Casa (Este) [Seikanji; Aki; Murai; Hannya; Haku; Oshin; Midori; Kushina; Fureku; Hoshi; Mako; Hiro; Hajime; Rei; Akihito; Aoi; Ryoshi; Dozan; Rengo] —Matahachi y yo nos separemos de este grupo —Declaró Rei. —¡¿Por qué?!— el reclamó de Fureku fue instantáneo —También me lo pregunto; nada les asegura que Mori no se ha percatado de sus planes. Y Matahachi nunca ha sido visto por Gendo como un fiel amigo — reclamó Murai hacia Rei. —Debe descansar; ha forzado mucho su brazo últimamente — intervino Rei. —Será mejor atendido con nosotros que aquí; Kumiko tiene otros objetivos más altruistas con su crisantemo blanco. Ella tampoco descansara; será mejor llevarnos a Matahachi a las islas dónde pueda recuperarse — agregó Haku. Rei se mantuvo en silencio. Era evidente que buscaba desprenderse del grupo con cualquier escusa. —Es más fácil hablarnos con sinceridad. Tienen otros planes — Murai era ciego; pero entendía los silencios —¿Cuáles son? —Iremos a Toyama— dijo Rei a regañadientes, aun sin poder pronunciar el nombre. Murai sonrió —Buscan a Yume, ¿Cierto? Mako reaccionó al instante apretando el brazo de Murai con fuerza. Rei miró a Murai, confundido, y antes de que pudiera preguntar algo, Murai continuó: —Ella tiene la mejor medicina; pero ya no está en Toyama — dijo entregándole a Rei un incienso que tenía consigo —Él los guiará hacia ella. Rei tomó el incienso con dudas; pero afirmó. —Les pediré un favor — Murai buscó entre sus ropas y sacó una caja de bambú. Seikanji pudo reconocerla, era la caja que obtuvo de Kyuzo —Dale esto a Yume. Rei extendió el brazo y tomó la caja de bambú; esperó a que Murai dijera algo pero no lo hizo; así que simplemente la guardó. —Aki — mencionó Murai —Acompaña a Rengo, Akihito y Seikanji. Hannya —sonrió, aquel nombre le causaba algo de gracia — Tú también irás con con ellos. Hannya afirmó. Contenido oculto Ayeah rapuma Nekita Continúan en "Bosque" Bosque [Akihito; Seikanji; Rengo; Aki; Hannya] Renngo los guió hasta el bosque dónde el mencionó que se había quedado de encontrar con Shinrin y Oboro; pero ellas no estaba allí. Hannya, al igual que Seikanji y Aki portaban sus máscaras. —Es extraño que no estén aquí —mencionó Rengo con preocupación. Mientras esperaban, Hannya miró al grupo —No estamos siendo observados, no creo que estén atentas esperando en algún sitio cercano. ¿No te has equivocado en el punto de encuentro? Rengo negó y señaló un árbol; allí había clavado un pequeño muñeco de paja. Parecía algún tipo de ritual; pero no era así. Sólo era su marca. Contenido oculto rapuma Nekita un d20 por favor. Oyaji [Toshiko; Kirara; Yami; Shinko; Riku; Yato; Taro] Shinrin miró a Riku y afirmó. Para después partir sin más, Oboro la acompañó dejando solos a los Fujiwara. A su salida, Kirara se cruzó de brazos —No quiero permanecer más en este sitio. Nos niegan nuestra venganza, y tampoco creo que sea prudente abalanzarnos sin saber las desventajas que eso puede traernos. Bufó con molestia Taro reaccionó de inmediato, levantando la vista y moviendo las orejas; en la puerta llamó uno de los empleados. —No necesitamos nada, lo agradezco —mencionó Toshiko. —Lo lamento —dijo la voz desde el otro lado de la habitación — les han enviado un regalo. Todos se miraron entre sí, no esperaban nada; incluso Toshiko no creyó que Kumiko hubiese enviado algo, así que negó al grupo. —Disculpe — dijo Yami — ¿Qué es ese obsequio? —Esta dentro de una pequeña bolsa — respondió el hombre, en su voz se notaba un atisbo de vergüenza, no le gustaría indagar en regalos ajenos. Contenido oculto Monpoke Puedes sugerirle a cualquier Fujiwara revisarlo Puedes revisarlo tu Puedes sugerirle a Toshiko que lo revise Puedes enviar a Taro Puedes negar el obsequio.
