Exterior Observatorio

Tema en 'Planta baja' iniciado por Gigi Blanche, 28 Junio 2022.

  1.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,398
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    upload_2025-8-4_11-51-15.png

    —Hasta que alguien reconoce el poder del fangirleo, ¿no crees? ¡Ya era hora!

    Me reí ligeramente y más tarde, respecto a nuestra cita, mi primera respuesta fue un murmullo quedo. Estaba haciéndome a la idea, evidente de por sí, que no había procesado enteramente hasta ahora. Ni siquiera lo había visto nunca por fuera de la academia o de eventos escolares. Lo imaginé bien vestidito, con las luces nocturnas de Tokio iluminando sus tonos oscuros aquí y allá, y mi sonrisa se ensanchó.

    —El finde está más que bien —concluí.

    Una vez en el observatorio, recibí su regalo y el beso que dejó entre mi flequillo me supo cálido. Se sentó en el suelo, apoyó la cabeza en mis piernas y una de mis manos viajó automáticamente a su cabello, confiriéndole caricias lentas. No podía parar de sonreír y su respuesta me aflojó una risilla. Esto me traía recuerdos de aquel día desastroso, cuando habíamos acabado en el cuarto oscuro del club de fotografía.

    —El rosita es muy noble —acordé, en voz baja, y recibí sus ojos desde abajo; sentí el corazón genuinamente ablandarse dentro de mi pecho—. Lo hicimos juntos, Al. El esfuerzo, quiero decir. De otra manera no habríamos llegado aquí.

    Era consciente de que esto podía asemejarse a haberle dado una segunda oportunidad, pero tampoco veía sentido en cargar sobre su espalda todas las responsabilidades. Sólo quería quererlo, que me quisiera, y si él agradecía la paciencia y la espera, yo valoraba su perseverancia. No podía decir que nunca nadie me había querido, que Al era el primero, pero había algo en todo esto que se sentía correcto. Mucho más correcto que antes.

    Mis dedos no habían dejado quieto su cabello. Colándose entre las hebras, cepillándolo, acariciándolo. Alcancé su cuero cabelludo, se lo rasqué sin fuerza y quité los bombones del medio para inclinarme y dejarle un beso en la sien. La postura me arrojó la idea de envolver su cuerpo y deseé tener alas, alas lo suficientemente amplias para abrazarlo y mantenerlo tibio. No quería que nada malo le pasara, y era difícil poner en palabras la intensidad del anhelo. Lo llevaba grabado en el corazón.

    Era grande y tan, tan pequeño.

    —¿Me darás un iPhone, entonces? —bromeé, sin despegarme de su piel, y le dejé otro beso antes de erguirme—. Tú también, Al. Lo sabes, ¿verdad? Y si no lo sabes te abriré el cráneo y lo estamparé en tu cerebro. Cortaré aquí, con un bisturí bien afilado. —Tracé el recorrido con un dedo y me reí, reanudando los mimos—. Has confiado siempre en mí, me has protegido incluso sin conocerme. Me permitiste verte reír, verte llorar, has dormido conmigo y me has abrigado. ¿Eres consciente de lo cálido que es tu cuerpo, de lo dulces que son tus sonrisas? Algunas, al menos. —Volví a reírme—. Igual, cuando sonríes como un crío prepotente también me gusta. Creo que me gusta todo de ti.

    Hundí los dedos en el pelo de su nuca y lo rasqué allí, en un llamado silencioso. Esperé a recibir sus ojos y le sonreí, deslizando las caricias por la curvatura de su cuello. Eran apenas roces con el dorso de los dedos.

    —Te quiero, Al, y también te estoy agradecida por un montón de cosas. —Lo insté a erguir el cuello y volví a sostener su rostro con una mano para besarlo; no me cansaba nunca—. Te quiero, te quiero muchísimo.

    Y lo seguí besando, y me estiré para apoyar los bombones en el suelo y ladeé la cabeza, hundiéndome en su boca. Deslicé los dedos de una mano a su nuca, el pulgar de la otra por su nuez de Adán, y me bajé del taburete para poder besarlo mejor.
     
