¡Gai-sensei no YARO! T.T (si quieres divertirte con las aventuras de los 9 y el equipo de Gai entra

Ok, esta es la segunda historia que publico aquí, esta va ahora dedicada para zuki, espero que posteen mucho y lo disfruten, ¬¬ ok empezamos.

¡Gai-sensei no YARO! T.T (si quieres divertirte con las aventuras de los 9 y el equipo de Gai entra y querrás leer más, 100% humor y 0% ooc)

Cierto chico castaño, con singulares marcas rojas con forma de colmillo en cada apiñonada mejilla y acompañado de un enorme perro blanco caminaba por las oscuras calles de aquella aldea que anteriormente era llamada “konoha”.

— Pfff, Akamaru, rápido que mamá se enojará si llegamos tarde—bufó molesto Kiba Inuzuka con ambas manos apoyadas en la tosca nuca y dicho ello escuchó la respuesta de su fiel “compañero de equipo”.

Caminó hasta topar con la luz que emanaba del puesto ichiraku, pero sin embargo siguió caminando.

— Hey Kiba, ¡espera!—escuchó Inuzuka de una voz chillona, ya muy familiar y se detuvo con cierta molestia y miró al dueño de tal voz.

— ¿Qué quieres… Naruto?—cuestionó mirando al rubio estupefacto el cual había sido detenido por el padre de Ayame “onee-san” debido a que el Uzumaki no había pagado la cuenta.

— ¡Ven acá!—gritó Naruto con ambos ojos como si fuesen enormes círculos blancos.

— No tengo tiempo—respondió tajante—ahora mismo mamá y Hana me están esperando, si no llego a buena hora rodará mi cabeza por todos lados.

— ¡Yo vi a las dos salir por una misión asignada!—Kiba sonrió relajado—¡ven ahora mismo!— rogó a lo que su compañero caminó de manera pausada hacia él.

— ¿Qué quieres?—se sentó a lado del bijuu y tomó un tazón de ramen humeante.

— ¡Tú, Akamaru, Shino y Hinata tienen que ayudarnos!—exclamó excitado Naruto.

— ¿En qué?—se metió una generosa porción de ramen en la boca y miró curioso a Uzumaki.

— En un reto que nos propuso Gai-sensei al equipo 7 y 10, me dijo que le avisara a ustedes también —respondió al instante el chico de ojos azules tomando al chico-perro por los hombros.

— Primero dime de que trata el reto y el premio que nos darán en caso de ganar el reto—dijo sin ánimos el mejor amigo de Akamaru.

— Mañana empieza el reto y cuando todos estemos reunidos Gai-sensei nos dirá de que trata el reto, y el premio es— apretó ambos puños de felicidad—el premio es —repitió y retuvo la respiración por la emoción— ¡una foto de el rostro descubierto de Kakashi-sensei mientras está tomando sake!— estalló en gritos y ambos chicos se pararon al mismo tiempo de la impresión.

— ¡¿E-en serio?!—preguntó Kiba eufórico con la espalda arqueada hacia Naruto y con los puños sumamente rígidos.

— ¡Si, deberas!—contestó el kyuubi dando saltos.

— ¡Yo le avisaré a Shino y a Hinata!—aseguró Inuzuka eufórico sin poder controlar tal felicidad.

— ¡Yo te ayudo!—dicho esto ambos shinobis pagaron la cuenta y salieron corriendo junto con Akamaru del establecimiento.

— Será mejor separarnos, tú ve con Shino y Akamaru y yo con Hinata—habló serio a lo que el rubio asintió de la misma manera y al poco tiempo se separaron.

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En una pequeña pero cómoda recamara se encontraban los tres shinobis correspondientes al equipo 10 y a Sakura Haruno.
La reunión se debía a un motivo, al reto impuesto por Maito Gai, instructor de Neji Hyuuga “tensai no hyuuga ichisoku”, Lee “la hermosa bestia verde” y Ten Ten “kunoichi especialista en armas shinobi”.

