Capítulo III

Lanre

Siguió a Rash, Dellen y Jasper mientras arrastraban al otro gato, Lanre seguía sin entender nada y aun así había matado al conejo, pero sus compañeros no recriminaron nada así que asumió que todo estaba bien, era un alivio porque él no quería pensar demasiado en moralidades.

Y al parecer tampoco Jasper y Dellen, quienes usaban sus patas para estafar al gato amarrado, Lanre soltó una pequeña risa al ver como lo saqueaban para después voltear a ver a Rash aguantando su expresión de burla para volver a una un tanto avergonzada; sabía que el rano era muy devoto, y a pesar de no entender mucho de su religión, era claro que el bien y el mal estaban muy divididos, aun así, consideraba que el grupo estaba en un punto medio difícil de explicar.

—Entonces, si él invita...—dijo recargándose en la barra sonriendo en dirección del dueño de la posada —Qué dicen estimados camaradas ¿Recuperamos energía con alcohol? Podemos contarnos historias de nuestras vidas mientras reímos y nos alegramos de estar vivos.

 

Templo de Diógenes
[Otto]
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-No te preocupes- le dijo Jade a Otto con un ademán, rechazando las monedas -Puedo bendecir esta flecha gratis, que la guíes hacia los puntos débiles de la oscuridad será toda mi recompensa- exclamó arremangándose -Bendeciría más de una, pero recién estuvo un clérigo de la rana tuerta y gasté casi toda mi energía encantando su bastón- le explicó mientras posaba sus patas en la flecha y de ellas salía una luz cálida y reconfortante para las almas puras, pero mortal para las oscuras. Al terminar se la entregó al ratón nuevamente y lo despidió deseándole que Diógenes lo guíe en las tinieblas con su olfato privilegiado y su lámpara de aceite vegetal.

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Otto consigue Flecha Bendita (x1) [+3 de daño sagrado]

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Puertas de Shallowaters
[Zer, Jou]
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Luego de intercambiar palabras, hechizos y traumas del pasado, los magos regresaron a las puertas de entrada de la ciudad para continuar su viaje con el resto de aventureros. La mayoría de estos seguían en la posada, como habían quedado. En ese momento, la lluvia comenzó a cesar para todo el que se encontrara en Shallowaters, el día estaba mejorando.

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Posada "El borracho dormido"
[Lanre, Dellen, Rash, Jasper]
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Al revisar a Paul, Jasper no encontró más que dos botones y una pelusa, pero Dellen probó con el otro bolsillo y ahí encontró una bolsita de tela con [lista] monedas! Había más que de sobra para una ronda, pues cada jarra costaba sólo 3 monedas.

-Supongo que eso significa que marchará una ronda de hidromiel- exclamó el posadero tras las palabras del pato apoyado en la barra, mientras una marioneta ya les estaba sirviendo y entregando una jarra llena de sabrosa hidromiel para cada uno de los presentes. Roronoa ya no podía tomar tragos materiales, pero el clima de camaradería que se respiraba ahora le llenaba el alma.

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Hidromiel para 4 son 12 monedas

 

Jou

Me sentía en paz conmigo misma desde que su suave pelaje apretó mi mano por unos segundos, pero seguido de ese acto me dio un papel que al parecer se trataba de un hechizo, mis ojos se llenaron de lagrimas, aun sin derramar alguna, sonreí y trague el nudo que se me hizo en la garganta.. no.. ya no tenia porque llorar, al contrario, lo mire agradeciéndole con mi mente pues las palabras no me salían de la boca, era lo mas hermoso que alguien pudo darme, lo memoricé antes de meterlo entre las hojas de mi libro y caminar detrás de él con cloud aterrizando en mi cabeza, la lluvia ya estaba cesando así que todo estaba fresco.

caminamos hacia la posada de regreso, había bastante movimiento cabe mencionar, entre los visitantes estaban los compañeros de Zer que pude recordar, aunque faltaba alguien mas, me pegué a mi felino amigo y apreté su capucha para no perderme entre la gente de nuevo.

