Tokorozawa Lago Sayama [Lago]

Zona de acampada - Grupo 2

La risa que soltó a chica fue una respuesta en sí misma, incluso antes de que admitiera que la había atrapado, y al final me hizo reír a mí también. Mi neurona seguía sin ubicarla alrededor de Sonnen, Dunn y algunos otros, pero suponía que era suficiente para confirmar que no me andaba imaginando cosas solo porque sí. Reconoció que tenía amigos en tercero, Ishikawa entre esos.

—El Sakura versión remasterizada querrás decir —apañé con algo de diversión en la voz y me encogí de hombros—. Soy de la horda de transferidos. ¿Y tú?

Le eché un vistazo a los otros dos sin intenciones de interrumpirlos, nos faltaba otro integrante todavía pero pues dudaba que alguno de los que estábamos aquí presentes tuviese demasiada prisa. Igual no perdía nada tratando de zafarme del asunto, ¿no?

—¿De casualidad alguno del par de potenciales criminales tiene también potencial de líder? —pregunté al regresar los ojos a ella.

Zona de acampada - Grupo 3

Fujiwara no había tardado en llegar, su comentario me hizo encogerme de hombros como diciéndole que era lo que había y le regresé la sonrisa. Si esto fue un juego del escondite en vez de una prueba de valor al pobre los habrían encontrado por el mero hecho de estar con nosotros, como fuese, por suerte suya si nos perdíamos por ahí nos podría encontrar. Igual lo del contrapeso me hizo cierta gracia, pero el contraste me hizo pensar en Al y en Joey.

Blanco y negro.

Como fuese, no teníamos demasiado qué hacer a parte de seleccionar un líder y Alisha nos ahorró el trabajo al decir que quería serlo. Me sorprendió un poco, pero supuse que tenía sentido viendo que en la escuela era más bien pasota, quizás le gustaba más estar fuera y ya.

Verónica levantó la mano, el movimiento me sobresaltó un poco pues se había quedado cerca de mí, aunque cuando empezó a hablar se apartó. Dijo que le parecía bien que la rubia fuese la líder, aunque ella habría querido serlo así que le ofreció una suerte de acuerdo, ante lo que yo regresé la atención a la Welsh.

—Por mí está bien que seas la líder, Ali —secundé y entrelacé las manos detrás de la espalda—, y Verónica puede ayudarte si gusta.

Estaba hablando por mí, así que desvié los ojos hacia los muchachos para ver si ellos no tenían problema. Obviamente no quería pasarles por encima ni nada.

 

[Zona de acampada - Grupo 3]

Una de las albinas fue la primera en responderme tras haberme integrado al equipo. Parecía una muñequita con aquel cabello, los ojos azules y la actitud liviana. Resolvió muy pancha que me llamaría "Fuji", que podía ser la noche o todos los demás mis... ¿lucecitas? Sonreí, entre divertido y enternecido, y asentí con cierto entusiasmo. Así como solía ser bastante conformista, también se me pegaba fácil la alegría ajena. Quizá por eso tendía a preferir esa clase de personas.

—Fuji está bien —acepté, en tono suave, y se me aflojó una risa liviana—, aunque tampoco entraba en discusión, ¿no?

El resto de la cuestión la dejé estar porque no se me ocurrió nada interesante que agregar. Ya estábamos todos, la rubia de la playa se autopropuso como líder y mira, honestamente no me apetecía cumplir ese rol, así que me daba igual. Meneé la cabeza en silencio cuando preguntó si había alguien en contra, mientras mantenía mi atención medio distribuida entre todos. La chica de las lucecitas parecía algo absorbida en Vólkov y Thornton, en especial la primera, supuse que por el cabello. Bueno, las dos lucían como muñequitas así que podía llegar a entenderlo. En cualquier caso, era muy transparente.

¿Existía la figura de la co-capitana? Suponía que no, pero ¿alguien nos lo iba a impedir? Alzó la mano con ímpetu, sobresaltando a Vólkov, y desvié brevemente la mirada para disimular la pequeña sonrisa que me provocó la escena.

