Drabble ¡Que la jodan! [Universo Ninja]

Personajes: Leiko & Hansha
Insane lo que hablamos de Hansha celoso.


Hansha estaba celoso. Asquerosamente celoso.


Leiko se acercó a él, pero se hizo a un lado, levantándose sin miramientos y yéndose a otro sitio.


No estaba de humor de hablar con ella. Cada vez que se acordaba lo que había pasado en la mañana, sentía que la sangre le comenzaba a arder.


Estaba acostado completamente relajado sobre la hierba, con el brazo cubriéndole los ojos y el sol bañando el resto de su cuerpo. Tenía una sonrisa tonta estampada en los labios, y los brazos adoloridos al pasar toda la noche haciendo ejercicio físico con la morena que aún no llegaba. Quizás aún estaba dormida. Se le escapó un suspiro al recordar cómo la había dejado en su tienda, desnuda, sólo cubierta por la delgada sábana.


Y tuvo que centrarse nuevamente en el cielo, porque sentía su presión sanguínea dispararse. También su estómago rugió. No había desayunado porque se había venido del sitio de Leiko directo al entrenamiento.


Escuchó los pasos característicos de la chica de la niebla, acercándose al grupo un poco más allá de él. Ella se sentó después de saludar y soltar una de esas risitas coquetas frente al comentario de uno de ellos.


Hansha volvió a cerrar sus ojos en calma. Hasta que escuchó unos papeles y bolsas abrirse. Y la risa de Leiko explicando cómo había cocinado y por eso se había demorado en llegar. La miró incrédulo mientras ella le daba de comer al otro chico, que se devoraba todo con doble sentido y riéndose.


Apretó los puños con rabia. Se puso de pie y caminó hasta el círculo. Caminando justo en medio de todo, pasando por encima de la fulana comida.


—Lo siento —dijo con voz plana y sin sentirlo ni un ápice—, creo que aún estoy dormido.


Los otros intentaron protestar, pero las sombras los mantenían fijos donde estaban. Cuando la chica se volvió como un demonio a golpearlo. Sólo le detuvo la mano y la tiró a un lado con las fuerza de la necesaria antes de fulminarla con la mirada.


A él es a quien no deja dormir en las noches y va y alimenta a otros.


¡Que la jodan!