¡De Vacaciones Con Los Ketchum!

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Altair The Assassin, 6 Enero 2016.

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    Altair The Assassin

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    ¡De Vacaciones Con Los Ketchum!
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    Maldito Gary y la madre que lo pari*
    (POV Ash)


    Eran medianoche y no podía dormir bien, estos sentimientos encontrados, tan raros, que jamás había sentido antes. Bien era cierto que algunas chicas me habían coqueteado, o al menos eso parecía. Nunca me intereso ninguna de ellas porque me parecían superficiales y… de plástico. Buscaban o la fortuna de mi padre, o la fama de ser hijo de un maestro pokémon y casi vencedor de la liga. Lo que también venía a recaer en la fortuna de mi padre.

    Pero ella era diferente, tenía una personalidad propia, alegre, comprensiva, vibrante…Un poco alocada y dispuesta a hacer bromas. ¿Qué influiría a que me fijara en ella desde la primera vez que la vi? ¿Qué incentivo tenia para detener mis ojos en ella, por encima de cualquier otra chica? Era muy hermosa, eso no lo puedo negar, pero otras a las que conocí también lo eran. ¿Influiría el contraste que notamos por la explicación que nos había dado Gary? Podría ser, sin embargo, fue lo que paso después lo que me hizo prenderme completamente de ella.

    Primero, la falta de interés: Bien era cierto que a Paul le llovían las mujeres, era un entrenador muy fuerte, y con buena reputación, también cuenta con mucho dinero, pues su padre es un proveedor minorista de Teselia, que reparte productos por todas las tiendas. Si estaba aquí era porque le gustaba ayudar a los pokémon enfermos, y claro, para agradar a mi padre, quien era su mayor socio. En resumen, un partidazo, el hecho que Serena no aceptara su intento de ligue, era de admirar.

    Segundo, sus ganas de ayudar, a pesar de haber venido de vacaciones, había aceptado con gusto el ayudarnos a rescatar a los pokémon heridos.

    Tercero y último: Lo que no puedo, no quiero, y no hare será olvidar la noche que pasamos en el hospital. No recuerdo una noche en la que hubiera dormido más a gusto que esa. Todavía siento su aroma en mi ropa, fue en ese momento, justo en ese momento, que me di cuenta de la importancia de la compañía femenina, de alguien que esté allí para consolarte, para reírte con ella, para contarle tus penas, o simplemente para estar abrazados…

    Maldición, siempre me había burlado de los que se enamoraban y parecían unos idiotas sin remedio, y yo me acabo de convertir en uno de ellos. Mierda, nunca pensé en comportarme algún día así, por otro lado, tampoco nunca pensé el conocer a alguien como Serena…

    Un ligero movimiento me saca de mis pensamientos, resulta ser Pikachu, quien parece estar preocupado por mi falta de sueño. Le dirigí una sonrisa tranquilizadora y fije mi vista en el balcón de ella una vez más antes de regresar a mi cama a tratar de dormir.
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    (En un lugar lejano del bosque)


    Busque un claro bien iluminado y lejos de la hacienda. Sabía que desatar la mega evolución era bastante…ruidoso, por lo que trate de alejarme lo más posible del lugar. Mientras caminaba, no podía dejar de ver la piedra que llevaba en mi mano, ¿Seria mi vínculo con Charizard lo suficientemente fuerte como para desatar la megaevolución? La idea de que no fuera así me aterraba, pues Charizard era mi único amigo, y si de verdad no tenía un vínculo con el… ¿Con quién si lo tenía? Sacudí la cabeza en un vano intento de sacarme esos pensamientos de encima. Quien sea que me hubiera dado una megapiedra y una piedra llave confiaba en que sabría usarlas, sino ¿Por qué me las daría?

    Finalmente llegamos a un lugar que se encontraba del otro lado de la montaña que bordea las propiedades Ketchum. La montaña se encargaría de que ningún ruido ni luz llegaría hasta donde los demás dormían.

