Harry Potter Beso de Mortìfago

Hola, antes que nada, quiero decir que soy nueva en el foro ^^
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Titulo: Beso de Mortìfago
Fandom: Harry Potter.
Tipo: One-Shot
Resumen: El destino jugo con Hermione y Draco, ahora cinco años despues vuelve a reunirlos.

En el ministerio de Magia todos los días se llevaba una rutina, papeleos que atender y mortífagos que atrapar. El trío dorado, quien se había decidió por el departamento de Aurores, se encontraba en dilema, la noticia de un nuevo mortífago localizado, emocionaba a Ron y Harry quienes disfrutarían poniendo tras las rejas a nada más y nada menos que Draco Malfoy.

Hermione había sido la última persona que lo había visto, pero la castaña ocultaba un secreto, la prefecta Granger ocultaba algo de lo que ni sus amigos estaban enterados, ese suceso que le borrò la sonrisa hace cuatro años atrás.

Se había enamorado intensamente, de la persona que menos esperaba, aquella que le recordaba a cada segundo sus orígenes, Draco Malfoy se había adueñado de su corazón, de su alma y de su cuerpo, pero no solo ella se había enamorado, sabía que aunque Malfoy lo negara, la amò de la misma manera.

Suspiró, volviendo una vez a aquella fecha que le había cambiado cada uno de sus días, un encuentro que la dejo sin aliento…

……………...

Todo comenzó esa noche de septiembre. Draco Malfoy se encontraba en la torre de Astronomía sumido en sus pensamientos, si tan solo pudiera preocuparse por cosas de adolecentes, como sus exámenes o que se pondrá para la próxima fiesta de su sala común, pero nada de eso rondaba la mente del rubio.

Sus preocupaciones eran aún más grandes, debía matar a Dumbledore o si no Voldemort lo mataría a él, su padre le había dicho siempre que los Malfoy jamás lloraban, sin embargo solo era un joven de dieciocho años, que por primera vez, se permitió llorar, desahogar toda esa agonía que se acumulaba en su pecho.

Sus sollozos eran apenas audibles, pero llegaron a oídos de Hermione, que apenas llegaba a la torre y se detuvo en seco al verlo. Draco no notó su presencia hasta que la chica hablo.

−¿Malfoy?

Él no respondió, giró sobre sus talones dispuesto a irse, no le importaba que Granger lo viera en ese estado, después de enterrarse de su misión, el mundo había dejado de tener sentido para èl.
La castaña lo tomó de la manga de su túnica impidiéndole irse, no era lástima lo que Draco observó en sus ojos castaños, si no preocupación. La miró con sus orbes grises llenos de lágrimas, Hermione se asustó, ese no era el Malfoy que conocía.

−¿Qué, Granger? −preguntó en un susurro, que si Hermione no hubiera estado atenta no abría escuchado.

La Gryffindor lo observó detenidamente, su rostro estaba más pálido de lo común, sus ojos grises empañados por las lágrimas que él mismo trataba de ocultar, su cabello siempre tan peinado y en su lugar, era lo único que no había cambiado en Malfoy. No sabía porque sentía ese impulso de ayudarlo pero a pesar de todo, quería volver a ver al Malfoy de siempre.

−¿Puedo ayudarte, necesitas algo? −la voz le salía quebrada ya que los nervios se habían apoderado de ella.

−Lo que necesito no creó que quieras dármelo tú, Granger.

Ella entendió que Malfoy se refería a amor, un poco de cariño era lo que más le hacía falta en esos momentos al rubio. Draco intentó salir de ahí una vez más, pero las manos de Hermione lo jalaron de su corbata verde y plata, provocando que sus labios rozaran, ambos sintieron como si un hechizo les atravesara, Malfoy se apartó de inmediato.

−¿Qué haces? −preguntó desconcertado.
−No sé... −respondió Hermione mientras se acercaba de nuevo.

Draco sintió la caricia de los labios de la chica y se rindió, tomó a Hermione de los cabellos y se hundió en la cavidad de su boca, la castaña podía sentir las lágrimas del rubio chocar contra sus mejillas y no le importó, ella también lo deseaba, pero a veces los impulsos traen consecuencias.
Draco se separó de chica abruptamente, no podía hacer eso, no podía besarla, era Granger.

−No puedo hacerlo Granger yo...
−No puedes besar a una sangre sucia…

Ese comentario enojo tanto a Malfoy que jaló a la castaña hacia a él, besándola con rudeza y pasión acumuladas desde hace tiempo.

