Reino de Fayar Ayra, el lucero de Fayar

Tema en 'Final Fantasy: Crimson Sky' iniciado por MrJake, 14 Julio 2021.

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  1. Threadmarks: Ingredientes gourmet
     
    MrJake

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    Mark sonrió ante las palabras de Roxy, casi halagado al escuchar que le ayudarían. Asintió vehementemente, y dijo:

    —Claro, claro. Os acompaño, por supuesto. Pero con perfil bajo y eso, por favor —dijo, aclarándose la voz—. Soy el Rey y esas cosas, algunos me reconocerían por Fayar.

    Míralo, oye, bien creído se lo tenía, en el fondo, ¿eh?

    En fin, con la compañía excelentísima del gran Marcus, el grupo caminó por la ciudad de Ayra hasta llegar al barrio bajo, donde Mark paseó con toda tranquilidad, sintiéndose como en casa. Fue en un pequeño puestecito de comida que había allí cuando se detuvo, probando una de las pequeñas muestras de carne especiada que tenía allí como prueba. Se relamió, impresionado.

    —¡Wow! ¡Esto está buenísimo!

    El hombre, que claramente no reconoció el rostro del Rey vestido de paisano, sonrió. Era un hombre que parecía anciano, con rostro oscuro y ropas que parecían ser algo más formales para lo esperado en alguien que vivía en esa zona.

    —¿Le gusta? Es mi receta especial, con una mezcla de especias única y los mejores cortes de carne... de aquella carne que me puedo permitir, claro.

    —Buaf, pues está buenísima, de las mejores que he probado —comentó Mark, aunque su criterio culinario quizá no era el mejor de todos... pero las muestras de carne tenían muy, muy buena pinta, desde luego—. Usted es bueno, sin duda, ¿qué hace que no tiene un negocio bien puesto?

    El hombre suspiró.

    —Sí, solía ser un chef reconocido, con mi propio restaurante en la zona alta de la ciudad... pero tuve que cerrar cuando empecé a tener pérdidas.

    —¿¡Pérdidas!? ¿Con esos platos tan deliciosos?

    —Es que esos platos serán deliciosos, pero no son de la mejor calidad —afirmó, suspirando—. En mi restaurante ofrecía calidad de verdad, únicamente. Considero que la verdadera cocina gourmet es aquella que emplea la mejor calidad para crear los mejores platos. Pero la gente parecía no entenderlo, y proliferaron, especialmente en época de invasión eleana, otros negocios más baratos y de peores calidades. Tuve que cerrar y retirarme a este puestecito. De todas formas ya me jubilaré... pero me quedé con las ganas de realizar un último plato, ¿sabe usted? El mejor plato de la historia, hecho con los mejores ingredientes.

    —Me interesa, me interesa mucho, ¡cuénteme! —Mark estaba completamente entregado a la causa, parecía.

    El hombre alzó las cejas, sorprendido de despertar tanto interés, y asintió. Se acercó algo a Mark, como quien iba a contar un secreto, y dijo:

    —Existen seis ingredientes de los que hablan todos los chefs de calidad... los seis ingredientes gourmet, como les llaman, dispersos por toda Ilumbra, pero de calidad extraordinaria. Sueño con buscar la forma de conseguirlos y combinarlos todos en un único plato, por dispares que sean sus sabores. Anhelo poder lograrlo, pero es un sueño al que este viejo nunca podrá aspirar... y es un sabor que quizá nadie apreciaría lo suficientemente bien.

    Mark dio una palmada.

    —¡Yo, yo lo aprecio! Cuéntenos, cuéntenos. Mire, estos señores de aquí —señaló a Jazz y los demás— le consiguen, fijo, todos esos ingredientes, ¡que son viajeros de primera! ¿Cuáles son? ¡Cuente lo que sepa!

    El chef seguía algo impresionado, pero, al final, el entusiasmo de Mark le sacó una sonrisa, y empezó a hablar.

    —Vale, pues, escuchen...

    >> Las llamadas trufas exquisitas son un tipo de hongos de color blanquecino, con tonos rojizos, que tiene un sabor excepcionalmente intenso, y permiten crear deliciosas salsas y aromatizar platos de forma única. Son, de hecho, de los ingredientes más caros del mundo, y es que solo pueden conseguirse cazando a unos monstruos parecidos a hongos pero muy particulares y escurridizos; sin duda criaturas extrañas que algunos niegan siquiera que existan. Y es que los únicos registros que hay de estos monstruos aparentemente pacíficos y curiosos se ubican por Áurea, en registros bien guardados del gremio del bosque. Supongo que si alguien sabe algo, serán ellos.

    >> Existen cortes de carne sublimes, sin duda, pero ninguna como el cordero excelso. Una carne delicada, llena de sabor, con pequeñas capas de grasa que se pueden dorar y sazonar para darle una riqueza increíble. ¿El problema? Aparentemente solo se consiguen del cuerpo diminuto de unos pequeños monstruos con forma de corderos o cabritas, pero... monstruos que se ve que son endemoniadamente fuertes. De hecho viven en algún lugar llamado algo del diablo, del demonio, algo así. Criaturas demasiado peligrosas como para merecer la pena cazarlas, todo para, además, conseguir solo un par de filetes de buena calidad de sus cuerpos, a lo sumo.

    >> Por otro lado, el caviar extraordinario es una de las mayores delicatessen que he podido probar nunca, ¡y este ingrediente he tenido la suerte de utilizarlo! A mí me lo traían pescadores de Laahr que se adentraban al océano bien profundo y pescaban lo que ellos afirmaban que eran "terrores marinos", monstruos cetáceos increíblemente peligrosos. Esos pescadores ya fallecieron, por desgracia, muriendo en un ataque a su temerario navío... pero en esos océanos debe haber más de esos monstruos, cuyas huevas aportan un sabor y textura increíble a cualquier plato, ¡qué magnífico sabor!

    >> En cuarto lugar tendríamos la pitaya extraña, una fruta de un intenso color rosado que se dice que tiene un sabor dulce y aporta un color rosado o rojizo como ningún otro a cualquier plato. Es una fruta sumamente exótica, sin embargo, que solo crece en lugares tropicales. Además, haría falta cultivarla desde cero, prácticamente, y conseguirla debe ser una hazaña increíble, pues es una fruta que solo nace tras combinar distintas semillas ya de por sí exóticas... conseguir una debe ser toda una hazaña, sin duda, pero solo por el color y los tonos dulces que puede aportar debe ser fantástico, ¿no os parece? La llaman "fruta del dragón", incluso.

    >> Puedo hablarles, también, de los granos extravagantes, algo que jamás he visto, pero que un cliente extranjero que decía provenir de Garladia me aseguró que existían. Me parecen una maravilla de la cocina, en caso de existir, porque se dicen que son una suerte de cereales que, depende de cómo se cocinen, pueden servir para todo: para usarlos como arroz, como cuscus, como cereales dulces... ¿se imaginan las innumerables posibilidades de algo así? Eso sí, el cliente me contó que solo un hombre conocía la forma de obtenerlos, y era un nómada recluido en unas ruinas o algo así, un tipo tan extravagante como sus cereales.

    >> Finalmente, el mejor condimento o especia que puede encontrarse no es otro que el azafrán exótico, que aporta un aroma y enfatiza los sabores de un buen guisado o de una salsa de una manera inigualable. La pena es que ese ingrediente puede estar incluso extinto... solo se obtiene de unas flores que crecían en huertos de las zonas más frías de Hashmal, y allí las trabajaban y extraían sus pistilos para crear esta especia. Pero claro, eso era cuando había civilización allí. Con la destrucción y el abandono del continente, no creo que queden mercados donde se vendan, por desgracia... quizá este ingrediente lo hayamos perdido para siempre.

    El hombre suspiró.

    —D-Disculpen por las historias de viejo, ay. No quería aburrirles-

    Pero Mark le interrumpió, dando golpecitos con el dorso de la mano en el pecho de Jazz.

    —Has oído todo, ¿no? Si vais por ahí, ya podéis buscarle a este buen hombre esos ingredientes, eh. ¡Yo ese super-plato lo tengo que probar! Ah, y, a propósito... ¿cuánto por un kebab completo con esa carne suya? ¡Me llevo dos para el camino ahora mismito!


    Misión activada: "Los ingredientes gourmet": consigue y entrégale al chef una unidad de los seis ingredientes gourmet: trufa exquisita, cordero excelso, caviar extraordinario, pitaya extraña, granos extravagantes y azafrán exótico.
     
