El camino a la felicidad [Sessho&Rin]

Bien fuu! por fin después de una largo tiempo sin subir por fin les tengo contii, lamento mucho tardar, es que la verdad se me acabo la inspiracion un rato y no sabia como hacer para que qudara bien , ya que este capitulo en especial es importante, ya leerla porque... bueno los dejo
muchas grax por sus criticas y comentarios de verdad los aprecio mucho, me ayudan a seguir continuando y mejorando, espero este les guste y me encantaria que dejaran un coment si tienen oportunidad de leerlo.

psd: si se preguntaban donde estaba Sesshomaru , ya lo sabran xD
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Capitulo 4 : El sentimiento de amor

El chico no sabía cómo actuar, ni que decir, después de haberse dado cuenta de algo, en el semblante soñador de Rin. Giro su cuerpo de manera que le diera la espalda, lo cual provoco confusión en la chica, haciendo que esta detuviera su discurso.

—Kohaku—le llamo confundía. Pero parecía como si el joven no le escuchara.
Por su parte el castaño tenía su mirada perdida en el suelo, se sentía avergonzado y humillado. Nada era como él pensaba.

—Estas cometiendo un error— giro a mirarla con ojos profundos.

De repente, se le acerco de manera dominante y la cogió por lo hombros. —Eso lo dices ahora porque eres joven—continuo esta vez sacudiéndola un poco y haciendo que la joven se asustara un poco.—Pero, ¿Que pasara cuando seas anciana?, no tendrás fuerza para continuar, apuesto a que ni siquiera tendrás ánimos de seguirle.

— ¡Eso no pasara!—respondió molesta mientras se zafaba de sus manos.

—Rin, escúchame, si lo que pienso…es cierto, sufrirás mucho. El ver como tu vida, poco a poco se escapa como reloj de arena...mientras ellos seguirán siendo los mismos, Sesshomaru-sama no envejecerá como tú. —hablo con determinación. —apuesto que ni siquiera él te querrá ver morir nuevamente, y demasiado cansada para seguirle, te quedaras en una aldea, sola, sin familia, solo serás la anciana que cuenta grandes historias que nadie cree, Rin yo no quiero eso para ti.

—Pues deja de pensar en eso, porque no ocurrirá—contesto segura; Aunque en su interior comenzaba a plantarse una profunda duda sobre su futuro, sembrada por los presagios de Kohaku. Aun así, él estaba lejos de darse por vencido, y lentamente comenzaba a sentir una extraña sensación, era como si en lo profundo de su ser algo le provocara irritación y desesperación.

—Ni siquiera te importa que no vayas a tener una vida propia ¿verdad?— el joven podía ser amable, pero ante todo era un hombre y como todo varón, los celos comenzaban a hacer en él un efecto conflictivo, después de todo Rin le había dado donde más le dolía. —Ahora entiendo, porque nunca te fijaste en algunos de los muchachos de la aldea.

La joven desde un rato solo miraba atenta mientras Kohaku decía palabra, sabía que si hablaba ahora, lo último que conseguiría, sería hacer las paces con él, pero lo último que menciono el muchacho saco un poco de sorpresa en ella, ¿Acaso había algo más, que querer seguir con Sesshomaru, lo que provocaba que ella no aceptara ninguna de las propuestas?

—Y pensar que creía, que el ser un exterminador de youkais, te impresionaría, eso sería…imposible—soltó una risa seca después de decir aquello, no le miro a los ojos, no tenía el valor para hacerlo, solo continuo hablando con melancolía, mientras miraba la nada.

—Kohaku… ¿A qué te refieres?— esta vez la pelinegra no pudo aguantar palabra, y es que ciertamente no sabía a qué se refería su amigo con decir “ahora lo entiendo”.

— ¡Es increíble que no lo sepas!— contesto molesto, mientras se ponía de pie para seguir su camino.

— ¡Espera, no te vayas, Kohaku!—desesperada le siguió, trataba de detenerle el paso, no quería que las cosas concluyeras así.

El chico de repente se detuvo, poso dos de sus dedos en su boca y silbo, instantáneamente, Kirara su fiel acompañante estaba frente a él para recibirlo.

—Kohaku, ¡por favor!, no quiero que te molestes conmigo, de verdad que no sé porque dices esas cosas— el joven solo escuchaba atento, ya arriba de la bestia, listo para marcharse, pero al menos se quedó ahí, para escuchar lo que su amiga tenía que decirle; sin embargo apenas termino de hablar y el joven le clavo una fría mirada, haciendo que a Rin, se le estremeciera el corazón.

