Maldita [Sessho&Kago]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Lexa, 23 Octubre 2012.

  1.  
    Lexa

    Lexa Fanático

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    Maldita [Sessho&Kago]
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    Romance/Amor
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    ¡Hola! De verdad lamento tanto la demora :C Pero todo se me ha acumulado y la inspiración se había ido de vacaciones S: A pesar de eso, he traído la continuación, a mi parecer está algo sencilla y plana, como que le faltó emoción y descripción, igual espero que les guste C:

    Ya saben, cualquier error háganmelo saber.


    Y Feliz Navidad a todos ;3




    Maldita [Sesshomaru&Kagome]
    .
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    Capítulo 4. Desesperación.


    Incontrolable era el deseo por volver a ser ella misma, salir de aquella trampa en qué, quizás, estúpidamente había caído, recobrar su energía, su sonrisa, su voluntad. Además, verla así, al borde de la desesperación, descolocaba hasta el ser más frío, y vaya que Kagome estaba sufriendo.

    Pero no, aquello era imposible, alguien o algo la retenía, la obligaba a no ceder, la encarcelaba en aquella mentira y, como si fuese una pequeña niña, la manipulaba.

    Kagome suspiró pesadamente y de rodillas cayó al duro suelo, vencida por el dolor y los recuerdos, ahogando gritos y lágrimas de frustración… ¿Acaso aquella agonía no terminaría?

    Liberarse de aquel dolor que la apresaba parecía ser una tarea imposible de realizar, ¿cómo fue que se dejó dominar de tal manera? Su corazón siempre fue puro, con los más sinceros sentimientos ¿En qué momento pasó por su cabeza la idea de lastimar?

    —¿Qué me está pasando? —murmuró con esfuerzo. Debía aferrarse a algo para salir de aquella oscuridad, un recuerdo que la hiciera recapacitar.

    El dolor la carcomía por dentro, las fuerzas se le agotaban. Pero, ¿con quién luchaba? Nadie estaba a su alrededor y cualquiera que la viera ahí, tirada en aquel duro suelo, diría que estaba loca…

    El atardecer empezaba a extenderse sobre el horizonte, los animales a paso lento comenzaban a retirarse para así ir a descansar en aquellas acogedoras cuevas. El cielo vigorosamente se teñía de un rojo intenso, admirable a los ojos de quienes apreciaran la belleza y, quienes lo negaran, mentían descaradamente.

    La azabache cerró sus ojos con fuerza, intentó tranquilizarse y recobrar la postura. Inhaló con fuerza llenando sus pulmones de aquel vital aire que le daba vida, despejó su mente, su corazón recobró un ritmo normal y de pie se puso sin mayor esfuerzo.

    Pensó que volvería, que aquella agonía terminaría.

    Cuan equivocada estaba.

    ~~~

    —¡Maldita niña!

    A paso apresurado sacó y desempolvó aquellos pergaminos malignos que hace años no usaba, pues –según ella- su utilización se vería reflejada cuando de una emergencia se tratara. Hecho su larga cabellera blanca hacía atrás y cerró los ojos en busca de concentración. Juntos sus arrugadas manos a la altura del pecho, cerca de su malévolo corazón y citó las frases que, con una sola mirada, captó.

    Años tenía haciendo brujería, lo que ella consideraba todo un arte excepcional que pocos dominaban. Y no permitiría que todo su trabajo se viniera a la ruina por el capricho de una niña insolente. La envolvería en la oscuridad perpetua y en una marioneta la convertiría.

    Recitó aquellas últimas palabras y una sonrisa embozó al obtener como resultado lo que anhelaba. ¿En qué había fallado? Buscar una respuesta que la satisficiera sería perder el tiempo. Lo único que le importaba a Etsuko es que su plan seguía en pie.

    Que su deseo, no importa ni con quién luche ni lo que suceda, será concedido.



    ~~~


    Ladeó su rostro y contrajo una mueca de molestia.

    —¿Dónde está esa niña? —preguntó con reproche.

    Horas llevaban en aquella cabaña en espera de su aparecer, colmando la paciencia del hanyou, llenando de preocupación a los demás. Todos miraban el atardecer admirando su belleza inagotable, pero no podían apreciarlo con la tranquilidad que deseaban, en sus rostros estaba plantada la viva imagen de la preocupación e intranquilidad.

    Inuyasha miró con indignación la dirección por donde se había marchada la azabache. ¿Es qué acaso no piensa volver? Pensó con molestia.

    Soltó un sonoro gruñido al aire, captando la atención de los presentes quienes, lastimosamente, ya sabían que lo que eso significaba. Suspiraron con pesadez, sabían que era lo mejor.

    Confiaron que la traería sana y salva.


    ~~~

    Sus pupilas dilatas estaban gracias a la pesada oscuridad en la que se había sumergido, mirando por el inmenso ventanal aquel panorama desagradable y asqueroso. Simplemente nadie –ni por muy loco que estuviera- se dignaría a vivir en un chiquero como ese, solo alguien tan cínico como Naraku llamaba a aquel castillo “hogar”.

    —Kanna… —murmuró con tranquilidad y confianza.

    La nombrada salió de las sombras, un punto cualquiera de la habitación, caminando entre los cadáveres que yacían en el suelo en plena descomposición, poco le importaba.

    —¿Sí, Naraku? —con voz apática formuló su pregunta.

    La pequeña estaba de pie frente a la impotente figura del hanyou, esperando que sus labios saliera una orden, como era de costumbre.

    —Muéstramela.

    El espejo de Kanna siempre mostraba lo que Naraku anhelaba ver, y frente al mismo pudo divisar a su miko, pérdida y confundida. La vio ahí, divagando entre el espeso bosque, con la esperanza de encontrar su camino y razón de vivir.

    Naraku sonrió complacido y satisfecho ante lo que sus ojos veían. Su plan, después de todo, saldría a la perfección. Solo él sabe la situación en la que se encontraba Kagome, solo él podría rescatarla de aquella oscuridad, pero para ello debía cumplir lo que la maldición imponía.

    Y tiempo tenía.
    ~~~

    —Déjame en paz —suplicó al aire.

    Sus piernas temblorosas se encontraban y sus marrones ojos veían con frenesí el rocoso suelo que pisaba, como si aquello fuese de gran importancia –aunque para Kagome en esa circunstancia lo era- quizás mirar aquellas piedras amontonadas le hacía olvidar la amarga voz que la aturdía.

    ¿Qué estabas pensando, miko? ¿Qué podrías librarte de mí así de fácil? Jamás.

    La azabache tapó sus oídos y corrió a todo lo que sus piernas daba, nuevamente huía. No sabía quién le hablaba con tanta arrogancia y malicia pero mala espina le daba, ¿un juego?, ¿una mala broma?, ¿su otro yo? Se quien sea deseaba con todo su ser que se largara.

    Sus marrones ojos se cristalizaron rápidamente y, sin poder hacer nada, gruesas lágrimas bajaban por sus enrojecidas mejillas. Sacudió con firmeza su cabeza intentando alejar aquellas frías palabras que la torturaban, de sus finos labios salía su agitada respiración y en sus oídos resonaba la razón de su dolor.

    Sintió sus piernas arder, -como si llevara horas corriendo- pero ciertamente no era así. No le importaba lo que hubiese a su alrededor, y mucho menos las leves heridas que su pálida piel se ganaba. Los rosales que decoraban con elegancia el inmenso bosque se interponían en su camino, la lastimaban físicamente, pero aquel dolor era insignificante –casi absurdo- ante lo que Kagome estaba sintiendo.

