hay que ocultar la verdad (ShikixRima)

Ando súper aburrida y estresada necesito escribir, ya que esta parte no la había visto antes mandare uno de este tema.

Capitulo 1: Ocultar la verdad.​

Tome aire y lo exhale agarre los papeles y sentí como él se acerco a verificar. Ambos rogamos por dentro que de negativo, pero al abrir los ojos nos sorprendimos de que el papel decía “positivo” me lleve una mano a la frente en señal de desesperación, lo mire y como mi amigo y padre de mi ahora hijo me abrazo.

Lo abrace e intente calmarme y mostrarme serena, no sé que sentía, confundida o tal vez feliz, no sé, solo sabía que estábamos en problemas, estaba embarazada y el hijo era de él.

Nos separamos después de unos minutos y él se mantuvo en silencio, a mi me estaba dando un ataque de nervios ya que no tenía idea de que haríamos exactamente.

—Bueno, él o ella ya está en tu vientre, no hay nada más que podamos hacer, más que asegurarnos de que nazca sano o sana. —Hablo mi amigo Senri, a lo que solo asentí. —Rima, ya esta, tranquila. —Intento calmarme.

—No está, —Dije negando. — Ahora estoy embarazada y Kaname Sempai no puede enterarse, te expulsaría y a mí también.

—Rima solo lo estas poniendo en un plan difícil, de esto nadie se enterara. —Dijo tranquilo y sereno el pelirrojo.

—Pero… Senri, ¿Cómo haremos eso? —Pregunte confundida ya que no entendía como ocultaríamos un embarazo.

—Pues es sencillo, en el noveno mes o el octavo nos vamos de vacaciones, da a coincidencia y después solo hay que mantener a la niña o niño escondido de nuestro compañero, cuando crezca será un estudiante más y nadie se dará cuenta. —Finalizo él, asentí a su plan.

—Me parece bien. —Dije recobrando mi serenidad.

Este sonrió de forma dulce, tomo mis mejillas y me beso, a lo que inmediatamente correspondí.

“En verdad solo paso tan rápido, bueno, ahora estamos en clase y estamos en el séptimo mes de mi embarazo, hasta ahora toda va igual a como lo hemos planeado.

Ciertamente nadie se ah dado cuenta de mi embarazo, o de que es mi novio, lo bueno es que él me ayuda mucho. Bueno espero que esto pase rápido quiero ir a acostarme, esta pateando la niña. Oh cierto casi me olvido de contarlo… ya sabemos que es, es una hermosa niña… eso será una niña.

Senri está muy feliz, yo estoy muerta de nervios con esto, no sé cómo haremos para venir a clases, cuidar a una niña sin que nadie lo note, viviendo con ellos mismos, espero que no se me antoje nada. Esta clase es tan aburrida… siento, nauseas… “

Dejo el lápiz en la mesa, mire fríamente lo escrito, mire a Senri y le abrase el brazo, me acaricio el cabello, fue tierno de alguna manera, al menos para mí, inmediatamente me ofreció un chocolate lo que sonreí dándole a entender que sí.

No note en ese momento que toda la clase nos miraba fijamente y a la vez muy sospechosamente. Ruka se nos acerco, ella era rubia y alta, había escuchado que tenía una relación con Akatsuki, pero ella me hizo jurar que lo diga a nadie.

—Ohhh… Rima, No sabía que estabas con Senri. —Dijo en forma de burla y a la vez afirmando una verdad Ruka.

—No es cierto, —No pude evitar fingir molestia. — Él solo me da chocolate

—En la boca. —Me interrumpió una castaña que estaba detrás de mí. Todos rieron, no pude objetar nada, después de todo ella era la hermana menor de Kaname Sempai.

Así es, esa pura sangre se pasó a nuestra clase, de veras que es un dolor de cabeza esa mujer es muy molesta, se cree que se sabe todas y no sabe ningunas.

Hablando de gente que se paso a nuestra clase también esta ese chico “Zero” ahora está con nosotros, al parecer su parte vampírica lo obligo a cambiar de aula.

Entro el profesor mirándonos a todos y dijo que algo interesante e importante nos diría y teníamos que prestar la máxima atención. Todos se preguntaron que sería solo mostré mi cara más serena y sería, pero a la vez me sentía curiosa. ¿Qué sería?

 

Capitulo dos: ¿El descubrimiento?​

Parado delante de la clase, tomo aire y lo exhalo, nos miro a cada uno de nosotros, que no entendimos bien, tome la mano de Senri y la apreté un poco por el terror que tenía, cubrirme un poco más el abrigo de piel, negro. Que tenía colocado y me ayudaba bien a ocultar mi vientre.

—Eh, estado sintiendo una presencia inadecuada. —Comenzó el profesor a hablar. —Como la de un niño.

Mire a Senri, nerviosa, él me dijo en labios que me calmara, o lo haría obvio. Asentí y me cubrí más con el abrigo, fingiendo estar serena y normal.

—Acá, en este salón, Hay un niño o una niña. —Siguió el profesor, pero Kaname Sempai, se paro e intervino.

—Que falta de educación. Nosotros no haríamos semejante atrocidad señor, no tiraríamos un niño a clases. —Respondió con respeto, y a la vez serio y algo molesto.

Mire a Senri una vez más, el me volvió a decir lo mismo, dirigí mi mirada al profesor y luego él, nos miro a cada uno de nosotros.

—Confiare en su palabra, Kuran. Ahora recuerdo a los alumnos que mañana será el examen físico. —Prosiguió el profesor.

Todos mis nervios, se pusieron al tope, todo mi mundo se vino abajo, este era el fin de nuestro secreto, “examen físico” Estaba en problemas, pero seguí serena y normal.

Después de eso, el profesor siguió la clase normal, estaba terriblemente muerta en nervios, al final de las clases, tome mi mochila y Senri tomo la suya, ambos nos fuimos juntos del salón. Caminando por los pasillos del instituto, pensábamos en cómo salir de semejante lió.

—Ahora ¿Qué haremos? —Pregunte a mi pelirrojo. —Estamos en problemas, porque se darán cuenta.

—Tranquilo. —Me interrumpió él. —Todo saldrá bien.

Después de eso, no cruzamos palabra. Llegamos a la habitación y entramos ambos, dejamos las mochilas y él, al trabar la puerta, me despojo del abrigo.

—Moría de calor hay dentro. —Dije mientras me quitaba los zapatos y me acercaba a la ventana, sentándome en ella, para admirar la luna llena.

—Se notaba. —Dijo él, mientras se me acercaba. Estuvimos contemplando la luna llena desde la ventana. Las brisas frías del invierno nos revolvían el cabello, ambos estábamos seguros de nuestro plan.

A determinado horario nos fuimos a acostar, ambos dormimos juntos. Por la mañana siguiente, a la cual no me costó levantar, ya que fue horrible el sentir el sol en mi cara.

—Arriba dormilona. —Me dijo en broma el pelirrojo. —Vamos levántate, y te doy chocolate.

—Sí, Chocolate. —Dije sentada en la cama con mis orbes azuladas abiertas, solo por mi vicio.

Él dejo escapar una risa, mientras se colocaba su camisa y se paraba acercándose a la ventana a mirar de vuelta como anoche, esta vez miraba la escuela, pensando en algún loco plan de seguro, en el que por obvias razones de seguro estaba incluida.

—Vamos. —Fue lo único que dijo y nos fuimos por la puerta, ambos caminábamos sin cruzar palabra hacía la enfermería del instituto, donde nos encontramos a los demás compañeros, esperando ser atendidos.

Yo llevaba mi saco de cuero, mis nervios y mi cabello mal atado. Senri estaba vestido normal, como de costumbre, con el uniforme del colegio y sus cabellos algo desordenados.

—Al fin llegan, ya casi son los últimos que revisan, están revisando a Yuuki. —Hablo Kaname.

Nosotros asentimos, y Ruka estaba hablando con Akatsuki, en privado. Se veía como ella sonreía, sonreía de forma feliz, cálida, tierna… como cuando yo miraba a los ojos a Senri, totalmente enamorada, Ruka, era una persona no muy demostrativa, eso era lo sorpresivo.

—Rima Touya, ¿esta? —Pregunto una médica, lo que me había hecho salir de mi trance, asentí y me hizo pasar al consultorio. —Bueno sácate la ropa. —Me dijo mientras firmaba unos papales.

 

Perdón por la tardanza, y gracias por los nombres. Cuidado chicas están haciendo spam en los comentarios y los líderes se enojaran conmigo.​

Capitulo tres: ¡Listo! ¿Descubiertos?​

Pase e hice silencio, estaba callada, me quite, mi gran campera que me cubría gran parte de mi cuerpo y no permitía notar mi embarazo. Mire a la médica que aun miraba sus papeles. Me quite lentamente mi camisa y aun rogaba por mi vida que no se notara, pero por obvias razones, mi vientre de embarazada se notaba a cualquier milla.

Ella por fin volteo, cuando yo solo estaba, con mi corpiño y mis bragas, se me quedo mirando unos instantes el vientre, luego subió la mirada a mis ojos, rápidamente desvíe la mirada para no verla, no quería ni pensar lo que diría.

—Señorita, ¿Touya, no? —Le dirigí la mirada y asentí un poco. —Bueno, comencemos con la revisación, ¿Algo que me quiera decir?

—Pues sí, quería comunicarle que llevo un embarazo… Pero le quería pedir, si usted… —Me quede callada al no saber cómo decírselo.

Ella me asintió con una gentil sonrisa, a la que me descoloco un poco, no esperaba que fuese tan amable, la revisación comenzó, me hizo medirme, luego me hizo pesarme. Me subió a una balanza, que cuando di un paso en ella subió mucho.

—Ah, ¡Estoy gorda! —Exclamé fuerte al ver tan rápido subir los números, subí mi otra pierna, y la balanza se calmo en un 60. —Diablos, que gorda lechona.

—Rima, tranquila, está bien tu peso, más un embarazo tu peso está normal. —Me hablaba mientras anotaba mi peso, yo aun muy insegura de sí estaba gorda o no, me sentía segura de hablar con ella.

—Es cierto, aun no me acostumbro a contar también por mi embarazo. —Le regale una grata sonrisa, mientras me hacía subir a una camilla.

—Y cuéntame un poco. ¿Ya sabes qué es? ¿Sabe esto el padre? —Yo asentí a ambos, mientras ella me revisaba la presión y mis reflejos. — ¿Qué es? ¿Nena o nene?

—Nena. ¿Me podría ayudar? Es que no le puedo contar a mis amigas sobre mi embarazo, y no eh podido hablar de nadie sobre esto. Ya que si lo hago seré expulsada, ¿Qué nombre le tendría que poner? —Pregunté curiosa.

Ella se quedo pensativa, mientras veía el reflejo de mis ojos, visualizaba mi vista, luego reviso mis oídos, también me pego muy levemente en la rodilla con un martillo chiquito, aun que no quise mi pierna se movió sola.

—Mira, Dime los que tienes y te ayudare. —Sonrió. Forme una gran sonrisa.

—Bueno, hasta ahora tengo, Shira, em… Himeko y Natsuki, estoy entre esos tres. —Le conté sonriendo.

—Hermosos nombres, Natsuki, la podrían llamar Natsu-chan, Himeko, Hime-chan, y Shira, Shi-chan. —Me decía, sin dejar de sonreír.

Aún que la revisación fue un poco larga, por culpa de nuestra charla, fue la más divertida de mi vida, como vampira. Al fin había salido de ahí, toda tapada. Hasta tenía mi hermosa campera que no dejaba ver mi embarazo.

Comenzando a caminar, pude ver que no había nadie cerca, comenzando en mis pensamientos idear un ¿Dónde estarán? Yo sabría que me esperarían, eso esta bien, seguro surgió algo y se fueron todos.

Lo raro es que mi pelirrojo no estaba. Mis pasos son cortos, porque no tengo completa movilidad en mi cuerpo, y no me acostumbro a cargar con alguien más, al cual no se mueve, más que para darme terribles patadas a las cuales duelen mucho.

Ya tanto este día, es bastante hermoso. No hay tanto sol como en otros, la brisa del viento es cálida y refrescante, no veo a nadie a mis lados, tal vez pudiera abrirme un poco la campera para que mi vientre sienta esa calidez que deja el viento al rozar tu piel.

Ya abierta mi campera, dejo que ese viento revuelva mis cabellos rubios, y que el viento pudiera acariciar mi vientre, que dentro de poco daría a luz. Aún recuerdo unos programas de nacimientos que eh visto en mi juventud.

Flash back.

Una niña de doce años, con un pijama rosa que tenía unas nubes blancas. Unos ojos celestes y un cabello rubio de oro atado en dos coletas. Mirando muy curiosa la televisión. A su lado había un chico acostado al igual que ella, de panza contra la cama, ambos movían sus piernas inquietas.

El chico era pelirrojo, una mirada bastante curiosa hacía el programa, llevaba un pijama de un pantalón azulado y una remera manga larga del mismo color, todo con algunos globos blanco. También se podría decir que aparentaba doce años.

—Baya, ¿Todo eso hay que hacer para que nazca el niño? —Le pregunta entretenida la niña, al chico sin despegar su vista del televisor.

—Así parece. —Respondió él, sin que su mirada se fuera del mismo.

Ven como nace el bebé y esté pone una cara de asco, mientras que la muchacha pone una cara de dolor y terror hacía aquel programa que según decía al principió era para mayor de 18 años. Ambos finalizaron el programa en cuanto el niño nació.

Las caras de terror y de asco, eran para ambos. Algo aterrados por el programa, se miraban, intentando calmar ese asco que sentían, hacía tal programa.

—Prometamos algo. Si llego a tener un bebé. Será por cesaría, no quiero hacer eso. —Hablo la joven de doce años, mientras él reía por lo bajo.

Después de unir manos y jurarlo con un apretón de manos, ambos rieron con mucha fuerza, ya que eso les había causado mucha gracia.

Fin del Flash Back.

—Que niños éramos… Como si hubiera sido ayer. —Se lleva una mano a su estomago y siente una pequeña patada de la niña, sonríe con una mueca leve de dolor.

Un hombre apareció detrás de mí, no lo esperé, ni él mismo sabía que era exactamente yo. Me toco el hombro y me sorprendió, mi campera estaba abierta, se veía gran mi embarazo, me asuste mucho, quede impactada.

—No puedo creerlo Rima. —Hablo con su voz fría y gruesa. —Estás embarazada. ¿Porqué no me lo habías dicho? ¿Quién es el padre? —Dijo él.