—Nos salía más rentable poner el puré en una nave y acercarlo al sol que meterlo al microondas —reboté todavía indignada. Una vez caí en mi pequeño pozo de dudas existenciales me quedé dando algunas vueltas mentales incluso luego de responderle a Sasha, pues también había que admitir que no era que me estuviera aproximando a las personas más demostrativas del mundo y era posible que si no aparecía con un regalo diera exactamente lo mismo, incluso con el tremendo idiota que sí había preguntado con descaro si iba a regalarle algo. Hubo un instante de duda, una fracción de tiempo diminuta en que me pregunté si me estaría esforzando de más, y al final respiré a conciencia y me convencí de que una cosa no tenía que ver con la otra. Que el gesto provenía del desinterés, que me sabía natural y por ello quería hacerlo. De cualquier forma, su respuesta hizo que parara la oreja incluso mientras me encargaba de ir cortando el chocolate y en vez de juzgarla, la honestidad de su respuesta me brindó algo de tranquilidad que en cierta forma se reflejó en mi cuerpo. Respiré más tranquila y me percibí menos rígida; pues no es que fuera inconsciente de lo que hacía, de la manera que revoloteaba alrededor de las personas ahora que me sentía más libre para hacerlo, simplemente no me detenía a pensarlo a profundidad. Si lo hacía acabaría mirando el vacío que existía debajo. —Creo que si pones un corazón en cada uno se disimula más —reflexioné aún concentrada en mi tarea y su pregunta me sacó una risa—. No, no tengo objetivo concreto. Siquiera sé si a los objetivos en cuestión les quite el sueño la posibilidad de recibir algo, pero sea como sea supongo que quiero hacerlo porque me nace, so that's it. Igual debería escuchar mi propio consejo de poner un corazoncito disimulado entre los otros y ya. ¿Tú crees que tus... objetivos sí estén esperando que les regales algo? Al formularlo de esa manera volví a reírme, ya más tranquila, e incluso con lo de la temperatura procuré no angustiarme de más. Acaté a la indicación de Sasha de cortar más chocolate, se lo dejé cerca y repetí ese proceso para los otros dos dejándolos para luego de que hiciéramos el primer batch para asegurarnos de, bueno, de no cagarla. Estaba en medio de picar más chocolate cuando me pidió las cucharas para el dulce de leche y pesqué dos de las que había traído al principio con los bowls. También tomé el frasco del dulce, me acerqué a ella y le alcancé una de las cucharas, luego me puse a abrir el recipiente, curiosa con el asunto. Tenía un color acaramelado que de por sí antojaba, pero lo que hice fue olerlo un momento y percibí un aroma lácteo, pero sí acaramelado o tostado de cierta manera. Extendí el frasco hacia Sasha para que ella tomara primero, luego hice lo mismo y me llevé la cuchara a la boca, aunque a la vez me había quedado esperando su reacción. Decir que quedé realizada fue poco, de nuevo en realidad no era dulcera ni nada, pero el sabor que tenía esto me llegó al corazoncito. No fui del todo consciente de que di un par de botes en mi lugar, contenta. —No está envenenado y está riquísimo —anuncié como si fuese la mejor noticia del universo—. ¿Cómo vivía antes sin esto? ¿Podemos usarlo de primero? Then peanut butter! Por mucho que el dulce de leche me hubiese cambiado la vida, pronto volví a enfocarme en lo que nos correspondía y esperé la señal de Sasha para añadir el chocolate en trozos para bajar la temperatura. Lo que seguía era volver a subirla, así que me quedé pendiente del asunto hasta que estuvo listo y pudimos continuar con el siguiente paso. Me dio un poco de nervios la parte de verterlo en los moldes, así que le pedí a Sasha si podía hacerlo ella primero esta vez y yo ayudaba con la parte de verterlo de regreso para dejar la capa que nos permitiría hacer los bombones. En el proceso también le pregunté si podíamos usar los moldes estos de animalitos. —Imagino que vamos a ponerlos a enfriar, por el factor tiempo quiero decir —comenté mientras que con una cuchara limpia y de forma para nada disimulada, me robaba un poquito más de dulce de leche—. Wait! ¿Y cómo es la cosa con el ingrediente contrabandeado?
A pesar de sus constantes quejas, Fred me ayudó a subir los dulces al club de cocina, tal y como le había pedido que hiciera. Pierce-senpai me devolvió las llaves de la sala el mismo viernes, así que no tuve ninguna complicación a la hora de entrar y dejar todo lo que había preparado en la nevera. Quizás... era posible que me hubiera pasado un poco de la raya y hubiera preparado demasiado chocolate. ¡Pero, pero! Todo había sido planeado muy minuciosamente, ¡no era mi culpa que hubiera tanta gente a la que quisiera darle! Definitivamente no era que hubiese calculado mal las cantidades ni nada por el estilo, qué va. Sea como fuere, acompañé a Fred hasta el exterior para despedirme de él y luego correteé hacia el aula, llegando justo a tiempo gracias a que habíamos llegado muy rápido con el coche. Las clases no tuvieron nada de especial, aunque se me hicieron algo pesadas por la expectación que tenía de que por fin llegara el receso. Cuando la campana finalmente sonó, recogí con rapidez todas mis cosas y me dirigí a la misma velocidad a la primera planta. Lo primero que hice al llegar fue asegurarme de que los bombones de Annie siguieran con buen aspecto, pues eran los que más cuidado requerían, y una vez hecho eso, dejé salir un suspiro aliviado mientras me sentaba y sacaba mi teléfono móvil. Annieeeee ¿Puedes venir al club de cocina? Tengo algo para ti~ Contenido oculto Gigi Blanche heyo my pretty wife uwu imagina que le puso un emoji de esos que sonríen sonrojaditos en el último mensaje, es que el foro no me deja pegarlos :<