Guerra por Japón 日本のための戦争 Turno 0 Grupos aliados y enemigos reuniéndose en el campo de Sekigahara; Gifu. Turno actual: 0/30 Día en rol: ----- #s Mori en inicio= ???? #s Minamoto en inicio= ???
El rol proviene de Hakusan La noche de los sietes; una noche que debería ser fiesta y regocijo. La reunión de Orihime y Hikoboshi; y también el Bon Odori. Había tambores, si; pero no anunciaban alegría sino destrucción. El río de estrellas que separa a Orihime y Hikoboshi, es el que parece también dividir al ejército de Takeda y al que respalda a Gendo Mori. La tinta de taro será sustituida por sangre; el morado de las letras por el carmín en el suelo fértil. Las almas de los ancestros no serán guiadas por tambores alegres, estos espíritus fueron ya invocados por un eclipse que opacaba el sol. ¿Era de noche, era de día? En ese momento ya a nadie parecía importarle; pues los copos de nieve iban cayendo, cubriendo el campo abierto; dejándolo en un color puro antes de ser pisoteado. La vida antes de la muerte. El ejército de Takeda se encontraba con el enemigo en Gifu; los primeros eran los Nomiya, la familia de Akechi. Akechi cabalgó en medio del campo vacío, las huellas de su caballo fueron las primeras en marcar un camino que unía ambos bandos. Fue recibido sin hostilidades al ser el primogénito de los Nomiya. Este no parecía regresar, algo que comenzó a alarmar a Yamagata quién cada vez se veía más cansado resolviendo aquel asunto político; pero al ver que un caballo se aproximaba se alegró brevemente; pues lentamente su esperanza de que fuera Akechi se esfumaba. —Seguro es un mensajero que trae la cabeza del joven Akechi — aseguraba Takano hacia Yamagata. Era un caballo y cabalgaba sin jinete; cómo había dicho Takano, en su montura golgaba una cabeza, pero esta no era la de Akechi. Takeda la reconoció, era del joven Konohamaru al que habían ayudado en Gifu. Matsuda se interpuso entre él y Takeda; prefiriendo él recibir aquella misiva que se sujetaba de la boca del ahora emisario decapitado. Matusuda leyó con calma y miró directamente a Takeda, quién evidenciaba su enojo ante aquel acto tan vil. Has envenenado la mente de mi gente, este muchacho servía a los ya muy olvidados Ikeda; y hoy intentó asesinarme a tu nombre. Un esfuerzo cobarde y patético. Mi hijo Akechi sólo ha sido manipulado por los tuyos; no le culpo pues siempre ha mostrado desprecio a los Mori. Mi hijo es un idealista; pero eso se soluciona cuando su última esperanza muere; así como su viejo amigo Kiteru Ikeda. Tu cabeza será desplegada frente a él de la misma manera para que sus ideas absurdas por fin cesen. Te prepongo algo, sé que odias el derramamiento de sangre absurda. Peleemos uno a uno; tus mejores hombres contra los míos antes de que llegue el ejército de Kioto. Si ganan, mi ejército será tuyo. Si ustedes pierden, usaré a tus números como míos. Envía a tus siete; yo enviaré a mis siete. Tú puedes estar entre estos siete si no quieres rendirte ante la muerte de los tuyos y caer como un verdadero hombre. Honra la memoria de tu difunto padre, pelea contra mí. Nomiya no Naoyuki La noche de los sietes. Siete guerreros se enfrentarían de cada bando. Su camino de sangre será el puente para que los ejércitos crucen y se vuelvan uno. Una forma muy cruel de ver el Tanabata. Contenido oculto Pueden ofrecerse como guerreros o esperar. Esta no es la única pelea; y al terminar este combate podrán reponerse. En este combate se peleará de manera honorable del lado enemigo (Lidereados por Naoyuki Nomiya, señor de Gifu) Todos sus enemigos son nivel 5 y tienen armamento y protección personalizadas; también tienen atributos de combate. Nekita Ayeah Monpoke rapuma Slam Ikoma-kun John Whitelocke
