Canas verdes

Nota de autor: La historia está sin finalizar y no se contempla continuarla. Lamento las molestias.








Canas verdes

Mis pies descansaban completamente agotados, jamás en mi vida me había cansado de esta manera, ni siquiera en el sengoku con las largas caminatas se cansaba tanto…¡ja! Y ella que juraba estar en buena forma…definitivamente esto manda al demonio sus creencias de estar más fuerte, ¡por dios!, ¡solo era una tarde en el centro comercial!, el deporte favorito de las chicas de su edad, claro con la pequeña diferencia que ellas eran normales y ella no, sus amigas parloteaban alegremente algo sobre una telenovela mexicana que parecía que les entretenía bastante, hacia bastante tiempo que ella no entendía nada de telenovelas y mucho menos mexicanas.

—¡Kagome!, ¡es que debiste haber visto!, ¡es que Ricardo es tan guapo!—suspiró Eri con un tono de adolescente enamorada manteniendo la mirada iluminada y por poco le faltaba babear.

—¡Y no solo eso!, ¡si no que ama tanto a Camila, que me da una envidia…ahh que lindo seria un amor así—murmuró una muy soñadora Ayumi.

Yo solo atinaba a observarlas incrédulamente, mientras en mi mente revoloteaban fastidiosamente mis quejas para conmigo misma, y un ejemplo de ellas es que la única preocupación de sus amigas era tener tiempo para ver la novela, peinarse adecuadamente para salir al mall, y tratar de conseguir novio, mientras que sus actividades distaban demasiado de esas, y la principal de ellas era intentar mantenerse viva y la siguiente en pensar en Inuyasha, bueno…quizás en ese aspecto no había mucha diferencia entre ella y sus amigas.

No había notado que durante algunos interminables minutos ella se había desconectado por completo del mundo real, pensando aleatoriamente en sus aventuras en la época feudal, claro…hasta que sintió las curiosas miradas, pero extrañamente…punzantes miradas de sus amigas, inmediatamente después de notarlo se enderezó completamente en su banca y corrió su vista para observar nerviosamente el menú en el mostrador, como si la hamburguesa doble se hubiera vuelto de improviso en lo más interesante a su alrededor.

—Kagome…dinos, ¿en qué pensabas?, sea lo que sea, debe ser muy interesante para que estés completamente enajenada—interrogó Yuka escrutándola con la mirada, como si su rostro guardara los más importantes secretos del universo, a lo que yo reaccione comenzando a reír tontamente intentando controlar el vivo sonrojo que había invadido mi cara al sentirme descubierta.

—Oh…no pasa nada, jeje solo me preguntaba que hamburguesa sería más rica, ya saben…amo a Wc. Donald´s—respondí atropelladamente riendo nerviosamente mientras jugaba nerviosamente con un pobre popote, que se había convertido en la victima de mi ataque de nervios.

—Sí Kagome, y yo vuelo—respondió irónicamente Eri, mientras mis otras dos amigas se entretenían mirándome escépticamente sin creer en lo absoluto ninguna de mis palabras.

—Eh…pues verán es que pensaba—intenté explicar tontamente tomando mi refresco que recién traía una despistada mesera hasta que mi vista miró de reojo ese algo que miraba enajenada la mesera y se me quitó por completo el color de la cara, haciendo que me atragantara con el refresco y comenzara a toser desenfrenadamente pero siendo controlado prontamente, interrumpiendo mi tonta explicación y entrando súbitamente en un estado de pánico.

Mis amigas extrañadas me miraban como si tuviera un bicho en medio de la cara y yo súbitamente reaccione justo en el instante que ellas iban a mirar hacia la ventana de atrás, entre en pánico, no sabía qué diablos hacer para evitar que se voltearan, así que…comencé a llorar, pero no llorar tranquilamente, no…parecía que alguien se había muerto.

Inmediatamente el trío dejo atrás sus intenciones para abalanzarse sobre mí preocupadas, intentando calmarme y al tenerlas en la bolsa me puse a llorar más fuerte, esperando que el “pequeño” inconveniente se largara.

—¡Kagome!, ¿Qué sucede?, ¿Por qué lloras asi?—preguntó una casi histérica Eri empujando a Yuka para tener mejor acceso a mí, que se negaba a darle espacio.

—¡Eri!, ¿acaso no es obvio?, ¡está llorando por su novio, infiel, violento y egoísta!—explicó secamente Yuka, pero contrastando por completo con su rostro paranoico.

