Por el amor, cualquier cosa. [InuxKag]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Cami Chan, 10 Marzo 2011.

  1.  
    liisseth

    liisseth Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    21 Noviembre 2010
    Mensajes:
    59
    Pluma de
    Escritora
    Woooow hola estoy aqui de paso y me gusto mucho tu fic :O Inuyasha se le declaro a Kagome :O debo estar soñando... Joooo porque Inu le pega tan feo a Shippou :malvado: si es tan adorable (segun) bueno me encanto tu fic bueno y esta chica dice:

    cambio y fuera...
    ?¬ |•‡•_|[°o.Liizeeth--Annahhi.o°]|_•‡•|¬?
     
  2.  
    ahomexInu

    ahomexInu Entusiasta

    Piscis
    Miembro desde:
    13 Octubre 2009
    Mensajes:
    152
    Pluma de
    Escritora
    Hola ....
    Llego una nueva lectora aeste fic que simplemente me encanta....
    Adoro estas historias romanticonas de Inu y Kag donde tendrab que pasar por algunas pruebas pero siempre se amaran...
    He gritado como loca leyendo estos capitulos la verdad me guta mucho y te odiare si llegas a abandonar la historia, la historia va muy bn en cuento a su trama quizas le podrias agregar un poco mas de narracion y quedaria perfecta con narracion me refiero a lugares, gestos, emiciones, ropa etc....
    Pasando a otro temita acaso naraku no es el malo o se van a enfrentar a varios malos?????
    Estare esperando la conti que espero y sea pronto cuidate.......
     
  3.  
    Akira

    Akira Iniciado

    Capricornio
    Miembro desde:
    24 Febrero 2011
    Mensajes:
    37
    Pluma de
    Escritora
    Hola. . .
    Que tal?.... Kagome es MUJER DE INUYASHA¡¡¡¡¡!!!! que rapido pero que alegria me siento feliz por ellos
    super la conti me encanto la parte en que Inu y Kagome despiertan que linda parte.... enserio tienes mucho talento.. . . . pero sigo con la duda de quien es el tipo malo? y que quiere de ellos? porque los sigue? y sera tan guapo como Inu?. . . espero que si. . hahaa
    gracias por avisarme. . .
    Chaiitoo......
     
  4.  
    DulcceAmmor

    DulcceAmmor Iniciado

    Leo
    Miembro desde:
    20 Enero 2011
    Mensajes:
    25
    que lindo! pero pienso que no todo sera color de rosa! siempre es asi, lamentablemente....
    ademas dijiste que ya iba a comenzar la accion, quien sera el malvado?? me intriga!
    y shippo! como siempre... no puede tener su linda boca cerrada! inu y kagome acertaron
    y sango y miroku vas a hacer un profendo interrogativo!
    espero la conti!!
    SayO
     
  5.  
    Miko Mica

    Miko Mica Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    16 Marzo 2011
    Mensajes:
    19
    Pluma de
    Escritora
    Konichiwa!!

    Valla!! me encanto!! n.n
    Desde cuando Inuyasha es tan caballeroso? jajajaja
    Espero la contibuacion con ansias encerio ADORO tu forma de escribir ^.^
     
  6.  
    Cami Chan

    Cami Chan Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    10 Marzo 2011
    Mensajes:
    304
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Por el amor, cualquier cosa. [InuxKag]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    1872
    Hoooola denuevo amigas! Gracias por los comentarios y bienvenidas las nuevas lectoraaaas! :D Aqui les dejo conti...


    Capitulo 5: Primer Ataque.

    Habían pasado un par de semanas desde el suceso. Inuyasha y Kagome no se separaban ni un minuto y en un abrir y cerrar de ojos Inuyasha era una persona completamente distinta, claro que sólo para Kagome. Era considerado, romántico y no la dejaba desprotegida ni un solo segundo. Siempre se iban en algún momento del día a caminar juntos, de la mano y a solas. A pesar de que todo era tan obvio, no les daban oportunidad a Sango y Miroku de hacer preguntas extrañas. Ellos sabían lo necesario y nada más.

    Habían logrado aniquilar uno que otro monstruo por el camino, pero ninguno de ellos poseía un fragmento de la perla. Les extrañaba no tener noticias de Naraku. Seguramente el maldito andaría metido en alguna nueva mutación, ya que se veía que estaba muy bien escondido. Pero en lugar de la presencia de Naraku, sentían constantemente otra muy parecida a la que habían sentido el día de la explosión, por lo que eran muy cautelosos.

    Al final, por lo inútil de esos días, disidieron volver a la aldea de la anciana Kaede. Allí se quedarían un par de días para recobrar energías y relajarse. Inuyasha y Kagome pensaban pasar un día en la época actual, aprovechando que estarían en la aldea.

    Cuando llegaron, la anciana Kaede salió enseguida a recibirlos. Al ver que Inuyasha y Kagome venían tomados de la mano, una enorme sonrisa se dibujó en su rostro. No le sorprendía en absoluto que esos dos estuvieran juntos. Siempre supo que aquello acabaría pasando.

    —¡Bienvenidos! —los saludó la anciana Kaede— ¡Qué gusto tenerlos denuevo por aquí!

    —Muchas gracias, anciana Kaede —la saludó Sango— Porfavor, ¿me permitiría entrar a la cabaña para cambiarme? —le preguntó ya que venía con su traje de exterminadora.

    —Por supuesto, Sango —le contestó haciéndole un gesto de que pasara.

    —¡Yo también voy! —gritó Shippo, alcanzando a la exterminadora.

    —¡Y yo! —convino Miroku, pero fue rápidamente detenido por una fría mirada de la castaña— Solo era una broma… —trató de justificarse, nervioso por la cara de su amor platónico. Entonces se volteó hacia la anciana Kaede— Anciana Kaede, ¿necesita ayuda con sus tareas? —le preguntó al ver que tenía una canasta de plantas medicinales llena hasta la mitad, lo que quería decir que estaba recolectándolas aún.

    —Eso sería muy amable por su parte, excelencia —aceptó. Y se fueron hacia los cultivos para continuar sus tareas, dejando a Inuyasha y Kagome a solas.

    El hanyou aprovechó que estaban solos y acercó a la chica a su cuerpo. Ella soltó una risita nerviosa y apoyó la cabeza en su pecho.

    —¿Cuándo iremos a mi casa? —preguntó Kagome desde el pecho del hanyou, abrazándolo fuerte.

    Él la tomó de la mano para hacerla caminar hacia el bosque mientras le contestaba:

    —Creo que mañana sería el día más adecuado. Hoy, descansemos. Hemos estado muchos días viajando sin descansar verdaderamente —le dijo.