 

Dellen
Sonreí al sentir una bolsita en el bolsillo del inconsciente Paul, una bastante grande y oh su cling cling cling, música celestial para mis oídos, al fin y al cabo las cosas eran mejores cuando invitaban otros ¿no? Y como ahora esas monedas iban a ser mías podía beber sin sentirme culpable.
Así que al sacar las monedas, decidí guardármelas en el zurrón, al menos la mitad de ellas, decidiendo darle 50 de ellas a Jasper, al fin y al cabo fue él quien logró dejarle inconsciente.
El barman se me adelantó al decidir lo de servirnos la ronda de hidromiel, a lo que asentí con una sonrisa para dirigirme a la mesa donde se hallaban Rash y Lanre.
— Parece que nuestra conversación en barra tendrá que aguardar para otro momento, ¿Que tal esta noche? La verdad es que me interesa conocer este lugar y lo que me quieras explicar de él—. Comenté amistosamente para sonreírle— O eso o acompañarme si gustas a la tienda de armas, he de ir a vender unas cosas y ver donde pudiera conseguir nuevos hechizos, quiero ver si hay algo nuevo por aquí que me pueda interesar. Y tranquilo, conserva esas 50 monedas, ya pago yo.
Al menos, que Jasper pudiera disfrutar de algo de calma con nosotros tras una buena bebida. Además estando Rash y Lanre aquí seguramente el ambiente sería mucho más agradable que con Otto, Zer y/o Vite, la verdad es que me preocupaba no saber com lidiar con ellos tres, más solo era cuestión de mantenerme alerta y, ante todo tratar de ver que puedo decir o no ante ellos. Sin embargo, eso ya lo iría mirando con el tiempo, ahora solo me quedaba ¡Disfrutar! Todos no lo habíamos ganado totalmente. También era reconfortante que, por primera vez en mi vida tuviera amigos, eso llenaba de orgullo y felicidad mi corazón.
Así que me dirigí a uno de los asientos de una de las mesas, iba a procurar mantener un ambiente agradable para todos, creo que es lo mejor para poder olvidarnos de lo ocurrido en la mazmorra.

 

Jou

Me senté al lado de aquel gato Zer, apenas alcanzando la mesa mientras veía a mi alrededor como la gente parecía beber algo que los hacía felices, reírse hasta caerse inconscientes, será que tiene algún tipo de hechizo? O solo es tan deliciosa que pone de buen humor a la gente?, Miraba curiosa a un títere sirviendo cerca, interviniendolo para investigar, tomé aquel tarro semi lleno y tenía un olor penetrante al instante, no tenía buena pinta así que decidí dar un sorbo en mi lugar devolviendolo de inmediato. Era la bebida más amarga que en mi vida había probado.

Dejé el tarro de nuevo en la bandeja del conejo y busque entre mis cosas un caramelo, sin éxito, mire a zer jalando su ropaje para llamar su atención — Iré a comprar unas cosas, mandarías a Cloud si te alejas?— le decía con voz alta tomando al cuervo con mis dos manos para dejarlo descansar en su hombro y bajar de la barra.

Me escabullia entre la gente para salir y dirigirme temerosa a la quimera, esperando que el conejo.... El conejo.... Volví de inmediato a sentarme con Zer recargando mi cabeza en la mesa —olvidalo no haré nada— dije sin saber si me había escuchado mientras sacaba el libro de hechizos que había comprado " dadicitcarp" le susurré haciendo que se encogiera al tamaño de mis pequeñas manos para no llamar la atención recitando en susurros suaves los hechizos que leía para memorizarlos mientras esperaba.

 

Lanre

Tomó su hidromiel pasándola rápidamente por su gañote para después soltar un alegre sonido gutural que representaba su satisfacción por el brebaje —Lo siento compañeros —dijo avergonzado —Pero eso representa que me siento en confianza con ustedes.