—Si abrieras tu corazón, te darías cuenta de porque no puedes amar a los humanos.

— ¿He?—le miro a un más confundida de lo que ya estaba.

Una vez terminado lo que dijo puso a Kirara en marcha. — ¡Kohaku!—trato inútilmente de detenerle, mientras veía como se perdía entre la neblina. Solo quedo triste al saber que su amigo, se había marchado molesto, y por una razón que ella desconocía ¿podía ser peor?, si, al volver nuevamente a la realidad se dio cuenta que se encontraba sola, en un paisaje que aunque era hermoso, no le hacía volver nuevamente con los suyos.
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Kohaku…no quería que todo esto terminara así.

La joven pelinegra caminaba sin rumbo fijo entre el bosque y la neblina, tratando de llegar al campamento.

¿Dónde estoy?, no recuerdo haber pasado por este lugar antes, ¡ay! mis recuerdos para regresar se me han olvidado por completo al pensar en lo ocurrido, y lo peor es que ni siquiera supe que fue por lo último que se molestó. Me siento como una tonta. Lo hice enojar tanto, que no me dio el lujo de regresarme, el señor Jaken se enojara si sabe eso.

Detengo el paso, definitivamente ya tardé demasiado para regresar al campamento, pero ¿Qué rumbo debo tomar? Alzo la vista, no puedo ver absolutamente nada, a lo mucho logro ver las copas de los arboles por encima de mí, pero nada que me muestre el camino correcto, me siento tan perdida.

El sonido del pasto alto por detrás de ella comenzaba a escucharse cada vez más y más cerca de la chica, giro pasmada, tratando de mirar lo que era, pero la neblina le impedía poder mirar con claridad. Sus sentidos se agudizaron, comenzó a sudar frio, estaba tan asustada que podía escuchar con detenimiento los latinos del corazón.

— ¿Hay alguien ahí?, ¿Jaken-sama?,¿Sesshomaru-sama?—Dime que eres tú.

De la nada, unos pájaros volaron hacia ella, haciendo que perdiera el control y cayera. Despavorida se levantó de un brinco y corrió tratando de hallar la salida.

— ¡Auxilio!, sáquenme de aquí, ¡Jaken-sama!—no puede ser, ¡¿ Dónde estoy?!
Ahora si ya no se hacia dónde me dirijo, tal vez me adentro más al bosque, yo estoy perdida… ¡ahh!

La joven mujer de largos cabellos azabaches cayo hacia un barranco, dando vueltas sin control, cubrió su rostros con sus brazos evitando que el medio golpeara su rostro, para su fortuna no fue una fuerte caída, así que no tenía lesiones.

¡auch!, mi cadera me duele, creo me dañe por dentro, ¿mmm?, eso es ¿luz?, ¡Es el fuego de la fogata!, por fin he llegado. Que alegría, al fin estoy de regreso, ¡gracias Kami!, debo apurarme a llegar hasta allá antes de que Jaken se enfade más por mi demora.



Al fin estoy cerca, solo debo esquivar este arbusto y...

— ¿He?—esto no es el campamento, esto es…Sesshomaru-sama…



¿Acaso está dormido?, vaya quien diría que llegaría hasta acá, no será bueno si me ve aquí, lejos del señor Jaken, después de todo el me dejo a su cuidado. Bien daré media vuelta y me iré, mm ni siquiera puedo ver nada por la neblina y ese sonido en lo profundo…¿Qué será?, mmm será mejor esperar hasta que despierte, aunque no quisiera estar en los zapatos de Jaken si se entera de esto.

“Una cría…una carga”.

No, debo demostrarle que no necesito que Jaken-sama me cuide todo el tiempo, pero ¿ya se habrá dado cuenta de que estoy aquí?, seguramente, inclusive dormido debe estar atento a lo que ocurre a su alrededor, aunque pareciera, como si descansara profundamente sobre ese árbol, se ve tan pacifico, como ausente del mundo, bueno supongo que inclusive para un youkai tan poderoso es necesario un buen descanso de vez en cuando.

—¡fuu!–será mejor , esperar sentada.

¿Por qué no se dará cuenta que estoy aquí?, ¿acaso ya estará tan acostumbrado a mi aroma? O acaso…¿estará soñando conmigo?, ¡ay que emoción si es así!, ¡¿Qué soñara?!
Basta Rin-chan, vas a despertarlo con tus sonidos y delirios, seguramente debe soñar algo más importante, como una gran batalla o algo acerca de su futuro imperio. Pero, qué triste es pensar que no lo está haciendo.



