Mini-rol Arcadia Nova | Pokémon Rol Championship

Tema en 'Salas de rol' iniciado por Andysaster, 4 Septiembre 2025.

  1.  
    Andysaster

    Andysaster Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,783
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Miki Chigusa

    Fruncí ligeramente la nariz, ahogando mis penas en papitas mientras se sucedía la actuación. Los concursos no me llamaban la atención, pero para Poly eran todo un mundo. De pequeña lo habíamos intentado, motivados por mi abuela, quien estaba cansada de escucharlo gimotear frente a la televisión para que le llevásemos a uno.

    Por supuesto que fue un desastre. Poly se marchó de allí indignado con las valoraciones sobre mí, si bien su actuación gustó a los jueces en general. Tenía esa vibra dramática, el teatro y la actuación corrían por sus venas. Pero era cosa de dos. Y estaba claro que mi impasibilidad no había sido plato de buen gusto para nadie.

    Usualmente eran pocas las cosas que me generaban algo, pero ese tema me enviaba un pinchazo feo en la boca del estómago. Ligero pero persistente. Me pregunté si Poly sería más feliz con un coordinador que cumpliese su sueño.

    Tal vez así dejaría de mirar el escenario con esa mezcla de admiración y tristeza.

    Estaba demasiado ocupada comiendo y fulminando a los tipos que se iban subiendo al escenario con la mirada cuando Aika se volvió hacia mí. La miré sin comprender, con migajas en la mejillas.

    —¿La actuación? Sí —Entonces me corrigió, señalando a Liza y a Mii-chan con la cabeza. Una parecía embobada con la mujer del escenario y a la otra se le había ensombrecido la mirada. Parpadeé. ¿Discusión de pareja, justo en frente de mis papitas?—. Tal vez esa mujer sea una rival. De esas de las telenovelas de la tarde.

    ¿Iba a seguir con eso aún cuando Mii-chan había dicho que no eran nada? Sí. No por terquedad ni por desear tener la razón, si no porque todo se volvía mucho más entretenido con algo del dramatismo de las telenovelas de la tele.

    Poly daba fe de ello. Las adoraba.

    Hmpf.

    Estúpidos coordinadores roba-aves de compañía.


    Liza White

    La actuación de Ai finalizó en un parpadeo. De repente tenía a Aika agitando su mano sobre mi rostro y volví en mí, sin saber cuánto tiempo exactamente llevaba haciendo eso.

    —Ah, eh... ¿Sí? —Solté una risita, avergonzada por ese desliz—. Perdona. La actuación me atrapó por completo.

    Claro, la actuación.

    Cuando la mujer se retiró del escenario la seguí con la mirada por reflejo. Entonces sus ojos volvieron a encontrarme y me pidió con una sonrisa enigmática que la siguiera.

    Oh... ¿Ahora?

    Busqué al grupo con la mirada. Tal vez podría invitarles a venir a saludarla también. No me parecía demasiado apropiado marcharme y dejarles allí, aunque fueran solo dos minutos. Habíamos venido todos juntos a esto.

    —Conocí a Dionaea el mismo día que te conocí a ti, ¿sabes? —Le conté a Aika entonces, levantándome de mi asiento. Me crují la espalda con un estiramiento rápido—. También fue mi rival en el parque. No esperaba verla hoy aquí.

    >>¿Y si vamos a felicitarl...?

    Mis palabras murieron en mis labios cuando mis ojos se encontraron con Mimi. La ilusión desapareció y fue sustituida por preocupación y desconcierto. Tenía la mirada ensombrecida y sus dedos se apretaban sobre su regazo, tensos, al igual que sus labios. Como un chispazo repentino recordé aquella conversación de hacia días; su mirada lucía igual que entonces y volví a replantearme aquel pensamiento, insidioso y ególatra, que envié en su momento a algún lugar recóndito de mi mente.

    ¿Mimi... sentía celos de Ai? ¿Era eso? Pero eso no...

    No tenía ningún sentido. ¿Verdad?

    —Mimi —La llamé, despacio. Volví a tomar asiento en las gradas de madera y giré el cuerpo en su dirección. Abrí y cerré la boca varias veces, buscando bien qué decir. O más bien cómo decirlo, con tantos ojos posados sobre nosotras—. ¿Todo... bien? Podemos quedarnos a ver la última actuación si es lo que quieres. Solo queda un concursante, ¿no?