    Bruscamente detuvo su andar. Y su llanto cesó.

    Atónita miró lo que pudo haber sido su muerte, escasos centímetros salvaron su, ahora, desesperada vida. Atemorizada dio un paso atrás con la intención de alejarse de aquel precipicio, pero el punzante dolor que la invadía le reprimió tal deseo.

    Miró su alrededor con la esperanza de encontrar a alguien que la ayudará: un humano, una niña, un youkai, un animal ¡Quien sea! Pero la realidad es que estaba sola al borde de aquel precipicio, ni siquiera las aves danzaban en el cielo al compás de la brisa, ¡es que ni siquiera la brisa estaba presente! Tremenda soledad.

    Quizás no soy tan fuerte como pienso, quizás nunca lo fui. Aquel pensamiento perforó su corazón. Desde hace días se sentía extraña y cansada estaba de luchar contra un ser que no se mostraba.

    No lo soporto más y vio aquel precipicio como su salvación.

    Y sin ser consciente de sus acciones dio dos pasos hacia adelante, cerró con fuerza sus orbes marrones y en suspiro lanzó su cuerpo al vacío.

    Cuan desesperada estaba.
     
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  2.  
    razon

    razon Usuario común

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    Encuentro de hecho, que este ha sido un buen capitulo que me ha dejado intrigada y que a la vez, logra captar al lector. Aunque claro, has cometido leves errores, no tan importantes. Lo primero es que aun te falta un poco (casi nada) de la descripción emotiva de los personajes (lo digo porqué, a mi parecer, debiste desarrollar más la parte en la cual los chicos estaban preocupadas, o a lo mejor es que no quisiste darles mucho protagonismo, no lo se con certeza.)

    Y, bueno, otros leves errores;

    Primero; no será; "La nombrada salió de las sombras, de un punto cualquiera en la habitación, (...) "?

    Definitivamente estas bien, pero se te pasan pequeños errores.
    También note otra cosa, del siguiente párrafo donde Kanna habla. Querida, se supone que Kanna NO tiene sentimientos, por lo que su voz no podría sonar "apática" si no "neutra". No entendí eso, ni te has dado a entender, por eso mi desconcierto.

    Y bueno, note otro error;

    Simplemente como puedes apreciar, te has cortado.

    Y bueno, mis felicitaciones, como he mencionado antes has mejorado bastante, e incluso me mantuve tan entretenida con la narración perfecta que has hecho que no me he dignado a hacer otra cosa mientras te leía, de hecho, a la mierda mi dolor de ojos, estaba tan intrigada que incluso mi traviesa mente no se ha dignado a hacer una conclusión de lo que pasara en el capitulo (como sabes, o como sabrás ahora, yo, antes o entre el capitulo me aburro y empiezo a imaginar que pasara, acertó casi siempre) . Me has mantenido en vilo hasta llenarme la cabeza con dudas de lo que pasaría, me has entretenido y lo has hecho bien, malditamente bien, mujer.

    Mis felicitaciones querida.



    atte: razon
     
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    Syel

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    hola!!
    gracias por invitarme y traer un nuevo capitulo de tu historia. Me gustó mucho...ver como se siente Kagome ante aquella maldición, es extraño que ella piense que no es fuerte pero más que se "suicidará" de ese modo. Jamás me imaginé que ella fuera a saltar por su voluntad, y esa maldita bruja la quiere undir hasta lo más profundo. Espero que Inuyasha llegué a tiempo para rescatarla y si no es así confío en que Sesshomaru lo hará...Siento que le faltó un poco de narración en la parte que Inuyasha la va a buscar, no se, que sus amigos demuestren su preocupación o algo de sus sentimientos, sin embargo creo que fue un buen capitulo ya que haces que la lectora siga leyendo y más que se quede con la preocupación.
    Nos vemos el próximo capitulo!!
     
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    lady of the moon

    lady of the moon Entusiasta

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    hola y feliz año nuevo gracias por avisarme de la continuacion de este fic la verdad lo estaba esperando pero me has dejado desesperada.

    Al igual que sakura yo tambien grite nooo!!! al suicidio de kagome es que acaso no habra alguien para detenerla, no puede ser,

    me parecio muy interesante las emosiones y el dolor que sentía kagome en ese momento muy reales tanto asi, que uno mismo las puede sentir como propias en lo que a mi respecta

    gracias por esforzarte por nosotras fithing!!!
    kiss
     
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  5.  
    Lexa

    Lexa Fanático

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    Maldita [Sessho&Kago]
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    Hola! Mil disculpa por la tardanza, pero hacer los capítulos de esta historia me cuesta :c No sé, no tengo la idea clara de esta historia. Ya veremos que pasa...

    Muchas gracias por los comentarios y "me gusta" Les agradezco de todo corazón que sigan esta historia a pesar de todo x_x El capítulo consta de dos partes, pensaba hacer todo en un capítulo, pero nah, queda mejor así. Tampoco me gusta hacer capítulos tan largos :3

    Espero que les guste y gracias.


    Maldita [Sesshomaru&Kagome]
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    Capítulo 5. Confrontación.
    Primera Parte.

    Sucumbida en su propia mente se hallaba la sacerdotisa, queriendo estar ajena a su exterior y olvidar, por momentos, su terrible acción; internamente se lamentaba de lo que ahora estaba ocurriendo, aquello era una atrocidad. ¿En qué estaba pensando? Ese era el detalle, no estaba pensando cuando decidió suicidarse de tal manera; tantas cosas y personas que tenía por quién vivir, sueños y metas que cumplir… Ahora había echado todo al precipicio, acción que no daba espacio para arrepentimientos. Podía sentir la brisa golpeando con frenesí su pálido rostro, escuchaba el canturreó de las aves y a lo lejos podía detectar el correr de los animales, el trotar de los humanos o youkais. ¡Buen momento para darse cuenta de que nunca estuvo sola!

    Maldición.

    Pero ya nada podía hacer, y con los ojos cerrados sin querer ver su mortal caída, esperó su inmediata muerte. Ella era responsable de lo que su cuerpo estaba por recibir e internamente se reprochaba por haber cedido ante aquel sucio juego en el que su mente se vio envuelta.

    Soy una estúpida.

    Una lágrima recorrió su mejilla izquierda y con lentitud se perdió en su nuca, una lágrima de frustración e impotencia. Conformismo, debía conformarse con lo que vivió y sentirse orgullosa de lo que fue, condenada a lamentarse por lo que no se permitió sentir.

    Perdónenme.

    Suspiró con pesadez y se abrazó a sí misma. Y con aquel último lamento se fue a los brazos de la inconsciencia, teniendo claro que nunca despertaría, y que para ella la luz se había extinguido.

    Adiós.


    ~~~



    Sus piernas se movían con gracia sobre el rocoso suelo que pisaba, ignorando lo que su alrededor se encontraba, pues Sesshomaru no tenía tiempo ni ganas de fijarse en pequeñeces que él consideraba banales. Frunció el ceño cuando su fino olfato captó con más intensidad el olor de Naraku; se estaba acercando. Y esta parecía ser su oportunidad para, de una vez por todas, acabar con aquel repulsivo hanyou.

    Desaceleró el paso y salió con elegancia del bosque donde hace minutos estaba internado, y su ceño se frunció aún más por lo que sus ojos dorados captaron.

