto de los presente, algo se acercaba. ¿Qué era?



















Less gustooo :3, Próximo capii, ¡La prueba de valentía!

 

Re: ¡Vamos al campamento miliar, que la guerra empiece! (NxT,NxH,SxS,SxI,SxT,GxM)

Bueno bueno, sé que me tardé un poco en poner la conti U...U pero pss ya saben mis pretextos XD la escuela y pss estuve en examenes y asdf asdf lo de siempre =_= además tengo más fics en qué enfocarme jijiji y bueno aquí les dejo la conti no sin antes AGRADECER DE TODO CORAZON a todos los que leen mi fic los AMISIMOO *w* y dvv aprecio muxo sus bellisimos comentss >w< graciasss, son mi inspiración bueno ya, ahora sí la conti.

PD: en el cap hay ShikaTema y NejiTen a petición de ustedes :9 para el prox habrá SasuSaku, NaruHina y GaaMatsu, si quieren más de otra pareja sólo pidanla :9


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Capítulo 6 "Prueba de valentía" (parte 1)








Había sido un día realmente atareado para todos, pesado y sobre todo muy cansado, pero algo habían aprendido: ¡jamás volverían a desobedecer una orden!, y mucho menos de Anko.

Todos querían ir a sus camas y dejar el cuerpo flojo, dejarlo hundirse en el colchón y dormir tan profundamente que ni aunque cayeran meteoritos, despertarían de sus sueños. Pero todo eso sólo eran fantasías, puesto que aún tenían que enfrentarse a su castigo... la prueba de valentía.


—¿¡pero por qué Neji y yo debemos hacer la prueba!? —se quejaba la castaña con la teniente Naruko.

—Hay muñeca, no discutas las decisiones tomadas.

—Pero nosotros no fuimos los que desobedecimos, al contrario, ¿Qué no fue ya suficiente que nos hayamos enfrentado al endemoniado lago?, digo eso ya vale por diez pruebas de valentía.

—Sí, te apoyo, pero la decisión no fue tomada por mí, además aquí las reglas son así, por uno que cometa el error, pagan todos, no importa que no hayas tenido nada que ver —concluyó su hermana para después retirarse.


Tenten simplemente se dedicó a cruzarse de brazos, darse la media vuelta y entrar al dormitorio de las chicas, en donde todas ya se alistaban para el “terrible castigo”

—¿Qué... te dijeron? —le preguntó la Hyuuga.

—Ash, que debo hacer la prueba con todos.

—¿Neji nii-san también?

—Sí, que injusto.


No se dijo más, simplemente se terminaron de alistar y se dirigieron al lugar acordado y a la hora acordada: 10:00 pm en punto.

La temperatura había bajado considerablemente, el viento resoplaba algunas veces con fuerza y otras veces sólo eran frágiles ráfagas. Algunos destellitos se pintaban en la atmósfera, pertenecientes a las luciérnagas, mientras que la luna hacía acto de presencia, brillando con intensidad acompañada por sus hermanas las estrellas.


—Es hermoso —susurró Sakura con un peculiar resplandor en su mirada.

—Sí —apoyó su amiga rubia—, es el momento perfecto para tener una cita romántica.


No había mucha emoción en los presentes, todos estaban fatigados y artos, incluso algunos —más específicamente Shikamaru— se habían recostado en el pasto a dormir un poco.

—¡Oye vago!, despierta, no seas holgazán —le regañó Temari al tiempo en que le daba una patada.

—¡Ay! —se quejó al recibir el impacto—, eres una pesada mujer, deja de molestar, suficiente tengo con aguantarte en la escolta.

—Pues ni pienses que yo estoy muy feliz con eso, es más tortura para mí estar aguantando a un flojo con aires de pesadez —se defendió.

—Entonces ¿qué haces molestándome?, si tanto te disgusta mi actitud deberías irte.

—¡Eres un terco!, ¡además no importa donde esté, tu estúpida cara siempre se me viene a la mente y eso me enferma! —gritoneó toda cabreada por el comentario del Nara.

—¡Ah, pero miren nada más! —se escuchó una tercera voz a sus espaldas.


Los nervios se les pusieron de punta al reconocer dicha voz, ¿de dónde había salido?, su sigilo debía ser como el de un felino o ellos estaban tan metidos en la pelea que no se percataron de la presencia de aquella persona.


—Capitana... —murmuró Shikamaru.

—Anko —completó Temari con la misma expresión de horror que tenía el vago.

—Me alegra ver que se lleven tan bien —comentó la mujer con una sonrisa que por donde la vieras, irradiaba maldad—. Y como yo soy tan buena y generosa, los pondré juntos para hacer la prueba de valentía.

—¿¡Qué¡? —exclamaron al unísono.

—¿Tienen alguna objeción? —los fulminó con la mirada.

No dijeron nada, simplemente tragaron saliva y se resignaron a aceptar la decisión final de la Mitarachi.


