Habitación secundaria

Tema en 'Planta Alta' iniciado por Zireael, 22 Febrero 2021.

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    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Si me ponía a pensar siquiera en la cantidad de personas que juzgaría la mierda que estaba haciendo debía dar hasta risa, pasando por la misma Katrina —aunque no lo dijera— hasta cruzar incluso por Dunn y Al, que parecían bastante recelosos o directamente hostiles hacia los tres idiotas que parecían sacados el mismo molde. Y es que había pasado sin escalas de los pandilleros a una de la cabezas de Cerbero por puro amor al arte. Una cosa no era mejor que la otra en términos morales, si acaso era menos peligroso en diferentes aspectos, pero en cuanto a la elección como tal seguía siendo bastante deplorable.

    Se veía que no tenía el poste muy alto.

    Quizás ese era precisamente el puto problema.

    Me las daba de controladora, de que tenía la capacidad para colarme por las grietas de cuanta gente me diese la gana, pero en cuanto a mis relaciones más directas... ¿No podía decirse que prácticamente estaba buscando alguna especie de castigo? Jugándome la carne así por la gracia, al menos ahora tenía toda la pinta. Ni se me ocurría por qué precisamente, pero es que ya no veía mayor sentido en lo que hacía, y ni siquiera podía pensar en recibir más castigo que el que ya cargaba con la mierda de Hiroki, que solo se había apilado con mis pesadillas viejas.

    Se me tensaron los muslos cuando deslizó la lengua por encima de la tela y solté un suspiro tembloroso mientras echaba la cabeza en la cama, clavando la vista en el techo de la habitación. Cuando me quitó la ropa interior se me erizó la piel y cuando quise darme cuenta ya estaba entre mis piernas de nuevo, ni me molesté en disimular los gemidos que me surgían de la garganta.

    Cuando se separó solté el aire un poco de golpe, casi sonó a protesta, aunque no tardó en colar uno de sus dedos y seguir atendiendo el asunto. Las caderas que reaccionaron solas, marcando un ritmo para acentuar su contacto y dejé salir un suspiro pesado mientras me relamía los labios.

    —Sí —respondí, con la respiración colándose en esa sola palabra.
    tres horas pa este post me mato
     
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    Las cosas como eran, la niña era una delicia. Su cuerpo reaccionó a cada toque exactamente cómo esperaba y sus gemidos no tardaron en llenar la habitación, haciéndome ronronear satisfecha mientras me centraba en lo mío. Encima después soltó el aire de aquella manera que casi pareció una protesta y las ganas de seguir comiéndomela solo aumentaron más, qué decir.

    Recibí pues su respuesta con la sonrisa felina de siempre y le mordisqueé la piel en lo que introducía un segundo dedo, atendiéndola al ritmo que sus propias caderas marcaban. Por un segundo había desconectado tanto las neuronas que había olvidado que, bueno, la que estaba ahí era Shiori y no cualquier otra zorra como yo, así que mejor me guardaba la dirty talk para otro momento o algo.

    Volví a bajar la cabeza, dejando besos aquí y allá, y me centré en su intimidad por completo una vez más, jugando con la lengua y moviendo los dedos sin parar, hasta que sentí su cuerpo tensándose. Qué va, la verdad es que la imagen fue un jodido deleite para la vista, y me encargué de disfrutarla hasta el último segundo, cuando ya me digné a sacar finalmente los dedos y separarme por completo de ella.

    Busqué se mirada desde arriba mientras me llevaba esos mismos dedos a la boca, porque no dejaba de ser esa jodida perra, y cuando terminé con el mini-show gratuito, me dejé caer sobre el borde de la cama de nuevo, a su lado. Levanté la tela del vestido y me quité los tacones, estirando las piernas un poco justo después.

    —Oye, Kuro-chan. Kitty Kat me dijo que me guardaría una cosa en su cuarto, pero no sé, aun no la veo. ¿Dónde debería buscar mejor~?

    Y ahí estaba, hablándole como si no acabase de comerle el coño, claro. Nada nuevo bajo el sol ya.
     
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    Zireael

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    Obviamente Alisha estaba en su puta salsa, como para no si era honesta, y debía estar disfrutando como una perra cada maldita reacción que me provocaba. Cada suspiro, cada gemido, la tensión de mi cuerpo aquí y allá ante su tacto, la mínima cosa que fuese. En sí tampoco tenía neuronas vivas suficientes para contenerme o algo, tampoco era que me interesara demasiado.

    Volví a suspirar cuando la sentí colar el segundo dedo y para cuando quise darme cuenta había vuelto a volcarse en su tarea, usó la boca de nuevo, acompañando el movimiento de sus dedos y el cuerpo entero se me fue básicamente a la mierda. No controlé ninguna de las reacciones que provocó, ni siquiera cuestioné cuando mis caderas aumentaron el ritmo de su movimiento prácticamente en automático. No mucho más tarde noté la tensión que me bañó el cuerpo apenas unos segundos antes de que la oleada de placer me cayera encima como una ráfaga de fuego.

