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    Una Cosa

    Una Cosa Usuario VIP

    Aries
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    18 Marzo 2011
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    Escritora
    Título:
    ¡Abajo!
    Total de capítulos:
    1
     
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    Disclaimer: Inuyasha no me pertenece ni ninguno de sus personajes, yo sólo me divierto escribiendo con ellos.
    ¡Abajo!​
    Era una mañana tranquila como lo era siempre en la época antigua, Kagome respiraba el aire puro que habitaba en el ambiente. Pronto la pequeña calma y tranquilidad se vino abajo.
    -¡Ah!- el potente grito de una Kagome enojada provocó el vuelo de toda ave de la zona –Inuyasha…- pronunció arrastrado las palabras con furia sin siquiera querer mirar al anterior nombrado– ¡Abajoooooooo!- un sonoro estruendo sacudió el lugar y un agujero del contorno de un hombre de estatura media estropeó el camino de los campesinos.
    Sí, esto era lo usual, sólo cinco palabras bastaron para que el orgulloso e inmaduro hanyou se encontrara tres metros bajo tierra.
    -¡¡¡Kagome!!!- gritaba el ambarino mientras se incorporaba y salía del agujero donde la odiosa chica, según él, le había enterrado mientras ésta, muy orgullosa de su hazaña seguía se camino arrastrando ese extraño transporte al que ella llamaba bicicleta en compañía de su amiga la exterminadora, una gatita de dos colas y un pequeño zorrito. El único que parecía compadecerse del hanyou era aquel monje de corrompidas mañas.
    -Inuyasha, si sigues diciéndole palabras hirientes a la señorita Kagome ella pronto se hartará de ti y nos dejará para irse con Koga- aunque pareciera increíble ese monje era aún más inteligente que mañoso; sabía que Inuyasha podría permitir todo menos que “la chica fea”, como le había llamado hace unos momentos, se fuera con aquel “Sarnoso”.
    -¡Ni muerto!- dijo mientras se recuperaba por completo del tremendo estampón que la chica le propino contra el duro suelo –Esa tonta me las pagará- muy decidido comenzó a saltar mientras el monje lo seguía corriendo lo más rápido que podía, tenían que alcanzar al grupo liderado por la insolente chiquilla que no se tomó ni la molestia de pedir perdón.
    Ya estando cerca de ellos pudo percibir un olor que para él era repúgnate…Koga.
    Prefirió evitar al Jefe Lobo y a la aún enfadada Kagome así que ordenó a Miroku seguir su camino solo. Aunque sonase increíble, él solito sin ayuda de nadie dedujo en tan sólo un momento que si fuera donde Kagome y Koga ambos “machos” comenzarían sus muy constantes riñas sobre el verdadero “dueño” de la chica, y Kagome terminaría con la innecesaria pelea con un usual “abajo”
    –De ninguna manera- pensando en el bien de su espina, la cual aún le dolía, prefirió alejarse; ya más tarde se las cobraría al insolente lobo y a la tonta chica.
    Inuyasha los alcanzaría en la aldea de Kaede, a la cual iban por ser el cumpleaños de la anciana número 70 ó ¿tal vez el 80?, qué más daba era anciana y uno cuantos años más o menos no le afectarían. En sus momentos a solas se dedico a hablar con su conciencia ¡sí!…hasta los mitad perros la tienen.
    -¿Para qué tengo que ir a felicitar a la Anciana?- se cuestionó mientras se relajaba en las ramas de un árbol –Esa mujer es la culpable de todos mis males- pensó que de no ser por ella no hubiera tenido jamás aquel horrendo collar del cual la azabache abusa para precipitarlo sobre el suelo, madera o cualquier superficie sobre la que se encuentre.
    Con el ceño fruncido y sin saber como el peliblanco quedó profundamente dormido sobre la rama de aquel árbol olvidando las labores que tenía ese día. Después de un par de horas algo pareció venir de un sólo golpe a la mente en blanco del hanyou.
    -¡Idiota!- pensó de si mismo mientras se levantaba del suelo, el inteligente muchacho olvidó que dormía sobre una de las ramas de la copa de un árbol de más de 20 metros. Su súbita caída, aunque no lo admitiese fue un tanto dolorosa.
    -¡Doble idiota!- corrigió mentalmente. Tal vez habían sido los golpes que en la mañana recibió contra el suelo, cortesía de Kagome o tal vez el peso de su cuerpo multiplicado por la altura del árbol y la gravedad cayendo brutalmente sobre su cabeza, bueno cualquiera de las dos opciones parecía correcta pero el optó por la primera ya que podría culpar de todo a Kagome.
    A pesar de sólo ser una víctima de la supuesta maldad de la casi miko eso no cambiaba el hecho de que la especie Inuyasha-Hanyou se encontraba al borde de su extinción… Sólo había olvidado que éste había sido el elegido para dar caza a nueve jabalíes, conseguir ocho docenas de pescado y recoger cinco cargas de arroz, las cuales fueron donadas de buena voluntad por el hanyou Jinenji; tareas que sólo un hanyou como Inuyasha podía realizar en menos de tres horas, razón por la cual había sido elegido.
    Corrió lo más rápido que sus poderosas piernas le permitían, su suerte sólo pintaba una dolorosa y prematura muerte; era llegar y ser asesinado por la furiosa azabache de ropas raras tras un tremendo frenesí de “abajos” o ser bendecido con una muerte en su trayecto a la aldea ya sea descuartizado por algún monstruo o devorado por algún demonio… definitivamente elegía la segunda.
    El sol ya se ocultaba en el horizonte cuando por fin llego a aquella pintoresca aldea, la cual sería escenario de su miserable muerte. Durante su recorrido todo estaba en un extraño silencio, ningún niño jugaba ni gritaba, ninguna voz podía ser percibida. Llegó hasta la choza que era la cabaña de la festejada, ahí pudo distinguir una silueta delgada y con cabello ondeado, era Kagome.
    -Inuyasha- musitó sin ningún sentimiento la supuesta sacerdotisa, mientras se giraba para dejar ver esa mirada fría y sin emociones…“Corre Inuyasha” pensó el inteligente chico pero sus pies se anclaron al piso.
    -Este…yo…- fue lo único que el torpe y aterrado muchacho pudo pronunciar ante la mirada de la chica y la corta distancia que ahora los dividía, la cual cada vez se hacía más pequeña.
    En un ataque de pánico salió corriendo a través de la cortina de paja, que simulaba ser la puerta de la entrada.
    -¡Abajo!- dicho esto el chico cayó al suelo en un instante.
    -¿Pero qué rayos? Kagome tú…- alzó su mirada para toparse con la culpable de su golpe -¿¡Sango!?- estaba atónito, ahora no sólo tenía que aguantar las rabietas de Kagome las cuales incluían una lluvia de “abajos”, ahora tendría que tener más consideraciones para con Sango.
    -Hola Inuyasha- saludó maliciosamente la exterminadora quien tenía entre sus brazos a su pequeña gatita.
    -Te has portado muy mal Inu-baka- se escuchó la voz del pequeño Shippo, quien se encontraba a las espaldas del hanyou sobre el hombro de Kagome, las palabras gélidas del niño estremecieron la piel de Inuyasha –Inuyasha… ¡Abajoooo!- arrastró con furia el zorrito, precipitando nuevamente a Inuyasha hacía el suelo.
    -¡Abajooooooooooo!- ahora era el pervertido monje quien hundía al hanyou en el suelo.
    -¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Miroku!!!!!!!!!! ¡Idiota!- el hanyou gritó tan fuerte rasgando su garganta. -¿De qué maldito lado estás?- cuestionó la fidelidad del monje, quien se encontraba con una mano en su cintura, rasgando con lo femenino, y la otra sosteniendo su báculo.
    -¡Abajo!- volvió a repetir el monje enterrando un poco más el rostro sucio y conmocionado de Inuyasha.
    -Has olvidado mi cumpleaños y tus deberes Inuyasha- apareció Kaede con la voz tan serena como de costumbre plantándose al lado de Kagome y dándole al agujero donde el hanyou estaba una mirada de brutal indiferencia – ¡ABAJO!- dijo la anciana con singular calma, e inmediatamente es hanyou se hundió un metro más.
    Así pasaron los minutos y con ellos los tremendos “abajos” por parte de todos.
    -¡Abajo!- gritó Kagome haciendo eco en los más de 10 metros de profundidad que eran ya la tumba del hanyou.
    -Pero qué diablos…- dio una vuelta en falso y directo al suelo.
    Se abrió sus ojos para toparse con la realidad, su realidad, y despertar de su horrenda e infantil pesadilla.
    -¡Kagome!- acusó con pereza en su voz pero la ahora mujer estaba demasiado ocupada en su sueño que sólo se giró sobre su costado para darle la espalada a su esposo.
    El peliblanco, sintiéndose ignorado por su esposa se sentó sobre el piso en señal de protesta, aquel piso de madera doblemente reforzado que él mismo y para su situación instaló al construir su cabaña. Meditaba el motivo de su absurdo sueño; había motivos para pensar en su cena le produjo pesadillas, pero también había motivos para pensar en la anciana tanto como había motivos para pensar que en cualquier momento su Rosario fuera dominado por alguien más aparte de Kagome.
    -Ya no debo comer tantos camarones a la hora de la cena- se dijo al pensar en la docena de camarones que se tragó a altas horas de la noche; el exceso de comida pudo haber causado las pesadillas de media noche.
    -¡Uhm!- se escuchó un gemido, Inuyasha se giró hacía una pequeña niña de piel nívea y cabellos blancos, la cual dormía sobre una pequeña hamaca –Papi… abajo- dijo la niña haciendo que su papá se estrellara en el suelo.
    -Mizori…- arrastró con furia el molesto padre mientras veía a su angelical hija durmiendo de lo más despreocupada; precisamente ese día habían descubierto que su pequeña Mizori había heredado el poder sobre aquel Rosario y su don de impactarlo en el suelo.
    -Cállate Inuyasha- dijo entre sueños Kagome mientras se volvía a girar, aún dormida, hacía su esposo –He dicho que te calles…Inuyasha, iremos a la tumba de Kaede- se quejaba la mujer.
    Así es, precisamente ese día hacía un año de la muerte de aquella anciana que tantos problemas le causó al hanyou. Sus orbes doradas brillaron a causa de un par de lágrimas que se asomaron, su rostro se llenó de melancolía al recordar a esa amable y testaruda anciana; gracias a la cual tenía esa hermosa familia, aquella que le aconsejaba cuando lo necesitaba, aquella que le ayudó a conseguir a su Kagome y quien trajo al mundo a su pequeña Mizori.
    -Hay Kagome…- se acercó más a su esposa, con quien aparentemente hasta en sueños reñían.
    -Inuyasha…Abajo- se acurrucó entre su manta y sonrió mientras su esposo se estampó en su piso reforzado que obviamente dolía bastante.
    -Arggg… ¡Kaede!- gruñó con fuerza intentando que su queja llegara hasta la anunciada.
    Desde un cielo cercano una anciana sonreía con malicia mientras veía a Inuyasha ser estampado por Kagome por haber despertado a Mizori con sus gritos.
    ¿Fin?​
    Bueno chicas, aquí tienen otro One-shot escrito por mí. Ojalá les haya gustado muchas gracias por leer y por quienes se toman la molestia de comentar.
    Lindo día.
     