    Me prepare para el momento, respire hondo y saque a Charizard de su pokebola; podría haberme venido con el volando, hubiera sido más rápido, pero necesitaba caminar y despejarme, necesitaba pensar. Charizard salió y me dirigió una mirada curiosa, pues intuía la razón por la que nos encontrábamos en la montaña. Saque de mi bolsa la caja que me había dado esa extraña, y abriéndola, le puse el collar con la mega piedra a Charizard en el cuello. La piedra llave ya se encontraba en mi mano, lista para ser activada.

    — ¿Estás listo, Charizard? — Mi amigo solo asintió con la cabeza.

    Respire hondo, presione la piedra que se encontraba en mi pulsera y pronuncie las últimas palabras que dije en toda la noche

    — ¡Mega-Evolución! —

    Hubo un resplandor que me cegó momentáneamente, y luego…
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    (En un hotel en ciudad Azulona)


    Detuve mi moto frente al gigantesco hotel en el que nos hospedábamos, y dejándola en manos de uno de nuestros reclutas, me dispuse a ir a dar parte de lo sucedido a mi jefe. Me encontraba levemente impresionada acerca de dos cosas. Que no aceptara el trato del contrabando de mega piedras con los equipos Rocket y Plasma, y que me mandara personalmente a entregarle unas valiosísimas piedras a un joven que apenas conocíamos, y al cual no estaba segura de poder confiárselas. Mi impresión tampoco era mucha, pues mi líder siempre se había caracterizado por su extravagancia y su manera resuelta de hacer las cosas.

    Era un hombre de corazón noble y apasionado, que no se amilanaba frente a los obstáculos que le interponía el mundo para lograr sus planes. Fue esto lo que me atrajo a unirme a su grupo por primera vez. Su determinación de lograr lo que el creyera correcto, aun cuando todos estuvieran en contra.

    Subí al cuarto en el que él se hospedaba y llame a la puerta con tres toques fuertes seguidos de dos cortos y luego uno fuerte otra vez. Era el código que me había dado para saber que era yo. Escuché un firme "adelante" y sin más preámbulos, entre.

    Me lo encontré en una situación que se me hizo muy familiar. Caminando de un lado a otro mientras leía de manera concentrada un libro. Sonreí, pues sabía que era imposible que se quedara quieto mientras leía un libro, más si era de algún filósofo que apoyaba sus creencias. Para mí no sorpresa, estaba recitando algunas citas de su pensador favorito, Nicolás Maquiavelo.

    — ¿Leyendo a Maquiavelo otra vez? — Le pregunte con una mezcla entre respeto y broma.

    —Su vida fue muy interesante ¿sabías? A pesar de ser un buen hombre, siempre se tomó con imparcialidad los métodos que utilizaban los hombres para lograr sus objetivos. — Me contesto, como un erudito que habla de su tema.

    —Muy contradictoria toda la vida de Maquiavelo, si — Le conteste, pues sabia más de algo del tema.

    —Este libro en particular es muy interesante, ¿Sabías que se cree que Nicolás era miembro de la orden secreta de los Nizaríes? A pesar de haber hecho un libro de los métodos de Cesar Borgia, tirano de la época, era un enemigo acérrimo de toda su familia. — Me comentó.

    — ¿Cesar Borgia? ¿El hijo del papa Rodrigo Borgia? — Le pregunté, pues todo eso no lo sabía.

    —Sin embargo, también narra los métodos de un amigo suyo, al parecer también Nizarí, su identidad es difusa, pero dice que era Esio o Exio o algo así ¿Sabes cuál era su lema? "Todo está permitido, nada es verdad" Por toda la región eran conocidos como los "Assassinos". — Sabía que seguiría en su rollo si yo no le cambiaba el tema, así que lo interrumpí con un leve carraspeo de garganta.

    El me vio perplejo durante un momento.

    — ¡A si! Es cierto que estas aquí por un motivo más que para oír acerca de tontas suposiciones. Dime ¿Cómo te fue? — Pregunto mientras dejaba el libro sobre una mesa para visitas que había allí.

    —Supongo que un éxito, por lo menos el chico recibió mi entrega — Le conteste.

    Al parecer se dio cuenta de mi confusión

    —Todavía no entiendes el fin de tu misión ¿Verdad?

    —Simplemente no entiendo por qué tenía que elegir a un chico que no conoce de nada para darle regalos tan valiosos como esos. Creo que su plan en ese aspecto tiene muchas lagunas. —

    — ¿Lagunas? ¿Dónde ves tú lagunas? — Me preguntó, totalmente serio.