    Aflojé el cuerpo sobre el colchón cuando la sensación comenzó a desvanecerse, dejándome la cabeza liviana, y tragué grueso cuando la rubia retiró los dedos para luego separarse por completo. La hija de puta obviamente se llevó los dedos a la boca y buscó mi mirada, la gracia me arrancó una risa que sonó bastante más ronca de lo que hubiese anticipado y me quedé allí como si nada cuando ella se dejó caer a mi lado en el colchón.

    Digamos que su gracia había tenido que me comiera el coño una chica con vestido de princesa, incluso si sabía que de princesa no tenía una mierda.

    Me enderecé despacio cuando la escuché hablar, tenía todavía la respiración algo descontrolada, y me limité a levantar las bragas del suelo para volvérmelas a colocar mientras pensaba dónde mierdas había podido meter Katrina algo que Alisha le hubiese dado siendo que a veces no parecía soportarla, aunque no era que soportara a nadie.

    Me volví a colocar con los zapatos con movimientos bastante lentos antes de levantarme y caminar hacia el escritorio, bien podría haberme dignado a ponerme tan siquiera el top de nuevo, pero mira, la verdad no era que tuviera muchas ganas. Detrás del escritorio, que estaba un poco separado de la pared, habían un par de canvas sin usar y colé la mano en el espacio que quedaba atrás de ellas para probar suerte, pero para mi sorpresa encontré una bolsa.

    Regresé hasta quedar frente al escritorio de nuevo, apoyé las caderas allí y balanceé la bolsa sosteniéndola con los dedos de la mano izquierda. Le dediqué una sonrisa a la rubia.

    —¿Podría ser esto? —Abrí un poco la bolsa para husmear justo después y hablé casi al aire—. Quizás tenga pelo de gato, a los condenados les gusta meterse en bolsas.

    ¿Hablándole así prácticamente desnuda y como si no hubiese pasado nada? Eso debía ser una nueva habilidad o algo.
     
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    Amane

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    Claramente, que una chica como Shiori acabase liándose conmigo solo podía ser el resultado de un cúmulo de malas decisiones, pero el hecho de que decidiese pasearse por ahí solo con las bragas puestas acabó por confirmarme que igual un poco suicida sí que era de por sí. De nuevo, poco o nada me importaba, si hasta aproveché para seguir deleitándome con las vistas porque, mira, una tenía ojos y no podía controlarlos.

    —Ah, Shio-chan, you are an angel~ —exclamé, poniéndome en pie con una emoción casi infantil plasmada por mi rostro—. Katty-chan is so mean~ Mira que esconderlo ahí, no lo iba a encontrar en la vida.

    Hice una mueca de molestia con los labios, justo cuando me acerqué lo suficiente para coger la bola en cuestión de sus manos, observando el interior también antes de soltar una risa nasal.

    >>No me digas. Bueno, no big deal, I forgive him 'cause he's so cute~. ¡Pero no le digas a nadie, eh!

    Sea como fuere, saqué el vestido nuevo y lo dejé sobre el escritorio, al igual que la bolsa vacía, sin importarme mucho ya desordenar el sitio porque igual era obvio que alguien había estado ahí y seguro que por mucho que intentase disimular Katrina sabría que había sido yo, so~

    Me separé de la posición de la chica y me llevé las manos a la espalda para bajar la cremallera del vestido que estaba llevando en ese momento. La verdad sea dicha, fue bastante liberador quitárselo al fin, porque no estaba nada acostumbrada a llevar esas faldas largas y mucho menos tan pomposas y, sinceramente, demasiado tiempo había aguantado con el teatro.

    Un poco sí que reaccionó mi cuerpo al cambio de temperatura, porque podía disimularlo pero caliente como la mierda estaba, pero el repentino frío también me vino bien para bajarme eso así que al final win-win, i guess. En fin, que dejé el largo en lugar del corto y me coloqué este último, para el que ni siquiera necesité un espejo porque me lo había puesto tantas veces que sabía perfectamente cómo colocarlo y lo bien que me quedaba.

    >>Eh, Shio-chan —solté al fin, después de un rato, tras quitarme el coletero y comenzar a pasarme los dedos por la melena para ajustármelo sobre los hombros—. ¿Por algún casual no sabrás a alguien que venda hierba por aquí~? Digo, ya que has pasado un fin de semana entre malotes que fuman~


    ya está en la info su outfit upgraded a super hoe cuz intense bish se nace no se hace (?)
     
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    Zireael

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    No era estúpida, vamos, sabía que pasearme por ahí sin nada encima solo le daba derecho a que me siguiera mirando como le viniera en gana e igual un poco esa era la gracia, la pura verdad. Además honestamente a veces tenía muchas mierdas en la cabeza como para ponerme a acomplejarme, que ni se dijera cuando estaba frente a una persona como Welsh.

