One-shot de Naruto - No eres la primera opción [InoSai]

Título: No eres la primera opción.
Autora: Camila Andrea [Rigorifi en Universo Fanfics]
Género: Romance.
Clasificación: K.
Advertencias: Ooc.
Fandom: Naruto.
Pareja: Ino Y. & Sai.
Extensión: One Shot. [709 palabras]
Resumen: ―Eh… ―sacó su libro nuevamente buscando un capítulo en específico― para mí no serías una opción…

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Las prioridades de cada mujer varían según sus intereses y ambiciones en la vida. Tenten, por ejemplo, se esfuerza al máximo para demostrarle al mundo que una kunoichi puede ser igual de hábil y talentosa que un hombre por lo que la belleza y femineidad se veían mutados para lograr su objetivo, el cual ya estaba logrado.

Ino, en cambio, también estaba interesada en la destreza característica de un ninja, pero la superficialidad de la belleza física le ganaba a horrores. Ella no solo entrenaba para ganar fuerza sino para adelgazar. Tener el cuerpo perfecto, piel de porcelana y un cabello fino y sedoso cada vez era más importante.

Según ella, todas sus compañeras siendo menos cuidadas que ella ya estaban emparejadas sentimentalmente con alguien y ella, en cambio, siendo la más linda y sensual del grupo ―bajo su propio juicio― estaba sola.

Recordó a Shikamaru quien cada vez se veía más activo y enamorado de Temari. Bufó por lo bajo en la soledad del campo de entrenamiento, permitiéndose la libertad de bajar la guardia y pensar en sus fallidos intentos de relación.

Según ella, lo tenía comiendo de la palma de su mano pues el genio ―creía ella― no podía resistirse a sus encantos de mujer. Por lo menos estaba convencido de ello hasta que llegó la hermana de Gaara.

Casi tres tallas más grande que Ino, un abanico gigante en su espalda y una personalidad mordaz. Pelo descuidado y enredado por las tormentas características de Suna, ojos verdes con forma extranjera y para qué negarlo: era la combinación perfecta entre inteligencia y cuerpo. Se notaba que era una mujer hecha y derecha.

Un cactus lleno de espinas y flores: difícil de seducir. A diferencia de ella: una delicada flor de estación.

Por lo que su compañero de equipo no tardó en enamorarse de la actual embajadora, dejando a Ino Yamanaka sola.

Bufó nuevamente.

Sasuke nunca se interesó en ella, en cambio sí por Sakura. Muchos años después, mas sí lograron estar juntos. Quizás la frente de Haruno contrarrestó su falta de senos y por eso llamó la atención de su ex amor platónico.

Sonrió para sí misma, sintiéndose estúpida. A quién quería engañar, él quería a su amiga con o sin pechos. A Uchiha le gustaba su perseverancia, inteligencia y fuerza, aunque esta última a veces lo asustara. Cosas que ella muchas veces carecía.

Por tercera vez, volvió a bufar.

Naruto y Hinata eran de lo más tierno. Después de años de desmayos y sonrojos al fin el Hokage notó que tenía un ángel cuidando cada movimiento de él. Con ayuda de sus amigos lograron salir solos ―sí, solos― sin que nadie interrumpiera. Cada vez las salidas eran más recurrentes, plantando el amor y cuidándolo con el paso del tiempo.

Deprimida, Ino se levantó y pensó si alguien iba a tomarla en serio. Estaba cansada de ser testigo de las experiencias de sus compañeros, sin ser protagonista de la suya. Anhelaba un amor tan confidente como el de Shikamaru y Temari, tan perenne como el de Sakura por Sasuke y tan puro como el Hinata por Naruto.

Quizás para que eso sucediera tendría que ponerle más ánimos a mejorar su físico.

―¿Será que no seré primera opción de nadie? ―preguntó al aire lanzando un kunai hacia un árbol.

Escuchó el típico sonido de pasar las páginas de un libro detrás de ella.

―Ya te escuché, Sai ―su pálido compañero bajó de la rama en que se encontraba escondido y sonrió. La mujer no pudo identificar si su sonrisa era verdadera o falsa, sonrojándose porque era muy probable que sus inseguridades se vieran expuestas frente al hombre que antes estaba espiándola.― ¿Dirás algo o te quedarás callado?

―Eh… ―sacó su libro nuevamente buscando un capítulo en específico― para mí no serías una opción…

Desató la furia y tristeza de Ino en solo una frase, haciendo que la joven le lanzara un kunai al brazo. Sai hábilmente lo esquivó acercándose más a ella.

―… serías la única. ―El hombre sonrío y esta vez, Yamanaka supo que era un ademán sincero.

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Saludos.