—¡Silencio!, ¿acaso no ven que Kagome está muy conmocionada?, y ustedes recordándole su relación tormentosa, ¡que no ven que va a llorar mas!—exclamó bastante furiosa Ayumi, algo que dejó heladas a las otras dos y a mi incluyéndome y hasta se me olvidó el continuar el teatrito—Kagome, no importa que tan graves sean los inconvenientes…si hay amor, aun ay esperanza—alentó dulcemente Ayumi, haciendo que todas nos cayéramos de las bancas, y seguramente para estos momentos debemos ser el sano entretenimiento de los comensales y justo cuando pensaba que esto no podía ser peor, ¿Qué creen?...que empeoró.

Un rayo rojo atravesó el restaurante llegando a mí y colocándome tras él, sacando embravecido una llamativa espada y gruñendo a cada uno de los presentes, que lo miraban completamente pasmados e incluso hubo una mujer que gritó y seguido vino un golpe sordo, seguramente se desmayó, mis amigas parecían estatuas de mármol y yo quería que me tragara la tierra.

—¿Dónde mierda esta el peligro Kagome?, ¿Por qué llorabas así?, quien quiera que te haya hecho llorar, se le quitaran las ganas de salir a la luz del día—exclamó un hanyou encolerizado gruñendo amenazadoramente a todos,¡ no puede ser!...Inuyasha.

—Ka…Ka…Kagome, ¿Qué le pasa a tu novio?, ¿acaso está ebrio?—preguntaron al unísono mis amigas que reaccionaron acercándose preocupadas, ignorando olímpicamente el silencio del restaurante y por supuesto los escalofriantes gruñidos de Inuyasha, que para este entonces se encontraba bastante confundido y olisqueaba rigurosamente el ambiente sin quitarse de enfrente de mí.

—Kagome…¿Dónde está el monstruo?—preguntó un Inuyasha completamente desconcertado que miraba el alrededor guardando la espada, inmediatamente choqué mi mano con mi frente en señal de disgusto y paseaba mi mirada por todos los presentes, que se encontraban peor que idiotizados, e incluso un gordo tenia su hamburguesa a medio trayecto a su boca, suspiré pesadamente, sería un largo día.

Espero que les haya gustado...es el reto de inuyasha dice... si quieren conti no mas diganme!

 

Ups…me equivoqué

Está bien, lo sé, a veces suelo ser histérica, enojona e incluso paranoica, pero es que, ¿Cómo no serlo?, cuando tu “novio” es un hanyou que viene de quinientos años atrás, con unas llamativas y adorables orejitas que provocan tocarlas y un traje rojo chillón, nada discreto a la vista. Y claro, había que sumarle a eso, el hecho de que el desenvaine su espada incluso más larga que él y encima en un Wc donalds, donde decenas de personas nos miran como si tuviéramos unos letreros gigantes con luces de neón a nuestro alrededor, con estas palabras, “¡Hey!, ¡mírenos!, y...¡sorpréndanse!”, si exactamente parece eso, y encima todavía no deja de gruñirle a cuanta persona le vea.

Una mujer rubia, que a lo lejos se notaba que no era de aquí, tal vez estadounidense, tenía un perro escandaloso creo que esos que son muy populares en América, un chihuahua, y ese perro no deja de ladrarle endemoniado a Inuyasha, y este al notar que el perro le ladraba guarda su espada y…¿Qué creen?, que comienza a amenazar al perro, o al menos eso parece, pues le esta gruñendo de manera intimidante y se agacha hasta quedar sentado de esa manera extraña, en la pose que parece un perro.

—¡Mary Kate!, ¡deja de ladrarle a ese señor!, está bien que es raro, pero no es razón para que le ladres—regaña la rubia, con un notable acento gringo, se oye bastante curioso, pero a pesar del regaño, la perrita no deja de ladrarle a Inuyasha, empieza ser chocante el ladrido del animal, seguido de los gruñidos de Inuyasha.

—¡Cierra la boca!, ¡me he comido cosas mucho más grandes que tú!—suelta de improviso el albino, agazapándose más, siendo respondido por unos ladridos furiosos de parte de la chihuahua—¡no!, ¡no miento!, ¡rata blanca desnutrida!, ¿cómo te atreves a decir eso?, ¡al menos yo si tengo pareja!, ¡no que a ti te tienen que llevar cargada como la cosa inútil que eres!—finaliza para después comenzar a ladrar cual perro, cosa que de verdad me sorprende, porque el animal le responde de igual manera, como si le entendiera.