    • Adorable Adorable x 1
  2.  
    Zireael

    Zireael kingslayer Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    11,120
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    AltanS.png

    Lo de reconocerle el poder al fangirleo tuvo su gracia, no pude hacer más que negar con la cabeza, resignado a darle razón y seguimos con el asunto de la cita. Procuraría tomar una decisión de aquí al viernes como mucho, podía contemplar que fuese un plan de tarde-noche, quizás. Tenía una idea inicial, pero podía hacerle unos ajustes pues finalmente seguía siendo nuestra primera cita oficial y la redención del noviazgo iniciado bajo el árbol random. Quería que fuese uno de nuestros nuevos recuerdos, que fuese especial.

    Stay tuned then, te daré pistas del dress code ya más cerca del finde —dije junto a una sonrisa suave.

    Ya en el suelo sus caricias en el cabello, lentas, me hicieron parpadear con pesadez y comencé a respirar bastante despacio, relajado bajo su tacto. El comentario del rosita me hizo reír, pero lo siguiente rebotó en mi mente como lo que había traducido al vuelo y traté de balancear las nociones, separar la culpa y la gratitud para formar algo nuevo, algo que pudiéramos sostener juntos. Así pude asentir con la cabeza, para comenzar a ver todo desde otra arista.

    Sus caricias me había seguido aflojando el cuerpo, cómo me rascó me erizó un poco la piel, pero su beso en la sien me distrajo y la forma en que me envolvió fue cálida y protectora. Incluso sin ellas, la idea de imaginarle alas no fue complicada porque desde hace tiempo esta chica, a pesar de lo pequeña que era, me envolvía y de alguna manera me protegía del mundo. Un mundo que era siempre grisáceo y algo insípido, entre los grises el rosa de sus ojos vibraba y procuraba guiarme.

    Su fuego no flaqueaba.

    No se rendía.

    Mis manos reaccionaron un poco después y rodeé sus piernas, abrazándome a ellas. Le conferí un apretón suave cerca de las pantorillas, apenas en el afán necio de tener contacto con ella y mi risa ante lo del iPhone acabó sumida en algún lugar entre nuestros cuerpos. Cuando se enderezó yo no la solté y su amenaza, advertencia como quisiera llamarlo me hizo asentir con la cabeza casi como niño regañado.

    —Prefiero no tener una raya de bisturí en toda la cabeza, si me preguntas. Me portaré bien y te escucharé.

    Lo que vino después me hizo pasar por nuestros recuerdos, a la primera vez que sentí un atisbo de ternura al verla o cuando me preocupé por su asma y la calidez que encontré en su cuerpo. Pensé en cada vez, intensa, en que habíamos estado juntos y otras más tranquilas, en que había descansado a su lado. Toda la tontería empezó a darme algo de vergüenza y me reí por lo bajo.

    —A mí también me gusta todo de ti —afirmé en voz baja y luego solté la tontería de turno—. Hasta cuando vas por ahí amenazando con castrar personas.

    Atendí a su solicitud, aflojé el agarre en sus piernas y alcé la vista, su sonrisa me derritió el cuerpo y las caricias, el roce de sus dedos en el cuello, volvieron a ponerme la piel de gallina. Habría sido estúpido fingir que sus palabras no me alborotaron el corazón, ya de plano habría que admitir que me habían puesto a revolotear las mariposas en el estómago. Recibí su beso, sus palabras y su cariño.

    —Te quiero muchísimo, An —respondí casi encima de su boca y lo repetí, casi como un eco—. Te quiero, mi cielo. Mi niña.

    Fui consciente de su movimiento, de los bombones en el suelo y la forma en que se hundió en mi boca. El camino de sus dedos me forzó a tomar aire y mis manos alcanzaron su cuerpo una vez bajó del taburete, encontré su rostro un momento, como si todavía estuviera procesando que podía permitirme esto.

    Que podía besarla tanto como quisiera.