    Casi me daban risa los brincos que pegaba su personalidad y quizás un poco me tocaba los cojones, pero eso no lo iba a decir en ese momento y en sí Alisha no era que me cayera mal, así que se dejaba correr y ya estaba. El comentario sobre lo del pelo de gato me arrancó una risa baja y asentí con la cabeza suavemente mientras que en lo que ella sacaba las cosas le echaba un vistazo por encima a la habitación de nuevo.

    Nova estaba dormido en su cojín, bien a gusto luego de haberme rasguñado; en la mesa donde había dejado la copa de la margarita estaba el bolso pequeño que había cargado solo para llevar el móvil y ni siquiera me interesó revisarlo ni nada. No se me cruzó por la cabeza tener un mensaje de nadie, en gran parte incluso si lo tenía no me importaba mucho, y poco sabía que había otro mensaje de Nagi esperando por ser abierto y no respondido.

    De cualquier manera pronto regresé la vista a Alisha que empezó a cambiarse como si nada, obviamente, y pues mira yo tampoco era puto ciega así que las vistas se disfrutaban y punto. Contuve la risa al verle puesto el otro vestido, bastante más acorde a su personalidad, y crucé los brazos sobre el pecho más por reposarlos en algún lado que por cubrirme en sí.

    No tardé en ponerme en movimiento, levantar mi ropa del suelo y empezar a colocármela de nuevo sin ninguna clase de prisa realmente. Estaba en eso cuando la escuché llamarme, de forma que giré la cabeza hacia ella y me distraje un poco en su melena rubia, ahora suelta. No me inmuté siquiera ante su pregunta, incluso si no había fumado hierba nunca, y gracias a su comentario recordé un poco de golpe la noche del Hibiya y la conversación con Altan el día de los lobos.

    Se hacía de su buena pasta sin necesidad de la ira.

    Armas, algunas otras cosas y, para sorpresa de algunos, hierba.

    No pude disimular la sonrisa de genuina diversión que me cruzó por la cara mientras terminaba de ajustarme la falda y eso que ni siquiera sabía que el encontronazo de Dunn no había sido solo con Katrina, sino con todo Cerbero directamente.

    —El pelirrojo nuevo que va a la clase de Altan —contesté y asumiendo que tenía a ambos pelirrojos de esa clase ubicados tuve que hacer la aclaración—. El de los ojos amarillos, ya sabes, cara de borrego degollado.

    living la hoe life sister idk
     
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    Amane

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    Fuck.

    Solía moverme de una manera algo extraña, eso lo sabía mejor que nadie. Así como podía querer tirarme a todo lo que se moviese, podía llegar a ser una hija de puta con quien me apeteciese simple y llanamente porque me salía del coño y ya, como bien había quedado demostrado. Solía hacerlo sin importarme nada porque las consecuencias que podían acarrear mis acciones habían sido... bueno, inexistentes.

    Al escuchar la respuesta de Shiori, sin embargo, me di cuenta de que el karma no se había olvidado completamente de mí. ¡Y vaya mal momento para aparecer! ¿Ahora se suponía que tenía que ir a comprarle justo al chiquillo que le había caído encima dos veces, la segunda solo para joderle porque sabía que no le gustaba el contacto físico? Si es que me tenía que haber conformado con molestar al alemán, qué sé yo.

    Nada que hacerle, al menos esperaba que fuese un buen hombre de negocios~

    >>Venía contigo, ¿no, Shio-chan? El señor "no me toques" —pregunté, en lo que me acercaba para coger mis tacones del suelo y colgármelos de la mano—. Pues me vas a tener que ayudar a buscarlo~

    No esperé realmente a que me confirmase nada, porque pregunta tampoco había sido, y acabé por echarle el brazo libre por encima de los hombros para llevármela hacia la salida de la habitación. Poco me importaba dejar mis cosas por ahí, el vestido y la máscara, sinceramente; ya luego vería de convencer a Katrina para que me las devolviese si se hacía la dura o algo~

    Ahí te las llevas, si quieres uwu si no, ella se busca la vida, dw (?)
     
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    Zireael

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    Obviamente no se iba a negar, era evidente que le gustaban los gatos y después de todo me había ayudado con él el día que tuve que tenerlo en la escuela, normal que quisiera verlo si le recordaba su existencia. Digamos que rompí la burbuja a voluntad aunque por una buena razón, así que todo normal, además no sabía qué tanto tiempo podía estar metida allí sin que empezara a entrar en pánico o algo parecido por estar bajando mis murallas de forma tan descuidada.

    Aceptó la bebida luego de decir que le gustaría ver a Nova y asentí con la cabeza suavemente mientras alcanzaba mi propio vaso, confirmándole que no había problema en que fuésemos ahora. Era consciente de que casi no quedaba gente ya, así que poco importaba y ya de por sí no me había importado desde antes y eché a andar hacia las escaleras esperando que me siguiera los pasos.

    —Por la música y eso debe estar un poco nervioso —comenté mientras subía, bebiendo algo del trago sin prisa—. Pero como vienes conmigo no creo que pase nada.