— ¿Qué tramará cejotas-sensei?—cuestionó con notable molestia la Yamanaka.

— Es difícil deducirlo—intervino Chouji rendido— ¿qué opinas shikamaru?—éste tomó un puño de papas y se lo comió con desesperación.

— Es demasiado problemático todo esto—suspiró—mejor esperamos mañana—Nara tocó su sien.

— Pero sinceramente el premio es demasiado tentador—todos asintieron ante el comentario de Sakura.

— Pero no me agrada la idea de todo esto—habló Ino nuevamente con semblante pensativo.

— Me duele la cabeza de solo pensar en ello—se quejó Akimichi una vez que terminó su sexta bolsa de papas.

— Ya son las 11:30pm tengo que irme, mi mamá se pondrá histérica cuando llegue— Shikamaru se levantó de su lugar y arqueó la espalda hacia atrás, la cual tronó ante tal acto.

— No te preocupes Shikamaru—Chouji imitó las acciones anteriores de Shikamaru y hecho ello dio unas toscas palmadas en la espalda de éste—puedes quedarte a dormir en mi casa y mañana le explicaremos todo a tu mamá—sonrió.

— Gracias, Chouji—giró su entumido cuello de izquierda a derecha—Ino, ¿te vamos a dejar a tu casa?—miró a la rubia.

— Ya es muy tarde y me quedaré a dormir con la frentona—bostezó Yamanaka.

— ¡Dormirás en la entrada Ino-puerca!—Haruno gritó de sobremanera y acto seguido pateó de manera cruel a la poseedora de ojos azules.

— ¡Hagan tregua!—comentó Chouji preocupado por lo visto.

— Ellas son así Chouji, su amistad se basa en la violencia, por eso son tan antipáticas para todos—Nara atinó a comentar con dolo a lo que Haruno y Yamanaka miraron de manera asesina a ambos shinobis.

— Creo que tie…

— Repitan todo lo que dijeron—mascullaron ambas entre dientes al unísono.

— Q-que ya nos vamos porque mañana será un día demasiado largo—Akimichi regaló una sonrisa fingida a Sakura e Ino y salió con Shikamaru en cuanto antes del cuarto en donde se encontraban.

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Ya era de mañana en la pequeña aldea y el equipo Maito Gai junto con su respectivo líder se encontraba esperando en los colosales portones verdes que tenían escrito “an” en alfabeto hiragana.

— Nadie ha llegado y ya llevamos tiempo esperando Gai-sensei—bufó molesta Ten Ten con las mejillas infladas.

— Ten paciencia Ten Ten, todos llegaran—contestó el eterno rival de Hatake.

— ¡No hay ni la menor duda de ello Ten Ten, porque la juventud jamás se niega ni a los más difíciles retos!—gritó enérgico Lee.

Después de lo dicho por el fiel seguidor de Maito se empezaron a ver dos siluetas corriendo en dirección hacia ellos.
Neji y Ten Ten miraron con atención para ver de quienes se trataba, mientras que Lee emitía un “oh” lleno de “juventud” según él y el líder de ellos sonreía con satisfacción y con la mano izquierda tomaba su barbilla.

— ¡Sakura-san e Ino-san son demasiado fuertes!—gritó Lee con los puños cerrados.

— Esa es…—una rebelde e incontenible lágrima se derramó.

— Ya lo sabemos—bufó— es la llama de la juventud—Ten Ten completó pesimista la frase que estaba por terminar Gai.

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— No me ganarás ¡frentezota!—habló la chica rubia entre jadeos y con una ligera capa de sudor y como respuesta recibió un ligero empujón por parte de Sakura.

— Yo que sepa los puercos siempre pierden en las competencias—Haruno sonrió con malicia y con su pie izquierdo hizo que Yamanaka se cayera.

— ¡Eres una tramposa!—fue lo último que escuchó la chica de irises jade decir de su rival, la cual se encontraba tirada y llena de tierra sin poderse levantar.

— En la guerra todo se vale puerca—Sakura alcanzó a decir con cinismo y rió.

