El metro perdía velocidad… Miré por la ventana del mismo para encontrarme con una estación de metro desierta, en la que solamente hay un guardia apostado. Los pisos, pilares y bancas de la estación se encontraban sumamente sucios, aquello daba a la estación un aspecto aún más abandonado. El ambiente climático era frío en la estación, por lo que permanecer ahí no era la mejor opción hasta el momento. Me senté en una de las bancas para descansar y comer una tableta de chocolate. Comencé lentamente a degustar el dulce mientras cerraba los ojos. Poco tiempo después alguien súbitamente me arrebató el dulce que tenía en la mano. Rápidamente abrí los ojos… pero lo único que pude divisar a lo lejos fue una cola azul. No me molesté para por el hecho de que me robaran el dulce, así que lo dejé pasar y me levanté de aquella sucia banca. Me dirigía hacia la salida, pero no sin antes el averiguar quién fue el que me robó el dulce. Tomé la dirección contraria de la salida, y miré cuidadosamente pilar por pilar, hasta que en uno de los pilares una pequeña criatura se encontraba comiendo de aquel dulce del cual había sido despojado. Una criatura azulada con una altura aproximada a la de un metro, era un riolu. Este se asustó de manera repentina por la forma en la cual me le acerqué y con una de sus patas utilizó Palmeo contra mí, para así tratar de hacerme el mayor daño posible. Esta falló el ataque cayendo de manera torpe al suelo. Lo único que pude hacer fue acercarme de manera tranquila para no asustarle más. —¿Estas bien? —pregunté—. No temas, no pienso hacerte daño, solo quiero saber cómo te encuentras. — dije de manera clara y leve. Como era de esperar el Pokémon comenzó a gruñir de manera desconfiada. Aquel riolu permanecía en desconfianza por mi presencia, así que tome el chocolate que había robado con anterioridad, y de manera calmada se lo acerque en su hocico. Aquel riolu procedió a olfatearlo para nuevamente seguirlo comiendo. Me le quede mirando fijamente, como desesperadamente aquel riolu comía de aquel chocolate, para luego ver de manera más detallada como esté Pokémon estaba en un estado de higiene muy deplorable. Su cuerpo se encontraba lleno de suciedad, tierra seca por casi todo su cuerpo y ni hablar de las múltiples heridas que esta tenía en la mayor parte de su espalda, además de ver que uno de sus ojos estaba parcialmente inflamado. Me dio demasiada tristeza el verle así, lo único que pude hacer fue ofrecerle donde vivir si es que no tenía un entrenador. Me acerqué lentamente hacia el riolu, el pequeño canino azulado observaba con precisión mis acciones, y rápidamente lo recogí con mis brazos a lo que este actuó de manera más dócil. Aquel riolu se mostró más sumiso y pacífico. Tiempo después acudí con el guardia para saber más sobre el riolu que tenía cargando en mis brazos. —¡Disculpé señor! —palpé el hombro del guardia—. ¿Sabe de casualidad quien es el dueño de este riolu? —¿Eh? —volteó el guardia—. ¡Ese Pokémon no debería de estar aquí! He tratado de sacarlo de la estación durante tres días, pero cada vez que lo sacó del lugar vuelve a entrar. —exclamó enojado. —De acuerdo señor, cálmese, ya que enojándose no arreglará nada. —respondí de manera calmada. —¡Es mejor que te lleves contigo a ese Pokémon! —exclamó el guardia— yo no quiero seguir perdiendo mi tiempo sacando a un estorbo. Soy un guardia de seguridad, a parte son las cinco de la madrugada, el cambio de turno acaba de comenzar y yo me tengo que ir—refunfuñó el guardia. Después de escuchar las palabras del malhumorado guardia procedí a salir. Cerca de la entrada de la estación vi una máquina de bebidas, me acerqué al armatoste para así comprar algo que tomar. Compré una botella de agua y con mucha dificultad pude hacer que aquel riolu tomara agua. El Pokémon agradecido mostró una pequeña sonrisa y con un poco más de confianza regresó a mis brazos. El frío empieza a mostrarse de una manera más agresiva y al estar afuera de la estación del metro es más notorio, el ver que una llovizna comienza a empezar. Me percaté que no tenía un paraguas en la mochila con el cual evitar que riolu y yo nos empapemos, así que tomé a la pequeña criatura azulada con mayor agarre y comencé a caminar hacia el departamento donde vivo, el cual está a cinco cuadras alejado de la estación del metro. Es raro que lloviera en estas partes de la ciudad, ya que normalmente el ambiente es demasiado seco. —Oye riolu, ¿tienes algún nombre? —pregunté, a lo que este respondió negando con la cabeza—. Bueno, el mío es Erem y es un gusto conocerte. Desconocía si riolu era un macho…, o podía darse el caso de que sea una hembra. —Riolu…, ¿eres macho o por casualidad eres una hembra? —pregunté curiosamente, a lo que respondió asintiendo con la cabeza al escuchar la mención de hembra—. Me alegra saber eso, sabes…, es difícil saberlo ya que no se puede notar la diferencia por algún rasgo físico a simple vista. Después de conocer muy poco acerca de riolu aceleré el paso para llegar temprano a donde resido, ya que el clima con el pasar del tiempo empeoraba más. —Tengo que tener en cuenta los papeles que cargo en la mochila, en especial a riolu, no vaya a ser que por culpa de mi lentitud ella se enferme. Y en alrededor de veintitrés minutos llegué al departamento. Entré con riolu totalmente mojado en la sala de recepción del lugar, la portera, una señora de edad avanzada. Me recibió con alegría y con mayor razón, porque ella me vio con un Pokémon en brazos. Eso fue bueno, porque no le molestó el hecho de que yo estuviera mojado y que riolu estuviera manchada por la suciedad y sangre, ya que ella es una persona sumamente estricta con la limpieza. Subí las escaleras del recinto para luego llegar a un pasillo alfombrado de color rojo y divisar a lo lejos a dos mujeres de edad avanzada conversando, estas comenzaron a cuchillera acerca de mí