Fujiwara no Riku Mire a cada rostro por un corto tiempo, entendiendo el mensaje no dicho. El remitente de este regalo... Es alguien desconocido, alguien que sabe de nuestra estadía aquí. Pero... ¿Aliado o enemigo? Hice una pequeña mueca en consideración de unos echos. "¿Podemos juzgarlo como una coincidencia que el regalo llegará después de que se marcharán?". Pregunté, refiriendo a Shinrin y Oboro que llevaban poco de partir. Demaciado poco. Mire a Toshiko, preguntando. "¿Cuál seguro estás del control que tienen en está ciudad?". Suspiré, una bolsa, podría haber cualquier cosa en algo así. ¿Un objeto que sirva de mensaje? ¿Una trampa? ¿De verdad será un regalo? "No me gustan las opciones de lo que habría en esa bolsa, pero suena más imprudente ignorarlo que aceptarlo". Me levanté, y fui hacia la puerta sin mucho permiso de nadie en esta situación, no dispuesto a que otro tome el riesgo. Pero no la abrí. "Lo aceptaré, pásalo por la puerta". Cambie y mire al grupo. "Mantengan distancia...". Contenido oculto Riku se sacrifica por el grupo Okey no
Akihito Shishio No tardó nada en dirigir su atención a Rei cuando comenzó a hablar sobre Matahachi de nuevo, probablemente antes ni siquiera habría querido estar mirando en su dirección cuando hablaba pero, luego de ver todo lo que había pasado en esa casa tenía un pequeño interés en seguir viendo cómo mantenía esa relación cuidadora con el arquero aunque ya no estuviera presente. Le seguía pareciendo bastante extraño, pero curioso. Y aunque sabía que muy probablemente iba a pasar un muy largo rato de no volver a verlo (que tampoco lo consideraba algo malo), las preguntas que se moría por decirle murieron en su garganta porque tampoco quería lidiar demasiado con la forma en la que reaccionaría. Antes de salir, se colocó la máscara solo por la preocupación que había visto en Seikanji aunque sabía muy bien que era bastante inútil. Cuando llegaron al bosque, tampoco tardó mucho en buscar también con la mirada a las acompañantes de Rengo y al escuchar su preocupación por la ausencia de las chicas frunció su nariz con levedad. —...Quizás no han terminado sus asuntos con los Fuwijara y vienen retrasadas.
Seikanji Yamagawa Seikanji se mantenía junto a la médica, sus sentidos alerta. Prestando atención a los detalles del bosque, el movimiento de las hojas, el sonido de animales. Había un silencio que solo hablaba de que un depredador estaba cerca. Observó el muñeco de paja clavado en el árbol como punto de encuentro y miró a Akihito, susurrando solo para que su amigo le escuchase. —Esto no me gusta. Con la máscara sobre su rostro perdía una vista periférica, por lo que no se mantenía tranquilo al estar allí esperando a alguien que podría traer al enemigo. Parecía que se entregaban a ellos en bandeja de plata.
Bosque [Akihito; Seikanji; Rengo; Aki; Hannya] Aki se mantuvo junto a Seikanji, notando su preocupación. Rengo afirmaba a las palabras de Akihito, con eso se tranquilizaba un poco. Pero fue Hannya quien les indicó que lo siguieran con cautela. Hannya era alguien enigmático, mientras ellos avanzaban se podían escuchar sus pasos en las ojos, sus respiraciones, incluso su olor podía distinguirse; en especial Seikanji lo notaba. Pero Hannya era distinto, era como un yurei. Sus pasos eran invisibles, sus movimientos delicados y al parecer sus sentidos eran demasiado agudos. —Huele a sangre— mencionó Hannya, llevándolos a zonas más profundas del bosque. Tardaron en llegar, y entre unos arbustos espinosos encontraron a Shinrin y Oboro; severamente heridas. Rengo corrió de inmediato a ayudarlas, Aki lo alejó —Calma, déjalo en manos de Sei y mías. Haremos lo mejor por ellas. Ninguna de las dos se veía consciente, su respiración era muy débil. Contenido oculto rapuma Nekita el dado era para dar con alguna pista. Si Sei sacaba 10 o superior también la encontraba. Oyaji [Toshiko; Kirara; Yami; Shinko; Riku; Yato; Taro] El hombre pasó la bolsa por la puerta con la discreción y cuidado que la voz de Riku le indicaba. La bolsa fue recibida y al instante sonó algo en su interior, se escuchaba como cristal. Por un momento, Yato creyó que podrían ser frascos de veneno o medicamentos; todos se pusieron alerta mientras Riku revelaba lo que había en su interior. Contenido oculto Era un hermoso y delicado pasador para el cabello; creado de cristal representando la caída de la flor de la Wysteria. Kirara reaccionó de inmediato, avanzó hacia Riku y tomó con delicadeza el objeto —Esto era de mi madre — dijo mientras se nublaban levemente sus ojos. Shinko se acercó para observarlo; él no conoció a su madre, era un bebé cuando escaparon. Pero al instante sintió la conexión con aquel objeto —¿Pero quién pudo enviarlo? —No percibo aromas, fue meticulosamente limpiado para que la persona que lo otorgó no se pueda rastrear — aclaró Yato. Toshiko también se miraba extrañado, y salió rápidamente para interceptar al joven que lo había traído. Les comentó que fue un objeto que fue dejado en la entrada, con una pequeña nota que decía que lo entregaran a la habitación de Toshiko. —Tal vez lo ha enviado Kumiko y Dazai, ellos encuentras varias cosas en su camino como comerciantes— asumió Toshiko. Incluso Taro lo olfateó sin éxito, no había nada raro en el pasador, sólo su provenir. Kirara sonrió, como hace tiempo no lo hacía —Por primera vez, no me interesa de dónde vino o quién lo envió. Lo agradezco, tengo muy pocos recuerdos de mi madre. Me contó que este lo usó el día de su boda. —Tal vez es una pequeña ofrenda de paz — mencionó Yami —¿Creen que los Sugita lo mandaran? Contenido oculto Monpoke
Akihito Shishio Asintió a las palabras de Seikanji con cuidado, él tampoco creía que fuera algo bueno, pero decidía tener la esperanza de que simplemente se habían retrasado, tenía que creerlo para no sentir que de nuevo se les habían adelantado y tenían a alguien respirandoles en la nuca. Pero claramente el mundo tenía que probar que estaba equivocado. "Huele a sangre." Sintió su pulso acelerarse, eso ya no era un atraso pero, los Fujiwara no se irían contra ellas, ¿no? Estaban en el mismo bando. Cuando finalmente llegaron a la fuente de ese aroma sintió la intranquilidad entrar en su cuerpo y algo de miedo, pero al escuchar las palabras de Aki rápidamente se acercó a Rengo para también tratar de darle algo de apoyo al colocar una de sus manos suavemente en su hombro. —Aki es muy buena...y si Seikanji aprendió de ella estoy seguro que las pondrán a salvo...—Dijo en voz baja para Rengo con el tono más tranquilo que pudo darle aunque tenía bastantes nervios. Ver a Seikanji apoyar a Aki en algo médico era nuevo, pero confiaba en que Aki genuinamente habría sido una buena maestra. —Hannya... ¿crees que ellos estén aqui? ¿Los crisantemos?...—Preguntó con cautela, dirigiendo su mirada hacia su acompañante.
