Fantasía Pequeña pez [+18 VIOLENCIA EXPLICITA]

Tema en 'Relatos' iniciado por Bettle Red, 12 Diciembre 2022.

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    Bettle Red

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    Título:
    Pequeña pez [+18 VIOLENCIA EXPLICITA]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1291
    En algún lugar en el centro de la luna, entre espesa niebla y un cielo verdoso sin sol, se elevaba una gran ciudad de asfalto y enormes gusanos mecánicos que, atascados de personas grises y de mirada perdida, recorrían las interminables avenidas.

    El reloj de algún hombre perdulario que se dejaba llevar por las olas interminables de monotonía fosca, marcaba las 10:45am. cuando la pesada tapa de cobre de la alcantarilla se abrió; de ella salió una niña de cara chata y escamas que cubrían todo su diminuto cuerpecillo, parecía tener unos cuatro o cinco años aunque era difícil saberlo con exactitud.

    El ruido tenía color, colores neón que, como gotas en una tormenta; se cruzaban fugaz y continuamente. Los colores proyectados por las enormes máquinas robóticas que trabajaban en las calles resultaban molestos e insoportables.

    La pequeña niña pez ni bien salió cuando un perro pasó rozándole un costado, a simple vista no se podía distinguir quien de los dos tenía más miedo; el canino la olfateó y la chiquilla se quedó tan quieta como una roca hasta que, por nervios, movió su bracito unos cuantos milímetros y se espantó al pensar que el perro la atacaría sin embargo su miedo lo había asustado y corrió de inmediato. La niña terminó de salir tan veloz como un rayo, sus movimientos eran rapidísimos; como los de una cucaracha.

    Poco tiempo pasó antes de que la multitud se percatara de la diminuta persona que se desplazaba "en cuatro patas" entre ellos y, sin dudarlo, comenzaron a escupirle, insultarle e incluso intentaban pisarle, era como si al pretender deshacerse de la pequeña se deshicieran de una parte repulsiva de ellos mismos.

    La párvula chiquilla no sólo tenía las escamas de un pez sino también los ojos: redondos, sin párpados, membranosos y negros, demasiado grandes para su pequeño rostro. Si se hiciera una comparación la mas exacta sería con una tilapia del Nilo. Asustada miraba a toda la gente que la ahuyentaba con pisotones y humillaciones, esta agresividad la hizo avanzar más y más rápido, esquivando las pesadas botas de cuero con casquillos que llevaban puestas todas las personas grises, corrió durante un tiempo hasta que su boquita sin labios se curvó en una sonrisa y sus piesillos se detuvieron de forma abrupta.

    Frente a ella había un enorme muro de cristal que dividía la muchedumbre desalentadora y parda de un lugar muy brillante cuyo cielo era azul y tenía un enorme y cálido Sol. Una persona fulgurante y de imagen pulcra la miró con curiosidad y le sonrió, extendió su mano y esta atravesó el cristal sin ningún problema, la niña tomó la mano y logró entrar. La persona brillante la acarició pero no demasiado y pronto mucha gente más comenzó a llegar. Todos admiraban al curiosito ser, le observaban y cuchicheaban entre ellos sin que sus sonrisas y rostros afables se distorsionaran o borraran siquiera por un segundo. Peewpee era consiente de los murmullos pero, por alguna razón no le molestaban e incluso la hacían sentirse importante; nunca le había observado mientras le sonreían y tampoco le habían acariciado alguna vez en su vida, esos pequeños gestos ya valían el viaje lleno de zapatazos.

    Le comenzaron a dar comida y mimos, la vida no podía ser mejor. Peewpee siempre se había creído repulsiva e indeseable, había olvidado como lucía antes de la explosión y poco a poco se fue resignando a su nueva apariencia sin embargo era justo en esos momentos llenos de afecto de gente bonita que comenzó a pensar que tal vez no era tan repulsiva, tal vez solo había vivido mucho tiempo en el lugar equivocado.

    La pasearon por todo el lugar, que era muy semejante a la visión general del paraíso; estaba lleno de plantas coloridas y frutas deliciosas, sus arboles era gigantes y tupidos de hojas grandes y verdes, el aire era limpio sin ese mareoso olor a azufre que impregnaba por completo el ambiente del "otro lado"

    La niña pez había oído hablar de eso, había escuchado a gente que habían escuchado a otra que decían que el trato del otro lado del muro era mucho mejor. Eran pláticas sin rostros, nunca vio a las personas que las sostenían pero ponía atención en cada una de sus palabras; debajo de las calles, en las alcantarillas de agua putrefacta resonaban sus voces y detalles que, dentro del cotilleo, le arrojaban sin saberlo. Había escuchado los rumores acerca de una enorme y cálida esfera de luz que alumbraba el bellísimo paisaje, de la comida exquisita de preparación dificultosa. La hora de dormir era su momento favorito pues podía soñar con todos aquellos relatos utópicos pero ahora eran tan reales y tangibles como ella misma.

    La ilusión había durado mucho tiempo, tanto que creyó que era su nueva realidad hasta que un día todo se terminó.