en el momento que me vieron. — ¿Supiste lo que paso en el departamento de ese chico? —pregunto una de las señoras—. ¡Sí!, ¿Qué el padrastro de ese muchacho maltrata seguido a su mujer? —respondió la otra. Ambas señoras doblaron la vista al percatarse de que les observaba. Me dio igual y caminé hacia la puerta del departamento. Toqué la puerta del departamento repetidas veces, para luego ser abierta por mi madre, la cual había estado discutiendo con mi padrastro por cosas sumamente inútiles a mi parecer. Mi madre al verme en ese estado se enojó por el hecho de estar totalmente mojado y traer a un Pokémon en brazos. Entré en el dichoso departamento sin importar los regaños y me dirigí hacia mi habitación. Abrí una puerta de color marrón oscuro y se vio un pequeño cuarto. el cual estaba totalmente ordenado nos recibió. Una cama individual con una ventana en la cual las gotas de lluvia rebotaban constantemente con el cristal, seguidos por un pequeño ropero y una segunda puerta la cual dirigía hacia un baño personal. Lancé mi mochila sin importar del estado de su contenido y me dirigí lentamente con riolu hacia el baño. Abrí la puerta de aquel baño para luego abrir la llave del agua caliente y esperar a que esta se llenara a mediación. Tomé levemente a riolu y acto seguido comencé a humedecer su pequeño cuerpo con él agua, la ayuda de una esponja fue útil para quitar la suciedad y sangre que contenía la espalda de riolu. Por error presione una de las heridas de riolu, esto provoco que ella emitiera un lloriqueo. —¡Perdóname!, no era mi intención hacer eso. —dije preocupado, a lo que ella asintió un si con su cabeza. Y con mucho más cuidado limpié el resto de sangre y lodo de su espalda y cuerpo. Minutos después quite el tapón de la tina y nuevamente abrir la llave para en esta ocasión yo tomar el baño…, sabía que no podía dejar sola a riolu por consiguiente ella se quedó en la tina conmigo en ella. Por obvios motivos no entré desnudo y tenía puesto lo necesario para que no ocurriera algo indeseado. Riolu plácidamente se acomodó en la tina y nuevamente le enjagüé su algo largo pero sedoso pelaje con la relajante espuma del jabón para pelo que tenía en el baño. Tiempo después estábamos riolu y yo totalmente limpios, salimos del baño y ella permaneció con mucha calma en la cama. Cure las heridas que ella tenía en la mayor parte de su espalda y vendé dándole vueltas con el vendaje, para que así no tuviera el problema de portar con vendajes sueltos. Miré la hora y ya eran casi las nueve de la mañana. Salí de mi habitación y me dirigí hacia el refrigerador en donde tomé varios tipos de bayas comestibles y nuevamente me fui hacia mi habitación. Al entrar riolu permanecía en su lugar. Ella se alegró por mi regreso. Tomé cierta cantidad de bayas y ella no esperó para devorar los diferentes tipos. Ella repentinamente se lanzó sobre mí. Lo que hizo fue darme un sincero abrazo, una cosa que yo nunca fui capaz de soportar. Nunca me agradaba la idea de demostrar ese tipo de afección sentimental hacia las personas, y solamente lo demostraba hacia los Pokémon. Este caso fue muy especial. Fue algo que me dio con mucha sinceridad… Devolví su abrazo y fue la cosa más hermosa que he sentido en casi toda mi vida. El ayudar desinteresadamente y a cambio recibir esto. Fue lo mejor que me haya pasado en la vida. Abrí aquel ropero en el cual una pokébola de color blanco con centro rojo tenía guardado. —Riolu, Nunca he sido uno de esos entrenadores Pokémon de los cuales la gente habla bien. O de un cuidador que sea el mejor. Pero te haré esta simple pregunta —comenté de forma seria. —¿Quieres ser mi primer Pokémon?...
Riolu se mostro de manera algo interesada en aquella pregunta…, por alguna razón se lo pensó demasiado. A tal grado de negarlo con algo de miedo. No la culpo por tener que rechazar aquella propuesta, sabiendo ella misma lo que tuvo que pasar en aquella estación de metro por algún entrenador o persona que le dejo en aquel sucio lugar. Aquel rechazo por parte de ella me desilusiono. Guarde aquella bola esférica de color blanco lentamente para que tiempo después un incomodo silencio se presentara. Mi madre tiempo después entro a mi habitación para presenciar la estadía de un pequeño canino antropomórfico. Ella rápidamente se enfureció, alagando que el traer a un Pokémon al departamento conllevara demasiado cuidado, también haciendo excusa de que podría solo estar fingiendo el estar herida… Negué aquellas palabras…, pero ella simplemente lo rechazo. No optaba por la idea de que un riolu habitara en su morada. —¡Tienes que sacar a ese Pokémon de aquí, rápido y enseguida! —cito de manera inoportuna—. ¡¿O prefieres ser como el inútil de tu padre?! Eso último que pronuncio fue el colmo, simplemente alegue que ella estaba mal. El que mi padre se alejará de aquí no era un pretexto para que ella misma repudie a estas bellas criaturas, por más feas que estén, siempre habrá algo de belleza en ellas. Pero ella no escucho, simplemente no lo quiso comprender…, después de aquella discusión me dio a elegir… El tener que abandonar aquel riolu de donde lo saque o el buscar una mejor opción donde vivir. Me dio a entender que me tenía que largar de aquel departamento si la quería conservar. Ella solamente dejo la habitación para cerrar de manera violenta la puerta. Una ira iracunda me invadió…, el tener que soportar a una madre así era un infierno, el poco cariño que le guarde no paso a ser algo que ya no existía en mi pensar. No lo dudé, y tome nuevamente aquella mochila con papeles y tome en brazos a riolu. Tomé un cambio de ropa, cogí unos libros más que había en aquel ropero. Para seguidamente salir de aquella habitación y ver a mis padres sonreír de manera satisfactoria. Sali de aquel departamento para solamente ver a un señor de limpieza en el fondo. Sali apurado de aquel condominio, a tal punto de ni siquiera despedirme de aquella tierna portera. Me dirijo a un lugar en especial, uno que ni siquiera mis padres tenían el conocimiento de que este existiera o el interés hacia el mismo. Un gran lugar donde la gente que innova o crea cosas para las demás criaturas, el laboratorio Pokémon de la ciudad Heliolisk. Uno en donde el avance de la tecnología es meramente increíble. No sabia realmente el que hacer. si volver y seguir viviendo una aburrida vida en la cual no disfrutare de lo que mayormente me atrae, el bienestar de los Pokémon o arriesgarlo todo y realmente experimentar una vida de aventuras y posible bienestar. Solamente me dedique a seguir caminado de manera tranquila. Riolu en cambio, parece ser que ella si comprendido las palabras de mi madre. Riolu me guardo algo de cariño en el poco tiempo que le rescate. No le quiero dejar en algún lugar precario e inhabitable. Realmente la quiero. Pero solamente puedo seguir caminando y de esa manera alejarme de esa forma de vivir. Una decisión que tengo que pensar de manera meticulosa. El elegir mal seria aceptar algo que no quiero. Pasaron las horas, el claro azul del cielo paso a ser un calmado azul tenuemente oscuro. Desde lejos un inmenso lugar se divisaba, un edificio totalmente blanco, con unos grandes paneles transparentes en forma circular acompañados de uno que otro panel totalmente negro. Aquel tan mencionado lugar, mi actual destino. El laboratorio Pokémon, apresure el paso mientras podía, el clima, comenzaba a cambiar nuevamente. Paso de se estar seco a un estado climático de lloviznas. No tenia el lujo esta vez de quedarme mojado por aquella luvia, riolu se encontraba durmiendo en ese momento entre mis brazos, pero lamentablemente paso a estar despierta por mi necesidad de llegar lo antes posible a aquel laboratorio. Todo paso rápido en ese momento, afortunadamente llegue a ese asentamiento, el inconveniente era el que aquella puerta de cristal permanecía cerrada. Toque con desesperación, pero nadie se divisaba en aquel interior del laboratorio. El clima…, el maldito clima empeoro en ese momento, la llovizna había tomado una gran fuerza por parte del viento. Sentía como la temperatura cada vez bajaba más. Cada vez comenzaba a tocar aquella puerta con mayor necesidad, los demás edificios y locales de venta estaban totalmente cerrado. Voltee nuevamente en la puerta de cristal para ver que las luces se comenzaban a encender y de ahí una figura femenina se comenzaba a acercar. Era una fortuna para mí en ese momento. Aquella persona introdujo unas grandes llaves en aquella cerradura electrónica, para luego pasar de estar cerrada a abierta. La puerta se abrió dejándome pasar… —¿Qué se te ofrece muchacho? —una voz arisca voz pregunto—. Estas no son horas como para que los jóvenes vengan a deambular a este lugar. —Se que es tarde pero solo necesito estar aquí mientras la lluvia termina— respondí mintiendo sobre mis intereses en ese lugar. —Tu…, te pareces a alguien…—comento de manera curiosa—¿Eres hijo de Javier? —pregunto de manera confundida. —Javier Alexander Deterra, el es mi padre —respondí de manera amable. —Te pareces mucho a el de joven…, tu padre y yo fuimos compañeros de trabajo aquí en el laboratorio. Hasta que un día le dieron la orden… —¿Cuál orden profesora? —pregunte de forma curiosa. —será mejor que me sigas, de cierta manera no te lo puedo explicar con palabras. Pero por el momento iré a buscar algo con lo cual te seques y en especial a tu pequeño riolu, la lluvia en este sector de la ciudad es mucho más fría, por el hecho de que estamos experimentando con máquina nueva. Era algo extraordinario para mí, esa señorita de aproximadamente treinta años de edad conoció a mi padre... A parte de dejar que me quede en aquel laboratorio a pasar la noche, ya que de cierta manera las instalaciones están equipadas con cámaras para pokémon o personas con la cual se experimente algún antídoto o medicamento… Aquella profesora se llevó consigo a riolu. Me dijo que no tenía por qué preocuparme, simplemente curaría aquellas heridas de manera más profesional. No podía dormir…, no sabia si mis padres realmente se tomaron en serio aquella decisión que acabo de tomar. O si de perdido ellos trataran de buscarme o hacer llamadas acerca en donde me encuentro…, comencé a reflexionar acerca de mi padre. Me daba tristeza casi nunca haberlo conocido, o el tener algún bello recuerdo con él. Su trabajo…, ser un científico era lo que le apasionaba, trabajar con Pokémon. Nunca lo conocí, solo tenia un vago recuerdo de su rostro, el cual con el tiempo fue desapareciendo. Pero dejando en lada a mi familia. Mi deseo… el ser un investigador…, conocer y aprender de los Pokémon. Después de eso solo cerré los ojos y descansé plácidamente. una nueva mañana comenzó, tome mis cosas, para seguido bajar a la planta baja y encontrarme con aquella profesora sentada en una mesa acompañada de riolu. —¡Buenos días muchacho! — grito levemente alegre, seguido de riolu, la cual estaba comiendo algo especial. —Buenos días profesora, es un gusto verle nuevamente. Además de agradecerle por lo de ayer —cite de manera honrada. —No seas tan modesto conmigo cariño, mi nombre es Carolina, un gusto. ¿tu padre si se decidió llamarte igual que él? —No…, mi nombre es Erem…, Erem Alexander Deterra y tengo un sueño… —Oh… vaya, sigue siendo un precioso nombre dulzura —G-gracias, señorita Carolina. —Bueno, Erem. Como lo prometí, aquí esta tu riolu. A lo mejor no lo abras notado, pero tienes a una saludable hembra por Pokémon. No es fuerte todavía, pero si te esfuerzas, podrá ser demasiado fuerte. ¿Por qué no la capturas todavía? Ayer no dejaba de moverse cuando te fuiste a dormir. La tuve que sedar por ese inconveniente. Además, sus heridas ya están curadas por completo, por lo que ya no deberá llevar aquel horrendo vendaje. Riolu esta demasiado emocionada por querer ser tu compañero. Esas últimas palabras que aquella señorita dijo, fueron la clave. Riolu…, Riolu realmente quiere estar conmigo?, esa vez que trate de ofrecerle aquella oferta y lo rechazo. ¿Habrá sido la desconfianza o solo me estaba jodiendo?, la mire fijamente a lo que ella puso parcialmente nerviosa. Ella de se sintió algo avergonzada. Luego de eso la decisión fue definitiva. Carolina tuvo la amabilidad de regalarme alguna pokéball de sobra y ese fue el momento… Tome aquel objeto esférico y justamente lo lance a aquella pequeña criatura. Un pequeño botón choco con la piel de aquel canino y en un chistar, riolu solo se redujo a una línea de luz y en aquella bola esférica solo se dedico a moverse de manera lenta. Este movimiento se repitió tres veces y por fin... Aquel botón blanco se ilumino y haciendo un sonido de clic y por fin paso. Riolu era mío… Esto…, esto es nuevo para mí… Nunca tuvo la gran oportunidad de ser poseedor de uno de estos pequeños monstruos, o por mas grandes que sean. Las expectativas de muchos era el ser poseedor del titulo con mayor prodigio, el de campeón a la liga Pokémon. El mío…, ser un investigador Pokémon. Al ser hijo único de una familia en la cual la ausencia de un padre era notoria, y la desesperación de una esposa y madre por el sacar adelante a su único hijo, era mas que obvia. El alejamiento de ambas personas no acabo más que en una ruptura matrimonial, la razón de esto… El ser un científico Pokémon, la verdadera razón por la cual mi padre…, mí verdadero, se marchó de esa relación amorosa. Mi madre no lo tomo para bien, solo causo que tuviera cierto odio hacia esas criaturas. Una de las razones por la nunca tuve un Pokémon, hasta ahora… En cambio, mi padre…, bueno, nunca le tuve odio hacia el por la decisión que tomo de separase de mi madre. No es como si realmente hubiera pasado muchos momentos felices con el o con mi madre. Cosas como esas, con el pasar de los años no fueron más que afectos emocionales que fui perdiendo de mis padres. Pero dejando de lugar eso. Me alegraba el que riolu por fin estuviera a mi lado. Mi padre…, alguien del cual conocer de sus acciones, conocer su necesidad y razón de marcharse. Algo que pronto conoceré No se si esto me comienza a gustar…, o es algo que se esta haciendo extraño para mí…
Hola buen Deskhore , tiempo sin leerte. Aquí unos pequeños señalamientos que puedes pulir, cambiar, redefinir o lo que mejor se adapte a tus ideas en el escrito. Quizás querías decir desierta o algun sinonimo, ya que se contradice un poco con la descripción que se da de la ciudad más adelante. En este punto ya se hace la mención de que riolu es un ella, pero líneas más adelante se explica que no se sabía que genero es, una pequeña contradicción. En esta línea puedes usar algún verbo o una frase para complementar, ya que la parte anterior y lo que sigue hacen que esta parte tenga una sensación de que algo falta, podrias usar un se vio un pequeño cuarto, fuimos recibidos por un pequeño cuarto o algo al final como: el cual estaba totalmente ordenado nos recibio, era mi hogar, etc. eso del primer cap y alguno que otro acento que falta y otro que no debería estar. Fuera de eso es muy interesante.
Gracias, lamento las faltas. Se me había olvidado el actualizar unas cosas como esas. Lo corregiré lo más pronto que pueda
Qué tal. Muchas gracias por la invitación a leer tu trabajo. Seré sincero. Soy un usuario ya algo antiguo desde el 2011 (me parece), con muy poca actividad porque apenas regresé y no sé qué tanto pueda llegar a hacer o ayudar a otros por las actividades que aúm desempeño en mi díaa día. Lo dejo como mera nota para futuros avisos en los que publiques nuevos capítulos o me los notifiques. Sin embargo, con gusto continuaré este interesante relato hasta su fin e intentaré apoyarte con lo que he adquirido de experiencia, pues yo también fui escritor. Ahora sí, a lo que nos interesa. Tenemos que empezar por tu redacción, hay partes en las cuales estás siendo muy repetitivo, y una de ellas es el uso de la palabra Riolu. Hay otros modos de llamarlo para que no sea tedioso ver el mismo nombre: como el pequeño lobo, la criatura, el pokémon, el pequeño tipo peleador... por mencionarte algunos. Puedes seguir usando su nombre pero que no sea tan seguido, sino, en lo personal, puede llegar a ser cansado y hay que tener variedad para no aburrir al lector. Otra muy importante. Citaré uno de tus textos, el cual modifiqué, si no te molesta: "Poco tiempo después alguien súbitamente me arrebató el dulce que tenía en mano, por lo que abrí rápido los ojos, pero lo único que pude divisar a lo lejos fue una cola azul." Aquí utilizaste el verbo "rápido" 2 veces continuas, y no, para ello tienes más sinónimos o adverbios con los cuales apoyarte para no perder fluidez en la redacción. Otro muy importante. El tiempo de los verbos en presente vs pasado. Aquí involucramos el uso de acentos/tildes. Columna de tiempo presente - Columna Pasado Acerco - Acercó Ayude - Ayudé Arrebato - Arrebató Compro - Compró / Compre - Compré Necesito - Necesitó Un tip que te dejo es que una vez que lo termines de escribir, lee su pronunciación, te puedes apoyar con Word que entre sus actualizaciones ya dispone del uso de voz para pronunciar palabras por ti. Hay que tener cuidado con esos detalles, porque también las acciones futuras llevan tildes/acentos al final, pero eso ya lo veremos conforme avances en tu redacción. Finalmente. Justifica tu texto. Dispones de esta herramienta en el mismo Word para darle justificado y por ende otra imagen a tu escritorio, es decir, más ordenada y agradable a la vista. Me agrada tu trama, y me agrada que no hayas involucrado el shippeo con personajes por ahora que lentamente ya está pasando a la historia (o al menos para mí). Espero leer más de esta historia. Has ganado un lector más.