    Se detuvieron bajo el árbol Goshimboku, el lugar donde se conocieron. Kagome recordó lo asustada que estaba cuando llegó por primera vez al Sengoku, pero, por alguna extraña razón, cuando llegó al Goshimboku y vio a Inuyasha tan pacífico clavado en aquel árbol, se sintió tranquila y su primer impulso fue… tocar esas lindas orejitas. Miró las orejitas de Inuyasha de reojo y sonrió levemente, recordando. Recordó que aquel día Inuyasha la confundió con Kikyo e incluso intentó matarla, pero el destino no lo quiso así. Es decir, ¿quién pensaría que ese agresivo hanyou se enamoraría de la que ese día era su presa y viceversa? La vida sí que tomaba giros locos, pero siempre por una razón. Se sentaron en las raíces del árbol. Kagome apoyó su cabeza en el hombro de su hanyou y él apoyó su mejilla en la cabeza de su mujer.

    —¿Recuerdas el día en que nos conocimos? —le preguntó Inuyasha. Así que sus pensamientos iban por el mismo lado… Otra prueba de lo perfectos que eran el uno para el otro.

    —¿Cómo olvidarlo? Fue el primer día en que casi muero —se burló.

    —¿Sólo por eso te acuerdas? —preguntó un tanto decepcionado.

    —¿Sólo? ¿Te parece poco que casi me asesinaras? —rió— Bueno, aun así, claro que no es por lo único que me acuerdo… Aquel día te vi antes de que tu me vieras y, a pesar de no conocerte y de estar muy asustada, me trajiste calma de inmediato… como siempre —confesó mirándolo a los ojos y acariciando su mejilla.

    Él la besó, rodeándole la cintura con los brazos. Se sentía muy conmovido por tener a alguien como Kagome a su lado. No lograba entender qué había podido hacer bien es su vida como para merecerla, pero ahí estaba; rodeándolo con los brazos por el cuello y respondiendo a su beso con completa pasión. No podía dejar de pensar que ella era suya, su mujer y de nadie más. Ese pensamiento acaloró un poco el ambiente y el comenzó a subir las manos por su espalda, por debajo de su polera. Ella le respondió afirmándolo fuertemente por la nuca, igualmente apasionada. Estaban a punto de llegar más allá cuando escucharon una explosión.

    Se separaron de inmediato. Kagome miraba a Inuyasha con los ojos como platos al saber el lugar por dónde provenía el ruido.

    —¡La aldea! —chilló.

    —Sube —le dijo Inuyasha a Kagome ofreciéndole la espalda y partieron prácticamente volando hacia la aldea.

    En el lugar era todo prácticamente una nube de polvo que comenzaba a disiparse. La bomba había volado un cuarto de los cultivos, pero por suerte no había destruido ninguna vivienda. Los aldeanos salían de sus cabañas, alarmados por el gran estruendo, tomando a sus hijos rápidamente y reuniéndose entre todos confundidos. El humo se disipaba cada vez más y pudieron ver al monje Miroku acercándose a ellos, ayudando a caminar a la anciana Kaede pasándole un brazo por sus hombros. Sango y Shippo también salieron de la cabaña y corrieron hacia ellos apenas los localizaron.

    —¡Sango, pide a los aldeanos que huyan hacia los bosques! —le gritó Kagome antes de que esta estuviera completamente cerca.

    El monje Miroku y la anciana Kaede ya sólo se encontraban a unos pasos de ellos. La anciana Kaede venía con un corte en la frente y apenas podía caminar.

    —¡Inuyasha, ayúdame a llevar a la anciana Kaede con los demás aldeanos para que se encarguen de ella! —pidió Miroku. Él aludido tomó a la anciana rápidamente y la dejó con los demás aldeanos, que ya iban evacuando la zona, volviendo enseguida con Kagome y Miroku. Enseguida volvió Sango con ellos, que había dejado a Shippo a cargo de los aldeanos.

    El humo al fin se disipó lo suficiente para ver a lo lejos. Sentían una leve presencia parecida a la anterior que habían sentido, pero menos fuerte. Entonces lo vieron:

    Era un demonio. Llevaba su larga cabellera roja sangre atada en una coleta. Sus ojos negros como el carbón eran intimidantes y fríos. Su piel pálida lo hacía ver frío y despiadado. Llevaba puesta una extraña armadura de huesos y escamas, con un diseño parecido a la de Sesshomaru. No era muy corpulento, mas bien era bastante flacucho, pero no por eso dejaba de ser intimidante.

    Inuyasha apenas lo vio desenvainó a Tessaiga. apuntándole con ella.

    —¿Quién eres? —le exigió saber el hanyou.

    El aludido al principio no respondió. Dio un par de pasos hacia Inuyasha con una sonrisa extraña en su rostro, mirando fijamente a Kagome. Inuyasha notó esto y se interpuso entre Kagome y el demonio protectoramente.

    —Mi nombre es Miten —respondió con una voz cortante como el filo de una navaja— Vengo a ver de lo que son capaces.

    Esa respuesta los descolocó un poco. ¿A ver de qué son capaces…?

    No les dio tiempo a pensar más ya que en una milésima de segundo Miten ya se había abalanzado sobre Inuyasha, quien lo esquivó justo a tiempo llevándose a Kagome con él. Era rápido.

    —Kagome —le susurró Inuyasha— ¿Tiene algún fragmento de la perla?

    Kagome se concentró en él.

    —No —contestó con seguridad.

    —Demonios, entonces esto sólo será otra pérdida de tiempo —espetó justo al tiempo en que Miten tomaba un báculo con una gran cuchilla en la punta, que llevaba amarrado en su espalda, y arremetía nuevamente. Inuyasha logró esquivarlo nuevamente con Kagome.

    —¡Señorita Kagome, Inuyasha, aguántense! —avisó Miroku, al tiempo que sacaba el rosario de su mano derecha— ¡KAZAANA!

    Comenzó a absorber todo lo que podía. Miten, al verse acorralado, hizo algo que los demás no esperaban. Su cuchilla se iluminó y lanzó un rayo que generó una explosión cerca de Miroku, haciéndolo caer inconsciente unos metros más atrás.

    —¡Excelencia! —gritó Sango yendo hacia él y arrodillándose a su lado.

    —Maldito —murmuró Inuyasha al ver la escena— ¡VIENTO CORTANTE!