    —Bueno, para empezar, podría ser que el muchacho no domine bien la mega evolución, y aunque llegara a hacerlo, ¿Cómo sabe que asistirá a la junta? Podría simplemente seguir su tranquila vida en esa hacienda, y además ¿Esta seguro que es el indicado para su causa?

    —Ya lo tengo todo previsto, No creo que pasen ninguna de esas cosas, el vendrá, y es el indicado para esta misión.

    —Como estas tan seguro de eso, Lysson?

    —Porque —Me vio con sus penetrantes ojos marrones mientras pronunciaba lentamente las palabras —Ese chico no tiene nada que perder, pero tiene todo por demostrar.
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    (Hacienda Ketchum, por la mañana)


    (POV Serena)

    Ya casi terminábamos de desayunar y el azabache pelinegro que últimamente se me aparecía en sueños, irónicamente no aparecía. Al parecer no fui la única que lo noto, ya que todos empezaron a verse unos a otros, dándose cuenta que alguien familiar faltaba en la mesa. Lo que también vi, y no me pareció muy fiable, fue la mirada de complicidad que empezaron a intercambiar entre todos, mirada que, desde mi punto de vista, pude ver que había sido Gary el que la había comenzado.

    —Bueno…Nosotros tenemos algunas cosas que hacer, el "jefe" Alain nos encargó en limpiar los establos hoy, así que si nos disculpan.—Dijo un fastidiado Drew mientras se iba junto a Iris.

    —Paul, nos toca la cocina, así que no te hagas el loco ¿quieres? —Dijo May mientras lo llevaba delicadamente hacia la cocina y con eso me refiero a que lo arrastró por el cuello hasta que desaparecieron por la puerta.

    —Pues yo tengo que llevar a estos dos al hospital —Dijo Gary señalando a Brock y a Lyra.

    —Maldición, se supone que Ash tendría que irse con nosotros. —Dijo de manera casi ensayada Brock.

    —No hay tiempo de esperarlo, tenemos una cirugía que resolver y también revisar si la calefacción vuelve a funcionar de manera correcta —Dijo Lyra.

    —No se preocupen, yo puedo venir a después a traerlo, pero tengo que ir a dejarlos a ustedes ahorita. — Dijo Gary con preocupación fingida —Serena… ¿Nos harías el favor de ir a despertarlo? —Juro que pude ver el brillo de malicia en sus ojos mientras pronunciaba esas palabras.

    Yo inmediatamente me puse tensa y me sonroje furiosamente.

    — ¿Y…p-por qué y-y-yo? —Maldita fuera mi vergüenza delatadora

    —Bueno…—Gary alzo los brazos como si fuera obvio —No hay nadie más que pueda hacerlo…además que ¿Qué mejor despertar podría tener el bello durmiente?

    Para cuando asimile sus palabras, Gary ya había salido por la puerta del comedor y había encendido la maquina quitanieves. Agradecí que Gary no pudiera ver mi sonrojo masivo, pues hubiera sido el colmo ¿Quién lo mandaba a hostigarme de esa manera? Por otro lado…La idea no me desagradaba en lo absoluto. Tratando de hacerme la obligada, aunque sabía muy bien que era todo lo contrario, me dirigí a su habitación, la cual se encontraba separada por cuatro cuartos de la mía.

    Entre con cuidado, solo para encontrarme con la graciosa y tierna escena de Pikachu dormido sobre la cabeza de un Ash igual de dormido. Vi como Pikachu se empezaba a despertar poco a poco, para finalmente advertir mi presencia. Me vio, primero con cara de curiosidad, cara que se convirtió en una picardía al adivinar mi tarea. Quise decirle mediante señas que despertara a su entrenador, para así ahorrarme la vergonzosa tarea. Sin embargo, con una agilidad asombrosa, el roedor se quitó de encima de el sin apenas alterarlo, y luego me hizo una seña de invitación a que me acercara. Maldije para mis adentros al perspicaz roedor, y tragándome mi nerviosismo, me empecé a acercar.