Después de aquel pequeño logro de atrapar a un Pokémon decidí dar las gracias y retomar el recorrido necesario para llegar a mi meta, algo que todavía no tenía bien predestinado. La profesora Carolina me detuvo en ese instante, “todavía no tienes por qué irte, ocupas algunas cosas más” me dijo aquella señorita. Aquella mujer me llevo a una sala meticulosamente limpia, con aparatos complejos y tubos de ensayo. Cosas normales que se encuentran en un laboratorio. A lo lejos en un estante se divisaba varios complejos aparatos de recopilación. Eran conocidos como pokédex, la profesora tomó una pequeña escalera para alcanzar aquella repisa que se encontraba demasiado alto para la estatura de la mujer, abrió una de las compuertas transparentes y comenzó a ver que me podía dar. Esperaba con ansias uno de esos modernos aparatos, pero lamentablemente termino tomando un pequeño aparato rectangular. Me lo obsequio de manera imprevista. Guardé aquel pequeño obsequio que ella me había regalado y rápidamente me explicó que las demás pokédex ya estaban apartadas para los nuevos entrenadores que habían sido seleccionados por un sindicato especializado. Luego de eso inmediatamente saco de su bolsillo una pokéball y las lanzó hacia su derecha. Luego de que ella lanzó aquel objeto circular al aire una línea blanca salió de ella. tomando una forma mucho mayor. Era un Metapod. Ella se tomó la amabilidad de presentar a aquel monstruo verde de manera simple y cordial. Saqué a Riolu de su esfera para que luego viera con precisión parte de aquel rígido Pokémon. La profesora con simple chasquido logró hacer que aquel Pokémon se formaran en frente de mi vista. —¡Será mejor que aprendas a usar en batalla a un Pokémon de una vez, ya que te será de ayuda el tener práctica, ya que tu pequeño chacal peleará contra mí algo torpe Metapod, ya que sería desventaja el que pelearas sin experiencia alguna contra otro tipo de Pokémon! —cito con una cálida sonrisa. Después de un corto tiempo regresó a su camarada Pokémon a su respectiva pokéball y un período después salimos los dos por una compuerta que se encontraba en el laboratorio. Un campo de tierra era lo que se encontraba delante de aquella puerta. Marcado con color blanco un rectángulo con sus respectivos lugares y medidas para cada entrenador, era lo que se observaba. Era un lugar totalmente perfecto, las peores condiciones del terreno eran las mejores. Ya que nunca se sabe cuándo la pelea estará enfrente de uno. Aquella señorita de tez blanca con cabello de color castaño y la típica bata de laboratorio se posicionó mirando de frente hacia el otro extremo de la cancha. Me puse en aquel vació extremo para luego lanzar aquella pokéball de la cual mí pequeña compañera salió. Carolina solo se dedicó a nombrar a Metapod para que de manera instantánea aquella rara masa rígida saliera sin la necesidad de que su pokéball fuese tocada. —¡Las reglas son sumamente simples: el primer entrenador que se quede con todos sus Pokémon debilitados perderá, dándole la victoria a su contrincante! —gritó la profesora carolina. Cuando ella dio la indicación de que el combate había comenzado yo rápidamente le ordené a Riolu que utilizara palmeo sobre aquel Pokémon de tipo bicho, parecía que aquel pequeño ataque había sido efectivo, pero lamentablemente no fue lo suficiente como para haber provocado daño sobre aquel bicho extraño. Carolina se tomó la molestia de ordenarle a Metapod el utilizar picotazo contra riolu en ese instante. Fue algo inesperado que aquella pequeña criatura azulada dejó pasar, provocando que riolu fuera impulsada hacía atrás. Escuché como a lo lejos la pequeña criatura de cola azul comenzó a dar pequeños gimoteos de dolor. No permití el que recibiera más daño, así que nuevamente le ordené al pequeño chacal que se le acercara más a aquel metapod de manera veloz esquivando ahora con mayor precisión aquellos picotazos proporcionados por aquel rígido saco verde. Riolu vio la oportunidad y lanzo con su puño izquierdo un potente palmeo que logró hacer que aquel metapod callera inconsciente hacia el suelo…Riolu había derrotado al Pokémon… por consiguiente había ganado… Noté como Carolina a lo lejos festejaba con aplausos mi primera victoria, había sido algo sumamente rápido, pero fue algo bueno. Ella rápidamente se acercó a metapod para seguido regresarlo a su pokéball. Luego de eso ella simplemente se dedicó a alagarme sobre mi victoria. —En pocas palabras te digo que ya estas listo para comenzar tu aventura o cualquier otra cosa que gustes hacer con tu pequeña bolita de pelos azul. ¡Felicidades en teoría ya eres un entrenador Pokémon! —comento de manera acelerada. En ese momento me sentía totalmente alegre. Agradecí nuevamente a la profesora para después tomar a riolu e irme hacía algún otro lugar. El clima se notó algo frío, pero en ese entonces no le di importancia alguna. Comencé a caminar en las calles hacia un rumbo sin destino alguno. Después de un largo tiempo de caminar de manera recta me topé con los límites de la ciudad, a partir de ahí lo único que pude divisar fueron cantidades exorbitantes de árboles. El ambiente era cálido... El viento soplaba… los Pokémon rondaban a lo lejos en la zona, era casi como estar en el paraíso. Caminaba de manera más calmada, observaba a mis alrededores las bellas criaturas que jugueteaban, comían bayas o algún otro tipo de alimento. Algunos de estos pequeños seres vivos se escondían detrás de algún árbol al ver mi presencia. Notaba como muchos de ellos me miraban de reojo para luego tomar un camino alejado de mi presencia. Uno de esos Pokémon decidió el quedarse viéndome. Este estaba postrado en una de las ramas en uno de los variados árboles que había en el lugar. Me entró la curiosidad de saber qué tipo de Pokémon