    Con un rápido movimiento posó su mano sobre el mango de Tokijin para así empezar sus ataques violentos, pero tal acción no pasó desapercibida por el hanyou que se encontraba frente a él, con un aire de tranquilidad y soberbia.

    —¿Vas a atacarme, Sesshomaru? No deberías —le advirtió con suavidad. Naraku, a pesar de las circunstancias, se encontraba en estado de relajación muy visto por los demás. El nunca perdía la calma, no tenía porque.

    Sesshomaru, con Tokijin desenvainada, escudriñó con la mirada al hanyou. Buscando en su figura algún punto importante -quizá débil- para atacar sin reservas.

    —¿Existe una razón para no hacerlo? —ironizó con frivolidad.

    —Quizás, en otra circunstancias, no… Pero ahora me parece que sí —sonrió con burla y altivez—. ¿O es qué piensas lastimarla?

    El hanyou sujetó con fuerza a la sacerdotisa que descansaba en sus brazos y le miró con serenidad; ver ese pálido rostro sumido en la pasividad lo reconfortaba y le daba fuerza para seguir con su plan. Pero rápidamente su vista volvió a la impotente figura del youkai. Y al ver la molestia plantada en su rostro, le miró con picardía.

    Naraku estaba controlando la situación.

    —Esa humana no es de mi incumbencia —masculló con arrogancia. Y es que Sesshomaru se había percatado de su presencia antes de llegar con Naraku, pero no le dio importancia, no la merecía. Y sus palabras lo confirmaban.

    —Es cierto —afirmó—. Pero para otras personas esta humana si es importante. La vida de Kagome vale más de lo que te imaginas, Sesshomaru.

    El mencionado bufó ante tales palabras, “la vida de Kagome vale más de lo que te imaginas” Como si eso le importara. Lo que le ocurriera a esa sacerdotisa no era de su interés y, ciertamente, nunca lo será. Quizás para otros la vida de Kagome era un tesoro valioso, y darían lo que fuera por salvarla; pero para Sesshomaru sólo era una más del montón.

    —No me interesa.

    Y con tales palabras empezó con sus mortales ataques.


    ~~~


    Corría a gran velocidad en la espesura del amplio bosque, incapaz de ser captado por el ojo humano. Y es que se movía con tanta agilidad y precisión, que para los mortales aquello sería la simple brisa recorriendo con frenesí el lugar. Nunca les pasaría por la cabeza que el responsable del rebotar de las hojas sería un hanyou al borde de la desesperación, tan enojado que haría temblar hasta el ser más recio.

    Y vaya que Inuyasha ardía en rabia.

    Kagome, ¡¿dónde carajo estás?!

    Un gruñido lleno de frustración salió de sus labios. Horas llevaba buscando a la azabache y aún seguía sin dar con su paradero. ¿Qué pasaba con su olfato? El aroma de Kagome era inconfundible para sus sentidos; aquella fragancia de jazmines e inocencia que le penetraba sus fosas nasales, y lo atontaba como un niño. Lo emboba como si estuviera bajo un hechizo. Oh vamos, ¿cómo es qué aún no la había localizado?

    Frunció el ceño en un gesto de molestia, para luego mirar con cuidado lo que le rodeaba. Sus sentidos estaban al máximo. La encontraría sí o sí. Claro estaba.

    De repente, el leve aroma de Kagome en el ambiente lo embriagó completamente. Y sin más tiempo que perder, corrió hacia donde provenía la razón de su rabia.

    Corrió por el bosque con agresividad, dejando a su paso el eco de sus bruscas pisadas. Y es que su molestia incrementó cuando se percató que el aroma de Kagome estaba mezclado con el de Naraku, muy mezclado; y también detectó el aroma de Sesshomaru colgado en el ambiente. ¿Qué significaba todo eso? Oh Dios… ¡Kagome estaba en peligro!

    Salió del bosque a paso apresurado y la respiración un tanto agitada, sí, había corrido más de lo que él pensó que podía, simplemente Kagome alertaba sus sentidos y le daba más fuerza de la que ya poseía, quién sabe de dónde la sacaba… Pero era un hecho de que eso lo provocaba la azabache, consciente o inconscientemente.

    Sus orbes dorados se abrieron en modo de sorpresa ante lo que veía. Y un leve terror sacudió su espina dorsal. Kagome yacía inconsciente sobre los brazos de Naraku, mientras este saltaba de un lado a otro en un intento de esquivar los mortales ataques de Sesshomaru…

    Gruñó con molestia y frustración, ¡él tendría que estar protegiendo a Kagome, no el miserable de Naraku! Con exasperación desenvainó a Tenseiga, y miró con ojos frívolos y rabiosos la figura de Naraku.

    —¡Naraku! —Bramó Inuyasha con el ceño fruncido—. ¡Suelta a Kagome!

    El mencionado lo miró desde las alturas con cierto desdén, para luego suspirar con pesadez.

    —Vaya, vaya. Han llegado por la damisela —burló con voz irónica.

    Inuyasha apuntó con su espada a Naraku, preparándose para embestir con sus ataques tan propios de él. Pero no podía hacerlo la libertad que él quisiera, pues no podía darse el lujo de que algunos de sus ataques dieran contra Kagome, debía pensar el algún plan para liberar a Kagome de las garras de aquel deplorable hanyou. Pero, vamos… Inuyasha no era el cerebro del grupo.

    —¡Que la sueltes Naraku! No permitiré que le hagas daño.

    Naraku levantó un ceja incrédulo ante las palabras que escuchaba. Él, Naraku, ¿haciéndole daño a Kagome? ¿Es qué Inuyasha no se daba cuenta de la situación?

    —Inuyasha, me parece que esas palabras no deberían ir dirigidas hacía mi —dijo—. Si te fijas bien, yo estoy protegiendo a Kagome de tu hermano… Él ataca sin importar a quien lastimaba.

    Sesshomaru, quien se mantenía a distancia de la discusión de los hanyous, contuvo una pequeña sonrisa que amenazaba con posarse en sus labios ante tales palabras. Sujetó con más fuerza el mango de su espada, para luego con un grácil movimiento desprender de ella una ola de energía demoníaca muy poderosa, tanto que con el simple roce con el aire aturdía los sentidos.

    Naraku esquivó tal ataque con cierta dificultad, y gruñó con irritación ante eso. Con Kagome en brazos sus movimientos se hacían un tanto perezosos y tardíos.

    —¡Sesshomaru, detente! ¡Lastimarás a Kagome, imbécil! —reaccionó Inuyasha poco después que el ataque se estrellara contra las gruesas paredes de piedras. Momento antes, se había paralizado ante el violento ataque de Sesshomaru, lo sorprendió de la peor manera y sintió que su corazón se detuvo cuando pensó que Naraku quizás no podría esquivarlo. Pero sintió alivio cuando el humo se dispersó, y vio a Naraku con Kagome en brazos todavía, ambos ilesos.

    Miró cortante a Sesshomaru, quien ni prestó atención a las palabras de Inuyasha; él estaba ahí para acabar con Naraku, no para rescatar a Kagome o algo de ese índole.

    No le daría importancia a las palabras de ambos hanyous. Sesshomaru acabaría con Naraku sin importar las vidas que se lleve por realizar tal acción.
     
