¡Que dura es la fama! NH SS GM SK LT KI

¡Hola de nuevo, amiguetes! Por fin me inspiré y subí la conti... ¡Es que estuve estudiando toooodo el finde!(nótese el sarcasmo) Bueno por fin les dejo el capi, no habrá mucho romance, pero les juro que no tardaré en subirlo. Y sobre todo, muchas gracias a mi querida Pixie... ¡que emoción, mi primer comentario, casi lloro ToT! Bueno, no les aburro más, y sin más preámbulos...

Capítulo 2

En el ramen de Ichiraku se respiraba la calma y la tranquilidad, en una bonita tarde de Mayo con lindas flores adornando el local y varias personas disfrutando de una agradable apacible comida… Pero para hacer caso al dicho: “Hace un día precioso, seguro que viene alguien y te lo jode” Naruto y cía vinieron a “salvar” la situación.

-¡Chicos, chicos, chicos, ya veréis que fuerte!- exclamó Sakura, deleitando a los comensales nótese el sarcasmo, nótese) con su voz chillona y exaltante.

-¡Dinos, dinos, nos tienes en ascuas!- le pidió Ino.

-Pues no será a mí.-

-Ni a mí.-

-Bueno, si Mrs. Teme y Mrs. Dobe han acabado…- dijo Sakura un poco molesta- -Puedo empezar a hablar. ¡He conseguido entradas para ver a Sweet Teen!-

-¡Pero cómo, si ya estaban agotadas!- exclamó Naruto, muy entusiasmado por poder ver a su grupo favorito, o más bien a una persona…

-Bueno, resulta que mi PAPI tiene algunos contactos y, claro, a costa de no dar de comer en unos cuantos refugios para pobres y en centros del tercer mundo… una minucia, vaya, ¡Ha conseguido entradas para su nena!-

-Dios mío, ahora, me da hasta vergüenza ir al concierto… y más con vosotros… añadió Sasuke.

-Bueno, ¿y donde va a ser el concierto? Dilo yaaaaa porfaaaa, dilo yaaaa.- dijo la rubia.

-En el Dream&Drink, un local muy de moda a las afueras de la ciudad. ¡Va a molar, ya veréis!- Se notaba que a la pelirrosa le causaba bastante emoción; ella pocas veces se emocionaba por cosas que no fueran la ropa o el maquillaje…

-Bueno entonces no hay tiempo que perder- dijo la de ojos azules- Hay que vestirse, maquillarse, comprar ropa nueva, hacerse la manicura, ponernos extensiones, probar nuevos peinados, cambiarse el piercing del ombligo, retocar el coche…

- Bueno, Ino-cerda, si has terminado, ¡vamos a prepararnos, que tengo un top rosa leopardo que… ¡warrrrr! ¡Es súpermono!-

En otra parte de la ciudad, en un hermoso apartamento de tres plantas se escuchaban a tres chicos hablando de sus planes. Estaban en una habitación del piso más alto, absolutamente pintada de verde, con innumerables fotos de un chico moreno de grandes cejas con sus amigos, familia y personas famosas. Tenía una cama llena de peluches de tortugas, sobre todo de las ya un poco antiguas tortugas ninja, y un armario con mucha ropa, casi toda de color verde, también lleno de video consolas y juegos de Pokemon y Super Mario, en general, estaba decorada como la de un niño pequeño, pero su propietario la adoraba. Los muchachos estaban tirados sobre la cama, con Kiba a medio vestir y Lee sin parar de dar vueltas de un lado para otro, como acostumbraba a hacer, mientras Gaara le miraba haciendo esfuerzo para aguantar la risa.

-Entonces, Gaara, tu hermana que toca, ¿la guitarra o el bajo?

-A ver, Kiba, por última vez, Temari es la cantante, Tenten toca la batería, Hinata el piano y Matsuri la guitarra eléctrica.- ¡Joder, que me lo has preguntado siete veces!-

-Vaya, así que toca M-a-t-s-u-r-i ¡eh?- preguntó Lee con una sonrisa maliciosa.

Lee..., no me pruebes…-Además, ya lo sabes, primero, ni siquiera creo que se acuerde de mí, y segundo yo le gustaba a ella, pero ella no a mí.-

- Ay, Gaara, no seas cruel, con lo bonito que es el amor…- comentó Lee.

-Sí, además, seguro que en el local hoy hay un montón de tías buenas…- les dijo Kiba, cosa que a los dos amigos no les agradó mucho, conocían demasiado bien al chico.-

- Bueno, voy a cambiarme.- les dijo Gaara y se metió al verdoso y gran baño del moreno.-

- A ver que mono se pone…- dijeron los muchachos al mismo tiempo por lo bajo, con la risita floja.-

¡Os he oído idiotas!- escucharon desde el baño, y se rieron con mucha más fuerza.

-¡ Masuriiiiiiii, sal de una maldita vez del maldito baño, maldita sea!- gritaron una rubia ojiazul y una castaña de ojos chocolate a la puerta del baño de un lujoso camerino.

-¡No, debo estar súper guapa hoy! Además, solo llevo hora y media… ¡Qué impacientes!- respondió una chica de pelo color café y ojos castaño claro.