era el que estaba viendo. Saqué mi pokédex y rápidamente apunte hacía aquel pequeño ser emplumado. ¡Era un Rufflet!, pero este no tenía parecido alguno a como en la pokédex lo marcaba. Normalmente estos Pokémon tenían un plumaje de color azul. Pero este lucia bastante diferente, el Rufflet que estaba en frente tenía un plumaje más amarillento. Estos Pokémon son conocidos como Pokémon brillantes. Era fantástico, tenía muy cerca un Pokémon sumamente difícil de conseguir, así que tomé lentamente una pokéball de mi mochila. Seguidamente lancé aquel objeto circular en dirección de aquel ser emplumado, a aquel pajarraco le dio suficiente tiempo para esquivar aquella bola metálica. Esto solo provocó que aquel ser emplumado se enfureciera y tomara la decisión de atacarme. Saqué rápidamente a mí compañera, pero aquel Rufflet fue demasiado rápido, por lo cual recibí repetidos ataques en mi hombro derecho. Aquel ataque me disparo en dirección hacia el suelo, impactando rápidamente con aquella superficie rocosa. El dolor de aquel ataque era inmenso, rápidamente aquel Pokémon trato de repetir la misma acción. Por consiguiente, me quité del lugar lo más rápido que pude. En cambio, mi Pokémon… repentinamente el Pokémon peleador dio un gran salto, para luego impactar un palmeo hacia el pecho de aquella ave enfurecida. El ataque tuvo efecto… ¿Pero a que costo? Aquel golpe solo terminó enfureciendo con mayor nivel al emplumado pajarraco amarillo. Rufflet tomó con sus afiladas garras a la pequeña criatura azulada. Dándole con su pico repetidos golpes en el rosto, cosa que provoco mucho dolor hacia el chacal azul. El enfurecido Rufflet lanzo por el aire a riolu de manera violenta. Este me miró rápidamente con unos ojos totalmente enfurecidos. Acto seguido el ave amarilla vuela hacia los cielos para así finalizar su ataque con un certero ataque de garras. Pero… No permití que aquel ultimo ataque impactara… No lo pensé, solo lo hice… me abalancé hacia mi Pokémon… y simplemente lo recibí. Un terrible golpe aéreo después de escuchar un gran gañido… rápidamente un gran ardor comenzó a propagarse por el largo de mi espalda… Luego de recibir aquel ataque, las heridas comenzaron a sentirse calientes… Dolían demasiado… era un dolor totalmente fuerte... Las lagrimas comenzaban a salir de mi rostro… pero no importaba… me daba igual el tener que sufrir, con tal de ver a mi pequeña amiga bien me era suficiente… pero cuando vi el rostro de riolu… mis lagrimas cayeron sobre su rostro… ella se veía impactada… ya no soportaba el estar en aquella posición… me tumbe quedando en posición fetal… En cambio, riolu… ella se levanto del suelo para momentos después comenzar a crear un destello de luz. Solamente pude observar como ella saltó y con aquel destello azul lanzar un ataque asemejando al ataque que Rufflet en un principio lanzó… Riolu… Ella estaba utilizando copión… aquel ataque que utilizo de aquel pájaro. Fue efectivo… aquel pajarraco se rindió… Aquel Rufflet cayó debilitado… al igual que yo…
Despierta humano estúpido…, no puedes quedarte en el suelo. Tú momento todavía no llega, tienes que luchar para poder cumplir tú sueño —resonó grave y rasposa la voz de un viejo cansado por los años Después de escuchar una voz a lo lejos, abrí lentamente mis ojos, sorpresa…, estaba en el mismo lugar en el que me quedé, por alguna razón las heridas que tenía en la espalda habían terminado de sangrar. Me levanté, pude notar a mi camarada durmiendo en el suelo, ella estaba totalmente sucia y cansada, me alegré por el que estuviera bien, al final todo resulto a beneficio mío, pude derrotar al enemigo. Pero aquel Pokémon, después de mirar a mi alrededor del frío y abandonado lugar, lo pude ver nuevamente, este estaba sobre un gran árbol sin hojas. Pude sentir como mi corazón se detenía lentamente por el miedo…, no tenía ganas de volver a experimentar lo que pasó anteriormente, tampoco quería forzar a Riolu a luchar esforzándose demasiado, si fuera a ser necesario, no dudaría en necesitar de su ayuda… Él solo se quedó mirando a la nada durante un periodo corto de tiempo, luego de que aquel Braviary reaccionara de su trance, fijó sus temibles ojos ante mi presencia. No tenía idea alguna de cómo actuar en ese momento, así que solo pude retroceder con cautela. Mientras caminaba hacia atrás, pensé en no quitarle la atención al pajarraco, fijé mi atención con totalidad. Sabía muy bien que si se la quitaba algo malo pasaría. Ante eso no tuve el cuidado, tropecé con una piedra que no alcancé a ver. Cerré los ojos para esperar lo peor. Pero aquello que tuve en mente no ocurrió. Braviary…, él no me atacó, en cambio estaba frente a mí con una actitud pacífica. Él se quedó con una firme postura, y simplemente permaneció atento ante lo que hiciera. No dudé dos veces y saqué de la mochila, o bueno, de lo que quedaba de ella, una esfera de captura. Lancé con furia la bola roja con blanco hacía el ave para así tener una nueva captura… él ente plumífero rápidamente pasó transformarse en una línea de luz blanca, para que momentáneamente la bola se meneara de izquierda a derecha, lo hizo así durante unos segundos, el objeto no paraba, estaba sin saber si la captura del Pokémon sería definitiva. La bola se detuvo de manera satisfactoria, el pájaro pasó a ser aliado mío. Toqué el botón central de aquella pokéball, y nuevamente ahí estaba de vuelta, con un gran resplandor él pajarraco hizo una reverencia ante mí presencia. La verdad, era raro el que hiciera eso. Ya que anteriormente la criatura actuó con agresividad, y que se comportara de esa manera ahora era algo sumamente sospechoso. De igual manera correspondí el gesto con una cordial inclinación de cabeza, la verdad. Después de eso comencé a sentirme incomodado por el gran pájaro