    (POV Ash)

    Sentí aun en sueños como Pikachu se movía en mi cabeza, mas no me importo, ya estaba acostumbrado a sus raras maneras de dormir. Oí una especie de ruido, como pasos sobre madera, y mi primer instinto fue pensar que era mi madre, quien venía a despertarme. Como acto reflejo me afiance a mi almohada, para tratar de que no lograra despertarme.

    —Ash…Ash, despierta, te están esperan… —Una voz angelical demasiado conocida para mi empezó a hablar.

    De la sorpresa al oír esa voz me levante levemente de la cama, impresionado. Mis ojos se toparon con una mirada color mar que logro hipnotizarme durante unos milisegundos. Dado que ella se había inclinado para despertarme, nuestros rostros habían quedado a unos escasos diez o doce centímetros. Perdí ligeramente el equilibrio ante todos estos sucesos, y si querer, afiance uno de mis brazos alrededor de su cuello para evitar irme de lado, lo que solo sirvió para acercar más nuestras caras. Su pelo empezó a hacerme cosquillas en el rostro, y ese maldito aroma al que acababa de descubrir que era adicto inundo otra vez mi nariz.

    Abrió ligeramente la boca, como si quisiera decir algo, aunque al final se arrepintió, mas no cerro los labios por completo, dejándolos entreabiertos. Sus mejillas se tornaron de color carmesí, aunque creo que, si yo no estaba peor que ella, por lo menos estaba igual. Esto, junto a su respiración agitada, me dio una de las más bellas imágenes que había visto en mi vida. De manera instintiva, y sin pensarlo realmente, empecé a acercar tímidamente mi rostro, quien no se movió lo más mínimo, aparte de entrecerrar ligeramente los ojos, intuyendo lo que iba a pasar. Podía sentir su aliento cálido en mi cara, estábamos a escasos cinco centímetros, cuatro, tres, cuando…

    —¡Serena! ¿¡Ya despertó el aderezo de papas fritas!? ¡Lo están demandando urgentemente en el hospital! —La voz más odiada por mí en esos momentos hizo que nos separáramos de manera avergonzada el uno del otro.

    — ¡Ya baja! —Contesto ella con la voz quebrada. Mientras se levantaba de nuestra comprometedora situación.

    —T-te veo más tarde —Le dije mientras apuradamente me ponía una camisa nueva y me iba corriendo.

    En mi mente solo había un pensamiento. "Gary Oak hijo de put*"
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    ¿Qué tal pequeños asesinos? Aquí Altair con un nuevo capítulo de esta fantabulosa historia, que hacia ratos que no actualizaba.

    Bueno, en mi defensa, tenía que hacer el proyecto nación de seminario, y eso consumía absolutamente todo mi tiempo, por lo que este capítulo fue escrito todo hoy de corrido, y termine casi a media noche, siendo que mañana tengo que madrugar. ¡Ojala les guste!
     
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    ¿Qué estará ocultando Alain…? ¡Oh mierd*!

    Estaba terminando el chequeo rutinario de los pokémon, pero he de decir que mi mente no era la más enfocada de todas en ese momento. De hecho, si un pokémon hubiera estado quejándose, o incluso muriéndose, no lo hubiera sentido y hubiera chequeado el cuadrito de "estable" de todas formas. Lyra se encontraba a unos pasos de mí, llenando los formularios de alta de todos los pokémon lo suficientemente sanos como para salir del hospital y entrar en rehabilitación con May. Sin embargo, apenas y me di cuenta de su presencia. Sentí que, en realidad el ir a trabajar en este estado era una falta de responsabilidad, pues trabajaba con seres vivos, y un error podía ser garrafal.

    Suspire, tratando de concentrarme, y al no poder conseguirlo decidí mejor tomarme un café. Si tan solo Gary no hubiera aparecido en ese momento, quien sabe que hubiera sucedido. Mi mente era un revoltijo de ideas confusas y emocionantes. Ella no se había movido mientras me acercaba, e incluso había cerrado los ojos. Eso significaba que… ¿Ella también quería ese beso? ¿O solo estaría en shock?

    Afortunadamente, o tal vez no tanto, me distrajo la venida de Alain al hospital. Me desconcerté un poco, pues verlo a él en el hospital, era un evento…inusual, por no decir muy poco probable. Fue Lyra quien lo recibió.