Seikanji Yamagawa Silencioso pero alerta como un gato se encontraba el joven Yamagawa cuando el lugar se hacia mas frondoso y frío, a medida que seguían a Hannya que parecía ser uno más en comunión con el bosque. Seikanji lo observaba maravillado, parecía flotar sobre el césped, sin hacer ningún ruido, muy por encima de sus propias posibilidades. Cuando llegaron a la localización que Hannya había encontrado, Seikanji observó con cautela a las mujeres heridas. No le hacía gracia desperdiciar material médico en su enemigo, pero parecía ser la única forma para tranquilizar a Rengo, por lo que se puso en marcha, afirmando antes hacia Aki. Se acercó a la mujer que correspondía al nombre de Oboro y primero hizo un análisis rápido con su mirada, viendo los cortes y la profundidad de los mismos. Apoyó una rodilla en el suelo y comenzó a tratarla con firmeza, cerrando las heridas suavemente pero comprimiendo con fuerza con ayuda de las vendas. Trabajó en absoluto silencio sobre la mujer hasta que consideró que se encontraba a salvo, midiendo el pulso y relajándose al ver el pecho subir y bajar. —Sea quién sea que las haya atacado las dejaron aquí de carnada. —se reincorporó mirando la copa de los árboles. —Y nosotros vinimos directo a una emboscada.
Fujiwara no Riku ¿De verdad es un regalo? ¿Sin tretas ni tratos ocultos? Era... Complicado de imaginar. Ver la sonrisa de Kirara me hizo sentir calmado, al menos, contento por esta pequeña liberación. Por ella. Pero... ¿Que significa? No puedo creer sea solo algo que dejen caer frente a nosotros, sin motivo. Tal vez lo ha enviado Kumiko y Dazai, ellos encuentras varias cosas en su camino como comerciantes "Habrá que preguntarles cuando vuelvan. Pero a no ser que tuvieran a alguien extra echandoles una mano, es extraño que uno de ellos haya venido para dejar el objeto en la entrada y luego irse". Y sin hubieran estado tan apurados en irse en primer lugar, no tendrian porque haber dado su tiempo en venir. Incesario, también, borrar todo rastro de ellos en el objeto. "Antes te hice una pregunta, ¿Tienes algo que decir de ello?". No lo presione, no de manera intencionada. Pero no me gustaba está situacion, de no sentir que nos hayamos seguros. Tal vez es una pequeña ofrenda de paz ¿Creen que los Sugita lo mandaran? Me cruce de brazos frente a él, casi gruñendo una respuesta. "No diría que me hayo molesto". No todavía, al menos. "Pero quisiera entender cual es esta insistencia de intentar hacer que veamos a los Sugita bajo una luz diferente". Por primera vez, no me interesa de dónde vino o quién lo envió. "Kirara". Baje la mirada, cabizbajo, no del todo dispuesto a romper su pequeña burbuja de paz. Solo, era algo necesario que debía decir. "Esas... son buenas preguntas, y no podemos saber ahora las respuestas. Pero no puedo evitar preguntarme por algo diferente, ¿De dónde lo sacaron? ¿Cómo lo consiguieron?". "Donde lo habría dejado tu madre para que otra persona vaya y lo agarre...".
