Exterior Patio norte

Imposible no notar el cabello rosa en movimiento de soslayo. A ver qué traería la niña linda en la cabeza además de la curiosidad~ Seguí hasta las escaleras para descender mientras sacaba el móvil, dando con el mensaje de Cathy a lo que hice una breve parada en uno de los dispensadores de bebidas, seleccionando una soda que abrí y me tomé de a sorbos, sintiendo el líquido frío recorrerme la garganta. Si es que el principito no sería el único que quedó a medias con lo que me había montado encima.

Además, tenía la puerta aún entreabierta. Esa a la que me incitó a volver a buscarlo.

Quién lo diría.

Divisé el patio norte y me encaminé por ahí entre los árboles notando a mi hermano de espaldas andando con otro chico. Le miré por unos segundos hasta deslizar las pupilas por ahí hasta identificar a las dos chicas aparentemente hablando, sentadas en el césped. Acabar de venir de ser un abrasivo de mierda con Shinomiya, pasando a lo que tenía pinta de picnic con dos señoritas como si nada. La situación me daba hasta risa.

Llegué hasta ellas por detrás con calma al éstas estarme dando la espalda.

—¿Se me hizo tarde, Whitman? —cuestioné en mofa, sentándome al lado de Cathy con la izquierda de apoyo en el césped y la derecha prendida a la lata, dirigiéndole la mirada a la desconocida—. Zeldryck Kasun.

Me fijé detalladamente en las facciones de su rostro, vete a saber si porque igual estaba aún más prendido que de costumbre lo de Kou o por mero vicio.



Frutos como tal... bueno, esperaba verlos reflejados al menos en notas decentes para no tener a mi padre quemándonos el teléfono. No le di muchas vueltas al asunto al no apetecerme en realidad continuar hablando de materias, clases, idiomas, aprendizaje. Uff, me agobiaba algo pronto con lo estudiantil en realidad, tal cual me había sucedido cuando iniciamos el traslado a Canadá por capricho de mamá. Al menos habíamos conocido a Génesis, era una buena chica, algo soberbia pero dulce.

Le seguí los pasos observando el paisaje de forma distraída. Me preguntaba si Kurosawa había ido a estudiar el día de hoy. Me frené en cuanto habló y asentí al realmente no importarme el espacio, aunque se notaba que todo tenía un cuidadoso mantenimiento.

—Me vas a perdonar pero... no me sé tu nombre —me dejé caer en el césped, recostando la espalda contra el tronco de uno de los árboles mientras reía entre dientes—. ¿Llevas mucho en este sitio?

 

Catherine Whitman

Por suerte no pasó demasiado tiempo para que Zeldrick apareciera para no tener ningún invitado faltante en ese almuerzo, ¿quién iba a decir que ambos pendientes pudieran acomodarse de tal forma en que realmente no se pospusiera tanto todo ese plan de Morgan que había convertido en un pseudo picnic solo porque era bonito verlo de esa forma, lamentablemente, aquella sonrisa de bienvenida no duró demasiado al convertirse en un gesto de genuina sorpresa cuando escuchó que Zeld la estaba llamando por su apellido.

El mohín que hizo fue más que necesario a su parecer.

—¿Whitman? —Preguntó todavía con cierta sorpresa —, no se te hizo tarde pero estoy segura que no ha pasado tanto tiempo para que me digas de esa forma tan fria... —reclamó en un tono como si la hubiera herido o algo similar aunque solo era para que hubiera cierto dramatismo y sonara en parte serio.

—Te estábamos esperando para comer~, ¿fue todo bien, Zeld?



Tomó asiento en la banca que estaba frente a al árbol donde él se había apoyado al no tener demasiadas ganas de estar allí sentado en el césped, abrió su caja de bento y de allí sacó los palillos de su compartimiento para empezar a comer lo poco que había traído ese día pero como mínimo podía saciarse un poco con los otros toques de sabor que podía tener con los pedazos de alga y el furikake que tenía encima.

—Aaron —Había pasado totalmente por alto que él no se había presentado de vuelta, tan siquiera si era extranjero podía cumplir dándolo a medias, aunque ahora solo era esforzarse a seguir algún tema de conversación, se veía realmente tranquilo así que, podía intentarlo un poco—, poco más de una semana, no sabría decir si es mucho o poco, ¿de qué tan lejos vinieron?