De acuerdo, esto ya sobrepasa lo vergonzoso, y comienza a ser penoso, la rubia de un momento a otro parece que se enfada y le da un bolsazo a Inuyasha en el rostro, alejándole del animal.

—¡Stupid friki!, ¡get a life!, ¡stay away from Mary Kate!—exclama fúrica la joven, manteniendo en alto el bolso, que se nota es bastante caro, Inuyasha se tira al suelo sobándose el rostro y gruñendo en forma baja, como berrinche, tal vez en lugar del conjuro de dominación debería golpearle con un bolso de Prada parece que es más efectivo, —Wha…what are you doing?, in that case do something better and give me the leg—añade la rubia de ojos verdes, estirando la mano en dirección a él, el hanyou le dirige una mirada confundida y me mira interrogante.

—Kagome, ¿Qué diablos está diciendo?, habla muy raro, ¿se supone que me está insultando?, dile que ese tipo de ladridos no los conozco—señala Inuyasha bastante enfadado, aún resintiendo el golpe en la nariz, pensaba decir algo cuando la rubia comienza de nuevo.

—Oh!, you hear me?, I thought I told you to give me the leg, now!—berrea la rubia, moviendo la mano delante de la cara de Inuyasha, que comenzaba a sentirse irritado.

—¡Diablos Kagome!, no sabía que a las mujeres de aquí les gustara ponerse tan borrachas—suelta el ambarino, cruzándose de brazos y mirando con aburrimiento a la joven, que no dejaba de hacer mímicas.

—¡Ja!, pensaba que los perros entendían mejor las órdenes en inglés, pero parece que no, pero ahora que lo noto…—agrega misteriosamente la mujer, removiéndose en su asiento, quedando al borde de éste, para quedar cerca de Inuyasha, demasiado para mi gusto, en automático, el hanyou aleja su rostro del de ella, seguro sintiéndose incómodo—tu eres muy sexy…and so handsome, mi nombre es Passion, y desde luego estás encantado de conocerme—señala con un toque seductor al final, agachándose lo suficiente para besar en la mejilla a Inuyasha, que estaba pálido como un papel, casi al instante, siento como si me dieran un empujón y mi sangre hierve de ira, ¿está coqueteando con Inuyasha?, ¡con Inuyasha!

De repente siento como mis hombros son capturados por unas manos, me voltean y encuentro a mis amigas, ahora que lo noto, entonces no fue producto de mi imaginación el empujón, me miran como si estuvieran tirando llamas por los ojos y por supuesto logran intimidarme.

—¡Kagome!, por primera vez en tu vida…¡actúa como una mujer celosa normal!, muéstrale a esa extranjera, quien es Kagome Higurashi—manifiesta Eri, intentando convencerme, no puedo negar que esa idea suena bastante atractiva, pero no puedo reclamarle nada a Inuyasha, después de todo, solo somos…amigos, solo eso.

—Kagome, no puedo creer que te vayas a quedar tan tranquila, ¿ya viste la imagen de esa tipa?, es una ricachona que solo anda de pesca en otros países, y no precisamente está en busca de un beso en la mejilla, ¡recuerda a Paris Hilton!—expone Yuka, zarandeándome con vehemencia, hasta por fin detenerse, viéndome a los ojos.

—Pero, pues…¿Qué puedo hacer?—alcanzo a murmurar, mis amigas me miran como si me tratara de un fantasma y me zarandean de nuevo—¿es que acaso no te molesta?, ¿no piensas hacer nada?, ¡solo míralos!—exclaman girando mi rostro, encontrándome con la desagradable imagen de la tal Passion, abrazándolo y él intentando en la medida de lo posible quitársela de encima, pero ella se negaba soltarle, y entonces esto termina por dejarme fuera de control.

—Mary Kate, it would be very nice that you had some little brothers with silver hair and golden eyes?—pregunta como si de verdad esperara una respuesta, el animal se revuelve en el asiento y suelta unos curiosos ladridos moviendo la cola con vehemencia—yeah!, finally i found just the kind of man to finally be mother!—finaliza tomando la mano al hanyou, en ese momento creo haber escuchado el sonido de algo rompiéndose, quizás el resto de lo que quedaba de mi control, en la sala resuena el sonido de un grito grupal de incredulidad, y justo en el instante en el que la chica levanta al albino del suelo y acerca su rostro peligrosamente al de él, con claras intenciones de besarlo, sin poder evitarlo reacciono.