Ginko Harutomo Se bajó por un momento del caballo y se acercó al grupo de Takeda para comprobar de más cerca lo que el caballo había traído —Vaya, paso...— comentó para su tío tras descubrir la cabeza del emisario y la propuesta —Prefiero mantener mi cabeza sobre mis hombros por ahora. Incluso si vuelvo como yurei, no quisiera ser de esos que deben llevar su cabeza en las manos, parece incómodo— Luego se abrió paso hasta Takeda y aprovechó un momento que no estuviera tan ocupado para dirigirle unas palabras —Evidentemente no entro dentro de la descripción de "mejores guerreros"...— le dijo con la leve sonrisa que las circunstancias le permitían —...pero intentaré aportar mi granito de arena con lo que pueda, toma esto— le extendió una madreselva —Consúmela ahora y tendrás más energía para el combate— mencionó, suponiendo que Takeda elegiría combatir —No es la gran cosa, pero quizás te ayuda a hacer una pequeña diferencia— Miró a Kenzaburo que estaba ahí junto a Takeda, pero era un fantasma, con mandarle ánimos alcanzaba. Buscó entonces a su otro comandante, el que aún estaba vivo, para dejarle algunas medicinas —Señor Hideyoshi, no sé si tenga pensado combatir, pero presencié ese entrenamiento con Kato Harima en Fukushima y si sobrevivió a eso, creo que puede hacerlo muy bien en un duelo contra cualquiera— le extendió un remedio para la fatiga y la amapola —Si decide combatir, espero esto le sea de ayuda... aunque recomiendo moderación para el caso de la amapola— Siguió caminando entre la multitud de guerreros, hasta encontrarse con Riku —¡Fujiwara!— lo saludó al verlo —Me acordé de ti cuando compré esto, borracho pendenciero— le dijo pasándole un remedio para la resaca —Te encanta entrenar y meterte en pleitos, así que imagino que no dejarás pasar la oportunidad de entrar en este... toma esto también, por si acaso— agregó un remedio para la fatiga. Por último, caminó hasta un lugar un poco más alejado de la multitud y buscó al búho de su traficante a ver si ya había vuelto para reponer su stock de madreselva. Acto seguido, crujió sus manos y volvió a sentarse en el caballo, mientras encendía la pipa. —Si quieres fumar, aún sigue en pie mi oferta de que entres al caballo y puedo tirarte humo en el hocico— le dijo riendo a Ujihisa. —Lo llamaré Sangurasu— agregó dándole unas palmadas al animal —No sé que significa, pero me gusta como suena— inhaló una buena calada y mantuvo un rato el humo, mientras seguía apreciando al corcel —El maldito es negro como la noche y en este eclipse apenas se ve— Contenido oculto: ACCIONES Amelie No me acuerdo si ya podía volver a mandar al búho, pero bueno, de última narré de modo que me podés responder que no ha vuelto todavía. En caso de que ya estuviera, le encargo una Madreselva Japonesa. A su vez, le doy los siguientes artículos a los siguientes personajes: TAKEDA: Madreselva japonesa. RIKU: Remedio para la resaca, Remedio para la fatiga. Monpoke HIDE: Amapola, Remedio para la fatiga. John Whitelocke
Aoi Nobunaga Estoica sobre su caballo sintió el suelo retumbar bajo sus pies y desvío la mirada al horizonte para observar cómo aquel caballo sin jinete se acercaba. Por puro instinto sacó una flecha, tensó la cuerda de su arco y apuntó a la figura que se aproximaba. Escuchó el mensaje de labios de Matsuda sin necesidad de acercarse a ellos y sacudió la cabeza. — ¿Por qué sacrificar a nadie pudiendo ir con el grueso de nuestras fuerzas? Alzó una ceja inquisitiva. — La guerra no es un juego limpio, seguro es una emboscada para deshacerse de nuestros mejores guerreros. Nosotros nos quedamos. Habló en nombre de su parvada, pues no estaba dispuesta a sacrificar a ninguno de ellos. No eran honorables ni suicidas, si otros quería serlo no se opondría pero ya había expuesto su opinión. — A no ser que queráis emboscarlos a ellos y hagamos un tres contra uno por nuestra parte. — Dedicó una sonrisa torcida a Takeda, señalando con su arco aún tenso a sus dos compañeros de vida. Quizá fuera lo bastante sensato para anteponer la inteligencia al honor. Si tenían la opción de acudir todos y eliminar a siete amenazas del bando contrario de forma relativamente sencilla, ¿por qué no aprovecharlo?
