Sinceramente no era que comprendiese las implicaciones de heredar un imperio como varios de mis queridos compañeros de clase, en lo absoluto. Brennan a regañadientes me había cedido Bunkyō, pues eso acabaría asociándome directamente con las sombras que él quería abandonar, pero era más un trato, un intercambio. En nada se parecía a heredar algo por línea sanguínea desde una figura paterna o materna, grandes monstruos como las mafias extranjeras tenían el poder de absorber a las personas sin pedir permiso. No envidiaba a personas como Diekmann, que aceptaban la sucesión Ni Dunn, que la rechazaba con violencia. —Se encuentra de todo, sí —convine. Después atendí a su respuesta con cuidado mientras comía algo más, a medio camino de un bocado se me ocurrió que el arte siempre era problemático tarde o temprano. No dije nada, más allá de eso pensé que la chiquilla seguro tenía memoria fotográfica lo que era casi un privilegio para un artista y también que la muchacha tenía acceso a joyas de las buenas. No vi qué contestarle, la verdad, así que guardé silencio y no cuestioné las libertades que seguramente se estaba tomando para hablar conmigo ahora. —Jugar videojuegos —respondí sin problema a su siguiente pregunta, pues porque seguíamos teniendo una charla de gente normal—, aunque eso se desprende del arte, más o menos. Al menos yo considero los videojuegos una mezcla de formas de arte. ¿Y a ti?
Seriamente, me lo estaba tomando muy en serio esto de hablar con Rowan como si fuéramos personas normales. Era lo más normal de la vida, no creía que estar con otros de los apestados fuera así como lo estaba haciendo ahora. Volví al asiento frente al lienzo para terminar de acomodar el anillo y el collar, fruncí un poco el ceño al darle el último retoque, apenas y escuché lo que dijo. En algún momento había detido la canción de uno de los auriculares, así que la volví a encender, pero aún mantenía solo uno puesto. Lo que me dijo después de haber respondido la pregunta que le hice asistí en poco a todo lo que dijo, no dije nada hasta algunos segundos. —Me gusta practicar la esgrima con unas de mis amigas en nuestro tiempo libre —no lo miré ni nada—. Pero normalmente lo hacía por practicar con mi hermano —sonreí—. Aunque lo que más ocupada mis tardes es el ajedrez. Simplemente, porque la reina de tablero hacía mucha referencia de mi puesto en el mundo, más inseguro del planeta. —¿Lo has jugado alguna vez? Si deseas algún día de estos, podemos jugar. Deje la pregunta mientras dejaba el lápiz aun lado y miraba el lienzo ya acabado, en eso saque la lámina y sonreí antes de girarme a Rowan. No sin antes ya haberle puesto mi firma al final. —Puedes quedartelo —murmure—. Siempre que dibujo les doy a la personas de mi alredor lo que hago, es una costumbre que tengo. Contenido oculto Eda preguntandole la misma pregunta que le hizo Jean a el y a Tora jajaja. Holiss perdoname la demora, no tenía Internet hasta ayer. Pero hoy es el último día, asi si no alcanzo o algo fue un gustazo.
La charla se dejaba llevar, no era mortalmente interesante, pero era mejor que ponernos aquí a medir la peste de nuestros trapos sucios. Era una conversación simple entre compañeros de escuela, algo de lo que nunca me privaba, y pensé que a su manera era una forma de conocer a esta chica y podría replicar el escenario con algunos otros personajes si fuese necesario, aunque no me quitaba el sueño. A diferencia de mucha de esta gente mi mayor problema era mantener a un grupo de gente bastante reducido y administrar un bar, ni más ni menos si no mencionábamos el embrollo con Shimizu y Sasha. —Esgrima y ajedrez —rescaté luego de comer el último bocado—. La agilidad de los soldados y la estrategia de los generales, curiosa combinación. Me permití una risa baja que no cargó ninguna intención extraña y negué con la cabeza a su pregunta. Nunca me habían interesado mucho los juegos de estrategia, la verdad fuese dicha, de hecho hasta los acertijos en los videojuegos solía hacerlos de cualquier forma hasta que por puro azar encontraba la solución. —Puedes enseñarme lo básico algún día si quieres, aunque no prometo ser un buen alumno. El comentario me resultó algo ambiguo luego de haberlo dicho, pero en realidad no lo había dicho con ningún motivo oculto ni nada, simplemente me salió así. Como fuese, asumí que el receso ya casi terminaba cuando vi a Diekmann sacar la lámina por lo que cerré el bento. Esa fracción de tiempo le permitió a ella girarse y cuando quise darme cuenta me estaba entregando el dibujo, así como si nada. —¿De verdad? Gracias —dije con una pizca de emoción. Era un dibujo y carecía de una referencia fotográfica o en vivo, ¿pero era descabellado pretender replicar una joya a partir de esto? Tal vez pudiera averiguarlo, algo de trabajo para no perder las técnicas nunca caía mal. Con la idea en la cabeza, sujeté el dibujo con cuidado, me bajé del banco y lo moví a un costado de la sala, de donde lo había tomado, para finalmente volverme hacia la chica. —¿Subimos juntos? Contenido oculto y por acá iría cerrando uvu gracias por la interacción <3 si Eda le dijera que sí, pues asumes que subieron juntos a clase