—Capitana y co-capitana. Qué lujo, ¿no? —bromeé sin malas intenciones, ampliando la sonrisa para demostrarles que no tenía problema. No era muy apegado a las tradiciones japonesas, la verdad sea dicha, pero me apeteció inclinar ligeramente la cabeza—. Quedamos a su cuidado, entonces.

Era algo que Kohaku haría, ¿no? Lo sentí así por un segundo.

[Zona de acampada - Grupo 2]

La respuesta de Fiorella acabó siendo un poco más personal de lo que había esperado. Me faltaban un montón de detalles, pero aparentemente tenía gente allá que no la había recibido como ella había anticipado. Fruncí un poco el ceño, poniendo la neurona a trabajar, y estuve por abrir la boca cuando se oyó la pregunta del pelirrojo. La había hecho mirando a Anna, pero considerando que hablaba de nosotros y estábamos ahí al lado, Fiorella le respondió. Aproveché la volteada para hacer lo mismo.

—Me da pereza —reconocí sin una pizca de vergüenza—, aunque a ciencia cierta tampoco sabemos qué tiene que hacer el líder.

—Sabemos que es el dueño y señor del walkie talkie —respondió Anna, echándole pompas al asunto—. ¿Qué pasó, mini Ishi? Si justo el otro día me ibas diciendo "hombre, cómo me gustaría tener un walkie talkie".

Amplié la sonrisa, divertido, al oírla poniéndome un tono de voz tan grave. La realidad era que no me interesaba ser el líder, a Fiorella tampoco y Maze... No se había negado per se, pero tenía cara de querer desentenderse de la responsabilidad. Estábamos en la misma.

—De todos modos nos falta uno —resolví, cerrando el tema para volver a Fiorella—. Entonces, ¿te divertiste tocando, al menos? Si el resto fue mal puedes quedarte con eso, ¿no? Con ese momento.

Ya un rato antes, Anna le había respondido a Maze que sí, ella también se había transferido este año. Cuando iba terminando de hablar recibimos finalmente al quinto miembro del grupo. Era un muchacho ridículamente alto y lo recordé al instante de haberlo visto en los pasillos por esa misma razón. Anna soltó un silbido breve sin quitarle la vista de encima.

—Transferido —saludó a Jack, palmeándome el hombro a mí y a Maze, que éramos quienes le quedaban a mano—, bienvenido a la horda. Anna, Kohaku, Fiorella, Maze. ¿De casualidad alguna vez quisiste ser tu propio jefe? ¿O tener un walkie talkie?

[Zona de acampada - Grupo 1]

Sasha fue la primera en alzar la vista, y al imitarla noté que el siguiente en sumarse a la fiestita era, precisamente, Shimizu. El cabrón no se aguantó las ganas de hacer la entrada y soltó aquella estupidez al aire. Me sonreí, Pierce entre nosotros volvió a suspirar y se adelantó, volcando su atención al panorama; en busca de las demás, suponía. Faltaban las dos chicas de nuestra clase, Ethans y Sugawara. Ahora que lo pensaba, sólo Shimizu no era de la 3-1.

—Eso estaría feo, oye —respondí a la estupidez del rubio, no me dio la gana contenerme—. Aunque seguro se te da bien, ¿no? Lo suficiente para que no te pillen y todo eso. Digo, por la experiencia.

Sasha nos dejó ser hasta que Shimizu sacó el tema del líder de equipo. Se giró hacia nosotros, alternó la mirada entre ambos y se encogió de hombros.

—Si nadie más quiere puedo encargarme —ofreció. Tan diligente como siempre, ¿no?—. Pero honestamente me da igual.

—Tu amiguito aquí ya me anuló el derecho a reclamar el puesto, así que...

Hice un gesto de sellarme los labios y Sasha estuvo por decir algo cuando apareció Ethans. Nos saludó con una reverencia y Pierce volcó su entera atención en ella, iluminándose.

—Hola~ No te preocupes, igual este lugar es puro caos —convino, viendo alrededor, y asintió—. Falta Sugawara, sí, aunque estábamos hablando al respecto. ¿Te interesa ser la líder, cielo?