Kenzaburo La noche se volvió más oscura cuando Matsuda terminó de leer la carta. Kenzaburo gruñó como un animal rabioso; debería estar allí físicamente y no de aquella burda manera en la que no servía más que para dar consejos. Kenzaburo nunca había sido hombre de palabras: sus ideales venían con la punta del acero en cada paso que daba hacia delante. Él también recordaba al joven de Gifu del que ahora exhibían como un brutal trofeo de guerra, un idealista como su amigo Takeda. —Sabe que el ejército de Kioto llegará pronto, sabe que no puede vencerte limpiamente. Así que aquí viene ofreciendo honor. —la voz fantasmal de Kenzaburo era más grave, como si brotara de las profundidades de su yurei. —Siete contra siete. Parece noble pero en realidad está desesperado. Si pierde, gana tiempo y si gana toma tu ejército sin perder hombres. —los ojos negros, como carbones, aún veían a la distancia la perfecta formación enemiga. —¿Sabes lo que más odio de estar muerto? Que ya no puedo beber contigo cuando las decisiones apestan. Ni empuñar mi katana para ir hacia el frente como en Shizuoka. Hermano… cuánto daría por poder estar entre los siete. Por mirar al enemigo y gritar tu nombre mientras la sangre explota. El viento sopló con fuerza entre ellos pero la figura traslúcida de Kenzaburo no menguó; los jirones de humo y niebla aún colgaban sobre su cuerpo cubierto de batallas. —El perro tiene lengua afilada, quiere que muerdas el anzuelo con la cabeza alta. No vayas, eres el símbolo de toda esta guerra y si caes... —la cabeza giró, enfrentando sus ojos con los de Takeda. —Cuando morí pensé que lo peor sería no volver a pelear. No volver a gritar órdenes entre el fragor de la batalla, no volver a montar. —los ojos negros de Kenzaburo palpitaron como si una brasa de fuego ardiendo aún existiera en ellos. —Lo peor es verte vivo… y no poder protegerte—desvió la mirada, no por respeto, sino por miedo por primera vez en toda su existencia. Miedo a que Takeda le dijera uqe no. Seikanji Yamagawa Seikanji no pensaba en héroes, tampoco en ideales o en la guerra. Pensaba en Aki, en sus manos, firmes y suaves, en cómo se reía con la boca cerrada, en que fruncía el ceño cuando algo le molestaba. Pensaba en toda su familia, en los jóvenes, los cansados y los que ya no estaban; en la familia que no se nombra pero que sangra junta cuando es necesario. Y ahora pedían nombres, siete nombres para una batalla que él no estaba muy seguro de participar. Seikanji podía matar, era bueno en ello, quizá no como esos samuraís que gritan y se lanzan con sus katanas hacia el enemigo en una ridícula demostración de honor y valor. Él lo hace en silencio, cuando el enemigo no mira, porque esa es la ley más importante de los shinobis, el verdadero arte que Murai se encargó de anclar en sus almas: no morir. —Hablan de de honor, de morir de pie como hombres. —susurró en voz baja mientras negaba con la cabeza: no quiere ser uno de los siete, no porque fuera un cobarde, sino que su shihan, sabiamente, le había enseñado que amar es más difícil que morir. Los siete morirían como mártires, algunos serían considerados héroes, quizá hasta símbolos. Seikanji no quería ser símbolo de nada: él quiere regresar. Regresar a un hogar, regresar a una playa a sentir la arena entre los dedos de sus pies. Volver a ver a Aki dormida, sin miedo. Volver a ver reír a Konan. Lo pensó muy bien, mirando en todo momento los movimientos de los suyos, a los que consideraba parte de si. Oír la voz de Aoi le tranquilizó: ellos tampoco serían voluntarios de aquél teatro al que no eran iban a ser invitados. —Si debo pelear lo haré. Pero no por ellos, tampoco por Takeda ni para la historia. Lo haré si solo es la única forma de mantenerla viva. —susurró para sí mismo, acariciando el arco largo que Konan le había entregado; sintiendo la madera a través de sus dedos. Quizá entre los siente no haya un lugar para él, pero entre los vivos todavía hay un sitio donde pertenece. Permaneció atento a los pasos de los suyos, rogando que nadie avanzara porque él iría detrás.
Fujiwara no Riku Después de dar explicación de mis intenciones, me separé temporalmente de mí grupo. Todavía no siendo tiempo de unas últimas palabras. Pero queriendo hablar con alguien que muy probablemente participará... "Maestro, ¿Participarás, no es así?". Le pregunté al acercarme a Kojiro. "Si no te molesta, pienso seguir luego de usted". "Un momento para demostrarnos a nosotros mismos. Pero si somos insuficientes o cometemos un error...". Suspiré y contemple el maldito eclipse que nos quito el sol. "Se acerca el momento de terminar con esta guerra, y todavía se siente demasiado pronto para caer". No existe ningún momento adecuado para morir para el que quiera vivir. Acepte su regalo con gratitud. "Lo agradezco, admito que me he descuidado el poder tratarme a mí mismo todo este tiempo. Si vez a alguien envenenado, puedes trarmelo o llevarlo a alguien me clan. Podrán ayudarte".