Bosque [Akihito; Seikanji; Rengo; Aki; Hannya] Hannya colocó una mano sobre el hombre de Seikanji —Nadie podría tendernos una trampa; una emboscada sería distinta. Pero no hay nadie en el perímetro; esto fue un trabajo casi perfecto, tuvieron el único descuido de confiarse en que nadie las encontraría y morirían solas —después miró a Akihito — Creo que así es; pero lo sabremos cuando ellas despierten — Hannya se inclinó para mirar a ambas y se cercioró que su máscara estuviera bien ajustada —Pequeños errores pueden dañar todo un plan. Si dejarlas aquí fue un verdadero error, ha sido uno muy grande, en especial si alguna vio el rostro de sus atacantes. —Sei—dijo Aki señalando un par de sanguijuelas que estaban en el cuerpo de las mujeres. Rengo se acercó y se estremeció —Yo también he tenido de esas encima mío. Significa que también fueron envenenadas, tal vez mi hermana sólo tuvo el tiempo de colocarlas y no curar las heridas. Debemos llevarlas a la casa, para que se recuperen. Hannya negó —Ese no fue el acuerdo. —No podemos dejarlas aquí, pueden morir sin supervisión. O el enemigo puede volver y acabar con ellas. Puede que caiga la noche y pasen frío estando solas y por ello enfermen, o también... Hannya interrumpió a Rengo de una manera que nadie de los presentes esperaba, lo abrazó. Rengo se quedó quieto en su lugar, sin saber que hacer hasta que Hannya se separó. —Me quedaré con ellas hasta que despierten. Cuidaré de ellas, las interrogaré también. Ustedes regresen, adelanten el paso. —No podemos regresar con ellas, Rengo — dijo Aki — Lo que dice Sei tiene razón; tal vez ellas mismas sean la emboscada, no podemos arriesgarnos a llevarlas con nosotros. Debemos desconfiar en estos momentos, es la única manera en la que podremos sobrevivir. —No vas a matarlas cuando ya no esté... ¿cierto?— preguntó Rengo con inocencia — No quiero dejarlas aquí... en verdad. —Puedo jurarte que no haría algo así. Incluso estoy dispuesto a realizar un sello de sangre contigo, y así prometértelo — aseguró Hannya, haciendo que Rengo lo mirara extrañado, aquel hombre sabía demasiado y no parecía querer ocultarlo. Contenido oculto rapuma Nekita Oyaji [Toshiko; Kirara; Yami; Shinko; Riku; Yato; Taro] Toshiko miró a Riku —¿El control que tenemos de la ciudad? Conozco a sus habitantes, conozco sus reglas; muchos me deben favores y algunos hasta la vida. Pero no soy su dueño. Hay información que conozco bien, pero esto... —dijo mirando a Kirara con aquel recuerdo en sus manos — Jamás pude haberlo predicho, no es algo común... el regalar cosas como estas. —Las deducciones y preguntas que has hecho, creo que son las adecuadas —mencionó Yato —Si hubiesen sido Dazai o Kumiko, lo habrían dicho o al menos hubieran hecho notorio a quién iba dirigido y de quién. No tendrían por que haber ocultado nada. Kirara levantó la mirada —Mi madre desapareció al mismo tiempo que lo hizo la madre de Takeda en Kioto; lo recuerdo bien. Fue cuando yo empezaba a ver a Takeda a lo lejos con sus hermanos; y creía que podría volverme buena amiga suya, pues pasábamos por lo mismo. Pero me enfoqué en mi entrenamiento y jamás hablé con ellos estando en Kioto. Mi padre jamás quiso hablar al respecto. Pero se decía que ambas, tanto la madre de Takeda como la mía, habían perdido el juicio. Y por ello escaparon, aunque otros decían que las habían matado. Todo lo que sale de Kioto es simple rumor, nada es una certeza —Miró el pasador —Pero esto es real; y sólo podrían obtenerlo de la casa Fujiwara en Kioto, mi padre guardó mucho tiempo todos los objetos de mi madre. —¿No crees que alguien cercano a ... Tadashi? Él estuvo allí cuando todos los demás Fujiwara escaparon de Kioto — se preguntó Shinko. —No tenemos los medios para saberlo... —dijo Kirara — pero esto lo tuvo que haber enviado alguien que no busca lastimarnos. Tal vez... aun tenemos aliados en Kioto. Contenido oculto Monpoke
Fujiwara no Riku Tal vez... aun tenemos aliados en Kioto. Asenti. "Si eso es lo que crees... Esto podría tratarse de un mensaje o de una advertencia de algo por venir". Pensé. "Hay posibilidades de un significado, pero, estamos aquí y Kioto está fuera de nuestro alcance. Aliados en Kioto, es importante, alguien de nuestro lado capaz de ayudar en la que sea que suceda ahí... ¿Pero que?". De otra manera, si no sucediera nada, no tendríamos de porque recibirlo.
Seikanji Yamagawa Las palabras de Hannya pudieron calmar su espíritu, el cual se encontraba en aguas agitadas desde el ataque en Koga. Afirmó hacia él pero aún se mantuvo con las manos cerca de cintura, ahí donde escondía sus kodachis. Sei volvió a mirar a las mujeres, notando las sanguijuelas gracias al detalle de Aki, uno que él había obviado. Su mente se encontraba espesa, adormecida y sin ganas de despertar; tenía que poder centrarse para no dejar ningún detalle a la deriva de sus sensaciones. —Yo me quedaré con él, Rengo-san. Siendo dos podrás quedarte tranquilo. Seikanji confiaba en Hannya pero no sabía nada de él y era un aliado potencial en la encrucijada en la que se encontraban. Quizá si pudiera estar ese tiempo con él a solas podría tener la información necesaria para poder entender más el panorama que se cernía sobre ellos, uno lúgubre y pesado como un sol negro en sus hombros. Tomó entre sus manos la mano de la médica para tranquilizarla. —Ve con Akihito y Rengo, Reiko estará con ustedes hasta mi regreso. No tardaremos mucho y podré cerciorarme de que realmente estén a salvo. Luego miró a Akihito le dio una palmada en el brazo. Él y Seikanji eran los últimos de los primeros pupilos de Otsu, habían pasado por muchas cosas juntos y derramado sangre, eran hermanos. —Dile al shihan que nos reuniremos pronto con él. Se volteó hacia Hannya, observándolo de hito en hito para luego acercarse a las heridas y comprobar el pulso de ambas. Sólo debían esperar a que recuperen la consciencia y salir de allí. Parecía una maniobra fácil pero él sabía que nunca lo era.