- Ya, ¿y no será porque viene Gaara, que hoy todo es tan especial y tienes que estar tan sumamente guapa? Al oír el nombre del chico, la castaña se puso toda roja. En verdad, ella andaba colada por Gaara desde antes de la secundaria, y hacerse a la idea de encontrarse otra vez con él… Era un hecho muy importante en su vida, y necesitaba estar perfecta.

- Vamos, chicas, no os metáis con Matsuri… Dejadla, yo ya he terminado.- les dijo una chica de ojos perlados, con pelo azulino y pequeña sonrisa de timidez, aunque le quedaba muy mona.
Tres cuartos de hora después, las chicas salían del baño, y Matsuri por fin acababa. Llevaba puesto un vestido rojo por encima de las rodillas, combinado con una chaqueta negra corta y unos tacones del mismo color, combinando con una guitarra negra de brillantes, escogida para la ocasión. Lucía un hermoso colgante de plata con varios diamantes reales, toda una joya que su abuela le regaló en su séptimo cumpleaños, y que solo se ponía en las ocasiones especiales.

-Jo, chica más que a dar un concierto, parece que fueras a la entrega de los oscars o a conocer a la reina de Inglaterra.- le dijo Temari. Esta contrastaba mucho con el look de Matsuri: llevaba una camisa rosa atada en un nudo enseñando sus pantalones pitillo azules oscuros con efecto purpurina y unas converse rosas. Llevaba su pelo, como no, recogido en cuatro coletas con gomitas de colores.

-¡Como mola tu vestido, exageraste un poco, pero seguro que dejas a Gaara con la boca abierta!- comentó Tenten. Ella llevaba una camisa blanca abotonada, que dejaba caer sobre unos pitillos rojos con unas parisinas también blancas adornando sus pies. Decoraba la camisa con un collar de bolas rojo, que completaba su look casual pero elegante, aunque no demasiado adecuado para sentarse a la batería.

- Empezamos en media hora, así que da…daos prisa.- Les completó Hinata y empezaron a dirigirse a la sala donde les tocaba esperar. Hinata lucía un vestido azul, por las rodillas y más sencillo que el de Matsuri, pero le quedaba muy bien. Lucía unas parisinas negras y su largo pelo recogido en una coleta alta luciendo unos pendientes brillantes que le quedaban divinos.

Las chicas distraían sus ojos observando a la gente que corría de un lado hacia otro, para prepararlo todo. La verdad es que en los últimos años se habían hecho muy famosas. Todo había sido tan rápido que ellas apenas podían asimilarlo. Fueron a una preparartoria donde los chicos tenían libertad de elegir profesiones relacionadas con el arte y el deporte, así que no les fue muy difícil. Pero claro, aquella escuela no se podía permitir con un sueldo normal, así que podéis imaginaros que la mayoría de gente de allí eran niños ricos y consentidos, aunque en su caso consiguieron salvarse de todo aquello.

-Vamos, entremos o no pillaremos un buen sitio.- dijo Sasuke a sus amigos a las puertas del local. Cuando pasaron descubrieron un local grande ciertamente, ambientado para un concierto, con cientos de personas sentadas en las mesas azules que había repartidas por todo el local. A un lado había una pista de baile con una gran barra en la que servían bebidas de todo tipo. En el fondo estaba un gran escenario con una batería con el nombre de Sweet Teen y un hermoso piano con una banqueta dispuesto para ser tocado. En el centro había un micrófono y al lado del escenario unos altavoces, por donde se escuchaba música, ambientándolo todo para el concierto. Habían puesto la canción D.O.T.A, una buenísima para bailar e ir creando ganas. Los chicos empezaron a buscar con la mirada un sitio donde sentarse, hasta que escucharon una familiar voz que los llamaba desde lejos…

¡Naruto, Ino, Sakura, Sasuke, que sorpresa!

El escandaloso de Lee superó con su voz a la música. Llevaba puesta una chaqueta, como no, VERDE y unos vaqueros desgarrados con unas zapatillas deportivas con líneas verdes claras. Agitaba la mano con energía atrayendo la atención delos chicos, que lo miraban con cara de sorpresa y felicidad.

¡Lee, Kiba Gaara!- dijeron Naruto y cía al unísono, corriendo hacia los chicos. -¡Madre mía, donde os habías metido, no os vemos desde la secundaria.

- Hemos estado muy liados.- contestó Kiba- ¡Por fin entramos a un equipo de baloncesto decente!

Hola Gaara. –le dijo Sasuke al ver que callaba, aunque no le preocupó, era algo normal en él.

-Hola chico, veo que sigues tan hablador como siempre- le río Naruto.

- ¡Uy, Naruto, no me había fijado!-comentó Gaara con ironía. –Veo que sigues tan idiota como siempre.- Esto provocó una risita a los demás y a Naruto le dio en todo el centro de su orgullo.

-Sigh… Nunca cambiamos… Tú siempre seguirás tan asqueroso.- le contestó aún molesto.-

- Bueno, vale ya, os encontráis después de dos años, ¿y así os saludáis? Venga, un abrazo.- les dijo Sakura, y se lo dieron a regañadientes, pero en verdad se habían echado de menos.