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    Roxy ♥

    Nuestro querido Mark, que era muy lindo pero no el más brillante de la camada, pareció activar un mecanismo que nos metió en un buen lío. Dejadme decir que buscar a un consejero atrapado en cualquier sala de aquella cripta enorme mientras las paredes se iban cerrando a nuestro alrededor no era una experiencia para nada divertida. De todos modos, Jazz tomó el liderazgo en un repentino acto de benevolencia y, sorprendentemente, conseguimos rescatar a Hashim y salir sanos y salvos.

    —Bien hecho~ —le dije al muchacho una vez estuvimos fuera, dándole un beso en la mejilla antes de acercarme a escuchar lo que hablaban Mark y Hashim.

    Al parecer, el tío llevaba ahí metido días, o incluso semanas, y eso significaba que la persona con la que habíamos debatido no era más de una mísera copia. Descubrir todo aquello estaba muy bien, pero había algo que no cuadraba del todo en el asunto. Quería decir... ¿el bicho aquel de barro había hecho todo eso él solo? ¿Para qué querría él dominar todo un país? ¿Y cómo había llegado a copiar a Hashim de aquella manera? ¿Podía salir de la cripta sin más...? Demasiadas preguntas sin respuesta.

    >>Algo me dice que detrás de esto hay mucho más que no sabemos —dije en dirección a Fauna, justo antes de dejar salir un suspiro pesado—. Pero, ¿la verdad? Solo quiero volver a Ayra e intentar descansar un poco después de todo... Así pues, ¡andando!

    Y así, nos subimos al Starlight para salir de la isla y volver a la capital.
     
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    MrJake

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    Al llegar a Ayra, Mark se aseguró de llevar a Hashim a un lugar seguro donde pudiese descansar, y acto seguido lo vieron dirigirse al Palacio apresuradamente. Al pasar junto a Roxy y los demás, les hizo un gesto con la mano, indicándoles que le siguiesen. Se adentró en el edificio seguido por los demás, y nada más hacerlo, Dalila, la consejera puesta al cargo en ausencia de Mark, lo abordó.

    —¡Rey Mark! Es terrible, ha pasado algo extraño, Hashim ha... de repente él... empezó como a derretirse, y...

    Mark, sin embargo, asintió con toda tranquilidad, puso las manos en los hombros de Dalila y dijo:

    —Lo sé, lo sé. No te preocupes. Ese no era Hashim. Es... una historia muy larga. Escúchame, quiero que cojas a nuestros médicos y acudas con ellos a la posada de la zona alta, ¿sí? Allí está actualmente el verdadero Hashim, y va a necesitar atención médica rápido. ¿Me harías ese favor?

    —N-No entiendo nada... pero... claro. Lo haré.

    Mark asintió.

    —Bien. Nos vemos luego. —Y, con instrucciones dadas, se giró hacia el grupo—. Sigamos. Hashim me ha dicho dónde tiene las verdaderas anotaciones de Kalef, dice que lo entenderé todo mejor si las leemos. Me dirigía hacia allí ahora mismo.

    Caminaron, pues, hasta lo que parecía el despacho de Hashim, y Mark rebuscó entre sus cajones, encontrando un fondo falso del que tiró para revelar papeles envejecidos pero bien conservados. Los colocó sobre la mesa y los desplegó, repartiéndolos por todo el lugar. Rebuscó rápidamente entre ellos, y Fauna y Aidan le ayudaron... hasta que la chica señaló a un papel en concreto.

    —Aquí. Habla de la Cripta.

    —Ah, genial. Lo leeré en voz alta.

    Y Mark empezó a leer.


    "Al fin he logrado entender el propósito de esa cripta. Lo encontré entre las cosas de mi padre, ahora que tengo el Palacio a mi disposición tras su muerte. Registros de mis antepasados, Reyes de Fayar, hablan de la llamada "Cripta de Bismarck". En un inicio, aquello era un sistema de cuevas en cuyo fondo se encontraba una estatua en honor a la leyenda de Bismarck, la ballena legendaria que mi hermano Raif se empeñó en usar como símbolo de su "rebelión". Comprendo entonces que la estructura del lugar y la propia estatua morarían allí desde hacía mucho más tiempo del que el Reino de Fayar empezó a existir como tal; pero solo eran cuevas, y no una cripta. La cripta debió surgir aprovechando esa construcción, cuando necesitaron, en guerras y conflictos pasados, un lugar donde apilar a numerosos cadáveres que no podían enterrar con normalidad. La cripta surgió en un inicio como homenaje, y terminó siendo aprovechada con el propósito de albergar los horrores de las guerras.