    Miten desplegó sus alas, logrando esquivar el ataque a duras penas. Para él, aquella batalla era muy peligrosa, ya que no sabía de lo que eran capaz esas personas. Volvió a tirar uno de sus rayos hacia ellos, que nuevamente pudieron esquivar.

    Apenas Inuyasha la dejó en el suelo, Kagome tensó su arco, bastante enojada por lo que ese demonio estaba causando sin aparente razón, y disparó. Casi al instante su flecha tomó la usual tonalidad rosa y logró atravesarle el brazo a Miten, haciendo que perdiera este miembro.

    —¡Sí! —exclamó satisfecha al ver la mueca de dolor en la cara del demonio. Que caía al suelo por el impacto.

    "Su poder espiritual… es muy fuerte", pensó Miten mientras caía.

    Inuyasha corrió hacia él y lo apuntó con la espada.

    —¿Por qué nos atacas? —le exigió.

    El dolorido demonio sonrió con sorna, sin responder.

    —¡Responde! —volvió a exigir.

    Miten en un milésima de segundo, rodó sobre su cuerpo y con sus alas alzó vuelo, tomando altura.

    —Fui enviado por el demonio más poderoso —gritó con voz profunda desde las alturas, provocando eco de sus palabras— Muy pronto conocerán al amo de todo, el gran Sukumo —anunció— Cuidate, sacerdotisa —advirtió apuntando a Kagome—muy pronto serás requerida…

    Continuará...

    ***********************************************

    Bueeeeno, espero que les haya gustado este nuevo toque de acción :) Las veo pronto! Saludooos!
     
    • Me gusta Me gusta x 5
  7.  
    AlexMarie Kagamine

    AlexMarie Kagamine Usuario popular

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Enero 2010
    Mensajes:
    767
    Pluma de
    Escritora
    wow que bello me encantan las partes romanticas
    ese miroku siempre de pervertido quien se lo quita
    y que poder el de Kagome eso es logico jejejeje
    bueno pues espero haya conti pronto ese miten
    que querra con Kagome? nada bueno de seguro pero ahi tiene a Inuyasha-sama para
    todooo
    bueno pues en fin cuidate mucho y buena suerte
    Atte: Alex
     
  8.  
    Miko Mica

    Miko Mica Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    16 Marzo 2011
    Mensajes:
    19
    Pluma de
    Escritora
    Konichiwa!!!
    Muchas Gracias por avisarme ^.^
    Valla!!, Inuyasha no pierde el tiempo, luego luego le mete la mano a Kagome :rolleyes:
    Pero bueno, no lo culpo, tanto tiempo aguantandose :p
    Espero la continuacion, encerio no me canso de decirtelo eres una gran escritora!!
     
  9.  
    Akira

    Akira Iniciado

    Capricornio
    Miembro desde:
    24 Febrero 2011
    Mensajes:
    37
    Pluma de
    Escritora
    Ahhhh!!!
    que emocionante capitulo!! que dramatico espero que no les suceda nada malo a Inuyasha y Kagome con su noviazgo espero todo marche bien pero aun no comprondo que ¿quiere el tal Sukumo con Kagome ni como los conoce no entiendo que trae contra ellos pero lo mas importante que quiere con Kagome? pero claro que Inu no va a dejar que le pase nada malo a ella ya que es SU mujer!!!!!! que lindo me encanta:D
    espero la conti
    Chaiitoo...
     
  10.  
    Fernandha

    Fernandha Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Agosto 2010
    Mensajes:
    3,169
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Hola mí linda Cami, gracias por invitarme, adoró leer cosas nuevas. Has mejorado demasiado en la redacción, ¡Felicidades! de daría un abrazo pero un monitor y mucha distancia nos separán x'D. Por el momento creo que no tienes errores ortograficos (no soy buena localizandolos), has mejorado notoriamente, (ya lo había dicho pero ¿Qué dañó hace repetirlo?) cada parte del texto me gusto, lo romantico, y más lo ¿dramatico? Ya sabes, si necesitas algo aquí me tienes para servirte, no dudes en acudir a mí, siempre contarás conmigo. Hm...¿Me avisas cuando subas continuación? Por favor.

    Adiós y gracias.

    At: Fer-chan.
     
  11.  
    DulcceAmmor

    DulcceAmmor Iniciado

    Leo
    Miembro desde:
    20 Enero 2011
    Mensajes:
    25
    hola cami! me gusto mucho la conti! es especial el beso! fue tan romantico! que bueno que inuyasha ya se decidio bien! y estoy seguro que la protegera, espero que no suceda nada malo! quien sera el mas fuerte demonio?? espero que no sea mas fuerte que inuyasha!!
    espero la conti! la ame y ame la parte romantica, espero que hagas mas asi :p
    gracias por avisarme!!
    SayO
     
  12.  
    Cami Chan

    Cami Chan Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    10 Marzo 2011
    Mensajes:
    304
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Por el amor, cualquier cosa. [InuxKag]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    2021
    Holaa! este es un capitulo especial, ya que tiene una buena parte de MirxSan, espero que les guste mucho y gracias por sus comentarios!
    p.d: decidí cambiar el formato de letra del fic, ya que creo que esta es más agradable, espero no les moleste. bueno... aqui les dejo el capitulo...


    Capitulo 6: Confesiones de un monje.


    Sango se encontraba en la cabaña de la anciana Kaede, arrodillada junto a un inconsciente Miroku, que desde la batalla no despertaba. La pobre exterminadora se encontraba muy preocupada, ya que el golpe había sido muy fuerte y Miroku sólo era un humano, no como Inuyasha, por lo que no podía resistir tantas cosas. La habían dejado a solas con el monje; Shippo había ido a buscar agua y pescar algunos peces para la cena junto con Kagome, la anciana Kaede estaba tratando de tranquilizar a los aldeanos después del ataque del día anterior, explicándoles que ya estaban a salvo y que no habría peligro de que regresaran a sus casas y deberes rutinarios. Inuyasha… Bueno, él era otra historia.

    Se encontraba sentado en una rama de un árbol desde donde podía ver que Kagome y Shippo estuvieran bien. Desde la batalla, estaba que no cabía en sí del enojo. Las últimas palabras de Miten antes de huir resonaban aún en su cabeza…

    Flash Back.

    Inuyasha corrió hacia él y lo apuntó con la espada.

    —¿Por qué nos atacas? —le exigió.

    El dolorido demonio sonrió con sorna, sin responder.

    —¡Responde! —volvió a exigir.

    Miten en un milésima de segundo, rodó sobre su cuerpo y con sus alas alzó vuelo, tomando altura.