—¡Muy bien gusanos, formen una sola fila horizontal!


De inmediato todos ejecutaron la orden, haciendo una perfecta hilera, todos callados, derechos y firmes.

—Muy bien, ahora explicaré brevemente lo que tienen que hacer —hizo una pausa para mirar a cada uno de los cadetes, causando intimidación—. Por parejas, se internarán en el bosque que está frente a ustedes, a cada pareja se les entregará un pergamino, puede que sea de cielo o de tierra, y su objetivo es lo siguiente: principalmente deberán conseguir otro pergamino, osea, que deben poseer tanto el pergamino de tierra como el de cielo, eso lo conseguirán quitándoselo a otro equipo, ¿cómo lo harán?, es su problema. Ahora, una vez que hayan hecho eso, deberán dirigirse a la torre que se encuentra justo en medio del bosque, ahí, llevarán los pergaminos, los abrirán juntos y resolverán el acertijo, si lo logran, sabrán que más hacer, y si no, habrán fallado la prueba, ¿Dudas?


Ni una palabra. La mayoría tenía miradas aterradoras, realmente sería una larga noche.

—Bien, si no hay dudas... Ahora comenzaré a explicar las reglas —prosiguió la capitana, haciendo énfasis en la última palabra—. Primero que nada, está prohibido el uso de armas de fuego, pueden usar armas blancas pero no para hacerle daño a alguno de sus compañeros. Segundo, está estrictamente prohibido abrir cualquier pergamino antes de llegar a la torre, atrévanse a hacerlo y pagarán las consecuencias —nuevamente la mujer los fulminó con una mirada sumamente aterradora—. Y ya por último, si llega a haber algún problema o accidente, deberán lanzar unas señas hacia el cielo con una linterna. Y recuerden, este bosque no es cualquier cosa, se encontrarán con una serie de trampas y peligros, claro que lo hemos ajustado a un nivel que ustedes puedan soportar, pero no se confíen.


La impotente mujer, con su fuete envainado, caminó a lo largo de la fila de muchachos, observándolos con una sonrisa maliciosa, mientras éstos hacían todo lo posible por no demostrar intimidación.

—Lo siguiente que deben saber —prosiguió la capitana—, es que la mitad de ustedes, o quizás menos, no pasarán la prueba, puesto que deben quitarle a alguien más su pergamino, y aquellos que no lo hagan recibirán un castigo, ¿qué castigo?, si quieren saberlo pierdan... Cuentan con un límite de tiempo, que será hasta mañana a las doce del día.


Hubo otro momento de silencio, muchos se lamentaban haber ido al campamento, qué no darían por estar en su casita viendo televisión.

—Ahora —continuó la Mitarachi—, formaré los equipos, cuando escuchen su nombre den dos pasos al frente y reúnanse con su pareja, ¿quedó claro?

—¡Sí capitana!

—Bien, entonces continuemos, y tal y como lo dije: Nara Shikamaru y Sabaku no Temari.

“Verga, no se le olvidó, qué problemático”

—Uzumaki Naruto y Haruno Sakura.

“No, no, no ¿por qué me tuvo que tocar con el escandaloso?” —se lamentaba la Haruno.

—¡Viva, me tocó con Sakura-chan!

—¡Cállese Uzumaki! —reprimió la autoridad—. Los siguientes son: Uchiha Sasuke y Hyuuga Hinata, Yamanaka Ino e Inuzuka Kiba, Sai y Karin, Sabaku no Gaara y Matsuri, Sabaku no Kankuro y Sari, Aburame Shino y Kin, Rock Lee y Shion, Hozuki Suigetsu y Tayuya.


Así la capitana Anko prosiguió diciendo las parejas, pero hubo a dos chicos que curiosamente nunca nombró, cosa que desconcertó a los mismos.

—Permiso para hablar —pidió la joven de cabellos castaños.

—Permiso concedido Uzumaki.

—Noté que ni a Neji ni a mí nos ha nombrado, ¿acaso no realizaremos la prueba?


Ante esto la capitana se soltó a reír, doblándose de las carcajadas que echaba.

—¡Por supuesto que participarán!, pero como ustedes dos, sabandijas, trabajan tan bien juntos, según los coroneles, se decidió que de ahora en adelante estarán juntos en las actividades mixtas, creí que ya se los habían dicho, por lo que no creí necesario mencionarlo.

—No, no lo hicieron —pronunció el Hyuuga con un tono de voz frío y a la vez molesto.

Esto no pasó desapercibida por Tenten, sintió un raro apuñalamiento, al ver los rayos fulminantes provenientes de los ojos del Hyuuga, ya sin mencionar su gesto claro de disgusto.

—Ahora les entregaré un paquete, el cual contiene algunas herramientas y su pergamino, en cuanto se los dé, busquen la puerta con el número que viene grabado en su paquete y esperen a que de la señal.