    Respiré con algo de pesadez, mis manos entonces buscaron su cintura y reajusté mi propia postura para hacerla acercarse más a mí. Busqué su boca con algo de ansiedad, me hundí en ella y me colé despacio, presionando la lengua contra la suya. Fue lento, profundo y me envió una onda tibia por el cuerpo; aunque en un espacio ínfimo en que tomé aire hablé prácticamente en su rostro.

    —No es justo que me digas que me quieres y me beses así después —murmuré en algo que ni de cerca fue una queja y volví a su boca sin siquiera pensarlo.

    Llevaba demasiado tiempo ansiándolo.
     
    • Adorable Adorable x 1
  3.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    16,851
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora

    Kenneth 2.png

    Salí del aula en cuanto la campana anunció el inicio del receso, queriendo aprovechar hasta el último segundo para llevar a cabo mi plan, y bajé con relativa rapidez las escaleras, hasta que alcancé la cafetería y me permití ralentizar el paso. Fue cuando salí al patio norte que realmente hice una pausa, pues me aparté hacia la sombra de uno de los árboles y saqué mi móvil para buscar el contacto de Morgan.

    Estimada dama, ¿me haría el favor de mirar dentro de su casillero?
    Es posible que encuentre algo de su agrado.


    No esperé a recibir confirmación de que hubiera leído los mensajes, pues no tenía mucho tiempo que perder a pesar de mis preparaciones previas. No era ningún plan grandilocuente, a decir verdad, pero esperaba que al menos le entretuviera lo suficiente mientras yo me dirigía al observatorio, que era mi objetivo final, a fin de cuentas. Aquella mañana había esperado en los casilleros hasta verla subir las escaleras, momento en el que le dejé un sobre en el suyo; dentro había un pequeño dibujo de la constelación de capricornio y una nota escrita a mano en la que rezaba: te espero donde las estrellas son visibles. Era todo un poeta, ¿a que sí~?

    Paseé con algo más de tranquilidad por el camino de piedra, estando casi convencido de que ella no me ganaría si tenía que desviarse hasta los casilleros, y una vez dentro del edificio, di una vuelta por el mismo para comprobar que nadie hubiera decidido robarme la idea. Por supuesto, ese no fue el caso en lo absoluto, y ya con todo preparado, dejé las cosas que había traído sobre la mesa de la planta baja. Arrastré una de las sillas hacia mi posición y tomé asiento para esperar, posicionándome de tal manera que mi cuerpo tapó aquello que había colocado sobre el escritorio.

    Gigi Blanche buenasss, wifey <3
     
    • Adorable Adorable x 1
  4.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,398
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]

    El repiqueteo de la campana me había pillado con tanto sueño que no encontré fuerza humana capaz de mover mi cuerpo. Derretí el torso sobre el pupitre, doblé los brazos de una forma inexplicablemente cómoda y permanecí allí, mirando reels sin pensar nada en absoluto. Las notificaciones de Kenneth aparecieron en el extremo superior de la pantalla, distrayéndome de las ardillitas revolcándose en un colchón de hojas, y esbocé una pequeña sonrisa. Si no sería un héroe, viniendo en mi rescate del terrible aburrimiento.

    Bueno, ¿cómo podría ignorar la solicitud de tan distinguido caballero? Suspiré, incorporándome, y empecé a caminar. Por el camino hundí los dedos en mi cabello, peinándolo con movimientos perezosos, mientras murmuraba una canción y distraía la vista aquí y allá. Seguía somnolienta, pero contaba con que la pequeña aventura acabara de espabilarme. Abrí mi casillero una vez alcancé mi destino y encontré allí un sobre con la constelación de mi signo zodiacal y un mensaje para nada críptico. Cosita linda, ¿cuánto tiempo le habría dado vueltas a su frase del siglo? Imaginarlo ponderando en torno a ello me estiró una sonrisa suave en el rostro. ¿Enternecida? Quizá. La palabra no saldría de mi boca, de todas formas.

    Deslicé el papel de regreso al sobre, puesto que no lo había quitado del todo, y me abaniqué brevemente con él conforme paneaba el espacio. Ya debía estar allí. Redirigí mis pasos al patio y tomé el camino hacia el observatorio. Al abrir la puerta, encontré a Kenneth sentado frente a mí como un... como un capo de la mafia o algo. ¿Y el gato en su regazo? ¿Qué iba a acariciar?

