ENAMORAMIENTO Y ATRACCIÓN ¿QUE NOS SUCEDE? (naruhina; sasusaku)

Re: ENAMORAMIENTO Y ATRACCIÓN ¿QUE NOS SUCEDE? (naruhina; sasusaku)

Ohayo!

Kawaii!!! No puedo creer que este subiendo el capi 31 xD y yo que pensé que este fic seria de tan solo 20 capítulos… es que a la inspiración no se le puede frenar. Además, este fanfic es el reflejo de mi avance como escritora; fueron mis inicios y ahora veo los resultados de aventurarme a narrar ^^ y estoy muy feliz con ellos x3
Aquí el capi!! No. 31 o.O

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Capitulo XXXI​

¡Ven conmigo!​

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La joven de ojos perlas llevo una silla plástica hasta el pequeño espacio que era ocupado por un rubio totalmente dormido. Desde que comenzó el efecto del calmante el de ojos azules había quedado profundamente dormido en la camilla y ella se había quedado esperando a que este despertara, para poder asegurarse que este estaba bien después de esa horrible reacción del Uchiha. La de ojos perlas trago grueso al recordar la presencia intimidante de este; aunque él no se encontrara con ellos y se hallara en la sala de consulta, ella aseguraba sentir su intimidante mirada sobre ellos todo el tiempo, como si traspasase las paredes.


Su creciente temor fue reemplazado por un extraño regocijo en su pecho al sentir como el rubio comenzaba a abrir sus ojos perezosamente.


—Na-Naruto-kun— llamó la Hyuga, inclinándose para poder ver cualquier seña de dolor en su rostro; pero en vez de ello se encontró con una pequeña y confiable sonrisa.


—No te preocupes Hinata-chan— pidió con voz extrañamente tranquila; era extraño no ver esa euforia en su tono de voz, así que pensó inmediatamente que el de ojos azules ocultaba que se sentía mal.


—¿Te-Te sientes bien?— preguntó claramente. Ella sabia mejor que nadie que con Naruto Uzumaki no se puede andar con rodeos, ya que este no entiende de indirectas y mucho menos de expresiones o reacciones.


—¡Claro, de veras!— aseguró con su común alegría; enderezándose en la cama y sentándose en esta tranquilamente. Después de esas palabras un incomodo silencio se situó entre ellos; los dos con sus cabezas cabizbajas, sus respiraciones pausadas y tranquilas, y sus manos arrugando lo que tuviera en ellas.


Finalmente se dejo escuchar el suspiro de ambos, casualmente, al mismo tiempo; sin previo aviso sus miradas se encontraron llenas de vergüenza. La Hyuga se ruborizo completamente y el joven de ojos azules solo se permitió un leve tono rosa en sus pómulos ¡Parecían un par de niños jugando a mirarse de reojo!


Patético. Esas serian las palabras textuales del Uchiha que tenía como mejor amigo, pensaba el Uzumaki avergonzado; definitivamente él no podía enterarse de la forma vergonzosamente aberrante en que se portaba frente a la joven que amaba, y más cuando el joven ya llega a ciertos niveles con su amor.


—Es-Esto… me alegro… que te sientas mejor— añadió la de ojos perlas tratando de romper de forma amena y poco agresiva el ambiente que se había concentrado entre ellos.


—Hinata… Discúlpame, de veras— pronunció en tono bajo el Uzumaki, que aun mantenía sus ojos fijos en la frágil figura de la chica; esta por su parte, dejo entrever en sus ojos la conmoción que le causo esas palabras por parte del rubio.


—¿Por-Por qué?— preguntó tímidamente la de cabellos azules, mientras bajaba la mirada y dejaba fluir la sangre en su rostro.


—Pues… Por el malentendido, ya sabes— respondió el rubio con una sonrisa tonta en su rostro y rascándose la nuca en señal de timidez. Gesto común cuando se sentía avergonzado o quizás descubierto.


La Hyuga asintió con el rubor aun en sus mejillas y se dispuso a comenzar un nuevo round entre sus dedos índices. Volvió otra vez el tenso e incomodo silencio; sus miradas se cruzaban de vez en cuando, pero no se mantenían. Los dos sentían los nervios a flor de piel y no sabían ni como mirarse sin que sus corazones comenzaran un ritmo desenfrenado.