    — ¿Podrían darle un chequeo a mi Charizard? — Pregunto con cierto recelo, bastante típico de él.

    — ¿Peleaste recientemente contra alguien? — Le pregunto Lyra mientras agarraba la pokebola que le tendió Alain.

    —No, no, es solo que… —Vi como vaciló un poco en sus palabras. —Eh, si, algo así.

    — ¿Entrenador difícil? — Volvió a preguntar Lyra.

    —Solo algunos pokémon salvajes. —Respondió bastante irritado Alain. —Ahora, si me disculpan, necesito atender algunas cosas en la hacienda. —Y con esas palabras, se fue.

    —Eh… —Empezó Lyra visiblemente nerviosa mientras volteaba hacia mí.

    Yo suspire con aire divertido.

    —Ya, déjalo, yo me hago cargo.

    Lyra sonrió con alivio y me entrego el pokémon antes de irse a seguir llenando los formularios. Yo me termine lo que quedaba del café, y me dirigí al cuarto de chequeos. La razón del temor de Lyra era la poca cooperatividad, e incluso ferocidad, del Charizard de Alain. Era bastante similar a su dueño. Y la única persona con la que no era tan arisca era conmigo, pues era bastante buen amigo de mi Charizard y porque yo sé cómo lidiar con ellos. Lo saque de su pokebola, y de inmediato se puso alerta al no ver a su amo en el lugar, pero claro, se quedó quieto ya que el que estaba allí era yo. No es que quiera alardear.

    También podía aludir al hecho de que se veía terriblemente cansado, y si se encontraba de pie, era solamente por puro orgullo.

    —Bien Charizard, tu amo te trajo aquí para que te diera un chequeo, y ahora veo el porqué. Esto no parece un entrenamiento contra pokémon salvajes, no al menos uno normal. ¿Algo que declarar?

    Todo esto lo dije mientras examinaba sus pupilas, chequeaba su ritmo cardiaco, sus pulmones, y el estado en general de su cuerpo. También comprobé su fuego interno, el cual se encontraba a buena temperatura, aunque algo tenue, seguramente por el mismo cansancio.

    Charizard no respondió, lo único que hizo fue voltear la cabeza y guardar silencio. No es que esperara mucha comunicación por parte de él de todas formas.

    —Estas bien, solo un poco de descanso y ya. Ah, y dile a Alain que le baje un poco al entrenamiento, que después pasan cosas como esta.

    Charizard no se movió de su posición, yo solamente negué con la cabeza y lo metí de vuelta en su pokebola antes de salir del lugar. Tanto Lyra como Brock me vieron expectantes.

    — ¿Qué tenía? — Preguntó Lyra.

    —Nada, probablemente lo que Alain dijo, mucho entrenamiento y pues, se cansó demasiado. Sin embargo no parecía un cansancio normal, parece que hizo algún esfuerzo sobrehumano…O mejor dicho, algún esfuerzo sobrecharizard.

    Al ver que a ninguno de los dos le dio risa mi broma, que por cierto fue buenísima, decidí ir a buscar a Alain para devolverle su pokémon, pues sabía que querría tenerlo de vuelta lo antes posible. Además, no era uno de mis mejores días, y no es que estuviera haciendo un gran trabajo. Regrese a la hacienda, solo para encontrarme una escena no muy agradable para mí. Gary y Serena se encontraban platicando en la sala del lugar. Serena aun llevaba puesta su pijama y estaba acurrucada en uno de los lados del sofá. Gary, a la par suya, parecía contarle alguna anécdota divertida.

    Sin saber muy bien cómo llamar la atención, hice lo primero que se me ocurrió. Preguntar sobre Alain. Ambos voltearon a verme inmediatamente, Gary con sorna y Serena con lo que creí, sincero interés. Su intensa mirada no sirvió para tranquilizarme, mucho menos por lo de la mañana.

    —Creo que fue a los jardines, se supone que surgió algún problema con los jardineros. ¿Por? ¿Algún problema? — Gary fue el que respondió.

    —No, ninguno importante, Alain me dejo a su Charizard para que lo revisara, y pues quería llevárselo de vuelta.