    —Por suerte especificaste que era Capricornio —comenté al aire, cerrando la puerta detrás de mí; el sonido rebotó dentro del espacio y asumí que lo alcanzaría—. A decir verdad, no sé nada de constelaciones y si me preguntaras, ese triángulo tiene más forma de arco que de cabra. Debería ser Sagitario. Aunque tampoco conozco la forma de Sagitario.

    Empecé a caminar hacia él, sin prisa, y sonreí con cierta diversión.

    —Y puestos a ello, tampoco recuerdo haberte mencionado mi cumpleaños alguna vez...
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  5.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    16,851
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Kenneth 2.png

    No quise estropear el ambiente tan característico del observatorio, por lo que en lugar de buscar distraerme con la pantalla del móvil, lo hice con un libro que había podido coger del mismo escritorio. Dio la casualidad que el libro que escogí trataba precisamente de constelaciones, por lo que no pude evitar sonreír con diversión mientras pasaba las páginas, ojeando por encima la información que había de cada una de ellas. Levanté la vista del libro cuando la voz de Morgan se abrió paso en la estancia, manteniendo la sonrisa entretenida mientras escuchaba su... ¿saludo?

    —¿Estás diciendo que nuestros signos se complementan? Una manera muy romántica de declararse, desde luego —opiné, impostándome algo de seriedad para el asunto, y asentí un par de veces con la cabeza en aprobación, antes de recuperar la expresión liviana de antes—. Quizás nos falte algo de imaginación griega para entender bien las representaciones. Aunque... ¿sabías que el zodiaco realmente surgió en Babilonia?

    ¿Acababa de leer esa información en el libro que tenía entre manos? No haría declaraciones al respecto. Devolví el mismo al escritorio tras responderle, liberando mi regazo por ningún motivo en particular, y sonreí con cierta picardía cuando recibí su siguiente comentario.

    >>Well, m'lady, I have my ways... —contesté con algo de misterio, apoyando una mejilla sobre mi mano mientras colocaba el codo sobre el apoyabrazos de la silla—. Hay toda clase de información en el registro de estudiantes and I am very charming, you know~?
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  6.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,398
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]

    Conque Kenneth era de Sagitario. La información calificaba de novedad, aunque, siendo sinceros, no confiaba en retenerla el tiempo suficiente. Quizá representara una contradicción a juzgar por mis intereses generales, pero los signos zodiacales nunca habían captado mi atención más allá de los pasajes de las revistas o el breve horóscopo impreso al reverso de los periódicos. Un mero entretenimiento pasajero. Sin embargo, ya que parecía estar ante un experto...

    Al alcanzar su posición, y habiendo él liberado sus manos, aproveché el espacio y me senté en su regazo, de costado. Crucé las piernas, enganché mis dedos detrás de su cuello y paseé la mirada por su rostro mientras seguía hablando. Había algo atractivo en el tono bajo de su acento natal, en especial sobre el silencio categórico de la torre, y en los movimientos de su boca, fundidos entre las luces tenues. Su piel, sus labios, las pestañas y el puente de su nariz. Lucían suaves, como de seda. ¿Y sus ojos? Pequeñas... aguamarinas, ¿no? Sí, la idea me gustaba.

    Very charming, I ken —acordé, distraída aún en sus facciones. Una sonrisa estiró mis labios lentamente, conforme regresaba una mano al espacio entre nosotros y empezaba a trazar caminos por su rostro—. ¿Qué hiciste? ¿Te colaste allí y conseguiste la lista de mi clase con alguna excusa tonta y tu sonrisa encantadora?

    Exhalé por la nariz, relajando el cuerpo, y volví a engancharme de su cuello.

    —Recuérdame, ¿cómo se supone que son los muchachos de Sagitario? Since ye seem so knowledgeable on the matter...