    —Puedo grabarte la actuación —Me sugirió Miki, alzando el pulgar con una expresión de "Déjamelo todo a mí".

    ¿Me... Me estaba animando a ir, a pesar de todo? Tragué saliva, volviendo la mirada hacia mi izquierda con temor, donde Honda se encontraba.

    ¡No estás ayudando, Miki!
     
    Última edición: 22 Septiembre 2025
    • Fangirl Fangirl x 1
  2.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    6,251
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Aika Izumi

    Parpadeé con lentitud.

    —Una... ¿rival?

    ¿En qué sentido? Por mucho que intercambiaba miradas entre Lizachi, Mii-chan y aquella mujer no lograba encontrar hilos de los que tirar. ¿Iban a participar también en el concurso? O... ¿era algo así como una rival romántica?

    ¡Ah! Era eso último, ¿verdad?

    Si lo que Michin decía era cierto, eso explicaría muchas cosas. Al menos daría respuesta a la sombría expresión de Honda. Me gustaría saber por qué Mii-chan no era honesta consigo misma. Es decir... ¿qué tan difícil podía ser?

    Yo no sabía mucho de eso de todos modos, seguía sin ser el lápiz más afilado del estuche. Claro que había leído mangas y visto muchísimas películas, tal vez demasiadas... pero nunca había tenido que verlo en vivo y en directo, mucho menos de amigas.

    ...

    Tal vez porque hasta ahora no había tenido amigas nunca... ¡pero ese no era el punto! El asunto aquí es que no sabía cómo actuar. Me preocupaba que esta situación pudiera poner su relación en riesgo.

    Lizachi la conocía. De hecho, decía haberla conocido el mismo día que yo.

    Mimi Honda

    "No me interesa la actuación"

    No, no podía ser tan áspera. No tenía ese derecho. Por mucho que la situación me crispase, no éramos nada más que amigas. Impedirle ir con ella sería egoísta y estaba completamente fuera de cuestión.

    Ya habíamos tenido problemas con esto antes. Con esa voz insidiosa en algún lugar, recordándome que el tiempo que teníamos era prestado, una vil ilusión pasajera y que tarde o temprano la burbuja explotaría.

    Y no tenía derechos ni motivos para sentir celos. ¡Era completamente ridículo! Así que cuando Liza se acercó a mí y me cuestionó supe exactamente que decirle, incluso si las palabras tardaron un poco en materializarse.

    Separé apenas los labios buscando dentro de mí una templanza que no sentía.

    —Te ha pedido que vayas, ¿no es así?—inquirí con tranquilidad, casi con pasmosa calma. Desvié la mirada de sus ojos y jugueteé desinteresadamente con un mechón de cabello enredándolo y desenredándolo en mi índice—. ¿Por qué no lo haces? Quizás sea importante.

    Al menos era una buena mentirosa.

    —¡Yo quiero ir a conocerl—!

    Sujeté a Aika de la manga de su camiseta. Entendió el gesto y volvió a sentarse.

    —O... ¡o también puedo quedarme aquí y ver al último concursante, claro...!—se rió con nerviosismo, de forma estruendosa.

    No me interesaba lo que tuviera que hablar con Ai y no debíamos inmiscuirnos. Era una asunto privado entre ellas dos.

    Le dirigí a Liza la sonrisa más genuina que pude fingir. Si mi sueño de ser actriz servía de algo, probablemente se vio lo suficientemente convincente.

    —Miki grabará la actuación así que no te preocupes por perdértela.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  3.  
    Andysaster

    Andysaster Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,783
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    Aguardé, inquieta tras el innecesario aporte de Miki, a que Mimi me diese una respuesta. Esperaba que su actitud se recrudeciese por su culpa y lo pagase conmigo o algo… pero en su lugar relajó sus facciones y me invitó a seguir a Ai con aparente serenidad. Parpadeé, tomada por sorpresa.

    Volví a buscar sus ojos, sin sacudirme del todo aquella sensación de malestar que se me adherió al cuerpo al verla. Como si hubiese algo mucho más profundo gestándose, pero sin ninguna prueba real a la que poder aferrarme.

    Era pura y dura intuición.

    —¿Segura? —insistí, cautelosa. Fruncí ligeramente el ceño, con convicción en lo que decía—. Si me lo pides no me importa quedarme.

    Se lo había dicho, ¿no? Prefería mil veces pasar mi día con ella que con una cita cualquiera.

