Misato Aoyama Al entrar saludo al encargado de la herbolaria, la oscuridad del eclipse no lo ayudaba con su condición por lo que debía hacer esfuerzo. —Ah entonces solo está de guardia por lo que entiendo —señalo al mencionar que la herborista no estaba presente en lo que lleva de tiempo. —De verdad espero se encuentre bien...este raro evento solo hace más peligroso los caminos, no sabemos cuántos Yokai debe haber por allí...—dije mientras observaba toda la mercancía, lo bastante completo para mí. Rápidamente señalo los ingredientes que compraré para mi repertorio de venenos. >>No sé preocupe soy una experta en venenos solo tomaré los ingredientes y haré el resto con las herramientas Contenido oculto: Compra compro 5 colmillos de pico y 5 medusas
[Casa Feudal: Inagaki; Tomoe; Shino] [Shukusha: Aki; Yume; Midori; Hiro; Hajime; Murai; Genichi; Masaharu; Kyuzo; Kojiro; Riku; Tsubaki; Seikanji; Noishi; Mako; Konan; Haku; Kushina] [Clínica: Ginko] [Herbolaria: Yin; Misato] [Casa de armamento: Takano; Hashimoto; Yuzuki; Hayato; Togashi; Akihito; Rengo; Aoi; Ryoshi; Dozan] [Cuartel: Kirara; Ukita] [Santuario=Hideyoshi] [Calles: Shinrin; Takeda; Matsuda; Yamagata] [Yurei: Kenzaburo; Ayame] Casa de Armamento [Takano; Hashimoto; Yuzuki; Hayato; Togashi; Aoi; Dozan; Ryoshi; Akihito; Rengo] Hayato miró a Aoi y se sintió acosado; él siempre procuraba pasar desapercibido, así que se escondió detrás de Takano quién seguía algo atónito por lo que veía en Rengo, intentó buscar a Yuzuki para que lo ayudara a hablar pero ella se enfocó más a Hashimoto; pues ella ya sabía que estaba ocurriendo con Rengo y Akihito. Rengo sonreía después de que Akihito se separó de él para darle su confesión hablado; pues primero había sido física. Fue entonces que Takano los tomó a ambos respectivamente de un hombro y los separó ligeramente —Asustan a Hayato. Hayato salió detrás de Takano y negó para señalar a Aoi. Takano miró a Aoi y Ryoshi se interpuso entre ellos. —¿Qué estás viendo? —le reclamó Ryoshi a Takano. —¡No entiendo que estoy viendo! —Gritó Takano como solía hacerlo. —Está confundido porque besé a Aki y él me besó de regreso — intervino Rengo al notar que si esos dos explotaban iba a haber otro enfrentamiento inútil por una confusión injustificada; Ryoshi se tranquilizó y Rengo dio una palmada a la espalda de Takano —Oye, tú encontraste pareja antes que yo; eso me parecía muy injusto porque yo soy más atractivo. Pero sabes, yo te felicité; espero lo mismo de tu parte. Takano miró a Rengo y luego a Akihito; se separó de Rengo y señaló a Akihito — Te irá fatal si le haces algo a mi hermano menor. Rengo alejó a Takano de Akihito —No te recomiendo amenazarlo; su papá creo que te mata si le haces algo a su hijo. El herrero seguía tasando los objetos de Aoi sin importarle la conmoción en su local, prefirió enfocarse en sus ganancias —treinta por flecha; yo te doy seisientas monedas por todo esto y sumándole tus mil obtienes cincuenta y tres flechas incendiarias. ¿Trato? —preguntó el herrero a Aoi extendiendo su mano para que cerrara el trato. Hashimoto se sorprendió al ver aquella perla, pero también se vio impactado al saber que antes perteneció a Shiro —Nunca son precisos —mencionó algo confundido —Mi misión ya no me es clara y no he escuchado de Enma para guiarme más claramente —Sonrió —Sólo puedo decirte que si te intentas deshacer de esa perla, siempre encuentra el modo de volver a ti —Soltó un suspiro largo —¿Por qué nos eligen? No tengo idea, a mi esa elección me costó la vida de mi mejor amigo. Contenido oculto Bruno TDF Zireael Nekita Ayeah Clínica [Ginko] [Yurei: Ujihisa] —¡ES EN SERIO!—El médico dejó de tartamudear —Les haré un buen descuento, síganme —dijo jalando a Ginko de la mano llevándolo a una de las habitaciones para revisión. Tardaron en el interior un poco y al salir el médico se notaba tremendamente feliz. Una de las pacientes los miró con algo de desconcierto antes de que el médico tartamudo llegara con la nueva mercancía de Ginko —Ha si si sido un ex ex excelente intercambio —dijo satisfecho mientras la mujer se iba cubriendo su rostro. Ujihisa comenzó a reír —Si te gustó esa señorita; has perdido tu oportunidad —dijo burlón. Contenido oculto: remedios con descuento 50% Remedio para enfermedad: quita la desventaja de "enfermo" por un día (10 monedas) Remedio para insomnio: quita la desventaja de "mal descansado" (30 monedas) Remedio para fatiga: agrega bonificación de +3 de defensa por un día (150 monedas) Remedio para resaca: quita la desventaja de "borracho" por un día (100 monedas) Agujas para acupuntura o inyección de bufotoxina (25 monedas por 25 agujas) Compra de Ginko: Remedio para enfermedad: quita la desventaja de "enfermo" por un día (x2) Remedio para insomnio: quita la desventaja de "mal descansado" (x2) Remedio para fatiga: agrega bonificación de +3 de defensa por un día (x5) Remedio para resaca: quita la desventaja de "borracho" por un día (x2) Agujas para acupuntura o inyección de bufotoxina (x2: 50 agujas) TOTAL= 1,080 Contenido oculto Slamy obtuviste +50 EXP Herbolaria [Misato; Yin] —Me preocupa mucho eso, vendo venenos; espero un espíritu maligno dispuesto a vengarse por haber sido envenenado no venga a buscarme — confesó con preocupación para después buscar los ingredientes con gran satisfacción al ver que obtendría una gran ganancia; y casi al instante se esfumó su miedo por la venganza de algún yurei. Después, Misato fabricó los venenos necesarios con los ingredientes. —Es impresionante el daño que puede hacer algo tan pequeño —mencionó Yin viéndola trabajar sin entender realmente cómo funcionaba todo eso, sonrió al saber que él había burlado la muerte de un veneno parecido y miró a Misato con amor desmedido —Eres impresionante. Contenido oculto: Compras Medusas (sólo a aquellos que sepan prepararla) (200 monedas) Colmillo de pico (sólo a aquellos que sepan prepararla) (200 monedas) TOTAL= 2,000 Contenido oculto Ikoma-kun Calles de Hakusan [Shinrin; Takeda; Matsuda; Yamagata] [Kenzaburo] "Aún caminas sin protección"Takeda sonrió; no dijo nada, pero tenía la protección en Shinrin y Matsuda, confiaba plenamente en ellos. Matsuda y Shinrin no reaccionaron a aquellas palabras de Kenzaburo, ellos consideraban que él tenía razón, no era la protección suficiente como para alguien como Takeda. Yamagata caminaba por detrás, nervioso y en silencio; miraba de vez en cuando a Matsuda, esperando que este le animara como solía hacerlo; pero su amigo era muy distinto, algo en él había muerto, la guerra le había dado otro semblante el cuál el no quería superar, por primera vez desde que conocía a Matsuda; Yamagata no quería superarlo, temía por su amigo en silencio; lloraba la muerte de un amigo en vida. Después miró a Kenzaburo y al instante a Takeda, este último perdía amigos y aun se mantenía erguido; se lamentó en silencio por su falta de carácter, pues Matsuda seguía vivo; pero ya no era un joven, era un hombre que servía a su pueblo; tal vez, después de todo, Yamagata si debía intentar superar a Matsuda, una vez más. "Tendrás que dar un discurso, ¿lo sabes, verdad? El que diste en Shizuoka estuvo bien, pero no había tanta gente presente. Esto es multitudinario. Todos están aquí por ti, porque creen en ti. Creemos en ti" —En Shizuoka repetí lo que me