 

Me tragué la sonrisa sátira ante el reproche de Cathy, dejando en su lugar una pequeña sonrisa ladina mientras buscaba sus ojos en el proceso denotando el pequeño mohín que me hizo divertirme un poco más como sino lo hubiese hecho de aposta a ver qué decía al respecto o si le daba exactamente igual.

Bingo, bingo.

—Cathy quedará de forma permanente entonces~ —murmuré—. Sí, todo salió bastante bien.

En cuanto miraba a la otra chica y recibía su nombre el tono sedoso de su parte solo acentuó la línea torcida en mis labios. Había extendido la mano y todo hacia adelante. Pero venga linda, si yo de educado no tenía nada. Apenas y le mostré los dientes en una sonrisa filosa para darle a entender que no sería yo quién se levantaría a sujetarle la mano, pero si podría cambiar algo las cosas para no sé, conseguir una pequeñísima válvula de escape luego de salir medianamente caliente del espectáculo del baño. Me terminé levantando al dejar la soda sobre el césped con una lentitud ridícula, dejándole el brazo extendido para inclinarme y alcanzar su mejilla dejando el roce de mis labios sobre su piel.

—Un gusto —murmuré al sentir hebras de su cabello en mi mejilla, enderezándome para regresar al lado contrario de Catherine, como si nada, volviendo a sujetar la lata con la derecha.


Bueno, al menos ya sabía su nombre que era realmente lo inicial para formar un compañerismo, o amistad como tal. Escuché los pájaros cantar de aquí para allá al estar en las ramas de los árboles. La naturaleza era bastante tranquilizadora a decir verdad.

—Venimos de Canadá, aunque mi hermano y yo somos de Serbia. ¿Alguna vez has ido a alguno de esos dos países? —destapé la lata de café ya volviendo a dirigirle la mirada.

 

Catherine Whitman

—Cathy está mas que perfecto. —Llevó su bento sobre sus piernas, esperando paciente a que la presentación se viera finalizada entre ellos luego de ver como Morgan estiraba su mano hacia él y en cierta forma, sentía que quedaba bastante con el mood de picnic falso y quizás trayendo algo del tono de la fiesta donde realmente se habían "conocido" ellos dos, donde si Zeld aceptaba seguirle el rollo, quedaría de lo mas bonito a su parecer.

Pero no, Zeld hizo algo mejor a lo que estaba esperando y esperaba que no tomara a Morgan tan desprevenida pero, sentía que había cumplido a su forma con la presentación.

—Cute! —Dijo con una pequeña risa —, con estás bonitas presentaciones oficiales, deberíamos inciar a comer todos, ¿no? Que aproveche~ —Con cuidado abrió la tapa de su bento revelando lo que traía dentro, un conejo de arroz adornado con salchicha, alga y zanahoria, pollo frito, pure, ensalada, salchipulpo, tomate cherry y huevo cocido; mientras qué en la tapa del bento se encontraban los palillos y una cuchara en caso de que no deseara sus palillos como normalmente hacia.

Le parecía bastante tierno qué incluso con el tiempo qué pasó fuera, cuándo se ofrecían a hacerle su almuerzo siguieran poniendo tanto empeño en hacerle algo bonito.

—Por cierto Zeld, puedes tomar lo que gustes en caso de que tengas apetito —Ya le había notado la ausencia de comida en las manos como para no ofrecerle, inclusive para facilidad de los tres lo puso en una distancia media de todos —, también tu Morgan, si algo te llama la atención puedes probar con confianza~

Contenido oculto: Bento

¿Canadá pero eran originarios de Serbia?

Estaba seguro que nada pasaba por su cabeza para justificar una primera mudanza tan grande donde suponía que debías iniciar de cero por las complicaciones de mandar mas que las maletas del avión, aunque si eran igual de ricos que varios alumnos de la academia quizás habían tenido una forma ridículamente cara de pasar todo lo que necesitaban.

Porque ahora estaban en Japón, "del otro lado del mar" de nuevo.

Estuvo a punto de responder su pregunta cuándo la presencia de la rubia y su hablar lo interrumpieron, ¿por qué de todos los lugares dentro del patio norte tendría que escoger donde estaban para invitarse? ¿No tendría realmente rostros conocidos de alguna amistad donde importunar así de repente?