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— Ino perdió el ritmo—aseguró la castaña con certeza al ver desde lejos como “el bulto morado” caía de una manera muy graciosa.

— ¡Esa es mi Sakura-san!—el chico con cabello en forma de jícara dijo orgulloso a lo que Neji emitió un poco amigable “hmnph” y con la cabeza gacha acompañado de unos ojos cerrados ladeó de manera negativa.

Sakura llegó corriendo en cuestión de segundos con un semblante sumamente optimista y poco después Lee se le acercó.

— L-lo lograste Sakura-san—dijo Lee con las mejillas sonrosadas esperando respuesta de la chica.

— Hmnph—emitió arrogante con una sonrisa—frentezota perdió—Lee cambió radicalmente su semblante por uno que emanaba desilusión.

Flash back

— Yo que sepa los puercos siempre pierden en las competencias—Haruno sonrió con malicia y con su pie izquierdo hizo que Yamanaka se cayera.

— ¡Eres una tramposa!—fue lo último que escuchó la chica de irises jade decir de su rival, la cual se encontraba tirada y llena de tierra sin poderse levantar.

— En la guerra todo se vale puerca—Sakura alcanzó a decir con cinismo y rió.

— Tienes razón frentezota—susurró con malicia Yamanaka— “¡jutsu transferencia de mente!”—pensó ello con euforia al mismo tiempo que hacía el sello correspondiente a tal jutsu y apuntaba con éste hacia Haruno Sakura.

End flash

— ¡Eso es trampa!—Lee reclamó con ira.

—Ella empezó—justificó Ino e hizo un ademán de obviedad.

— Tranquilo Lee, Ino tiene razón, ella no se pudo haber quedado así como así después de tal injusticia—Gai tomó con la mano izquierda el hombro derecho de Lee.

— Será mejor que regreses a tu cuerpo—dijo Lee y acto seguido corrió en dirección al cuerpo de Ino para recogerlo y llevárselo a su dueña para que pudiera regresar a el.

Lee corrió, sin embargo a los cuatro metros de trayecto chocó con un cuerpo “robusto” y por lo tanto rebotó y cayó.
— Ten cuidado por donde caminas—habló Akimichi en tono amigable y se llevó una fritura a la boca

Lee alzó la mirada y vio que se trataba de Akimichi Chouji, quien se encontraba comiendo comida chatarra, y de Nara Shikamaru, el cual pronunció un “que problemático” y llevaba al cuerpo de Yamanaka Ino cargando.

— Ya llegaron chicos—dijo Lee después de haberse levantado.

— Atrás vienen Kiba, Shino y Hinata—habló ahora Shikamaru con flojera y Lee miró hacia su derecha, pudiendo así ver al equipo 8.

— ¡Tienes razón!—Lee pronunció sonriente.

— Ya era hora, se estaban tardando demasiado—se quejó Ten Ten todavía un poco enojada.

Shikamaru suspiró y recostó con cuidado el cuerpo de su compañera.

— Ino, ya es hora de que regreses a tu cuerpo—ordenó el genio flojo e Ino asintió.

Yamanaka formó un sello diferente y señaló con éste a su cuerpo, realizó la técnica de su clan y el cuerpo de Haruno cayó inconsciente mientras que el de la rubia recobraba el conocimiento.
Hecho ello Lee y Ten Ten corrieron hacia Sakura preocupados y se agacharon para quedar a la altura de ella.

— Sakura-san, reacciona—rogó Lee mientras tomaba el esbelto cuerpo entre sus brazos.

— ¿Pasa algo?— preguntó la voz femenina perteneciente a la kunoichi del equipo 8.

— No pasa nada Hinata-sama, nada relevante—dijo Neji al fin con los brazos cruzados.

— Hehe, al parecer empezamos bien—comentó divertido Kiba acompañado de un ladrido de Akamaru.

— Yo no diría ello—se escuchó decir de la grave voz de Aburame.

— Ya vienen Naruto y Sai—dijo Ino con las mejillas sonrosadas haciendo énfasis en el nombre del suplente de Sasuke Uchiha.