—Kouta, saldrá hoy al hielo ¿No es así?— cuestionó el rubio, aun a sabiendas que la respuesta de la Hyuga seria afirmativa. Ella primeramente se sorprendió por su pregunta; pero seguidamente sintió nerviosismo ante la posible reacción del joven de ojos azules ante su respuesta.


—Si-Si— afirmó, asintiendo con su cabeza; mientras miraba por entre los espacios que dejaba su flequillo el rostro del rubio que fruncía el entrecejo.


—¿Iras con él?— preguntó sin rodeos el joven de ojos azules. Su mirada viajo hasta el rostro desencajado de la Hyuga, que aun seguía totalmente ruborizada.


—No-No— negó fervientemente, mientras sentía como su corazón comenzaba nuevamente a latir desenfrenadamente.


El Uzumaki fijo su vista azul en el rostro carmesí de la joven; no sabía porque, pero esa simple respuesta había sido suficiente para que él respirara normalmente de nuevo. Bajo su mirada hasta los labios rosados de la chica y sin ningún remedio acompaño a la chica en su intenso sonrojo; bajo la mirada volviendo a sentirse avergonzado y el sentimiento de: “Soy patético”, volvió a hacer presencia en su mente.


Solo una vez había podido besar esos labios y no estaba precisamente en sus cinco sentidos; y lo peor de todo era que el idiota de su amigo ya había logrado mucho más que él. No podía dejarse vencer solo por el sentimiento de timidez que lo azota cada vez que la mira fijamente.


Fue en ese instante, que una grandiosa idea cruzo su mente.


Hizo un quejido de dolor y se toco la espalda; consiguiendo que la de ojos perlas se enderezara inmediatamente y se lanzara, literalmente, a la cama del rubio buscando desesperadamente el sitio que le aquejaba dolor al rubio. El joven de ojos azules sonrió complacido.


—¿Do-Donde te duele?— preguntó la joven de cabellos azules revisando el torso del joven tocándolo en puntos que quizás causaran dolor. Cuando cayó en cuenta de sus actos, se ruborizo violentamente y capto lo siguiente: ¿Por qué habría de dolerle el torso a Naruto? Si solo le aplicaron (de forma agresiva) un calmante.


El chico en cambio comenzó a sentir el dolor en su retaguardia; Sasuke definitivamente era un maldito exagerado, y las dos neuronas del rubio hicieron contacto y pusieron como nota mental: “Nunca jamás le juegues bromasal cabrón”. Y eso que la pequeña burla de “tú eres mi padre” fue una totalmente inofensiva; pero para el de cabellos azabaches fue peor que un insulto.


Solo era su pequeña venganza.


—¡Maldito cabrón! Esta me las cobro ¡De veras!— pensó con la furia brotando en sus ojos; cuando sintió un pequeño temblor en su pecho se dio cuenta de la situación.


La Hyuga se encontraba con sus manos temblando mientras tocaba su torso; el rubio trato de mirarla directamente al rostro, pero lo único que encontró fue rojo y más rojo.


—Lo-Lo siento— susurró la joven avergonzada. Mientras retiraba sus manos del torso del chico; pero el rubio no quería que se alejara. El movimiento brusco que hizo tratando de simular dolor fue solo para hacer que ella se acercara; lo que no pensó fue que de verdad le dolería el trasero al moverse como lo hizo. Así que sin pensarlo dos veces, atrapo su mano en las de él y la llevo hasta su corazón.


—No eres la única… que se siente nerviosa, Hinata-chan— dijo, a sabiendas que la de orbes perlas podía sentir el fuerte latido de su corazón bajo su palma. La miro y por primera vez vio su rostro totalmente blanco ante su presencia; se asusto un poco, pero luego de unos segundos el tono rosa hizo presencia de nuevo.


Luego de unos segundos mirándose, la distancia comenzó a volverse nula entre los dos. La Hyuga cerró sus ojos totalmente, esperando el contacto de los labios del rubio; mientras él solo sonreía ante la perspectiva de aquel rostro angelical, que esperaba pacientemente un toque en cierta medida intimo con él.


Era definitivo que ella aun lo amaba.


Los labios que tanto había anhelado volver a sentir sobre los suyos hicieron presión en su boca. Sintió como su mundo comenzaba a desfallecer ante ese simple roce de labios; y se volvió aun mas caótico cuando el marcado ritmo del rubio hacia que sus labios se tocaran más profundamente. Un beso suave y pausado; que mostraba en todos sus campos el sentimiento que compartían los dos.


El joven de ojos azules sonrió sobre los labios de la Hyuga, mientras atrapaba con su mano derecha la cintura de esta y con la libre tomaba la cabeza de la joven acercándola más a la suya; haciendo el contacto mas intimo. La de cabellos azules solo pudo agarrarse con fuerza de la camisa del rubio mientras seguía unida a los labios de él, que se abrían y la acoplaba a su ritmo.


El rubio entonces sintió la necesidad de hacer el beso más intenso, y acelero el ritmo haciendo que el ambiente se volviera repentinamente apasionado.


—¡Oh, veo que tu medica personal a logrado aliviarte el dolor!— gritó una voz de mas irónica que los dos reconocieron inmediatamente.


El Uzumaki prometió en ese mismo instante sacarle los sesos.


La de ojos perlas por su parte se separo abochornada mientras se sentaba cabizbaja en la silla que se encontraba frente a la camilla del rubio. Miro disimuladamente al de ojos azules y vio claramente la seña de intimidante agresividad que manifestaba en sus ojos.


—¡Cabrón, largo de aquí!— ordenó el rubio después que sus instintos asesinos fueron brevemente aplacados.


—¡No! ¡Estoy esperando a que te recuperes!— dijo de forma frívola, que poco hacia creíble su actuación de amigo preocupado.


—¡Ya estoy bien ¿No ves acaso?! ¡De veras!— chilló el de ojos azules con los ojos entrecerrados y mirando de forma despectiva al de ojos azabaches que lo miraban de forma fría.


—Hmp, solo querías besar a Hinata ¡Aprovechado, pervertido!— murmuró de forma audible para los presentes. Y así como el Uchiha llego, se fue. Sus pasos silenciosos y pausados marcaron el único sonido en la estancia, hasta que se hicieron tan lejanos que no fueron capaces de escucharlos.


—Esto…— susurró la de ojos perlas, mientras jugaba fervientemente con sus dedos índices.


—No le prestes atención— dijo el Uzumaki, volviendo su vista a ella y mirándola fijamente, a la peli azul se le seco la boca ante la mirada que él le otorgaba; seguidamente una amplia sonrisa se dibujo en el rostro del joven zorro. —Ahora entiendes… que fue lo que te dije en la cafetería.


Ante esas palabras la Hyuga dio un pequeño respingo. Lo había entendido todo, el beso fue la forma de decirlo sin palabras; entendió que la verdadera protagonista de la historia narrada por el rubio era ella. Pero Naruto aun no alcanzaba a comprender lo complejo que era para ella saber sus sentimientos ¿Por qué ahora? Justo cuando ha comenzado una relación con alguien.


La chica asintió levemente, sintiendo como sus manos sudaban. ¿Sería ella capaz de terminar con Kouta por Naruto? La respuesta su corazón se la gritaba en ese mismo momento, un gran y significativo “si” era el que se escuchaba en su mente como respuesta a esa pregunta. Su relación actual no tenía ningún futuro, ella no sentía nada por Kouta, absolutamente nada.


—Dime, Hina-chan— dijo el rubio, llamando la atención de la chica. —¿Irías conmigo a patinar?


La joven volvió a tensarse. ¿Ir con él? Sería como una cita, su primera cita con Naruto. Su sueño hecho realidad ¿Qué le diría?


¿Qué tal? Perdón por la tardanza, espero que les haya gustado. Lo que viene es el principio del desenlace, así que espero y lo disfruten.
Sayonara!

 

Re: ENAMORAMIENTO Y ATRACCIÓN ¿QUE NOS SUCEDE? (naruhina; sasusaku)

Ohayo!!

de verdad muchas gracias por todos sus post ^^estoy muy feliz con este fanfic T.T Espero seguir recibiendo el apoyo de todos ustedes que han leido mis escritos y loas han disfrutado n.n ahora, espero que este sea tambien de su agrado.

Capitulo XXXII​

¡A mí, no me engañan!​

Estaba definitivamente en el paraíso. Los senos de Sakura eran mucho más atractivos de lo que había visto antes, la verdad es que los grandes no son del todo de su agrado; los prefiere del tamaño de los de la joven de cabellos rosas; pero ¿Cómo preguntarle que talla es?


—¿Sucede algo, Kouta-san?— preguntó la joven de ojos verdes, al darse cuenta del estado pensativo en el que se había sumergido el joven concejero.


—No, no es nada.


El chico sonrió y adelanto el paso en sus esquís, llevándole la delantera a la Haruno unos varios metros. Lo que menos quería era que ella se diera cuentas que pensaba profundamente acerca del tamaño de sus senos y la talla de su sostén.


Dirigió su vista al horizonte y dos figuras, una masculina y otra femenina, captaron de lleno su atención. Esa era su novia, la que había dicho sentirse indispuesta de acompañarlo; mirando fijamente al joven que a kilómetros de distancia podría reconocer. Los dos mirándose fijamente mientras acercaban su rostro; la sola escena lo hizo olvidarse de su debate anterior. No quería estar allí; estaba siendo humillado de la forma más vil y lo que menos quería era quedarse a presenciarlo. Pero desgraciadamente sus piernas no se movían.


Una opción en su cabeza aun decía que la Hyuga era inocente, que el Uzumaki estaba tratando de aprovecharse de ella; estaba seguro que en cualquier momento ella lo alejaría. Pero no paso, al contrario; vio claramente como el rubio la tomaba del mentón y aun bajo el gesto sorprendido y casi de terror que puso la chica, la beso. Y ella no hizo nada para separarse.


Por fin sus piernas respondieron y salió huyendo de allí, justo cuando la de ojos verdes llegaba hasta él con una gran sonrisa en sus labios; la cual fue disuelta ante la escena que momentos antes había hecho que el joven concejero saliera a todo vapor en sus esquís alejándose del lugar.


A ella Naruto Uzumaki no la engañaba, claro que no lo hacía.


Y se fue tras el joven de cabellos plateados; debía consolarle. Solo en su mente sabía algo: Naruto se las pagaría y estaba segura que no solo él.


Giro su rostro y vio como Naruto se encontraba en el piso inconsciente y Hinata la miraba con fuego en los ojos. ¡Esto no se queda así!

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—¡Perdóname, de veras!— suplicaba un rubio de rodillas ante la imponente figura de su mejor amigo. Un tic nervioso en su ceja derecha, mostraba su estado caótico. Estaba sumamente furioso.


—¡Lárgate!— gritó mientras daba media vuelta y caminaba de forma ridícula con los largos esquís puestos; mientras maldecía a estos por no dejarle movilizar de forma más rápida.


—Lo siento ¡por favor, perdóname!— gritaba el joven de ojos azules; quien alcanzo a su amigo y se aferro a sus piernas. Obteniendo la vista del rostro de este, el cual no era precisamente amable; lo contrario, podía jurar que un fondo oscuro con llamas y un enorme demonio se veía tras la figura del joven de cabellos azabaches.


—Que te alejes o ¡Juro que te pongo una orden de caución, Naruto!


Oh, no. Cuando lo llama por su nombre no es buena señal; eso quiere decir que Sasuke Uchiha está verdaderamente molesto con él. Cosa que no es buena en ningún sentido, era su amigo y necesitaba que lo perdonara.


—¿Qué es eso, de veras?— preguntó el rubio tratando de hacer el ambiente un poco más amable, mientras sonreía ampliamente; lamentablemente no funciono.


—Una orden para que te mantengas a mas de 100 metros alejado de mi— exageró el Uchiha mirándolo con resentimiento.


—¿Tanto? No es justo— dijo el de ojos azules tratando de bromear nuevamente; mientras se sentaba a los pies del chico y ponía expresión de estar pensando.


—En mi vida… ¡Te vuelvo a hacer un favor, Naruto!— murmuró con alto contenido de furia en su timbre de voz. El Uzumaki subió la mirada hasta él y trago grueso cuando vio nuevamente el fondo tenebroso de su mejor amigo.


—Ya te dije que fue un pequeño error de… táctica— murmuró finalmente tragando nuevamente al ver como el Uchiha tronaba sus nudillos y se acercaba peligrosamente a él; no era justo, ya se había desquitado de forma violenta con él ¿Por qué tenía que volver a herirlo físicamente?


Sí, solo fue, un pequeño error de táctica.


FLASH BACK


—¿Ya se fue?— preguntó el Uzumaki mirando fijamente la hermosa y angelical figura femenina que se encontraba acorralada entre sus brazos. Se sentía en un sueño, uno muy hermoso; ella se puso en puntas y miro por el espacio que había entre el cuello y el hombro del rubio, si el joven de cabellos plateados seguía allí mirándolos.


—Sigue ahí, el imbécil— dijo la joven con acidez; a pesar de tener esa voz fina y delicada, lo que salía de sus labios no lo era precisamente.


—Grosero, no digas eso con la voz de Hina-chan— regañó el rubio, que se acerco un poco más al rostro de esta, cubriendo con su cuerpo la figura de ella; definitivamente, su Hinata era muy hermosa.


Vio como el entrecejo de esta se fruncía y hacia un inútil esfuerzo de separarse un poco de él; el árbol en el cual la había aprisionado, como había sido planeado, no la dejaba alejarse.


—No me mires así. Me dan nauseas, torpe— dijo nuevamente con acidez en su voz. No importaba que no hablara como ella; esa joven hermosa con ojos perlas, cabello negro azulado y labios rosas era definitivamente su Hinata.


Naruto Uzumaki siempre ha sido pésimo para ver a través de un jutsu; y más cuando el jutsu ha sido efectuado de forma tan perfecta como lo había hecho el genio que tenía como amigo.


Se vio a si mismo tomando el mentón de su Hinata, mientras esta se ruborizaba y ponía una expresión de terror. No importaba, su Hyuga siempre había sido tímida. Por otro lado, el joven que se encontraba transformado en el sueño más grande del rubio, veía con malos ojos como el Uzumaki trataba de provocar más al concejero.


Y no lo vio venir en ningún momento; solo supo que el "plan", había ido más lejos que solo las miradas provocativas. El rubio estaba feliz, en cambio el Uchiha entro en estado de shock; con sus ojos abiertos de la impresión, vio como Kouta bajaba a toda prisa en sus esquís e hizo lo que debió haber hecho hace mucho rato.


Un canillazo en sus partes nobles hizo que el rubio cayera a la fría nieve de rodillas, quejándose. Era el peor dolor que había sentido en su vida; subió la mirada para reclamarle al Uchiha haberle golpeado, pero solo recibió una potente patada en todo el rostro; la cual hizo que definitivamente, cayera desmayado.


Los ojos del Uchiha fueron al frente y vio como su chica bajaba a toda prisa tras el concejero, sus ojos sacaron llamas en ese mismo momento.


¡¿Qué mierda hacia Sakura con Kouta en la nieve?!


¡Esto es imperdonable!


FIN FLASH BACK


—¿¡Viste que Kouta estaba con Sakura en la nieve!?— gritó el Uchiha con los ojos totalmente abiertos, mirando fijamente la expresión confusa que puso el rubio cuando lo tomo de los hombros. Lo que Uzumaki esperaba era una paliza, no un grito. Y en su cabeza algo hizo “tic”.


—¿Sakura con Kouta?— preguntó el rubio siguiendo el juego de su amigo. Era definitivo que le molestaba más el hecho de que Sakura hubiera salido con Kouta; que el beso que él le robo hace unos momentos.


—Sí ¡El muy desgraciado!— gritó con furia contenida el Uchiha.


—¿Qué vas a hacer?— cuestionó el de ojos azules mirando fijamente como el Uchiha entrecerraba sus ojos y llevaba una de sus manos a la barbilla, pensando.


—Lo castrare.


Y justo en el momento en que Sasuke dijo aquello, los ojos del rubio se abrieron a más no poder para luego sentir unos enormes deseos de correr antes de que el castrado fuera otro.


—Un momento… ¡Tu, bastardo torpe!— gritó el Uchiha, yéndose contra su amigo.


Oh, no. El recuerdo ha hecho presencia en la cabeza del peli azabache. Ahora Naruto, es un buen momento para correr.



¿Que tal? jajaja ese era el maravilloso e inigualable plan de Naruto Uzumaki; quien se esta comportando muy mal y esta jugando sucio, con Sasuke "ayudandole". Como se aprovecha el torpe de que Kouta no es un ninja xD ¿Inteligente, no?

sayonara!!