    El gentío se reunió a su alrededor y la tomaron de una papita, Peewpee creyó con, ingenuidad, que la acicalarían como en ocasiones anteriores sin embargo una de las personas brillantes sacó un descamador y se acercó de manera casi furtiva a ella, comenzó a rasparle todo su cuerpo y las escamas marrones saltaron por todas partes tal y como lo hacía el aceite al estar caliente y agregarle agua. Peewpee había perdido la capacidad de sentir dolor hacía mucho tiempo por ello no se quejó ni tampoco se retorció pero su mente se nubló, no tenía la suficiente capacidad de raciocinio para entender lo que ocurría.

    Un fogón se encendió y a Peewpee la colocaron en una camita de metal, acondicionada con algunos vegetales, le colocaron un poco de aceite y la masajearon. La pequeña observaba todo con sus enormes ojos bien abiertos, no podía sentir dolor pero si miedo y lo estaban sintiendo cada minuto que pasaba; su cuerpito temblaba y de su boquita salieron un par de soniditos parecidos a un suspiro y un grito ahogado. Pasó bastante tiempo hasta miró hitamente como unas blancas y suaves manos la quitaban de la plancha que, hasta hacía poco, se encontraba sobre el fogón. Recostada sobre un frío plato de plata solo podía observar el cielo azul.

    Una vez colocada en el centro de una enorme y rígida mesa de mármol, quedó anonadada ante la mirada hambrienta de los presentes que, de a poco, le arrancaron trocitos de carne, bien cocida, de su cuerpo. La comían lentamente mientras acompañaban cada bocado con un sorbo de algo que parecía ser vino, Peewpee nunca había visto el vino pero si había oído hablar de el y eso que bebían parecía coincidir con la descripción de la bebida.

    La nena escamosa se había quedado sin sus escamas duras que le ayudaban a sobrevivir en las profundidades de los ríos insalubres que corrían por las alcantarillas, las personas relucientes se habían comido su sabrosa carne después de haberla alimentado y consentido durante días sin embargo no habían ultimado su vida, en cambio en cuanto terminaron de degustar tan exótico banquete la concurrencia refulgente le habían atado una bolsita con comida a uno de sus huesitos de su espalda. La condujeron al muro y la hicieron cruzar de nuevo, una vez que la niña regresó a donde la habían encontrado se limpiaron sus manos y se marcharon sin mirar.

    La chiquita aún podía moverse pero ahora solo era un montón de huesitos con un rostro que lucía desproporcionadamente grande. Miró el cielo verde y oscuro con su boquita abierta, intentado asimilar su experiencia, como cuando uno recién despierta y trata de recordar lo que soñó, después de un rato volvió a mirar al frente y emprendió marcha de regreso a su alcantarilla acompañada de un tintineo singular provocado por el choque entre sus huesillos.
     
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    Ragnarok Seiska

    Ragnarok Seiska Escritor Aficionado

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    Tu relato es oscuro y desgarrador. Yo lo pondría en +18. Yo ahora me voy a tratar de olvidar tu relato con alguna cosa felíz que puede conseguir por ahí...
     
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  3.  
    Bettle Red

    Bettle Red BettleRed

    Libra
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    Lo lamento mucho.
    No creí que fuera tan fuerte.
     
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    Starluz

    Starluz Usuario común

    Tauro
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    Ay, me ha dado algo... como cringe o parecido, definitivamente esto no es para +9, sino +18. No digo que esté mal, de hecho estuvo interesante, solo que bastante creepy para lo que esperaba de ese +9.
     
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    Sonia de Arnau

    Sonia de Arnau Let's go home Comentarista empedernido

    Leo
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    Wow, wow, wow, ¿qué acabé de leer? ¿por qué lo leí? Me picó la curiosidad, la verdad, recordé que no estaba etiquetado con un +18, dudé en leerlo, pero al final me armé de valor porque quería saber porqué después le agregaste la etiqueta, y aquí estoy.

    Algo que tengo que destacar indiscutiblemente es la buena narración a la hora de describir la ambientación, es muy imaginativa en todos los aspectos, además de ser algo tétrica, añadiendo que Esas palabras y oraciones especificas son la clave.

    Por la esencia del escrito, me imagino que lo vivido sería la perspectiva de un pez siendo pescado y luego, por que no evité pensar en uno, al final queda en los huesos y solo la cabeza. Eso fue lo que pensé entre leía más. Pero imaginar esa escena desde una pecesilla humanoide, es por demás sombrío.

    Ahora, lo que de verdad me da más intriga es, ¿por qué dirías que es relato para niños de nueve años? Esto no tiene nada de infantil, es más, es fácilmente un relato reflexivo, que puede contener más profundidad de lo que se cree en una primera impresión. A mí me hizo imaginarme un montón de teorías. Me encanta cuando un escrito saca eso de mí.

    Fue una muy buena lectura, realmente me fascinó. Noté un par de errores ortográficos en la segunda vuelta, la primera vez que la leí estaba tan sumergida en la lectura que no me había dado cuenta. Fuera de eso, es escrito es muy bueno :D

    Sin nada más que agregar, me despido, hasta la próxima.
     
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