     
    • Zukulemtho Zukulemtho x 1
  7.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    16,851
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Kenneth 2.png

    Sentir su peso sobre mi regazo hizo que una cuota de satisfacción me alcanzara el cuerpo y, por supuesto, no tuve ningún reparo en dejar mi mano libre sobre su pierna. Le dediqué caricias distraídas con el pulgar mientras hablábamos, una sonrisa encantada abriéndose paso a mi labios tras escuchar que me daba la razón, y la miré con evidente diversión al sentir el repentino roce de sus dedos en mi rostro. La dejé hacer sin queja alguna, evidentemente, y sentí como mi sonrisa se ensanchaba ante su teoría.

    Sure did, honey —contesté, sin esconder ni una pizca del orgullo que sentía por tal hazaña—. Pero nada de excusas tontas, ¿eh? A Akuma-sensei le pareció muy loable que me esforzara tanto para sorprender a alguien especial. Claro que ahora voy a tener que hacer algo por tu cumpleaños de verdad... —añadí, junto a un suspiro teatral.

    Alcé un poco las cejas al escuchar su siguiente pregunta, algo sorprendido, aunque no tardé más de un segundo en suavizar la expresión de vuelta. Ralenticé apenas las caricias de mi pulgar, sin haber parado las mismas en ningún momento, y me tomé algo de tiempo extra para sopesar la respuesta, dejando salir un 'mhm' pensativo en el proceso.

    >>Pues somos encantadores, serviciales, muy buenos amantes, carismáticos, entregados, pasionales... ah, y besamos muy bien.

    Separé la mano de mi mejilla para llevarla a la suya, donde le dejé otro par de caricias suaves antes de acercar su rostro al mío. La besé con ganas, aunque no busqué profundizar la unión más de lo necesario, y me separé apenas un par de segundos después, sonriéndole con serenidad.

    >>Don't you agree?
     
    • Zukulemtho Zukulemtho x 1
  8.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,398
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]

    Quizás una parte de mí hubiese esperado que estuviera bromeando, pues al mencionar a mi profesora y demostrar que efectivamente se había colado para averiguar mi cumpleaños solté una risa nasal, incrédula. Además, había que ver el orgullo que sentía por su pequeña aventura. ¿Se suponía que lo felicitara? ¿Que me sintiera halagada? Al menos me divertía.

    —Dudo que tengas problema con eso —murmuré, sin perder la sonrisa entretenida—. Aunque ¿no era más fácil preguntárselo a tu hermana y ya? She holds valuable information, our wee lassie.

    Probablemente me replicara que dónde estaba la diversión en eso, pero yo misma no me negaría de puntualizar lo evidente. Sus caricias en mi pierna eran constantes y no me pasaban desapercibidas, expandiendo una sensación reconfortante y placentera por mi cuerpo, y tomó la oportunidad que le había dejado a la mano para echarse todas las flores posibles encima. Ah, este muchacho, ¿qué haría con él?

    Such a sweet and smooth talker —susurré, un segundo antes de recibir sus labios.

    Correspondí su beso con una intensidad similar, disfruté cada segundo y desenredé los dedos para hundirlos en el cabello de su nuca, empujándolo hacia mí. Al separarse, encontré sus ojos y entorné levemente la mirada, empezando a acariciarlo allí donde había dejado mis manos.

    —Pareciera que sí, pero no me ha quedado del todo claro —respondí, suavizando aún más la voz adrede, y ladeé apenas la cabeza—. Would ye help me, lad~?
     
    • Zukulemtho Zukulemtho x 1
  9.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    16,851
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Kenneth 2.png

    No hubo ninguna felicitación ni agradecimiento por su parte tras mis confesión, algo que me hubiera desilusionado si no hubiera sido porque ya lo había anticipado. ¿Qué podía decir? Me gustaban las chicas difíciles. Sonreí con suavidad en cuanto hizo su apunte, aunque la posterior mención de Kashya me sorprendió un poco, hasta el punto de hacerme ladear la cabeza con algo de curiosidad.

    —Eso no suena ni la mitad de divertido que mi misión de infiltración —acoté, encogiéndome de hombros mientras dejaba salir una risilla ligera—. Pero es interesante eso que has dicho, ¿eh? Voy a tener que comprobar que clase de información valiosa tiene Kashya.