— Ya estamos reunidos todos Gai-sensei, comience a dar indicaciones— Neji pidió molesto al ver que Uzumaki y Sai ya habían llegado, y Sakura había despertado y estaba peleando como todo un marimacho con Ino.

— ¡Todos cálmense que comenzaré a darles indicaciones!—alzó la voz el jounin y todo el tumulto calló en seco.

Todos los chunin y el genin formaron una hilera al instante, todos harían su mayor esfuerzo por obtener el premio, no habría otra oportunidad, la foto no estaría en juego nunca más.

— La pareja ganadora se llevará la foto del rostro descubierto de Kakashi mientras toma sake—aseguro mártir.

— ¿¡Parejas!?—gritaron Naruto, Sakura, Chouji, Ino, Kiba y Hinata al unísono.

— Naruto y Ten Ten son el primer equipo—ignoró a la pregunta anterior.

— ¡Pero se supone que el reto es de ellos nueve contra los obstáculos impuestos por los integrantes del equipo Maito Gai!—ahora Lee y Ten Ten hablaron al unísono.

— Les mentí a ti y a Lee—sonrió—lo siento, pero no son de fiar, por lo tanto Neji, Shikamaru, Sai y Shino harán equipo contra ustedes—guiñó el ojo derecho.

— ¡¿Qué?!—gritaron los mismos de la vez anterior.

— No es justo Gai-sensei—Lee se recostó en forma fetal y comenzó a llorar desconsoladamente—No le seré útil—soltó un gemido.

— ¡Por eso se me hacía tan raro que Shino viniera después de lo de ayer!—gritó el rubio.

Flash back

Ya era la octava ocasión en la que Naruto llamaba a la entrada de la mansión Aburame y no obtenía respuesta alguna.

— ¡Por favor abre Shino, esto es algo importante!—gritó el rubio golpeando la entrada lo más fuerte y rápido que podía.

Uzumaki siguió insistiendo, pero no obtuvo respuesta nuevamente. Paró todo movimiento, agachó la cabeza y suspiró sin esperanzas.
Sintió una tosca, pesada y amplia mano tocar su hombro y al instante sintió escalofríos, giró para ver quien era y vio una alta y corpulenta silueta varonil oculta entre la oscuridad de la noche.

— ¡Ayuda Kiba, me quieren asaltar!—gritó con todas sus fuerzas Naruto esperando a que éste acudiera a su rescate.

— Naruto, tranquilízate, soy yo—habló tranquilo Aburame.

— ¡Kiba, ayúdame, Kiba!—gritó con histeria Naruto, el cual corrió pero fue fácilmente detenido por Aburame.

— Soy yo, Shino— Naruto volteó y vio la cara de este, el cual ya se encontraba iluminado por el farol.

— Ah, eres tú—suspiró aliviado el zorro.

— ¿Qué querías decirme?—preguntó Shino con molestia y la ceja derecha arqueada.

— Preséntate mañana en la entrada de la aldea a las 7:00am, es por un reto que nos propuso cejotas-sensei, el pre…

— Iré cuando seas capaz de recordar a un amigo al instante y no confundirlo con un asaltante— comentó Shino enojado y de manera imperceptible para el bijuu entró a la mansión dejando a Naruto solo.

— No puedes hacerme esto Shino—Naruto comenzó a llorar apoyado en el portón.

End flash

— Y las parejas son—Gai tragó saliva— Naruto y Ten Ten, Sakura e Ino—ambas se miraron con repulsión—Kiba y Chouji y para finalizar Lee y Hinata, ahora…— respiró hondo—… ¡empecemos y demuestren su llama de la juventud!— gritó eufórico.

Ok, hasta aquí se queda el primer capitulo, el capitulo no tuvo humor, pero habrá en el siguiente capitulo y trataré de actualizar en cuanto pueda, dejen post o tan siquiera den click en “me gusta” o sean mis seguidores y recomiéndenlo a las personas con las que se llevan de este foro.