Pokémon. Aquel pajarraco parecía que me quería decir algo. ¿A caso será él quien me habló o estaré teniendo una confusión mental? —No estás tonto de la cabeza niño… esto es solo lo que quieres ver y escuchar —rio la envejecida voz mientras comenzaba a golpearme la cabeza con sus emplumadas alas. Desperté nuevamente. Colores realmente borrosos inundaron mi vista, tallé mis ojos con fuerza, eché un vistazo nuevamente, vi a unos cuantos centímetros a Riolu tirada en el suelo, ella estaba en total inconsciencia. Y él pajarraco…, no lo pude ver. Mientras me levantaba sentía como los rasguños de aquel Braviary seguían causando dolor en mi espalda, no pude hacer algo, no tenía con que curarlas, al menos por el momento, ya no sangraban tanto. Miré a la lejanía del sendero para ver como el emplumado monstruo yacía en el sucio suelo, de manera sosegada caminé a él. Parecía demasiado lastimado, cuando me acerqué más al ave, percibí en Braviary un fuerte hedor a pintura, no era un Pokémon shiny, era un simple y viejo pajarraco ordinario. Sus alas estaban en condiciones deplorables. Supongo que Riolu tuvo que ver en eso. Todo lo que pasé junto a Riolu fue por un simple Pokémon normal, me frustraba saber que todo fue por nada, luchar por algo ordinario…, le miré el lado bueno, un tipo volador en mi equipo sería algo bueno pienso eso. Primero tengo que encontrar en un centro de atención médica, conllevaría el regresarme a la ciudad, no sería buena idea, seguramente me podré meter en problemas si vuelvo a ir. En cambio, sí sigo mi camino tendré suerte en encontrar a alguien o algo que nos ayude. Tomé en mano una pokéball y rocé el botón con la criatura, esta se transformó, de manera instantánea fue capturado. El que estuviera inconsciente influyó mucho en el tiempo de captura. Recogí mis cosas, al igual que con Braviary, Riolu fue llevada a su respectiva capsula. Miré al cielo y suspiré, porqué sé que me depararan momentos difíciles y decepcionantes a partir de ahora, pero está fue la decisión que escogí, no puedo darme por vencido y regresar como todo un perdedor, a un lugar en el cual ya no existe amor incondicional. Esto fue un error, pero de algo se aprende, ¿no será así? Continué mi camino hacia donde fuera que el sendero melancólico me encaminara. Al fin y al cabo, una decisión tomada no se puede dar por vencida hasta que se complete o se halla hecho el intento, y la mía era el encontrar mi verdadero sueño; el encontrar las respuestas del pasado que algún día perdí. Para esto se que tardaría un tiempo para resolver mis dudas, y para eso, necesito encontrar a mí padre. Lo único que sé de él es el que es o era un científico o alguna especie de investigador Pokémon, la única pista, está no me sirve en lo más mínimo. Tengo fe en que alguien lo conoce, o por lo menos sabrá quien es… A lo mucho lo reconocerán por el como tengo semejanza a él… Seguí caminando por varios alrededores de amarillentos tulipanes y demás flores que vivián en el sendero. Muchos Pokémon habitaban estos lugares, me parecía raro el no encontrar a más personas por aquí, siendo un extenso lugar con una cantidad incontable de tipos de criaturas, era lindo ver muchos tipos y clases de monstruos, a lo lejos diversos tipos de Pokémon tipo planta recolectaban bayas con tranquilidad mientras que los de tipo agua con cierta rudeza jugaban en unos pequeños lagos, estos de seguro eran hechos por ellos mismos, ya que no se divisaban indicios de corrientes de agua en la pequeña laguna que de seguro habían creado. ¿Será esto una reserva para específicos tipos de Pokémon?, no llegué a ver a uno solo que su tipo principal o secundario fuera el de fuego, no me gustaba como se miraba esto, ya que siempre tiene que haber diversidad en cualquier lado, en especial en lugares tan tranquilos como estos; abandonados por cualquier señal de Industrialización y edificación. Continuaba con mi recorrido y el follaje amarillo comenzaba a perder nivel. En su lugar, pequeños arbustos morados seguían el camino del sendero. Esto me daba una mala sensación a primera vista, ya que ver plantas de este tipo con un color diferente al verde era algo que quizás alguien pudiera imaginar solo en sus sueños. ¿Seguiré soñando, o realmente esto lo estoy viendo de verdad? Esto seguro era obra de algún científico desquiciado, pero no tenía conocimiento alguno de que si esto era saludable o perjudicial para las plantas… Con el pasar del tiempo mi recorrido no daba frutos de encontrar civilización alguna, aquellas plantas continuaban apareciendo, pero el tamaño de estos variaba mucho, algunos inclusive tenían un volumen inmenso. La tranquilidad que sentía era la mejor que había tenido en años, pero esta se vio interrumpida por un pequeño sonido que logré escuchar en una de las muchas plantas que tenia el lugar. —¿Quién anda ahí? —grité a uno de los muchos árboles del lugar. No tuve respuesta alguna del creador de aquel sonido. Pensé que aquel sonido fue un Pokémon que buscaba comida entre el follaje, fue buena idea el pensar capturarlo, pero decidí acercarme cautelosamente a una de las plantas. —Dame todo lo que tienes niño —susurró una apagada voz—. Dámelo todo y no te haré daño. «¿Este tipo es tonto o qué?, está loco en pedirme literalmente todo». —De acuerdo, te daré todo lo que tengo extraño, no quiero problemas contigo. Él tipo después enseño uno de sus brazos, este estaba totalmente cubierto por una extraña secreción transparente. Me acerqué lentamente, y con una dudable velocidad arrojé un puñetazo hacia el arbusto. Él extraño individuo soltó un fuerte grito cuando mi golpe acertó en él. El breve momento que hice contacto con el pude sentir como un raro pelaje le cubría. Retiré mi brazo rápidamente para de esa manera retroceder una buena distancia del