Sujetó a Dellen por el hombro levantando su hidromiel —¡Por la amistad! —dijo para los presentes incluyendo a su buen amigo Roronoa, a quien deseaba verlo flotando por allí, pero entendía sus razones —¡Por la rana tuerta!— dijo hacia Rash —¡Por esta deliciosa hidromiel! ¿y por qué no? ¡Por el oro! —soltó una carcajada incómoda, pero era porque Lanre comenzaba a sentirse libre, sus horizontes de ampliaban junto a camaradas que apreciaba —Esto es el inicio de un gran equipo; cantarán historias sobre nuestro grupo —Dio otro sorbo con alegría y cuidado para no dejar caer nada por su pico —si; seguro.

 

Posada "El borracho dormido"
[Lanre, Dellen, Rash, Jasper, Zer, Jou, Otto]​

Otto se fue del templo e ingresó a la posada mientras Lanre soltaba sus últimas palabras. Ahora que casi todo el equipo ya estaba reunido, podían disfrutar de sus últimas hidromieles antes de ir por el tabaco. El clima ahora era propicio para seguir adelante, pues tras las ventanas de la posada podía verse que había dejado de llover.

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Ya están todos juntos y pueden tomarse sus tragos tranquilos y cuando estén listos ir al almacén para seguir con la misión principal

 

Lanre

Todos se reunían nuevamente, algo que ensanchó su ya grande sonrisa — No se trata de la hidromiel —dijo sujetando su bebida —Se trata de la compañía con la que la bebes —dio un trago —Recordemos este momento dónde todos compartíamos una bebida dentro de esta cálida posada, que el líquido refresque nuestros cuerpos y el calor de la compañía avive nuestros espíritus.

Por un impulso limpió la barra antes de colocar su vaso en ella —Pero por mas que me gustaría que este momento fuera inmortalizado, debemos seguir con nuestro deber, porque somos héroes, así que preparemos nuestras armas y busquemos ese tabaco— y después de su discurso, un hilo baba se escurrió de su pico.

 

Jasper

Lo único que obtuve de Paul fue basura, pero Dellen eligió el bolsillo correcto y se hizo con una cantidad de monedas bastante generosa. No me cabía la menor duda que se trataba de dinero robado; pero tal como me dijo una vieja una vez: “Ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón”. Acepté en silencio las monedas que el otro gato repartió equitativamente y su invitación de bebidas.

Tomé lugar a su lado, en el sitio donde también estaban Rash y Lanre. Dejé caer a Paul debajo de la mesa. Por la manera en que lo había atado parecía un capullo con cabeza, fue una suerte que pudiéramos colar las garras entre las ataduras para robarle. Lo miré un momento antes de volver a enfocarme en la mesa. En el proceso, apoyé una bota embarrada sobre la cabeza libre del gato gris: si se despertaba, me enteraría.

Como siempre, el pato era el más entusiasmado de todos. Rash mantenía un estoico silencio y Dellen nos daba una compañía amistosa. Levanté mi jarro de hidromiel con una expresión neutra.

—A la salud de ustedes —dijo, dando un discreto trago a su bebida. Luego se giró hacia Dellen , quien le había dirigido unas palabras antes de sentarse y sentía que le debía una respuesta—. No hay mucho que contar de Shallowaters, está tan gris y aburrida como la recordaba. No suele ocurrir nada relevante, por lo que es raro habernos encontrado con este mentecato y su maestro —dije, refiriéndome a Paul—. No veo por qué no acompañarte a la tienda de armas… Aunque tendría que esperarte afuera. No estoy en buenos términos con ese lugar.

>>Ah, y gracias por las monedas.

 

Rash Colds

Mantuvo siempre su hidromiel intacta en su jarra, sonriendo ante las palabras de sus compañeros y afirmando ante los brindis de cada uno. Le dio un trago a su bebida, sintió el líquido bajar por su garganta y explotar en su metabolismo. El alcohol era la sangre de la Rana Tuerta después de todo y siempre se debía de beber.

—Conectar nunca es casualidad, compañeros. —dijo alzando su jarra para proponer su brindis. —Cada encuentro entre animales nos lleva a aprender. Nos cruzamos constantemente con razas, sin embargo algunas nos mancar más que otras. Ya sea por felicidad, cómo por contraste la conexión nos enseña. Nos deja algo que en ese momento necesitábamos asimilar, o despiertan en nosotros alguna emoción que luego nos lleva a trabajar internamente algo que era mucho más grande y profundo. —miró a todos los que estaban en su mensa, manteniendo siempre su halo de misticismo y templanza. —El encuentro con el otro nos cambia, nos transforma, nos invita a crecer. Salud, compañeros. Que esta conexión sea para muchas más vidas. —y bebió de su jarra de un sorbo, golpeando con fuerza la mesa al depositar ya la jarra vacía. —Además, la hidromiel nos refresca y nos invita a abrirnos más entre nosotros. Jasper, ¿de dónde conoces entonces a este gato? —inquirió señalando a Paul.

 

Dellen
Y así todos nos acabamos sentando en una misma mesa dentro de la taberna, de lejos con un ambiente mucho más animado donde Lanre, Jasper y Rash parecían mil veces más relajado que en la mazmorra. Algo no tan inusual dado que, hasta las circunstancias eran distintas.

El camarero, decidió ponerse manos a la obra tras la orden de hidromieles, por lo que empezó a mover sus marionetas justo cuando Zer entró por la puerta con su amiguita la elfa. Ahí seguía. Admito que la misma me dió curiosidad desde el minuto 0, ¿De donde ha salido? ¿Y por qué está pegada a Zer como casi una lapa? En fin, era algo que quería preguntarle pero no veía el momento apropiado, ni mucho menos con tanta gente aquí y como tampoco sabía exactamente cuanta confianza habría entre ellos pues simplemente miré a Jasper para luego mirar a la elfa, quien también cogía una de las jarras, para echarle un sorbo y, aparentemente marcharse y volver un instante después ¿Pero qué?

Para mi no sorpresa, Zer se mantuvo alejados de todos, sentándose en otro taburete apartado de nosotros. Suspiré, pero en parte empezaba a entender de que "pie" cojeaba, pero no me gustaba absolutamente nada su forma de comportarse, como si para él fuéramos trapos de usar y tirar e, independientemente de si nos gustara más o menos su carácter, pero, como todos, necesitábamos tolerarle hasta que la misión acabara, al fin y al cabo esta mazmorra sirvió para darme cuenta de como era el equipo en el que estaba.

De todos modos, centré mi atención a la mesa, donde me puse hablar animadamente con todos, hasta que acabaron por servirnos la hidromiel, siendo los últimos antes de ser ofrecidas a Zer y Jou.

Lanre agarró su jarra y luego a mí del hombro para alzarla con la intención de brindar.

Tras pronunciar esas palabras una sonrisa se formó en mi felino rostro, asintiendo levemente con la cabeza.
— No andas errado Lanre, me alegro de haberos conocidos, a todos y cada uno. La verdad es que no puedo desear un mejor equipo, ya sea por vuestra alegría, el razocinio de Zer o la frialdad y lógica tanto de Zer como de Otto—. Sonreí, mientras Lanre (Que ya parecía borracho a penas con unos pocos sorbos volvió a abrir el pico)

Alcé con alegría la jarra para unirme al brindis que se estaba formando mientras reía, quizás fuera por la primera hidromiel que me bebí antes y durante el combate pero, me sentía distinto, alegre y despreocupado.
—¡POR LA AMISTAD!—. Exclamé, uniéndome al jolgorio generalizado— ¡POR EL ORO Y POR EL GRUPO!(Que ya podía ser más cooperativo y no ir cada uno a su bola) —.

El jolgorio se hizo más notable y estruendoso a partir de ese punto. El alcohol se notaba más y más en todos los miembros, así como Otto empezaba a entrar al bar.