 

Zona de acampada - Grupo 4

La mirada de Adara nos había analizado, había que ser imbécil para no darse cuenta, pero se detuvo en Sonnen y me vi venir la colisión de caras de moco desde el espacio. Intercambié la vista entre ambos antes de que la chica hablara, también observé a Hubert por si el par de estúpidos lo incomodaban o algo parecido y cuando por fin Adara abrió la boca contuve el impulso de soltar un suspiro.

Altan era un idiota que se movía por ilusiones de poder, en la escuela parecía importarle poco eso sí, suponía que por aburrimiento, pero lo que quería decir era que sabía que en sí no le molestaba tener que hacer de líder. Sin embargo, lo ambiguo de la pregunta y el tono consecuente me pusieron nervioso, en esencia porque conocía a este cabrón. Si algo no le gustaba lo manifestaba.

El codazo y la mirada sirvieron para regresarlo al centro a medias, mi carta era Vólkov ni más ni menos, tenía que comportarse con Makris por ella no por el resto. Las cuerdas que limitaban la violencia de Sonnen estaban en las manos de la albina, fuese ella consciente o no, pero me había colado en medio para tomarlas y usarlas en su nombre.

Suspiré liberando la tensión cuando Mattsson dijo que no tenía reparo, su sonrisa obligó a Altan a relajar el build up de su molestia, por silenciosa que fuese, pero no duró mucho. El comentario de Adara volvió a tensarme, me dieron ganas de decirle que dejar de picar justamente al diablo encarnado pero no era nadie para hacer semejante cosa así que me callé.

—Ya dije que puedo serlo —corrigió Sonnen con algo más de firmeza pero sin cambiar la inexpresividad en su rostro—. La ambigüedad de tus palabras puede quedar para otro momento, Makris.

Esta vez no recurrí al codazo, en su lugar carraspeé y desvié los tiros sin ninguna clase de vergüenza hacia el menor del grupo, fue una medida desesperada para salvarlo de la tensión que Altan y su versión femenina se tenían por puro amor al arte. Le dediqué una sonrisa al chico, tratando de ignorar el resto del ambiente.

—Entonces, ¿eres nuevo o solo no te habíamos visto? Tenemos algunos amigos en segundo —comencé pues por sacarle conversación sobre cualquier cosa.

Como había hecho tremendo deflect Sonnen, que seguro me habría mandado a mí a avisarle a Yoshida quién sería el líderm regresó los ojos a Makris luego de echarnos un vistazo. La otra chica, bueno, estaba al margen o algo así.

—¿Puedes avisarle a Yoshida que ya decidimos al líder, Makris? —preguntó, su tono no varió en lo más mínimo y si fue una orden la intención se perdió en lo monótono de su voz.

Contenido oculto

narré con Cay porque me es más fácil (? y lo puse a parlotear con Hubert porque pobre Hubert la verdad

Ikoma-kun porque no sé si lo perdimos en batalla o qué pasó, pero weno (? que están decidiendo poner a Altan de líder de grupo

Zona de acampada - Grupo 2

No estaba prestando atención a la conversación que ocurría en paralelo a la mía con Anna, pero sí giré el rostro cuando Fiorella contestó pues porque era algo que había dicho refiriéndome a ella y a Kohaku. En resumidas cuentas me dijo que no tenía potencial de líder y encogí los hombros restándole importancia, el muchacho con cara de no matar una mosca recordó que nos faltaba uno y asentí, porque lo tenía presente a pesar de mi pregunta.

Anna me respondió la pregunta de la transferencia, que sí que era nueva y yo le presté atención, aunque me pregunté por qué esta escuela aceptaba tanta gente así. Quería decir, por lo que sabía y lo que parecía no ponían ninguna clase de peros, era un poco extraño.

Iba a responderle cuando el integrante que nos faltaba apareció, Jack, el muchacho este que era altísimo e iba a la otra clase si no recordaba mal. El caso es que nos agarró en modo ametralladora, más o menos, pero Anna tuvo velocidad de reacción y nos presentó dándonos una palmada a mí y a Kohaku; el contacto me hizo reaccionar y saludé al chico con un movimiento de cabeza.

La niña le soltó la pregunta que parecía de esquema piramidal, se me aflojó una risa y esperé a la respuesta de Jack. El chico dijo que tendríamos que recordarle los nombres luego, cosa que en sí no me molestaba, y luego dijo que había llegado tarde a la explicación de la profesora, para luego volver a entrar en modo metralleta. Me hizo algo de gracia, pero quería seguirme librando de la pelota así que fingí darle vueltas a la cuestión unos segundos.

—Ni modo, no te obligaremos a ser el líder si tenemos que vigilar que no te nos vayas corriendo de vuelta a la academia —dije sin afán de molestarlo y me acerqué para darle un golpecito en el hombro. Me quedé a su lado, miré a Anna y le sonreí como si nada—. ¿Y si tú lideras? Seguro lo haces bien, Anna.

Contenido oculto

que oficialice el mando del tanuki disen

Zona de acampada - Grupo 1

Al cabrón casi le escuché la sonrisa, pero también oí el suspiro de Sasha y mantuve la vista al frente, en su silueta, en esencia porque no tenía ganas de hacer algo diferente. El comentario del inglés me alcanzó desde allí, se me aflojó una risa de mierda que no busqué disimular porque de por sí Sasha ya las conocía y no dije nada por el mero de hecho de no forzar mi torbellino sobre ella, pero ganas no me faltaron. Todo lo que hice fue encogerme de hombros.

El caso es que ella se ofreció para tomar el cupo de líder, como era de esperarse, y estuve por decirle que esperara a que llegaran las demás cuando el otro señaló que lo había anulado del puesto y todo el rollo. Me di cuenta que Sasha iba a decir algo, pero apareció una de las chicas faltantes y aunque no había unido nombre con cara, sí que conecté neuronas cuando le vi el cabello. Era la amiga de Riamu, ¿o no? Estaba con ella una vez que la saludé en los casilleros.

Se disculpó por el retraso, se presentó y preguntó por lo del líder del grupo, Sasha volcó toda la atención en ella, le cambió hasta el semblante y respondió. De paso la puso al día y yo me adelanté en dirección a ellas, para colarme por encima del hombro de la pelirroja, pues porque era un cotilla, pero también porque entre más aire compartiera con Wickham más insoportable iba a ponerme, si es que era posible.

—Eres la amiga de Ri-chan, ¿verdad? —pregunté sin venir a cuento y sonreí medio en automático—. Nos ayudaría mucho que aceptaras ser la líder, para pensar menos~

¿Aceptando así nada más que no quería usar el cerebro? Bueno, sí.

Contenido oculto

vi una oportunidad y la tomé, dont mind me

and yes, tuve que irme a un post viejísimo a confirmar que Arata había visto a Ale *dies in five*

 

Los grupos se habían ido formando poco a poco, mientras sus integrantes se conocían, dialogaban y decidían los líderes. Pasado un rato, Yoshida-sensei volvió a sonar su silbato y le pidió a los capitanes que se acercaran a ella. Así, entre otros estudiantes, Sasha, Anna, Alisha y Altan obedecieron. Junto a la profesora de gimnasia estaba Sachi, quien les sonrió entusiasmada y juntó las palmas sobre su pecho, disponiéndose a hablar.

—Muy bien, niños, los felicito por haber asumido la responsabilidad de ser líderes. Su trabajo será encargarse del walkie talkie y delegar las demás tareas como lo crean conveniente. Les recuerdo, de todas formas, que es una actividad grupal y la opinión de todos importa. Ustedes sencillamente serán la conexión entre nosotros y sus compañeros. —Yoshida comenzó a repartirles mochilas a los estudiantes con su expresión estoica usual; casi como si, en silencio, estuviera poniendo a prueba su pasta para desempeñar el cargo que ostentarían—. Ahí dentro encontrarán el walkie talkie, un mapa, brújula, cinco linternas, papel y algunos bolígrafos, por si quisieran hacer anotaciones. Los mapas son suyos, pueden escribirlos si les resulta más sencillo ubicarse. Saquen todos sus walkie talkie.

Sachi desenganchó el que tenía en la cintura y lo encendió.

—Es muy sencillo, tendrán sólo dos frecuencias abiertas. Si ponen la perilla en el primer canal, podrán hablar con nosotros. —Lo presionó y se lo acercó a la boca—. ¿Todo en orden? ¿Todos me oyen? —Habiendo comprobado eso, bajó el aparato—. El segundo canal... ya lo descubrirán. De momento, esa es toda la información que necesitan. Regresen con sus grupos, Yoshida-sensei los irá llamando. ¡Diviértanse mucho!

Tal y como Sachi había dicho, a medida que los minutos pasaban el silbato de Sawako fue sonando para llamar a los diferentes grupos. Los demás podían ver cómo los equipos se encontraban con un profesor determinado y, junto a éste, se adentraban en el bosque en varias direcciones. Eran casi las siete de la tarde y el sol había comenzado a rozar el horizonte, tiñendo la zona de acampada de un resplandor dorado. El atardecer. Decían que era la hora predilecta, ¿verdad?

Donde la realidad se solapaba, la línea divisoria entre mundos se tornaba difusa.

Y los espíritus nos daban la bienvenida.​

Contenido oculto

Amane Zireael Etihw quem Reual Nathan Onyrian Bruno TDF Ikoma-kun en breve los voy a estar etiquetando en los Bosques para dar inicio oficialmente a la prueba de valor <3

 

[Zona de acampada]

Después de haberme encerrado en la tienda de campaña, y sin demasiadas opciones a mi disposición para matar el tiempo, acabé quedándome dormida tras haber sido incapaz de avanzar más de dos páginas del libro que había traído justamente para ese propósito. No podía concentrarme, toda la energía se me había ido por un caño y, honestamente, dormir simplemente se había convertido en la opción más apetecible; de todas maneras, había tenido que madrugar para el campamento y tampoco me venía tan mal recuperar un par de horas de sueño.

Caí redonda, para qué mentirnos, y para cuando finalmente me desperté, el cielo ya había empezado a oscurecerse para darle paso a la noche. Asomé tímidamente la cabeza por la abertura que hacía las veces de puerta de la tienda, echando un vistazo general al panorama antes de salir por completa de la misma, y solté un suspiro pesado tras llenarme los pulmones de aire fresco. Parecía que los demás ya se habían ido a hacer la prueba de valor, actividad que me daba pena haberme perdido, claro, pero al mismo tiempo... bueno, no tanto. ¡Me asustaba con mucha facilidad, eh!

Me estiré en toda mi extensión, aprovechando que no había nadie por los alrededores, y volví a mirar a lo largo de la zona de acampada con atención. ¡Bueno! La siesta me había animado un poco, ¿así que quizás podía aprovechar la soledad para dar un paseo por la zona? Aunque fuese sin alejarme mucho, ¡era bueno estirar las piernas! Y qué mejor lugar que el campo para ello, ¿verdad~?

Contenido oculto

relleno completamente innecesario pero que mi cuerpo me pedía (???

 

Mientras la prueba transcurría ahí afuera, algunos alumnos habían preferido no participar de la misma y quedarse descansando en la zona de acampada. Nadie podía culparlos y los profesores tampoco les insistirían, considerando la... fama con la que contaban los campamentos del Sakura. El sector de las carpas se encontraba, por ende, realmente tranquilo. Esto le sentaba más que bien a Kenzo-sensei, el encargado de cuidar a los rezagados. Había podido desplegar una silla de campaña y seguir leyendo el libro con el que estaba ahora, mientras oía, a lo lejos, las conversaciones dispersas. El viento apenas soplaba, logrando mantenerse una temperatura templada pese a la ausencia del sol.

Cuando el atardecer comenzó a oscurecerse, tiñendo el cielo de colores morados, las luces de una camioneta iluminaron momentáneamente la zona de acampada. Hiroshi se incorporó y estiró el cuerpo. Estaba tan relajado que, por una vez en la vida, los nervios no le ganaron al acercarse a una de sus estudiantes de la 2-1.

—Bright-san —la llamó, junto a una sonrisa y su pronunciación japonesa, y alzó levemente las cejas al reparar en otra alumna que justo pasaba por allí—. Oh, y Hodges-san, perfecto. ¿Me harían un favor? ¿Podrían ayudarme descargando la comida que acaban de traer? Así comenzamos a preparar la cena para cuando todos regresen. Pueden ir yendo, mientras yo dejo el libro en mi tienda.