—¡Kagome!, ¡enséñale como respetar a los hombres ajenos!—anima Yuka.

—¡Mejor recuérdale buenos modales al estilo de americano!, ¡tal vez así le entre en la cabeza!—secunda Eri, Ayumi solo grita cosas que no entiendo y son seguidas de los gritos de aliento de parte de los comensales.

Todo pasó muy rápido, en un segundo estaba detrás de ella, toco su hombro algo fuerte, escucho algunas palabras en inglés que significaban “¿puedes esperar un momento?, estoy en medio de algo importante”, pero solo eso sirvió para aumentar mi coraje y mis ganas de cometer homicidio, la jalo con poca delicadeza del hombro impidiendo el beso que ella buscaba y al final…le acomodo en la mejilla una bofetada monumental, que ni siquiera la misma Sango habría podido superar.

Inmediatamente en todo el restaurante resuena aquel conocido sonido de “sssss” como diciendo, “¡ja te pegó!”, y todo el restaurante era silencio absoluto, la chica, del golpe, fue a dar hasta el asiento, y se levanta sin intentar disimular su indignación, la chihuahua ladra furiosa y ella se lleva la mano a la mejilla, acercándose decidida a mí.

—¡Te atreviste a pegarme!—exclama con la cara casi roja, se escucharon risas al fondo y comentarios sarcásticos tales como “¿en serio?, ¡no me había dado cuenta!” y cosas así, la chica solo refunfuña enfadada y grita algo referente a igualados y cosas así.

—¡Tú!, eres la que debes controlarte, los hombres de otras chicas no son para que los andes besando—señala Ayumi, hablando por primera vez en ese barullo.

—¡Oh!, no es mi culpa que ella no satisfaga las necesidades de su “hombre”, ya que si fuera así, no tendría esta cara de cachorro desamparado que tanto me gusta, allá ella si no sabe ser una verdadera mujer—responde campante la rubia, acercándose de nuevo al ambarino, quien reacciona avanzando hacia atrás, pero ella lo persigue con calma.

—No sé a lo que te refieres con eso, pero Inuyasha no está necesitado de nada, así que deberías aprender a no meterte en las relaciones de los demás—acoto sonrojándome por la parte en donde digo “relaciones”, ja como si realmente tuviéramos una.

—Yo le enseñaré lo que es una verdadera mujer—asegura Passion levantándose del sillón, mostrando su cuerpo, diablos, debo admitirlo, esa mujer
parece modelo y quizás lo sea, pero Inuyasha no gusta de las mujeres ofrecidas y pedantes, un momento…¿¡le va a enseñar que!?

—My Darling, can you come with me to my suite and have a great time, I assure you, never want to leave a long, long time, finally, you be with a real woman—susurra la rubia, invadiendo deliberadamente el espacio vital de Inuyasha, mi sangre hierve de nuevo, se le está ofreciendo de esa manera tan descarada, que suerte que él no comprende el inglés, si no ya hubiera sacado de nuevo a Colmillo de Acero.

—Ka…¡Kagome!, aleja a esa mujer de mí, ¡huele a animal en celo!—chilla el albino, zafándose del agarre de esa mujer y lanzándose, (literalmente) a detrás de mis piernas, como si de verdad buscara protección, yo le acaricio la cabeza con suavidad intentando tranquilizarle, de repente él se levanta y con su brazo me acerca peligrosamente a mí, pegándome contra su pecho, el baja la cabeza y la entierra en el hueco entre mi cuello y mi clavícula, todos los vellos de mi nuca se erizan al sentir como el aspira mi olor muy quitado de la pena, escucho chiflidos de parte de los presentes y un “¡váyanse a un hotel!”, lo cual me hace volver a la realidad.

Antes de que lo apartara de mí, el se separa, respirando considerablemente más tranquilo y calmado, lo miro extrañada y el solo contesta, —era para apartar ese olor tan chocante, esa mujer se está excitando y no tengo ni idea de porqué—bufa algo sonrojado, a la rubia se le suben los colores al rostro y se escuchan de nuevo chiflidos en el restaurante, ¿Cuándo terminará el espectáculo?

—You…you are so idiot, why you say that?, You know you spend with me ever in your life, I look forsomething serious, and know what is the real fire of passion, puppy—amenaza la rubia, acercándose de nuevo a Inuyasha, quien reacciona huyendo de nuevo, alejándose al menos dos metros de ella, eso último que dijo me hizo en serio rabiar, esta mujer, de verdad conocerá a Kagome Higurashi en todos sus colores.