Fue el único sonido que me hizo desviar totalmente la atención del caos que se formaba en la mesa ¿De dónde venía? Bueno, tampoco es como que tuviera mucho que ocultar y, tampoco parecía de humor, por lo que decidí mantenerme en silencio mientras bebía. Solo fue la voz de Jasper la que me hizo desviar la atención, ahora enfocada hacia él.

Empecé a reír por las palabras de Jasper respecto a la ciudad y el mentecato y su maestro. La verdad, para ser como era, un antigüo amigo suyo, no parecía muy preocupado al respecto sobre faltarle al respeto y humillarle, luego añadió que realmente podía acompañarme a la tienda de armas y armaduras pero que no era alguien muy bien visto por aquí así que era mejor que me esperara fuera de la tienda, a lo que asentí sin dudarlo demasiado, ¿Por qué no lo sería? ¿Quizás por marcharse? ¿Por qué podían intentar tildarle de cultista? Eran preguntas que prefería decírselas en la calle, más que nada por intentar no empezar a hacer que todos preguntaran pues, estaría bebido pero eso no era razón para ser indiscreto.
— Comprendo, la verdad no es que tuviera tampoco yo una vista muy buena de la ciudad, la ví toda demaisado monótona y apagada y, para serte sincero, el ambiente lluvioso solo la hace ver más lúgubre, ah y no hay de que sobre las monedas, creo que es lo justo—. Añadí, pero el ruido se estaba intensificando tanto que ya me resultaba hasta insoportable, seguramente por mi oreja demasiado agudizada por ser un felino.

Decidí mirar a Zer solo para musitar un "disculpa" a Jasper y levantarme para dirigirme hacia su posición solo para sentarme frente a él solo para suspirar.

— Creo que es la última vez que les invito, madre mía menudo escándalo están formando ¿Como estás?—. Dije con tono irónico.— A todo esto, quería preguntarte sobre esa elfa que parece que no se te separa ni con quitapegamento. Aunque buff, también menuda ciudad más austera y monótona, admito que me resulta repugnante. Y para ser sincero, me he llegado a preguntar que hacían cultistas aquí ¿Has logrado averigüar algo?

 

Otto

Aplastó ligeramente las orejas para atrás, deteniendo mis patas junto al alcance de la puerta del bar. Tomando aire y expulsarlo en un suspiro.

Se debe continuar.

Un evento que preferiría olvidar, pero no voy a ahogarme en penas o dolor. Podrá verse perturbado, más mí voluntad no se quebrara tan fácil.

Si lo hiciera, no serviría para ser aventurero.

Abro la puerta tranquilo e ingreso al lugar con una determinación renovada, inmediatamente girando ojos y oídos hacía los miembros del equipo.

¿En donde se habra metido Vite? ¿Se fugo...? Su ausencia empieza a preocuparme...

"Bien bien". Aplaudo entre medio de ellos, buscando llamar su atención. "Dejemos los brindis para cuando hagamos nuestro gran cometido final". Le sonrió agradable para no aparentar aguafiesta. "Las bebidas saben mejor cuando se acompañan con grandes relatos, nuestros propios relatos épicos. Dejen un poco de su sed y monedas para ese momento".

"Continuemos y hagamos por lo que venimos aquí, si nos demoramos nos quedaremos sin aventura e historias".

"El que se apunte al almacén que levante la mano, prefiero vayamos todos. Estemos preparados en caso de un suceso... y estemos sobrios".

 

Dellen
Me acerqué a Zer con paso tranquilo, mientras él miraba a la ventana sin que yo supiera exactamente por qué, no había nada destacable que mirar en el exterior, quizás solo estaba sumido en sus pensamientos.

Otto, por su parte, trató de convencernos de que nos moviéramos ya a por el tabaco y, que podríamos disfrutar de unas bebidas mientras se cantaban gestas sobre nuestras hazañas más también era cierto que no era necesario precipitarse, al fin y al cabo, la mazmorra anterior fue extensa y todos necesitábamos un descanso y aunque me parecía bien ignorar su petición, no iba a ser yo quien tomara la iniciativa en este caso.