    Al llegar a la planta de arriba noté que la puerta de la habitación estaba abierta, así que di un par de pasos en el interior y no tardé nada en distinguir la silueta de Shiori Kurosawa, Nova se había levantado y estaba caminando pegado a ella, esperando a que lo acariciara en lo que la chica esculcaba una gaveta del escritorio como si fuese su casa. En la mano derecha sostenía su móvil, tenía la pantalla hecha trizas, y la máscara de kitsune negro que parecía haberse quitado. Tenía toda la pinta de que mínimo le había comido el coño, pero nadie iba a comentar eso a los cuatro vientos.

    —Es de mala educación revisar una habitación ajena, Kurosawa, ¿no? —Se detuvo en seco y suspiró con pesadez—. ¿Qué mierda buscas?

    —Cigarros —soltó de mala gana.

    No respondí nada, me acerqué y la hice a un lado para rebuscar en una gaveta distinta para sacar una cajetilla a la que debían quedarle como cinco cigarrillos, se la alcancé junto a un mechero de esos de ruedilla. No conecté con su mirada en ningún momento, solo le pasé las cosas esperando que pudiese irse, a lo que hizo una reverencia, luego acarició al gato y se retiró, pasando junto a Aaron.

    —Hasta luego —dijo para ambos, una vez en el pasillo sacó un cigarro y lo encendió.

    Estaba en la mierda, ¿no?

    Pues ni modo.


    Nova había quedado cerca del escritorio y cuando reparó en nuestra presencia se acercó dando saltitos, de forma que me acuclillé para acariciarlo entre las orejas.


    Nekita los dados los tiré en el post arriba del de Amane, porque resulta que entraba Shiori antes que Aaron y Kat. El primer post está editado con la información actual, pero como vienes con Katrina no hace falta que hagas nada si lo prefieres así, Nova se mantendrá tranquilo.

    my weak ass usando las cintas que según yo no iba a usar hasta el día nuevo (???
     
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    Nekita

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    Casi sin notarlo hizo un gesto preocupado cuando mencionó que Nova podría estar nervioso, no lo había pensado pero tenía todo el sentido del mundo, había pasado de un ambiente de calle siendo tan pequeño a una casa donde de pronto había mucho ruido sin ninguna clase de aviso, no solo de la música en cuestión pero de todas las voces de los invitados que allí estaban.

    —Lo importante es que se tranquilice cuando te vea —Realmente no le hubiera importado si terminaba arañado o algo porque tendría todo el sentido del mundo por los nervios de algo nuevo —, así mejora un poco su humor...—La siguió de cerca por las escaleras, procurando tan siquiera tener una mano sobre el barandal por si acaso llegaba a fallarle la coordinación, tomando otro pequeño trago cuando llegaron al pasillo en cuestión y ver con sorpresa que la habitación parecía estar abierta.

    Con todo lo que se cargaba esa casa, le sorprendía que simplemente alguien hubiera podido entrar a un área lejos de la fiesta en cuestión, dio otro trago antes de seguirla dentro de la habitación donde ni siquiera prestó mucha atención a la chica en cuestión al Katrina conocerla, enfocándose más bien a toda la habitación en general, los colores, o grande que era, lo mucho que parecía sacado de cualquier serie donde apareciera alguien de la realeza.

    Y luego, finalmente prestar atención al pequeño Nova.

    —Eso fue raro hasta para mi... —murmuró como si realmente no quisiera tomarle mucha importancia, entendía que parecían conocerse pero tampoco podía descifrar en que clase de situación caían ellas dos, como si fuera alguna clase de área gris —, yo me hubiera asustado si alguien estuviera en mi habitación de lujo. —Confesó dejando su vaso en el suelo antes de sentarse en el mismo, cerca del gato con una ligera sonrisa de emoción e iniciar a acariciarlo con bastante mimo e incluso decidió cargarlo con cuidado para poder sostenerlo entre sus brazos una vez que vio una pausa en las caricias de Katrina.

    —Es realmente muy lindo...—Agregó dando un beso sobre la cabeza de Nova y seguir sus caricias con una de sus manos antes de volver a mirar a su dueña —, me alegra que este contigo.

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    Zireael

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    Aaron me había seguido, incluso lo noté sostenerse del barandal por aquello de que le fallara el sentido del equilibro y si acaso lo que hice fue frenar un poco el paso, no se me apetecía que se fuera de boca solo por llevar prisa, cuando en sí nada urgía. Una vez arriba no le presté mucha atención a Aaron por la mierda de ver a Kurosawa allí, aún así precisamente por su presencia y saber que la jodida cabrona esta no estaba en su momento más brillante me contuve de montar un numerito.

    Aaron volcó la atención en la habitación, como era de esperarse, pero al final acabó por enfocarse en Nova y dijo que el asunto le había parecido raro hasta a él, cosa que era normal también. La tensión se podía cortar con un cuchillo.