    —Fui enviado por el demonio más poderoso —gritó con voz profunda desde las alturas, provocando eco de sus palabras— Muy pronto conocerán al amo de todo, el gran Sukumo —anunció— Cuidate, sacerdotisa —advirtió apuntando a Kagome—muy pronto serás requerida…

    Fin flash back.

    No comprendía. ¿Qué demonios quería ese inmundo ser con su Kagome? ¡No le permitiría que le tocara un solo pelo! Ya sabía que el que sintiera aquella extraña presencia significaba que alguno de esos seres estaba cerca, por lo que no dudaría un segundo en utilizar el viento cortante hacia todas las direcciones con tal de acabar con ellos. A pesar de todo esto, estaba orgulloso de Kagome. Supo defenderse muy bien en aquella batalla y eso lo dejaba bastante tranquilo para batallas futuras. Suponía que después de todo esto no debía sorprenderle, ya que su Kagome ya no era la niña de quince años que solía ser. Ahora era toda una mujer. Su mujer.

    De pronto, Inuyasha ya ni siquiera pensaba en la batalla. El haber comenzado a pensar en que Kagome ya era su mujer lo hacía pensar en su futuro. ¿Se casarían? ¿Tendrían hijos? Lo primero dependía de él, ya que era él el que debía proponerselo, y, bueno, esperaba que ella aceptara. Y lo segundo… le encantaría. Pero quizás no fuese algo conveniente hasta no derrotar a Naraku, es decir, si Naraku se enterase de que Kagome estuviera embarazada de un hijo suyo, no dudaría en ir tras ella y matarla de inmediato.

    "¡Pero qué rápido cambia de tema mi mente!" pensó Inuyasha. Primero pensaba en la batalla, luego en Kagome y luego en muerte. Aunque, claro, todos giraban en torno a Kagome. Su mundo entero giraba en torno a Kagome desde que la conoció. Su sonrisa era como un imán que lo atraía, esa sonrisa…

    … que le estaba dedicando en aquel preciso momento.

    —¡Inuyasha! —lo llamó desde la base del árbol— Ya nos vamos. ¡Apresúrate! —lo urgió.

    ¡La familia de Kagome! Lo había olvidado. Sintió un poco de nervios. ¿Qué pensaría la familia de Kagome al saber que ella era su mujer? ¿y si le preguntaban qué quería decir que era su mujer? ¿les contaría ella que mantienen relaciones? Su cara enrojeció tan solo de pensarlo, pero debía estar allí con ella y apoyarla.

    —Ya voy —le contestó bajando de un salto del árbol y ayudándola caballerosamente llevando su pesada mochila.

    Caminaron en silencia hasta el pozo. Ambos estaban absortos en sus pensamientos. Habían pasado demasiadas cosas… de un día al otro ella era su mujer, los atacaban y amenazaban y ahora… algo que podía volverse peor que enfrentarse a mil demonios: la aprobación de la familia de la miko.

    —¿Listo? —le preguntó Kagome con una rodilla apoyada en el borde del pozo devora huesos.

    Inuyasha no era tonto. No lo estaba, pero si le decía esto la miko lo acusaría de cobarde y se burlaría de él. Su orgullo pudo más.

    —Siempre —contestó con seguridad fingida. Antes de que ella lo viera a la cara, la tomó por la cintura y saltaron.

    _______________________________________


    —Excelencia… —susurraba Sango, al ver que las horas pasaban y su amado monje no despertaba.

    Shippo había ido a buscar agua y la anciana Kaede lo estaba vigilando para que no hiciera travesuras, por lo que se encontraban completamente solos en la cabaña. Sango estaba muy angustiada. Se sentía culpable, ya que ella, a pesar de haber estado parada justo al lado de él, no pudo hacer nada por ayudarlo, así como no pudo ayudar a sus familiares cuando Kohaku fue controlado por el ser asqueroso de Naraku (que gracias a Kami, o bueno… más bien, gracias a Kikyo ya era libre, ya que ella había purificado su fragmento de la perla). En fin, no había palabras para describir lo inútil que se sentía la exterminadora, hasta que…

    —San… go —escuchó que esa voz que anhelaba tanto escuchar susurraba. Su corazón se paralizó y de inmediato volteó a verlo con la cara surcada en lágrimas, tomándole una mano.

    —¡Su excelencia! —exclamó con culpabilidad y alivio a la vez, apoyando levemente su cabeza en el pecho del monje— ¡Discúlpeme, excelencia! De haber sido más fuerte o haber reaccionado a tiempo, usted no estaría en este estado.

    Miroku, al escuchar aquellas absurdas palabras, se sentó con mucha dificultad apoyado contra la pared, para estar a la misma altura de su amada. La vio a la cara y notó a simple vista que no había pegado un ojo en toda la noche y con todas las lágrimas que caían por sus mejillas tenía un aspecto muy demacrado, pero a él le pareció la mujer más bella que pudiera existir, ya que era la única que derramaba aquellas lágrimas por él. Le apretó levemente la mano que ella sostenía, para que lo mirara a los ojos. Cuando lo hizo, le dijo:

    —Sango… no llores más. Estoy bien —le dijo. Y era verdad, después de todas esas horas inconsciente se sentía muchísimo mejor. Quizás no pudiera pararse de inmediato, pero se sentía bien.

    Ella lo miró, dudando de su afirmación, mientras él seguía diciendo:

    —¿Sabes? En mi mundo ideal, yo habría despertado y tú estarías ahí sonriente, con la cena lista y un beso de bienvenida a la realidad —confesó— Pero en cambio, te tengo aquí así: llorando y diciendo cosas absurdas, y yo no quiero eso, Sango —le dijo mirándola a los ojos y acariciándole la mejilla.

    Ella estaba en shock. ¿Que quería decir el monje con aquellas palabras? Entonces, notó que él también decía cosas absurdas.

    —¿Cómo puede esperar que yo sonría? —le espetó— Desde ayer he estado tan preocupada… ¿Y usted espera que esté sonriente? —realmente le sonaba absurdo que el monje esperara eso.

    —Sí, Sango, eso espero. Yo siempre estaré bien si tu lo estás —le dijo muy tiernamente— Me importas demasiado, Sango, como para dejarte sufrir por mí.

    Ella se derretía por dentro por esas palabras, pero le parecían una completa locura. ¡Claro que ella iba a sufrir por él! ¡Lo amaba demasiado como para ser indiferente!

    —Excelencia… deje de decir locuras, por favor.

    —Es que no son locuras, Sango —trató de explicarle— Bueno, pensaba hacer esto de mejor manera y en mejor estado pero… —vaciló un segundo.