enseñaron; me siguieron por mi clan, los Minamoto. Aquí no recitaré poesía, no hablaré de grandes hazañas; hablaré con la verdad, amigo mío. Espera a oírme y después dime si la gente clamará mi apellido o mi nombre; si sólo claman por el clan Minamoto, he fallado. Pues mi nombre debe ser más importante, porque debe oírse más que el de Gendo. "Lamento perderme el camino hasta aquí, lamento no estar a tu lado en Sado para protegerte. Lamento todo lo que has vivido desde que caí en la guerra. Pero todo hubiera sido inútil si no hubiera salvado al joven Harutomo en el último momento. Me conoces, no puedo enviar a nadie a morir sin mí incluído" —En Sado estuviste a mi lado— aseguró con firmeza —Soy yo quién lamenta que tu katana sirva más como bastón que cómo arma; ya no tengo la fuerza física de antes, cada día pierdo más músculo; pero la falta de entrenamiento me ha dado tiempo para reflexionar sobre lo que es verdaderamente más importante. Antes creía que debía ser más fuerte que Akishino, que Gendo o incluso que mi padre, entrené confiando y me volví engreído por ser bueno con un arma. Me jactaba de mi fuerza y sabía que los demás me seguirían por eso; pero la razón por la que tuve personas a mi lado fue por el poder que tiene mi clan. Mi padre y mis antepasados formaron la fuerza del apellido Minamoto y creí que yo también pertenecía a ellos —negó —Soy diferente, siempre lo fui; por eso mi padre jamás me tuvo fe en el entrenamiento físico, y debí entender a mi maestro, y lo hice estando en Sado; al perder un brazo. "Nosotros no somos los mismos de ayer; renacemos cada día" —No debo temer a la muerte —sonrió mientras Shinrin bajaba la mirada —Para vivir y cumplir el propio destino se debe disponer de técnicas y de una habilidad que aseguren la protección de su vida y su buen desarrollo. Pero también debe tener la sabiduría de aceptar la muerte, comprendiendo que esta forma parte integrante del gran ciclo sin fin. Cuando haya aprendido a morir, podrá vivir al máximo y sobrevivirá al combate. Vivir obsesionado por el propio cuerpo y la propia conservación no impedirá en absoluto morir, sino que echará a perder nuestra vida con el constante miedo a la muerte. Takeda miró a Kenzaburo —Yo soy un agricultor, la gente de Japón son las semillas que yo debo de ayudar a germinar. En esta guerra descubriré si he descuidado esa cosecha, y como agricultor, no dejaré que las plantas mueran. Y si yo muero, seré el nutriente que mi cosecha necesita. —sonrió con los ojos cerrados, dejando escapar una lágrima —Fue de esa manera cómo yo me he nutrido; cada despedida me ha hecho más fuerte. Nunca he sido duro como el roble sino flexible como el bambú. Dojo [Aki; Seikanji; Konan] Konan y Aki se miraron a los ojos y sonrieron cuando Sei habló de ir al dojo; algo sabían y aquello los emocionó a tirar de Sei hacia el dojo, dejando atrás a los demás. Avanzaron a prisa hacia el dojo, que a diferencia de uno de combato cuerpo a cuerpo, este estaba abierto al exterior y el sonido de las flechas era notorio; había varios alumnos escuchando la lección de su maestro quién disparaba de un arco largo; no era corto como el de Aki o Konan quienes podían atacar tanto a distancia como a cercanía; ese arco era distinto, tan alto como su cuerpo. —Y es así como la flecha debe doblegarse a su fuerza; confíen en el viento y midan su distancia La flecha dio en el blanco a varios metros de distancia. Contenido oculto @rapu
Akihito Shishio Estaba sí todavía un poco nervioso cuando se separó de Rengo por comenzar a pensar cómo podría verse para su hermano que... claramente no sabía nada de eso en lo absoluto y prácticamente acababa de hacer una primera impresión bastante particular al bueno, besar a Rengo, aceptar su declaración, declararse de vuelta... Debía ser algo bastante shockeante como primera interacción y no lo culpaba tampoco en lo absoluto, por mucho que fuera un poco intimidante. —No tengo ninguna intención de causarle algún mal a Rengo, así que no tienes que preocuparte por eso o por mi padre... —Dijo una vez que dejó que Rengo pusiera una sana distancia entre ambos y volviera a tomar a Kousei entre sus brazos para evitar que alguien tropezara con el dentro del establecimiento—Y me temo que no se tuvo la oportunidad de presentarme, soy Akihito Shishio y este pequeño de aquí es Kousei, un gusto conocerte. Ya le había caído bien a Mara, su madre, quizás su hermana y pequeño hermano, hubiera sido tentar demasiado a la suerte que su hermano mayor lo quisiera a la primera, ¿no?
Misato Aoyama Al recibir los ingredientes no perdí nada de tiempo e inicié mi labor con calma y dedicación en compañía de mi fiel gato Tojomaru, algo me decía que no iría a cazar muy lejos de mi mientras el eclipse este sobre todos liberando peligros desconocidos. —La naturaleza nunca deja de darnos sorpresas Yin—afirme a mi pareja que observó mi trabajo con una clara admiración. Y así como inicié, culminé con diez frascos cargados de venenos letales listos para derribar a enemigos poderosos en el menor tiempo posible. —Asi que Yin recuerda muy bien eso cuando veas a alguien bañando la hoja de una katana—lleve mi mano hasta su mejilla para una caricia cálida—No me des otro susto como en Fukushima¿de acuerdo?—reclame con un fingido tono de regaño pues ese día Yin demostró no ser algún despistado total, sino tan veloz como un rayo. >>Perfecto ya hemos terminado aquí solo me faltaría ver dónde está el resto...no debemos quedar atras
Seikanji Yamagawa Quedó abstraído por las palabras del maestro del arco, el cual empleaba una técnica magistral. Aplaudió con entusiasmo al ver la flecha atravesar el objetivo a tan larga distancia. Aún habitaba el Seikanji adolescente que parecía recuperar forma cuando un evento lo emocionaba, saliendo a la superficie e ignorando por ahora las penurias de la guerra que los había obligado a dejar su hogar y amigos, que yacían ahora bajo tierra. —¡Perfecto! —dijo emocionado, empujando a Konan y a Aki hacia los alumnos. —¡Ellos pueden doblegar las flechas a su fuerza y confían mucho en el viento! ¡Y yo quiero aprenderlo! Se quedó justo detrás de los alumnos, intercambiando miradas cómplices entre sus amigos. Seikanji había vuelto a ser feliz en aquél instante. -------- Kenzaburo "Nunca he sido duro como el roble sino flexible como el bambú." Las últimas palabras Kenzaburo las murmuró sin saberlo, como si fuera parte de una oración sagrada. Hacía mucho tiempo que habían ascendido a Kamakura, escapando de las trampas y sorteando peligros; mucho tiempo desde que repitió esas mismas palabras a Takano, creyendo que habían traicionado a Takeda. —A fin de cuentas podrías ser más un Sugita que un Minamoto —le sonrió mientras le seguía de cerca, como una nube fantasmal que recorría el perímetro con el entrecejo afilado. —Ambos apellidos te criaron y te forjaron, pero la esencia tuya es tu marca personal. Eres un recorrido de todas las enseñanzas que has tenido a lo largo de este camino. Excepto por el brazo diría que no te ha ido nada mal. Luego se giró hacia Matsuda. —Si me hablas de lealtad, Takeda, aquí mismo tienes al hombre indicado. Siempre ha encontrado la forma de volver hacia ti, sea como fuese. Vale más que cualquier traición que has tenido, y que tendrás. Ellos también son la cosecha de tu amistad.
Aoi Nobunaga. Observó la pequeña disputa con desinterés, pues se encontraba en mitad de una transacción importante y Rengo se encargó de calmar las aguas rápidamente, por lo que le dedicó un mudo gesto de agradecimiento. Sus ojos brillaron con codicia en cuanto escuchó el trato y asintió sin pensarlo demasiado volviéndose hacia Ryoshi con una amplia sonrisa. — ¡Flechas incendiarias! — exclamó, incapaz de contener la ilusión. — Con ellas seremos imbatibles. Se abrazó el pecho cautivada por su nueva adquisición y aguardó impaciente a que el resto de su parvada se abasteciera para ir a practicar con el arco. — No puedo esperar a probarlas.— Susurró para sí, siendo al momento sacada de su ensoñación por un potente picotazo en la sien. Se frotó la zona dolorida con un gesto de fastidio y se volvió hacia Cuervo con una sonrisa de disculpa. — No me he olvidado de ti.— Murmuró. — Pero la verdad es que no se me ocurre qué podría regalarle a un cuervo. Se dio unos toquecitos en el mentón con el índice pensativa y, nuevamente, se volvió hacia Ryoshi, Dozan, y todo el que quisiera aportar ideas. — ¿Alguna idea?
[Casa Feudal: Inagaki; Tomoe; Shino] [Shukusha: Aki; Yume; Midori; Hiro; Hajime; Murai; Genichi; Masaharu; Kyuzo; Kojiro; Riku; Tsubaki; Seikanji; Noishi; Mako; Konan; Haku; Kushina] [Clínica: Ginko] [Herbolaria: Yin; Misato] [Casa de armamento: Takano; Hashimoto; Yuzuki; Hayato; Togashi; Akihito; Rengo; Aoi; Ryoshi; Dozan] [Cuartel: Kirara; Ukita] [Santuario=Hideyoshi] [Calles: Shinrin; Takeda; Matsuda; Yamagata] [Yurei: Kenzaburo; Ayame] Casa de Armamento [Takano; Hashimoto; Yuzuki; Hayato; Togashi; Aoi; Dozan; Ryoshi; Akihito; Rengo] Takano siguió mirando a Akihito como miraba a todo mundo que no fuera Yuzuki, su entrecejo fruncido y de brazos cruzados —¿Un gusto? —Antes de que continúes —interrumpió Rengo a Takano —Se responde con cortesía, delicadeza, con cariño. Takano miró a Rengo y soltó una carcajada —¿Y tú respondes así? No seas hipócrita —Fue entonces que se le lanzó encima de Rengo y lo abrazó con fuerza, estrangulándolo con su antebrazo y Rengo le mordió el brazo para que lo dejara libre pero ninguno cedió, comenzando una pelea digna de Kamakura. —¡Vaya! Morder como un animal es muy cortés y delicado de tu parte—se burló Takano. El armero aceptó las monedas y demás mercancía para entregarle las flechas; hasta el peso era distinto, y su olor era muy característico. Va venían con una carga de brea, lista para arder y propagarse al impacto. Mientras tanto Ryoshi negociaba con el armero y Dozan miraba a cuervo —Tal vez algo de fruta, algo local que no pruebe muy a menudo para que entienda que es un premio por ser tan bueno. Contenido oculto Bruno TDF Zireael Nekita Ayeah Ficha actualizada Herbolaria [Misato; Yin] Yin sonrió ligeramente ante aquel regaño de Misato, entendía a dónde iba, para él la guerra implicaba un susto constante; temía por la vida de sus compañeros, de Misato, temía por el futuro; pero también lo ansiaba demasiado, y por ello luchaba. —Vamos, seguramente hay gente en la casa de armamento; aunque también podemos ir a la clínica o volver con Takeda y dirigirnos al Cuartel. Contenido oculto Ikoma-kun Calles de Hakusan [Shinrin; Takeda; Matsuda; Yamagata] [Kenzaburo] Takeda soltó una ligera risa cuando mencionó los apellidos, después Matsuda miró a Kenzaburo y afirmó. —Es fácil responder con lealtad cuando jamás eres olvidado — respondió Matsuda — Jamás dejaste de buscarme y eso me ha hecho más fuerte. Takeda sonrió —La llama de una vela no se pierde compartiéndola con otra —miró a Kenzaburo —Y no sólo hago esa metáfora con la amistad, también lo hago con el odio o la desesperación. No todos mis atributos son buenos, soy consciente de ello; debo siempre recordarlo para no repetir los errores que hemos visto. —No importa lo que suceda; siempre serás mi Meishu —agregó Matsuda. —Lo sé, y eso es lo peligroso — Takeda sonrió al ver frente a ellos el cuartel —Es momento de reunir al resto. Desatemos el terremoto que será esta guerra. Dojo [Aki; Seikanji; Konan] Konan se cruzó de brazos frente a la emoción de Seikanji —Una mala técnica diría yo. El maestro bajó el arco y desafió a Konan con la mirada; después le apuntó a los objetivos y Konan al instante disparó dando en el blanco. Aquel maestro aplaudió pero después sacó su arco, tomó su tiempo y disparó; no sólo dio al blanco, lo traspasó. —La precisión no lo es todo; también lo es la fuerza y el viento. ¿Desean aprender la técnica? Sean valientes. Contenido oculto: Escuela Shiki [cuatro estaciones] Viento de Primavera= Un disparo a corta distancia. No tan poderoso pero preciso. Agrega +2 al ataque en todo el combate. Viento de Verano = Un disparo poderoso a corta distancia. Agrega un +10 a un ataque en cada combate. Sólo puede usarse una vez en cada combate. (puede ser esquivado o bloqueado) Viento de Otoño= Un disparo poderoso a distancia. Agrega un +15 a un ataque en todo el combate. Sólo puede usarse una vez en todo un combate y debe ser a distancia. (puede ser esquivado o bloqueado) Ventaja de Invierno= Un disparo a distancia. Es un +30 de daño en todo un combate. La flecha se carga por 3 turnos. Sólo puede usarse una vez en todo un combate y debe ser a distancia (puede ser esquivado o bloqueado) Contenido oculto rapuma Los tambores comienzan a sonar, los ejércitos comienzas a reunirse ansiosos.
Akihito Shishio Por alguna razón había entrado en una aparente competencias de miradas con el hermano de Rengo, principalmente porque sentía que pasaría algo si le desviaba la mirada y paraba de sonreírle, casi como si Takano se tratara de un cazador esperando a que su presa se despistara para saltar y cazar a su presa. Era medianamente incómodo pero tampoco podía hacer más. Retrocedió un paso y solo soltó la mano de Rengo para, ¿permitirle defenderse? ¿Jugar con su hermano? —Es bastante cortés...conmigo. —Comentó pasando al lado de esa repentina pelea para acercarse de vuelta al herrero ahora que había terminado sus asuntos con Umi y Ryoshi. —Disculpe la repentina pseudo pelea y el poco tiempo restante que tenemos para hablar —Dijo referenciando los sonidos de los tambores —, ¿tendría algún sode que pudiera adquirir?
Casa de Armamento [Takano; Hashimoto; Yuzuki; Hayato; Togashi; Aoi; Dozan; Ryoshi; Akihito; Rengo] Mientras la pelea transcurría; Ryoshi se iba con una nueva arma mientras Akihito se acercaba al herrero. Ryoshi se reunió con Aoi y Dozan, este último lo miró intrigado. —¿De dónde sacaste el dinero para eso? —Preguntó Dozan. Ryoshi sólo se comenzó a reír mientras los invitaba a salir de aquel sitio para buscarle algo de comer a Cuervo. El herrero miró a Akihito y afirmó entregándole un sode finamente trabajado; el herrero era uno orgulloso de su manufactura. Puso hacer un trato con Akihito. Hashimoto miró a Yuzuki; ambos escuchaban algo —Debo buscar a Inukawa; sé que viajó al norte con los refugiados, eso me tomará demasiados días— llevó su mano a su vieja herida, debajo de su parche —Debemos de ser más prácticos con esta búsqueda, todos nos movilizaremos y nuestras ubicaciones siempre estarán en constante cambio ¿Por qué no nos dijo que nos reuniéramos en un sitio? —preguntó frustrado. Contenido oculto Bruno TDF Zireael Nekita Ficha actualizada Ayeah
Yuzuki Minami Casa de Armamento El pobre Takano quedó a la deriva con el asunto de Akihito y Rengo, pero creía que ya habíamos pasado suficiente tiempo juntos para que él también pudiera lidiar con emociones conflictivas por su cuenta, sin que yo tuviera que darle forma a todo. Escuché la suerte de alboroto, como era de esperar, y suspiré al escuchar lo que le dijo Rengo y la contestación de Takano. Dudaba mucho que Aki fuese a lastimar a Rengo a conciencia, pero tampoco iría a quitarle razón a Takano. A fin de cuentas era su hermano menor, aunque el otro que tampoco era el más listo de la camada puso al padre de Aki sobre la mesa y me pregunté si, de nuevo, tendría que ponerme a regañar a un hombre que era mucho más grande que yo. —Imagino que algo ha comenzado a cambiar —reflexioné sobre lo que dijo Hashimoto, pensando en la oscuridad que nos cubría desde las islas—. Ser visto por aquellos encima de nosotros es tanto una fortuna como una desgracia. Nada ocurre sin un precio, ¿no es cierto, Hashimoto? Estiré la mano hacia Hashimoto, la descansé en uno de sus antebrazos y estaba por decirle algo más cuando lo escuché, supe que ambos lo escuchamos, y suspendí la mirada en el viejo cascarrabias. Sentí que el color me abandonó el rostro al oír aquello y solté el aire por la nariz, algo frustrada cuando se me dijo a quién debía buscar y como permanecía en el brazo de Hashimoto, le di un breve apretón sin querer. No me di cuenta de que había fruncido los labios, contrariada, y busqué mirarlo. —Inusenshi —le dije casi en voz baja—. ¿Qué necesidad hay de hacer siempre la cosa tan complicada? Con todos moviéndonos esto no tiene sentido. Éramos perros. Y como tales no nos quedaba más que obedecer. Solté a Hashimoto y me rasqué los ojos con algo de brusquedad, tal vez los demás estuvieran más habituados a estas cosas, pero para mí era nuevo y complejo. Justo por esto había querido hablar con él, ¿quién más iba a entender esto a parte de, quizás, Rengo? Rengo, a quien tenía que guiar. A quien Inari me había permitido sacar de la oscuridad. —Kato, ¿sabemos dónde está?
Casa de Armamento [Takano; Hashimoto; Yuzuki; Hayato; Togashi; Aoi; Dozan; Ryoshi; Akihito; Rengo] Las palabras de Yuzuki fueron dirigidas a Hashimoto; pero el nombre que pronunció hizo que los Harima se soltaran el uno al otro para mirarla —¿Para qué buscas a Kato? —preguntó Takano. —Al parecer, él tiene algo en común con nosotros —agregó Hashimoto recargando su mano en el hombro de Yuzuki. —Tengo un pacto con él; sé perfectamente dónde ubicarlo. Mara me ayudaría a buscarle — Rengo habló con seriedad. Contenido oculto Bruno TDF Zireael Nekita Ayeah Dojo [Aki; Seikanji; Konan] Konan miró a aquel sujeto con detenimiento —Conozco esa escuela — dijo sin pensar para luego desviar la mirada. —¿A si? ¿En quién la has visto? Seguro que te ha ganado con ella — le dijo aquel maestro del arco con un nerviosismo oculto entre su altanería. Konan negó —¿Eras alumno de Obata? Aquel nombre paralizó al maestro del arco. Contenido oculto rapuma Cuartel [Shinrin; Takeda; Matsuda; Yamagata; Yin; Misato] [Yurei: Kenzaburo; Ayame] Misato y Yin se reunieron nuevamente con Takeda; quién comenzaba a escuchar la inquietud de los ejércitos. —El momento ha llegado; Yamagata ha ido a reunir al resto, debemos partir a la brevedad. Aprovechar el ímpetu de los guerreros. Contenido oculto Ikoma-kun rapuma
Yuzuki Minami Casa de Armamento Mi mención a Kato, por supuesto, hizo que sus hijos reaccionaran de inmediato y se soltara de una vez por todas, Takano fue el que preguntó que para qué lo buscaba y me reí por lo bajo. Tenía razón, ¿por qué debía buscar a Kato? Parecía una broma de los dioses, una de tantas, pero ya ni siquiera me sorprendía. Hashimoto dijo que tenía algo en común con nosotros y sentí el peso de su mano en el hombro. Todavía no se los decía a ellos, siquiera sabía cómo. —En las islas casi perdemos a Ren —comencé y suspiré con cansancio, seguía hablando en voz baja, por aquello de las indiscreciones. Paseé la mirada por el espacio para ubicar a Hayato, ya de paso—. Pero alguien habló conmigo, me dio la fuerza para ayudarlo y entonces me convertí en lo mismo que Hashimoto, aunque puede que lo fuese siempre. Ahora debo obedecer, como todo perro. Alcé la mano, la deposité sobre la cabeza de Takano aunque tuviera que estirarme para hacerlo y lo acaricié con mimo, dedicándole una sonrisa que pretendía tranquilizarlo. Hice lo mismo con Rengo, pero en el descenso para regresar la mano a mi lugar le pellizqué la nariz para ver si se le quitaba lo serio, ya todo era lo bastante extraño y tenso para ponernos tan serios ante este chiste de los Dioses. —¿Mara y tú pueden ayudarme entonces? Te lo agradecería mucho, mi niño, eso volvería la tarea un poco menos complicada.
Fujiwara no Riku Tienes todo el tiempo del mundo ¿Verdad? Mientras se vida, e incluso en este extraño mañana, parece posible hasta después de la muerte. Tiempo, en la vida y en la muerte, para hablar. Con el fin de poder sanjar aquello uno sufre por dejar atorado en el pecho. Todo el tiempo... Pero la ansiedad iba en aumento por cada retumbar de tambor, me ha la templar el cuerpo y no llegaba a poder decir porque. ¿El fin se acerca? Supongo, sea uno u otro, alguna o varias cosas llegarían a su fin este día. Guerra. Caos. Emociones reprimidas. Y fue por esta última que mis pasos fueron guiados, uno tras otro, moviéndome por las calles e intentando ser ignorante de todo el ajetreo alrededor. Del llamado a las armas. Era momento de partir... Y quería hacerlo a su lado. A pesar de no ser una persona que brillará en toda esta situación, era distinguible entre los guerreros, y resaltaba con el aura pesada de un líder. De su carga. Seguí su espalda y me posicione silenciosamente a su lado. Me preguntaba, ¿Me ha estado buscando como lo he estado haciendo? A pesar de que he estado luchando por esta atracción hacia ella hasta ahora, alejándome "Es... Hace... ¿Un día extraño? ¿Verdad?". Sonreía de manera descerebrada, luchando por tener control de mis labios y hablar correctamente. "Cre-creo que no nos hemos topado con muchos fantasmas en esta situación". Miraba al eclipse a momentos, en otros a las calles o mis propios pies. No tenía control. A pesar de querer verla a los ojos al decir cada palabra, luchaba por lograr esa ridícula tarea. "A si-si... La razón por la cual fui a las islas". Revolvía con una torpe y temblorosas manos en las bolsas donde guardaba las medicinas, olvidando casi por completo de tratarlo con cuidado. "Ten-tengo que re-repartir con Shinko luego, no queremos arriesgarnos". Se las tendí, sin permiso, en sus manos y proseguí en una rápida explicación sobre cada una. Incluyo llegando a repetirles aquellas que ya debería conocer. "Yo...". De a poco, todo ese descontrol se fue apagando y logre, lentamente, finalmente por estar mirándola cara a cara. Apreté sus manos. "Me importas. Y quiero que estés a salvo".
Aoi Nobunaga Tras la propuesta de Dozan, Cuervo graznó su acuerdo aleteando con emoción y Aoi sonrió en dirección a ambos. — Queda decidido, buscaremos algo rico para tí. — Añadió acariciando suavemente el plumaje del ave. Observó a Ryoshi cin curiosidad mientras se armaba y los siguió al exterior en busca de aquella fruta prometida cuando los tambores pusieron alerta todos y cada uno de sus sentidos. — Espero que encontremos fruta en el cuartel.— Murmuró en voz alta, tras intercambiar una mirada significativa con sus compañeros.
Soga no Hideyoshi 曽我秀吉 Hakusan Había terminado de orar, y era hora de volver al pueblo. Los intentos de Masaharu habían resultado infructuosos. La presencia de los yurei era una realidad indisociable de la oscuridad eterna que los ensombrecía. Ahí estaban, Keitaro y Aoshi. Les sonrió, con gratitud. Se imaginaba que tanto Genichi como Masaharu se alegrarían de ver a Keitaro. Al regresar, en las afueras, encontró a un par de hombres muy ebrios, que habían dejado una buena cantidad de sake mientras descansaban sobre una roca, incapaces de percibir lo que sucedía alrededor. El sake se hallaba sobre un tocón. No dudó en beber una gran cantidad de golpe, para luego ofrecerle a las Montañas un poco. El alcohol reactivaba su mente tras un largo periodo de meditación que había aclarado su pensar, pero adormecido su energía. Entró al pueblo y notó cierto revuelo. Quizás ya era la hora de partir. Se dirigió al cuartel. De haber algún preparativo, allí se estaría gestando. "¿Estaré preparado para lo que se viene?", se preguntó. Quizás meditó demasiado, quizás debió estar adquiriendo armamento, comiendo más, tomando infusiones o medicamentos. "Quizás, quizás, quizás...", se decía, admitiendo lo ridículo de la rumiación en retrospectiva. Respiraba el aire fresco, sentía el sonido de sus pasos, escuchaba los ecos de las voces, y observaba las siluetas formadas por la luz del fuego. Cada sensación y cada experiencia la vivía como si de ser la última se tratase.
Kenzaburo —Vamos allá. —mencionó con gravedad, como si estuviera allí físicamente y no traslúcido como un espectro. Incluso sintió unos pequeños aleteos en su estómago previos a lo que era la batalla. Kenzaburo podría estar muerto pero seguía siendo un guerrero que no escapaba del combate. —Y eres un pésimo jinete ahora, por lo que no veré mucha acción. —el humor de Kenzaburo no era para todos. Miró hacia la silueta de Misato, siempre acompañada de Yin, y ahora de Ayame, que se acercaba hacia ellos. Kenzaburo entonces posó sus ojos en los de su antigua informante; no eran ojos filosos como estaba acostumbrada. Eran ojos valorativos hacia su figura. No hubiera sido buena idea interrumpir a Takeda en una charla con Ayame. Ya tendrían tiempo. Ya podría decirle luego. --- Seikanji Yamagawa —Un Hattori. —murmuró entre dientes, observando ahora con atención al maestro del arco largo. Se puso en pie lentamente, con la boca semi abierta. —¿Puedo intentar, señor? Sería un honor competir contra su escuela.
Akihito Shishio Agradeció al herrero por el sode y pagó lo que le dijo sin demasiado problema antes de regresar al lado de Rengo, escuchando las conversaciones que se desarrollaban con interés y en cierta forma, guardando notas mentales sobre todo lo que se estaba hablando. No sabía qué cosa habría pedido Inari de Yuzuki para que tuviera que buscar a Kato pero sabía que debía ser algo que iba a tener un peso ya fuera hacia la guerra o hacia Rengo. —¿Entonces tendrán que decirle a su señor que partirán en busca de Kato? —Preguntó con curiosidad, quizás no tuviera muy presente lo que ellos allí presentes fueran de Takeda pero sabía que ese debía ser el protocolo —¿Se agruparán con los demás cuando la guerra inicie? Su forma de hablar también era intencional, al ser algo que parecía un poco más de asunto familiar no iba a invitarse a algo similar, y tampoco sabía si Murai iba a decirles algo a ellos en ese asunto o qué era lo que depararía en este nuevo arreglo.
Misato Aoyama Luego de culminar los venenos necesarios fui hasta donde Takeda estarían reunido con algunos de los nuestros, se podía notar mucho movimiento en el área, tome un poco de aire al recordar que otra batalla se vendría sobre nosotros. Aún podía resentir el lamentable resultado de la batalla anterior, todas las perdidas fueron más dolorosas que las sufridas en mi cuerpo por aquel guerrero emishi. A mí lado el Yurei de Ayame seguía con nosotros, y parecía ver a nuestro viejo amigo Kenzaburo. —Señor Kenzaburo, daré mi mejor esfuerzo para no hacerles compañía tan pronto el otro mundo, mi última batalla fue un revés que duele en mi alma—Sonreí— Pero sobre todo aún sigo aquí para enmendar mi error. Dediqué una sonrisa más para quedarme cerca de Yin, de verdad esperaba que muy pronto las guerras finalizaran, sea como sea debía estar agradecida de haberlo conocido en esta vida de batallas.
Casa de Armamento [Takano; Hashimoto; Yuzuki; Hayato; Togashi; Aoi; Dozan; Ryoshi; Akihito; Rengo] Takano miró a Hashimoto cuando Yuzuki le explicó un poco, Hayato se incorporó nuevamente para entender de lo que hablaban mientras Rengo parecía incomodarse ligeramente. La mano de Yuzuki se posó en Takano quién sonrió ligeramente para después volver a su semblante serio; y cuando la mano de Yuzuki pellizcó la nariz de Rengo este la miró, tal vez en otro panorama hubiera respondido juguetón, incluso hubiera presumido a Takano que él obtuvo mayor atención que él; pero esta vez sólo afirmó. —¿Tienen que obedecer a estos Kami?— preguntó Rengo con seriedad —Si no están siendo concisos con lo que quieren o buscan ¿Por qué deben obedecerlos? —Ahora que conozco a los que nos llaman perros, he entendido una cosa —Hashimoro pausó y sonrió —No sólo obedecemos órdenes —soltó una ligera risa — A lo que me refiero es que no seguimos a estos Kami porque nos lo han ordenado; lo hacemos por razones más allá de una obediencia ciega, muchos de nosotros somos protectores y... —¿Crees que Kato también es un protector?—le interrumpió Rengo a Hashimoto con evidente enojo. —No me has dejado terminar mi oración, pero déjame intentar explicarme mejor ¿Qué es lo que mantiene vivo a un monstruo como Kato?—respondió Hashimoto con una pregunta. — Es fuerte —Respondió Takano. —¿Por qué es fuerte? —Volvió a preguntar Hashimoto —¿Porque entrenó duro? —Hayato preguntó a modo de respuesta —Todos los que han muerto bajo su espada han entrenado duro —respondió Rengo hacia Hayato para después mirar a Hashimoto con hastío — Es sólo un asesino. Uno muy fuerte. —Kato siempre dijo que nosotros sus hijos no necesitábamos que él nos salvara. Tal vez su entrenamiento fue su manera de protegernos— agregó Takano —Si claro; y hervirle el ojo a Hashimoto fue su manera de demostrarle su aprecio —Rengo se quejó hacia Takano. Hashimoto soltó una risa ante el comentario —Kato tiene talento; por lo tanto, sabiduría. Y es por eso que fue elegido; tiene la sabiduría de un guerrero. Kato; nos guste o no, es un líder. Y creo que todos los Inu, somos líderes de cierta manera. Conocemos que la victoria significa controlar sucesos y personas y la derrota es es ser controlado por sucesos o personas. De todo a lo que nos enfrentamos, sea el Cielo, la Tierra, las cosas y las personas; sólo se considera importante controlar a las personas. —Es la única razón por la que la clase militar esta constituida como una casta guerrera —agregó Takano. Hashimoto afirmó —Inuzuka obtuvo el conocimiento de los Inu en Tateyama; ella; Inukawa; Ukita y yo. Ahora también Yuzuki y Kato. Todos nosotros líderes a nuestra manera; pero somos leales, y no me refiero a los Kami; todos seguimos a la misma persona en este momento. Después Aki hizo sus preguntas y Rengo lo miró —Yo no respondo a nadie; pero Yuzu si, así que creo que debemos avisarle. Y —pausó para mirar a Yuzuki — tal vez también debería avisarle a Murai —dijo llevando su mano a una segunda katana que portaba además de shi, nadie había reparado en aquel detalle porque no la llevaba a la cintura, estaba detrás suyo, como un arma adicional y no una de uso doble como era la costumbre de Kato. Los tambores comenzaban a sonar. Era momento de seguirlos. Dojo [Aki; Seikanji; Konan] Aquel arquero afirmó ante Seikanji; prestándole su arco. Con eso podría aprender su escuela, la de Obata. Mientras su asesino los miraba con los brazos cruzados, lleno de incomodidad. Mientras Sei recibía instrucciones, Aki colocó su mano sobre el antebrazo de Konan. —Está bien sentirme así, Aki —respondió Konan ante el delicado consuelo de su amiga —La muerte siempre debe un peso, no un trofeo. Tras aquella instrucción, salieron de allí para encontrarse con Murai quien ya estaba reunido con Takeda en el cuartel general. Contenido oculto rapuma continúan en el cuartel Cuartel/ Salón [Kirara; Riku] Kirara miró a Riku; su característico carácter serio y controlado no estaba allí; balbuceaba. Comenzó a entregarle cosas que ni ella pudo darse a la tarea de ver con detenimiento porque la voz de de Riku la distrajo; sólo guardó los objetos para que luego él le explicara que eran; sólo se apresuró para sonreírle al escucharle. —No podemos prometer nada; nuestras vidas ya dejaron de pertenecernos —Le apretó con más fuerza las manos y suspiró —Pero acabando todo esto volverían a ser nuestras; y me gustaría que tú y yo nos perteneciéramos el uno al otro ¿Qué dices? — Preguntó son un ligero sonrojo. Pero antes de que Riku pudiera contestar; Kirara soltó un grito ligero, soltándose de Riku para señalar lo que estaba detrás de Riku. Una tenue silueta brillaba, a la par de la enorme sonrisa de éste. Era Taiyo. —Yo lo supe desde que los vi, sabía que lo tenían bien reprimido —Taiyo comenzó a reírse. Y Kirara lloró de alegría. Cuartel/ Pasillos [Shinrin; Takeda; Matsuda; Yamagata; Yin; Misato] [Yurei: Kenzaburo; Ayame] Después de las palabras de Misato; Yin tomó su mano —Cuándo termine la guerra, nos casaremos si eso quieres también, y la tierra producirá flores cómo tú. Y formaremos una bella familia, rodeados de esas flores. Takeda sonrió a Kenzaburo mientras Shinrin apretaba sus puños ante aquel comentario —Seré pésimo jinete, amigo mío. Pero aun puedo montar —era humor oscuro, uno que sólo podía darse entre amigos muy cercanos, incluso Yamagata y Matsuda sonrieron ligeramente pues tampoco querían reírse, eso si sería una ofensa a su compañero caído. Ukita los encontró en el pasillo; los saludó con la serenidad que lo caracterizaba —Los tambores reclaman la guerra; pero así como Kohaku, debo seguir una nueva misión. Takeda afirmó —¿Debemos acompañarte? Ukita negó —Sólo debemos avanzar, quiero suponer. Temo que cualquier error nos lleve no sólo s perder Japón; sino también nuestra humanidad. Takeda se acercó a Ukita y depositó su mano en su hombro —Confío en ti más de lo que tu puedas confiar en ti mismo; no dudes, eres de los hombres más nobles que conozco. Ukita agradeció con una reverencia para seguir su camino; encontrándose con Takano; Hashimoto; Yuzuki; Hayato; Togashi; Akihito y Rengo. Hashimoto le miró —¿También te han encomendado una misión? Ukita afirmó. —Vayamos juntos —agregó Hashimoto mirando a Yuzuki. —Esperen—dijo Takano entrelazando por inercia su mano con la de Yuzuki —Primero marchemos juntos, los guerreros deben vernos junto a nuestro líder. Los tambores se seguían escuchando cuando con Hideyoshi también les encontró en aquel lugar. —Vamos al salón de conferencias—una voz femenina interrumpió al séquito; era Shino Taira, quien avanzaba junto a su hermana Tomoe y Noishi. Hashimoto cayó de rodillas e hizo una reverencia haciendo que su frente tocara la madera. —Arriba, Inugami —agregó Tomoe — No tienes pecado alguno por el qué disculparte. En cambio —Tomoe pausó y avanzó hacia él —Yo debo disculparme por el daño que te hice. Hashimoto alzó la mirada y fue recibida con el abrazo tanto de Tomoe como de Shino; el llanto fue silencioso, pero fue largo, porque los ríos siempre tardaban en desembocar al mar. Cuartel/ entrada [Murai; Seikanji; Aki; Konan; Inagaki; Aoi; Ryoshi; Dozan; Tsubaki; Haku; Kushina] Mako; Midori; Yume; Hiro y Hajime permanecerían en Hakusan pero el resto se reunían. —Prepárense, será incómodo estar rodeado de tantos Minamoto; sobre todo porque también veremos a ... — agregó Haku para después mirar hacia su padre. —¿Kirara? —agregó Murai en pregunta para después sonreír — Qué más da, yo tiré ese rencor; y si ella quiere matarme pues no va a poder y se emberrinchará en su asiento. Una lástima que no pueda ver eso —esperó que alguien se riera pero no fue así. Ryoshi miró a Aoi —Espero nos den un banquete, así le podremos dar algo a cuervo. Cuartel/Sala de conferencias [Takeda; Inagaki; Tomoe; Shino; Aki; Murai; Genichi; Masaharu; Yuzuki; Hayato; Togashi; Akihito; Rengo; Kyuzo; Kojiro; Riku; Aoi; Ryoshi; Dozan; Tsubaki; Seikanji; Noishi; Konan; Haku; Kushina; Ginko; Takano; Hashimoto; Kirara; Ukita; Hideyoshi; Shinrin; Misato; Yin; Matsuda; Yamagata] [Yurei: Kenzaburo; Ayame; Keitaro; Aoshi; Taiyo; Ujihisa] Kojiro; Ginko y Kyuzo ya esperaban dentro, el lugar no era muy grande a pesar de ello todos entraban guardando un cuerpo de distancia uno a otro en almohadillas individuales. Haku ayudó a su padre a acomodarse, rodeándose de Aoi, Kushina, él e Inagaki. Hideyoshi pudo ver el rostro de Haku, reconociendo a Jundo, el monje que lo ayudó en Ibaraki. Murai no le mintió, Jundo era su hijo. Hideyoshi se acomodó junto a lo quedada de las montañas y sus yurei. Konan, Aki y Seikanji se colocaron cerca de Murai; Noishi entró con Shino, Tomoe e Hashimoto quién aun tenía los ojos enrojecidos. Los siguieron Akihito; Rengo; Yuzuki; Hayato; Togashi; Takano y Ukita. Yin; Misato; Yamagata; Matsuda; Shinrin y Takeda entraron. Takeda estaba usando una almohadilla al centro de la sala, de un lado estaba Shinrin y del otro Matsuda, detrás de él se colocó Kenzaburo. Yin y Misato se colocaron cerca de la entrada, mirando hacia Takeda como la gran mayoría, del mismo modo se acomodó Yamagata. Kirara y Riku entraron al final; algo el la mirada de Kirara se desencajó al mirara a Murai, el séquito de éste reaccionó incómodo. —Basta, Kirara. Ya basta —pronunció la voz de Taiyo quién calmó el ambiente al instante, algo en aquella voz era cómo una brisa fresca en un caluroso verano. Takeda miró a Taiyo y sonrió —Este era tu lugar, por lo que me he enterado: Yamato no Taiyo —se inclinó ligeramente Takeda. —Yo no sería capaz de liderear un ejército como éste, continúa con lo que debes; Minamoto no Takeda — Taiyo imitó la ligera inclinación en señal de respeto mutuo, algo que también hizo hacia Shino y Tomoe. Algo que Haku le explicó entre susurros a Murai haciendo que este sonriera con calidez, para después bajar la frente, en vergüenza. —Seré breve— inició Takeda con decisión — Por mucho tiempo creí que sólo debía luchar por la justicia; pero esta guerra se trata de una lucha entre los que piensan que la justicia, se entienda lo que se entienda por dicha palabra, es más importante que la vida, y aquellos que, como nosotros, pensamos que la vida tiene prioridad sobre muchos otros valores, convicciones o credos —afirmó —Estamos aquí para evitar levantar un pueblo en cenizas; aun estamos a tiempo de impedir que todo arda. Por eso estamos separando nuestras diferencias, pelearemos hombro a hombro; porque no dejaremos que hombres sin visión y preocupación por la supervivencia vuelvan infértil el campo que todos nuestros antepasados se esforzaron por cultivar. —Me doy cuenta que estás listo para dar el discurso frente al nuevo ejército — asumió Murai. —Y asumir las consecuencias de ello —agregó Shino. Takeda afirmó —Prepárense, es momento de cabalgar a la guerra. Capítulo XXIII 風林火山 Fūrinkazan - Viento, bosque, fuego y montaña Campo de Hakusan [Takeda; Inagaki; Aki; Murai; Genichi; Masaharu; Yuzuki; Hayato; Togashi; Akihito; Rengo; Kyuzo; Kojiro; Riku; Aoi; Ryoshi; Dozan; Tsubaki; Seikanji; Noishi; Konan; Haku; Kushina; Ginko; Takano; Hashimoto; Kirara; Ukita; Hideyoshi; Shinrin; Misato; Yin; Matsuda; Yamagata] [Yurei: Kenzaburo; Ayame; Keitaro; Aoshi; Taiyo; Ujihisa] Todos se ataviaron de sus armaduras, montaron los caballos de los establos, fuera el suyo o uno proporcionado por las tropas. Todos portaban armas suficientes y los tambores seguían sonando con fuerza. Takeda apareció cabalgando, con su yoroi color azul, miraba al ejército mientras todos los que estuvieron en la audiencia se unieron a él; las únicas personas ausentes eran Murai; Tomoe y Shino, quienes tuvieron que permanecer en Hakusan con el resto. —No les permito morir —fueron las palabras de Murai a los suyos, lo hizo con gran dificultad; era evidente que él quería ir, él quería participar en la muerte de personas como Gendo, Saizo o Kuyo; pero no podía, sería un estorbo; pero sus venenos viajarían a la guerra. Lo que quedaba de él como guerrero útil. Takeda se notaba seguro; ya no había miedo en su mirada, ya no temía a la muerte. —¡No debemos temer a esta guerra! —inició su discurso completamente ataviado de su armadura azulina —No porque Gendo no sea un temible guerrero; es cruel, es despiadado, si; pero carece de honestidad y desconoce la palabra bondad. Todos los que lo siguen se rigen del egoísmo, y no podemos ser comandados por un hombre como él. Los guerreros afirmaban mientras sus miradas se tornaban más decididas. —¡LA JUSTICIA DEMANDA CREDIBILIDAD! —sentenció Takeda —juró servir a Akishino y lo asesinó sin un duelo justo; de la misma manera en la que Akishino asesinó a mi gente. Para mí eso no fue justicia, fue venganza, traición—negó — Y así les arrebataremos el Estado a todos los Mori; sus líneas se insubordinarán porque su líder nunca ha sido sabio. Los guerreros comenzaron a gritar emocionados, secundando a Takeda. Algunos levantaban sus armas; otros simplemente afirmaban con vehemencia. La idea básica de liderazgo es saber lo importante que son los militares para el país. Un líder debe marcar la pauta para el grupo, y por ello decide establecer su propia inteligencia y rectitud personal, preservando la humanidad desde el principio hasta el final, convirtiendo la justicia en su lema. —Es momento de aprender a diferenciar la típica reivindicación fanática: si pienso que algo es malo, lo aniquilo junto a todo lo que lo rodea —se llevó la mano al pecho —Yo he cometido ese error, y ahora vivo con ese peso; un mal dogma guiado por una rectitud y una creencia que me fueron inculcados, ejecuté como un buen guerrero, llevé mi justicia a dónde creía correcto —negó — Los que queman ciudades porque un hombre les contestó de la manera que a su parecer era equivocada —apretó el puño —Los que mutilan a antiguos compañeros para vanagloriarse con alguien que tiene mayor poder —volvió a colocar su mano al pecho —Los que toman una vida para evitar mayor insubordinación. Sólo nos diferenciamos de Gendo Mori por la magnitud del crimen; más no por la naturaleza de estos. Estas palabras llegaron a las personas más cercanas a Takeda, a los que conocían su recorrido, su historia. Cuando esa sabiduría se va acumulando con el tiempo, produce un señorío interior sensible y perceptivo. Cuando se acumula en abundancia y durante largo tiempo, este señorío se va haciendo cada vez más completo, de manera que intuye y discierne todo sobre las cuestiones guerreras y marciales, grandes y pequeñas, específicas y generales. —Yo también era un pequeño fanático, con ínfulas de superioridad moral, sordo y ciego a todo discurso dispuesto a concretar mi venganza. Hoy me levanto frente a ustedes golpeado por la realidad, cada cicatriz; cada carencia; cada derrota me han formado, hoy, por casualidad me he hecho aliado del clan a quién consideraba mi enemigo por mentiras implantadas en todos nosotros para desviar nuestras miradas del verdadero problema: líderes ineficientes. Soldados afirmaban; chocando armas con hombres valientes de Shimane, de Shizuoka, de Ishikawa; eran un ejército. Un estandarte. No era el Minamoto. —¡Sacrifiquémonos hoy, impongamos incluso que los demás se sacrifiquen hoy, de forma que nuestros hijos hereden un paraíso en el futuro! ¡ESTE ECLIPSE RECLAMA NUESTRA PRESENCIA! ¡MOSTREMOS QUE A PESAR DE TODO, PODEMOS VENCER ESTA CEGUERA TOTAL A LA QUE NOS HAN IMPUESTO! —Exclamó Takeda Cuando alcanza la perfección, coincide con el Cielo y la Tierra; metamorfoseándose como fantasmas y espíritus. Esa es la realización total de la sabiduría guerrera. La virtud se expresa a través de la sabiduría; la sabiduría se estabiliza mediante la virtud. —¡Rápidos como el viento, silenciosos como el bosque, rudos y devastadores como el fuego, inmóviles como una montaña! — Recitó su líder, Takeda. —¡TAKEDA! —Gritaba el ejército el cual habían adoptado un nuevo clan, uno que se formaba en aquel momento. El clan de los cuatro rombos se volvía el clan Takeda. Y este clan retumbaría en todo Japón. El ímpetu del ejército sobresalía con los gritos que clamaban por Takeda; y fue entonces que este miró a sus más cercanos, aquellos que se mantenían en sus caballos muy cerca de él, esta vez, su voz era sólo para ellos. —Yo no vengo aquí a decirles que me acompañen a matar a los hombres que consideramos viles; muchos guerreros del ejército enemigo son como nosotros, hombres y mujeres que pelean porque creen que es lo correcto. No los incito a levantar sus armas y satisfacerse de la muerte de alguien; no podemos responder con la misma crueldad, no es matar por goce; esto no es una celebración hacia la libertad, esto es una carnicería por tratar de obtenerla. No quiero que olviden eso, no quiero que me dejen olvidarlo. Takeda avanzó mientras los demás seguían. Se reunirían con lo que faltaba de su ejército en Sekigahara, en la prefectura de Gifu. Pero antes, Ukita; Hashimoto; Rengo; Yuzuki y Togashi se separarían para continuar sus misiones, una que parecía llevarlos a Fukui, la prefectura aledaña a Kioto. Era tiempo de las despedidas, si es que había. Contenido oculto Bruno TDF Zireael Nekita Ayeah Monpoke rapuma Slam Ikoma-kun John Whitelocke
Ginko Harutomo No sabía en qué momento había pasado de estar en la clínica a la sala de conferencias del cuartel, el opio le estaba afectando seriamente la memoria. Buscó entre su equipaje para comprobar si al menos traía consigo los medicamentos que había comprado con el descuento que consiguió. En eso empezaron a aperecer más personas a la reunión, había muchas caras conocidas. Luego llegó Takeda, a quien Ginko saludó efusivamente desde donde estaba, a pesar de la atmósfera seria que se respiraba. Y eso no era todo, detrás de Takeda venía el fantasma de Kenzo —¡Querido comandante! ¡Qué alegría volver a verlo!— le gritó también desde su lugar. Las palabras que les dirigió Takeda después fueron profundas e inspiradores, como siempre, extrañaba sus discursos. Finalmente, se dirigieron a la batalla y Ginko tomó un caballo prestado, consultando primero el nombre del mismo con el personal del establo. Junto a él debería ir el fantasma de su tío. —Eres intangible, pero te puedes subir al caballo. Todavía no entiendo como funcionas— se dirigió a Ujihisa desde arriba de la montura —¿Puedes tomar posesión de animales? Porque serías el más inteligente de los caballos y yo podría ser tu veterinario— agregó con picardía, mientras observaba cómo todos comenzaban a movilizarse —¿Con quiénes prefieres que vayamos? Te dejo alegir escuadrón, que a mí eso no se me ha dado muy bien—