Amores que cambian la vida (NaruHina, ShikaTema, SasuSaku)

Re: Amores que cambian la vida (NaruHina, ShikaTema, SasuSaku)

¡El Epilogo!!!!
Chicas, ha sido un placer escribir este fic, espero les haya gustado porq lo escribi del corazon :D
Les mando un beso a todas y si les gustan mis escritos, pues aqui pueden seguir leyendo XD:
Botineras (SasuSaku, NaruHina, NejiTen, ShikaTema, GaaMatsu, SaiIno, JiraTsuna)
Adios!!
Rocio

Epílogo​

Cinco años después…




El aire libre es perfecto para las bodas. O por lo menos eso opina la novia de esta boda, y por ello este evento se realiza al aire libre, en un hermoso campo de las afueras de la ciudad de Konoha, a una media hora de viaje desde la ciudad.

El lugar estaba ambientado para una boda de ensueño. Lleno de decoraciones, mesas perfectas con platillos de entrada deliciosos, bancos de madera para los invitados, incluso una alfombra roja al mejor estilo Hollywood que caminaba hacia los tres escalones que separaban el altar del suelo.

Y no podía ser un día más perfecto. Radiante sol veraniego pero una dulce brisa lograba hacer que el calor fuera soportable.

Un hombre joven que llevaba su cabello castaño atado en forma de piña, se encontraba acostado sobre uno de los bancos de madera, mirando el cielo vagamente. Le gustaba observar las nubes, que flotaban ahí como si nada, como a él le gustaría hacer…

--No cambias nunca, vago – suspiró una voz. Una figura femenina se interpusó entre el cielo y él.

--Ni tú tampoco, siempre tan problemática – sonrió el joven castaño. Se sentó apropiadamente y besó los labios de su novia.

--Temari, estás… -- él se quedó boquiabierto al contemplar el vestido blanco y corto de la mujer, que además se había dejado suelto el cabello para la ocasión, revelando que éste llegaba un poco más abajo de sus hombros.

--¿Qué, Shikamaru? ¿Sexy? – le guiñó un ojo Temari y se echó a reír.

--¡Más que sexy! ¡Súper sexy! – gritó una voz, que pertenecía a una mujer de cabello rosado largo hasta su cintura, que venía corriendo hacia la rubia, seguida por un hombre de cabello negro azabache y ojos tan oscuros como la mismísima noche.

--¡Sakura! – le saludó Temari, abrazando a su “cuñada”. – Hola, Sasuke-kun.

--Te ves bien, Temari – admitió Sasuke al sentir la mirada de Sakura de “díle-algo-bonito-a-mí-amiga”.

--Gracias, Sasuke-kun – le agradeció la Sabaku No – Sakura, no sabía que te dejarías el cabello largo otra vez.

--Yo nunca la había visto con cabello largo – observó Shikamaru.

--Lo usaba así cuando era chica, pero a los trece años me lo corté – explicó la Haruno – Leí en una revista que el cabello largo estaba de moda, así que me lo dejé crecer.

--Yo no creo más en las revistas. A partir de mañana no volveré a soltarme el cabello – se expresó la rubia, siempre fiel a sus cuatro coletas.

--Nunca te había visto con ese traje, hermano, que elegante – sonrió Shikamaru, mirando a Sasuke.

--Pertenecía a Itachi – comentó el joven de ojos oscuros.

En ese instante, los cuatro enmudecieron como por arte de magia. Todos se quedaron en silencio mientras por sus mentes pasaban fugazmente todos esos momentos de esa noche hace cinco años, una noche que todos preferirían olvidar. La muerte los atacó esa noche, y no podían decir que realmente salieron ilesos, porque había que admitir que no era así…

--Bueno – dijo repentinamente Sakura para romper el tenso silencio -- ¡No puedo creer que por fin se lo propuso!

--Ah, yo creí que sería el último en hacerlo – comentó la Sabaku No mayor – Pero lo bueno es que Hinata es feliz con él, ¿no les encanta la pareja que hacen?

--Sí, debo admitir que en el fondo él me agrada – agregó Sasuke. Su novia lo miró sorprendida. “Realmente cambió mucho.” Pensaba Sakura. “En el pasado, jamás hablaba así con los demás, siempre era tan frío…”

--Espero que sean felices – suspiró le mujer de cabellos rosáceos -- ¿Y ustedes para cuando el casamiento?

--Bueno, iba a contártelo después pero… -- reveló Temari, levantando su mano derecha y elevando sobre los demás un dedo en el cual llevaba un anillo de oro.

--¡AHHHHH! – Sakura gritó llena de alegría, abrazando con felicidad a su amiga. -- ¡Felicidades!

--¿Cuándo se lo propusiste? – le preguntó Sasuke a su hermano mayor.

--Hace una semana, nos casamos en noviembre – anunció Shikamaru, mirando a su prometida con una sonrisa.

--Pero le tardó casi media hora terminar la oración – murmuró Temari y Sakura ahogó una risita.

--¿Y tú Sasuke? ¿Cuándo vas a comprar el anillo? – quizo saber el joven castaño.

--No sé por ahora pero….

--Hay algo que debo contarte – le dijo Sakura a su amiga rubia, poniendo una mano sobre su estómago. Se acercó a la Sabaku No, que ya se hacía a la idea, y se la llevó de allí para darle la noticia.

--Así que vas a ser padre. Felicidades, hermano – le felicitó Shikamaru.

--¿Cómo sabes es…. – empezó a preguntar Sasuke, pero lo interrumpieron los gritos de su novia y la de su hermano.


--¡Estás embarazada!

--¡Voy a ser madre!

--¡Vas a ser madre!

--¡Vas a ser tía!

--¡Voy a ser tía!

--¡AHHH! -- gritaron ambas al mismo tiempo y se abrazaron otra vez.


--Pues por eso – señaló Shikamaru.

--Gracias. ¿Te enteraste de la nueva noticia de Akatsuki? – preguntó su hermano menor.

--¿Qué noticia?

--Akatsuki por fin atrapó a Juliet en Paris, tras perseguirla por toda Francia – le contó Sasuke – Al parecer, es buena para seducir a sus perseguidores.


--¡Atención todos! – gritó un hombre que cargaba una Biblia en sus manos. -- ¡A sus jodidas posiciones!

--Cálmate Hidan – intentó atajarlo Sasuke, pero no hubo caso.

--Sasuke-kun, eres el padrino de la boda, no el cura, no me digas como hacer mi maldito trabajo -- le indicó Hidan, avanzando hacia el altar.

--Ya que… -- suspiró Sasuke, sin darle importancia y caminando a su lugar. No estaba de humor para discutir.

--¡Vamos a comenzar! – anunció Hidan -- ¿No está el novio? Bueno, ya llegará, ¡que comienze la boda!


La típica música de casamiento comenzó a sonar mientras Sakura y Sasuke se posicionaban como madrina y padrino de la boda, respectivamente. Temari fue la última en llegar a su posición como dama de honor, lo cual causó una serie de insultos hacia la rubia por parte del cura que casaría a los novios.

Hiashi Hyuuga apareció con un traje blanco que parecía bastante antiguo, llevándo del brazo a su hija mayor, la preciosa Hinata Hyuuga. La novia vestía un vestido blanco largo y antiguo, que había pertenecido a su madre, era una tradición en el clan casarse con ese vestido. Detrás de la hermosa novia, venía una niña arrojando pétalos de rosas a su paso.

La bella Hinata llegó finalmente al altar, donde su padre besó su frente con ternura, algo que nunca antes había sucedido en la vida de la joven.

--Estoy orgulloso de ti, Hinata – le susurró Hiashi antes de soltarla y encaminarse a su lugar. La chica, al borde del llanto y el desmayo por la emoción, optó por caminar hacia el altar como si nada hubiera pasado. Se encontró sola frente a Hidan, para su horror.

--¿Dónde está él? – preguntó Hinata, sorprendida de la ausencia del novio.

--Ya llega Hinata, mira – dijo Sakura, señalando un auto negro que acababa de llegar.

Del asiento delantero, emergió el novio, con un hermoso traje negro y una corbata azul marino que Hinata le había comprado para la ocasión. El hombre se encaminó a su posición, estupefacto ante la belleza de Hinata.

--¡Hinata, te ves increíble! – exclamó él, admirándo a su hermosa futura esposa.

--Gra-gracias, Naruto-kun – susurró ella.

--Lamento la tardanza, es que me ofrecieron un nuevo ramen y no me pude resistir – rió el rubio de ojos claros. Hinata sonrió, que viniera a ella le bastaba.

--¡Naruto, cómo puedes hacerla esperar! – vociferaron Sakura y Temari, que estaban por lanzarse sobre el joven como leonas asesinas.

--Idiota – suspiró Sasuke

--Por fin – murmuró Hidan, abriendo su Biblia – Estamos aquí reunidos para celebrar la unión en sagrado matrimonio de este hombre y esta mujer aquí frente a todos sus familiares y amigos….¿Saben qué? Todos conocen esta estúpida parte, así que iré directo al grano, como le gusta a Jashin-sama, si no hay problema.

--No, nin-ninguno – dijo la novia con timidez

--Naruto Uzumaki, ¿aceptas a Hinata Hyuuga como tu legítima esposa, para amarla y respetarla, en la salud como la enfermedad, en la riqueza como en la pobreza y hasta que la muerte los separé?

--Sí, acepto – sonrió él, mirándola.

--Hinata Hyuuga, misma pregunta. ¿Aceptas a Naruto Uzumaki como tu legítimo esposo, para amarlo y respetarlo…

--Sí, sí, por supuesto que sí – interrumpió Hinata, haciendo que los presentes rieran.

--Entonces los declaro marido y mujer – anunció Hidan -- ¿Qué esperas? Besa a la novia, que todo el mundo esta esperando este beso.


Y Naruto la besó apasionadamente, y Hinata correspondió el beso, mientras los invitados aplaudían y silbaban, algunos arrojaban arroz a la feliz pareja. Shikamaru y Temari también se besaron, Sakura dejó caer unas pequeñas lágrimas de felicidad.

--¡Las bodas son tan emotivas! – lloraba y reía al mismo tiempo la mujer de cabello rosado, y besó a Sasuke con todo su amor.

Las tres parejas que se conocieron en aquella lejana mañana de escuela luego de las vacaciones de verano hace cinco años, que habían sobrevivido a tantos problemas, tantas crisis, con amor y amistad, ahora estaban juntas para siempre.

--Porque seremos felices para siempre… -- le susurró Naruto a Hinata con una sonrisa.




Fin