Akihito Shishio En ese momento agradecía enormemente tener la máscara sobre su rostro, de lo contrario estaba seguro que tendría que explicar todas las expresiones que estaba haciendo tan solo por pensar en la situación que estaban viviendo, en lo raro que era y cómo no le cuadraba incluso en la manera de actuar para tratar de eliminar a las acompañantes de Rengo. No sentía que fuera un error dejar a alguien vivo, menos si los crisantemos negros llegaban al nivel de buscar la perfección, ¿sería Kumo? ¿Estarían dando un mensaje? ¿Advertencia? ¿Cómo lo hacían tan libremente y ellos no eran avisados cuando Kumiko tenía tanta confianza en su capacidad de impedir que dos grupos se enfrentaran? —...Hay algo muy raro... —murmuró algo incómodo —, por la conversación en esa casa nadie debería de poder hacer algo así sin que pasara desapercibido. Cuando ella estén a salvo, quizás sea prudente darles un vistazo de manera cautelosa en caso de que esto no sea lo único malo que haya pasado el día de hoy, y quizás incluso puedan asegurar, si así lo desean que Rei y Matahachi si puedan seguir su camino. Quisiera o no, verlas a ellas así no le otorgaba mucha paz a lo que quizás también pudiera pasarle a su padre. Tampoco aprobaba demasiado la decisión de Seikanji de quedarse atrás, pero al mismo tiempo sabía que tan siquiera de ambos, él era más capaz de quedarse por su cuenta con Hannya, así que aprovechando la cercanía del menor para esa palmada en su brazo, se giró sin mucho aviso para aprovechar de abrazarlo con suavidad, ya que tampoco en el tiempo de conocerlo había tenido un contacto tan cercano. —Muchas cosas han sucedido, ve con cuidado...—habló bajo, solo para Seikanji. Sentía que cada vez que partían caminos una desgracia seguía al chico de la forma menos esperada y con cualquier decisión que tomara fuera buena o mala, pensada o atrabancada. Luego aprovechó para decirle el lugar donde se encontraba esa cabaña en caso de que si quisieran darles una visita furtiva a los "aliados", al tiempo que le daba un último apretón en su abrazo y soltarlo. —...Regresemos, ellas estarán en buenas manos...
Aoi Nobunaga Aguardó a que los grupos quedaran formados y observó a la comitiva formada por sus compañeros marchar hacia un futuro incierto. Los despidió con un leve gesto de la mano y cambió su posición para acercarse más a Ryoshi aunque de forma casi imperceptible. — Ahora sólo resta esperar. — Sentenció, tomado la mano del pirata con calma. Tranquila por primera vez en mucho tiempo.
Bosque [Akihito; Seikanji; Rengo; Aki; Hannya] Rengo no veía directamente a Hannya; la máscara lo impedía, aun así sintió confianza en sus palabras, apretó sus manos pues no quería hacer ningún pacto. La poca desconfianza que aun albergaba se disipó con las palabras de Seikanji. Para él, aquel joven era alguien fuerte y amable, le había regalado algo que atesoraría siempre, si aun no podía pagarle ese regalo lo retribuiría con su plena confianza. Así que afirmó hacia ambos. Aki no sabía que hacer dejó ir la mano de Seikanji con fragilidad y su instinto la llevó al instante hacia Reiko, acariciándola mientras Seikanji hablaba con Akihito. Akihito les indicó el sitio dónde estaba Kumiko. Aki dejó de acariciar a Reiko, quería acompañar a Hannya y Seikanji pero no lo dijo, decidió afirmar y avanzar a un lado de Rengo y Akihito con resignación. Fue incapaz de decirle algo a Seikanji, y no quería que mirara sus ojos llenos de preocupación, no quería contagiarlo de sus dudas ni mucho menos su miedo. Cuando los tres se apartaron de aquel sitio. Hannya observó como Seikanji seguía revisando las heridas. —Se van a sobresaltar cuando abran los ojos — dijo con suavidad — Shinrin Harima; la única hija del águila de Kamakura — Acomodó a Shinrin mientras recargaba el dorso de su mano en su frente para sentir la temperatura. Él no era un médico; pero así era como identificaba el dolor de una persona herida — A tradición de los Harima, ella sería la esposa del primogénito de los Minamoto... pero en el actual estado del clan, esa tradición reposaría en el joven Takeda —después miró a la otra mujer; ella portaba una máscara la cuál removió con cuidado — Desconozco a esta mujer, Rengo mencionó que es la madre de su hermano Takano. Pero no puedo hacer un juicio justo con sólo esa información —miró a Seikanji — Pero es posible que esta mujer también sea de Kamakura. Por lo tanto... —señaló las máscaras que ambos portaban — ...es posible que crean que somos parte de los demonios carmesí. Esa fue una facción que ha vivido en Kamakura ya por tres generaciones, y siempre han servido al señor de Kanagawa. Aun así, ese servicio se ha deformado, pues algunos demonios carmesí salieron de Kamakura abandonando a los Harima sirviendo a otros señores. Muy parecido a los yamabushi. Hannya contaba toda esa información con holgura. —Será mejor sujetarlas, no quiero que reaccionen violentamente y que no podamos controlar su escape — dijo entregándole cuerda a Seikanji para que lo ayudara a sujetarlas con fuerza —No quería hacer esto frente al joven Rengo; pero no ocultaré el hecho de que lo he ejecutado de este modo. Tanto por nuestra seguridad como la de ellas. Ambos sujetaron con fuerza a ambas mujeres, sin amordazarlas. Contenido oculto rapuma Camino a Casa (Este) [Akihito; Aki; Rengo] Mientras regresaban, Rengo rompió el silencio de sus pasos atreves del bosque —Shinrin fue una hermana difícil; yo fui muchas veces su experimento con los venenos. Ahora ella es mucho más cálida desde que conoció a Takeda; pero antes era más salvaje, solía dejarme enfermo por días para desarrollar nuevas toxinas y aprender de medicina. Crecí odiándola un poco —sonrió — Me alejé de ella; no por su trato tan salvaje —dijo llevándose una mano a su hombro — Fue en una época dónde yo no quería que nadie me viera; y comencé a usar el negro en mi ropa...Y no me volví a acercar a Shinrin, alegándole que era por su maltrato — negó mientras reía, una risa nerviosa — Pero la verdad fue para ocultarle un maltrato mayor —apretó su hombro con fuerza. Había heridas que no sanaban. —Si no son tan cercanos como hermanos; ¿Por qué quieres salvarla?— le preguntó Aki Rengo bajó la mirada —Fue ella la primera en notar que algo no estaba bien conmigo —levantó la mirada y separó su mano del hombro — Y yo le mentía porque no quería que se enterara; me avergonzaba mucho —incluso ahora le parecía difícil, pues no decía a qué tipo de maltrato fue sometido —Un día intenté escapar de Kamakura; pero me atraparon. Me amarraron a un árbol, y fue Shinrin la que me visitó y atendió... y me liberó —sonrió —Ella conocía mejor que nadie el bosque de Kamakura, y ella misma era la que había puesto las trampas y los venenos. Fue ella la que me dio el camino para poder escapar —miró a ambos Aki — Conozco a mi padre. Sé que un castigo debió haber soportado por haber hecho lo que hizo... liberar al demonio. Aki bajó la mirada, empatizando por primera vez con Rengo. —Mi hermana y yo no éramos muy unidos; aun así, me ayudó. —¿No crees que fue la culpa de cómo te usó como experimento para sus venenos? — le preguntó Aki Rengo sonrió —Tal vez un poco; pero yo creo que fue más que eso... ella quería ayudarme. Como muchos en Kamakura. Crecimos cómo salvajes, sin poder definir lo que el amor realmente significaba; aun así lo expresábamos. Sirviendo el té, limpiando heridas, peinando cabellos... qué difícil es entender las acciones de la familia — negó — Y es más difícil diferenciar que fue ignorancia a qué fue odio puro. —Yo creo que el odio es demasiado fácil de identificar. Te compadezco al saber que tardaste mucho tiempo en diferenciarlo de una genuina indiferencia — recalcó Aki —Aki... Aki miró a Rengo; pero él sonrió y negó. —Aki hombre — soltó una ligera risa —Alguno de ustedes debería de cambiar de nombre, no saben lo confuso que es esto de los nombres —No es mi verdadero nombre — se sinceró la arquera — Puedes decirme como prefieras. Rengo la observó con detenimiento; por un breve instante un nombre se le vino a la mente pero se contuvo y al parecer negó hacia alguien que no era de los presentes; después miró a Aki nuevamente; ella lo observó ya molesta por tanta confusión —Yo crecí alrededor de las flores que se conocen como flor del infierno —dijo Rengo con una sonrisa — Son muy hermosas, y simbolizan el otoño; así como el nombre Aki. —No me llamaras la flor del infierno ¿Cierto? Rengo negó —Es un nombre muy feo para una flor tan bella; también le dicen la flor del equinoccio. Pero mi nombre favorito es el lirio rojo. Akai Yuri... —miró a Aki — ¿Qué te parece... Yuri? Aki lo miró sin saber qué decir. Contenido oculto Nekita Ayeah Seguiré un poco con desarrollo de personaje antes de mover al grupo, así que tranqui. Disfruta tus vacaciones sin preocuparte por el rol <3 Oyaji [Toshiko; Kirara; Yami; Shinko; Riku; Yato; Taro] Kirara miró a Riku; después lo tranquilizó con su mano en el hombro —Kioto no está a discusión, concuerdo contigo. No sé si creer en el destino; pero este simple regalo me ha hecho reflexionar a dónde va nuestro clan —miró a Yato —¿Recuerdas el campo de inciensos que mencionaste en Kofu? Yato afirmó. —Llévanos allá; quiero ver lo que sembró mi padre. Es tiempo de que vea por mi clan, para eso debo entenderlo. —Yo volveré con mi hija —interrumpió Toshiko — Llévense a Kuro —dijo señalando al gato, Taro — Así podré encontrarlos si es necesario —miró a Yato — Y ustedes a mi, si lo desean. Contenido oculto Monpoke puedes hacer algo en Gifu si lo deseas, si no es así puedes tirar el dado de movimiento o dejárselo a Yato. Si ya no quieres realizar un post dímelo para yo lancar el dado. El rol de Riku continúa en Otsuki