- Sentémonos todos juntos, he visto un sitio.- Dijo Kiba.-

-¡Hey, que va a empezar el concierto!- gritó Ino con entusiasmo. Empezó a cambiar la iluminación y una voz empezó a anunciar algrupo.

-Y por fin… ¡COMENZAMOS CON SWEET TEEN!

Fin del segundo capítulo.

¿Os ha gustado, os enganchó, tuvo algo que no les gustó? Lo que tengan que decir se admite, solo comenten. ¡Prometo que pronto subiré la conti! Tengo que empezar a hacer los deberes, así que les dejo. ¡Chaíto!

 

Wiiiiiiiiiiiiiii! Por fin me inspiré y subí la conti. Je,je, es que me gusta tenerles en espera. Gracias por sus comentarios. ¡Su pasión me impulsa a seguir escribiendo con mi poder de la juventud! Bueno, la canción de este fic es: because the night, de Cascada. Les aconsejo que lean con la canción puesta, es muy le dará más emoción. Aquí les dejo la dirección: http://www.youtube.com/watch?v=qUH-xk2MxAE ¡Y sin más preámbulos…!

Capítulo 3:

Dos chorros de humo rosado empezaron a salir de las máquinas. Empezó a sonar la suave música del piano eléctrico de Hinata. Las chicas aún permanecían ocultas en el humo, lo que daba un espectáculo memorable a los espectadores. La potente pero melodiosa voz de Temari comenzó a sonar creando un conjunto perfecto con las notas de Hinata:

—Take me now, baby, here as I am
Hold me close, try and understand
Desire is hunger is the fire I breathe
Love is a banquet on which we feed—​

Las dulces notas del piano empezaron a distorsionarse con las palmadas del público. Tenten y Matsuri hicieron coros a Temari mientras la canción iba tomando fuerza.

—Come on now, try and understand
The way I feel when I'm in your hands
Take my hand, come under cover
They can't hurt you now, can't hurt you now, can't hurt you now.—​

Y entre la expectación del maravilloso público, que se notaba sobre todo en la mesa de nuestros chicos, comenzó un potente estribillo:

—Because the night belongs to lovers
Because the night belongs to lust
Because the night belongs to lovers
Because the night belongs to us —​

—Because the night belongs to lovers
Because the night belongs to lust
Because the night belongs to lovers
Because the night belongs to us —​

Los sonidos del piano eléctrico de la peliazul se mezclaban con los compases de guitarra y batería de sus compañeras, mientras Temari esperaba pacientemente su turno, bailando y recorriendo un poco el escenario, con un estilo que solo tenía ella. La música se fue calmando para dar paso a la segunda parte de la canción:

—Have I a doubt, baby when I'm alone
Love is a ring on the telephone
Love is an angel, disguised as lust
Here in our bed 'til the morning comes—​

Y, con la vuelta de los coros de sus amigas, Temari fue creciéndose en la canción, dando paso a la mejor parte, que todo el público disfrutó hasta el final:

—Come on now, try and understand
The way I feel, under your command
Take my hand as the sun descends
They can't hurt you now, can't hurt you now, can't hurt you now. —​

—Because the night belongs to lovers
Because the night belongs to lust
Because the night belongs to lovers
Because the night belongs to us —​

—Because the night belongs to lovers
Because the night belongs to lust
Because the night belongs to lovers
Because the night belongs to us —​

La última parte de la canción fue parándose entre los compases de las compañeras de Temari, hasta cesar. El público comenzó a aplaudir con entusiasmo, y en la mesa de nuestros chicos, todos gritaban y aplaudían a sus amigas. Naruto comenzó a gritar subido a su silla, pero Sasuke pronto lo bajó, notando el disgusto de los propietarios del local.

—Teme... — Dijo Naruto, pero pronto comenzó a sonar la segunda canción y se calló.

Pasadas dos horas y el concierto llegó a su final. Las chicas se cambiaron a ropa más cómoda, con jeans y camisetas básicas, después de ducharse y peinarse más simple. Pasaron un rato hablando, de hecho después de dos años había bastantes cosas de las que conversar. Se sentaron en una mesa de una cafetería cercana al local, y comenzaron a comentar sobre sus actuales trabajos:

—Nosotras, al salir de la preparatoria buscamos un buen manager para ayudarnos en nuestra carrera. Por suerte, encontramos a Tsunade, que nos ha ayudado mucho— comenzó la conversación Temari, mientras daba miradas confidentes a sus compañeras.

— A, pues nosotros fuimos admitidos en el equipo de la ciudad, que por suerte estaba en primera división, y no tuvimos que mudarnos— le respondió Kiba— ¿Verdad, Lee? — Pero Lee no contestó a la pregunta. Estaba ensimismado, soñado, transportado a otra dimensión… Miraba a una linda chica de moñitos con ojos chocolate y la mejor de las sonrisas que había visto. ¿Cómo se llamaba? Tenten, creía recordar. Y solo pensaba una cosa: —¡Por Dios, que no tenga novio! —

—Escucha, Matsuri, ¿vendrás mañana al centro comercial con mi novio y con migo— preguntó Tenten a la castaña. Lee se cayó de la silla al suelo.

—¡Lee, ¿te encuentras bien? — le preguntó Kiba —Ay… mareado, creo. Kiba, acompáñame a casa. —Y los dos chicos se fueron, dejando a todos algo asustados por la reacción del moreno.

— Bueno, Matsuri, dime. ¿Vendrás con Neji y conmigo? — ¡Y Matsuri tampoco contestaba! Debía tener algún parentesco con Lee, porque le pasaba justo igual que a él. Solo que a ella se le notaba más.

—Ays... — suspiró la castaña (en voz alta para desgracia suya) —Es tan… tan…—

—¿Tan qué, Matsuri? — Comentó el azabache, aprovechando la ensoñación de la chica.
—Lindo... — Esta vez, había perdido totalmente la noción del tiempo y el espacio. Miraba a Gaara suspirando. Los demás reían a pleno pulmón, y el pelirrojo mantenía su semblante serio, mirando a Matsuri como si fuera la persona más rara sobre la faz de la Tierra. La chica seguía ensimismada en sus pensamientos, pero la voz de sus sueños la sacó de su ensoñación.

— Bueno, que, ¿vas a pasarte mirando toda la noche o te relajas ya? — Aquella propuesta despertó a Matsuri como si de una alarma se tratara, y empezó a ponerse tan roja como el pelo del muchacho. Pronto empezó a balbucear algo como: —Go...go...gomenasai ga…ga…Gaara-kun. —

Gaara se le quedó mirando con una ceja arqueada, provocando que Matsuri se sintiera aún más avergonzada.

—Matsuri, eres tan idiota... — las palabras de Gaara en verdad le dolieron a Matsuri. Un “tierra, trágame” enorme se apoderó del cuerpo de la chica, que era incapaz de reaccionar. Todos los miraban, a ella con miradas de compasión, y algunos con una media sonrisa muy disimulada, y al de ojos turquesa, con miradas de enfado, encarándole las palabras crueles que le acababa de decir a la chica. Él, simplemente, mantenía la cara seria, mirando a la pobre castaña, que hacía ademán de levantarse y salir de allí, pero no se atrevía.

Al fin Hinata cortó aquella incómoda situación: —Venga, Matsuri, te acompaño a mi casa. Ahora nos vemos chicas. — Matsuri aguantó como una mujer hasta retirarse por completo del local, pero ya fuera se desahogó llorando entre los brazos de su amiga.

—Bueno, nosotros nos vamos— dijo el pelirrojo, y Sasuke le siguió. Aquella noche se quedarían a dormir los dos en casa de Gaara.

Después Ino, Sakura, Temari y Tenten se dirigieron a casa de Hinata, donde pasarían la noche haciendo una pijamada como cuando eran pequeñas. Y Lee, Kiba y Naruto fueron a dormir a casa del castaño.

En casa de Gaara:

Gaara vivía en un piso del centro de la ciudad, no muy lejos del de Lee. Habitaba un departamento del piso seis, el edificio tenía ocho. Su departamento tenía un pequeño cuarto de estar, con televisión, minicadena y una estantería llena de libros. Una pequeña mesa al fondo de la sala donde solía comer si venían sus amigos y un silloncito para ver mejor la televisión. Había una pequeña cocina con lo justo para comer decentemente, un baño grande y dos habitaciones, una de invitados donde dormiría Sasuke, y la suya, donde se encontraban los dos amigos. Era un cuarto grande y bien iluminado. Estaba pintado de color azul muy claro, con una cama y muebles de color praliné y una pequeña mesa en el centro del cuarto. Sasuke bebía un refresco sentado en la cama de Gaara, y este se apoyaba en la mesa, mirando al techo con los ojos perdidos.

—Gaara…— cortó por fin el silencio el azabache. —No soy el más indicado para hablar, pero, ¿no crees que te has pasado un poco con la pobre chica? —

—No, no lo creo. — respondió Gaara, provocando un silencio que duraría unos tres minutos. A Sasuke se le hicieron horas. Para Gaara solo segundos. Le agradaba el silencio, por lo que siempre intentaba no dar respuestas muy largas.

—Bueno, aún así. Yo veo bien que no quieras salir con ella ni todo eso, pero al menos podrías decírselo más suavemente. Mañana deberías hablar con ella, explicárselo y disculparte. — propuso Sasuke. No es que a él le importara mucho, pero no le agradaba ver que su amigo se comportase de ese modo.

—Joder, pareces mi madre. Mañana hablaré con ella, prometido. ¿Podemos cambiar de tema?— respondió Gaara cortante. Aunque por supuesto no pensaba hacerlo.

—Me parece bien. — Observó Sasuke satisfecho. ¿Oye, que es del dobe de tu hermano? —

—Trabaja en otra ciudad con sus amigos. — contestó Gaara.

—Dame más pistas, baka. ¿En qué trabajan? —

—De modeeeeeelos. — respondió Gaara, algo cansado de tanta pregunta.

—Espera, si no recuerdo mal, sus amigos… ¿no eran Shikamaru y Neji? ¡No me creo que sean modelos! Neji pase, pero el vago de Shikamaru y el pasota de tu hermano… Vaya, que no me lo creo. —
observó Sasuke, y en verdad, no era para creérselo.

—Pues no te lo creas si no quieres. — contestó Gaara —Además, puedes preguntárselo a él. Lo tengo que llamar por el móvil. —

El pelirrojo se dispuso a marcar el número, y el móvil de Kankuro sonó a casi ciento veinte kilómetros de allá. El castaño se encontraba tomando un helado con sus amigos, Shikamaru, un chico castaño con los ojos de mismo color que llevaba el pelo recogido en una coleta con forma de piña. Y Neji, que tenía el pelo del mismo color que sus amigos, y unos ojos perlados como los de Hinata, un rasgo muy curioso que lo hacía ver misterioso.

— ¿Kankuro? — oyó al otro lado del teléfono.

— ¡Gaara! — contestó enfadado. — ¡Te dije que me llamaras hace mil horas! —

—Lo siento, he estado ocupado.— contestó tranquilamente el Sabaku no menor. — ¿Para qué me querías? —

—Nada, comentarte. — contestó el castaño. —Tuvimos buena temporada, así que id preparando mi casa, porque los chicos y yo nos quedaremos una temporada en la ciudad. —

—Vale, de acuerdo. Escucha, ¿te acuerdas de Sasuke Uchiha, aquél chico de mi aula? Pues quiere hablar con vosotros, el pobre incrédulo…— preguntó el pelirrojo, y pasó el móvil a Sasuke.

Los modelos y el Uchiha pasaron hablando una media hora, a pesar de que la cuenta del teléfono ascendería a millones. Sasuke preguntó todo lo que pudo, en el menor tiempo posible y, como no, discutió con cada uno de ellos, aunque acabaron perdonados.
Ya ansiaban con ganas su regreso a la ciudad.

En casa de Hinata:

— ¡No puedo creer que Gaara haya dicho una cosa así! ¡La ve después de dos años y lo primero que se le ocurre decirle es idiota! ¡Es que el cortito este no entiende de mujeres! — La Sabaku no mayor daba vueltas sin parar por el piso de Hinata. Andaba nerviosa de un lado para otro gritando lo primero que se le pasaba por la cabeza. Primero había gritado por lo bien que fue el concierto, después porque tragó algo de ese humo rosado, después por que le pitaban los oídos, después por lo guapos que estaban todos después de dos años, y acabó gritando por lo de Matsuri, a falta de algo por lo que gritar. Pero la mirada asesina de Ino la hizo callar ipso-facto.

—Bueno Temari, déjalo ya. — le dijo Sakura mirando a Matsuri con pena, mientras a esta estaba rodeada por un halo de sombra, con la cara oculta tras sus rodillas.

—Perdón, — se disculpó Temari— mejor les cuento sobre Kankuro, veréis…—

—¡Traemos comidita rica! — gritó Tenten, mientras ayudaba a Hinata a cargar con los platos de comida y los refrescos.

— ¡Ahora si que es una auténtica pijamada! — gritó Ino. — Pero dinos, Temari, ¿qué ibas a decir? —

—A bueno, nada, comentarles que mi hermano Kankuro, Shikamaru y Neji se quedan en la ciudad por unos días. —

—¡Que bien! — exclamó Tenten. —¡Vendrá mi queridísimo Neji!— Neji y Tenten eran novios desde hace mucho tiempo, y la verdad es que Tenten lo amaba, pero últimamente empezaba a dudar sobre el amor del muchacho, aunque solo era un presentimiento suyo.

—Lo peor es que viene el vago de Shikamaru, y se la va a pasar quejándose. — opinó Temari. De los amigos de sus hermanos era el que peor le caía. Ella era una chica activa, deportista, incapaz de parar y no hacer nada. Y él era justo lo contrario, aunque Temari debía reconocer que era un vago muy lindo.

Fin del capítulo 3.

¿Les gustó? ¿Lo odiaron? ¿Me matarían si me tuvieran delante? Lo que sea se admite, solo cometen, y por favor, sean sinceros.
Pero por favor, también amables. ¡Sabaku no Temari es una buena chica!
Chaíto:D

 

¡Hellooooooooo! ¡Gomenasaiiiiiiiiiiii! Siento la tardanza, es que había trabajos, y exámenes, y más exámenes… ¡Ah, me persiguen por todas parteeeeees! Bueno, no les entretengo más con mis tontás y por fin… ¡THE HERO´S WA COME BACK!

Capítulo 4:

La Sabaku No mayor se levantó despacio, pesadamente, para no despertar a sus amigas, que dormían profundamente después de una larga noche de concierto y reencuentros.

Se dirigió al baño, donde se duchó y después se lavó los dientes. Se vistió con unos piratas vaqueros y una camiseta con rayas grandes blancas y negras, que iban horizontales, y lo combinó todo con unas sandalias rojas muy cómodas, adecuadas para el duro trabajo que le esperaba. Después, peinó su hermoso pelo rubio en sus habituales cuatro coletas y salió feliz del piso. Cogió las llaves de su hermoso Dubai blanco y se dirigió al piso de su hermano mediano. Ya allí, subió las escaleras hasta su planta y, al abrir la puerta se encontró con su hermano Gaara, que le esperaba sentado en una de las cajas. El vestía un chándal negro con rayas blancas en los laterales y unas deportivas, con las que parecía ir muy cómodo.

—Gaara-kun, ¿nos ponemos a trabajar ya? — le preguntó Temari, mientras cerraba las puertas del piso.

—Por su puesto— le respondió el pelirrojo —Estas son las cajas que envió Kankuro, solo tenemos que ir colocando. —

—¡Tantísimo equipaje!— exclamó Temari— ¡Pero bueno, es que van a venir setenta personas o van a quedarse tres años! —

Gaara no contestó nada, solo cogió una de las cajas y comenzó a vaciar el contenido. Temari le imitó sin replicar más y continuaron descargando sin mantener apenas diálogo toda la mañana.

En el plató de aquella telenovela se respiraba verdadera tensión. Tensión por la mirada asesina de Tsunade, tan intimidante para los chicos. Tensión entre Naruto y la senju, que criticaban constantemente el trabajo del otro. Tensión entre las chicas y Sasuke, que intentaban por todos los medios que el azabache no se fuera, ya aburrido, del plató. Y tensión por la ayudante de la directora Shizune, una chica castaña de ojos negros, que solo deseaba terminar de una buena vez aquél maldito capítulo.

—A ver, escuchadme todos muy bien— dijo la directora de ojos miel — Es la última oportunidad para rodar esta escena. Si no sale bien… ¡nos vamos todos a hacer puñetas! —

—Oh… Dios…— replicó aburrido Naruto, mientras se retiraba a un lado con Ino para que los chicos pudieran rodar.

Sakura y Sasuke se colocaron en el centro del espacio para grabar. Estaban grabando en una playa de una ciudad cercana. La playa estaba vacía y preparada para ellos. Hacía una mañana agradable y calurosa. Una pequeña brisa peinaba los cabellos de los jóvenes, haciendo ver la escena más romántica. Por un momento Sakura olvidó su manera de ser, algo repelente debido a los constantes mimos y halagos que había recibido desde siempre, olvidó que estaba en una grabación, lo que la ayudó a meterse por completo en su papel, olvidó la situación, y lo que estaba haciendo. Solo miraba a su compañero a los ojos, unos lindos ojos negros que hacían que la chica se perdiera en su oscuridad. El azabache la miraba seriamente, actuando como él solo sabía, pero siempre consciente de que aquello no era real, de que la verdadera Sakura, que en ese momento tan bella le parecía, en realidad era una persona superficial, que solo se preocupaba por sus ropas o accesorios. Al menos eso creía él. Pero cuando el diálogo entre ellos comenzó el también olvidó por completo la realidad y palabras sin guión comenzaron a salir de su boca.

—Hayato-kun…— llamó Sakura al azabache por su nombre ficticio — por favor, deja a Kokoro-chan, yo valgo mucho más que ella, seamos novios, escapémonos juntos… Recorreremos el mundo y seremos muy felices.—

—Akari-san… no me pidas eso, yo quiero a Kokoro-chan, pero te amo a ti. — le respondió Sasuke, mientras sus ganas de besar a la pelirrosa aumentaban con cada palabra que pronunciaba.—

—Sasuke-kun…— se le escapó a Sakura, mientras se preparaba para besar por fin a su deseado moreno.

—Sakura…— Sasuke sabía que diciendo su nombre la chica acababa de arruinar la escena, así que se dejó llevar por sus sentimientos pronunciando el nombre de la pelirrosa, dándole a entender que ya podía besarle.

Y así, bajo la mirada confidente que Naruto e Ino se dirigían a sabiendas de lo que los chicos pretendían, el enfado aparente de Tsunade, que en el fondo se alegraba de la escena que se desarrollaba ante sus ojos, y el sonido de las olas rompiendo contra las rocas fueron dejándose llevar por un tierno beso que duraría unos quince segundos, que se hicieron horas para los muchachos.

Todos los presentes miraban con cara de ensimismados, hasta la de la mismísima Tsunade se había enternecido. Pero un fuerte ruido los sacó de sus pensamientos.

—¡Pero Sakura, que haces! — preguntó Sasuke acariciándose la mejilla. Inmediatamente después del beso, la mano de Sakura golpeó la mejilla derecha de Sasuke, aún cuando la chica estaba sonrojada, pero ahora un gesto de rabia se apoderaba de ella.

—¡Cómo que qué hago, pervertido!— gritó Sakura haciendo que todos se sobresaltaran —¡A ver baka, por qué me besaste pronunciando mi nombre, que todos te hemos oído! —

—¡Te estaba avisando para que te colocaras bien la faja, que ya se veía la enorme tripa que tienes! — le gritó Sasuke todo lo que su grave voz le permitía. (ACLARACIÓN: Sakura no está gorda, es solo un insulto;b)

—¿¡¿Me estás llamando gorda!? —

—¡Sí, te llamo gorda! —

—¡Pues entonces tu eres más feo que picio! —

—¡Pues no lo parecía cuando me besaste, además, tu dijiste mi nombre antes, que te crees muy santaaaaaaaaa! —

—¡Me he hartado de ti! ¡Me voy! — Sakura dio a Sasuke un último cachete y salió andando lo más deprisa que le dejaban sus tacones, dejando a Naruto, Ino y Shizune boquiabiertos, temiendo la reacción de Tsunade.

—Tsunade, guapa…— alabó Naruto a la senju —Déjanos repetir la escena… lo haremos bien… venga, una última oportunidad…—

—Naruto, tu ya sabes que…— comenzó la directora, dispuesta a darles una buena reprimenda a los chicos, pero se detuvo y esbozó una sonrisa perfecta mientras se frotaba las manos, cuando Shizune comenzó a decirle algo al oído.

—Bueno… quizás si hacéis algo por mi…—

—¡Lo que sea! — exclamaron Naruto e Ino a la vez.

—¿Lo que sea, seguros? — dijo la senju sin esperar respuesta — ¡Bien, pues entonces quiero que trabajéis para mí durante tres meses! —

—¡Tres meses! ¡Vamos Tsunade, como máximo uno! — gritaron los chicos.

—¡Dos y es mi última oferta! —

Y así cerraron el trato los actores con la directora. Pasarían dos lindos meses haciendo todo lo que se te ocurra. Pero había algo que ellos nunca se hubiesen esperado.

En el apartamento del Sabaku No mediano, sus dos hermanitos habían terminado de desempaquetar todo y colocarlo en su sitio. Se prepararon un café y se sentaron a descansar en el sillón desenfundado y ya bien limpio. Temari se quedó mirando a su hermano, el cual no daba muchas oportunidades para comenzar una conversación. Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Temari.

—¡Justo como lo recordaba! — pensó. Siempre había sido muy callado, y eso era algo que chocaba con la personalidad de la chica, a la que le gustaba mantener de vez en cuando una buena conversación, y más después de dos años sin ver a su hermano pequeño. Pero le agradaba su compañía. A veces necesitaba silencio, y solo con saber que él estaba allí le bastaba. La verdad era que Gaara se llevaba mejor con Kankuro. Era la única persona con la que realmente hablaba ratos largos. Ellos dos se contaban todo, y aunque sus personalidades no pegaban mucho se llevaban muy bien y se aguantaban el uno al otro, una cosa a veces difícil para sus amigos. A Temari a veces le daba un poco de envidia la relación entre sus hermanos. Cuantas veces de pequeña había husmeado las conversaciones de los chicos, simplemente para saber de que cosas tan importantes hablaban que ella no podía saber, o para alcanzar a conocer algo más sobre su hermano pequeño.

Por fin decidió terminar con aquel silencio para terminar con aquel odioso silencio que se iba intensificado y darle conversación a su serio hermano.

—¡Hey Gaara! — comenzó —Me dijeron que los chicos están planeando unas prometedoras vacaciones. ¿Sabes tú algo más? —

—Sí, fue cosa de Lee. Nos va a llevar a alguna playa de no se qué sitio de Valencia para poder hacer surf día y noche y ligar con la que se cruce por delante. — le respondió fríamente.

—¡Pero eso es genial! Deberíamos agradecérselo a Lee. Podemos avisar a Kankuro, y a Neji, y a…— se interrumpió la rubia.

—¿Al vago…a Shikamaru? — se corrigió el pelirrojo. —¿Pero ese no era el que te gustaba? —

—Eh, no te pases, tenía cinco años y… con lo idiota que eres nunca debí contártelo. — dijo Temari en tono burlón.

—Primero, tenías trece, no cinco, y segundo, yo idiota pero tú llevabas el papel de hombre en aquella… “relación” — le replicó el de ojos turquesa.

—¡No era una relación! ¡Y yo no tenía el papel de hombre, es que él es un flojo!—

—Tú le salvabas de los matones del colegio, y la vez que el intentó salvarte a ti, pasó dos días en la enfermería. — dijo el pelirrojo, con una invisible media sonrisa al recordar la tremenda paliza que el chico se llevó aquel día, y al final fueron Kankuro y él los que tuvieron que salvar a Temari y… a Shikamaru.

—Desde luego hijo, no hablas mucho, pero cuando abres la boca da asco.— le reprimió Temari, a lo que Gaara solo contestó girando la cabeza, ahogando una risilla.

En ese momento Temari escuchó el sonido de su móvil, con la canción “Womanazer” de Britney Spears, que le avisaba del llamado de su amiga Tenten.

—Hola Tenten, ¿necesitabas algo? —le preguntó la rubia.

—Sí, escucha, ¿tienes tú el móvil de Ino o Sakura? Diles que avisen a Naruto y Sasuke de que quedaremos en la cafetería de la otra noche esta tarde, para contarles lo de las vacaciones. —

—Sí, yo se lo diré, adiós amiga, te cuelgo. —
Y así Temari finalizó la conversación con su amiga castaña, y llamó a Ino para que avisara a los demás. Los dos hermanos pasaron unos minutos mirando el concierto que habían dado la semana pasada las chicas en Tokio, que había sido retransmitido por televisión. El auditorio de la gran ciudad estaba a rebosar, la gente bailaba y gritaba disfrutando al máximo del concierto. Mientras, la voz de Temari sonaba espectacular en directo, los instrumentos de las chicas se oían perfectamente coordinados los unos con los otros, y resaltaban aún más con la voz de la chica. Así estuvieron como veinte minutos hasta que la canción del móvil de Temari comenzó a sonar otra vez.