    No obstante, y dispersando cualquier clase de duda que pudiese quedar, me sonrió. Fue una sonrisa resuelta y aparentemente genuina, que relajó mis músculos y me hizo respirar aliviada. La tensión fue sustituida por una repentina oleada de vergüenza y me llevé la mano a la nuca, sintiendo las mejillas arder del propio bochorno.

    Era idiota. Por supuesto que Mimi no estaba celosa. ¿Qué demonios tenía en la cabeza, un nido de Bombirdiers acaso?

    —Claro. Lo siento —Me disculpé por sacar las cosas de quicio, con una sonrisa nerviosa. Me estaba tragando de lleno su actuación, de modo que mis reacciones fueron genuinas y naturales—. Entonces cuento contigo, Miki —Amplié el gesto, recuperando el brillo deslumbrante en mi sonrisa, y les hice un saludo militar antes de irme—. ¡Sois las mejores! ¡Nos vemos ahora!

    Me alejé escaleras abajo, perdiéndome fuera del recinto. Poly regresó en sí mismo en ese entonces, habiendo estado siguiendo la actuación boquiabierto, y parpadeó al ver que faltaba alguien.

    —¿Cruack? ¿Y la señorita agente?

    Miki le palmeó la cabeza, comenzando a grabar con el móvil en su mano libre.

    —En una misión muy importante para el capítulo de hoy —Murmuró en confidencia—. Necesitamos más papitas, camarada.
     
    Última edición: 22 Septiembre 2025
    • Fangirl Fangirl x 1
  4.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    6,251
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    Mis dotes interpretativas superaban mis propias expectativas. Liza pareció relajarse, sus músculos se destensaron y se permitió sonreír.

    Fue como si hubiera retorcido aún más esa espina clavada en el pecho. Realmente quería ir con ella... ¿verdad? Bueno, no podía culparla. No me atraía el físico de la gente como tal pero sabía apreciar la belleza estética como quien observa un cuadro impresionista o una hermosa puesta de sol. Y aquella mujer, éterea, era jodidamente hermosa.

    No solo su físico. Sus ademanes, su saber estar en el escenario. Parecía el personaje de un cuento, de esas historias de fantasía que había leído de niña.

    Liz se marchó sin mirar atrás y yo traté de centrar mi atención en la actuación. Había hecho lo correcto, eso era suficiente para mí.

    —Mii-chan, ¿estás seg—?

    Hice de tripas corazón.

    —Aika, ¿puedes dejar de llamarme así?

    —¿¡Eeeh!?

    Ai Mamiya


    Ah, Lillium... te marchaste de forma tan apresurada. Pero esta jovencita me recuerda a ti. Especialmente sus ojos, aparentemente tan transparentes, tan vivos, pero qué guardan mil secretos que ansío descubrir.

    Ya me conoces, ¿verdad? Soy ese tipo de persona. Un alma inquieta y curiosa por naturaleza.


    Aguardé en silencio fuera del recinto que delimitaba el escenario, entre los setos y las flores que habían encargado a Edén. Las hortensias eran unas flores perfectas para embellecer cualquier entorno: Simbolizaban la gracia, la gratitud y la abundancia. Las que bordeaban los setos, en particular, eran hortensias blancas.

    No había elegido detenerme aquí por casualidad. Mis movimientos rara ver eran arbitrarios.

    La ropa que había elegido para ese día tampoco lo era. Había optado por un vestido de corte victoriano porque la belleza de aquella época me atraía como un imán, escenario imperecedero de mis novelas predilectas. Y particularmente no había podido desaprovechar la oportunidad cuando el señor Anderson, el organizador del evento, nos dijo a los participantes que podíamos asistir como quisiéramos.

    ¿Cómo no lo haría? No importaba si era anacrónico o no, no me importaba la opinión de la gente, era un espíritu libre. Aún si ser coordinadora era tan solo un pasatiempo más, no podía decir que no a algo así.

    Mi verdadera pasión eran las flores, por supuesto. Las plantas en todas sus formas. La naturaleza en toda su extensión.

    La música durante la actuación era una pieza de violín interpretada por mí misma. Marriage d'Amour de Paul de Sennevile. Creada originalmente para ser tocada en un piano tenía una musicalidad excelsa en el violín. No era particularmente virtuosa, pero me gustaba el sonido y la sensación del arco entre mis dedos. A menudo acompañaba mis tardes en Edén con su música.