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    Syel

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    ¡yey! que emoción, tendré que esperar hasta el siguiente capitulo para saber que es lo que va a pasar con Kagome.
    En cierta manera me dio risa la manera en la que involucraste a Naraku, Sesshomaru e Inuyasha. La manera en la que Naraku trae de rehén a Kagome es graciosa ya que la trae como si fuera una muñeca de trapo, solo espero que Inuyasha la rescate a tiempo o mínimo el orgulloso de Sesshomaru. Sonreí un poco irónica en el momento en el que el dijo <<no me interesa>> ya que pensé "¿Qué no te interesa? jaja si supieras que te enamoraras de ella más tarde" lo sé, sé que estoy loca. No entiendo porque Naraku esta jugando con ella en ese momento y mucho menos por que le dijo al sexy de Sesshomaru que la vida de Kagome es muy importante para todos, tal vez es porque quiere que acabe con todos sus obstáculos y por eso no quiere, bueno soy mala prediciendo cosas así que te ruego me avises de la segunda parte.
    Sayonara
     
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    lady of the moon

    lady of the moon Entusiasta

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    waaa tengo ganas de golpear a sessho como que no le importa acaso no siente ni un poquito, nada, urrrr me he quedado un poquis frustada me dejaras esperando a ver que pasa en la segunda parte

    tengo el presentimiento que kagome va a ser algo que no pondra muy contento a naraku bueno eres mala como puedes hacernos esto noo!!! quiero ver que pasa

    sayonara, te mandare mi energia positiva para que te inspires en la segunda parte

    vale
     
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  8.  
    Lexa

    Lexa Fanático

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    ¡Hola! Oh, mi Dios, qué pena x_x No tengo perdón, de verdad lamento taaanto la tardanza D: Pero tuve problemas, con la computadora, con la inspiración, con todo X_X Pero ya solucioné todo. Espero que me perdonen T_T Aquí la continuación, muchas gracias por el apoyo<3
    Maldita [Sesshomaru&Kagome]
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    Capítulo 5. Confrontación.
    Segunda Parte.


    Sesshomaru seguía arremetiendo con sus violentos ataques a Naraku sin darle mínima importancia a las habladurías de su medio hermano. ¿Es qué Inuyasha no lo entendía? La vida de Kagome no le importaba. Para nada. Y aquella era una verdad irrelevante, cruda realidad.


    El youkai maldijo por lo bajo cuando su ataque se estrelló contra las gruesas rocas que rodeaban el lugar, desplomándose al instante pero sin dar contra el objetivo. Aún, con la humana en brazos, Naraku sabía moverse con agilidad. Y ese era un problema.


    Inuyasha quedó por momentos petrificado, sin saber qué hacer. Su mente estaba en blanco viendo la escena que se desarrollaba frente a sus ojos. ¡¿Qué debía hacer?! Obviamente salvar a Kagome, arrancarla de los garras de aquel ser tan vil. Pero su mente no maquinaba algún plan para ese objetivo, estaba en blanco. Se sentía tan impotente.


    «¡Maldición!»,
    rabió para sus adentros.

    Desenvainó a Tenseiga sin perder más tiempo. Debía atacar. ¡Debía moverse!


    —¡Naraku! —Gruñó con voz ronca, intentando llamar la atención del mencionado.


    El hanyou giró la cabeza hacia Inuyasha, viéndolo con ojos frívolos, pero ciertamente cansados. Sí, estaba cansado de tener que esquivar los constantes ataques de Sesshomaru, sin darle tiempo a contraatacar, sin darle tiempo a pensar. Y con Kagome en brazos más difícil se tornaba la situación, muy desfavorable para él. Debía irse o sino sería acorralado. Su principal objetivo de estar ahí, fue cumplido. La azabache estaba a salvo.


    —¡Suelta a Kagome! —le exigió, hastiado.


    Naraku, desde las alturas, posó en sus labios una sonrisa burlona. Si eso quería Inuyasha, eso haría… ¿quién era él para negarle tal deseo?


    —Claro —y al instante abrió sus brazos para dejarla caer al vacío.


    Inuyasha reaccionó rápidamente para su fortuna, soltando a Tenseiga al instante y moviendo sus piernas a gran velocidad para atrapar a la azabache antes de que impactara contra el rocoso suelo. Su corazón latía desenfrenadamente cuando Kagome descansa, ahora, en sus brazos.
    Quedó por momentos embobado viendo el angelical rostro de la humana, tan pacífico y relajado… ¿Cómo podía tener esa expresión en un momento como ese? Si tan sólo supiera lo que ha estado ocurriendo a su alrededor.


    Pero abandonó sus pensamientos tan rápido como entró, un conjunto de rocas que caían cuesta abajo hacia su persona lo sentaron de golpe en la realidad. Y sin más tiempo que perder, se alejó del peligro.


    Giró su cabeza con sorpresa al escuchar a su medio hermano gruñir, encontrándose con un youkai molesto a más no poder. Vio sus dorados ojos clavados en un punto del aire y le siguió la mirada, y ahí fue cuando comprendió la actitud de Sesshomaru. Naraku, con sus baratos –pero efectivos- engaños huía de la escena de combate, dejando a su paso el repugnante veneno que siempre destilaba.


    Huía como el cobarde que siempre fue.


    Sesshomaru guardó la espada con irritación, otra vez se le escapa aquel ser tan miserable; pero no iría tras él, no, ya habrá otra oportunidad para acabarlo sin intervenciones molestas. Además, la presencia de su medio hermano le irritaba y, lo impotente y vulnerable que se vio durante la pelea, le hacía rabiar. Siempre pensó que Inuyasha era un incompetente, y las acciones del hanyou no desmentían sus pensamientos.


    Giró sobre sus talones, dispuesto a largarse de ese lugar.


    —Sesshomaru —le llamó, frunciendo el ceño. Estaba molesto por la actitud de su medio hermano; en par de oportunidades si no hubiese sido por los buenos reflejos de Naraku, Kagome seguramente estaría en el otro mundo—. ¡Eres un idiota! —le escupió furioso.


    El aludido se detuvo en seco. Y sobre su hombro le dedicó una mirada frívola. ¿Él era el idiota?


    —Debes aprender a entablar prioridades, Inuyasha —le dijo sereno—. Y acabar con Naraku sin importar qué, era una de ellas —y su mirada rápidamente se posó en la sacerdotisa que descansaba en los brazos del hanyou. Inuyasha sabía a qué se refería, para Sesshomaru, Kagome fue un estorbo en el encuentro y el precio de su incompetencia se pagó con la huida de Naraku.


    Inuyasha bufó ante tales palabras. Su medio hermano definitivamente era un ser egoísta, y seguramente jamás cambiará tal comportamiento; pero a Inuyasha no le importaba lo que él hablara, ni sus intentos de sermones, su prioridad era proteger la vida de Kagome sin importar qué.


    —No digas estupideces, jamás dejaré que lastimen a Kagome —sujetó con más fuerza a la azabache, pegándola contra su pecho.


    —Qué patético —susurró, con voz burlona. Desvió su vista de la deploraba escena que se alzaba frente a sus orbes dorados, y puso sus piernas en movimiento para definitivamente irse de ahí.


    Un gruñido hizo presencia en el ambiente, Inuyasha estaba furioso. Y, si no fuese porque Kagome estaba en sus brazos, iría tras su medio hermano y haría que se tragase cada palabra que pronunció. ¡Era un completo imbécil!


    —Mmm —murmuró Kagome removiéndose en los brazos de Inuyasha. Despertando de su dulce sueño—. ¿Inuyasha? —susurró dudosa. Y parpadeó un par de veces para así cerciorarse de que la imagen que se hallaba frente a sus ojos no era una alucinación del momento.