—Close your mouth at once!—aullo de manera espantosa, haciendo que la perra de ella se escondiera en el bolso y la rubia sintiera pánico — I'm not interested with those who have "experienced", but stay away from Inuyasha!, plus he and I ever been anything you have ever lived, Inuyasha is a virgin!, so I'd appreciate if you stay away from him—complemento, sintiéndome feliz de ver como la mandíbula de la chica casi, casi cayó al suelo, pero después caigo en cuenta en lo que acabo de decir, ¡diablos!, ¡acabo de revelar un secreto de Inuyasha!, por toda la sala se comenzaron a escuchar los murmullos azorados de mi revelación.

Inuyasha se levanta enfadado del suelo en donde estaba sentado y se dirige al público, que al verlo cerca automáticamente se silencia, él levanta el puño, haciendo crujir sus nudillos, haciendo que por lo menos tres mujeres chillaran del espanto y de nuevo…alguien se desmaya.

—¡Se puede saber que les importa si Kagome es o no virgen!, ¡toda muchacha respetable debería serlo!, pero parece ser que aquí, ninguna es respetable—suelta iracundo, haciendo que varias mujeres se encogieran en sus asientos, yo me voy de espaldas y me golpeo duro con el suelo, ¿el creyó que los murmullos eran hacia mí?, bueno…es mejor eso a que se entere de lo que en verdad dije, pero al comprender las palabras de él, me avergüenzo como nunca, y sin poder evitarlo grito.

—¡Siéntate!—seguido del poderoso sonido que hace el rosario al haber cumplido celoso su deber, Inuyasha levanta la cara del suelo, viéndome furioso.

—¡Perra!, ¿Se puede saber por qué hiciste eso?, ¡yo solo estaba defendiendo tu honra!, se supone que no debemos hacer nada de eso, ¡nadie debería de dudar!, hasta que estemos casad…—cierra abruptamente su boca, mi cara se torna roja, como la granada y la de él se ha perdido en su traje, pensaba decir algo referente a eso cuando de repente algo increíble sucede.

En ese momento de la nada entra al restaurante una manada de espíritus, que se dirigían en directo a mí, la sangre se va de mi cara, ¡no tengo nada con que defenderme!, los fantasmas en su camino, tiran sillas e incluso rompen objetos y una ventana, a la rubia, solo la dejaron gritar su “oh my God!” y la levantaron del suelo con todo y animal lanzándola a la multitud, donde es interceptada por un joven que la salva de estrellarse horrible contra una pared.

El pánico empieza a cundir entre las personas, yo me dirijo inconscientemente detrás de Inuyasha, el cual me recibe con un abrazo para después tomarme en brazos y escapar por la ventana, los fantasmas nos siguen, Inuyasha no deja de maldecir y grita de vez en cuando que donde está Sesshomaru cuando se le necesita, no hay que olvidar que él puede acabar con los fantasmas, en cambio Colmillo de Acero no y yo sin arco y flechas soy tan útil como un ornamento de jardín, solo como adorno, ¡ah!, y como cebo para atraer cantidad de espíritus que ni tengo idea de porque me persiguen.

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—Rokudou, ¿realmente es necesario que salgamos corriendo tan rápido de la casa?—pregunta una joven que trae sus cabellos azabaches bastante alborotados por el aire, intenta en la medida de lo posible quitárselos del rostro y al mismo tiempo no soltarse del agarre del joven de cabello rojo—ni siquiera alcancé a sujetarme el cabello—suspiro con algo de pesar la joven, para ser de nuevo…sacudida por una violenta maniobra de parte del pelirrojo.

—Sakura, lo siento, pero era eso…o ser devorada por cientos de espíritus enfurecidos, creo que es más atractiva la opción de huir como señoritas—responde con algo de humor negro el joven pelirrojo.

—Rinne, creo que lo mejor sería que buscáramos un lugar seguro para Sakura—sugiere el pequeño gato negro que se encuentra resguardado bajo el cabello alborotado de la chica.

—Rokumon, ¿Qué crees que eh estado haciendo todo este rato?, ¿dando un paseo por el barrio?, ¡me preocupa mucho que le llegue a pasar algo a Sakura!—responde tal vez más exaltado de lo necesario, dándose cuenta de su reacción, se sonroja mucho, pero Sakura no dice nada, solo sonríe agradecida y casi imperceptiblemente se acerca más a él.