Akihito Shishio Una parte de su cabeza seguía perdida dándole vueltas al asunto del ataque y los crisantemos mientras la otra seguía prestando atención en sus alrededores en caso de que algo sucediera, en caso de que lo que se habían topado era solo un mero distractor y algo se les había adelantado una vez más. Así que, escuchar de repente la voz de Rengo hizo que dejara esa nube de pensamientos para tratar de prestar atención a lo que decía, si con algo de miedo de que hubiera perdido algo de conversación previa por el tema que estaba tratando Rengo. Él ya sabía un par de cosas de él, pero aun así, escuchar más cosas que había tenido que pasar le pesaba, pero él si entendía un poco que buscara protegerla aunque tuvieran una clase de pasado turbulento por la misma razón que él se estaba preocupando por su padre, todo motivado por un momento de empatía. Y aunque las revelaciones si lo habían tomado un poco de sorpresa, sabía que era su turno de hablar o tener una intervención, porque tan siquiera había algo que Rengo había querido decirle. —Todos actúan cómo creen que es lo mejor...—dijo luego de soltar un suspiro, repitiendo lo más parecido posible las palabras que su padre había dicho en la reunión con Kumiko y sabía que Rengo escuchó, mientras pasaba su mano por el área de su tatuaje en el brazo—, así que comparto el sentimiento...es difícil entender las acciones de la familia. Yo tampoco sabría diferenciar que es puro odio o indiferencia de Rei hacia mí, de otras personas... quizás si sea más fácil. Ya había visto un lado más bueno con Matahachi así que, allí tenía un punto de comparación. Luego miró un momento a Aki y, al saber que tampoco vería sus facciones para notar su confusión, ladeó ligeramente su cabeza para demostrarlo —No sabía que no era tu verdadero nombre... ¿no tienes tú alguno que te agrade? Quizás puede suceder algo como Umineko, no sabemos su nombre pero ya podemos llamarle Umi. —Era el único ejemplo tangible que tenía de un tema similar, y en serio prefería el apodo otorgado por Ryoshi al que implicaba que era un yokai. —...También se podría usar mi nombre completo o encontrar un apodo para mí, en caso de que Akai o Yuri no te convenza del todo o no tengas algo en mente, pero eso se podría ver más adelante...—tomó algo aire y prestó atención ahora a Rengo —, ¿querías preguntarme algo?
Seikanji Yamagawa El abrazo de Akihito lo tomó desprevenido pero sonrió al contacto y le devolvió el gesto; sabía que Aki estaría segura entre él y Reiko, también con Rengo que estaría con ellos. Seikanji observó la espalda de la médica mientras se encontraba escrutando con sus manos el pulso de las mujeres. La voz de Hannya lo trajo nuevamente y comenzó a observar a las mujeres a medida que su compañero las identificaba. —¿Seremos enemigos si creen que somos los demonios carmesí? Podremos usar eso a nuestro favor cuando despierten. Observó con atención a la mujer que correspondía al nombre de Shinrin, sabedor de que era un enemigo jurado ante ellos y que eliminarla allí mismo sería una espina que se sacarían antes de que muerda más a fondo en sus planes. Ató a Shinrin con fuerza en sus manos y sus pies, uniendo ambos nudos en un firme apretón que dejaría las muñecas de la mujer en blanco por la falta de circulación de sangre. Era un nudo fuerte. Seikanji entonces revisó las pertenencias de la mujer con cuidado, intentando encontrar algo útil en Shinrin como también en la supuesta madre de Takano. Mientras revisaba con rapidez se decidió preguntar a Hannya una vez terminado su labor: —¿Como sabes tanto acerca de Rengo? —se hizo una pausa que era interrumpida por la imperceptible respiración de las prisioneras. —¿Cómo sabes tanto acerca de todo? En Otsu me dijiste que estabas en deuda conmigo, es hora de cobrar esa deuda. Dime quién eres , si estamos en el mismo bando necesito confiar en tí. "No puedo dejar a Aki sola contigo hasta que no sepa que eres de fiar", le hubiera gustado agregar, pero no veía necesario exponer sus sentimientos a alguien que parecía no tener pasado pero si mucho conocimiento.