Contenido oculto

¡Bienvenida a Gakkou, Lari! Ojalá te diviertas mucho uwu Cualquier cosa, ya sabes que estoy a un mensaje de distancia

 

[Zona de acampada]

A medida que iba paseando por el resto de la zona de acampada, me di cuenta que no había sido la única alumna que había decidido quedarse atrás durante la prueba de valor y, a decir verdad, fue un detalle que no me sorprendió en lo más mínimo descubrir. Al menos habíamos tenido la suerte de tener unos profesores que lo entendiesen y que no quisieron obligarnos a participar en ello; y con motivo, vaya, porque el Sakura tenía fama de tomarse todo aquello muy... en serio.

Mi paseo improvisado se vio interrumpido cuando, casualmente, pasé al lado de uno de los profesores y me preguntó si podía ayudar a descargar la comida junto a otra alumna. La propuesta me sorprendió un poco al inicio, realmente porque estaba con la cabeza en otra parte y necesité un par de segundos extra para procesar la información, pero inmediatamente después acepté sin mayor problema. Honestamente, no tenía nada mejor que hacer y, de todos modos, no era el tipo de persona que rechazara ayudar a alguien más, ni mucho menos.

Le sonreí a la otra chica tras haber escuchado las palabras del profesor y ambas nos dirigimos hacia la camioneta en cuestión para empezar a descargar la comida así como nos habían indicado. Me sonaba de haberla visto por los pasillos de segundo, pero estaba convencida de que no estaba en mi clase y, bueno, su apellido tampoco me había despertado ningún recuerdo particular así que... ¡suponía que aquella era una buena oportunidad para conocer a alguien nuevo! Seguro que también me venía bien para seguir despejándome un poco más la cabeza, ¿verdad?

—¿A ti también te daba miedo participar en la prueba de valor? Hay muchos rumores de pruebas pasadas, y supongo que tienden a exagerar, pero algo de razón seguro que tienen... —le dije, girando apenas la cabeza para poder dedicarle una nueva sonrisa—. Ah, perdona, ni me he presentado. Soy Emily Hodges, pero puedes llamarme Emily. ¡Encantada!

Contenido oculto

no te preocupes por nada <3

 

[Zona de acampada]

No mucho después de haber roto el silencio con el primer tema de conversación que se me cruzó por la cabeza, noté cómo la pobre chica parecía ponerse algo nerviosa y acababa tropezándose con alguna piedra o cualquier otra cosa que hubiese por el suelo; por suerte no fue nada grave, que con las cajas que llevaba en los brazos me había costado reaccionar con la suficiente rapidez. La chica se sonrojó, tano que fue imposible no notarlo, pero decidí no comentar nada al respecto de lo que había sucedido porque... bueno, yo mejor que nadie sabía lo que era esa vergüenza.

—Oh, pues... ¿sabes qué? Yo también me quedé dormida —admití, dedicándole una sonrisa cómplice, apenas un segundo después de escuchar su comentario—. Pero no te voy a mentir, seguramente no hubiese participado aun así. ¡Quiero decir! Tiene pinta de ser divertido, si no te da miedo, claro, que viene siendo mi caso...

Dejamos la primera tanda de comida dónde el profesor nos había indicado anteriormente que lo hiciésemos y retomamos la marcha hacia el camión para seguir descargando cajas (que éramos dos muchachitas muy chiquitas y ahí había comida para media escuela). La chica se presentó mientras tanto y me preguntó a qué clase iba, así como también me agradeció por haberle hablado, y ese pequeño comentario me hizo girar de nuevo la cabeza hacia ella para dedicarle una sonrisa enternecida.

>>Nada que agradecer, Bright-san. Voy a la 2-3, por cierto, y a mí también me suena haberte visto... supongo que por los pasillos, ¿no? No eres de aquí, ¿verdad? ¿Te está gustando Japón?

 

[Zona de acampada]

Asentí con la cabeza cuando la muchacha me confirmó que no era japonesa, sin poder evitar la ligerísima cuota de orgullo que sentí al haber sido capaz de darme cuenta de ello; tampoco había sido muy difícil, para qué mentir, y después de juntarme con la mitad de los extranjeros que había en el Sakura, parecía que había empezado a aprender a diferenciarlos bastante bien. La escuché al decir que venía de Italia, alzando apenas las cejas en un ligero gesto de sorpresa, y si bien tuve intenciones de preguntarle al respecto, las mismas murieron rápidamente cuando añadió que no se había sentido cómoda en ese lugar; no me había incomodad especialmente, pero sabía cuando debía no inmiscuirme en los asuntos de los demás.

—Tokio es una ciudad muy linda, pero es enorme, a veces puede llegar a agobiar —comenté, recuperando rápidamente la sonrisa y siguiendo sin problema sus intenciones de cambiar de tema—. El Sakura es bastante exigente, sí, pero supongo que tienen que serlo para mantener el prestigio que se han ganado. Yo no soy la mejor estudiante, pero me las apaño, creo... De todas formas, si alguna vez quieres, podríamos estudiar juntas. ¡Puedo invitar a mis amigos, también! Así es más divertido~

Por lo menos sabía que Kashya aceptaría, y quizás Kenneth también. A Anna me costaría un poquito más convencerla, pero posiblemente se apuntaría; Kakeru y Kohaku podrían ser buenas opciones también, aunque... bueno, de momento quizás tuviese que descartarlos hasta que las cosas se tranquilizasen un poco. ¡A lo mejor Bleke se unía también, si se lo pedía a Kashya! Y hey, así a lo tonto, tenía bastantes opciones a mano.

Y era cálido saberlo.

>>Tengo amigos, sí —confirmé al final, aunque quizás no hacía falta, y sonreí con ternura mientras apoyaba la espalda en el borde de la mesa y descansaba un poco los brazos tras el par de viajes—. Y hobbies... me gusta cocinar, supongo, y también cuidar las plantas del invernadero. ¡La verdad es que lo que más me gusta es pasar tiempo con mi familia y amigos! ¿Y tú? Supongo que has visto los clubes que tenemos en el Sakura, ¿no? ¿Hay alguno que te haya llamado la atención, quizás?

 

[Zona de acampada]

En general estaba siendo realmente fácil tratar con aquella chica, asunto que resultó ser un alivio bastante grande después de aquel día tan extraño. Karou aceptó mi propuesta de estudiar juntos con bastante entusiasmo, lo que logró sacarme una sonrisa enternecida y asentir con la cabeza con convicción; dudaba que cualquiera de mis amigos tuviese problemas con presentarle una chica tan simpática, por eso ni siquiera me había preocupado demasiado al organizar el plan sin consultarlo de antemano. ¡Y seguro que se llevaban bien!

No esperé en absoluto que la chica comenzase a halagarme de esa manera por decirle los clubes de los cuales formaba parte, y por supuesto, la sangre no tardó en alcanzarme el rostro a medida que seguía escuchándola. Todo el asunto me avergonzó tanto que hasta trastabillé un poco al alcanzar de nuevo la mesa, dejando la caja sobre la misma con bastante más torpeza de la que había podido estimar, y me obligué a controlar los nervios ajustando mejor la caja, permitiéndome así también seguir escuchando las palabras de la muchacha e intentar seguir la conversación por ese lado.

—¡Conozco al líder del club de fotografía! Te lo puedo presentar, si lo necesitas...

Empezar a pensar en Joey, sin embargo, no estaba ayudando para nada a mi nerviosismo, y clara muestra de ello fue la risilla que se me escapó después de darle aquella información. Me llevé las manos al pelo, pasando los dedos entre unos cuantos mechones, y procuré relajar la expresión mientras buscaba mirarla de nuevo, con una ligera sonrisa en los labios.

>>También conozco a las chicas del club de lectura, una de ellas es mi amiga de la infancia. Creo que te pueden gustar, sí. ¿Te gustan los videojuegos, entonces? Es posible que te permitan hacer un club de eso, si lo propones. La directora a veces es bastante laxa con esas cosas...

Contenido oculto

uy, perdona, ni me di cuenta que ya había pasado UNA SEMANA ENTERA alsba sowwy, they were busy days unu