Suspiró comiendo un par de bocados más de su comida antes de responder nuevamente, si ya tenía algo de suerte de que solo se hubiera interesado en lo dicho por Zold, ignoraría su llegada un poco.

—No en realidad —Ni siquiera conocía muchos lugares de japón si ya tenía que pensar un poco más en las cosas que no había visto —, ¿fue mucho el cambio de Serbia a Canadá? —No sabía mucho de Serbia pero por alguna razón lo imaginaba como un lugar frío también así que sentía que el cambio debia ir un poco en culturas.

Jamás pensó que un chocolate le fuera a causar tanto bien a Cayden, lo había imaginado perfectamente como los niños pequeños que tomaban sus premios rápido para que sus papás no tuvieran tiempo de arrepentirse al pensar en todo lo que podía tener ese dulce dentro, además aquella última sonrisa solo terminó de hacer qué esa idea de niño se pegara más en su cabeza.

Quizás realmente no era tan fanática de los dulces para emocionarse de esa forma cuando le ofrecían uno, pero quizás debía encontrar más gente que le cambiara el rostro por recibir uno.

—Te doy más otro día si quieres, pero no se que trabajos podrían merecerlos~ —Realmente le podía soltar dulces solo porque si al prácticamente traerlos para saciar uno que otro antojo qué pudiera tener en el transcurso del día o al regresar a casa, desde mucho antes de mudarse era algo esencial.

Escuchó las propuestas de ambos con calma antes de que Eunbi fijara todo en el área de la genética, cosa que quizás si era algo más interesante —Parece que al final lo que nos terminó inspirando fuiste tú y tu lotería genética. —Estiró su mano para poder girar la libreta de la albina y comenzar a girar las páginas hasta encontrar algo que les sirviera del tema, al hacerlo leyó un poco y luego volvió a girarla para que lo pudiera verlo claramente de nuevo.

Ahora el tema era...cómo iniciar.

—¿Es válido un tipo de introducción? Algo quizás como..."Todo ser vivo carga con una herencia al momento de llegar al mundo, herencias qué nos otorgan diferentes cualidades o características qué se nos han sido transmitidas, tal como Mendel refiere como genes que vienen en diferentes versiones como lo son alelos dominantes y recesivos de los cuales entraremos más a detalle" Es solo gastar palabras pero...¿qué tal se escucha?

Contenido oculto

Ni idea de que estoy haciendo xd

 

Observé entre las pestañas el bento de Cathy notando la figura de conejo dentro. ¿Lo habría preparado ella o tenía a alguna persona contratada para ello? Vete a saber si en algún momento a mí me apetecía meterme a la cocina a prepararme el almuerzo, con la pereza que me daba ponerme a preparar algo de comer. Prefería en realidad pagarle a un cocinero o simplemente pedir un domicilio con mi hermano, y en otras instancias comprar en la cafetería aunque en esta ocasión tenía pensado pedir del almuerzo de la señorita. Relajé las facciones entonces, quedándome con una sonrisa floja.

—A ver —susurré recostando el mentón sobre su hombro como si desde mi posición no pudiese observar perfectamente su almuerzo—. ¿Y si me das con los tuyos?~ Pff, espera me acomodo para que sea más cómodo para ti.

Me organicé tras ella, con las piernas abiertas de cada lado de su cuerpo para volver a recostar el mentón sobre su hombro derecho manteniendo las manos apoyadas en el césped al abandonar la lata vacía que tiraría al levantarme antes de ir a clases. Si es que no estaba tanteando límites nuevamente, vaya vicioso que era.

Elevé las cejas ligeramente al ver a la chica de los casilleros mencionar el sirope de arce. Me imaginaba que era estadounidense por cuestiones lógicas, por lo tanto no me sorprendía que hubiese estado en Canadá como tal. Me preguntaba si estaba de paso o quería integrarse a nosotros a lo que no le vi ningún problema, entre más personas sería más entretenida la charla, a fin de cuentas solía ser bastante amiguero de por sí.

—Hey, ¿quieres sentarte? Así no te quedas ahí de pie —comenté ofreciendo como tal que se sentase al lado de Aaron por el hecho de que estaba sobre una banca, ya que no me la imaginaba con el corto de su falda tumbándose en el césped. Y no sería caballero de mi parte invitar a una señorita a recostarse contra un árbol—. ¿Hace cuánto estuviste en Canadá? Y sí, es bastante rico el sirope de arce.