Ahora que lo pienso bien es la primera vez…que lo veo dormir, así que esto hace cuando se va lejos de jaken y de mí. Acaso no le gustara que lo miren así, que feo pensar si no lo dejo descansar a gusto, aunque por otro lado, es la primera vez en muchos años, que lo veo con tanto detenimiento, ya que su mirada fría, hace que no pueda soportarle la mirada por tanto tiempo, es tan hermoso, parece un ángel visto desde aquí y… ¡guau! Sus pestañas, son preciosas, son perfectamente largas y tupidas, lo que daría cualquier doncella por unas así, ahora veo por qué sus ojos se ven tan hermosos, bueno, también sus ojos color ámbar , son muy bonitos. Debo aceptar que el señor Sesshomaru es alguien muy apuesto.

“ahora entiendo, porque no puedo impresionarte”

Justo en ese momento volvió a escuchar las palabras de Kohaku en su cabeza.

Pensándolo mejor, si de casarme se tratara me gustaría que fuera alguien como Sesshomaru-sama, pero ¿A quién engaño?, nunca encontrare a alguien como él, eso sería imposible, más bien… “me gustaría casarme con Sesshomaru-sama”.

¡ay yo!…¿que acabo de pensar?, ¿Por qué pensé algo como eso?, yo…sesshomaru-sama, mi corazón..

“Rin, si abrieras tu corazón, te darías cuenta porque no puedes amar a lo humanos”

Eso, a eso se refería, yo… no puedo amar a nadie más, porque yo ya estoy enamorada, ¿estoy enamorada de ti?…Sessshomaru-sama.
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En un gran campo cubierto por hiervas medicinales, una pequeña niña junto con una joven sacerdotisa, se disponían a cortarlas.

— ¡Hey, Kagome-sama!, ¿puedo preguntarte algo?

—Dime.

—Ahora que has regresado, ¿no extrañas tu hogar?

La joven sacerdotisa, paro en seco al oir aquello, pero poco después, suspiro con una larga sonrisa bien dibujada en su rostro.

— ¿Kagome-sama?—la pequeña le miro intrigada.

—Sí, pero el estar con Inuyasha, reemplaza cualquier tristeza.

— ¿Inclusive no ver a su familia?—pregunto curiosa la pequeña Rin.

—Así es el amor pequeña Rin, por amor estas dispuesta a renunciar a la vida a la cual estas acostumbrada, porque sabes que a pesar de tener todos los lujos, tu vida no sería vida sin esa persona a la que amas.

— ¿Y cómo sabes cuándo amas a alguien?—Inclusive de pequeña, Rin era buena para hacer preguntas difíciles de contestar.

La sacerdotisa se mordió los labios, y repensó su respuesta antes de contestar.

—Bueno, yo solo recuerdo que cuando me di cuenta de que lo amaba, mi corazón latió muy rápido y tenía un gran deseo de verle, creo que así se sabe que amas a alguien…
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Es verdad…yo amo a Sesshomaru-sama, sin darme cuenta, lo ame desde hace tanto tiempo, ¿Por qué me di cuenta hasta ahora?... ¡je! mi corazón… late tan rápido como lo dijo Kagome-sama, jamás me sentí tan viva en toda mi existencia, así que así es como se siente el amor...

¿Estará bien amarlo?, ¿me corresponderá?...supongo que este es el precio por haber rechazado tantos hombres en el pasado.

Que maldición…tan dulce.

No puedo creer que ya este llorando por esto…Sesshomaru-sama.

Aquel aroma salado de las lágrimas de Rin, pusieron fin al sueño de Sesshomaru y para su sorpresa, de repente abrió los ojos, viendo a Rin con gruesas lágrimas en sus pupilas.

—Rin—Hablo mientras se enderezaba con rapidez. “sorprendido” a su manera, no solo por ver a la joven si no de encontrarla llorando.

¡Ay qué vergüenza!, yo ya no puedo seguir viéndole la cara, después de pensar todo lo anterior.

—Lo lamento, Sesshomaru-sama, no debí interrumpirlo yo…— ¿Que le digo?, ¿Jaken no está conmigo?, se molestara si le digo, y si le digo que Kohaku se molestó conmigo, dejándome en medio de la nada, se molestara aún más.

— ¿Qué haces aquí?—Pregunto frio.

—Fue mi culpa, quise dar un paseo y me perdí—Ni siquiera puedo verle a la cara.

Bien, esta es mi oportunidad, Jaken no está aquí, Kohaku dijo que sufriría mucho si decidía quedarme con Sesshomaru-sama, pero ahora que di cuenta de lo que ocurría, al menos debo intentar…ganarme su corazón.