    —Clematis, cariño—le sonreí nada más la vi aparecer y se me escapó una pequeña risa, encantada con que hubiera acudido a este furtivo encuentro—. No esperaba encontrarte aquí. Parece que nuestros caminos tienen a cruzarse. Como raíces entrelazadas en un fresno o como las propias clemátides que te dan nombre.

    Me llevé la mano a la mejilla y suspiré con exagerado pesar dirigiéndole una mirada de soslayo. Pero todo en mi actitud evidenciaba jocosidad, como si se tratara de una simple broma.

    >>Estos días estuve esperándote en Edén. Pero no apareciste...
     
    Última edición: 22 Septiembre 2025
    • Fangirl Fangirl x 1
  5.  
    Andysaster

    Andysaster Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,783
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    El murmullo del público se mantuvo, si bien suavizado por la distancia a medida que atravesaba los vistosos jardines. El corazón me latía emocionado, pues la fortuna y el carácter furtivo del encuentro me hacían sentir parte de algo que rozaba lo prohibido.

    No era el caso, pero a veces resultaba inevitable dejarse influenciar por las historias que nos habían acompañado a través de los años. Esa romántica empedernida continuaba acurrucada, dormitando en algún lugar de mi ser, aún si las circunstancias en el exterior habían cambiado.

    La encontré aguardando por mí bajo un arco rociado de flores. El sol se filtraba entre las hojas de los árboles, arrancando destellos dorados de su hermosa cascada de sol. Iluminó las motas de polvo que flotaban a su alrededor, dotando a la estampa de un marcado componente onírico. Me sonrió, una de esas sonrisas gráciles y comedidas, y yo no pude si no hacer lo mismo.

    ¿Cómo no hacerlo, cuando alguien como ella se mostraba así de encantada de verme?

    —Tal vez el destino tenga algo que decirnos —sopesé, mostrándome en sintonía con su actitud. Caminé hasta ella con liviandad, descansando las manos en los bolsillos—. ¿Deberíamos escucharlo? ¿O tal vez eres de las que no quiere darle ese poder a algo tan arbitrario?

    Mi actitud se tambaleó ligeramente cuando bromeó acerca de su eterna espera en Edén. El rubor en mis mejillas delató mi vergüenza y cerré los ojos, con una sonrisa culpable dibujada en los labios.

    —Lo siento —me disculpé—. La visita aún sigue en pie, pero los astros decidieron alinearse y estoy pudiendo pasar algo más de tiempo con mi mejor amiga. Hacía mucho que no nos poníamos al corriente —Busqué sus ojos, aquel bosque de vivos colores que refulgían con mayor intensidad bajo la luz del mediodía. Alcé las cejas entonces—. No esperaba encontrarte aquí, y menos subida en un escenario. ¿También eres coordinadora? —cuestioné, sin molestarme en ocultar la admiración en mi voz—. ¿Desde cuándo?

    Era la clase de persona de la que nunca conocías lo suficiente, podía intuirlo. Quizás era parte del misticismo que la rodeaba, tan enigmática y atrayente.

    Mis labios se movieron solos cuando, tras observarla en silencio por unos segundos más, sentí la necesidad de hacerle saber lo evidente. A diferencia de otras personas, con las que habría interactuado casi con total seguridad, no había ningún motivo oculto detrás de mis palabras. No eran vacías ni buscaba endulzarle los oídos. Tal vez era eso lo que me distinguía del resto.

    En su lugar era franca, brutalmente honesta quizás, motivada únicamente por lo que me dictaba el corazón. Ni siquiera parecía ser del todo consciente del poder que residía en algo que me resultaba tan banal en apariencia. Del impacto que podía llegar a tener en otros.

    Avancé un par de pasos hacia ella, reduciendo lentamente las distancias.

    >>Te queda muy bien ese traje —Le hice saber, suavizando mi mirada. Mi voz se redujo en intensidad, adquiriendo un tinte casi contenido. No había necesidad de alzar la voz, no cuando estábamos solas allí—. Estás preciosa, Ai.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  6.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    6,251
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Ai Mamiya

    Era como un espejo, transparente como el agua más clara de un arroyo de alta montaña. Sus mejillas tomaron color y mi sonrisa se ensanchó, aunque mantuve siempre esa dulzura templada y la deferencia. Aunque podía jugar con la situación y ciertamente disfrutaba de hacerlo, no quería terminar por incomodarla. Conocía los límites y sabía respetarlos.