Deslicé las pupilas hasta las de Aaron para responderle:

—Si algún día viajas te recomiendo ir a ver las cataratas del Niágara, son hermosas. Y lo de el cambio... en realidad mi hermano y yo nos adaptamos fácilmente desde chicos, a los lugares, las personas o las situaciones que se presentan —comenté risueño—. Así que lo único problemático fue el francés, como todos los idiomas que no se me dan fácilmente.

El café si que había hecho efecto al mermar el estado somnoliento en el que me encontraba, esperaba y su efecto durara hasta llegar a casa.

 

Catherine Whitman

No le molestaba en lo absoluto adaptarse a las cosas que le dijeran si sentía que eso iba a hacer que la otra persona se sintiera cómoda y si para eso tenía que volver a tomar su bento para encontrar alguna forma donde Zeld pudiera ver mejor su almuerzo hasta que lo escuchó sugerir aquello haciendo que riera de forma genuina —Realmente podría hacerlo, no tengo problema, solo tendrías que decirme que es lo que te gustaría probar~ —Ladeó su cabeza ligeramente confundida al realmente no saber cómo podría hacerle las cosas algo más cómodas hasta que lo vio moverse y rodearla de esa forma.

No era lo que había pensado en lo absoluto que pasaría, quizás, había pensado que se sentaría algo más cerca de ella pero definitivamente no eso.

Si es que sentirse de rodeada de esa forma para poder darle de forma algo más "cómoda" el almuerzo definitivamente era nuevo, pero no se quejó aunque si sentía cierto calor estar en su rostro, con suerte, no lo suficiente para ser notable y al ver que Morgan ya iniciaba a comer, la imitó, tan solo que el primer bocado de su bento se lo otorgó a Zeld.

—Es pollo frito, espero que te guste~ —Una vez que se aseguró de que lo recibiera ella tomó parte del arroz que había también para iniciar a comer —, ¿tienen alguna preferencia en cuanto a los postres que le gusten? —Preguntó de pronto como si hubiese recordado que antes de llegar allí había estado de curiosa preguntándole cosas a Morgan para conocerla un poco mejor.

 

Apenas y observé a Morgan de soslayo con la satisfacción impresa, por costumbre podía decirse. La chica era bastante linda, era amiga de Cathy y se le veía el tinte de oscuridad en sus ojos, como esas niñitas a las que mi hermano solía evitar. Qué cosas Cathy con la elección de compañías~ Abrí la boca para recibir el primer bocado de comida, masticando con parsimonia. Sabía bien, tan bien como se veía al estar condimentado. Dejé mi mentón apoyado sobre su hombro.

—Está rico —murmuré pasando luego en los postres que solía comer de vez en cuando, ya que muy dulcero tampoco solía ser—. Supongo que la tarta sacher, mi hermano la compró una vez y la verdad supo muy bien. ¿Cuál es el tuyo Cathy?

Pasé de recostar el mentón a recostar la mejilla sobre el hombro de Catherine para ya buscar los ojos de Morgan directamente, ya que en realidad tampoco es que estuviésemos a una distancia abismal.

—¿Y tú que trajiste de almuerzo? —cuestioné con la clara intención de saber qué había traído, si quizá conseguía que también me diese como había hecho Cathy.

Quién sabe, la suerte podría probarse siempre.

 

Catherine Whitman

Algo más tranquila de que parecía agradarle lo que pudiera estar más condimentado, continuó ofreciéndole de su comida, asegurándose de partir las cosas que sentía que eran demasiado grandes para un bocado e intercalándose para ella poder comer también, incluso si la situación no era algo a lo que estaba acostumbrada trataba de verlo de alguna forma algo más graciosa, porque definitivamente escoger qué parte del bento darle como si fuera un niño pequeño cuando tenía una pinta de badboy pero a su parecer bastante caballeroso, era algo que no era en lo absoluto común.

—Creo que estoy más familiarizada con el postre favorito de Morgan —Creía haberlo probado alguna vez en un viaje en una cafetería con sus padres pero el postre de Zoldryck solo podía imaginarlo vagamente solo por el hecho de que dijo tarta —, tendré que investigar el tuyo Zeld pero si te gustó seguro es muy rico.

—El Éclair y el tiramisú me gustan bastante, solía cocinarlos con mi madre cuando vivían aquí en Japón~.—Sentía que lo suyo era algo bastante simple en comparación a los de ellos, que incluso llegaba a sospechar que pudieran ser algo más ambientados a sus países de origen, aunque luego al escuchar la pregunta de Morgan no pudo evitar sentirse algo curiosa de la respuesta que podría dar Zeld, ¿tendría algo escondido por allí aunque no fuese algo realmente necesario?

 

Recibí entre tanto los bocados que me daba Cathy, si es que algo de hambre si había terminado teniendo con todo el espectáculo con el que había acorralado al principito contra el lavabo del baño, y si no comía me veía saltándome las clases para comprar algo en la cafetería y quedarme en la azotea, pero a la final parecía que entraría con normalidad el resto de la tarde. Pestañeé apenas ante la pregunta de Morgan, torciendo la sonrisa como de costumbre.

—Parece que desde hoy estoy en deuda con Cathy, ya le debo también un almuerzo~ —, claro, si la otra chica no me daba nada no podía deberle nada.

A menos que me compartiese algo, pero viendo por donde iba la cosa lo dudaba, aunque la fe era lo último que se perdía, o eso decían.

—¿Omelette? ¿Me dejas probar?

A ver, a ver~

—Ah sí, es una tarta de chocolate como tal con mermelada de albaricoque sino mal recuerdo —comenté para ambas.

 

Claro que la amabilidad del chico iba a aparecer, ni siquiera sabía porqué había dudado de eso, lo malo es que no dirigió esa intención para sí mismo y prefirió simplemente enfocarla al lugar donde estaba, como si el simple hecho de que no la hubiese invitado a sentarse o el hecho de que la ignoró lo mejor que pudo no fueran indicios suficientes que no quería lidiar con su presencia.

Si algún día viajara, probablemente sería interesante, ver lo que los libros ya le decían, lo que las películas mostraban con sus propios ojos, ver si realmente era tan bonito como lo hacían ver.

—Tan siquiera son dos para tratar de averiguar los idiomas y están acompañados de mucha tecnología. —Estaba casi seguro que por japón ya se paseaban los extranjeros con pequeños traductores electrónicos donde la máquina era la encargada de decir una perfecta traducción de lo que fuera que dijeran en su idioma natal, impresionante si que era.

Quizás, si se hubiera percatado de las intenciones de Alisha se habría levantando de aquel banco para no permitir ninguna clase de distancia, pero ni siquiera se había molestado en estarla observando, solo pudo darse cuenta cuando fue demasiado tarde al entrar al campo de visión de su periferia, alcanzando solamente a inclinarse ligeramente hacia un lado para no sentirla demasiado sobre él.

¿Y qué cara habría hecho solo por no poder procesar tan rápido lo que le estaba diciendo?

Tenía la molestia e incomodidad de tenerla tan cerca como si hubiera alguna de confianza entre ellos, la frustración de que ese jodido apodo siguiera surgiendo para referirse a él y la confusión o nervios de que de la nada Katrina estuviera en la conversación como si realmente tuviera que reportarle como iba allí importunando a la gente, demasiadas cosas que procesar para una sola jodida oración.

Y solo los escalofríos que le recorrieron el cuerpo cuando sopló fue lo que lo terminó sacando de aquel shock, ayudándose de una de sus manos para poder cubrirse el área con el ceño fruncido en caso de que lo intentara hacerlo de nuevo aunque su nuevo objetivo pareció ser robarle comida.

—Jodidamente asqueroso estar tocando la comida de los demás.—Gruñó en voz alta aunque sabía muy bien que nada serviría ya y era mas bien ya resignación y sacar algo de la frustración que era un sentimiento que conocía más de toda la bomba que la rubia le había arrojado, chasqueó su lengua dando unos golpecitos en el borde del plato de bento antes de suspirar.

Tenía hambre y tenía que dejarlo pasar.

—No la invites a sentarse nunca más, parada y lejos esta mucho mejor... —bufó ligeramente antes de llevarse otro bocado a la boca, no era culpa de Zoldryck en lo absoluto pero para algún punto tenía que dirigir su atención y bueno, él era el único presente.

Cayden seguía sacándose trucos que mínimo para ella no eran en lo absoluto comunes, ¿habría visto en su escuela a alguien comer con una mano y anotar al mismo tiempo a la velocidad en la que había dicho toda aquella ocurrencia como si nada? No, en lo absoluto, con suerte terminaban llevándose comida a la boca de manera decente con su mano no dominante y habría recibido una libreta con notas totalmente torcidas que habrían tenido que ser reescritas por alguien más para que se viera decente.

E inclusive siguió como si nada el hilo que había puesto en el aire sin dificultad.

Estaba claro que iba a poder acostumbrarse a trabajar con personas así a decir verdad.

Releyó lo escrito por el chico cuando giró la libreta hacia ellas y se mantuvo atenta a lo que Eunbi decía también, inclinándose un poco hacia ella para también leer al mismo tiempo lo que escribía y... si no estaba mal, era lo último que Cayden había dicho para completar el trabajo y desde su punto de vista no había algún error visible, aunque tampoco era una experta pese a que ya llevaba estudiando un tiempo.

—¿Entonces esto ya está? —Preguntó ligeramente animada —, ya mencionamos todo, ¿no? Un equipo bastante eficiente~

Catherine Whitman

—No estas en deuda conmigo para nada —Comentó tranquila con una sonrisa enternecida en su rostro, compartir su almuerzo no era en lo absoluto algo para que él le pagara de regreso, así que tan siquiera se lo quería dejar en claro para que no tuviera alguna clase de apuro en eso —, hay almuerzo suficiente para todos.

Cuando escuchó que Morgan accedía también a darle algo de su bento, casi como incentivo para que Zeld fuera y probara el omelette se movió lo suficiente hacia un lado levantándose un poco para dejar de estar entre sus piernas para que pudiera moverse con mayor libertad.

—Seguro esta bastante rico, la comida de aquí es deliciosa~

 

La verdad sí, era tal cual lo decía Aaron, al menos éramos dos, y sin duda no me imaginaba sin mi hermano, quizá por eso empaticé de una con Shiori un poco más profundo al ella abrirse a contarme aquello que yo consideraba tan personal. Esperaba nunca pasar por una situación de esas, en realidad si en algún momento por alguna razón prefería ser yo quien desapareciera antes que él. Vaya tonterías me ponía a pensar en medio del almuerzo. Asentí ligeramente ya enlazando la tecnología en la conversación.

—Supongo —murmuré denotando que la chica comenzaba a invadir el espacio del otro, a lo que elevé las cejas ligeramente, guardando silencio.

Imaginé por un momento que se conocían y se tenían cierta confianza, pero en cuanto denoté la incomodidad del chico si me tensé un poco pese a que me dio algo de gracia que le robase comida, y al escuchar su queja ya me entró las ganas de reírme por lo que terminé mirando a otro lado al cubrir mis labios con la lata vacía de café. Por alguna razón me recordó a cuando estaba pequeño y mi gemelo tomaba mis dulces sin permiso.

—Seguro, lo mantendré presente.

No me gustaría ser la víctima de la rubia bajo ninguna circunstancia, eso lo tenía claro con lo que acababa de ver, pero de seguro terminaría riéndome y tomándomelo a broma, aunque Aaron parecía ser un chico que se tomaba las cosas muy a personal. Quizá era por ser japonés...

—¿Tu familia te suele preparar el almuerzo, Aaron?



Ciertamente Cathy era bastante dulce si tendría que encasillarla en algo como tal al ser tan servicial, amistosa pero principalmente carismática. Me pregunté entonces si se habían hecho amigas desde antes del instituto o dentro de él, aunque bueno, yo ya comenzaba a considerarme algo más que un desconocido de Whitman desde la mascarada al continuar comunicándonos a diario por mensajes de texto, la chica me agradaba. Fue entonces que la voz de Morgan me llegó sin dejar de verla con la sonrisa burlona en la cara.

Pero bueno linda, que educada~

Sentí a Cathy moverse a lo que acaté sin pensarlo en realidad, levantándome para dar dos pequeños pasos y terminar sentado en mitad de ambas. Apoyé el codo derecho sobre la rodilla y mantuve mis orbes miel lo más de entretenidos sobre los violetas. Con la izquierda le quité los palillos en un movimiento lento en realidad, rozando su mano a lo que me adueñé de un trozo de omelette, llevándomelo a la boca. En cuanto mastiqué y tragué le susurré:

—Bueno, parece que ya estoy en deuda con ambas~