Ginko comenzó a repartir sus "medicamentos" mientras Kenzaburo aconsejaba a su amigo; este escuchaba. Los demás alrededor callaban, pues se unían en la mentalidad del aun comandante y amigo. Takano tampoco parecía querer ceder a esa amenaza; Matsuda se veía preocupado, Shinrin también. Yamagata no ocultaba su frustración, aquello era más que ridículo. Él enemigo quería usar su mayor debilidad, no era el orgullo de Takeda; sino la benevolencia, el saber que si podía evitar sangre de miles lo haría. Pero antes de que este contestara; Ginko se interpuso entregándole una madreselva. —Gracias, Ginko —agradeció Takeda —Pero cualquiera que sirva a los Mori no es honorable a mi visión. Atravesaron el corazón de mi padre en una batalla similar, no haré lo mismo. No avanzaré a que me acribillen y después se abalancen contra mis hombres confundidos y heridos. Así casi exterminan a mi clan una vez; no repetiré los errores de mi padre. Miró hacia Aoi, sabía que ella pertenecía a los Sugita; fue una de las que rodeó a Murai en esa asamblea y ahora hablaba como si tuviera al mismo Murai allí enfrente —No enviaremos a personas a morir; pero tampoco les demostraré que soy yo quién no tiene honor —le sonrió, de una manera amable, extraña para ella, pues ni siquiera la conocía bien. Ujihisa recibió nuevamente a Ginko y miró la pipa para después fruncir el ceño —¿Vas a noquear al caballo hasta al grado de inconsciencia para que yo use su cuerpo maltrecho para fumarme tu aliento a opio que seguramente le hará sacar hasta las entrañas al pobre animal?— todo dicho sin pausa alguna simplemente para rematar cruzándose de brazos; no por la idea absurda de su sobrino, sino porque no podía fumar con él —¿Sangurasu? —negó — sangu (さんぐ) es el conjunto de piezas de un yoroi y rasu (らず) es algo sin propósito, cómo si dijeras "no" —Pausó — El caballo que no carga piezas de samurái, así lo has llamado —lo miró — Es correcto. Gran nombre. Kojiro escuchó a Riku y este le miró con los ojos que su alumno conocía; él siempre deseaba demostrar que era el mejor, que podía con cualquier reto que le pusieran —Vamos, peleemos. Volvamos victoriosos. Kojiro se acercó a Takeda junto a Riku —Tú podrás no ir; pero puedes contar con mi nodachi para responder por ti. Y Riku, mi alumno; también me acompañará en esta batalla. Konan sacudió levemente el hombro de Seikanji —Cuida de Aki mientras regreso — advirtió al acercarse hacia dónde estaba Takeda —Yo fui quién tomó la vida de Hattori Obata — al instante de decir aquello; Matsuda se interpuso entre él y Takeda —Y Kato es el asesino de mi padre —levantó su arco al cielo nevado — Yo pelearé por ustedes; vengaré a todos en Kobe, así que no moriré. Takeda dio dos palmadas al hombro de Matsuda para que este lo dejara observar a Konan. —También usas el arco — respondió Takeda a Konan; quién se limitó a afirmar mientras bajaba el arco — Si es así, debes aprender a soltar. —Yo también iré — intervino Inagaki a sorpresa de varios presentes —Tengo asuntos pendientes con ese hombre y el gordo de su hijo. —Es evidente que también pelearé —aseguró Tsubaki hacia Takeda. Noishi sólo se adelantó a un lado de Tsubaki quién afirmó con orgullo. Takeda lo observó en silencio unos instantes, Noishi le sostenía la mirada; ambos esperaban que uno dijera algo; pero nunca sucedió. Konan; Kojiro; Riku; Inagaki; Tsubaki y Noishi. Faltaba uno. Un silbido se escuchó; uno que alertó a varios de los presentes quienes fueron víctimas en el monte Genji. Esto obligó a romper la mirada entre Noishi y Takeda para observar a la silueta que se acercaba lentamente. Contenido oculto Varios desenvainaron en defensa, protegiendo a Takeda; uno de ellos fue Takano, quién temía por aquella figura —No tenemos tiempos para peleas internas antes de ir a combate directo— recriminó Takano al espíritu. Al demonio carmesí no parecía importarle, parecía dispuesto a atacar. Tanto Ginko como Kojiro sabían lo que eso representaba. Esto no era un simple yurei; era corpóreo. Siempre había sido un yokai. El demonio carmesí apuntó hacia Takeda —Lirio... rojo —dijo el demonio carmesí —Los lirios rojos pertenecen a Kamakura, mis lirios...—dijo para después mirar a Aki quién sujetaba la mano de Seikanji —Mi sangre —apuntó al horizonte hacia dónde estaba el enemigo Contenido oculto Nekita Ayeah Monpoke rapuma Slam Ikoma-kun John Whitelocke