    Serena y Gary se voltearon a ver, sorprendidos. Yo considere esa mirada bastante sospechosa.

    — ¿No sería más fácil que el pasara trayéndolo a la clínica?

    —Digamos que quería salir un rato de la clínica, lo que me espera allí es mucho papeleo y casi nada de emoción.

    —Haberlo dicho antes, aunque si lo que quieres es acción, deberías trabajar con Iris y Paul rescatando pokémons.

    —Cuando empecé estuve en su grupo, pero me intereso más el ayudar a los pokémon, ya lo sabes.

    —Yo sí, pero nuestra compañera acá presente no sabía de tu heroico pasado.

    Trate de hacer un gesto escéptico con la cara, pero creo que estaba tan nervioso que más bien me salió una mueca. Al notar la incómoda situación, decidí mejor retirarme, así que les agradecí y me dirigí a los jardines.

    Encontré a Alain en plena discusión con los jardineros, al parecer el problema era un malentendido acerca de la paga por metro cuadrado. Terminaron al final en un acuerdo que satisfacía a las dos partes, pues los jardineros parecieron satisfechos. Siempre admire la habilidad de Alain para resolver temas de administración. Cuando por fin se fueron los jardineros, me acerque a él con la intención de devolverle su pokémon. Y por segunda vez desde que lo conocía, su rostro no reflejaba la indiferencia de siempre, sino que la misma preocupación de antes.

    — ¿Cómo está?

    —Bien, pero su agotamiento era muy intenso. No sé qué tipo de ejercicio haces con él, Alain, pero será mejor que le bajes un poco.

    Alain pareció sufrir algún tipo de remordimiento, pues agarro la pokebola y con un pequeño gesto de la cabeza a modo de agradecimiento, se alejó del lugar. Sentí una presencia familiar detrás mía, y volteando vi a Lyra detrás mío.

    — ¿Sabes? Deberías tomarte el día libre, no pareces estar en todos tus cabales hoy. No te preocupes, yo me encargo de tu papeleo.

    —Gracias, de verdad que estoy bastante distraído.

    —Ok, solo recuerda que me la debes, además...Y escucha, si tiene que ser, será. Y si no, pues no, aunque yo creo que sí, no lo fuerces.

    Y con estas palabras me dejo solo en el jardín, sentí un leve enrojecimiento en las mejillas al saber a lo que se refería, pero en mi interior me sentí bastante feliz. ¿De verdad sería tan obvio?

    POV (Gary)

    El comentario de Ash me hizo sospechar bastante, justo el día pasado habíamos oído hablar a Alain acerca de la mega evolución con mi abuelo, y hoy esto.

    — ¿Tú crees que…? —

    — ¿Y si le preguntamos a tu abuelo?

    —Buena idea, vamos —Tenía mucha curiosidad.

    Empezamos a caminar, y en unos momentos ya habíamos llegado al laboratorio de mi abuelo, donde se encontraba sentado, viendo la televisión.

    —Pero miren lo que trajo el viento, mi nieto y la novia de su amigo, les ha de haber gustado venir ayer. ¿Qué desean?

    Me reí al ver la cara de Serena por el comentario de mi abuelo.

    —Hey abuelo, no la molestes…todavía. El punto es que queríamos preguntarte, ¿Cuáles son las consecuencias secundarias de la megaevolución?

    — ¿Qué les pasa a todos con ese tema? Justo ayer vino Alain a preguntar lo mismo.

    Voltee a ver a Serena, eso ya lo sabíamos

    —No se… ¿coincidencia?

    —Muy bien, pues entre los efectos, son bastante variados…pues no todos los pokémon reaccionan igual. También depende de cuánto tiempo estén en esa condición, pero puede resultar en hiperactividad o cansancio extremo, también puede causar algunos males médicos las primeras veces. Bajones de presión, y esas cosas. ¿Alguna razón en específico?

    —No, ninguna señor, muchas gracias —Respondió Serena de manera educada. —Lamentamos haberle quitado su tiempo.

    —Oh, ningún problema jovencita, yo solo estaba aquí viendo la tele.

    Justo en ese momento apareció la noticia por parte de un helicóptero que seguía a unas camionetas moradas en la carretera.

    "La policía ha documentado que tardara demasiado en llegar al lugar donde las camionetas se encuentran, y han declarado que las fuerzas del pueblo a donde se dirigen ya están preparadas para su encuentro en la ruta camino a pueblo paleta."

    —Un momento…si los de las camionetas ya saben que los esperan en pueblo paleta ¿Por qué siguen en esa dirección? —Pregunto Serena confundida

    Yo temía saber la respuesta.

    —Porque su destino se encuentra a las afueras de pueblo paleta.

    Serena se me quedo viendo mientras comprendía el mensaje

    — ¿Quieres decir que…?

    Yo asentí

    —Prepárate, creo que nos necesitaran dentro de pronto.

    Omake (Decidí agregar uno de vez en cuando por aquí.)

    El Gran Arceus

    Todo se resume a esto, la sala del origen, la zona cero, el punto de creación. El lugar en donde habita el ser supremo, Arceus.

    Las enormes puertas crujieron levemente al usar la flauta azur que el joven llevaba, vio de reojo a su Pikachu y entraron.

    Era una sala deslumbrante, de fino mármol el piso y las paredes, y todo, absolutamente todo, parecía irradiar luz. En el centro se encontraba el símbolo de una estrella, la cual empezó a brillar de un acogedor color dorado. Y de repente, apareció ante mí el ser supremo de todos, el pokémon alfa.

    —Mi nombre es Arceus —Su voz empezó a sonar por toda la habitación, clara, barítona, e infinitamente grandiosa —Creador de todo lo que ves, y de lo que no ves. Al principio no había nada, solo la nada, infinitamente silenciosa, infinitamente aislada, ni el tiempo corría, ni el espacio se veía. Fue, cuando decidí que eso se acabara. Pero sabía que mi creación no podría vivir de esta manera, así que cree a Palkia, Giratina y Dialga, los cuales crearían un universo habitable para todos los seres, y ellos entrelazaron el tiempo y el espacio, y se encargaron de ellos desde entonces. Giratina fue nombrado señor del universo, pero se corrompió, y tuve que mandarlo al mundo distorsión, donde habita en estos tiempos.

    Cree después a Rayquaza, Kyogre y Groudon, que erigieron el epicentro de la vida como la conoces, la tierra. Sabiendo que las criaturas de la tierra tendrían que ser especiales, cree al pokémon origen, Mew, de mi propio cuerpo, para que diera vida a todo ser. Todo pokémon proviene de mí, y…

    — ¿Estás diciendo entonces que magikarp tiene tus genes?

    —Eh…bueno…hasta de las mejores familias salen cosas raras. Además, ¿has visto el pedazo de bestia en la que evoluciona?

    —Bueno, eso sí… Dale, continúa

    —Pues, después de mi creación, decidí descansar, alejado de todo tiempo y de todo espacio, sin embargo, decidí poder ser invocado en caso de suma necesidad, aquí, en la sala de los orígenes, y…Espera ¿Cómo demonios conseguiste la flauta azur? ¡No se puede conseguir en el juego!

    —Un elfo raro que se llama Link, trafica todo tipo de flautas, ocarinas y etc. Pues se la compre por doscientas rupias, que serían unos cinco mil pokedolares.

    —Eh…Esta bien, estas frente al ser más poderoso del universo, el ser supremo, el dios pokémon ¿Estás listo para la batalla más épica y difícil de toda tu humilde existencia?

    —Nope

    El joven saco una pokebola morada con tres puntos rosados y una "M" en el centro.

    —Hijo de put*
     
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    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    Rayos xD olvidé comentarte el episodio seis. Gomen n__nU

    Pues no hallé mucho qué destacar. Todo anda bastante bien y la inclusión de Alain por lo menos se ve interesante. No recuerdo bien si lo presentaste al principio o casi entonces, pero bueh, a ver qué onda

    Y el Omake me pareció gracioso xD. Me gustó cómo narraste el minicómic de Diamond (de los juegos) capturando a Arceus y le añadaste algo de tu cosecha. Jajajajaja :D muy buena esa.

    Lástima que no recibes mucho comentario nwnU es una historia interesante... ah, pero como no se van directo a los besos, a la gente no le interesa, al parecer.

    Como sea, a ver qué haces luego :)
     
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