 

Bueno, aquí traigo el segundo capitulo de ¡Gai-sensei no YARO! T.T, gracias por postear, darme críticas, comentarios y unos cuantos “me gusta”, y les agradezco porque mi mejor alimento es la complacencia de ustedes y de una cosa estoy muy segura—suspiro— ¡no puedo esperar a ver que opinan de esta continuación!, ok, espero sus post :D

Cap.2 ¿Silbatos del fénix?, ¿Templo del fénix?, ¡El reto comienza, obtendré la foto de Kakashi-sensei a como dé lugar!

— Y las parejas son—Gai tragó saliva— Naruto y Ten Ten, Sakura e Ino—ambas se miraron con repulsión—Kiba y Chouji, y para finalizar Lee y Hinata, ahora…— respiró hondo—… ¡empecemos, y demuestren su llama de la juventud!— gritó eufórico.

— Pero aún no nos da explicaciones Gai-sensei—habló Chouji con obviedad, por lo que el nombrado miró a éste demasiado serio.

— Tienes razón—cerró los ojos y se quedó pensando por un tiempo, tomó su barbilla y sonrió—necesito que una persona de cada pareja venga aquí—habló serio Maito, borrando así la sonrisa que tenía; al parecer era algo importante.

Naruto, Ino, Kiba y Lee adoptaron el semblante que Gai tenía en esos instantes, y caminaron de manera pausada hasta llegar a Maito Gai.
Una vez que los representantes de cada pareja habían llegado Gai sacó de su mochila un saco de tela anaranjado que venía adornado con caras de Ton-Ton y de Pakun, abrió tal saco y los miró a todos con seriedad.

— Cada uno de ustedes meterá la mano en el saco y sacará solo un objeto, ¿entendido?—Ino, Lee, Kiba y Naruto asintieron, acompañados de una capa de sudor con y gran intriga.

— Yo empiezo—habló Yamanaka, para después meter la mano derecha hasta el fondo del saco.

Ino sacó uno de los objetos que contenía el costal de Gai, y vio que había tomado una “bola negra y brillosa”, giró el objeto, y pudo ver al instante que se trataba de la cara “fotogénica y sensual” de Maito con aspecto serio, y que los labios de éste formaban un 3, en los cuales se tenía que soplar para que este cumpliera de manera exitosa su función; Yamanaka se dio cuenta al instante de que tal objeto era un silbato— ¡¿y quiere que participemos en el reto con este tipo de objetos?!—gritó Ino con los ojos saltones y blancos, para después azotar el silbato contra el piso.

— Levántalo, o tú y Sakura quedan expulsadas automáticamente del reto y jamás verán la foto de mi eterno rival—masculló entre dientes, con los ojos cerrados y una sonrisa arrogante.

— ¡Ino-puerca, será mejor que levantes ese silbato, o jamás tendremos la oportunidad de ver así a Kakashi-sensei, y yo me encargaré de darte un buen escarmiento!—se escuchó gritar con histeria por parte de Sakura, quién se estaba poniendo los guantes negros y formaba con la mano derecha un puño, del cual emanaba una impresionante cantidad de chakra— ¡hazlo, kyaaa!— sus ojos se veían idénticos a los que Ino había hecho al reclamarle a Gai por el silbato.

— Ya entendí—dijo Yamanaka en un suspiro, que reflejaba molestia, y acto seguido levantó el silbato que poseía la cara de Gai.

— Ahora saca uno—le habló Maito a Naruto ya más relajado, a lo que éste sacó otro silbato igual al de Ino.

Naruto miró curioso, con una gota de sudor en la cabeza aquel silbato. La cara de tal silbato era la de Maito Gai, con semblante serio, y con unos prominentes labios.