Ginko Harutomo Le agradeció él también a Riku, el tratamiento de venenos era el aspecto de la medicina que menos desarrollado tenía, por lo que le sería de mucha ayuda este servicio de los Fujiwara. —Sí, era lo que te ofrecía, pero te lo pierdes— le dijo en broma a su tío. Obviamente no iba a noquear al querido Sangurasu, Ujihisa ya tendría cuerpos inconscientes de sobra cuando la guerra comenzara. Por otra parte, Takeda no iría a la batalla y eso lo aliviaba. Sin embargo, en ese momento apareció ese maldito yurei a complicarlo todo. —Es el demonio carmesí— le comentó a su tío, mientras sacaba su arco —Ya me lo había topado en la vieja herrería de Kamakura, aunque allí contábamos con cierta ventaja. Se lo puede derrotar, pero no lo dejará fácil, es como un ejército de un hombre— apuntó su arco hacia el demonio, desde donde estaba y sin bajarse del caballo. Si el enemigo daba un paso más, dispararía... Contenido oculto: ACCIÓN Si el demonio ataca y arranca un combate, ataco con mi arco a la distancia (y tiro dados este post)
Kojiro afirmó ante las palabras de Ginko —Ha salido de Kamakura por algo. Sus objetivos seguramente son muy claros a pesar de que nosotros no lo entendemos. Pero sé que ya estaríamos en la batalla si este quisiera atacarnos. Takeda observó al demonio carmesí con cautela, sintió su mala atado a su brazo, sintiéndose protegido. —Aprovechemos su fuerza —intervino Takano a un lado de Takeda. —No debemos confiarnos, no es estable— agregó Takeda —Lo es —Interrumpió Yamagata. Todos miraron a Yamagata y este asintió a la pregunta silenciosa —Lo es, cómo también lo fue Chikusa ¿Recuerdas, Takeda? Takeda sintió el peso de aquel mal en su brazo, no respondió a Yamagata quién continuó. —Esto —dijo señalando al demonio carmesí —No es un yurei, no es un yokai; tampoco un shikigami o ichijama... es como Chikusa. El señor de Mie me la ha explicado a detalle —dijo para después mirar a la multitud de dónde salía un rostro que Takeda no había visto en mucho tiempo; pero era distinto, tenía más color; se había recuperado. Contenido oculto —Te has vuelto más fuerte; más inteligente; tal vez no más rápido pero si más sabio —respondió Taisho repitiendo las palabras que Takeda se dijo en Tsu aquel día frente de Hideyoshi, Togashi, su hijo Toshiro y él. — Preguntaste aquel día que era lo que aún te pertenecía; respondiste que tu nueva familia y tú deber con Japón. Y aquí estás, el pueblo clama tu nombre —llevó su mano al pecho —Así que yo tomé esa responsabilidad por ti. Me entregaste ese metal que pertenecía a tu madre, ambos pensábamos que podría ser una moneda o algún elemento que hacía funcionar correctamente su caja de música. Desde entonces no he parado de buscar respuestas, y junto a los Hidetoshi lo logré. Taisho miró a Hideyoshi y le sonrió. Hideyoshi reparó en sus facciones, había ganado peso y su enfermedad ya no se veía en aquel cuerpo — Señor Soga, usted dijo que Mara lanzó una moneda entre nosotros dos y por eso ahora estábamos unidos a la desgracia. He convertido esa desgracia a nuestro favor —Dijo mostrando el mon de los cuatro rombos en un metal pulido; lo acomodó en en el haori de Takeda. —¿Es el pequeño metal que le entregué? —preguntó Takeda. Taisho afirmó —Lo mandé a pulir cuándo Yamagata me ayudó a entender qué era —dijo para mirar a Yamagata. —Es lo que sobró de la aleación que formó a shi; Hana lo guardaba, era lo que mantenía a shi bloqueada; no era la caja de música —Yamagata mostraba el cansancio de alguien que había estado hurgando en documentos por mucho tiempo, mucho antes que cualquiera — Siempre fue ese sobrante —señaló el mon ahora en el haori de Takeda — No encontré la caja de música en Kamakura, Kato ya la había desechado; pero si encontré la información necesaria para entender a Hana. Encontré sus notas, no estaban en Kamakura, estaban en Nara, las tenía Katsuhiro, el herrero —miró a Misato — Al parecer una persona le devolvió los restos de su hijo; a cambio entregó a mi padre esos documentos —volvió la vista a Takeda — Y también nos ayudó a tallar el emblema. Takeda miró el mon— ¿El maestro de Fuji? —preguntó para después mirar a Yamagata — ¿Entonces el demonio carmesí responde a quién lo tenga? —Así es —respondió Yamagata — Es un vínculo. Uno que tenía con su hermano Hoshi y también con shi. Takeda suspiró. No le gustaba la idea de utilizarlo, era lo mismo que le habían hecho a Chikusa así que despendió el mon y lo se acercó al demonio carmesí. —Si