The Loud House Querida Leni

Tema en 'Fanfics sobre TV, Cine y Comics' iniciado por Sylar Diaz, 12 Abril 2022.

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    Sylar Diaz

    Sylar Diaz Sei mir gut Sei mir wie du wirklich sollst

    Libra
    Miembro desde:
    3 Agosto 2019
    Mensajes:
    58
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Querida Leni
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    64
    Sinopsis: Inmersa como nunca antes por un ambiente cargado tanto de solemnidad como de solidaridad, y rodeada por toda su familia, amigos y conocidos, Lucy Loud debe declamar frente a la multitud uno de los monólogos más importantes que ella haya escrito en su corta vida... pues este monólogo en especifico está dedicado a la memoria de su querida hermana mayor.
     
  2. Threadmarks: Querida Leni
     
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    Título:
    Querida Leni
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1613
    Usando el hermoso vestido negro que su hermana mayor le había hecho para su pasado cumpleaños número nueve, Lucy Loud se acercó tímidamente y sin hacer ruido al podio de madera antes de acomodar el viejo micrófono a su altura para que sus palabras fuesen escuchadas.

    —Querida Leni… —aquellas palabras, las primeras de un discurso que nunca creyó dar, sonaron roncas y llenas de nerviosismo, sin embargo, lograron que todos los presentes guardaran un respetuoso silencio y le pusieran atención.

    —A mamá le encantaba hablarle a todo el mundo de la hija tan encantadora y hermosa que tenía… y aunque nunca lo dijera directamente, todas siempre supimos que tú eras su favorita.

    Tras decir aquello guardó silencio unos segundos.

    Demasiados segundos de silencio.

    Cualquiera podría creer que Lucy había olvidado su discurso, que la emoción de estar ahí enfrente hablándole de un tema tan delicado a tanta gente había podido con ella, pero la verdad era que la pequeña gótica sólo estaba luchando con todos los sentimientos que recorrían su pecho y el rosa coloreando sus mejillas lo delataban.

    —¿Y cómo culparla? No sólo la más hermosa, sino que también eras por mucho la más cariñosa y atenta. La única de todas nosotras que intentaba tener siempre un poco de tiempo libre para convivir con nuestro único hermano. Cualquiera diría que sentías un gran cariño por Lincoln, o "Linky" como solías decirle, pero yo siempre sospeché que en realidad estabas enamorada de él.

    Una exclamación de sorpresa recorrió el recinto.

    —Incluso hubo una vez ¿sabes? En la que me animé a confesarle a mamá lo que sospechaba por tu inusual amabilidad hacia él ¡y ella estuvo a punto de darme una cachetada! «¡Es increíble que puedas pensar eso de tu hermana!» exclamó antes de castigarme por una semana.

    La mueca de Lucy se transformó en una máscara indescifrable tras decir aquello, sin embargo, sus palabras adquirieron una fuerza y entonación nuevas.

    —Aquel regaño no logró que dejara de pensar eso, pero sí logró que nunca volviera a contarle de mis sospechas a nadie, ni siquiera durante todas las otras veces en las que te vi abriendo por accidente la puerta del baño, aunque ya supieras que Lincoln estaba dentro bañándose… siempre que iba a decir algo me acordaba de lo cerca que estuvo la mano de mamá de golpearme y así lograba quedarme callada…

    Pero tan pronto como esa seguridad impersonal apareció en sus palabras también desapareció, siendo remplazada por una entonación muy parecida a la del odio.

    —La última vez que tus amigas vinieron a la casa para verte, estaban todas tan felices que me pregunté por qué siempre sonreían cuando hablaban de ti… así que, sin decírselo a nadie, me adentré en los ductos de ventilación y las escuché a escondidas mientras que tú aún no volvías de la mercería.

    La expresión de Lucy se agrió notoriamente tras decir aquello.

    —Tus amigas no paraban de hablar de lo especial que las hacías sentir y de lo humilde y amable que eras siempre. Desde mi escondite secreto yo sólo sonreía burlonamente y negaba para mis adentros todo lo que decían. Cualquiera diría que estaba celosa... y hubiesen tenido razón. La verdad es que yo hubiera hecho lo que fuera con tal de saber de algún defecto tuyo, no me importaba que tú me amases, aún a pesar de mi envidia, con todo tú ser.

    La expresión de repulsión de Lucy cambió ligeramente a otra que demostraba una sensación tan intensa como el odio… pero mucho más impactante de ver en una niña tan pequeña. La culpa.

    —Ahora puedo decirlo, odiaba todo de ti. Tus dulces e inocentes llamadas de atención e incluso tu sola presencia. Sentía que tu cariño y tu paciencia hacia mi eran demasiado, deseaba con todas mis fuerzas el poder descansar de tu bondad.

    Otro silencio se produjo, uno mucho más largo que el primero. Cuando parecía que Lucy ya no iba a continuar, su delgada voz tronó potente y temblorosa por el llanto.

    —Y ahora, querida Leni, desearía que me molestaras con tu amor y tu bondad un día más, desearía poder decirte lo mucho que te quiero, y repetírtelo a todas horas para compensar por todas las veces que no lo hice.

    Gruesas lagrimas comenzaron a escurrir por debajo de su espeso flequillo de cabello negro.

    —Desearía que esos peculiares momentos que tenías con Lincoln pudieran repetirse, para poder apoyar y apreciar tú amor y debilidad hacia nuestro hermano.

    —Ojalá hubiese interrumpido las conversaciones de tus amigas el otro día, aquel día en el que no volviste, para decirles lo orgullosa que estoy de ti.

    —Ojalá, ojalá, ojalá tuviera la oportunidad de decirte lo mucho que me gusta ser tu hermanita.

    —Ahora te has ido, dijiste que volverías pronto del centro comercial, pero mentiste. Supongo que por fin podré culparte de algo. Ahora estás sin aliento y yo no te veré en mucho tiempo.

    —Espero que dónde quiera que estés, puedas oírme decir que te quiero, querida Leni…

    -o-

    Las palabras de Lucy fueron recibidas con un aplauso grupal arrollador.

    Algunos metros alejado del escenario y de los haces de luz que lo iluminaban, Lynn padre lloraba a lagrima suelta abrazado con brazos y piernas a una no tan afectada Rita, quien, a pesar de también tener los ojos llorosos, se esforzaba por luchar con los temblores ocasionados por el llanto incontrolable de su marido y poder grabar con la cámara lo hermosa que lucía su hija pelinegra en aquel encantador vestido negro con bordados blancos.

    Alejadas por algunas hileras de asientos, pero aún cerca de la primera fila apartada exclusivamente para los padres, las hermanas Loud restantes experimentaban emociones distintas ante el discurso de Lucy en el teatro de Royal Woods.

    La que resaltaba más del grupo era Lori, quien, siendo una extraña mezcla entre el estado anímico de ambos de sus padres, luchaba por retener el llanto que amenazaba por desbordarle los parpados para grabar lo mejor posible con la cámara de su celular a su hermana menor. Luna y Luan, sentada una a cada lado de la mayor y siendo las hermanas más experimentadas en cuanto a presentar sus talentos frente a un público, se limitaron, tras aplaudirle a Lucy y exclamar lo orgullosas que estaban, a darle suaves golpecitos en la espalda a su rubia hermana mayor, justo como hacían sus padres para consolar a las menores para que dejaran de llorar.

    Al lado de sus tres hermanas mayores, Lola se limpió elegantemente con su pañuelo una solitaria lagrima que empezaba a escurrírsele por la mejilla manchándosela de rímel y al ver que su gemela estaba en igualdad de condiciones decidió prestárselo. Lana, por su parte, agradeció el gesto y tras limpiarse las lágrimas del rostro también se sonó la nariz antes de pasarle el pañuelo a su hermana Lynn.

    La deportista pecosa estaba tan afectada por las palabras de Lucy, casi tanto como su padre, que tan pronto como tuvo el pañuelo de Lola entre las manos no dudó en hacer exactamente lo mismo que Lana antes de regresarle el pañuelo ya húmedo y pegajoso a la pequeña princesa.

    Lucy, aún atrás del podio, se permitió disfrutar por un momento de las exclamaciones y aplausos ganados por su monólogo hasta que un apuesto muchachito usando un estupendo traje hecho a la medida se le acercó desde uno de los costados del escenario.

    —Muy bien damas y caballeros ¡Esto fue "Querida Leni" de Lucy Loud! —exclamó emocionado Lincoln, tras sustituir a su hermana menor tras el micrófono—. ¿Qué les pareció? ¡¿Acaso esta pequeña no se merece un aplauso?!

    Ante las palabras radiantes del albino, los Loud, acompañados por la mayor parte de los alumnos de la comunidad estudiantil, no perdieron tiempo para llenar el recinto con aún más aplausos y loas. Incluso las casi dos docenas de padres aburridos y hastiados que sólo habían asistido al evento organizado en conjunto por las escuela primaria, secundaria y preparatoria para ver actuar a sus propios hijos aplaudieron un poco.

    A pesar de que su rostro no había cambiado en lo más mínimo de su apatía habitual, Lucy estaba más allá de la simple euforia. ¡Este era el momento por el que se había preparado tras tantas semanas! ¡El premio al "talento del día" iba a ser con toda seguridad suyo y nada podría…!

    —Justo por eso es una pena tener que descalificarla —continuó Lincoln, manteniendo imperturbable la sonrisa en su rostro—, resulta que este conmovedor monologo es en realidad autoría de Lorraine Goldfarb… mejor conocida por todos nosotros simplemente como "Haiku".

    Aunque nadie podía verlos gracias a su espeso flequillo, los ojos de Lucy crecieron hasta casi desbordarse de sus cuencas antes de enfocarse en su mejor amiga. Desde su asiento cerca de los de las hermanas Loud, Haiku también parecía incrédula por lo que escuchaba.

    Pero antes de que Lucy lograra reponerse de la sorpresa y aclararle a su hermano que aquellas palabras las habían escrito las dos, él chasqueó sus dedos y la niña gótica desapareció del escenario envuelta en una nube de polvo rosa.

    Ante el inesperado truco de magia, todos los presentes, incluidos los molestos miembros del club Morticians por la injusta descalificación de su amiga, no pudieron evitar una exclamación de asombro.

    —Y ahora, continuando con el programa esperado —los ojos azules de Lincoln se enfocaron momentáneamente en Leni, la hermosa rubia lo estaba saludando enérgicamente sacudiendo la mano, y un escalofrió monumental recorrió su espalda al pensar en las palabras de Lucy—, les presento a Darcy "Busted Gold" Helmandollar y a Lisa "Green Beetle" Loud con un poco de expresión urbana con este rap dedicado específicamente a Lola Loud.
     
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