    Pero... ¿Clematis se incomodaba con facilidad? Había flirteado conmigo en el parque, enredándose despreocupadamente entre las fauces de la Dionaea. Alguien que me seguía los pasos con tanta soltura no podía ser una simple hoja en blanco.

    —Oh, el destino es un ente ciertamente caprichoso—convine con liviandad—. No considero que gobierne plenamente nuestras vidas, pero sí creo en él a mi propia manera.

    Me habló de su amiga y sentí aquella pequeña chispa de interés. Clematis era una persona encantadora. Me preguntaba qué tipo de persona podría ser alguien tan cercano a ella. ¿Alguien tal que así, tan aventurera y aguerrida como una clemátide? ¿Quizás completamente opuesta, como una lobularia maritima? Intrigada, sentí el impulso de indagar un poco más. Pero su pregunta y la innegable admiración en su voz me distrajeron momentáneamente.

    Reí.

    —Así como el destino, yo también soy un ser caprichoso—confesé con innegable diversión en la voz, y entrelazando las manos tras mi espalda me incliné ligeramente hacia delante—. No me identificaría como coordinadora plenamente, no. Aunque es algo que disfruto, mi mayor pasión son las flores. Especialmente aquellas que son como tú.

    No era una persona reservada en cuanto a sus propios gustos, lo había sido antaño y el roce gentil de una flor pasajera me sacó de mi cascarón. Dionaea fue en su momento un brote inocente que apenas conocía el mundo.

    Me preguntaba... si este pequeño brote de verano que tenía frente a mí era inocente o si esos intensos ojos azules habían visto más de lo que yo podía siquiera comprender. Necesitaba saber, era esa persona naturalmente curiosa.

    Acortó las distancias y su mirada se suavizó. Era un profundo mar en calma, ignoto y transparente al mismo tiempo. Unos ojos que despertaban en mí un sinfín de preguntas.

    —Gracias cariño—le respondí en el mismo tono de voz cuando felicitó mi atuendo. Alcé mi mano aprovechando su repentina cercanía y deslicé un mechón castaño tras su oreja con dedos gentiles—. Algunos podrían pensar que es anacrónico y desfasado, pero lo antiguo tiene cierto encanto místico que no muta con el paso del tiempo. Cierta... magia intrínseca.

    Es una copia a carbón tuya, Lillium. ¿Puedes culparme?

    >>Normalmente no voy vestida así, pero hoy era un día especial. El señor Anderson nos dio permiso.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  7.  
    Andysaster

    Andysaster Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,783
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    Ai tenía una facilidad absurda para decir lo que pensaba sin contenciones de ningún tipo y eso, sabiendo que era una cualidad poco usual, era digno de elogio. Resultaba vergonzoso en ocasiones, y era evidente que disfrutaba especialmente de esa clase de reacciones, pero tenía su propio encanto.

    Deslizó un mechón castaño tras mi oreja con delicadeza y mi sonrisa se amplió, encantada con sus atenciones, si bien el rubor ligero también se mantuvo allí. Me habló de la coordinación como un hobbie secundario y de su afán por los atuendos de época y la escuché con interés.

    Algo me decía que, de querer dedicarle todo su tiempo a esto, podría llegar muy lejos. Pero las flores seguían siendo su devoción.

    —El hecho de que sea poco usual lo vuelve mucho más llamativo. Tal vez porque te atreviste a algo que otros no —convine con honestidad. Le guiñé uno de mis ojos, risueña—. Yo digo que ha sido un gran acierto.

    Me comentó que recibió el permiso de alguien externo para escoger su atuendo y me pregunté si ese señor Anderson era el dueño de aquel parque de atracciones. Lo cierto es que conocía entre poco y nada sus orígenes. Me enteré hacía apenas días de su existencia y aquí estaba, atraída como un Mothim hacia la luz. Era una criatura simple cuando quería.

    >>Bueno —Sostuve sus manos con suavidad, alzándolas entre nosotras mientras hablaba. La chispa de una idea repentina y emocionante brilló en mis ojos cuando busqué los suyos con decisión—. Imagino que habrás traído ropa de cambio, ¿no es así? De ser el caso te invito cordialmente a que pases una agradable mañana con nosotras en el parque. Las chicas se quedaron con ganas de conocerte.

    Le di un ligero apretón, jovial. En mi voz se filtró cierta jocosidad añadida, consciente de que no tenía la obligación de devolverle nada. Lo hacía porque me salía del corazón, simple y llanamente.

    >>Y te debo una compensación por haberte dado plantón estos días. Así que no puedes faltar.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  8.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    6,251
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Ai Mamiya

    Solté una pequeña risa. Apreciaba sinceramente el apoyo de Clematis, por supuesto. La opinión ajena nunca había sido de mi atención, no me interesaba lo que terceros pudieran o no pensar de mí. Pero apreciaba el apoyo que me mostraban.

    En cualquier caso si era cierto que tenía ropa de recambio. Elegir este atuendo había sido un capricho escénico, pero no pensaba pasearme con él por ahí. Especialmente porque no pretendía quedarme mucho tiempo en Arcadia Nova. Sin embargo, había cerrado Edén ese día y no tenía más planes a parte de participar en el evento del señor Anderson.

    Quizás podría aceptar esa desinteresada propuesta. Si Clematis abría voluntariamente las puertas de su mundo, ¿por qué habría de negarme a echar un vistazo?

    Solo uno nada más.

    —Oh, no estoy acostumbrada a tener citas grupales...—comenté con fingido pesar solo por el simple placer de hacerlo. Disfrutaba de las reacciones de mis delicadas flores a mis comentarios tanto como el simple hecho de pasar tiempo con ellas. Le di un ligero apretón a sus manos—. Será un honor.

    Por supuesto que no me debía nada. No era su obligación visitarme, aunque probablemente fuera un momento grato para ambas. Si quería, Dionaea podía mostrarle muchas cosas. Algunas que probablemente ni siquiera podría imaginar de mí. El mundo que Lillium me mostró.

    Solo debía confiar. Yo conocía el camino de sobra.

    >>Así que una cita...—cerré los ojos, reflexiva—. Solo falta el ramo de flores. ¿Que tal gerberas rojas?
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  9.  
    Andysaster

    Andysaster Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,783
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    El rubor, lógicamente, se intensificó cuando buscó jugar con la situación a su manera. Años atrás me habría mostrado mucho más nerviosa y avergonzada con aquel tipo de acercamientos, pero las experiencias que había estado viviendo en los últimos meses me habían acostumbrado lo suficiente como para no quedarme fuera de juego a la más mínima.

    Solté una risa nasal, incrédula y algo abochornada ante su curioso comentario.

    —Ai~ —reproché su clara intención de avergonzarme con un quejido lastimero sin importancia, resultaba casi cómico. Fruncí ligeramente el ceño, pero no había molestia alguna reflejada en mi voz. Tal vez porque en el fondo comenzaba a asociar esa clase de comportamientos con su persona—. Lo haces a propósito. Ten un poco de piedad con esta frágil florecilla.

    Le sostuve la mirada espaciando el silencio unos segundos, tras finalizar mi frase, y entonces solté una risa baja y desenfadada, soltando finalmente sus manos. Era evidente que "frágil" no era una palabra que se asociase conmigo, incluso para quienes aún no me conocían del todo. Le estaba devolviendo, si se quiere, parte de aquella broma.

    >>Sabrás qué ramo te traeré cuando nos veamos en Edén —Me llevé el índice a los labios, comenzando a caminar junto a ella hacia los vestuarios—. Mientras tanto tendré que guardar el secreto.

    >>Tal vez merezca la pena la espera.


    Miki Chigusa

    —Oh por Arceus. ¡Oh, por Arceus! ¿¡Estáis viendo lo mismo que yo!? ¡Esa Mismagius es la descripción de la elegancia hecha Pokémon!

    Hice un mohín.

    —No es para tanto, Poly.

    No tuvo caso. El pajarraco se pasó toda la actuación elogiando las cualidades del coordinador y su pokémon, mientras yo lo grababa todo para Liza. Honestamente me traía sin cuidado la escena, pero tenía una promesa que cumplir.

    Qué remedio.

    En determinado momento, mientras observaba aburrida la pantalla, a Mimi le llegó un mensaje. Al parecer, la chica le decía muy emocionada a su amiga que la mujer de antes se unía a nuestro grupo durante un tiempo. Mi expresión y la de Mii-chan fueron similares en cuanto al desagrado que nos produjo la noticia.

    Esa dichosa roba aves de compañía... ¿pasando el día con nosotras? Le iba a mirar feo hasta que de mis ojos saliesen rayos láser o algo así. A ver si así aprendía a no inmiscuirse en las familias de los demás.

    Evidentemente a Poly y a Aika les hizo ilusión, así que no quedaba más remedio que ir a su encuentro. Apagué la cámara cuando finalizó la puesta en escena y seguí a las demás, practicando por mi cuenta mi expresión más amenazante.

    Claro que, siendo yo de la que hablábamos, eso estaba difícil.

    La pobre Ai tiene dos enemigas ya... Cada una por cosas distintas xDDD

    #RobaAvesDeCompañía
    #RobaNovias
     
    Última edición: 30 Septiembre 2025 a las 5:29 AM
    • Fangirl Fangirl x 1
  10.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    6,251
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    La actuación fue sosa hasta decir basta. Poly estaba eufórico y Aika soltaba exclamaciones de asombro y aplaudía como un Sealeo usando Otra Vez de tanto en tanto, pero yo tenía una absoluta expresión de hartazgo.

    —¡Ah! ¿Viste ese giro, Mii-chan? ¡Nunca había visto una Bola Sombra de ese color!

    En realidad mi mente no estaba plenamente en la actuación.

    ¿Cómo iba a estarlo? Tenía esa sensación rara en la boca del estómago. Liza se había ido con esa mujer a hacer Arceus sabría qué cosa y yo tenía que recordarme a mí misma que tenía que estar bien con eso porque no éramos nada. Si decidía tener algo con esa tipa, fuera lo que fuere, no sería una infidelidad. No teníamos ningún compromiso la una con la otra. Entonces... ¿por qué sentía esa sensación de pesadumbre?

    Algo en mí no simpatizaba con esa mujer. Y no eran solo celos, era como si... escondiese algo. Como un Lycanroc medianoche con piel de Wooloo.

    —¿¡Ah!?

    Aika dio un brinco. Había estado tan sumida en la actuación que cuando escuchó mi reacción al mensaje que acababa de mandarme Liz, no pudo ni siquiera preguntar.

    —¿Es una broma?—bufé con tensión, soltando una rosa irónica y apretando mis dedos sobre el pantalón blanco hasta que mis nudillos palidecieron.

    —¿Qué es, qué es?—Aika inquirió tratando de ver el mensaje por encima de mi hombro—. ¿Le ha pasado algo a Lizachi? ¡Cuéntame la broma, Mii-chan!

    ¿Qué pintaba esa mujer con nosotras? Ya tenía suficiente con esta situación como para que se nos uniese una persona más. ¿Y además tenía que ser... ella?

    A Aika le pareció una idea genial, por supuesto. Tenía la impresión de que a Aika todo le parecía genial. Era como una niña pequeña descubriendo el mundo. Solo le faltaba preguntar cada cinco segundos por cualquier cosa.

    La única que parecía compartir mi desagrado era Miki. Aunque las razones eran completamente distintas, al menos teníamos algo en común.

    ***

    —¡Señora de las flores!

    ¿Señora de las flores? Como descubriría poco después, ese apodo era perfecto para Ai. No solo por su actuación, si no porque parecía tener una curiosa relación con estas. Independientemente de que fuese florista o no.

    Aika se le acercó correteando como un Rockruff hiperactivo—lo cual encajaba a la perfección con Izumi. Solo le faltaban las orejas y la cola— y Poly la siguió volando. Miki y yo nos quedamos atrás. Una sensación amarga escaló mi garganta y contrajo mis facciones cuando la vi parada al lado de Liza.

    La mujer sonrió al vernos con la gentileza de una figura de cuento. Llevaba una ropa completamente diferente, más casual. Un vestido blanco de verano que, si me importase un mínimo, comentaría que resaltaba el verde intenso de sus ojos. Pero si pretendía reflejar pureza, ese era el último adjetivo que yo usaría para describirla.

    —¡Señora de las flores!—Aika prosiguió con una emoción pueril—. ¡Me encantó su actuación! ¡Fue increíble...! ¡Y las flores...!

    Ai no pareció contagiarse de la emoción ajena, ni siquiera parecía un poco crispaba por la avalancha de energía repentina. En lugar de eso mantuvo una templanza difícil de definir.

    —La flores son hermosas, ¿verdad?—dijo apoyando la mano sobre su propia mejilla y cerró los ojos. Su voz sonó encantada, casi soñadora—. Ah~ Tantas diferentes. ¿Puedes una sola persona ser tan feliz?

