My little World.

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Estoy en ese punto de mi vida que, sin esperarlo, me engancho a una moda.
Y si, Pokemon Go, la moda del tema que menos hubiera esperado engancharme porque no sabía nada de él... y ahora; me encanta.
Quiero decir que aprender sobre pokémon me esta resultando muy entretenido a su vez que me desespero por buscar a Pikachu como todo el mundo...

¡POR QUÉ PIKACHU, POR QUÉEE!



TAN CERCA PERO TAN LEJOS. I HATE/LOVE YOU.

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Como mirar por la ventana mientras llueve, y fijarte en una de las gotas que por ella resbala, deteniendo el tiempo. Quizás no te preguntes el porqué de haber puesto tu atención en aquella gota entre muchas otras que distorsionaban tu visión tras la ventana. La escogiste a ella. A veces parece que la vida sigue un curso totalmente aleatorio, sin mapas ni caminos, sin ecuaciones con soluciones claras, ni siquiera un sentido.

Yo soy de esas personas que, sin que tenga demasiada importancia, indago en el porqué de las cosas. Simple curiosidad, tal vez, pero opino que el poder de la coincidencia es mayor de lo que la vida, totalmente aleatoria, nos presenta.

Cuando te conocí a ti, la hora, el momento, la situación, las palabras. Como apretando cuidadosamente las teclas del piano, formando un sonido melodioso y claro. Porque las sinfonías fueron compuestas con la coincidencia de que dos notas sonaban bien juntas y quizás no tanto con las otras.

La programación de la vida está para que ocurra cuando debe ocurrir, quizás, quién sabe. Que una persona entra en ella para quedarse, para irse, para aprender contigo o para darte una lección importante.

Pero a veces le grito al universo, y le pido una respuesta lógica, porque si las coincidencias tratan de crear lazos con alguien, con algo, para que después te sea arrebatado por cualquier cosa o vete tu a saber de qué manera, ya sea un adiós, un enfado, una confusión, una injusticia o un malentendido, no lo quiero en mi vida.
Pero gracias por pasar por ella, en la contradicción de mis palabras, agradezco la coincidencia de haberte tenido, porque todo, por pequeño que sea, te hace más grande.

Y ahora es cuando encuentro el poco sentido de mis palabras, o tal vez el gran significado, o quizás... sea un mensaje. O puede, solo puede, que busque una coincidencia más hoy, o dos, o tres...

Seguramente esté buscando la explicación de todas ellas, porque en verdad la vida es puramente aleatoria y mi pensar, claramente, bipolar.

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Curioso es cómo funciona el universo, ¿no crees?

Podemos llamarlo suerte o destino, o el nombre que crees mejor le encaja.

Que no bastó gritarle al tiempo en ese momento.

No bastaron los llantos.

Ni las madrugadas entregadas, injustamente, a la noche.

Llenas de insomnios, pesadillas y miedos.

Desilusiones, penas y silencios.

Nada bastó porque el puto universo decidió burlarse un tiempo.

Pensó que lo que necesitabas era el golpe.

Una ventana rota y mil pedazos de ella.

Menos mal que ya podemos decir “gracias”.

Paz y tranquilidad…

Jamás pensé que notaría tanto vuestra presencia.

Supongamos que la suerte y el destino no van juntos, y el efecto siempre llega tarde.

Agradezcamos que llegue bien.

Porque siempre existe el momento.

Ahora, grítale al universo:

¡Qué te jodan, soy feliz!

Y recibirá el castigo justo.


Fin.

- Myriel​

Te mereces…

Alguien que te eche de menos cuando esté ocupado, no a las tantas de la mañana cuando esté solo y aburrido. Alguien que, después de contarle tus miedos y tus sueños, se quede a tu lado. Aunque conozca todos tus defectos. Alguien que tenga todo para destruirte y, aun así, no lo haga. Que si llega tarde, sea para quedarse. Hasta ese día en el que ni tú estás. Te mereces alguien que te quite todos los miedos y te regale mil sonrisas. Y que te siga buscando aunque ya te tenga. Alguien que te vea temblar y, en vez de taparte, se desnude contigo. Pero que te quite el miedo antes que la ropa. Te mereces alguien que te haga el humor hasta llegar al orgasmo. Y que te recorra como quien visita por primera vez su ciudad favorita. Te mereces alguien que no te diga que todo va a ir bien, que te asegure que esto se va a la mierda, pero que él se queda. Y que te regale buenos momentos sin que se noten. Y que te distraiga las rutinas. Alguien con quien hacer maletas y deshacer camas. Que te de abrazos, de esos con los que sin querer cierras los ojos. Alguien que esté en las malas para hacer las buenas. Y que te de besos en el cuello hasta que tu sonrisa reviente. Te mereces alguien que te mire como si fueses arte, porque la magia son solo trucos. Y que te vista con el mismo talento con el que te desviste. Alguien que se quite el reloj cuando te dedique tiempo. Y que baile contigo aunque no le guste bailar. Alguien que pueda discutir contigo y, aun así, te mire como si fueras lo mejor que le haya pasado. Te mereces alguien que le quite imposibilidad a lo imposible.

Alguien que te haga vivir, al fin y al cabo.
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