En algún momento un fantasma montado en un panda, se sitúa detrás de ellos y de un zarpazo, o golpe, como quieran decirle, los manda en picada al suelo, Rinne pierde temporalmente el conocimiento por reverendo golpe y Sakura tiene suficiente tiempo para entrar en pánico, pero gracias al cielo Rokumon se transforma en el gato gigante y los salva por los pelos.

Un espíritu lanza un proyectil explosivo, con algo parecido a una bazuca, haciendo que a duras penas Sakura logre lanzar lejos a Rinne y ella alcance a tirarse pecho tierra.

La explosión crea un denso humo, que comienza a ser desesperante, ya que no se ve nada, Rinne despierta gracias al penetrante olor y se siente repentinamente asustado, ya que al abrir los ojos no encuentra a la chica, toma su guadaña y se interna aún más en el humo buscándola.

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Parece que los fantasmas se están concentrando más, a Inuyasha le cuesta cada vez más trabajo esquivarlos, de repente al dar vuelta en una esquina, una explosión nos alcanza, haciendo que varios objetos no identificados nos acertaran, logrando que en uno de esos golpes, lograra zafarme del agarre que Inuyasha mantenía en mis muslos, haciéndome caer como costal de papas, sacándome el aire, escucho a lo lejos el grito de Inuyasha, pero el humo no me deja ver nada.

Me arrastro por el suelo, intentando lograr respirar algo de aire puro, ¿Qué diablos es esto?, ¿estamos en guerra o qué?, debo ver los noticieros más seguido, tal vez estamos en plena guerra contra Estados Unidos y yo ni por enterada.

Escucho los gritos desesperados de Inuyasha, pero también escucho otros buscando a una tal Sakura, tal vez ella también se vio envuelta en la explosión, en medio de la columna de humo distingo una figura difusa, y al ver un objeto de grandes proporciones en su mano derecha lo identifico como Inuyasha, ¡dios por fin me encontró!

—¡Estoy aquí!, ¡ten cuidado!—alcanzo a formular, siendo seguida de una fuerte tos, por haber inhalado tanto humo, siento unos fuertes brazos en mi cintura, levantándome en brazos, aún no veo su rostro, pero me siento segura, sé que es Inuyasha.

Me levanta apresándome contra su pecho y levanta vuelo, o salto como sea, siempre me ha parecido que vuela, en ese momento logramos salir del humo y por fin logro enfocar su rostro, llevándome una gran sorpresa, no puedo decir que desagradable, pero…¿Por qué diablos tiene el cabello rojo?, ¿será un efecto secundario del humo?, ¿Qué le echaron?, ¿gas mostaza?

—Tú…tú no eres…—intentamos formular al mismo tiempo, cuando un grito ensordecedor resuena por toda la calle.

—¿Quién diablos eres tú?—se deja oír el conocido rugido de Inuyasha, seguido de un poderoso y no menos agudo, grito de una chica, ahora que recuerdo también escuchaba que llamaban a una tal Sakura, ¿la tendrá Inuyasha?

El pelirrojo y yo nos miramos con extrañeza e incredulidad y nos apresuramos a mencionar.

—Persona equivocada—alcanzamos a decir, antes de que de nuevo una horda de fantasmas nos volvieran a perseguir, espero de verdad, que este chico tenga un elevado complejo de proteger chicas débiles e indefensas de fantasmas que intentan convertirme en uno de ellos, porque si no…estoy que me carga la fregada.

Ok, lo se, pero no me maten por ello!!!*se protege tras un fuerte de guerra con un colador de verdura en la cabeza y Kimiko tiene una cuerno de chivo en la mano riendo como maniática, espero que les haya gustado, no me pregunten de donde vino la idea de la rubia, solo llegó de golpe a mi cabecita loca, pero espero que les haya gustado, jojojo la historia va agarrando forma, ya se encontraron nuestros personajes!!!!GENIAL!!ahora solo queda…que se lleven mejor xD aunque Kagome y Rinne se conocieron en buenos términos, no se si Inu piense lo mismo xD
Me despido y me disculpo por la tardanza, espero continuar mi fic “Dolor más allá de lo físico” pronto les asegurare algo, querrán asesinarme a mi y a Inuyasha, xD bueno ahora si me voy.
Lo mismo de siempre…
¡Besitos!