— “Cejotas-sensei da mucho miedo, no sé a dónde manda a hacer este tipo de cosas, incluso, esta cosa tiene efectos especiales”—pensó lleno de repulsión el bijuu, al ver que cada vez que meneaba el silbato de derecha a izquierda los gruesos labios del Gai-silbato brillaban de manera “seductora”, acentuándolos aún más de lo que ya estaban—“¡por dios, son los labios más asquerosos que he visto en toda mi vida!”—el rostro de Uzumaki adoptó un color morado-azulado, su estómago resonó y las nauseas que afortunadamente pudo controlar llegaron a él, de manera continua y persistente—“recuerda Naruto, por mucho que quieras, no te deshagas de este maldito silbato, o de lo contrario, no participarás en el reto y jamás verás la cara de Kakashi-sensei, ni mucho menos tomando sake”—cerró los ojos, frunció el ceño, y apretó con su mano el silbato.

— ¡A mi me tocó uno diferente!—escuchó Uzumaki decir de Inuzuka muy emocionado y miró lleno de intriga tal silbato.

— ¡T-te lo cambio, Kiba!—gritó Naruto al instante, al ver que el silbato tenía la forma de un muy delicioso onigiri.

— No, es mío y no lo cambiaré por nada—le dio la espalda al bijuu impidiéndole así a éste ver su silbato.

— ¡Por favor, no aguantaré estar con este estúpido silbato de Gai-sensei!—suplicó Naruto arrodillado, con los ojos llorosos y aferrándose al chico-perro, sin embargo, éste lo ignoró y guardó en su mochila el silbato de onigiri.

— ¡Ah!—Lee soltó un gemido lleno de placer, que reprimió con sobre esfuerzo, acompañado de un notable sonrojo.

Todos los presentes miraron a Lee con intriga, y pudieron ver que éste tomaba como si se tratase de una reliquia otro de los dichosos silbatos con la forma de Maito.
Meneó el silbato de derecha a izquierda de manera lenta, disfrutando cada milésima de segundo que pasaba, y el 3 que formaban los labios del silbato, brillaron con ímpetu, dejando así saciado a Lee.
Los ojos del fan número uno de Maito Gai emanaron el más ardiente fuego, y de sus fosas nasales comenzaron a salir sangre sin control.

— ¡Gai-sensei!—lloró Lee desconsolado, y con el brazo derecho comenzó a secar su sonrosado rostro—ahora lo entiendo todo—suspiró y sollozó nuevamente—usted me sacó de su equipo, porque sabía que si hacía ello yo obtendría esta valiosísima reliquia, ¿cierto?—se arrodilló ante su profesor y estrechó la “reliquia”.

Gai, al escuchar la “brillante” deducción de su alumno el especialista en taijutsu se hincó, para quedar a la altura de éste, y lo abrazó.
Ahora los dos lloraban juntos.

— Me dolió mucho sacarte del equipo Lee, no tienes idea de cuanto, pero sabía que si te dejaba estar en mi equipo verías que a los demás les tocaría un silbato de estos y caerías en depresión; así que, decidí sacarte junto con Ten Ten del equipo, para que no creyeras que eras un estorbo, perdóname Lee, aunque no lo creas lo hice por tu bienestar—mintió, en realidad Lee y Ten Ten le eran de gran estorbo para este tipo de cosas, y acto seguido le salió una enorme gota de sudor en la cabeza.

—“Que idiota es Lee”—pensaron todos al mismo tiempo a excepción de los Hyuuga, Aburame y Sai, con una gigante gota de sudor en la cabeza.

— No tengo que perdonarle nada, Gai-sensei, al contrario, gracias por todos los sacrificios que ha hecho por mi—secó su rostro, y se separó a unos cuantos centímetros de Maito— ¡hágame el honor de autografiar esta reliquia!—habló en tono fuerte, tratando de aparentar estar serio, sin embargo, una que otra lágrima se derramaba por los singulares ojos de Rock.

— Con mucho gusto mi pequeño Lee—tomó un pincel que le ofreció al instante Lee y comenzó a escribir el autógrafo— toma, aquí tienes—Lee recibió el objeto ya autografiado, como si se tratase del objeto más delicado que jamás haya tenido.

— Aunque ya estoy en deuda eterna con usted Gai-sensei, le demostraré en este reto toda la llama de la juventud que tengo—dijo Lee mártir.

— ¡Ya me desesperé!—interrumpió Naruto, ya empalagado por tal escena—yo seré quien se lleve la foto de Kakashi-sensei, y la duda que tengo desde hace unos minutos es el por qué de estos estúpidos silbatos—habló inconsciente el zorro, y como respuesta se llevó las miradas asesinas tanto de Maito como de Lee.

— Tiene razón, Gai-sensei—habló la castaña en tono serio, llamando así la atención del nombrado— ¿para qué nos hizo entrega de estos silbatos?

— ¿Por qué mi silbato es diferente a los demás?—preguntó, ahora con intriga Inuzuka, acompañado de un ladrido de Akamaru.

Hubo un largo silencio entre los presentes, todos se mostraban pensativos, ¿en qué consistirían los retos?, ¿qué dificultad tendrían?, ¿para qué servirían aquellos silbatos? y la pregunta más pensada por todos, a excepción de Gai era ¿cómo sería la cara de Kakashi Hatake?

— Todos, acompáñenme—rompió el silencio un Gai muy serio.

— Hai—respondieron todos los presentes al unísono, y pasaron saliva de manera dificultosa.

Dicho eso Maito Gai dio media vuelta, y comenzó a correr y saltar demasiado rápida como ya era de costumbre, para después ser seguido por los chunin, el jounin (Neji Hyuuga), el anbu (Sai) y el zorro.
Los shinobis ya llevaban horas a ese ritmo, y Gai no se detenía.

— “Tengo que conseguir a como de lugar esa foto” —pensó el kyuubi mientras saltaba por los árboles— “por fin podré saber si Kakashi-sensei tiene los dientes grandes, o quizás tendrá labios muy gruesos, o la boca muy chica, ¡maaaa!, esa foto será mía”—el rubio sonrió emanando avaricia.

— “A pesar de que Kakashi-sensei a sido mi profesor desde hace años, jamás nos ha enseñado su rostro a ninguno de sus alumnos, ¡no tengo que desperdiciar esta oportunidad!”—pensó eufórica Haruno.

— “Definitivamente, tengo que ver el rostro del eterno rival de Gai-sensei, esta oportunidad no la tengo que dejar pasar”—cruzó por la mente del especialista en taijutsu número uno de su generación.

— “Kakashi-sensei es de los mejores jounin, definitivamente tengo que obtener esa foto, debo de saber, su verdadera identidad”—afirmó mentalmente el Inuzuka, quien se concentraba en la tarea de seguir el paso de Maito.

— Ya llegamos—pronunció Gai, quien paró en seco todo paso que llevaba.

Todos se detuvieron cuando el líder lo hizo, y pudieron ver que el lugar de ahí en adelante se dividía en cuatro caminos.

— Ahora…

— ¿Ya nos dirá el por qué de los silbatos?—interrumpió el rubio, con ambas manos apoyadas en la nuca.

— Esos son, los cuatro silbatos del fénix—todos alzaron la mirada al ver que Gai había hablado en tono serio.

— ¿Silbatos del fénix?—interrogó Hinata de manera “instintiva”, a lo que Gai asintió muy seguro de ello.

— Cuando ya no tengan escapatoria, y estén a punto de perder el reto tendrán que decir una oración especial, después de ello, harán sonar el silbato y el sagrado fénix les obsequiará una sola arma, en pocas palabras, una segunda oportunidad para que se repongan y puedan seguir adelante—todos se quedaron anonadados ante la explicación de Maito.

— Explique más sobre ello, Gai-sensei, jamás había escuchado hablar de los cuatro silbatos del fénix—pidió Sakura con el ceño fruncido, esperando una repuesta.

— El silbato del onigiri—Kiba agudizó el oído al escuchar que iba a hablar de tal objeto—es el único silbato con el que el fénix sagrado te regala dos armas para pelear con mayor oportunidad de ganar—el sensei cerró los ojos y suspiró—los demás silbatos tienen mi forma, porque yo he sido el único shinobi en poder dominar al sagrado fénix y como prueba de ello, esas reliquias adoptaron ese físico tan atractivo—dejó la seriedad, y puso una de sus poses acompañado de una sonrisa.