    No negué su evaluación en lo más mínimo, si acaso confirmé sus palabras al ensanchar la sonrisa de mis labios, y poco después noté sobre estos mismos los suyos. Se me escapó una risa nasal tras separarnos, para nada decepcionado con su respuesta, y me tomó menos de un segundo atraerla de nuevo para retomar el beso. Fui algo más atrevido en aquella ocasión, pues no dejé pasar mucho tiempo antes de buscar su lengua con la mía, y al mismo tiempo colé la mano debajo de su falda, apenas unos pocos centímetros.

    >>No me distraigas, anda... —me quejé tras volver a separarme, sin ningún tono de queja real en mi voz, y le di un par de golpecitos suaves con el dedo índice mientras le sonreía, risueño—. Te he preparado un par de cosas. Están en el escritorio~

    Aquella posición me impedía moverme con libertad, por lo que iba a necesitar que fuese ella misma quien se hiciese con sus regalos. Por supuesto, aquel era un sacrificio que estaba más que dispuesto a hacer.

    so hay dos cositas para la wifey uwu encima está la bolsita de chocolates (que en realidad son trufas de chocolate) y debajo hay una caja de cartón de tamaño medio en cuyo interior hay esto :D
     
    • Ganador Ganador x 1
  10.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,398
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]

    Ye can try... —murmuré bastante al aire, lanzando los ojos al techo para enfatizar mi intención, y transcurridos algunos segundos regresé a sus ojos—. "In silence boun’ oor tongues maun die, the secret lives, the voices lie." I swore an oath with her.

    ¿Era verdad? Para nada, sólo me había apetecido recitar un pasaje que había escrito el otro día para ver cómo sonaba en un contexto más real, y me entretenía la idea de arrojar la piedra al estanque y dejarla allí, ver qué pasaba. ¿Kenneth me creería? ¿Indagaría aún así? Era paciente, podía esperar a averiguarlo. Estaba segura que sería divertido.

    Me gustaba besarlo. Olía bien, sus manos no eran excesivamente ásperas y sabía marcar el ritmo. Me gustaba que fuese un muchachito simpático y llevadero, algo picaflor, pero sin necesidad de ser un auténtico imbécil. O quizá me gustaran los Thornton y punto, ¿debería pedirles que me presenten a sus padres? Me distraje brevemente en la idea y sonreí apenas mientras lo besaba, saboreando sus labios y buscando su lengua con todo el gusto del mundo. Sus dedos se entrometieron bajo la tela de la falda, fue leve pero bastó para cosquillearme entre las piernas y por ello comprimí los muslos casi sin pensarlo. Ah, qué cosas. Era duro ser adolescente.

    Mis manos habían acabado en sus mejillas, y al escucharlo alcé una ceja, curiosa. ¿En el escritorio? Sólo tuve que inclinarme hacia un costado y mirar por encima de su hombro para encontrar allí lo que decía. Estiré el brazo y pillé la bolsa de trufas, contenta con el detalle del lazo negro. Las observé más de cerca y le dediqué una sonrisa antes de tener que incorporarme para lidiar con la caja, habiendo dejado los dulces en su regazo en reemplazo mío. Al ver el tablero de la Ouija parpadeé, incrédula, y a la risa nasal que solté de primera mano le siguió una auténtica carcajada. Con el correr de los segundos la tontería me hizo más y más gracia, así que me fue imposible calmarme. ¿Unos chocolates y una herramienta de invocación de muertos? No podía creerlo.

    Honestamente, no recordaba la última vez que había reído así. Una sensación agradable se propagó por mi cuerpo y despegué las manos del escritorio para volver hacia Kenneth, soltando un largo y placentero suspiro. Volví a recoger su rostro, forzándolo a alzar la cabeza, y me presioné contra sus labios. Al cerrar los ojos, un par de lágrimas contenidas salpicaron.