    —¿Pero qué, su excelencia? —lo animó Sango a continuar.

    —No seas impaciente, Sango —la regañó mientras le tomaba ambas manos— Lo que estoy a punto de decirte es algo muy importante y debo hacerlo bien.

    Con un poco de esfuerzo, trató de pararse y Sango lo ayudó, parándose también. El monje le hizo un gesto de que salieran de la cabaña, a lo que ella accedió a regañadientes. Shippo y la anciana Kaede los miraron sorprendidos, pero Miroku les dijo que estaba bien y que porfavor los dejaran a solas. Se sentaron junto al pozo, ya que era el lugar más privado que había porque a los aldeanos les daba un poco de miedo lo que se decía sobre el pozo, entonces tendrían total privacidad.

    Estuvieron en silencio un rato. Sango se estaba desesperando, quería saber qué quería decirle Miroku y su aparente tranquilidad y poca prisa la estaban matando. Abrió la boca para decirle algo, pero la cerró en el momento, ya que el monje comenzó a hablar.

    —Antes de decirte lo que te tengo que decir, necesito que escuches esto: Toda mi vida ha sido cegada por la venganza de lo que Naraku le hizo a mi familia —comenzó mirándose la mano donde tenía su kazaana— Sólo me enfocaba en eso. Nunca pensé en el amor, la familia o mi futuro así, sólo quería tener un hijo en caso de que yo no pudiera acabar con Naraku. Debido a esto he sido tachado de mujeriego por muchos, incluyéndote —continuaba mirándola esta vez— y no digo que no sea verdad. Pero… todo cambió cuando te conocí. Tu fuerza, tus valores, tu determinación… todo eso me hizo dejar de mirar a las demás y enfocarme sólo en ti. Sólo de ti aguanto el dolor de una cachetada, y mira que duele mucho —rió—Pero no lo haría de no saber que sientes lo mismo que yo. Me lo dice el rubor de tus mejillas cuando te hablo, justo como ahora —rozó suavemente su pulgar con su mejilla—, me lo dice lo molesta que te pones cada vez que estoy con otra y me lo dicen tus ojos. Y yo, Sango, te amo.

    Sango rompió a llorar en ese momento. Estaba conmocionada por toda esa información que había deseado escuchar hace tanto y que por fin, llegaba a sus oídos. Quería contestarle que también lo amaba, y con su vida. Pero el monje se lo impidió poniendo un dedo en sus labios.

    —Por todo esto que te acabo de decir, quiero pasar el resto de mis días contigo Sango. Quiero que seas la madre de mis hijos y que me acompañes hasta la muerte. ¿Te casarías conmigo, dulce Sango? —preguntó al fin, mirándola a los ojos con una intensidad increíble.

    —S-sí —contestó sollozando— Te amo, Miroku —confesó al momento en que se abalanzaba sobre él, rodeándole el cuello con los brazos.

    —Auch, con cuidado, amor —se quejó riendo— Sé que soy muy fuerte, pero no dejo de ser humano.

    Ella se apartó un poco avergonzada y lo besó. Ahora al fin, estarían juntos.

    Continuará...

    ************************************************

    bueno, espero que les haya gustado este capitulo, realmente me inspiró poder poner una parte de otra pareja tambien ya que se que a muchos les encanta mirxsan :) Bueeeno, ya estoy trabajando en el siguiente capitulo, asi que no deberia tardar mucho! saludoos!
     
    • Me gusta Me gusta x 5
  13.  
    liisseth

    liisseth Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    21 Noviembre 2010
    Mensajes:
    59
    Pluma de
    Escritora
    Waaaaaa estoy muy feliz por Sango y Miroku se van a a casar, estuvo hermosa la confesión realmente te inspiraste por que no cualquiera puede escribir algo con tanto sentimiento. =0 ¿Cómo? El gran InuYasha el que no le tiene miedo a nada, no importa que sea, tiene miedo por no ser aprobado por la familia de la chica *¬* por eso lo adoro. Me encanta tu fic espero la conti. Esta chica dice:

    Cambio y Fuera
    ?¬ |•‡•_|[°o.Liizeeth--Annahhi.o°]|_•‡•|¬?

    si una espada que no corta pero cura y da vida a las personas que amas y una espada con un sentimiento puro de proteger, si al escoger te equivocaste de espada, dile adiós a tu deseo de vida
     
  14.  
    Miko Mica

    Miko Mica Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    16 Marzo 2011
    Mensajes:
    19
    Pluma de
    Escritora
    Konichiwa!!!
    Kyaaaaaaa!! que lindos Miroku y Sango ^.^ se declararon sus sentimientos, ahora si todos tienen pareja (a Shippo no lo incluyo porque es un lindo niño XD), el Inu ya hasta estaba pensando en hijos n_n espero y la familia de Kagome lo reciba con los brazos abiertos, si yo fuera la mama de Kagome haria una fiesta!!... bien creo que ya me sali del tema ^///^
    Encerio escribes muy bien, sigue asi y Muchisisisisisisisisisimas gracias por avisarme
     
  15.  
    AlexMarie Kagamine

    AlexMarie Kagamine Usuario popular

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Enero 2010
    Mensajes:
    767
    Pluma de
    Escritora
    Kyaaaaaaaaaaaaaaa
    super super ahora si lo que esperaba que bonitas palabras del monje Miroku
    super tierno y lindo no puedo creer lo genial que eres para escribir
    me gusta mucho la narracion y como lo desarrollas espero conti ansiosa no me dejaras asi
    ¿verdad?...ojala y Miroku hubiera hecho lo mismo en el anime
    aunque pasando a otro tema Inuyasha-sama deja tu orgullo de lado y admite que estas nervioso
    pero no creo que debas estarlo la mama de Kagome siempre fue muy tierna no te preocupes
    y tu fiel seguidor sota no se diga ¡garras de acero!...jajaja bueno me despido y te felicito de nuevo
    muy buena historia buena suerte cuidate mucho y nos estamos posteando
    Atte: Alex
    Matee ne
     
  16.  
    Akira

    Akira Iniciado

    Capricornio
    Miembro desde:
    24 Febrero 2011
    Mensajes:
    37
    Pluma de
    Escritora
    Que lindo! Miroku al fin decidio declarar sus sentimientos a Sango que lindo! pero se me hizo un poco desvergonzado, adelanto mucho las cosas pero me gusto mucho su declaracion! es muy tierno con ella! me encanto esa parte!. Pero Inuyasha pensando en Kagome como siempre no puede pensar en otra cosa! me dio risa en que se dio cuenta de que deberia estar pensando en la batalla:
    "¡Pero qué rápido cambia de tema mi mente!" pensó Inuyasha.
    me dio tanta risa! pero en fin los dos son tan guapos y tiernos (y fuertes)! Kagome y Sango son tan afortunadas!:p Espero conti!
    Chaiitoo...
     