    —Al fin despiertas —suspiró con tranquilidad.


    —¿Qué ha pasado? —susurró con voz tenue, y giró su rostro para obtener una mejor visión de lo que la rodeaba.


    En el suelo había enormes grietas producto, seguramente, de energías demoniacas. Ya no existían pilas de rocas en el ambiente, sólo los escombros de los mismos decoraban el lugar. Y en el aire se podía apreciar el nauseabundo olor del veneno de Naraku, tan reconocible hasta para los banales sentidos humanos.


    —Hubo una pelea con Naraku y terminó huyendo, como siempre —le explicó sin entrar en detalle.
    No estaba de ánimos para relatarle la historia con lujo y detalle, no en ese momento.


    Kagome suspiró, se imaginaba que tal cosa hubiese ocurrido. Y agradecía porque Inuyasha estaba en una sola pieza, sin heridas. Se removió un poco en los brazos del hanyou para luego colocarse de pie, y así plantarse en tierra firme como nunca pensó que lo volvería a hacer.


    Ah, sí, no lo había olvidado. Ella se había lanzado al precipicio. Un recuerdo que seguía muy latente en su memoria pero que extrañamente no le preocupaba, ni le importaba.


    —Bueno, lo mejor será que volvamos con los demás. Deben estar preocupados —y sus ojos se posaron en el bosque, allá donde seguramente estaba la aldea que tanto visitaba.


    Inuyasha le miró incrédulo. ¿Qué carajo pasaba con Kagome? ¿Pretendía irse así como así, sin explicarle lo que ha estado ocurriendo? ¡¿Dónde estaba antes de ocurriera todo este maldito alboroto?!


    —Kagome, en este mismo instante quiero que me expliques dónde estabas. ¡Llevaba horas buscándote! Ah, y cuando te encuentro, ¡estás inconsciente en los brazos de Naraku! ¿Qué estuviste haciendo? —exigió rabioso. Estaba confundido por la extraña actitud de la sacerdotisa. Es como si fuera otra persona…


    —Cálmate Inuyasha, tú mismo has dicho que estaba inconsciente, así que no sé cómo llegué a los brazos de Naraku. Sólo recuerdo que estaba camino a la aldea y un fuerte mareo y dolor me invadió, luego no supe nada más —improvisó, configurando un poco la realidad de lo que había ocurrido. Y bajó un poco la cabeza para darle un poco más de realismo a sus palabras.


    El hanyou relajó un poco su postura al ver a Kagome de esa manera. Ah, sí, había sido un poco rudo con sus palabras. E internamente lo lamentaba.


    —¡Feh! Bueno, volvamos a la aldea.


    La azabache sonrío complacida.


    ~~~

    Naraku carraspeó un poco su garganta en el aquel sombrío lugar. Y movió sus ojos por toda la instancia con el fin de encontrar a la bruja de cabello blanco.


    —Etsuko… —murmuró tangente.


    Y de las sombras salió la figura de la nombrada. Sus facciones arrugadas revelaban los años que habían pasado por ella sin compasión alguna.


    —¿Se le ofrece algo? —Preguntó irónica, algo burlona.


    —¿Qué le has querido hacer a Kagome? —Gruñó contenido la molestia que amenazaba con aflorar al recordar lo sucedido.


    —¿Yo? Nada. Simplemente puse orden —dijo con simpleza.


    Naraku la escudriñó con la mirada. ¿Quién se creía para hablarle de tal manera? ¿Para darle ese tipo de respuestas vacías? Maldita bruja.


    —¿Pusiste orden? ¡Estuvo a punto de morir, Etsuko! —reveló hastiado. Y amenazó con usar sus poderes para hacerle saber la estupidez que hizo.


    —La niña se estaba resistiendo, no sé qué tiene que la maldición no termina de apoderarse de ella, y tuve que actuar. Es muy testaruda —rezongó.


    Naraku le miró de arriba hacia abajo, analizando las palabras de la mujer. Sí, es cierto, dominar a Kagome no era nada fácil, pero que su vida corriera peligro por ello era inaceptable.


    —Procura que la situación no se escape de tus manos. Sí algo le pasa a Kagome, pagarás las consecuencias —le advirtió frívolo.


    Etsuko rodó los ojos. Y bufó fastidiada.


    —Lo sé, lo sé. No pasará nada más, el plan ya está en marcha —dijo, ganándose una mirada dura del hanyou.


    —Eso dijiste antes.


    —Esta vez nada fallará. Inuyasha será el primer en caer —le confesó, sonriendo con picardía.


    Naraku no dijo nada más y dio media vuelta para marcharse de ese lugar. Estaba un tanto irritado, cansado, pero ciertamente las palabras de la bruja lo animaban un poco. ¿Inuyasha el primero en caer? Oh, sí, él era la presa fácil de Kagome.
     
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    Catalina no

    Catalina no Iniciado

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    Uyy asi que ¿presa fácil de Kagome eh? dsdfg que hermoso que te quedo, ya quiero ver como Inu cae *-* jndf y ese Sesshomaru, pero creo que Koga sera más fácil aún.
    Pobrecitos todos caeran por Kagome :c
    Quizás hasta Naraku se enamore de Kagome en una de esas XDD ;)
    Pues valla que demoraste :c pero te entiendo ;) no te preocupes dnsdfg Espero con ansias el proximo capitulo *-* Chao chao xd
     
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    Syel

    Syel Extraña

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    Hola!!!
    Si se le notan los cambios de humor a Kagome, sin embargo Inuyasha le creé y por ello va a salir muy lastimado. Sesshomaru me da coraje, se que hay que tener prioridades pero la vida de ella es muy importante (más por que el saldrá enamorado de ella :rolleyes:) tanto o más que la de Rin pero aún así lo adoro!
    Odiosa bruja, casi acaba con la vida de Kagome todo por que saliera su plan, al menos (jamás pensé que diría esto) Naraku la salvó (puaj, me sabe amargo) y eso no se si es bueno o malo pero me alegro que ella este luchando contra esa maldición y más que nada espero que salga victoriosa de lo contrario tendremos que decir adiós a un grandioso personaje (hay que dramática me oí).
    Lo que si me gusto es que Inuyasha actuará preocupado por ella, casi al borde de la locura por lo que cometía su medio hermano, debo admitir que me dio un poco de risa, ya que mientras Sesshomaru atacaba Inuyasha se sentía preocupado.
    Gracias por el aviso y no te preocupes, aveces la inspiración tarda tiempo en llegar.
    espero el próximo (aunque tardes) ^^
     
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    Lexa

    Lexa Fanático

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    Hola, aquí traigo la continuación. Como se darán cuenta la historia avanza lento, pero no quiero que se me escapen ciertas cosas D: Bueno, ya saben que Kagome actúa así porque está bajo la maldición.
    Gracias por el apoyo<3
    Maldita [Sesshomaru&Kagome]
    .
    .
    .
    Capítulo 6. Falsos sentimientos.



    Kagome Higurashi dejó de abrazar a Shippo, dejando al pequeño youkai en el suelo de la cabaña junto a Kirara, le dedicó una pequeña sonrisa a ambos antes de salir del lugar. La azabache caminaba con aire relajado hasta el hanyou que estaba posado en lo alto de un árbol, firme sobre una rama.

    Debía actuar y poner en marcha el plan ahora.