— ¿Y qué pasará de ahora en adelante?—preguntó Yamanaka curiosa, mientras miraba al interrogado.

— A partir de aquí todo se divide en cuatro caminos, cada pareja tomará uno, y al final los cuatro caminos se unen, en la entrada del templo sagrado del fénix.

— ¡¿Templo sagrado del fénix?!—preguntaron los mismos shinobis al unísono, más interesados que nunca.

— Creo que hablé de más—comentó arrepentido Gai, tapándose la boca y mirando hacia abajo.

— Hable más Gai-sensei—pidió Chouji en tono amable.

— Me está estrictamente prohibido hablar de ello, olvídenlo todo—hizo un ademán con ambas manos de manera negativa.

— ¿Y cuál es esa oración para invocar al fénix sagrado?—fue la pregunta que Kiba no pudo contener.

Todos, a excepción del equipo que estaba de lado de Gai, miraron e éste de manera insistente al sensei.

Gai suspiró, y dio media vuelta para observar con detenimiento, a los cuatro caminos que empezaban a partir de ese punto y finalizaban en la entrada del templo sagrado del fénix.

—Antes de ello, primero necesito que se junten con su pareja, y que se pongan en el inicio de cada camino—cerró de manera lenta y relajada ambos ojos.

Una vez dada la indicación, los chunin y el bijuu comenzaron a acatar lo dicho.
Naruto y Ten Ten caminaron hasta quedar cara a cara y sonrieron; Ino y Sakura se tomaron de la mano haciendo así una tregua temporal; Lee y Hinata se miraron mutuamente y Rock le dio una muy leve reverencia a su pareja; Kiba, Akamaru y Chouji rieron de manera mesurada, y Akamaru ladró y meneó la cola.
Yamanaka y Haruno se situaron en el primer camino del extremo derecho, Uzumaki y Ten Ten en el segundo camino; Inuzuka, Akamaru Akimichi en el ante penúltimo, y para finalizar Lee y Hinata en el camino del extremo izquierdo.

— La frase para invocar al fénix es—rompió el silencio Gai, después de que las parejas se habían organizado—oh, grandioso fénix sagrado, acude en nuestra ayuda, como prueba de mis buenas intenciones ante mis plegarias, yo, dicen su nombre completo, —interrumpió la oración—hago sonar esta reliquia, después de ello hacen sonar el silbato que les he dado—todos aquellos, a excepción de Kiba, Akamaru, Chouji y Lee, que competirían por aprobar tal reto sintieron su estómago revolver, y sus caras se tornaron de morado-azulado— ¡¿Entendido?!—preguntó enérgico el eterno rival de Kakashi Hatake.

— ¡Entendido!—respondieron al unísono de la misma manera los participantes.

— ¡Salgan—tragó saliva—ya!—las cuatro parejas salieron corriendo ante tal orden de manera reñida, para después desaparecer.

Ok, aquí acaba el segundo capítulo de ¡Gai-sensei no YARO! T.T, —para aquellos que no saben, el titulo significa “maldito Gai-sensei”—espero que les haya gustado este capitulo, traté de poner más humor y no sé si lo logré, (ustedes díganme) espero que les haya gustado porque a mí me encantó, (sobretodo la parte de los silbatos XD) aunque sinceramente lo que me gusta más del fic es *!86÷=%?´(perdón, pero eso es spoiler y no debo hacerlo) ¡ya quiero ver como los personajes hacen sonar a los silbatos!.

Nota para coyote: Coyote, ♥ ¡no sabes cuanto te amo!♥, gracias por la firma, cualquier favor te lo cumplo en seguida, genial, tengo una firma de la pareja que amo a muerte con mi seudónimo impregnado en ella (Soy fan ishihime a muerte), es tan… PERFECTO, ¡Gracias Coyote, eres súper cool! ♥¬♥ asdasdasdasdasd. Gracias

Ok, espero post