  17.  
    DulcceAmmor

    DulcceAmmor Iniciado

    Leo
    Miembro desde:
    20 Enero 2011
    Mensajes:
    25
    que linda confecion de miroku! se inspiro! hizo la confecion mas ferfecta *_*
    se van a casar y tener tres hijos! espero que a miroku se le vayan sus "mañas" quiero saber que dira la familia de kagome al saber lo de inuyasha y kagome o se lo diran??? por que facilmente podrian guardar el secreto pero seria mas sincero confesarlo!
    espero la conti!! y gracias por avisarme!
    SayO!
     
  18.  
    Alexa Hime

    Alexa Hime Usuario popular

    Escorpión
    Miembro desde:
    20 Marzo 2011
    Mensajes:
    685
    Pluma de
    Escritora
    hola cami hay que hermosa esta tu historia por dios casi me muero cuando lei la ultima parte de la conti 3 me quede:eek: y un poco asi:confused: osea elevaste el amor de inu y kag al otro nivel y lo que mas me gusto que a diferncia de otros fics que he leido( los que mencionan uniones asi) lo hacen ver de forma vulgar pero tu lo enfocaste de manera tan hermosa sin decir las partes de accion y este ultimo esta:D asi de bien pero me muero de las ganas de ver que dice la familia de kagome haber que le dice ala suegra jejeje;) enserio avisame cuando este la proxima conti no te olvides de mi o me pondre asi :(.....besos sayonara
     
  19.  
    Cami Chan

    Cami Chan Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    10 Marzo 2011
    Mensajes:
    304
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Por el amor, cualquier cosa. [InuxKag]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    2882
    Hola denuevo amigas! Muchas gracias denuevo por sus comentarios, espero que les guste esta nueva parte.

    Capitulo 7: Familia.


    —¡Ya estoy en casa! —gritó Kagome al entrar en su vivienda. Se escuchaban ruidos desde la cocina y la sala, por lo que dedujo que su madre estaría cocinando y Souta estaría jugando algún videojuego.

    Apenas llamó, su madre se asomó por la cocina y sus ojos brillaron al ver que era su hermosa hija la que volvía del Sengoku. Siempre que su hija se iba a la otra época, una incertidumbre la embargaba, ya que nunca sabía si volvería. Tanto por si algo le pasara o por si… se enamorara. Y al ver la forma en que su hija mantenía la mano de Inuyasha apretada no tuvo dudas de que, por increíble que pareciera, la segunda opción era más posible.

    —¡Bienvenida, hija! —la saludó haciendo caso omiso de lo que era evidente. Quería que su hija le contara— ¿Como has estado, Inuyasha? —lo saludó también con una enorme sonrisa.

    —Muy bien, señora —respondió algo nervioso, pero seguro de lo que decía, de verdad que estaba muy bien.

    De pronto, un pequeño ciclón entró en el pasillo: era Souta, con una alegre sonrisa de oreja a oreja. Él también había crecido bastante en esos años, ahora tenía once años.

    —¡Hermana, Orejas de Perro! —los saludó feliz. Para ese niño, Inuyasha era un completo ídolo. Su gran ilusión del pasado era ser como él, aunque claro, no tenía mucho éxito usando las garras de acero, pero en su ingenua mentalidad de niño, algún día lo conseguiría, aun que, claro, ya no era tan inocente y había aceptado que posiblemente no lo lograría nunca.

    Kagome miró hacia todos lados, faltaba su abuelo. Seguramente debía andar limpiando el templo, él era un hombre muy dedicado a su trabajo.

    —Mamá, ¿dónde está el abuelo? —le preguntó sólo por asegurarse.

    —Ah, fue a hacerse unos estudios médicos —le respondió con calma— Sólo unos de rutina.

    Kagome asintió y se llevó a Inuyasha escaleras arriba, para poder cambiarse y darse una buena ducha. Más tarde hablaría con su mamá de su relación con Inuyasha. Ahora que lo pensaba… ¡tenía tantas cosas que hacer en un solo día! Luego de hablar con su madre tenía que ir a la farmacia por algunas medicinas para llevarse a la época antigua, ya se le habían acabado las de la última vez.

    Entraron a su habitación e Inuyasha se dejó caer sentado sobre la cama, suspirando. Cosa que no pasó desapercibida a Kagome. Lo conocía tan bien que sabía cuando estaba triste, preocupado o le ocultaba algo. Se dejó caer junto a él, abrazándolo por la cintura. No sabía lo que le pasaba, pero esta era su manera de decirle "Aquí estoy, confía en mí". Sabía que Inuyasha no era muy bueno para expresarse con palabras, así que no le preguntaría qué le pasaba, tan sólo esperaría a que él tuviera el valor de decírselo por iniciativa propia. Cosa que no tardó mucho en suceder…

    —¿Crees que me acepten? —preguntó angustiado.

    —¿Te refieres a mi familia? —preguntó de vuelta, comprendiendo más o menos por dónde iban los pensamientos de su hanyou.

    —Sí, es decir… ¿Y si no me aceptan y no te dejan volver al Sengoku conmigo? —realmente le daba miedo que aquello sucediera. No podía permitir que alejaran a su Kagome de él. Antes muerto.

    —¿De verdad te preocupa eso? —preguntó sorprendida. Al verlo a la cara, supo que hablaba muy en serio. Era algo tan absurdo que casi se le escapa una carcajada, pero sabía que él se molestaría si no lo tomaba en serio. En realidad, le parecía muy tierno que se abriera al fin así con ella— Es imposible que no te acepten. Mi familia te adora, no hay forma en que derrepente no quieran que pase tiempo contigo. Es más, estarán muy felices.

    Él sonrió. Kagome siempre hacía que sus preocupaciones se esfumaran. Por eso la amaba: era la única que lograba controlar su carácter, sin hacerlo cambiar. Ya se sentía más tranquilo. Buscó con la boca sus labios, para fundirse en un apasionado beso. A ella le sorprendió la efusividad del beso, pero lo aceptó gustosa, abrazándose a él. Sólo Kami sabía cuándo amaba a ese hombre que le hacía sentir todas sensaciones. Nunca hubo otro, es decir, ¿cómo, después de conocer la perfección para ti, podrías conformarte con menos? Probablemente si Inuyasha nunca se le hubiera declarado y se hubiese ido con Kikyo, ella lo hubiese seguido amando por toda la eternidad, de todas maneras. Se separaron al sentir que la puerta del cuarto se habría se sopetón.

    —¡Hermana! ¡Amigo orejas de perro! —exclamó Souta desde la puerta— ¿Qué estaban haciendo?

    Ambos estaban rojos como el kosode del hanyou. Por suerte se habían separado a tiempo, ya que al parecer Souta no había logrado ver nada.

    —Ehh… Souta… nosotros… bueno —tartamudeaba Kagome.

    —Sólo estábamos hablando, enano. Kagome ya se iba a dar un baño ¿no es así, Kagome? —se apresuró a contestar Inuyasha, mirando a Kagome para que le siguiera el juego.

    —S-sí, eso —se apresuró a tomar las cosas para el baño y salió de la habitación.

    Souta e Inuyasha se quedaron solos en la habitación. Se había hecho un silencio incomodo. Souta miraba a Inuyasha con malicia, como un mafioso a punto de extorsionar a su víctima. El hanyou ya comenzaba a sudar. Sabía lo que esa mirada del niño significaba: había visto más de la cuenta. Su "cuñadito" se acercó lentamente a él, acercando la silla del escritorio al frente de la cama, donde se sentó para mirarlo de frente.

    —Muy bien —dijo, en este punto Inuyasha ya estaba preparado para negarlo todo, pero su pregunta lo descolocó— ¿Hasta donde has llegado con mi hermana? —preguntó con una cara pícara. Quién lo diría, el pequeño hermano de Kagome se parecía al pervertido de Miroku en ese momento, y eso que tan sólo tenía once años.

    —¿D-de qué ha-hablas? —tartamudeó nervioso el hanyou, haciéndose el que no había comprendido, cuando en realidad pensaba "Kagome, señora, alguien, porfavor ¡llevense a este niño!".

    —No te hagas —le respondió— Yo los vi, sé que estás con mi hermana, no soy tan ingenuo —decía, tenía acorralado al hanyou contra la pared. De pronto, escuchó su salvación.

    —¡Souta, te busca Hitomi en la puerta! —lo llamó la señora Higurashi desde el primer piso. El niño se sonrojó, lo atraparon en su propio juego.

    —¡Já! —rió Inuyasha— Y tú, ¿qué tan lejos has llegado con esa niña? —le espetó dando vuelta la situación.

    Él niño se sonrojó furiosamente.

    —No diremos nada de esto a nadie, ¿trato? —negoció Souta, tan avergonzado como el hanyou.

    —Trato —contestó dándole la mano para cerrar el trato, igual de sonrojado que el pequeño, quien salió corriendo escaleras abajo para ver a su novia desde los ocho años.

    Un rato después, Kagome volvió del baño envuelta tan sólo por una toalla y con el pelo goteando en las puntas, aún húmedo. Sin siquiera mirar a su amado, se puso a rebuscar en su armario algo que ponerse, pero antes de que pudiera seguir buscando, unos fuertes brazos la abrazaron por detrás, apretando su menuda espalda contra el fornido pecho de su Inuyasha.

    —Estoy un tanto cansado de que siempre nos interrumpan… —confesó con voz ronca contra su oído. El deseo de su voz no pasó desapercibido para la miko, que se sentía de igual manera.

    —Yo también —susurró dándose vuelta— Pero ahora no es el momento, debemos hablar con mi madre, ¿recuerdas? —le recordó.

    El gruñó un poco, sabiendo que no podía hacer nada por contradecirla. Ella siempre tenía razón.

    —Sé que tienes razón —le sonrió de lado— Vístete rápido… ya quiero terminar con esto —anunció nervioso.

    Ella rió en respuesta. Era tan gracioso ver las debilidades de Inuyasha tan a flor de piel últimamente… Ella también lo deseaba, pero tenían muchas cosas que hacer en el día y no podían desviarse de los planes o no les daría tiempo. Se vistió rápido con un vestido con estampado de flores de tirantes, apretado hasta la cintura, donde comenzaba a acampanarse hasta poco más arriba de la rodilla, con unas sandalias con una delicada plataforma. Por supuesto, que a pesar de todo lo que habían pasado, obligó a Inuyasha a voltearse mientras se cambiaba, cosa que el hanyou consideraba una tontería ya que él ya conocía todo su cuerpo, pero respetó su deseo.

    Bajaron hasta la cocina, donde se encontraba la mamá de Kagome cocinando algún rico guiso, que olía delicioso. A Inuyasha se le hacía la boca agua, pero trató de concentrarse, ya que había llegado el momento de la confesión.

    —Mamá —la llamó Kagome. La aludida se dio vuelta sorprendida, ya que no había notado su presencia en la cocina, pero de inmediato les sonrió, sabiendo lo que se venía— ¿Podemos hablar contigo?

    —Claro, hija —contestó rápidamente, mientras ponía más bajo el fuego de la cocina para que no se le quemara el guiso y se quitaba el delantal de cocina—Pasemos a la sala —los invitó, y todos se movieron hacia allá.

    Inuyasha y Kagome se sentaron en un sofá doble, uno al lado del otro, pero sin tocarse. La señora Higurashi, en cambio, se sentó en otro sofá igual pero enfrente de ellos. Souta había salido con su novia, así que tenían completa privacidad. Al ver que el silencio se alargaba, fue la Sra. Higurashi quien lo rompió.

    —Dime, Kagome, ¿de qué quieres hablarme? —la instó a hablar, sabiendo completamente la respuesta, pero sabía que no debía ser fácil para su hija.

    Kagome lo meditó unos segundos, debía elegir bien sus palabras y ser directa, sin rodeos. Sabía que su madre lo aceptaría, pero no quería elegir palabras que incomodaran al vergonzoso de Inuyasha.

    –Bueno, mamá —comenzó— Lo que sucede es que hace unas semanas… Inuyasha y yo estamos juntos… Pero… queremos que estés enterada de lo que sucede y que nos des tu aprobación —listo, lo dijo, ya lo peor había pasado… pero aún faltaban las palabras de su madre.

    Su madre sonreía radiantemente, como siempre.

    —Bueno, no te mentiré, desde que entraron por esa puerta esta mañana supe lo que ocurría, sólo esperaba a que ustedes me lo dijeran —confesó, sorprendiendo a los tortolitos, siempre esa señora era tan sabia…— Saben que tienen mi aprobación de antemano, pero sólo tengo una pregunta. Inuyasha, ¿la cuidarás? —preguntó esta vez más seria, la respuesta a esa pregunta era muy importante para ella. Debía saber que su hija estaba en buenas manos.

    —Con mi propia vida —contestó Inuyasha con igual seriedad e intensidad, sorprendiendo tanto a la Sra. Higurashi como a su hija. Él hablaba muy en serio, no dudaría en interponerse entre una bala y su Kagome. La miko lo abrazó fuertemente en respuesta, convenciendo a su madre de que eso era lo correcto.

    —Bueno, estoy segurísima de que se aman mucho, así que cuídense mutuamente —sonrío, aunque las lágrimas de felicidad por su hija pugnaban por salir, sólo ella sabía cuánto había sufrido su hija por ese amor que el fin era correspondido. Kagome al verla así, se paró y fue a abrazar a su madre— Te amo, hija, sé muy feliz —le susurró sabiendo que ahora su hija vendría mucho menos, ya que debía comenzar a formar su vida junto con Inuyasha en la era Sengoku.

    —Y yo a ti, mamá —le contestó.

    Inuyasha miraba conmovido la escena, sintiendo un poco de nostalgia por no tener a su madre con él. Suspiró aliviado. Su tan temido momento, ya había pasado, y había resultado de lo mejor.

    _________________________________________

    Más tarde, caminaban por la acera de una avenida, yendo a la farmacia para comprar los medicamentos que les hacían falta para llevarse al Sengoku. Iban tomados de la mano y riendo de cosas cotidianas. Pararon en una esquina para cruzar, esperando a que el semáforo para peatones estuviera en verde. La Sra. Higurashi y Kagome lo habían obligado a vestirse con ropa de esta época. No porque fuera necesario, sino porque les gustaba experimentar. Lo habían vestido con unos jeans oscuros, una camisa blanca con las mangas remangadas y los primeros botones de arriba abiertos y unas zapatillas de hombre urbanas, y, además, la infaltable corra para tapar esas lindas orejitas. Se veía completamente guapo, tanto que las chicas que pasaban junto a ellos en la calle lo miraban fijamente suspirando, o miraban a Kagome con envidia, claro que el hanyou era tan distraído que no notaba nada de esto. Aún así, Kagome no se quedaba atrás, se veía completamente deseable para cualquier hombre con ese vestido, que destacaba sus largas piernas. Varios prácticamente babeaban cuando pasaba la chica, y esto sí que no pasaba desapercibido para el hanyou, que la abrazaba por la cintura cada tanto, como indicando que esa chica le pertenecía.

    Inuyasha le dio un rápido beso a Kagome en el semáforo, abrazándola por la cintura, provocando un par de gruñidos de chicos y chicas envidiosos a sus espaldas.

    —¡Higurashi! —escucharon derrepente que alguien llamaba. Al voltearse vieron que era un chico de cabello castaño, vestido con una polera de mangas cortas verde y con unos jeans claros, y corría hacia ellos. Al verlo, Inuyasha gruñó, sabía perfectamente quién era. Era ese tal Houyo, ese humano que estaba enamorado de Kagome. No le agradaba para nada.

    —¡Houyo! —lo saludó la azabache con un abrazo, provocando que Inuyasha se pusiera aún más celoso— ¿Cómo has estado?

    —Muy bien, gracias, acabo de empezar hace poco la universidad, estudio leyes, ¿y tú, Kagome? —anunció orgulloso.

    —¡Qué maravilla! Yo me tomaré un año sabático antes de comenzar a estudiar —mintió sabiendo que lo más posible era que no estudiara en la universidad, debido a que se quedaría en el Sengoku. Inuyasha no comprendía nada de lo que hablaban, hasta que Kagome lo presentó— Oh, Houyo, él es mi novio, Inuyasha.

    —Oh, vaya —se entristeció un poco, ya que Kagome siempre había sido su amor platónico, pero enseguida se recompuso— Mucho gusto, soy Houyo —dijo ofreciéndole la mano.

    Inuyasha miró su mano con desprecio un momento, entonces se le ocurrió una idea. Estrechó su mano, apretándola con fuerza. El joven humano trataba de sonreír pero en cualquier momento se le reventaba la mano. Al final, Inuyasha lo soltó, sonriendo maliciosamente. Kagome no había notado nada, así que se sentía orgullosa por cuan educado se había portado Inuyasha. En ese momento, el semáforo se puso en verde.

    —Bueno, nosotros debemos seguir, Houyo —le decía Kagome a su dolorido amigo mientras lo abrazaba— Espero verte pronto, adiós.

    Y se marcharon, dejando a un Houyo que sentía que debía ir al hospital para que le revisaran la mano. Mientras un triunfal Inuyasha llevaba feliz de la mano a su mujer.

    ______________________________________

    Habían comprado todo lo que necesitaban para llevarse y venían llegando a la casa de la miko denuevo, cansados por el agitado día. Ya oscurecía así que estaban ansiosos por llegar y relajarse un rato.

    —¡Ya llegue! —anunció Kagome, sin obtener respuesta— ¿Mamá? —llamó confundida.

    —En la sala, hija —dijo su madre con voz extraña. Esto le llamó la atención. Su madre estaba sentada en el sofá con su abuelo, su mirada estaba perdida, como si no se encontrara con los pies en la tierra.

    —¿Sucede algo? —preguntó Kagome, preocupada por las expresiones de sus familiares.

    —No, cariño, está todo bien —fue su abuelo quien contestó— Ve tranquila a preparar tus cosas.

    —De acuerdo —aceptó no muy convencida la miko.

    Subió escaleras arriba. Se irían el día siguiente en la mañana, para poder descansar un poco. Pero no dejaba de estar preocupada por la escena que se había encontrado al llegar a casa, sería mejor que les creyera que todo estaba bien. Pero ella sabía… que algo andaba mal...

    Continuará...

    **********************************************

    Bueno, ahi les deje otra conti. ¿Tienen alguna idea de lo que pueda ser lo que pasa en casa de Kagome? Bueno, lo descubriran en el proximo capitulo. saludoos!
     
    • Me gusta Me gusta x 5
  20.  
    elviz

    elviz Guest

    :p ola soy nueva en tu fic... me encanto... qe bien qe inu y kagome ya esten juntitos!!
    y demasiado juntitos!!!
    inu ya pensando en boda e hijos jajja
    y por su parte sango y miroku tambien!
    pero kien sera el nuevo enemigo y para qe qerra a kagome!!
    y sera qe su abuelito esta enfermoo?? es lo primero qe se me ocurrio!
    y este inuyasha no cambia!
    esperare la contii.. no te tardees
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso