FanficsLandia ¡La guerra de monedas!

Escrito para la actividad de Serpientes y escaleras.

N/A: No sabía que escribir, sorry (?

¡La guerra de monedas!​

—¡Jamás nos vencerán!

—Pueden decir todo lo que quieran inmundos plebeyos, ¡Pero nosotros ya les hemos tomado la delantera!

La guerra se había desatado, y los vencedores de la primera batalla habían sido los actuales soberanos de las tierras de FFL, los FicConeros. Aquellos que hace unos pocos ocasos se hicieron con el dominio de aquel reino y que, desde entonces, habían buscado erradicar a toda oposición a su mandato.

Por el otro lado estaban los rebeldes, aquellos que habían perdido la anterior guerra pero que aún se negaban a dar por perdido el reino para ellos: Las Kiwicoins y los Drabblines.

—Una mera ventaja momentánea —exclamó GalladeLucario, afilando la espada que iba a darle a Lucas Diamond—. Que no les sorprenda si les damos un Plot Twist de último momento.

—¡¡Eso!! —gritó el autoproclamado capitán de los Drabblines, The Pacman, quién inmediatamente movió el brazo donde tenía el banderín de su grupo hacia el suelo, clavándoselo en el pie izquierdo—. ¡Descuiden! —comentó sin inmutarse—. Es sólo para comenzar sí o sí con el pie derecho; un verdadero plan maestro.

—Pfff, no haces más que fastidiarme —cortó Rein, de las FicCoins, mirando con desprecio a The-Pacman—. Tu patético bando no podrá hacer nada contra nosotros, por si no lo has notado tenemos una líder de foro de nuestro lado, no tienen oportunidad, hum.

Era cierto, en el bando gobernante estaba Amane, la líder suprema, responsable de la primera victoria de su equipo. ¿P-Podrían los dabblines derrotarla?

—¿Y eso qué? —Lucas Diamond tomó la palabra, al lado de GL—. Nosotros tenemos a la mente maestra más grande de todas; si hay un equipo que no puede perder es el nuestro.

—¡Así es! —gritó emocionado Pacman—. ¡Soy la mente más brillante de este foro, y no podrán derrotarme! Ya he ganado las próximas 3 batallas en mi mente —añadió orgulloso.

—N-No estaba hablado de ti, en realidad —Lucas desvió la mirada; aún no sabía porque su comandante era así, o más bien, porqué lo habían nombrado su comandante.

¡¿Lo habían nombrado ellos si quiera?!

—…Pff, los odio a todos —espetó de pronto otro miembro de los drabblines, SweetSorrow, quién había terminado allí de casualidad. Su bando original se había separado, y había terminado con ese variopinto grupo, que parecía no prestarle atención.

Una risa se dejó escuchar en el campo de batalla. Un chico se reía a carcajadas, con tantas ganas que casi se cayó al suelo. Cuando fue capaz de recuperar la compostura, señaló a los Drabblines.

—¿Y ustedes creen que pueden derrotarnos a nosotros? —Era Reydelaperdición quién había dicho eso, volviendo a morirse de la risa—. ¡Si ni siquiera pueden llevarse bien entre ustedes! Además… ¿No les falta un miembro?

Lucas Diamond enrojeció de pronto con la pregunta, y GalladeLucario sólo apartó la mirada, molesto.

—…No necesitamos a ese holgazán para ganar.

—Nanashi nos dijo que la disputa iba a empezar demasiado temprano para él, y que si por favor podíamos encargarnos nosotros —Lucas, avergonzado por el compañero que le había tocado, tuvo problemas para continuar—…supongo nos tocó carrearlo, ¿Eh?

>>¡Pero aun así les ganaremos con un miembro menos, jum!

—Lo dudo mucho mi pequeño Lucas~ —exclamó Amane, relamiéndose los labios—, aunque me hubiera gustado que estuviese aquí, para poder ver su cara de humillación cuando los derrote. Y hablando de miembros faltantes, ¿Dónde están los Kiwicoins? Creí que habían hecho equipo con ustedes.

Todos los demás voltearon entonces en todas las direcciones, buscando al bando restante, pero no pudieron divisar nada.

¿D-Donde estarían?

…

—¡Aquí está, al fin encontramos nuestra primera moneda! —exclamó Sorel, de las kiwicoins, mientras sus compañeros festejaban—. ¿Quién hubiera pensado que encontraríamos una de las monedas ocultas dentro de un Cactus?

>>Con esto, el equipo Kiwi está más cerca que nunca de alzarse con la victoria.

…Qué sorpresa se llevaron cuando, al mirarla con más detenimiento, se dieron cuenta de la inscripción que se encontraba en la moneda.

“Creíste que esta era una moneda de premio, pero era yo, ¡The Pacman! >:V”

…Mejor suerte para la próxima, supongo.