    Pero mucho más tarde... se le acabó dando otro propósito más. El de una prisión.

    Al parecer, un hombre apareció por aquí, por estos lares, años ha. Un hombre que se acercó a mi ya anciano abuelo, Abdhel II, y sus dotes mágicas y habilidades extravagantes le sorprendieron gratamente. Por eso, logró actuar como consejero real a su lado, ofreciendo sus servicios de manera aparentemente leal y fiel por bastante tiempo. Pero mi abuelo, en sus registros, muestra... algo de sospecha hacia este hombre. No porque le fuese desleal, sino porque era un enigma: no se sabía de dónde provenía, ni cuáles eran sus intenciones. Solo apareció allí un día, sin más, y mostró un especial interés en el Rey y en sus quehaceres, mostrándose además como una baza útil para esos menesteres. En todo caso, mi abuelo mantuvo el ojo encima de él, y sus espías descubrieron cosas interesantes.

    Su magia, su extraña magia, le permitía hacer cosas... extrañas. Lo pudo observar a través de sus espías entrando en lugares y nunca más saliendo, y de pronto aparecía en otros sitios diferentes. Quizá accedía a prostíbulos o bares, pero luego era encontrado en la otra parte de la ciudad, sin razón aparente. Creían, en un inicio, que era alguna magia de teletransporte, pero... al final descubrieron su truco. Muertos y heridos iban apareciendo misteriosamente por la ciudad, y descubrieron que él, el consejero, era el culpable. Cuando "desaparecía" y luego aparecía en otro lugar no lo hacía por su magia, sin más: lo que hacía, en realidad, era asaltar a alguien y tomar su rostro, su aspecto, todo de esa persona. Por eso "desaparecía", porque cambiaba de cara. Era una habilidad que mantuvo oculta mucho tiempo, pero que, al final, Abdhel II acabó descubriendo. Y por supuesto, lo confrontó, pero no para despedirlo, sino para pedirle usar esas habilidades suyas en su favor. Y lo comprendo, claro: era un don demasiado valioso como para dejarlo escapar, claro.

    Estuvo actuando como espía de mi abuelo un tiempo, y no como consejero. Pero el tipo... parecía insistente en algo que mi abuelo no quiso mencionar en sus registros. Parecía que, como pago por esos servicios, quería obtener gemas y objetos diversos, y mi padre, en ese momento un príncipe, siempre tuvo sospechas de que andaba tras algo en concreto, algo que ninguno de los dos parecía querer mencionar específicamente. Algo que asumo importante, claro, pues parecía ser toda la motivación de nuestro extraño espía.

    En todo caso, el abuelo murió, dando paso al reinado de mi padre, y las cosas cambiaron para este tipo "cambiaformas". Mi padre lo describe en sus memorias como un hombre "particular, extravagante, y demasiado fijado en un propósito específico", y manifestó tenerle cierto... respeto a sus poderes. Era un poderoso aliado, sin duda, pero no querría tenerlo como enemigo. Y con todo, esos poderes parecían empezar a deteriorarse, poco a poco. Mi padre explica cómo el cambiaformas parecía ajarse cada vez más, y cuando usaba por mucho tiempo una misma cara, esta empezaba como a... derretirse, lentamente. El aspecto que usaba frecuentemente ya no era una opción, deteriorada su máscara, y a cada máscara que perdía, el comportamiento del tipo se hacía más errático, y sus copias duraban menos, y menos. Según mi padre... actuaba como una especie de morfomante, uno que pierde la razón poco a poco. Pasado un tiempo empezó a actuar por impulsos, más que por propios deseos. Como un verdadero monstruo movido por una idea fijada en su mente, pero sin razonar completamente. Y alguien así, alguien tan descontrolado, debía ser contenido.