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  2.  
    Akira

    Akira Iniciado

    Capricornio
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    Hola....
    hahaha pero que divertido pobre mi Inu hasta en sus sueños es estampado contra el piso pero si no le hubieran puesto el collar jamas hubiera estado con Kagome y claro su pequeña hija que lindo lo que no entiendo es porque su hija puede controlar el rosario pero bueno al fin y al cabo me diverti mucho leyendo
    Chaiitoo...:p
     
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  3.  
    surisesshy

    surisesshy Usuario popular

    Escorpión
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    Me he reido hasta botar lagrimas, no me habia dado cuenta que era un sueño hasta la parte en que todos le decían abajo, jajaajajajajaja, ha estado regracioso, por cierto, has cometido un ligero error, en una dijiste "esas cincos palabras" cuando devería ser: esas cinco letras, bueno, son cosas que a cualquiera le pasa, pero es un poco confuso, tuve que leerlo dos veses para darme cuenta de que fue un error ¿sabes? Eso hase que uno pierda la trama momentaneamente, pero igual esta regracioso y muy bueno, creo que tienes un buen don con la comedia, me gustó bastante, uno de los pocos fics que me han sacado risa hasta más no poder.

    XDD ahora tiene a dos tormentos a su lado, su hija y su esposa, gracias a la adorable Kaede jajajaajajajaja, que tortura, pobr hanyou, si que esta en peligro de extinción, no me imagino cuando su hija cresca y el se oponga a que tenga una cita, ¡lo va a enterrar! De seguro y se hase auto huerfana de padre XDDDD. Ha estado muy bueno, espero otro escrito tuyo
     
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  4.  
    AlexMarie Kagamine

    AlexMarie Kagamine Usuario popular

    Piscis
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    jajaja que divertido ya se traumo ese Inuyasha...
    Inuyasha ¡Abajo!! amaria poder hacer eso tambien jajaja
    me gusto muchisimo te felicito eres genial!!
    espero encontrarme con mas historias tuyas
    cuidate y nos veremos
    Atte: Alex
     
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  5.  
    miko kagome

    miko kagome Usuario común

    Libra
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    8 Junio 2010
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    hola!!!
    este fic fue muy interesante ^^
    jamas me espere que todos los abajos fueron una pesadilla de inuyasha
    además me gusto mucho la parte donde Inuyasha sufre de los abajos de su hija y esposa >_<
    espero leer mas fics tuyos ^^
    eres una gran escritora!!!
    si escribes otro fic espero me avises
    bye n_n
     
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  6.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

    Géminis
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    Escritora
    Hola! Me gustó mucho..
    Me recordó a algo que estoy escribiendo...
    Lo único, porcura estar bien con los acentos vi sólo unos pocos fallando, pero, a mi me dio risa esto..
    , es propinó
    Te juro que sin el acento, al no coordinar bien leí, pepino, fue cómico.
    Es todo, supongo, y el fianl, moe, me dejó intrigada.
     
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  7.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Septiembre 2009
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    340
    Pluma de
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    woooo!! eso fue genial!!! muy bueno!!... pobresito tan solo la idea de que todos puedan decirle "abajo" hasta a mi se me pone la piel chinita... ¡Inuyasha Taisho deja los camarones!
    y es cierto que hasta en sueños se pelean.. mi vida! nunca se me ocurrió de que su hija (por que hemos leido muchos fics sobre una hija) tubiera ese poder... me gustaria ser su hija para decirle a cada rato "papi gruñon.. ¡abajo!"
    bueno nos vemos!! sigue asi!

    kagomeG
     
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