    Mientras estuvo inconsciente, Kagome se hallaba en un lugar ajeno al Sengoku o la época actual, estaba impregnada en sus sueños que se tornaron oscuros y tétricos. Invadidos por aquella extraña mujer que en más de una ocasión le susurraba al oído, con malicia y arrogancia. E Higurashi no podía hacer nada por detenerlos, es como si esa voz formara parte de ella, como si la necesitara para seguir adelante. No sabía que estaba ocurriendo con ella, pero en su mente estaba plantada la firme idea de quitar del camino a Sesshomaru e InuYasha. Y lo haría, así Naraku lo quería.

    Carraspeó un poco su garganta, con la mirada posada en el hanyou. Movió un poco el cabello que caía sobre sus orbes marrones para así obtener una visión más clara.

    —InuYasha… —susurró para captar su atención.

    El aludido ladeó la cabeza, mirando de reojo a la azabache que yacía al pie del árbol.

    —Necesitamos hablar, es algo importante —le expresó Kagome, con voz pausada y tranquila.

    El hanyou bajó del árbol de un salto, estando de pie frente a Higurashi. Su mirada delataba el inmenso fastidio que yacía dentro de él.

    —¿Qué pasa? —Casi gruñó, cruzando los brazos.

    Kagome se giró sobre sí misma, caminando lejos de la cabaña y los ojos de los demás, lejos de quienes podían sorprenderse o juzgar lo que estaba a punto de hacer. Aquello era sólo una situación que involucraba a InuYasha solamente. Por ahora.

    Detuvo sus pasos al no sentir que era seguida, y miró sobre su hombro al hanyou que seguía de pie bajo el árbol, con una mueca de confusión y fastidio. Kagome se calmó ante eso, no iba a echar a perder todo. Y con la mirada le incitó a que la siguiera, una mirada dura y suave a la vez, tan confusa pero efectiva.

    InuYasha empezó a caminar.

    ~~~



    Sesshomaru apartó sus orbes dorados de Rin, dejando que la imagen de la pequeña se perdiera en lo más profundo de su mente. Sintió la tenue brisa recorrer el bosque donde se encontraba, pasando entre sus hebras plateadas meciéndolas de allá para acá, con suavidad y elegancia. En eso, lo ocurrido hace unos minutos golpeó su cabeza nuevamente.

    Su ceño se frunció levemente al recodar como Naraku había escapado de sus garras, pero era lo mejor en aquella circunstancia. InuYasha era un estorbo, y la sacerdotisa que yacía inconsciente lo era aún más.

    Un suave bufido escapó de sus labios.

    Por la mente del youkai pasaban interrogantes que, al parecer, él no podía responder sin caer en lo erróneo. Se le hacía un tanto extraño que aquella mujer estuviera en los brazos de Naraku, completamente inconsciente, ¿la habrá herido? No le importaba. Lo que sí captó su completa atención era la esencia de esa mujer, tan diferente a lo que siempre destilaba. Sesshomaru podía asegurar con toda franqueza que el aura de esa mujer estaba mezclada con otra muy diferente a la suya. Totalmente opuesta.

    Como el negro contra el blanco. Un gris opaco. Pero de algo estaba seguro, algo pasaba con esa humana.
    Un suave ronquido de Jaken atrajo su atención, volviendo su cabeza hacia Ah-Uh, y una sonrisa se escondió en sus labios al ver a la pequeña descansar plácidamente. Rin estaba bien y eso era lo importante. ¿Lo demás? Estaba lejos de sus intereses.


    ~~~



    Carraspeó un poco su garganta, haciendo notar que estaba fastidiado. ¿Para qué Kagome lo había traído a este lago? La luna estaba en su máximo esplendor, dándole al lugar un aire de tranquilidad con un toque romántico.

    —Kagome… —la llamó, chocando sus dientes.

    La chica dio un par de pasos antes de sentarse a la orilla del lago, sintiendo la suave y fresca grama bajo su cuerpo. Movió un poco la cabeza y con la mano se indicó al hanyou que se sentara junto a ella.

    —¿Qué hacemos en este lugar? —Cuestionó InuYasha una vez que se sentó al lado de la azabache, cruzando sus piernas.

    —Quería que estuviéramos solos un momento. Tengo algo importante que decirte —le reveló mirando de reojo al hanyou. Sus labios se curvaron en la sonrisa más hermosa que poseía.

    —¿Qué cosa? —le preguntó, ocultando cierta sorpresa que lo había invadido al escuchar las palabras de Kagome. ¿Algo importante? Pues, ¡qué lo suelte ya!

    Higurashi posó sus orbes marrones en el inmenso cielo nocturno, perdiéndose por momentos en el manto estrellado que caía sobre ellos. Simplemente hermoso. Debía disfrutar esos pequeños momentos mientras estuviera en la época feudal, ya que desafortunadamente en la época actual esos espectáculos parecían opacarse a medida que pasaba el tiempo. Ya no eran esos pequeños detalles los que hacía sonreír a la gente.

    —Pues, he estado pensando acerca lo que siento por ti, InuYasha. Mis sentimientos —reveló, un poco bajo, y sus mejillas levemente se tiñeron de un rojo suave.

    —¿E-Eh? —InuYasha estaba asombrado por las palabras de la mujer, su voz salió cortante—. ¿De qué hablas?

    —No sé muy bien —susurró—, pero creo que… empiezo a enamorarme de ti.

    Las mejillas de InuYasha violentamente tomaron un rojo intenso, y parpadeó un par de veces para caer en lo que había soltado Kagome. ¿Qué decía? Debía estar bromeando, ¿o no?

    —¿C-Cómo? —Preguntó confuso, intentando ocultar sus mejillas sonrojadas.

    —Eso, InuYasha. Tengo sentimientos que te corresponden, no lo puedo evitar. Sé que aún estás confundido por lo que sientes por Kikyou y por mí, pero pensé que podíamos intentarlo… —susurró, fingiendo timidez ante la declaración que había brotado de sus labios—. ¿Qué dices?

    InuYasha sintió que su corazón dio un vuelco gigante al ver como la azabache se acercaba un poco más a él, mirándolo de reojo. Sus hermosos ojos marrones.

    —Yo… —murmuró, posando su mano en su nuca, sin saber qué decir—. Realmente no me esperaba tus palabras…

    —Lo sé —dijo Kagome, sonriéndole abiertamente.

    Era una situación extraña para el hanyou, que Higurashi le haya confesado sus sentimientos –o algo así- le erizaba la piel. Estaba nervioso, muy nervioso. Realmente no sabía qué hacer o decir en una situación como esa, sí, quería mucho a Kagome pero aún no sabía del todo qué sentía por la humana del futuro. ¿Amor? ¿Amistad? ¿Simple cariño? La respuesta estaba lejos de su compresión; aún tenía sentimientos encontrados por Kikyou y por ello no estaba claro por lo que en verdad se hallaba en su corazón.

    Era todo un enrollo.

    —Espero que no me odies por lo que voy a hacer… —murmuró la azabache, cerca del hanyou.

    InuYasha apenas pudo reaccionar ante la voz de Kagome, estaba lejos, en lo más profundo de sus pensamientos, retorciéndose en la más infinita confusión, pero cuando cayó en la realidad, queriendo entender a qué se refería la chica; era muy tarde.

    Kagome se había apoderado de sus labios. Y él correspondió.
     
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    Syel

    Syel Extraña

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    Hay! Que Hermoso!
    La verdad no me esperaba que Kagome fuera tan lanzada, sé que esta bajo el efecto de la bruja peor aún así, siento que fue muy aventada con Inuyasha. Al menos esta cumpliendo su cometido por Naraku, solo faltará que caiga el duro de Sesshomaru, que tierno, nada le importa mientras Rin este descansando tranquilamente.
    Ojala Sesshomaru sea más perceptivo y sé de cuenta de lo que esta cometiendo Kagome, por el que siento lástima es por Inuyasha, la verdad el va a sufrir mucho si se llega a enterar que ella nada más esta jugando con él :( y ese beso solo lo va a ilucionar. Kagome si que se esta volviendo mala, se que no es por ella, peor tampoco se me hace justo que le haga todo esto a los dos (Inu y Sessh) simplemente no se lo merecen ni por que Naraku le ordene hacer eso.
    Inu date cuenta de lo que esta haciendo Kag!!! Por favor!!!! Ella fue inteligente al llevarselo lejos...algún día lo intenteré (ok NO)
    Perdón por la tardanza de comentar, no tuve mucho tiempo por la escuela (ya sabes examenes, evaluaciones, etc) a pesar de que la historia avanza lento, es bueno para saber que es lo que va a pasar, así que no te preocupes =D
    Sigue así! Fighting!
     
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  13.  
    Monyc

    Monyc Entusiasta

    Virgo
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    Hola valla acabo de leer todo tu fic y me a fascinado de verdad, me llevo a otro mundo, manejas muy bien las emociones... de verdad me hiciste transportarme a la historia; a parte que la temática que estas manejando me encanta la "doble personalidad" de Kag muy bien algo nuevo y el hecho de que tiene que enamorar a los dos hermano y matarlos me a dejado sin palabras, no me imagino como es que va a conseguir su objetivo, es como dice Naraku la presa fácil es Inuyasha pero Sesshomaru sera difícil aparte ya se dio cuenta que hay algo extraño en esa humana...
    De verdad espero que no demores en subir el siguiente capitulo ya quiero saber que pasara.
     
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  14.  
    Tzukiko Taisho

    Tzukiko Taisho Iniciado

    Escorpión
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    Aquie estoy reportandome de nuevo, disculpa por no ver leído ni comentado antes pero saque he andado ocupada. Como siempre has escrito súper y la forma en que narras me gusta, gracias por avisarme del nuevo capitulo.
    Me gusto en la parte que inuyasha se pone nervioso ya que normalmente nunca lo haces, espero que actualices pronto hay me avisas.
    Salu2, Sayonara :D
     
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  15.  
    yoXD

    yoXD Iniciado

    Capricornio
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    vaya!!! Wow, wea!
    Casi me muero XD
    realmente me quede sin palabras no puedo creer que se besaron :o
    Realmente estaba desesperada por leer la conti... :3 que bueno que ya pude:)
    Y disculpame por no haber comentado antes pero esque no me metia a la cuenta desde el año pasado XD jejjeje lo see...
    pero bueno ya:3
    Gracias por avisarme:D
    te agradecería que lo hicieras nuevamente cuando tuvieras la conti !!
    Te quiero, cuidate...muchos besos, esta genial de verdd!!
     
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  16.  
    Poikachum

    Poikachum Gurú Comentarista empedernido Usuario VIP

    Cáncer
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    Kokoro Chan haz comentarios con fundamento y que aporten algo al fic.
     
  17.  
    Sacnite

    Sacnite Entusiasta

    Géminis
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    Hola!!! que tal^^

    Me encanto tu historia!!! No puedo creer que Kagome se aya convertido en un títere del malvado de Naraku y de la bruja :eek:
    Que pasara ahora ?? Waaa Kagome besos a Inuyasha x3
    Lograra Kagome salir de la maldición?
    Sesshomaru se percato del aura de Kagome se dará cuenta de lo que pasa la ayudara quien sabe ..
    Espero el próximo capitulo con ansias ^^

    Sigue así !!
    Saludos!!
     
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  18.  
    Lexa

    Lexa Fanático

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    Okey, no tengo perdón, lo sé T_T Pero sinceramente las ideas para continuar esta historia van y viene, y me cuesta unir las ideas para hacer que todo tenga sentido. Pero en fin, realmente voy como puedo, sin presión y dejando que fluya cuando tenga que fluir. Espero que se acuerden de que va esto y le guste el capítulo, corto, pero creo que lo dejo en buen punto para darle forma a todo. Gracias c:
    Maldita [Sesshomaru&Kagome]

    .
    .
    .

    Capítulo 7. Un pequeño cambio.

    InuYasha estaba realmente confundido.

    Su estómago era un revoltillo de emociones y su cabeza un mar de confusiones. El hecho de tener a Kagome sobre sus labios y él correspondiéndole hacia que sus confusiones y nervios aumentaran con cada latido que su corazón daba. Los carnosos y suaves labios de la azabache le incitaban a seguir con el tímido tacto, tan precioso como la Luna que yacía en el cielo nocturno sobre sus cabezas.

    Pero la magia acabó tan rápido como empezó.

    Se separaron tan abruptamente como si sus roces quemaran, como si la calidez se convirtiera en fuego; una corriente eléctrica que separó sus labios. Sus ojos se encontraron, destellos de confusión iluminaron las pupilas de ambos.

    —Yo… —Quiso hablar InuYasha, romper un poco la tensión en la que estaba envuelto ese momento, pero se encontró si nada que decir, estaba en blanco.

    —No digas nada, InuYasha, no digas nada —su voz afligida mostraba que, internamente, Kagome estaba pasando un mal momento.

    Y era así; Kagome, internamente, se estaba quebrando. Una pequeña luz en medio de la oscuridad en donde se encontraba, un destello que le hizo dudar de lo que hacía, que la hizo caer en la realidad. Oh Dios, había besado a InuYasha. Y era algo que desde hace mucho tiempo quería hacer, no era un secreto para nadie los sentimientos que el hanyou despertó en ella, pero así no era como se imaginaba su primer beso con él. No sintió nada, era como si sus verdaderas emociones y sentimientos hubiesen sido encarcelados, lejos de su alcance.

    Kagome se sintió como una marioneta.

    Su pecho ardía como otras veces, y el aire empezaba a faltarle provocando que Higurashi diera grandes bocados de aire, buscando llenar sus pulmones. InuYasha le miraba lleno de confusión, una mueca de preocupación atravesó su rostro.

    —Kagome… ¿Estás bien?

    ¡No, no lo estoy, InuYasha! ¡Algo me pasa, ayúdame por favor!

    Quiso decir e incluso tuvo la fuerte sensación de que eso fue lo salió de sus labios, pero estaba lejos de eso. Dentro de ella, sentía que una mano apretaba su garganta, impidiéndole pronunciar como se sentía realmente.

    —Sí, estoy bien, InuYasha. No te preocupes —Involuntariamente las comisuras de sus labios se alzaron en una sonrisa, tan falsa como sus palabras.

    Y se estremeció al decir eso, estaba siendo dominada.

    —¿Segura? —Preguntó dudoso el hanyou al no creer del todo en sus palabras, algo pasaba, pero el saber qué era estaba lejos de su comprensión.

    —Sí. ¿Y sabes qué? Necesito pensar un poco, daré una vuelta si no te molesta.

    Perplejo, InuYasha asintió.

    ~~~
    Kagome llevaba par de minutos vagando por el inmenso bosque, sin saber exactamente en qué pensar o tan siquiera cómo sentirse. Su mundo simplemente empezaba a desplomarse y ella se sentía incapaz de hacer algo para evitar tal caída en picada, estaba devastada. ¿En qué estaba pensando exactamente? No, realmente no tenía control de lo que hacía, de lo que pasaba por su mente, se desconocía a sí misma.

    No era ella, se sentía como un títere, controlado por largos hilos invisibles e irrompibles. Se dejó caer en las gruesas raíces de un árbol con el que tropezó torpemente y cuando de sus labios salió un gran suspiro, como si liberara un gran peso que llevara consigo, comenzó a llorar.

    Abrazó sus rodillas y dejó caer su cabeza en el medio de las mismas, dejando que las gruesas lágrimas recorrieran sus mejillas y se perdieran en su nuca y el nacimiento de sus senos. No entendía porque lloraba exactamente, pero sentía esa inmensa necesidad de desahogarse, de permitirse sentir un minuto. Algo estaba mal en ella, ¿besar a InuYasha así de repente? Esa no era una acción propia de su persona, esa no era la Kagome que pensaba que conocía.

    Ella sabía que la estaban controlando, ¿quién? lo desconocía, pero alguien lo hacía. Y sabía que había un plan oscuro detrás de todo eso, uno que involucraba a InuYasha e implicaba lastimarlo emocionalmente, así como a ella misma. Kagome se estremeció como cuando una hoja de papel es agitada, como si un fuerte frío recorriera todo su cuerpo y le quemara internamente, una gran punzada en su pecho.

    Rápidamente se puso de pie y corrió con fuerzas, como si el infierno mismo le persiguiera. Necesitaba calor, necesitaba sudar, necesitaba que la brisa golpeara contra su rostro y le susurra promesas que no podía cumplir, mentiras que calmarían su dolor. Necesitaba, sólo por un momento, sentir que todo estaba bien y que lo que vivía era sólo un mal sueño que, al salir el Sol, despertaría y todo estaría normal.

    Pero una voz en su mente, en lo más profundo de su mente quebró sus esperanzas.

    Ilusa.

    Y Kagome se dejó caer al suelo, derrotada y gimiendo como cachorro pequeño que es lastimado. La azabache se sintió vacía, con un gran miedo floreciendo en su interior. Aquella misma voz dentro de su mente volvió a susurrarle, una suave siseo que le caló hasta los huesos.

    Duermete, ahora.

    Los párpados de Higurashi se sintieron pesados, tan pesados que se vio incapaz de mantenerlos abiertos y enfocar su atención en el lugar donde se encontraba, donde estaba tirada. O tan siquiera gritar y pedir ayuda, pero aquello estaba fuera de su alcance. Y la brisa meció sus hebras negras, como una caricia que le incitaba a sumergirse en la oscuridad.

    Duermete, Kagome. Siseó nuevamente aquella voz, raspando su mente.

    El iris de sus pupilas quedó bajó sus párpados, las pestañas rozando sus pómulos y su pecho subiendo y bajando en suaves movimientos. Quiso pararse y buscar a InuYasha, pero sentía fuera de sí, como si alguien hubiese tomado control total de su cuerpo, de sus intenciones, de su alma misma.

    Y Kagome se sumió en la oscuridad, al vacío, siendo arrastrada a los brazos de Morfeo sin poder evitarlo, totalmente destrozada.

    ~~~
    Sesshomaru recorría el inmenso bosque como de costumbre, buscando algún olor que le llevara hasta Naraku, pero ciertamente el aire estaba tan puro y limpio que daban a entender que Naraku no había hecho acto de presencia desde aquella vez, cuando huyó e InuYasha había sido un completo estorbo.

    Pasó de un árbol, con la brisa meciendo su cabello plateado y la Luna iluminando su camino por la espesura del bosque. Y entonces su visión captó un pequeño bulto a escasos pasos de él, contra el piso y totalmente inmóvil. Sesshomaru movido por la curiosidad, se acercó hasta el cuerpo y una sombra de sorpresa pasó por su cara, sólo un segundo, para luego volver a su fría imagen imperturbable.

    Se preguntó mentalmente que hacia la sacerdotisa en ese lugar e inconsciente, pero la respuesta ciertamente no era de su interés. Y Kagome tampoco lo era. La rodeó queriendo marcharse de ahí cuando algo, un pequeño destello proveniente de ella, le clavó en su lugar.

    Era como una pequeña chispa que descansaba encima de la cabeza de Kagome, pequeñas chispas de un color negro que lograba distinguirse a pesar de que el Sol no estaba presente. Una energía que Sesshomaru estaba seguro que no era propio de una sacerdotisa. El youkai se acercó hasta Kagome, colocándose en cuclillas y viendo con más atención los pequeños destellos que emanaban de su cabeza, extendiéndose sobre su espalda y llegando a sus pies, como si la estuviera envolviendo.

    Sesshomaru se colocó de pie, mirando como poco a poco las pequeñas chispas empezaban a extinguirse, fusionándose con ella. Y entendió que estaba en lo correcto cuando pensó que algo no andaba bien con la sacerdotisa, que algo extraño andaba ocurriendo con ella, pero realmente aquello no era de sus interés, no era él quien debía preocuparse por ello. Estuvo por abandonar el lugar, cuando la imagen de Naraku con ella en brazos chocó en su mente. ¿Y si lo que le estaba ocurriendo era obra de Naraku? Entonces sí le interesaba, sí cuando sea lo que sea que pasaba con Kagome, ésta podía llevarla hasta el miserable hanyou.

    Ahogó un suspiro, volviendo su vista hasta la azabache tendida en el piso. Se fijó en su rostro tan pálido como la nieve y sus mejillas sonrojadas por la fría brisa que recorría el lugar, y Sesshomaru sin poder evitarlo se preguntó cuanto tiempo llevaría la humana tendida en el suelo, pero rápidamente descartó ese destello de preocupación por ella.

    Pero la necesitaba. Si la energía extraña que le envolvía tendría algo que ver con Naraku, entonces sí se preocuparía por ella un poco, hasta que Naraku estuviera entre sus garras.

    Bajó hasta ella, colocándola entre sus brazos y haciendo que su cabeza descansara contra su armadura. Una vocecita dentro de él gritaba que esta no era una buena idea, que era una estupidez lo que estaba cometiendo, pero otra dictaba todo lo contrario. Y que nada perdía por intentar averiguar si la sacerdotisa tenía alguna conexión con el hanyou.

    Usó su Mokomoko para envolver a Kagome y la llevó consigo a su grupo. Junto a él.
     
    Última edición: 13 Diciembre 2013
  19.  
    Kohome

    Kohome Fanático Comentarista destacado

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    Oh por Dios.

    Creo que sabes muuuy bien que me encantan los Kagome x Sesshomaru. ¡Este es uno de mis favoritos! Y aun no pasa nada entre ellos xD.

    Pobre Inuyasha, no sé, pero siento que Kagome le terminará clavando el puñal por detrás -hablando metafóricamente, claro-. Pero de eso va la trama y no todo puede salir bien.

    Me encanta el rumbo que está tomando el fic. Creí que Sesshomaru finalmente había entendido que se trataba de una maldición, pero parece que aun con todos los años que ha vivido, no ha experimentado o visto alguna.

    Te tengo una última cosa, más bien una pregunta: ¿tu estilo es la escritura recitada? Es que he notado que muchas cosas riman y todo eso, no sé x'D.

    En fin, avísame cuando esté la conti. Me pasaré de inmediato.

    ¡Suerte!
     
    Última edición: 13 Diciembre 2013

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