    Por eso, mi padre lo encerró en la cripta, la cual modificó para que se sellase para siempre. No quiso matar a esta... criatura, más que hombre, porque consideraba que podría llegar a serle útil en un futuro; pero sí que consideró que lo mejor era sellarlo para siempre. Con todo, como sabemos, hoy en día la cripta está abierta, imagino que porque los piratas y otros marineros, como dicen los rumores, la encontraron y la abrieron. Se rumoreó siempre que nadie consiguió salir de allí con vida... y ahora me pregunto si eso es totalmente cierto. Si ese hombre, sigue allí abajo, y si su proceso de "deterioro" era similar al de un morfomante, entonces lo que se escondía ahí abajo debía ser poco más que un monstruo... pero uno que una vez fue hombre, que tuvo inteligencia, y que tenía un claro propósito: algo en posesión de mi familia, quién sabe qué. Y uno capaz de copiar a cualquier persona. Si fuese capaz de salir de allí, ¿quién sabe cuántos piratas y otros hombres no habrá podido copiar? ¿Quién sabe si seguiría allá abajo, o quizá haya salido, con otro rostro, hasta que este se deteriorase como solía pasar?"


    Mark paró de leer en voz alta, alzando la cabeza por un segundo. Luego pasó el papel y le dio la vuelta, leyó algo más para sí, y quedó enmudecido.

    —Habla... habla de ti aquí, Rox —musitó, tragando saliva.

    Luego siguió leyendo en alto.


    "La chica que apareció el otro día me recuerda mucho a esas historias sobre el consejero real, el cambiaformas. Una chica que aparece de la nada, que se ha interesado por cierta gema en posesión de mis padres, de un origen desconocido y con... sorprendentemente útiles y extrañas habilidades mágicas. Roxy, es el nombre que utiliza. La mantendré bien observada; si tiene algo en común con aquel otro hombre, sé dos cosas de ella: una, que me será útil siempre que le ofrezca pequeñas migajas del que parece ser su objetivo, y dos... que probablemente tenga los días contados. Si bien pudo no morir, el cambiaformas sin duda perdió su raciocinio, sus poderes, su humanidad. Y Roxy, que tanto en común tiene con esas historias, puede ser algo parecido. Tengo que aprovechar bien su ayuda en tanto que siga cuerda; sus intereses pueden no ser los mismos que los míos, pero sus habilidades sin duda son provechosas, y puedo contentarla por el momento; mi Resistencia, posiblemente, de un agigantado paso hacia la victoria si la manejo con cuidado a ella y a sus poderes.

    ¿Es, siquiera, humana, o quizá algo diferente? ¿Tiene su origen algo que ver con los morfomantes? Morfomantes... gente fascinante, sin duda. Quizá debería analizarlos también a ellos con más detalle. Quiero entender el proceso por el que un humano se convierte en monstruo, pierde la razón y acaba atacando a sus congéneres. Quiero saber si ese proceso se puede controlar, se puede domar. O incluso si se puede frenar. Un ejército de animales o monstruos sin propósito es demasiado descontrolado, y uno de humanos es demasiado débil ante el poderío militar de Elérea; pero, ¿uno de monstruos con cierto control sobre sus acciones, pero sin capacidad para cuestionarse su propia existencia lo suficiente, sin tener miedo por sus vidas, sin cuestionar órdenes? Eso será, sin duda, lo suficientemente poderoso y amenazante como para mantener Fayar protegida de posibles represalias por mucho, mucho tiempo.

    Y quizá observar y estudiar a Roxy, en tanto pueda, me ayude a entender cómo funcionan esos morfomantes. Y a entender, tal vez, cómo funciona también ella".


    Fauna miró a Roxy, tragando saliva, cuando Mark terminó de leer.

    —El "cambiaformas" del que habla Kalef... posiblemente fuese ese monstruo con el que peleamos. No... no era del todo un monstruo, sino un morfomante. Uno que quizá no perdió del todo la cabeza.

    Mark, sin embargo, negó con la cabeza.

    —No, tampoco. No era un morfomante. Creo que Kalef asoció los dos conceptos, pero... que eran cosas diferentes. Aquel hombre, el consejero de Abdhel II, no era un morfomante, solo... un hombre con unos poderes mágicos extraños que se fue consumiendo con el tiempo. Aunque el proceso sea parecido, no son la misma cosa.

    Fauna asintió.

    —Supongo que... tienes razón. —Instintivamente, volvió a mirar a Roxy, preocupada.

    Ya... un tipo con una fijación clara en "una gema", con magia extraña, capaz de "absorber" los rostros de otros y toda su personalidad, básicamente un lienzo vacío que copiaba cualquier cosa, y... un lienzo destinado a romperse tarde o temprano. Era lógico que Kalef lo asociase a Roxy. Porque sonaba terriblemente parecido a otro "experimento" de la Soberana, de Flamair. A uno de esos prototipos que el científico dijo que probó sin éxito previamente. Uno con la misma misión que le mandó a ella.