Solo centré en Zer mis cinco sentidos, mientras respondía a mi pregunta.

No pude evitar un poco al decir lo de los compañeros variopintos, sí, me lo esperaba, pero no que fueran tan escandalosos. Aunque entendía su punto, la verdad es que me seguía pareciendo curioso como, de un modo u otro a veces el destino o las coincidencias (Ya que a veces ni yo mismo sé si es una cosa o la otra) acaba por hacer maravillas, o, por otro lado, grupos completamente inconexos.
— Sí. A veces me pregunto como hemos llegado a tener un grupo cuando estábamos en Everfall cada uno por nuestros asuntos y de un momento a otro, ¡Zas! Un grupo creado.
Pero la conversación no quedó ahí, sino que, tras un suspiro, Zer continuó hablando, en este caso, indicó que se sentía tenso y cansado pero añadió algo más que también captó mi interés. Me dijo que cuando fueron él y Otto a enterrar el cadáver se bañaron en un manantial que les sanó las heridas, lo describió como si se hubiera echado a dormir, algo que, a decir verdad me resultaba increíble.
Luego le dije sobre la ciudad, aunque en su caso y le ví reír por mi comentario para acto seguido, aconsejarme bajar la voz por Jou, quien se hallaba cerca. Y así era, a penas la tenía a unos pocos metros, solo esperaba que no se hubiese dado cuenta del desliz, por lo que para responderme, Zer bajó la voz.

Le dejé acabar de explicarse, sabía que Zer odiaba ser interrumpido y lo respetaba. Así que se mantuvo un rato explicándome que ciertamente era un sitio gris y muerto pero, que más allá de lo acontecido con los cultistas no había pasado nada extraordinario pero que no sabía sobre las consecuencias que estas acciones pudieran tener al ser, como él mismo dijo, gente demasiado peligrosa, a lo que asentí, concordaba. Siempre se había hablado mal de los cultistas y verlos con nuestros propios ojos era algo que definitivamente confirmaban nuestras sospechas, debíamos ir con sumo cuidado a partir de ahora.
Cuando acabó de hablar, volvió a girar su cabeza hacia la ventana para volver a mirar la calle mientras me preguntaba si yo estaba bien, a lo que asentí.

— Bueno, como tu, tenso y cansado. Ha sido un día muy largo y bastante movido con todo lo que hemos pasado y por otro lado, cuando creíamos que todo había acabado nos encontramos con los cultistas. Pero comparto tu preocupación al respecto, tampoco me gusta que tengan vinculación directa con Jasper, a pesar de todo, eso nos haría seguramente ser un blanco para ellos, pero también podríamos obtener información si ese Paul se dignara a hablar cuando recupere el conocimiento. A todo esto, hablando de cultistas, me sorprende mucho lo que dijiste de ese manantial al que fuísteis Otto y tu, no había oído hablar de ellos en mi vida y, podría venirnos bien a todos para recuperarnos, claro que no voy a forzar nada tampoco—. Dije con calma y amabilidad— Aunque a todo esto ¿Quién es esta elfa? Supongo que es oriunda de aquí pero. ¿Por qué paree seguirte a todas partes? Y ¿Como la conociste?.

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Okidoki, tuve que editar este post porque cuando lo escribí iba con prisas y no me gustó nada el resultado, so... Lo edité para que quedara, ahora sí, a mi gusto :D

 

Dellen
Conocía ese gemido de Zer, parecía completamente fuera del interés por mi pregunta y tampoco le culpaba. Digamos que al menos pareció percatarse de mi curiosidad y estaba tratando de esforzarse en responderla, algo que internamente agradecí pues parecía que ahora se mostraba mucho más abierto y receptivo que antes y resultando un tema tan banal como el típico "Me sorprende la forma en la que nuestro grupo se ha unido".
Me comentó que la vidad daba muchos giros, a veces demasiados, y aunque el mensaje era conciso, sabía que había algo mucho más profundo en la forma y el mensaje en sí, ¿Hablaría de su vida? Parecía tener demasiada experiencia en este tipo de situaciones, más me mantuve en silencio, escuchando todo lo que me quisiera decir.

Confirmó que tendríamos suerte si el patético conejo cultista no fuera un alto cargo del culto, aunque honestamente no le dio esa impresión, sinó que parecía que hiciera sus cosas ilegales más por placer que por un objetivo concreto solo para luego preguntar de forma retórica sobre si el gato se llamaba Paul y que no sabía que tipo de relación tenía con Jasper, pero que sonaba a traición más que otra cosa, algo que, por lo que entendí por boca de Jasper, no era tanto así, al menos no traición directamente o cualquier cosa turbia que hiciera que Paul terminara con esa gente, creía que honestamente sí que tenían que preocuparse por Jasper, aunque verídicamente, mi opinión al respecto era ligeramente distinta, aunque aprovechando la hilera de temas, Zer me explicó la ubicación del manantial, el cual se hallaba a las afueras del poblado, pero que, desde su perspectiva, acabaríamos perdiendo el tiempo. Honestamente ignoraba el por qué pero, tampoco iba a discutírselo, yo solo necesitaba un descanso y ya.

Y, finalmente empezó a responderme una pregunta que sí resultaba también de mi interés, pero su información me hizo simplemente ver que ese interés era infundado al enterarme que era una elfa completamente desinteresada en el dragón de marras y solo buscaba a un elfo de nombre Jou, por lo que simplemente estaba buscando la ayuda de Zer, a juzgar por su cercanía con él.

Así que, al finalizarle de escuchar hablar (algo que hice con interés, mientras me mantenía reflexivo al respecto para no perder detalle de sus explicaciones o gestos) decidí ir directamente a la cuestión que podría llegar a ser de interés de Zer e incluso mío, al menos en lo que respecta a todo el grupo, empezaba a darme cuenta que era al que menos conocía de todos y, aprovechando la calma, creo que era la mejor manera de tratar de intentas, o al menos por mi parte, limar las asperezas que se habían ido formando a lo largo del dia, al, aparentemente haberle causado mala impresión.

Así que, lentamente mientras pensaba en como estructurar lo que quería transmitir, empecé a juntar ambas manos, de forma que apoyé mi barbilla encima del unidorso que había quedado por la unión.

— En parte diría que, en cuanto a importancia, según lo que me contó Jasper,no fue tanta traición sinó que, si bien es cierto que caminaron juntos una temporada, Jasper se fue distanciando de Paul aparentemente por empezar a irse con los cultistas dado que Jasper no quería seguir ese camino y, por otro lado, no sé yo si precisamente es cuestión de, simplemente preocuparse por Jasper o, por otro lado, la preocupación debería ser algo de todos nosotros, dado que Jasper, aunque no sea algo oficial, de momento está en nuestro grupo. Claro que de todos modos, podríamos ser un blanco aun sin la intervención de Jasper.
Ignoro como vaya el asunto de los cultos, más es verdad que de momento y aunque seas un nivel bajo, creo que si faltas, investigarán, y aunque solo con la muerte del conejo no nos den a nosotros como culpables, si ven a Paul con Jasper, sí. Así que debemos intentar hacer algo o con Jasper o, con Paul—. Dije reflexivo. Quizás me estuviera precipitando o quizás no, sin embargo no me sentía nervioso en absoluto. Solamente quería conocer su opinión al respecto, por lo que meramente me mantuve tranquilo.
— Por otro lado, la verdad es que, de entre todo el grupo, tu eres, creo que el miembro de quien menos sé, aunque si no quieres contarme nada de tí, lo respetaré. Admito que en la, bueno, mazmorra no fui precisamente el más inteligente de los gatos—. Reí apenado, más bien como avergonzado, ya no por él, sino porque algunas de mis acciones me recordaban ligeramente a las de Lanre cuando se supone que los gatos somos reflexivos pero no sabía actuar muy bien en sociedad— Y sin embargo, aunque no lo parezca, no soy nada bueno actuando con otros animales, siendo pésimo socializador