    —La conocí cuando tenía doce años —dije un poco al aire, todavía acariciando al gato—. Pero también estuvo aquí con la rubia del otro día, la de la azotea. No parece que haya entrado nadie más, así que todo normal.

    Eso se sobreentendía en sí mismo, las dos idiotas estaban juntas más el saco de nervios que era Dunn, Alisha se había puesto la ropa que me había dicho que le guardara y ahora, bueno, imaginaba que iban a seguir la fiesta juntas el par de zorras. En sí nunca imaginé que estas dos se fuesen a juntar, pero con Shiori deteriorada de esta manera la combinación no solo era ridículamente posible, sino que daba hasta miedo porque las dos podían ser una hijas de puta y a Kurosawa ni siquiera había que meterle nuestros vicios para que fuese un desgraciada.

    Ya que estaba en mi habitación aproveché para quitarme los zapatos, dejándolos por ahí nada más y me senté en el borde de la cama mirando la escena que tenía frente a mí. Aaron había cargado a Nova en brazos, de hecho parecía todavía más pequeñito de lo que ya era, estaba disfrutando como un jodido las caricias y todos los arrumacos que el chico le estaba dedicando. Imaginaba que recordaba su olor por la bufanda siendo que había pasado en ella una buena parte del día, así que su presencia parecía reconfortarlo.

    —Puedes venir a verlo cuando quieras —dije sin alzar mucho la voz—. Le agradas mucho, se ve.
     
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    Nekita

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    —No parece que vaya bien entonces esa clase de relación... —Katrina conocía a esa chica casi la misma cantidad de años que él conocía a los Yume y le parecía casi surreal y de cierta forma incorrecto, no muchos podrían decir que no conocían a sus cuidadores de toda la vida e incluso si fuera una comparación nada justa, parecía que ambas relaciones estaban más que en la basura —, ¿cómo sabrías que estuvieron el mismo tiempo? —Preguntó genuinamente curioso, si bien ya habían visto a la pelinegra buscando cigarros en la habitación, nada aseguraba que hubieran venido justo al mismo tiempo a esculcar cosas o algo similar, ¿no? A menos que alguien más se lo dijera.

    Luego de que la vio sentarse a la orilla de su cama aprovechó para él mismo apoyar su espalda en el una de las patas del escritorio para estar algo más cómodo mientras acariciaba a Nova, incluso aunque sabía que probablemente nunca iba a ser capaz de tener un gato por su cuenta y siempre había tenido más bien que estar con los gatos callejeros que se encontraba por allí aunque solo fuera para alimentarlos o mimarlos un rato mientras se movilizaba, estar allí solo teniendo la oportunidad de estar allí acariciándolo como si nada era algo bastante entretenido para él.

    —Sería grosero venirlo a visitar solo por él —Alzó sus piernas lo suficiente para poder apoyar la espalda de Nova en ellas, aplastando ligeramente las almohadillas de una de sus patitas para hacer que las uñas salieran momentáneamente, sacándole una risa algo cansada, comenzaba a sentir su cuerpo algo pesado —, me gusta mucho cuando pasa eso de sus garritas... es lindo.

    Volvió a prestarle atención a ella después de haberse desviado de su comentario original, volviendo solamente a darle caricias en la cabeza al gato—Tengo que visitarlos a los dos...o mejor dicho venir a visitarte, eso sería agradable, ¿no?
     
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    Zireael

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    Solté una risa nasal al escucharlo decir que no parecía que fuese bien la relación con Kurosawa, me encogí de hombros en respuesta y paseé la vista por la habitación un poco por desviarla a alguna otra cosa que no fuese él. Si teníamos que ponernos sinceros la relación con Shiori iba como el culo, ella había aparecido en casa diciéndome que cortara el rollo con Emily en cuanto apareciera Honda y no sé qué, a lo que yo había respondido que podía follarme a su adorado Usui cuando me diera la gana.

    La bofetada me la había ganado a posta.

    Estuve a un pelo de que se me aflojara la lengua, pero su pregunta me distrajo y volví a reír bajo a la vez que regresaba la vista a él, que parecía estar viviendo su mejor vida con el gato.

    —Simple suposición, estaban juntas desde hace rato así que imagino que subieron aquí las dos también —dije sin complicación, porque la verdad no me iba a poner a darle más detalles a este niño medio ebrio—. Además le había guardado unas cosas aquí a la rubia, así que tenía que subir sí o sí.

    Sería grosero venirlo a visitar solo por él.

    Cariño, no me estás poniendo el trabajo fácil.

    Guardé silencio, con la vista clavada en él todavía y se me formó una sonrisa en los labios al verlo hacer el tonto con las patas de Nova, que parecía tan cómodo para dejarse hacer cualquier cosa.


    O mejor dicho venir a visitarte, eso sería agradable, ¿no?

    Cielo, te va a doler la espalda por estar sentado en el suelo —dije antes de siquiera dignarme a responder lo otro, porque la verdad es que no sabía muy bien qué decir. Le di un trago al vaso, lo dejé en el suelo a un costado de la cama y di un par de golpes a mi lado en la antes de dejarme caer hacia atrás, para descansar la espalda—. Puedes recostarte aquí con él si quieres.