esto te mantiene atado, podemos destruirlo de una vez por todas. No estás obligado a servirme —sonrió mirando al suelo; sentía vergüenza — Fuiste mi abuelo después de todo. Kaito Harima. El demonio carmesí extendió su mano y tomó aquel pedazo de metal —El shirogami es irrompible. Mi obligación nunca termina. Prometo ser útil —volvió a colocarle el mon en la mano de Takeda, un acto que alertó a los presentes. —Es un metal resistente; pero puede ser transformado por manos capaces. Encontraré la manera. Y dejarás de ser el demonio carmesí, responderás nuevamente a Harima Kaito —miró a sus cercanos —Y si llego a caer en esta guerra, encomiendo esa misión a quién esté cerca de mí; no dejen que esto caiga en manos del enemigo. —Lirios rojos... mi sangre—repitió el demonio carmesí. Takano afirmó —Que los guerreros avancen; los enemigos ya esperan al centro del campo de batalla. Era cierto, ya había siete enemigos esperando. Kojiro avanzó a un lado de Riku; Konan se despidió de sus compañeros junto con Inagaki, Haku les recriminó por haberse abalanzado en esa decisión sin consultarlo con los demás; a pesar de ello les deseó un buen combate y regresar con bien para después acercarse a todos los Taira —Todos los arqueros, estén atentos. No dejaremos morir a los nuestros —Haku se podía considerar el más honorable de los Sugita; a pesar de ello, no dejaría morir a los suyos en un combate que consideran honorable, no le importaba si aquello complicaba las cosas. Tsubaki y Noishi también se preparaban; Noishi colocándose nuevamente su máscara Hannya a sorpresa de Tsubaki. Takeda detuvo a Noishi antes de que este partiera —Seguramente me insultarán en aquel campo de batalla —le advirtió —Hablarán de mi debilidad y cobardía —Takeda le entregó una máscara Tengu color azul. Noishi tomó la máscara sin decir nada; entendía que Takeda temía que alguien lo reconociera, aquello desequilibraría toda la política. —Si te reconocen puede que el honor del enemigo se convierta en codicia. Te atacarán sin misericordia como lo hicieron con nuestro padre — las palabras de Takeda provenían de un entrenamiento a base de traiciones y maltrato. Noishi consideraba que el fatalismo y la poca confianza de su hermano, tristemente le daban las cualidades de un buen líder. —No la dejaré caer, te lo aseguro— Dijo Noishi colocándose la máscara, estaba acostumbrado a ello. —El que no debe caer es la persona que la porta — Dijo Takeda apretando el hombro de su hermano para después comprimir los labios, quería decir más y no pudo. Takeda soltó a su hermano con una afirmación y así partieron al campo de batalla. Naoyuki Nomiya miraba a todos los que se reunían frente a él y sus seis guerreros. —Sabía que Takeda era un cobarde; ahí está el último de los Minamoto. El hombre que pretende dominar Japón con tan poco — Pero esas palabras provinieron de una voz que ya nadie esperaba en aquel campo de batalla. Contenido oculto Contenido oculto Post dónde se dio la interacción con Takeda y Taisho Clan Takeda, Konan Kojiro Riku Inagaki Tsubaki Noishi Demonio Carmesí Nivel 5 PV= 100/100 Fuerza= 15 Protección= 15 Arco=15 Flechas= 50 Flechas personalizadas= 5 Nivel= 5 PV= 100/100 Fuerza= 15 Protección= 15 +10(yoroi) Haiku= 17 + 5(velocidad) + 1 (Kensei) Nivel 5 PV= 100/100 Fuerza= 18 Protección= 12 Voluntad= +4 ataque Buena reputación= +2 suerte Borracho= -2 defensa Katana Hinode= +16 +1 (kensei) Nivel 5 PV= 100/100 Fuerza= 20 Protección = 10 + 10(yoroi) Katana= +15 Nivel= 5 Pv= 100/100 Fuerza= 13 Protección= 17 +10 (yoroi) 1/3 Katana Ro= +15 ataque + 1 (Kensei) Nivel= 5 PV= 100/100 Fuerza= 15 Katana Heike= 20 Protección= 15 +10 (yoroi) 2/3 Yoroi= 10 Nivel: 5 Pv: 800/800 Fuerza: 20 Protección: 10 Shi falsa: +20 (irrompible) Clan Nomiya Naoyuki Eijiro Inejiro Kiyohira Noriko Sadatoki Akishino Nivel 5 PV= 100/100 Fuerza= 10 Protección= 20 + 10 yoroiKatana=+18 Nivel= 5 PV= 100/100 Fuerza= 5 Protección= 25 +10(yoroi) Naginata= 10 Nivel 5 PV= 100/100 Fuerza= 10 Protección= 20 + 3 (sode) Katana= +17 Nivel 5 PV= 100/100 Fuerza= 27 Protección = 3 + 10(yoroi) + 3(sode) Katana= +15 Nivel= 5 Pv= 100/100 Fuerza= 7 Protección= 23+10 (yoroi) Arco= +19 ataque Flechas personalizadas= 50 Nivel= 5 PV= 100/100 Fuerza= 15 Protección= 15 +10(yoroi) Katana= 12 Nivel: 5 Pv: 800/800 Fuerza: 20 Protección: 10 Katana: +20 (irrompible) Contenido oculto Nekita Ayeah MonpokeElige tu rival y ve tirando dados para 3 turnos, y así nos vamos :3 rapuma Slam Ikoma-kun John Whitelocke
Fujiwara no Riku Era el momento de avanzar. Espalda recta, hombros hacía atrás y barbilla en alto. Una extraña muestra de orgullo, al saber que me estan vigilando la espalda no tenía temor. Y esa misma vigilancia era un peso que no estaba dispuesto a defraudar. Lucharía y ¿Moría? Pero en mí propia elección de decidor haber elegido esto, aún sabiendo que no debería. Que pudo haberse evitado, que podría haber sido un cobarde ahora. Y estaría bien... Lo estaría, para todos menos para mí. En los últimos días de esta guerra, todavía... todavía... Debo seguir. Hasta el final. "Maestro". Fue curioso, este intento de conversar en esta situación. Antes de nuestras peleas. "Es el momento de dar un gran salto, y con el... Espero que podamos pasar a nuevos horizontes". Todavía recordaba su promesa de mejorar su escuela y de hacerla la mejor, y de mis palabras de que yo lucharé hasta llegar a los más alto. Si. Inalcanzable. Parece que ha pasado años desde que me dije aquello... Lo he tocado demaciado desde entonces, temiendo que ellos mismo me ponga nervioso, pero ahora si, puse mí mano en la katana fabricada por mí abuelo. Una obra diferente, imposible, nomás llegada a mí mano por coincidencias que están más haya de mí.. Te tengo un nombre, y tu primera pelea. Setsuzoku Conexiones, lazos, vínculos, amigos, familias. Todos estamos conectados. Contenido oculto Elijo a Inejiro. Me tomo el remedio pa fatiga que medio el bien ginko Turno 1: Ataque: 64 Defensa: ESQUIVE Turno 2: Ataque: 49 Defensa: BLOQUEO Turno 3: Ataque: 93 Defensa: BLOQUEO
Aoi Nobunaga Dejó escapar un pequeño suspiro exasperado. Así que parecía que para su dirigente era más importante el honor que la victoria, le dedicó un encogimiento de hombros y se acomodó en su posición aguardando a ver si algún suicida se ofrecía a luchar. Para su sorpresa varios lo hicieron, intercambió una elocuente mirada con su paravada y sacudió la cabeza ligeramente decepcionada por aquellos locos suicidas. Incluso aquel extraño recién llegado quería luchar. — Idiotas... — susurró hacia sus compañeros, relajando los brazos pero sin soltar la flecha presentada en el arco, lista para tensar y disparar si algo salía mal en aquella escaramuza. Y estaba segura de que algo saldría mal.
Ginko Harutomo Lentamente fue bajando el arco hasta guardarlo, mientras iba comprendiendo que el demonio carmesí no lucharía contra ellos. Y no sólo no sería su enemigo, sino que sería su aliado. —¡HAH! ¿Y tú te haces llamar yurei?— codeó el cuerpo intangible de su tío —¡Eso es un verdadero yurei con los dangos bien puestos en su brocheta! Va a pelear para nosotros y tú ni fumar puedes— Sin embargo, el experto en el tema tenía una opinión muy diferente y aclaró que no se trataba exactamente de un yurei. —Le seguiré llamando yurei— le comentó bajito a Ujihisa, colocando una mano al costado de su cara. A lo lejos ya se veía la silueta de Riku marchando hacia su duelo. Ginko esperaba que los pocos medicamentos que le había podido ofrecer fueran suficientes para hacerlo regresar de ahí con vida.
Akihito Shishio Era algo sencillo de intuir quienes iban a ser los que tomarían sus armas para representar al bando en aquella pelea, era la inclinación natural que los más fuertes dieran ese paso al frente para tener las mejores posibilidades en la pelea, aunque eso no hacía que la preocupación disminuyera. Las posibilidades de que les jugaran sucio o cayeran seguían allí y solo podía pedir que todos regresaran a salvo. Pero faltaba uno. Dio un vistazo entre los rostros conocidos y desconocidos tratando de adivinar quién se ofrecería hasta que notó aquella presencia acercarse. Kousei se escondió detrás suya y él tan solo llevó una mano a su pecho, donde guardaba el talismán que Rengo le había dado. ¿Kaito Harima? Solo había escuchado de él a través de Rengo pero, el aura que cargaba y su porte hacía que lo identificara fácilmente como la primera víctima de la locura de shi. Y quien, aparentemente, ¿podía ser controlado? "¿Sabías eso tú, Mara? Probablemente sí, a fin de cuentas eres un dios... Pero hey... creo que esté de nuestro lado puede darnos una buena ventaja..." Se acercó a la parvada para mantenerse cerca del grupo que conocía y mientras los arqueros tenían sus flechas preventivas, él comenzó a observar los perímetros para también estar atento a cualquier irregularidad.
Kojiro sólo afirmó a Riku, estaba distraído observando al demonio carmesí. Ryoshi miró la espalda de Kojiro alejándose —Lo son — dijo dándole la razón a Aoi —Por idiotas como esos terminaremos en mayores problemas —Ryoshi compartía por completo la mentalidad de Aoi en ese escenario. Konan les miró y sonrió levemente antes de reunirse al resto. —¿Me comparas con Kaito Harima? Vamos —dijo con una tranquilidad digna de un adulto al que le interesa poco ser humillado de esa manera —Pero tienes razón; él siempre tuvo gran valentía, y no dudo que querrá romperle su espectral rostro a Akishino. —Es entonces esta será la batalla qué... Konan tensó su arco hacia Naoyuki quién hablaba; pero fue Eijiro quién se interpuso para darle un tajo a aquel ataque prematuro. La flecha fue liberada y atravesó el cuerpo de Eijiro quién trastabilló unos momentos antes de caer muerto, y junto a él, el arco de Konan. —Guerrero sin honra —mencionó Naoyuki hacia Konan a quién le importó poco lo que aquel daimio le dijera; y prosiguió a robarse la naginata que Eijiro había dejado en el suelo. —No se distraiga —dijo Inagaki frente a a Naoyuki, colocándose como su oponente a vencer. Konan no tardó en unirse a su compañero pero ninguno logró conectar un ataque ante aquel formidable guerrero. Kojiro se enfrentó con Kiyohira; a quién eligió por su gran altura y corpulento cuerpo; pero la pelea se tornaba cruenta. Y en el último ataque, Kiyohira atacó a Haiku, la cual vibró con fuerza en manos de Kojiro pero no se quebró —Sólo decepciono a mis alumnos, debo... ser... mejor —Dijo colocándose en una posición que Riku desconocía. Riku se enfrentaba a Inejiro quién comenzaba a desesperarse por la velocidad de Riku pues éste esquivó todo y logró conectar ataques certeros a su enemigo. Tsubaki quebró la katana de Sadatoki; quién gruñó molesto pero no desistió de atacar a pesar de que lo haría con los puños; ataques que conectaron en Tsubaki pero sin ningún efecto a su estado físico —Ríndete—le sugirió Tsubaki —Perdonaré tu vida si te rindes y me dejas apoyar a mi maestro. Noishi combatía con Noriko, la única mujer en aquel combate, ella se notaba intrigada en la máscara que portaba Noishi —¡Muestra tu rostro, cobarde!— le ordenó Noriko a Noishi; él la reconocía, sabía que ella haría lo mismo al ver su rostro. Pero Noishi debía mejorar sus movimientos, o expondrían su rostro cuando este cayera muerto. —Kaito Harima— dijo Akishino mientras se acercaba a su oponente. —Tú... —la voz del demonio carmesí era fuerte; pero aun trémula. Akishino se abalanzó a atacar al demonio carmesí; pero este bloqueó el ataque para después desarmar a Akishino como quién le quita el arma a uno de sus hijos inexpertos; parecía que iba a quebrar el filo, pero en su lugar lo tomó para sí. Portando su característica posición de la escuela de los dos sables que Kato utilizó para matarle. Akishino preparó una posición que Riku pudo reconocer de inmediato; era la técnica que Taiyo le enseñó. Pero fue en vano; Akishino no recuperó su arma y recibió el impacto del ataque del demonio; para después Akishino golpear el rostro de Kaito, quién no le importó en lo más mínimo. Clan Takeda, Konan Kojiro Riku Inagaki Tsubaki Noishi Demonio Carmesí Nivel 5 PV= 87/100 Fuerza= 15 Protección= 15 Arco=DESTRUÍDO Naginata= 10 +5(fuerza) Flechas= 50 Flechas personalizadas= 4 Nivel= 5 PV= 37/100 Fuerza= 15 Protección= 15 +10(yoroi) Haiku= 17 + 5(velocidad) + 1 (Kensei) Nivel 5 PV= 100/100 Fuerza= 18 Protección= 12 Voluntad= +4 ataque Buena reputación= +2 suerte Borracho= -2 defensa Katana Hinode= +16 +1 (kensei) Nivel 5 PV= 49/100 Fuerza= 20 Protección = 10 + 10(yoroi) Katana= DESTRUÍDA Nivel= 5 Pv= 100/100 Fuerza= 13 Protección= 17 +10 (yoroi) 1/3 Katana Ro= +15 ataque + 1 (Kensei) Nivel= 5 PV= 49/100 Fuerza= 15 Katana Heike= 20 Protección= 15 +10 (yoroi) 2/3 Yoroi= 10 Nivel: 5 Pv: 784/800 Fuerza: 20 Protección: 10 Shi falsa: +20 (irrompible) Katana Akishino: +20 (irrompible) Clan Nomiya Naoyuki Eijiro Inejiro Kiyohira Noriko Sadatoki Akishino Nivel 5 PV= 100/100 Fuerza= 10 Protección= 20 + 10 yoroiKatana=+18 Nivel= 5 PV= MUERTO POR KONAN Fuerza= 5 Protección= 25 +10(yoroi) Naginata= ROBADA Nivel 5 PV= 48/100 Fuerza= 10 Protección= 20 + 3 (sode) Katana= +17 Nivel 5 PV= 100/100 Fuerza= 27 Protección = 3 + 10(yoroi) + 3(sode) Katana= +15 Ver archivo adjunto 96595 Nivel= 5 Pv= 66/100 Fuerza= 7 Protección= 23+10 (yoroi) Arco= +19 ataque Flechas personalizadas= 50 Nivel= 5 PV= 69/100 Fuerza= 15/2 Protección= 15 +10(yoroi) Katana= DESTRUÍDA Nivel: 5 Pv: 710/800 Fuerza: 20 Protección: 10 Katana: ROBADA Contenido oculto Nekita Ayeah Monpoke rapuma Slam Ikoma-kun John Whitelocke