    ¿De qué demonios estaba hablando ahora? ¿Y por qué tenía la impresión de que no hablaba de flores en sí?

    Me crucé de brazos, tensa. No compartía la emoción de Aika ni de Poly, ni mucho menos la de Liz. Nada en esta mujer, que era claramente mayor que todas nosotras, simpatizaba conmigo.

    —El placer es mío si disfrutaste mi actuación, Bellis—extendió la mano y en un gesto que se sintió casi maternal deslizó un pétalo de los cabellos de Aika. Izumi parpadeó con contrariedad, sorprendida, y entonces se sobó la nuca enrojeciendo visiblemente con una carcajada nerviosa. "Ah, ¿estaba ahí? No me di ni cuenta..." Pude ver como Ai estrechó los ojos al sonreír—. Aunque el mérito no es solo mío. No podría actuar sin Prímula.

    —¿Prímula?—enarqué una ceja, inquisitiva.

    —Mi Roserade. Clematis la conoció en el Parque Batalla cuando era una Roselia, ¿no es así?

    ¿Clematis...?

    Ugh, ¿Por qué Liza se rodeaba siempre de personas tan extrañas?

    Yo no estaba incluida en esa definición.

    Ai se lo está pasando pipa xDD
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  11.  
    Andysaster

    Andysaster Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,783
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Miki Chigusa

    —¡Ahhhh! ¡Señorita coordinadora, soy un humilde admirador suyo! —Poly batió sus alas, eufórico—. ¡Adópteme, por favor!

    Aika y Poly invadieron a la mujer con una energía desbordante, que claramente no compartíamos Mii-chan y yo. Cada una por su propio motivo, pero que parecieron alinearse sin siquiera planificarlo. Nos mantuvimos atrás en la caminata, casi como si los pies nos pesasen a medida que nos acercábamos a esa presencia floral tan opresiva.

    Entrecerré los ojos cuando posó la vista en nosotras, fulminándola como lo haría un ave recién nacida y desplumada probablemente. El hecho de que solo nos sonriese con excesiva calma en respuesta hizo que el fuego de mi ira se avivase.

    Y Poly y su visible entusiasmo, revoloteando a su alrededor sin parar, no ayudaba.

    Liza nos recibió con una expresión despreocupada y las manos en la nuca, apoyando el peso de su cuerpo en una de sus piernas. Parecía la mar de satisfecha con el encuentro y con la emoción que la mitad del grupo compartía, probablemente tan distraída con el intercambio que no reparó en nuestro descontento.

    —Su Roselia ya era lo suficientemente fuerte cuando la enfrenté en el parque batalla —Intercambió una mirada cómplice con la mujer, ufana—. Si hubiese sido una Roserade el resultado habría sido muy distinto, no lo dudo.

    >>Ah, sí. Estas son Aika, otra de mis rivales en el parque y una nueva amiga —Comenzó con las presentaciones de rigor, extendiendo la palma de su mano para señalar a cada uno de los presentes—; Poly es el inteligente Chatot de Miki, y por lo que vemos tu nuevo fan número uno —Hice un mohín, mis ojos fijos en ella de manera amenazante. Soltó una risa suave en respuesta, y relajó los gestos al volverse hacia Mimi. Su mirada adquiría cierta dulzura añadida cada vez que se trataba de ella—. …Y ella es la amiga de la que te hablé antes. Su nombre es Mimi. Mimi Honda.

    —Es todo un honor tenerla con nosotros, señorita coordinadora —Poly, zalamero como él solo, no desaprovechó la oportunidad de adularla. Fruncí el ceño de nuevo—. ¡Señorita agente, rápido! Saque su todopoderoso mapa para decidir dónde la llevaremos en primer lugar.

    —Ya va, ya va∼ —El ave se le subió al hombro, asomándose para ver el mapa mientras la castaña le apartaba entre risas—. ¡Pero quita, que tus plumas me hacen cosquillas!

    La estampa, lejos de parecerme encantadora, me resultaba molesta. Por eso me quedé cerca de Mimi. Porque la energía que irradiaba era como un soplo de aire fresco entre tanto sentimiento positivo.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
Cargando...
Similar Threads - Arcadia Pokémon Championship
  1. Naiki
    Respuestas:
    17
    Vistas:
    1,150

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso