Quiero que este momento nunca termine-Adios

Quiero que este momento nunca termine-Adios​

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Ese día hui de casa, había tenido una horrible discusión con mama. Como siempre la pelea empezó por esta frase

— ¡Lamento no ser el hijo perfecto que tanto desean que sea! ¡Lamento ser su decepción!—Grite entre lagrimas

Luego tome mi billetera llena de mis ahorros, mi chaqueta y mi vitela azul, abrí la puerta y azote la misma al salir
Corrí varios kilómetros tapando mi cara con la capucha tratando camuflar mis lágrimas, seguí huyendo tratando de evadir de la cruda realidad, ni la música que escuchaba por los auriculares podía reparar mi corazón en pedazos.
Segundos después pare y me senté en la acera de un parque desolado, mire mi reloj.

— ¡Son las 10:59! Hasta donde he llegado—exclame limpiándome las lágrimas

Mire a mi alrededor y note que no existía iluminación, golpe algo pensé que era una funda de basura, pero no era un perro furioso que me gruño y mordió mi brazo, el dolor fue indescriptible aunque las heridas leves.
Acto seguido como un cobarde hui a la luz más cercana gritando:

— ¡Ayuda, Ayuda un perro! —repetía desesperado corriendo hasta llegar a un poste averiado que emita poca luz

Cerré los ojos asuntado imaginándome desmembrando, pero una voz femenina seguida de sonido crudo me hizo abrir los ojos.


—¡Lárguense perros hijos de perra!


Al principio observe la silueta de un chico por su gorra este en sus manos llevaba varias rocas pero segundos después me levente y me reí un poco por la frase que dijo.


—Gracias de verdad—le puse la mano en el hombro a aquella figura— ¿Perros hijos de perra? —le pregunte burlándome


—Perdón—rio—¿pero estas bien?—señalo mi brazo


—sip estoy bien, no es na

Y antes de que pudiera terminar la frase saco un poco de papel higiénico y agarro muy fuerte mi brazo. Yo me quede perplejo


— ¡Quieto!..... Chuta esta feo esto tas infectado oye —dijo aquella voz con cierta jerga callejera


Con su otra mano saco una botella de agua y rego el líquido en mi brazo, después envolvió el papel en la herida y lo sostuvo finalmente me regreso mi brazo de forma brusca.


— ¡Ya Sostente el papel!—Sonrió


Efectivamente era una chica porque claramente tenía cabello largo aunque la gorra lo disimulara, posiblemente para parecer mas masculina pensé, también vi que su ropa estaba algo gastada pero vestía bien.

Ese fue el inicio de una hermosa amistad, eso pensé los primeros 5 minutos, pero no fue lo que pensaba era mas que amistad lo que nos unía era un lazo algo especial.

Después de hablar por más 2 horas nos dimos cuenta que teníamos micho en común teníamos el mismo odio a la sociedad, los mismo gusto y muchas cosas mas. En resumen había encontrado a mi alma gemela en donde menos pensaba.

Finalmente termínanos la charla, ya cada con el numero celular del otro nos despedimos, pusimos una fecha para reunirnos de nuevo. Y así fue nos reunimos ese día y la pasamos genial.
Sin darnos cuenta ya estábamos saliendo todos los días y el amor que teníamos iba creciendo más y mas conforme pasaba el tiempo, pero allí fue donde empezaron los problemas, mis padres se enteraron de lo nuestro y no me iban a permitir salir con una “callejera” como la llaman por desprecio.

Según ellos era una parte de la pandilla mas peligrosa del pueblo, pero mi corazón fue sordo a sus advertencias y empecé a escapar de casa para verla solo unos minutos.
Entre más prohibido era nuestro secreto mas deliciosos eran sus besos.

Todo parecía genial…..eso pensé..

Hasta que un día cualquiera fui a verla como siempre en el mismo parque a la luz del día a la misma hora, ella me esperaba como siempre deslumbrante y hermosa. Fuimos a lugar de siempre a comer un helado, cuando caminábamos hacia el lugar, un desgraciado lo tomo por el brazo y la halo hasta un callejón, no tuve tiempo de reaccionar, mientras otro tapaba la entrada del callejón, en un arrebato de ira corrí empujando al tipo que se interponía y finalmente traspase a ver con mis propios ojos algo que me dejo helado pero el ese hombre me detuvo.

El tipo lo agarraba por su hermoso cuello asfixiándola mientras que con el otro atravesó su pecho con una navaja; escuche sus gritos de agonía.

Mis lagrimas empezaron a salir de la impotencia que sentía al no poder hacer nada finalmente la boto como un trapo contra una esquina, me amenazaron con un cuchillo antes de irse. Fui a verla y abrazarla entre lágrimas, estaba inconsciente así que pedí ayuda cargándola en mis brazos. Tras mucha espera finalmente llego la ambulancia, subí junto a ella y cuando llegamos al hospital mi vida cambio con esta frase:


—Lo siento mucho pero no pudimos hacer nada


No supe que hacer en ese momento, mi vida no tenia sentido, no entendía porque mi vida era tan cruel conmigo, tenia ganas de suicidarme,
Todo eso paso dúrate 2 semanas, las cuales nunca olvidare a los 15 nunca sabes que te pasara.
Sus palabras han quedado grabadas en mi memoria la misma antes de que muriera mientras nos tomábamos de las manos,en ese momento magico fueron:


—“Espero que este momento nunca termine”


—Yo también amor, yo también…..