    Antes de que se diese cuenta, sin embargo, Mark estaba frente a ella, y le puso una mano en el hombro. La miró de frente, serio.

    —Rox... tú no eres como ese monstruo. Kalef pensaba que eras parecida, pero... no lo eres. Eres mucho mejor que él, no me cabe duda.

    Rebuscó entre sus bolsillos entonces, y sacó el pequeño tridente que había encontrado en la cripta, extendiéndolo ante ella.

    —Ten. Quiero... darte esto. No lo quiero para nada. Ahora que sé la verdad sobre la cripta, este tesoro no me interesa. No tiene... nada que ver con ser un Rey. Todo lo que ese doppleganger quería, estoy seguro, era llegar hasta mí. Su cuerpo real estaba débil, y probablemente no podía salir de allí, pero sí podía mandar a sus copias. Y todo cuanto quería era provocarme para que me acercase a la cripta, copiarme, y usarme para llegar a esa puñetera "joya" que tanto buscaba. Era lo único que parecía tener en la cabeza, y como lo asociaba con algo que el Rey de Fayar tenía, tan solo quería provocarme. Quién sabe si no llevaba ya tiempo tratando de lograrlo, copiando a otra gente y tratando de manipular a Kalef de alguna forma. Pero claro, Kalef era demasiado listo... y yo, pues... soy un idiota.

    Zarandeó la cabeza, y soltó el colgante en las manos de Roxy.

    —En fin. Lo positivo es que soy tan idiota que ni siquiera sé nada de esa gema que buscaba, así que estaba condenado a fracasar. Pero, ¡hey! Logramos eliminarlo para siempre. Eso era lo que Hashim quería hacer desde un principio, por cierto: Hashim fue a la Cripta precisamente porque temía que uno de los miembros del Consejo fuese un infiltrado. Al leer estos documentos de Kalef, empezó a crecer en él la paranoia de que cualquiera, incluido yo mismo, podríamos ser una copia, y quiso lanzarse a acabar con el monstruo. El muy idiota al final fue el que se convirtió en el infiltrado, con la tontería.

    >> Bueno. Supongo que con esto... toda esta puta crisis de la guerra y los recursos se ha acabado, ¿no? Eso no quita que no tenga problemas por delante, claro. Joder si tengo. Pero... gracias a vuestra ayuda, creo que al final sí conseguí lo que iba a buscar a esa cripta. Una razón para creerme de verdad que soy digno de ser el Rey. Quizá no sea el más listo o estratega de todos los reyes; joder, creo que soy el más estúpido con diferencia. Pero... eso necesita Fayar, me parece. No a alguien estúpido, pero sí a alguien inocente. Cuando he leído en esos papeles que Kalef planeaba usar un ejército de morfomantes sin raciocinio como "mecanismo de defensa", o cómo su padre pensaba en dejar vivo a ese cambiaformas solo "por si acaso" le era útil... ¡joder! En la vida pensaría en algo así. Si casi me quedo encerrado ahí abajo solo por salvar a un Consejero que precisamente podría ser un traidor, coño.

    Negó con la cabeza.


    —Kalef se ganó que su mejor amigo lo viese como un peligro. Abdhel y sus antepasados tuvieron que orquestar verdaderos esquemas para mantener su poder y defenderse de asesinos, espías, amenazas constantes. Eran listos, pero maquinaban todo el tiempo, como si necesitasen tener planes por si los otros planes salían mal. Yo... soy más sencillo, y creo que es lo que hace falta para sacar Fayar adelante. Menos esquemas, menos intrigas, y más sencillez. Más genuidad.

    Aidan alzó las cejas, sorprendido del discursito de Mark, y le pasó una mano sobre el hombro.

    —Di que sí, Marcus —comentó, sonriente—. ¡A mí me gustas como Rey!

    Maya asintió.

    —A mí también, eh. Ere' un tío guay. Un poco lelo, pero ezo 'ta bien, creo.

    Fauna sonrió, también.

    —Estoy de acuerdo. ¡N-No con lo de "lelo"...! Sino con... lo de que me pareces un buen rey. Creo que "inocente" no es la palabra, eso sí. Lo que te hace diferente no es la inocencia, es... la bondad. Y eso necesita el pueblo ahora, creo. A alguien bueno como líder.

    Una vez más, Mark sonrió, conmovido.


    Tiempo después, todos se despidieron y fueron saliendo del Palacio, uno a uno. Mark, sin embargo, llamó en el último momento a uno de los presentes.

    —¡Rox! Antes de que te vayas...

    Algo sonrojado, buscó entre sus bolsillos, y le entregó... ¿un anillo? Sí, un anillo de oro, con una pequeña perla reluciente en la parte de arriba.

    —Te quería dar esto —dijo, desviando ligeramente la mirada—. Es un... anillo de compromiso. Lo cierto es que lo llevo guardando desde hace tiempo; ahora que tengo algo más de pasta, me lo puedo permitir, claro. Antes habría tenido que robarlo o algo así, je —zarandeó la cabeza, y miró entonces a la chica, llevándose una mano a la nuca—. N-No quiero decir con esto que te proponga matrimonio ni nada, eh. Pero... tampoco quiere decir que no te lo pida. M-Mira, sé que tienes otras muchas cosas importantes que hacer, pero a mí me has marcado profundamente, ¿sabes? Si no te hubieses cruzado en mi camino, creo que jamás habría tenido las agallas para rebelarme contra Kalef; y creo que habría acabado dejando que el país se metiese en una guerra absurda, incapaz de parar los planes de ese bicho, ¡o quizá incluso habría acabado enterrado con él en la cripta mientras una copia igual de guapa, pero mucho menos interesante que yo, tomaba mi lugar en el trono! Sea como sea, me das fuerzas, no sé. Serías una gran consejera para mí... o una gran Reina, claro.

    Suspiró una vez más, e hizo un gesto con la mano.

    —... el punto es que quiero que tengas un recuerdo de mí. Yo no puedo acompañarte, me tengo que quedar en Fayar. Pero si vienes por mis tierras, estaré encantado de ayudarte a lo que necesites, claro. Aun así, sospecho que acabarás yendo mucho, mucho más lejos, y me jode no poder estar allí para apoyarte. Así que he pensado que, si llevas este anillo contigo, no sé. En cierto modo tendrás un trocito de mí cerca, ¿no? Y... bueno, cuando todo acabe, si quieres, aquí tienes un hogar. Ese anillo es de compromiso, después de todo, pero no he especificado qué compromiso es el que hago contigo. Así que lo hago ahora: me comprometo a prestarte a ti y a tus compañeros la ayuda del Reino de Fayar siempre que lo necesitéis, así como me comprometo a acogerte a mi lado siempre que desees acompañarme. Aquí... tendrás un hogar siempre. Como Reina, como Consejera, o simplemente como amiga, me da igual. El punto es tenerte cerca. Porque yo no te tengo miedo como tuvo Abdhel a aquel hombre. Yo sé que puedo confiar en ti. Me lo has demostrado muchas veces.

    >> Buen viaje, anda. Tus compañeros te esperan.

    Cuando se hubo despedido, Mark, desde lejos, se cruzó de brazos, y arrugó levemente el ceño. Las palabras de Kalef hacían, tristemente, un profundo eco en su mente.

    "Probablemente tenga los días contados". "Y Roxy, que tanto en común tiene con esas historias, puede ser algo parecido".

    —... Rox... —murmuró para sí, cuando ya todos estuvieron lejos, y cerró los ojos, casi pronunciando el deseo para sus adentros—. Por favor. Dime que tú no... acabarás así.



    Fin del evento.

    Recompensas:
    +1000 experiencia
    +2 PH
    ¡Fayar apoyará al grupo cuando lo necesite!
    ¡Roxy obtiene el "Tridente de Bismarck"! Esto desbloquea el esper "Bismarck" para Fauna.
    ¡Roxy obtiene el objeto extra "Anillo de compromiso"!

    Extra (por rescatar a Hashim):
    +1000 experiencia
    +200 guiles


    ¡Roxy sube de nivel! +8 PH
    ¡Jazz sube de nivel! +8 PH
    ¡Fauna sube de nivel! +8 PH
    ¡Evan sube de nivel! +8 PH
     
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    • Fangirl Fangirl x 1
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    Roxy ♥

    Una vez en Ayra, acompañamos a Mark hasta la posada donde dejó descansando a Hashim y después hacia su palacio, donde nos encontramos a Dalila antes de tener que meternos en el despacho del otro Consejero para encontrar las anotaciones de Kalef de verdad; había sido una vuelta accidentada, vaya. Por suerte, Mark encontró los papeles en cuestión con bastante rapidez, y también tardó poco tiempo en empezar a leerlo en voz alta.

