—No hay nadie —volvieron a responder al otro lado de la puerta. Desesperado, entré por la fuerza. Y en efecto no había nadie.
Sansa por fin estaba en casa, tenía a sus hermanos cerca, estaban vivos y eso le provocaba una gran felicidad. —Por fin nos vemos Bran—Dice...
Separa los nombres con una coma