Bosque [Seikanji; Hannya] Hannya sonrió con tranquilidad; aquel hombre podría ser un misterio, aun así emanaba una franqueza en su rostro, no buscaba ocultar sus sentimientos. Siempre mantenía la calma, algo que le daba su conocimiento de los eventos o situaciones. ¿Cómo sería aquel hombre ante el desconocimiento, ante el verdadero terror? Hannya miró a Shinrin, respiraba calmadamente de la misma manera que Oboro. Era una respiración de alguien que descansaba, pero los entrenamientos podrían llevar a sus cuerpos a una falsa respiración. Seikanji lo sabía, Hannya también y por ello miró a Seikanji y le indicó que lo siguiera a las ramas altas de los árboles sobre de ellos. Así podrían conversar mientras vigilaban a las mujeres. —Murai ha confiado en ti; es por ello que yo confío en ti... Hannya confesó su nombre ante Seikanji, seguía sonriendo cálidamente — Parece que sé todo porque he caminado en el Jigoku; pero desconozco todo. Vivo una vida que no es mía, y no puedo recuperar quien fui. Sólo puedo ayudar a los que tengo en estos momentos, y esperar que mis acciones lleguen indirectamente a aquellos que quise en el pasado. Contenido oculto rapuma Camino a Casa (Este) [Akihito; Aki; Rengo] Aki bajó el rostro, pensativa. Rengo sonrió, no iba a obligarla a elegir en aquel momento; así que miró a Akihito y por unos momentos se quedó pensando, pues ya había olvidado su pregunta. La casa estaba a la vista, estaban próximos a llegar. —¡Cierto! — dijo Rengo recordando su pregunta — Quería disculparme contigo y agradecerte. Por dejarme ir, confiando en que regresaría. Quería decirte que he arreglado muchas cosas, mi amigo y yo volvemos a estar bien; también siento que puedo recuperar a mi familia. Me siento más fuerte ahora y por ello quiero regresarte ese favor. Tal vez tú y yo deberíamos entrenar juntos de vez en cuando, debes fortalecerte para defenderte mejor. Yo puedo defenderte; pero si no estoy, tú deberías ser capaz de defenderte solo y... Rengo guardó silencio cuando vio a Rei saliendo de la casa. Rei miró al grupo; pero no tardó en cargar la fuerza de su mirada en Akihito, era severa, lúgubre —Has mejorado un poco. Tal vez no eres tan débil como creí. —Usted tampoco es muy fuerte si se deja mandar por un niño — le reclamó Rengo para después ser fulminado por la mirada de Rei. Rei bufó y negó para después mirar hacia Akihito nuevamente; no se enfrascaría en una pelea con otro niño. —Iré con Matahachi, seguramente no nos veremos en un tiempo... — Aquellas palabras eran extrañas en Rei, pues demostraban que estaba dando a Akihito cierta importancia en la toma de sus decisiones — Sigue así... — dijo desviando la mirada para avanzar hacia dónde se encontraba Kumiko con Matahachi. Contenido oculto Nekita
Seikanji Yamagawa La máscara sobre su rostro ocultó la sorpresa de la revelación de Hannya, pero el silencio que se propagó después fue suficiente para demostrar cómo aquella noticia había impactado en el joven Seikanji. —Gracias por confiar en mí. Dijo como toda respuesta, sintiéndose más seguro con su presencia y el halo de misterio que le rodeaba. Observó a las mujeres desde la distancia. —¿Crees necesario despertarlas para que hablen? Si alguien viene a por ellas estaremos en desventaja. -intento insuflar de valor a sus palabras, pero no lo consiguió; aún sus erráticas decisiones le quemaban por dentro. -¿Cuál es tu idea para que pierdan nuestro rastro?
Akihito Shishio Si bien no esperaba que Rengo iniciara de esa forma su comentario porque realmente no encontraba algo que hubiera hecho que necesitara unas disculpas, se centró en las buenas noticias que le daba y a las cuales asentía tranquilamente mientras las iba diciendo. En cierta manera lo aliviaba un poco saber que todo había resultado bien, en especial porque no había encontrado un momento para simplemente sentarse a hablar de si todo había resultado como quería, pero por lo visto, todo había salido mucho más que bien. Cuando visualizó la casa un poco más cerca, se retiró la máscara para jugar un poco con ella en sus manos. —No creo que debas... Al igual que Rengo, guardó silencio en el momento que distinguió a su padre acercándose e instintivamente tomó una expresión más seria y una postura un poco más propia. —Podría hacerlo mejor, estoy en eso. —Dijo con tranquilidad, moviéndose lo suficiente para que las sayas que colgaban de su cintura pudieran darle un pequeño toque a Rengo para que no dijera más y no contribuyera mucho en aumentar el mal humor de Rei. Desvió su mirada momentáneamente, pensando en qué decir sobre esa repentina consideración. —Sí...podrían recuperar algo de tranquilidad, eso es bueno. —Dijo incluyendo a Matahachi directamente en ese imaginario que le propuso, y con lo poco que conocía de su dinámica sentía que era lo más apropiado. Luego, antes de que pudiera avanzar mucho más se dio media vuelta y alzó una de sus manos para tomar con brevedad una de sus mangas, solo lo suficiente para llamar su atención y soltarlo apenas se detuviera. —...Estuvieron aquí, los crisantemos...para que continúen su viaje un poco más atentos y vayan con cuidado. —Llevó sus manos tras su espalda, entrelazándolas con algo de fuerza para mantenerse sereno —Y...saber que ella está bien no...no cambia nada, no iría aunque supiera... no es mi lugar. —Agregó de manera rápida en referencia a su madre, incluso aunque sabía que no se había tocado el tema sentía una necesidad de aclararlo, de protegerse de algo que claramente Rei no había querido que se enterara. —Eso es todo, buen viaje.—Asintió para despedirse y retrocedió un paso para ganar algo más de distancia antes de girarse nuevamente para tratar de volver a recobrar el hilo de conversación con Rengo. —...Algo te estaba diciendo...