    Le escuché con atención mientras me llevaba una mano a la barbilla, en un claro gesto pensativo. ¿Así que el doppelganger llevaba vivo desde el reinado del abuelo de Kalef y Raif? Solo que el doppelganger empezó siendo una persona con poderes extraños que acabó gastándose hasta deformarse de aquella manera, claro... Tuve un mal presentimiento al respecto incluso antes de que Mark mencionara mi nombre, aunque eso no evitó la ligera sorpresa de mi rostro al recibir su atención tan directa antes de seguir leyendo. Y la verdad era que aquello estaba jodido; no había otra manera de ponerlo.

    Fauna también se sumó a la fiesta de las miraditas en mi dirección y lo cierto es que me pusieron un poco incómoda, no iba a negarlo. Flamair ya me había dejado estúpidamente claro que mi existencia tenía una fecha de caducidad, así que aquel recordatorio se me hacía bastante innecesario. O sea, si mi destino era acabar de alguna parecida a aquel bicho que acabábamos de derrotar, casi prefería pedirle a Jazz que me pegase un tiro antes, pero... La voz de Mark volvió a sacarme de mis pensamientos, sin embargo, y tuve que hacer un esfuerzo enorme por impostarme un expresión despreocupada.

    —Lo que me jode es que el cabrón de Kalef se aprovechara así de mí, a decir verdad —comenté, encogiéndome de hombros con indiferencia.

    Mark me entregó después el colgante que había sacado de la cripta, explicando que se había dado cuenta de su valor como rey de Fayar sin necesidad de buscar ningún tesoro que lo demostrase. Le sonreí tras guardar el tridente entre mis pertenencias, sin poder hacer nada para evitar la sensación de... ¿alegría? ¿orgullo? que sentí al verlo tan convencido de que aquel era su lugar. Yo había creído en él desde el primer momento, así que no me sorprendió en lo más mínimo ver que el resto también concordaba con aquella idea.

    Mark era lo que Fayar necesitaba, no había ninguna duda al respecto.

    Mientras salíamos del palacio en dirección al Starlight, sin embargo, Mark llamó mi atención una vez más. No me extrañó especialmente, pues había considerado la posibilidad de que quisiera despedirse de mí en privado, pero si tenía que ser sincera... bueno, claro que en ningún momento esperé que pasara aquello. El tío se sacó un anillo de la nada y me lo entregó, tan avergonzado por el gesto que no necesité más de dos segundos para relacionar conceptos. No pude evitarlo, me quedé tan estupefacta que necesité unos cuantos segundos extra para apartar la mirada de la joya que se había quedado en mi palma, y ni siquiera cuando centré la vista en el chico pude disimular la sorpresa que seguía sintiendo.

    ¿Un hogar al que volver? ¿Podía siquiera permitirme tener aquella esperanza de futuro?

    No tenía ni idea de lo que iba a ser de nosotros, ni siquiera sabía que sería de mí si lográbamos sobrevivir a Aura, pero nada de eso importó realmente en aquellos momentos. Mark me apreciaba de una manera tan genuina que por un momento me hizo creer que aquello era posible, que quizás había una manera de mantenerme con vida más allá de las especulaciones de Flamair. Y si eso pasaba... ¿acaso no era Fayar el lugar perfecto para hacer mi vida?

    >>Gracias, cielo —murmuré, acortado la distancia entre el chico y yo para poder abrazarlo con fuerza—. Gracias por todo. Te prometo que voy a volver, ¿sí?

    Me separé a los segundos, quizás habiendo extendido el abrazo un poco más de lo que era necesario, y apoyé la mano sobre su mejilla antes de dejarle un beso superficial sobre los labios. Le sonreí de nuevo al dar un paso hacia atrás y me coloqué el anillo en el dedo anular, mostrándoselo después en la mano abierta mientras ensanchaba la sonrisa completamente encantada que se me había quedado.

    >>Ya verás, Fayar va a estar divina cuando vuelva para poner orden~

    Le guiñé el ojo, despidiéndome así por fin de él, y me alejé para juntarme con los demás mientras jugueteaba con el anillo en cuestión entre los dedos. En serio, ¿de dónde rayos había salido ese tío...?

    sigo FLABBERGASTED con lo que acaba de pasar
     
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