Los encuentros entre los dos jóvenes, eran furtivos, pero disfrutaban cada minuto que pasaban juntos, hasta que la realidad les golpeó de frente. Draco debía despedirse, esa noche sería el último encuentro que tendrían, a la día siguiente él se convertiría en un asesino y ella huiría con Harry hacia un destino incierto.

Se encontraron en la sala de menesteres, si iba ser la última vez que se verían, debería ser especial, se fundieron en un beso apasionado mientras los dos juntaban fuerzas para despedirse.
Esa noche se entregaron por primera y última vez, Hermione ignoró la marca en el brazo de Draco, mientras él hizo lo mismo, la ropa quedó olvidada en un rincón, mientras sus manos conocían el cuerpo del otro por primera vez, Draco Malfoy y Hermione Granger hicieron el amor.

−Hermione… pase lo que pase, quiero que recuerdes está noche para siempre −las palabras eran cada vez más difíciles de pronunciar para el rubio.

−Draco… se que debemos despedirnos, pero te conozco y algo te preocupa.

−¿Me amas? −preguntó el rubio en un hilo de voz.

−Más que a mí misma ¿Y tú?.

Hermione sabía que esa pregunta siempre se quedaría sin respuesta pues Draco guardaba silencio cada vez que la formulaba.

−Adiós Hermione −había llegado la hora, pero la castaña jamás pensó que sería tan doloroso decirse adiós.

Con lágrimas en los ojos observó como Draco se acercaba a la puerta, al salir de ahí, el hechizo se rompía y ambos despertaban del sueño que vivieron juntos, se miraron y sin poderlo aguantar más, Draco corrió y la besó con una dulzura increíble, de pronto ambos sintieron el frío tacto de sus lágrimas unirse con aquél beso, que sería el último.

Se separaron lentamente, Draco se dirigió a la puerta susurrando un leve "Te amo" antes de cerrarla tras de sí, dejando a Hermione sola en aquella habitación y con el corazón palpitando con rapidez…
……………

−¡Hermione! −el grito de Ron la devolvió a la realidad, supo que había estado soñando con aquellos días otra vez, pero eso era su pasado, las paredes de la sala de menesteres se borraron lentamente para darle paso a las del ministerio.

−¿Qué pasa? −preguntó exaltada

−Es hora de irnos −Harry la miró sospechosamente, sin embargo, decidió no darle importancia su amiga nunca le ocultaba las cosas importantes.

El trió de aurores entró en una extraña mansión, los vecinos habían visto a Malfoy numerables veces entrando y saliendo del lugar.

Harry y Ron inspeccionaron el piso de abajo mientras Hermione se dirigió a las habitaciones de la segunda planta, entró en una habitación tapizada de verde y rojo, por un momento recordó la combinación de esos colores mientras ella y Draco se abrazaban, fundiéndose en uno.

Lentamente, alguien cerró la puerta a sus espaldas, la castaña dio un salto, volteándose asustada, sus ojos chocaron con aquellos grises que no veía hace casi cinco años.

Draco Malfoy se encontraba frente a ella, vestido totalmente de negro, había cambiado, estaba más alto y su pelo siempre en su lugar, se encontraba desordenado con mechones cayendo por su frente.

Hermione pensó que estaba aún más guapo que antes, su corazón se disparó cuando él se acerco y posó su mano en la mejilla de la chica.

−Ha pasado tiempo Hermione.

−Casi cinco años Draco…

Escucharla decir su nombre otra vez, fue la perdición para el rubio, la besó apasionadamente como en antaño, Hermione no tardó en responderle el beso con la misma intensidad, él se olvidó que abajo se encontraban dos aurores queriéndole atrapar, mientras ella olvido que estaba besando un mortífago que debía capturar.

−Mierda, Granger… todavía te amo −susurró en el oído de la chica que se sintió morir.

−Yo también…

Se perdieron en los ojos del otro, hasta que los gritos de Ron los hicieron reaccionar.

−Vete Draco, no quiero que vayas a Azkaban - la voz de la castaña, desbordaba preocupación −prefiero saber que estas libre, que un lugar como ese.

−¿Qué pasará contigo? −preguntó el rubio
−Estaré bien, quizá dentro de un tiempo, el destino nos vuelva a reunir…

Draco sonrió y la besó fugazmente antes de desaparecer. Hermione sintió paz, algo le decía que no sería la última vez que vería a Draco Malfoy.

−¿Encontraste algo? −preguntó Ron entrando a la estancia.
−No −contestó Hermione mientras sonreía.

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¿Tomates, cebollas, Avadas? Jajaja es mi primer fic publicado en este foro, espero les haya gustado, el final se los dejo a ustedes, no entrà continuación.