—Hola Temari, ya todos me confirmaron que irán esta tarde, pero tú aún no me has dicho que es eso tan importante que nos tienen que comentar.— le respondió Ino al otro lado del teléfono.

—Ah, eso es secreto, tendrás que esperar a esta tarde. — En ese momento Temari vio como su hermano pequeño se asomaba a la ventana y le hacía señas con las manos para que fuera donde estaba él.

—Bueno, te cuelgo. — Temari colgó a Ino, dejándola con un palmo de narices y se asomó a la ventana por donde miraba su hermano.

Veía a su hermano Kankuro bajar de su auto negro, y a Neji y Shikamaru cerrando el coche. Los tres chicos se dirigieron a la puerta del piso y entraron en él. Rápidamente Temari apagó la televisión y salió corriendo a esperarlos en la puerta, Gaara la siguió más despacio, pues el coincidía muchas veces con su hermano mediano y no había pasado tanto tiempo sin verlo como la chica, además de que se llamaban todos los días.
Las puertas del ascensor se abrieron y de ellas salieron los tres chicos. Shikamaru estiró sus brazos mientras daba un pequeño bostezo debido al cansancio del viaje, y Neji miró a Kankuro como corría a abrazar a su hermana.

—¡Temari-oneechan, cuantísimo tiempo, tres años sin ver tus cuatro coletas! — dijo a la chica su hermano Kankuro. Él pasó más tiempo sin verla, ya que fue a estudiar a otra escuela, especializada para formar modelos masculinos.

—Kankurito, has crecido mucho, incluso estás más delgado, supongo que tu trabajo te lo exige ¿no? —

Los hermanos mayores pasaron un largo rato hablando sin ni siquiera moverse de la puerta, mientras el pelirrojo acompañó a los otros dos chicos a dentro de la casa. Los tres muchachos pasaron a sentarse al sofá. Shikamaru respondió todas las preguntas que Gaara le formulaba, y Neji se dedicaba a hacer interrogantes a Gaara cuando Shikamaru lo permitía. Neji hizo que Gaara le contara como iba la vida de Lee. Eran los mejores amigos desde hacía muchísimo tiempo, casi desde que nacieron. Sus padres trabajaban en la misma empresa, así que los niños pasaban el día en la casa de uno de los dos, por lo que eran casi como hermanos. Aunque como todos los hermanos, tenían pequeñas pero constantes peleas, debido a que sus personalidades eran casi totalmente contrarias.
Por otro lado Shikamaru era el mejor amigo de Kankuro. Su hermano Gaara a veces no le caía demasiado bien. Era muy “problemático” con su actitud seria y los insultos que a veces propinaba a los demás. Pero aún así eran amigos. A la que no aguantaba, por encima de todo, era a Temari. Era, según él, la mujer más pesada, inaguantable, insufrible y, sobre todo, problemática que había conocido jamás. Una vez llegaron a hacerse muy amigos, pero una gran pelea rompió su amistad. La chica y su hermano se sentaron al lado de los chicos, procurando sobre todo que Temari estuviera lo más lejos de Shikamaru posible.

—Bueno chicos, podríais venir esta tarde a tomar un café con nosotros, y ya de paso saludáis a los demás chicos, que de seguro que os echan de menos. — les comentó Temari.

Y así los demás chicos asintieron, todo quedo preparado para que por fin toda la vieja pandilla de amigos de la preparatoria se volviese a reunir de nuevo. Y es que, a pesar de ser muy diferentes, con gustos distintos y personalidades únicas de cada uno de ellos, siempre serían los mejores amigos…

La cafetería oscura y moderna de la otra noche, ahora brillaba con los rayos del sol de una bella tarde de mayo. Las mesitas de la terraza eran de hierro, con sillitas de asiento de tela y con cartas de helado al lado de los servilleteros de madera. Estaba al lado de un parque, donde se veía jugar a los niños pequeños y la gran fuente rodeada de flores que extendía el olor de las mismas provocando un ambiente aún más agradable. Rock Lee, Kiba, Naruto, Sakura e Ino prepararon una mesa para catorce personas y ocuparon sus asientos. Al rato llegaron los tres hermanos con Neji, Shikamaru y Sasuke, que pasó la noche en casa de Kankuro porque en la suya los pintores se ensañaban con su tiempo.

—¡Hi chicos! — exclamó Ino —Que de tiempo sin veros. No habéis cambiado nada. —
Kankuro y sus compañeros de trabajo saludaron a la rubia y a los demás chicos que levaban tanto tiempo sin ver. Se sentaron en la mesa a esperar a sus amigos. Pero un grito desconcertante les sacó de su agradable conversación.

¿Les gustó? ¿Les hizo vomitar? ¿Puse Ooc? ¿Si es cierto, ¿les gustó o disgustó? ¡Ahí! ¿Por qué me pegas neechan? A, vale, no me enrollo más. Joooooo, duele… Solo dejen sus maravillosos comentarios ¡Chaíto!