    Clavé la vista en el techo, callada otra vez, e inhalé profundamente. Ni siquiera parecía que acababa de estar comiéndome a Emily hace un rato, desde que la chiquilla me dio el regalo y apareció este idiota me habían hecho bajar todas las defensas, tirar las murallas, poniendo en riesgo todo por lo que me reconocían a mí y a mis dos secuaces del desastre.

    ¿Qué se sentía recibir visitas que no fuese por una fiesta? Solo Kurosawa aparecía de vez en cuando, pasaba a dejar algo de comer que hubiese preparado y se iba, pero ahora esa chica, la Shiori que había conocido, no parecía existir e incluso si quedaba algo de ella no iba a acercarse a mí por un buen tiempo.

    —Supongo que sí, sería agradable. —Casi había murmurado—. Aunque no sé qué querrías hacer aquí, no estoy acostumbrada a las visitas que no sean para fiestas y así. Aunque bueno, afuera está la piscina, suponiendo que te guste nadar y eso.
     
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    Nekita

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    Ante la nueva explicación, asintió tranquilamente al parecerle mucho más creíble aquella posibilidad de que fueran juntas tal y como ella lo sugería, de igual forma, le seguía pareciendo algo incómodo que dos personas estuvieran paseándose en una habitación sin la persona a la que le pertenecía a su lado, o quizás era su lado más japonés y a los extranjeros les tuviera sin cuidado esa clase de detalles con respecto a la privacidad y que o que no podía hacerse en casa ajena.

    Y esta vez a él le tocó reír sobre su posible dolor de espalda por como estaba sentado.

    —Soy japonés... siempre estoy sentado en el suelo por costumbre.—Aun así estuvo bastante atento a sus movimientos que le indicaban ir a la cama pero tampoco es que fuera a desechar la invitación si ya se la estaba haciendo. Cargó con una mano a Nova y se levantó del suelo, deshaciéndose también de su saco, cambiando de mano a Nova para poder sacarlo y dejarlo sobre el escritorio, prefería sentirse algo más cómodo si ya iba a estar acostado en una cama.

    —Pero si así sientes que no me dolerá la espalda, estaré aquí~

    También, solo para evitar accidentes recogió su vaso del suelo para dar también un trago y dejarlo al lado de su saco antes de finalmente recostarse al lado de Katrina, todavía manteniendo sus piernas colgando, recostando al pequeño gato en su pecho.

    —Entonces pondré en mi lista de cosas por hacer, visitarte... —Sería entretenido, si lo pensaba, solo se dedicaba a acomodar su apartamento, hacer las comidas para la semana y esperar a que se acabara el día luego de limpiar —, pasar el rato ya es algo que hacer, realmente no... se necesita hacer mucho cuando tienes visita, ¿creo? —Sus padres solo permitían cuando tenían que estudiar y aun así se la pasaban sobre ellos para asegurarse de que solo fuera una sesión de estudios y nada los interrumpiera y las ocasionales visitas de los amigos de su hijo a escondidas para jugar videojuegos que traían o beber.

    —¿Nadar? Eso también sería divertido... —Se mantuvo callado unos segundos al perderse en los mimos que le estaba dando a Nova y la pesadez de su cuerpo —, quizás...si hay un club de eso en la academia lo intente, así tengo algo que hacer en realidad luego de que las clases terminen, aunque, podría verte pintar en tu club.
     
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    Zireael

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    En cierto sentido los dos estábamos dando palos de ciego, él con el mundo en general y yo con la otra porción de la vida que me había negado a conocer por tozuda, por orgullosa. Había tomado lo peor de mí y lo había potenciado a consciencia con tal de dejarle claro a mi padre que haría las cosas a mi manera, cosa que parecía darle igual en tanto mantuviera las notas de por sí.

    —Pues a ustedes los japoneses debería dolerles la espalda, que lo sepas.

    Como fuese me hizo caso, lo que ya era usual en él, lo escuché deshacerse del saco y finalmente sentí su peso a mi lado en el colchón. Al buscarlo con la vista reparé en Nova, se había dejado hacer con una tranquilidad hasta estúpida y ahora había estirado las patitas para desperezarse, aunque al parecer le había dado mucha pereza hacer un ovillo porque solo se quedó allí sobre Aaron, estirado a todo lo que le daba el cuerpo con los ojillos cerrados. Se le escuchaba ronronear.

    Suponía que tenía razón por otra parte, solo pasar el rato era solo una opción, pero como yo estaba acostumbrada a hacer todo con un objetivo claro no era lo que se dice mi primera opción. Era como lanzarse al mar sin dirección, esperando que la corriente no acabara por dejarte tirado en mar abierto, y quizás allí encontraba el punto de unión entre el miedo de Aaron y el mío. Él sentía que las personas iban a irse, yo tenía terror de no mantener todo dentro de mis límites. En ese sentido terminaba revuelta también con figuras como Kurosawa, Sonnen y el culo nervioso de Dunn.

    Mientras hablaba sobre que si hubiese un club de natación en la academia y tal acabé por girar sobre mi costado en su dirección, de forma que detallé su perfil con la mirada. El cabello oscuro esparcido en la cama, las pestañas, la nariz y demás; no sé de dónde salió el estúpido impulso, pero tampoco hice por dónde detenerlo. Me las arreglé para acercarme a él y acomodar la cabeza entre su hombro y su cuello, para luego cerrar los ojos.

    —¿Verme pintar? —pregunté en voz baja, bastante adormilada de repente—. Pues como quieras, pero debe ser muy aburrido luego de un rato, eso seguro.


    this ship is killing me
     
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    Nekita

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    No podía evitar que le causara gracia aquel punto de vista, se le había enseñado toda su vida aquello y de por sí había estado practicando kendo, donde tenían que estar esperando en seiza antes de pelear o hacer cualquier cosa, y si podía estar en esa posición casi a diario mientras practicaba en su anterior escuela o estaba en casa, su espalda ya no tenía nada de lo que quejarse cuando estaba en alguna otra posición sobre el suelo. Una ventaja completamente inútil, pero una ventaja.

    —Estar acostado en tu cama seguro me quita cualquier clase de dolor oculto...—Si tuviera que preferir entre su futón o una cama definitivamente escogería la segunda, lo más parecido que pudiera a la de Katrina o Daute que lo invitaba a dormir con tanta facilidad de lo cómodo que lo sentía, aunque supiera que era un jodido sueño lejano, porque estaba mas que seguro que esa cama podía valer mas que todo su apartamento.

    Poco a poco comenzó a cerrar sus ojos, aunque todavía una de sus manos estuviera acariciando el largo de Nova con lentitud, la cama y sus ronroneos parecían estarlo llevando rápidamente a solo querer dormirse allí mismo, ni siquiera su tranquilidad fue perturbada cuando sintió a Katrina moverse para estar más cerca, o cuando sintió de pronto su cercanía en él. Tan solo de manera casi automática, se giró un poco para dejar otro beso sobre su cabello, sin animarse siquiera a levantar los parpados al sentirlos ya bastante pesados como para eso.

    —...No es aburrido ver como creas cosas... —habló en el mismo tono de voz que ella —...además... quizás puedas darme mas cosas para decorar mi lugar... se ven bonitos...

    La mano que acariciaba a Nova finalmente se detuvo, dejándola sobre él cubriéndole parte del lomo y su respiración se volvió bastante tranquila y lenta una vez que sucumbió al cansancio y la tranquilidad que el ambiente al lado de Katrina le brindaba.
     
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  15.  
    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Me hizo gracia el comentario de que seguro estar acostado en mi cama le quitaría cualquier dolor misterioso y no sé qué, porque por alguna razón pensé que ese era el un poder que solo la cama que es tuya, la de tu hogar, posee. Era algo que sólo se recordaba cuando volvías de un viaje, por corto que fuese, y podías dormir en tu cama por fin, descansar a gusto.

    Cuando me giré creí que solo iba a quedarse como estaba, teniendo en cuenta que estaba por caer frito como Nova, pero en su lugar se giró apenas lo suficiente para poder dejarme otro beso en el cabello. Era un jodido lento de mierda, vamos eso no se podía negar, y sólo estaba haciendo esas cosas porque lo había cerrado con el Long Island y encima le tiré ese Cuba Libre express que ni siquiera se terminó, pero aún así había calidez en el gesto. La había también en que estuviera allí con el gato encima, tranquilo.

    Crear cosas.

    Era irónico que de hecho lo hiciera, crear algo, cuando en rasgos generales mi personalidad era asombrosamente destructiva. Kurosawa podía dar fe, yo misma podía darla, con la cantidad de alcohol que me metía por deporte y la compulsión, la maldita onicofagia. Todo lo que tocaba lo hacía mierda, había intentado hacerlo con él, pero por estúpido que sonara su inexperiencia hacía las veces de resistencia y por eso ahora estaba allí, prácticamente acurrucada con este idiota.

    Al ver que había dejado de acariciar al gato me di cuenta que no hacía falta responderle, que ya había caído rendido. Yo me quedé donde estaba un rato con lo ojos cerrados y estuve al borde de seguir el mismo camino, pero abrí los ojos un poco de golpe al caer en cuenta de que todavía había una que otra persona en la casa, así que habían cosas que debía hacer aún.

    Me enderecé despacio, con cuidado de no alertar a Aaron ni a Nova con tal de que no fuese a despertarlo, levanté mi vaso del suelo y me bajé lo que quedaba de un par de tragos largos. Me levanté después, dejé el vaso vacío en el escritorio y aún descalza salí de la habitación con el móvil en mano, cerrando la puerta con cuidado tras de mí. Una vez fuera marqué un número con rapidez, el del gorila de la entrada.