arbusto morado. La persona, o la cosa que estaba ahí no volvió a producir sonido alguno. Miré mi mano y el mismo liquido que el tipo tenia se adhirió a mí, este contaba con pequeños pedazos de pelaje gris. Limpié rápidamente mi mano y continué la caminata. La transición de tiempo se recorrió de manera apresurada. Me encontraba totalmente cansado, pero más mis pies… estos me dolían por el gran recorrido que dieron, quería descansar en el suelo, pero no me lo podía permitir; no sabía si agradecerle a Arceus en ese instante o después. pero muy a lo lejos una pequeña cabaña se encontraba con las ventanas siendo aluzadas por lo que se apreciaba era un fuego. Dolía el tener que caminar muchísimo más, pero ahora realmente valía la pena hacerlo. Eso y los sonidos que los Pokémon comenzaban a hacer me dieron la fuerza para dar una apresurada y rápida caminata… Cada paso que daba era un paso más al poder descansar, cada vez me encontraba más cerca de ese lugar. Rogaba por el que no fuera una ilusión de un Pokémon o algo así por el estilo de lo que había leído de unos pequeños libros que la señorita Carolina me había obsequiado cuando empecé este infierno disfrazado de caminata a pasó de slowpoke. El suelo comenzó a sentirse menos doloroso, mi objetivo estaba parcialmente cerca. Toqué el picaporte de aquella puerta… y lo menos esperado pasó. La cansada voz de una mujer mayor se escucho entre las plantas —¡Alto ahí maldito granuja cambia formas! Ni pienses que he olvidado lo que le hiciste a mi rebaño de miltanks, pagaras por todas las que me has hecho. Volteé con miedo y al verle a la señora de edad avanzada vi como tenia un arma en mano, me congele en ese instante… llegue a una casa y lo primero que hacen es tenerme como objetivo de pelotón de fusilamiento. Miré los ojos de aquella mujer, unos verdes y cansados ojos furiosos me miraban con demasiado remordimiento, el rifle oxidado que aquella viejita senil tenía en mano quería otra cosa para mí al parecer… —«Por favor que no lo haga…, no quiero que este sea el final de algo estúpido que hice por un deseo»— pensé mientras aquella señora apunta su arma en contra mía. Y así pasó… pude escuchar el sonido de aquella arma accionada. Comencé a sentir el abdomen caliente, y como este rápidamente comenzó a sangrar. Mientras el sonido de la detonación entorpecía mi capacidad auditiva pude escuchar como aquella vieja senil gritaba de emoción. Caí en suelo para luego ver como ella se acercaba hacia mí… Espero que este sueño pronto acabé, y que me encuentre tirado donde todo este delirio empezó. Un felino gris con pelaje blanco se me acerco de la nada, y con un breve salto se subió a mi pecho… solo permanecía ahí, me miraba fijamente con sus amargados y enojados ojos amarillos, y de fondo… aquella señora se dio a conocer. Tenía un cabello demasiado gastado, este llegaba a su cadera, uno de sus ojos estaba tapado por un sucio y malgastado parche negro, y su mano izquierda. Esta parecía no moverse desde donde yo estaba, pero esto cada vez se volvía confuso, mi vista comenzaba a tornarse borrosa. Ya no sabía que hacer. Y ahí quedé…
Bueno, a medida que han transcurrido los capítulos, las cosas han ido mejorando respecto a la temática y se han ido poniendo más interesantes. Especialmente este último capítulo que me ha dejado un poco impactada, ya que no me esperaba para nada ese ¿final? me imagino y quiero pensar que esto no desencadenará en la muerte del pobre chico que quiso vivir su propia aventura como investigador pokémon y acabó siendo víctima de una señora armada. Mira que no habrá peligros en el mundo de pokémon que morir por un tiro sería bastante... lamentable. xD En los primeros tres capítulos noté que te repetías muchísimo con el tema de que la madre odiaba al padre, el padre les había abandonado para cumplir su sueño y sobretodo con lo de que él no sabía hacia dónde iba su vida. Eso hasta me pareció que influenció bastante todo el relato hasta el punto de no saber hacia dónde iba hasta ¿ahora? aunque tampoco es que me haya aclarado mucho este final de capítulo, simplemente le ha dado un toque más interesante a la trama. Que me imagino que ahora empieza lo "explícito" y de por eso la etiqueta. Porque hasta el momento no he encontrado nada que se pueda parecer a eso. Aunque me temí que hubiese algún momento raro entre la Riolu y él cuando se metieron juntos en la bañera y estaba espantadísima mientras lo leía. xD En cualquier caso, sigue sin ponerle nombre a la pobre riolu. También no me quedó muy claro algo que dejaste en el aire al principio de la historia. El guarda de la estación (qué hacía un chaval solo en una estación a las 5:00 am?) echaba continuamente a la Riolu y ella volvía. ¿Por qué? ¿Por qué se empecinaba en volver ahí si no era bien recibida? No sé, pensé que eso tendría alguna razón de ser... La narración se hace a ratos un poco densa, porque las descripciones son muy largas. Aunque no está mal, para mí se hace densa. Y me llama la atención que al principio ibas poniendo los diálogos separados de los párrafos (lo que está bien) y luego los integraste en los mismos (que no está mal), ¿pero por qué el cambio? No lo entendí muy bien. Lo mejor para una lectura más clara es que mantengas un estilo de narrativa continuo. Bueno, dicho esto, creo que no me queda nada atrás. Ahora mismo la historia se ha puesto interesante y me interesa saber qué ocurrirá con el chico y quién diantres es ese pokémon y esa malvada señora. En fin, te seguiré leyendo si continúas el relato. Un saludo y mucha suerte.
Vaya decepción. estuvo 2/3. una pena que ya no se haya continuado. Él tipo se fue solo por que no le dieron permiso y termina como termina... espero que la carne se aproveche(?) Una porquería sin más que quedar en este triste lugar...