Miradas

Puede y sea cursi, o algo tonto, pero así me paso... Recordé esta historia pues vi una imagen en FB y .... Salio esto.... Espero les guste, si, se que me faltan tildes pero trato de mejorar, si ven algo mal díganmelo para que corrija, gracias :)

Miradas.


Recuerdo como si hubiera sido ayer… El entrar al gran salón de clases, con mí uniforme liso y lindo, para mostrarme linda ante los demás. Ese suéter verde con el escudo de la escuela, mi falda gris con líneas azules y verdes y algunos cuadros formados por estas mismas, iba puesta arriba de la rodilla para lucir las calcetas blancas y mis zapatos limpios y negros. Mi cabello amarrado por una coleta y un mechón suelto que resbalaba por mi rostro.


Y en ese momento te vi, cuando entre te vi sentado mirando la ventana del salón como buscando una libertad que tardaría en llegar, tu chazarilla suelta y desarreglada el suéter botado en el suelo, pero tú asegurabas que estaba sobre tu mochila.


Tenías en tu rostro esa cara de arrogante, esos aires de yo quiero a todas, y desde ese momento me caíste mal. Pero por un instante tus ojos se posaron sobre los míos, te mire y sentí algo dentro de mí, algo que conocía bien, eso a lo que se le llama “me caes de la patada” seguí mi camino, buscando un lugar para sentarme.


El primer maestro llego y por orden alfabético nos sentó, y para mi desgracia en ese momento te toco sentarte a lado mío



—Gonzales Martinez Gerardo, butaca 21


Al momento de ver cómo te acercabas con esa sonrisa me dio más coraje, un año de tenerte a mi lado… O eso pensé.


Pasaron los días, éramos chicos nuevos, todos buscaban llevarse con alguien y algo paso… Nos empezamos a llevar, me contaste de ti y tú personalidad, y entendí porque te mostrabas carismático y chico arrogante. Yo quería confiar en ti, pero no sabía si era lo correcto o no.


Mi corazón empezó a latir más y más pero tú me dijiste que estabas enamorado, de la niña más cotizada del salón y yo en silencio me quede, eras mi amigo y sólo eso, mi amigo. Pero mi instinto decía que tenía que luchar y luche por algo que al final dolería.


Un día, tú querías hablar conmigo, era algo importante para los dos y yo había decidido decirte que me gustabas, pero cuando salí, ella te abrazaba y yo me di por vencida, nunca seríamos nada.


—Liz, podemos hablar.


—¿Qué quieres?, ¿por qué no entraste a clase? Es que…. —sí, yo estaba celosa y esas preguntas no debían de sonar de ese modo, pero alguien te llamo y sólo miraste el suelo.


—Adiós, luego nos vemos —te vi partir y yo en silencio me quede. Pero ese luego nos vemos nunca llego.


A los tres meses de estar en la escuela te cambiaron a otra y sólo dijiste adiós, me dolió tu partida, fuiste mi primer amor, y yo no dije nada.


—¡Mira Liz!, Gerardo si contesto el chismografo —me dijo una compañera con una sonrisa picara en su rosto.


—No me importa —no tenía ganas de saber nada, sólo se fue, y no dijo nada más, y yo cobarde no lo detuve….


—Te lo dejo, si quieres mirar sus respuestas son las del número diez, había más lugares, pero el escogió el diez —dejo el cuaderno en mi butaca, tenia curiosidad de saber que había puesto así que lo leí, qué más daba.


— “Respuestas:

Comida favorita

10: Pollo

Color favorito

10: Negro

Día favorito

10: 10 de octubre”


Esperen diez de octubre —me quede impresionada, pues esa es la fecha de mi cumpleaños, seguí más interesada en las respuestas


—Película favorita…. Día de nacimiento….. —pase muchas respuestas, pues la mayoría me las sabia, pero llegue a una importante —. ¿Quién te gusta del salón? —Yo ya sabía la respuesta, era esa chica a la que tanto le insistió, pero nunca accedió.


— “Respuestas


1…

2…

6….

9……..

10.......... La que ha estado conmigo, mi mejor amiga…. Cinthya” —Unas ganas de llorar me dieron ante la cobardía de no seguirte, de no llamarte, de no buscarte y alegría al mismo tiempo, era yo quien se gano tú corazón, era yo la que te enamoro….


A partir de ese momento no te he olvidado y después de muchos años, muchos, muchos años te vi cruzar en la calle, nos volvimos a ver pero al parecer el destino no nos quiere juntos… Tú caminabas en la acera de la calle y yo iba en un automóvil.


Pero nos miramos de nuevo y sentí algo por ti… Como la primera vez y comprendí que aquella ocasión había deducido mal mis sentimientos al verte en la entrada del salón. Esas miradas nos unieron… Y pueda nos vuelvan a unir.....