    —Señorita —dijo apenas atender.

    —En unos veinte minutos, media hora como mucho, revisa toda la propiedad y el interior de la casa con ayuda de un par de los de servicio. Si queda alguien despáchalo en taxi o lo que haga falta, ya no hay mucha gente de por sí. Que todo quede cerrado para cuando cambies de turno.

    —Copiado.

    Colgué la llamada sin más, me desvié al closet y abrí la puerta. Habían cosas fuera de lugar, de las que ya habían quedado por ahí de por sí, pero lo que más gracia me hizo fue ver el otoman con las patas rotas. Eso debía haber sido obra del tanuki y su alemán, no había otra explicación.

    Me dispuse a acomodar las cosas, regresarla a su respectivo lugar sin demasiada prisa y de paso me quité el jodido vestido que ya estaba convirtiéndose en un estorbo. Me puse unos shorts, una camiseta de ir por casa y hasta después me senté frente a la cómoda para sacarme el maquillaje del rostro, no tardé demasiado en ello. Antes de salir eso sí, escarbé los bolsillos de los trajes de mi padre hasta dar con una cajetilla de cigarros y aproveché también para llevarme una manta, dado que Aaron se había dormido en el sobrecama.

    Salí, regresé a mi habitación y volví a cerrar la puerta tras de mí con cuidado de no hacer ruido. Dejé los cigarros sobre el escritorio, estiré la manta y se la eché a Aaron encima con delicadeza, tapando también un poco a Nova; con el mismo cuidado busqué el nudo de la corbata para deshacerlo y quitársela, dejándola por ahí. Le había dicho que se acostara en la cama para que estuviera más cómodo, pero dormirse en esa posición de seguro le hacía mierda la espalda, así que si se medio despertaba iba a ver si lograba hacerlo reaccionar lo suficiente para que se acomodar a bien en el colchón.

    Como fuese, tomé los cigarros, saqué uno y busqué otro mechero en la gaveta para encenderlo; una vez hecho tomé el vaso de Aaron que todavía tenía un poco, me acerqué al balcón y deslicé la puerta apenas lo suficiente para salir. Pegué una calada profunda, la liberé despacio y bebí un trago con la vista puesta las casas cercanas, los fragmentos de cielo oscuro que alcanzaba a ver y alguna que otra estrella perdida.

    Giré el rostro apenas para poder ver la silueta de Aaron antes de regresar la vista al frente y darle una nueva calada al cigarrillo.

    La estaba cagando como una campeona, ¿no?

    Sin duda alguna.


    Una cosa era medio bajar las defensas con algunas chicas, como Emily y Rachel, otra muy diferente era la estupidez que estaba clavándome con Yume. Ya no era solo la tontería de buscar arrrastrarlo a la mierda, era peor que eso en realidad, acababa de decirle que no iba a desaparecer. Esas jodidas palabras eran como una promesa dada en pleno juicio, me había atado a él yo sola.


    Al niño perdido de la burbuja.


    —Jodida estúpida —mascullé luego de bajarme otro par de tragos de la Cuba Libre.

    El tiro me iba a salir por la culata, podía despedazarme todos los dientes cuando lo hiciera de hecho y toda la tontería había comenzado porque este idiota hacía cosas tan sencillas como darme su almuerzo o su té frío así sin más, porque me había ayudado con Nova, porque se había aparecido en la fiesta. Cada acción inexperta de este chico estaba obligándome a modificar mis planes estrictamente organizados y ya no había marcha atrás.

    Solo me quedaba esperar el retroceso del arma y el golpe en toda la cara.

    Apagué la colilla en la tierra de un pequeño macetero que había junto a la puerta del balcón, regresé adentro y deslicé la puerta para cerrarla de nuevo. Dejé la cajetilla, el mechero y el vaso vacío en la mesilla donde estaba una copa vacía, asumía que la habría dejado allí Kurosawa o Welsh.

    Pensé en irme, de verdad que lo pensé, dejarlo a él dormir allí y dormir yo en la habitación de mis padres o en la de huéspedes directamente, pero pensarlo era diferente a hacerlo porque sencillamente no me salió. Me acerqué a la cama, levanté la manta para meterme debajo y me hice un ovillo junto a él, si se despertaba por el motivo que fuese me daría cuenta y ya vería qué hacer o qué decirle; no era que fuese a levantarse como un loco para irse a su casa y si lo hacía, bueno, siempre podía meterle una hostia con algo que tuviese a mano.

    Nova abrió los ojos con cierta pereza, conectó su mirada dispar con la mía y se acomodó un poco mejor en su lugar para volver a cerrarlos. Lo imité aunque en sí sabía que lo iba a hacer era dormitar hasta que no hubiese silencio absoluto, pero allí, en esa maldita burbuja donde de repente me desconocía a mí misma, la verdad es que sentí que podía dormir toda la noche de corrido.


    Tenía que largar el tocho, sorry not sorry (?
     
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  1. Zireael
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