Y así se hizo, al pie de la letra ejecutaron la orden. Ansiosos y nerviosos, todos atentos al mínimo ruido o movimiento.
Una vez que todos estuvieron listos, Anko tomó un altavoz, lo encendió y prosiguió:

—¡Muy bien estamos por comenzar, tomen todas las precauciones y no sean imprudentes!

Ni una palabra, nada, sólo escuchaba el chillido del viento, esto hasta que la capitana continuó:

—¡Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno... cero!


Al instante las puertas se abrieron, y como rayos y torpedos todos comenzaron a correr, era indispensable pasar la prueba, nadie querría enfrentarse a las consecuencias.

—¿Qué... pergamino tenemos? —se animó a preguntar la Hyuuga.

—De la Tierra —contestó sin más palabras el Uchiha.

A Hinata no le desagradaba Sasuke, pero él era demasiado callado y serio, lo que causaba intimidación en ella.

—S... Sasuke-kun.


El joven le dedicó una mirada.

—Esto... por allá... al Este, hay un equipo, y creo que... tienen un pergamino del cielo.

Sasuke miró a Hinata con un toque de desconcierto, ¿era cierto lo que decía?, él no podía ver a nadie, pero decidió hacerle caso y sin decir palabra alguna comenzaron a correr hacia donde la Hyuuga indicó.


Por otra parte, dos jóvenes iban caminando, al parecen uno de ellos estaba bastante enojado, y con toda razón.

—¿¡Qué no puedes caminar más rápido!?

—Tsk —se quejó el regañado—, mujer no seas tan desesperada... problemática.

—¡Ah! —gritó la rubia mientras se jalaba sus coletas—. Hubiera preferido hacer la prueba sola antes que estar contigo.

—Pues entonces vete.

—Sí lo haré pero me llevo el pergamino.

—No, no lo harás.

—Sí lo haré.

—Que no.

Comenzaron a discutir mientras jaloneaban el dichoso papel, cada uno de un extremo. Pero al parecer no tuvieron la suficiente precaución, por lo que en un brusco movimiento, el pergamino salió volando, atorándose en lo alto de un árbol.

—¡Mira lo que hiciste idiota! —gritoneó Temari.

—¿¡yo!?, más bien los dos.

La Sabaku no quería estrangularlo, pero se dio cuenta que aquél “vago”, no cedería a sus regaños como todos los chicos solían hacerlo, él era tan concha y sencillo que sus métodos agresivos no funcionarían con él, por lo que dio un gran suspiro y optó por calmarse un poco.

—Está bien, si seguimos peleando perderemos el tiempo y los demás nos ganarán, así que hagamos una tregua por ahora y que uno de nosotros suba al árbol por el estúpido papel.

—Me pare bien —respondió Shikamaru, algo sorprendido por la actitud de la rubia.

—Sube tú —dijeron los dos al unísono.

Ambos se miraron esperando a que el otro cediera, lo que sería mejor, puesto que una nueva disputa podría comenzar.



En otro lado dos chicos llevaban paso rápido, no habían cruzado palabra alguna durante todo el camino, lo cual ya había cansado a la chica.

—Neji —se animó a hablarle.

—Qué —dijo a secas sin mirarla y sin dejar de caminar.

—Has estado muy extraño.

—No lo creo.

A Tenten no le agradaban ese tipo de respuestas, así que harta, tomó el brazo del Hyuuga, obligándolo a detenerse.

—No soy estúpida, desde que la capitana Anko dijo lo que habían acordado de ti y de mi, has tenido un semblante muy malhumorado... te ves molesto, casi ni hablas y eres muy frío y...

—Tenten —la interrumpió para después girarse y mirarla—, yo siempre soy así, no hablo mucho y no me interesa ser amable con nadie.

—Pero... eso sólo es una fachada... Cuando estuvimos atrapados en el lago no te comportaste así... no sé bien pero, es como si de alguna manera hubiera podido ver un poco a tu yo verdadero.

—No me conoces, así que deja de decir eso.


Nuevamente la Uzumaki quedó inconforme con las palabras del genio, era tan arrogante y sin duda un soberbio.

—Pues como quieras, tú eres el que se esconde del mundo y temes que alguien pueda conocer quién eres realmente, por eso actúas así.

Esta vez Neji no dijo nada, de alguna manera, las palabras de la castaña lograron penetrar un poco en él, pero su orgullo no le permitiría decir nada, así que simplemente se dedicó a decir:

—Sigamos con la misión, debemos conseguir un pergamino de la tierra... si caminamos más hacia el norte nos toparemos con alguien que lo tenga.

Esta vez Tenten quedó satisfecha, puesto que la mirada de Neji cambió un poco ante sus palabras; comenzaba a darse cuenta de quién era él, son duda alguna escondía muchos secretos, había logrado ver a través de sus ojos como su alma estaba llena de dolorosos momentos, y por alguna razón, ella quería aliviar todo ese dolor.