    —Gracias, cariño —murmuré sobre su boca, aún con la gracia atravesada en el cuerpo, y me erguí para echarle un vistazo a la Ouija—. Should we try it~?
     
    • Ganador Ganador x 1
  11.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    16,851
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Kenneth 2.png

    Levanté una única ceja al escucharla mencionar el supuesto juramento que había hecho con Kashya, dedicándole una más que evidente expresión de escepticismo. Me gustaría decir que no le creí ni una palabra, pero la dura realidad era que podía imaginarme la escena a la perfección, tanto por parte de Morgan como por parte de Kashya. No había hecho mi comentario inicial muy en serio, pero no negaría que me había picado un poco la curiosidad por saber si aquello era cierto o solo me estaba tomando el pelo.

    Sea como fuere, aquel sería un problema del Kenneth del futuro; el Kenneth del presente se lo estaba pasando muy bien probando los labios de Morgan. Fui consciente de la ligera tensión que se apoderó de su cuerpo cerca de donde había deslizado mi mano, lo que logró sacarme una pequeña sonrisa satisfecha en medio del beso y, a decir verdad, ni siquiera supe de dónde saqué la fortaleza para interrumpir nuestra breve sesión. Lo hice, sin embargo, y esperé pacientemente a que inspeccionase los regalos que le había preparado, siguiendo con la mirada todos sus movimientos.

    Los bombones parecieron agradarle lo suficiente, aunque la joya de la corona era la otra idea que había tenido. Su reacción fue mucho mejor de lo que había anticipado, pues tras la incredulidad inicial dejó salir una carcajada que no creí haberle escuchado nunca. Mi propia sonrisa se ensanchó con genuina alegría, notando cierta calidez alcanzándome el cuerpo mientras la veía, y dejé que me besara antes de permitir que mi propia risa saliera al fin.

    —Por nada, my dear —murmuré en respuesta, disfrutando de los últimos segundos de encanto de la situación.

    Y decía últimos porque, de manera completamente inesperada, Morgan propuso probar la dichosa ouija. Había estado tan preocupado por comprarle algo que le gustase que no había pensado en cómo podía volverse en mi contra con una facilidad absurda. Se me escapó una risilla nerviosa al ponerme en pie, y aunque procuré disimular mis reacciones de la mejor manera posible, no hice nada por esconder que mis pasos me llevaron hasta estar prácticamente al lado de la puerta.

    >>Está bien, pero yo me quedo aquí. Y quiero que conste en acta que voy a salir por patas si de verdad nos comunicamos con un fantasma. ¡No soy tan orgulloso como para dejarme morir joven!
     
    • Gracioso Gracioso x 1
  12.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,398
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]

    La desconfianza de su expresión era palpable, pero no me amedrenté y conservé la calma de cualquier inocente para no darle más motivos de sospecha. Sería maravilloso si Kashya de alguna manera comprendía mis intenciones y avalaba mi coartada; difícil, mas no imposible. Era una muchachita bastante impredecible, a fin de cuentas, por eso me gustaba tanto. Y hablando de cosas impredecibles... ¿Kenneth regalándome una Ouija? My point, exactly. Adoraba a esta familia.

    No había sugerido probarla con la pura intención de molestarlo, pero al ver su reacción comprendí que mi invitación no había aparecido en sus planes y mi diversión se multiplicó. Retrocedí un paso, dejándole espacio a incorporarse, y seguí sus movimientos hacia la puerta con una sonrisilla divertida. Oh, dear. ¿Qué temía? ¿Que saliera un demonio invocado del pedazo de madera? Si había pretendido mantener la compostura, se le fue por el caño apenas abrió la boca. Solté una risa nasal y empecé a recoger las cosas, tranquila. Llevé las trufas al escritorio, doblé el tablero sobre sí mismo...

    —¿Quién dijo que morirías? Puede ser un fantasma bueno —repliqué, recogiendo todo contra mi pecho, y me acerqué a su posición con templanza y liviandad; por enfatizar el chiste, le dediqué una sonrisa inocente—. Tú y yo conocemos un mejor sitio para estrenar esto, ¿o no?
     
    • Espeluznante Espeluznante x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso