Eres un monstruo! GxM NxH IXS TxS

TT_TT Re-subí el capitulo por que cometí unas burradas tamaño OSO! :D Bueno en fín
Chachan!!Ya vengo con un nuevo capítulo!
Lo siento mucho esta muuuuuuy largo para mi gusto, así que lo dividiré en 2 partes!
Espero que lo disfruteen y sigan leyendo!
Gambarimasuuuu!
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Alguna vez has sentido la horrible culpa de cometer un error, algo que sabías, no debía pasar nunca, y aún así ocurrió, lastimaste a alguien inocente que estaba dando lo mejor de sí mismo para ayudarte,... ¿Te has sentido así de mal?

¿Así de culpable?​

​

Sabía que no debía entrar a tu vida.....​

Capitulo 8 Parte I​

¡Una Horrible cita!​

Desastrosa, así me veía, no me sentía hermosa, ni atractiva.
Llevaba un vestido vinta ge color aguamarina, con tirantes gruesos, no era corto pero tampoco largo, me puse unas sandalias rosa pastel para hacer contraste.
Temari me dijo que no usara mucho maquillaje, y si usaba que fuera discreto.
Así que solo pinté mis labios con un poco de gloss transparente.
Tomé un pequeño bolso con una correa larga que atravesé por mi hombro.
Acomodé mi cabello intentando hacerlo a un lado con un pasador.

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— ¿Pero ahora a dónde vas?— Pregunto la Rubia con una curiosidad obvia.
— Iré a dar una vuelta. —
—Pero te cambiaste...y...¿que es eso?...¿perfume?— Kankuro comenzó a molestarme.
—Se llama loción y ¡Sí! ¡Iré a una cita!—

Se produjo un silencio incomodo en el lobby de la casa. Sari volteaba a ver a cada uno de los Sabaku No, pero no aguantó y rompió el silencio con un comentario poco prudente.

—Que te vaya bien Gaara, cuida mucho a la chica con la que vayas a salir...— Sonrió de manera inocente pero molesta para mí.

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Escuché el timbre de la casa y salí prácticamente corriendo antes de que alguien más abriera la puerta.
Tome un bocado de aire y abrí la puerta...
—Ho-hola...—

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Intente mantener una postura ruda, pero la verdad me había sorprendido el cambio de Matsuri, no tenía idea de que ella se arreglaría de una forma que se vería hermos-?....bien.

—Hola Matsuri. — Noté su sonrojo.
—Te vez muy linda....— ¿¡QUÉ!? ¿Por qué dije eso?
—...G-gracias tu igual...— Desvió la mirada.

Muy bien, era hora de tragar mi orgullo, y nuevamente fingir ser caballero frente a la mentirosa mujer que tenía que conquistar.
Tome con delicadeza su mano y la crucé con la mia. Caminamos así unos metros hasta llegar a mi auto.
Le abrí la puerta para que entrara. Y con una mirada baja y el rostro rojo tomo asiento y cerré la puerta.

— Que rara sensación....— Me dije a mi mismo mientras le daba la vuelta al auto para llegar a la puerta del conductor.
Abrí mi puerta, y me prepare para arrancar.
— Listo Matsuri.... Te llevaré a un lugar, espero que te guste. —
—...Claro...—
Durante el trayecto ella guardo silencio y dirigió su mirada a la ventana del auto, como si esta fuera un imán. En fin, tenía que romper el silencio.
— Matsuri,... ¿Eres de esta ciudad?—
—...No, en realidad soy de Suna, pero, me mude para terminar la preparatoria. —
— ¿Me?...Suena a uno. — Dije con algo de curiosidad.
— Pues sí, yo vivo sola. — Hiso una pausa.
—Obviamente también eres de Suna, Gaara. —
—Sí, nos mudamos por el trabajo de papá...—
Parecía que ella quería evitar hablar de su vida privada.
—Vaya...— Dijo la castaña.
—Llegamos...—

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Era un centro comercial, nunca había llegado hasta esta parte de la ciudad, aparentemente era la zona de los ricos y pudientes de Konoha.
El viaje había sido incomodo, silencioso y después.... en fin, era mi primer cita así que para mí todo era perfecto, sin importar las incomodidades...

—Vamos. — Cuando me di cuenta Gaara ya se había estacionado y me abría la puerta del auto.
—Gracias. — Le sonreí discretamente mientras él me estiraba su mano para que me apoyara.
— ¿No preguntarás a donde te llevo?— Dijo Gaara en un tono pícaro, mientras caminábamos distantes al centro comercial.
—..Me parece algo descortés...— Dije juntando mis manos por enfrente.
—Y a mí me parece descortés que camines tan lejos de mí. — Dijo en tono serio volteando a enfrente.
Si, era cierto que estaba lejos de él, pero no pensé que le fuera a incomodar.
Así que acelere mi paso para acercarme a él.
Entramos al centro comercial, las puertas se abrían automáticamente, dejando ver algunas personas que estaban dentro, al primer instante me pareció mágica, era ralamente grande, y las luces de colores de las tiendas me llamaron la atención.
— ¿Qué te parece si primero comemos algo?—
— Esta bien — Volví a sonreír.
Gaara clavo su mirada en mí, lo cual me puso algo nerviosa, se acerco lentamente, y...
— Insistes en alejarte...Yo no muerdo. — Dijo mientras entrelazaba sus dedos con los míos.
—...No es eso, es que,...yo...—

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Se puso totalmente roja cuando la tome de la mano y comencé a caminar con ella, pero la verdad era pura estrategia, me acababa de dar cuenta que en la tienda de ropa lateral estaba Itachi con Sasori, y estaba seguro que le dirían a Deidara que me habían visto con su novia, y mientras más
meloso fuera, mejor.

— ¿Está bien que caminemos así?— Dijo Matsuri mientras la tomaba de la mano y nos dirigíamos a un restaurante.
— ¿Por qué no?—
—Es que,...no soy tu novia, y tal vez las chicas se enojen con migo. —
— ¿Por qué dices eso?—
Mentirosa Matsuri, a ella que le importaba eso.
—Es que la rubia de haya nos ve con bastante odio...— Bajo su mirada.
— ¿Cuál....— Ino, lo que me faltaba.
— Ignora las miradas, si estamos divirtiéndonos no importa lo que los demás hagan... ¿No?—
Matsuri pinto una sonrisa única, se veía muy feliz.
¿Así o más perfecto? Mataría dos pájaros de un tiro con Matsuri y ella no se daría cuenta, simplemente perfecto.
Abrace rápido y detenidamente a la castaña mientras Ino nos veía con algo de furia, pues aparentemente su novio la ignoraba por completo mientras ella le quería compartir un helado y el veía CD´s de música.
Mientras ella nos barría con esa mirada, decidí regalarle una sonrisa hipócrita para que le dieran más celos.
— Gaara...—
—Perdón Matsuri, mejor vamos a comer algo. —
La volvía tomar de la mano sin despegarle la mirada a Ino, que hacía lo mismo que yo,....este era un reto.

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¿Cómo puedo corresponderle? Es tan tierno, pensaba mientras caminábamos asía un restaurante bastante lujoso,...para mí lo era.
Desde que me había dejado de abrazar sentí que mi cuerpo no me respondía, solo le respondía a él, cuando tomo mi mano para venir al restaurant, el me dirigió en todo momento, y yo me sentía como una niña de kínder
balanceando nuestras manos, y el contaba cosas que no entendía sobre el hockey y deporte sobre hielo. Supongo que estaba tan hipnotizada con él.
Cada vez que sentía que mi boca le iba a sonreír, el volteaba a verme, como si alguien nos dijera — ¡Voltea!— En el momento exacto donde nuestras miradas se cruzaban. Yo me sentía como una princesa sentada en un unicornio, volando sobre un arcoíris entre nubes de algodón y arboles de caramelo y...

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— Y ya llegamos. —
Le dije a Matsuri porque estaba realmente distraída.
— ¡Uh!—
— Mesa para dos. — Dije algo exigente.
— Lo siento muchachito, el restaurante ha sido reservado para una junta de negocios, mucho más importante que su cita. —
—Dije, mesa para dos. — Reclame de nuevo.
— Y yo le dije, no hay cupo. —
—...De acuerdo puede decirle a su libreta que quiero una mesa para dos a nombre del Señor Sabaku No Gaara. —
El recepcionista puso cara de asustado, obviamente, ¿Acaso no sabe quien soy?
—Discúlpeme Señor, enseguida le preparamos su mesa, para usted y su bella acompañante. —
El mesero entro corriendo al restaurante, mientras me senté con Matsuri en la sala que tenían en la recepción.
—Vaya...qué lugar tan más elegante. —
— Por supuesto....— Modo conquistador ¡ON! — No llevaría a una chica tan especial a cualquier lugar. —
— Gracias. — Se puso roja y volteó al lado contrarío.
— Listo, pueden pasar a su mesa, Bienvenidos. —
Me levante y lleve de la mano (de nuevo) a la castaña, hasta la mesa.

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Al llegar a la mesa, ¡Casi muero! Todo era tan perfecto que parecía un sueño, La mesa era modestamente pequeña, tenía un jarrón de vidrio alto con una esfera hecha de rosas en la punta y lleno de pétalos rojos, alrededor habían 3 velas de diferentes tamaños que iluminaban la mesa.
Era tan especial.
— Pues puedes pedir lo que quieras de la carta. —
— Gracias. —
Comencé a leer la carta y me di cuenta que todo estaba en Francés, y yo no sabía ni una pisca de francés, me dio algo de vergüenza pero...
— Gaara, Emmh... ¿Qué comerás tú?—
—El especial de la casa, es delicioso. —
— Es que, veras...yo no sé qué significa todo esto...—
Baje la cabeza y me sonrojé.
— ¿Puedes ordenar por mí?....Por favor...—
— Claro que si Matsuri-chan. —
Me sentí feliz al ver su rostro, como si fuera la creatura más tierna del mundo diciéndome "chan".

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Por fin nos trajeron la comida que había pedido. Pedí un plato especial para la ocasión y ameritaba un gran sacrificio por mi parte si el alimentarme me llevaba a consecuencias horrorosas.
— Disfruten del mejor platillo de la casa. —
Pusieron una bandeja con vegetales y pequeños cortes de carne, en medio el platillo principal, espagueti a la boloñesa.
—Pues buen provecho. — le dije a Matsuri para que ella comenzara a comer.
— ¡Itadakimasu!— Volvió a sonreír y comenzamos a comer...

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— ¡Que delicia!— Dije mientras observaba cada trozo del delicioso platillo que estaba en esa bandeja.
En fin, paso un rato mientras comíamos y de repente nos dimos cuenta, que nos faltaba terminar el espagueti.
Intente tomar varias veces y se resbalaba de mi tenedor.
—A ver,...—
Gaara tomo mi tenedor, y con sus manos me enseño a tomar el espagueti, me dio mucha vergüenza, pero en fin, yo seguía en mi mundo mágico de ilusiones donde todo era perfecto.
— Lo vez, es fácil. —
— Sí...para tú. — Deje salir una risita para aligerar el ambiente.
— Claro que es fácil, es más, te reto. —
Tomamos los tenedores y con ojos de furia comenzamos a enrollar la pasta en el tenedor, y con rapidez comencé a devorar.
Parecíamos dos dinosaurios hambrientos.
Pero sucedió algo embarazoso.
Nunca nos percatamos que un fideo estaba unido por nuestros tenedores, y ya lo habíamos comido, por lo menos a la mitad.
Parecía una escena de una película cursi de perros, pero la verdad no me importo, ¿Tendría mi primer beso en ese instante?...De ser así sería perfecto.
En ese instante sentía mariposas en el estomago, solo podía ver el rostro de Gaara acercándose al mío, y comencé a cerrar los ojos, dejándome llevar por el momento...

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¿Acaso mi primer beso sería así? ¿Producto de una mentira? ¿Con alguien que apenas conocía?.....Tal vez el destino quería que sacrificara algo por mi maldad, pero debo admitir que, si bien no era como me lo había imaginado, Matsuri no era una chica fea, detestable o una mala candidata.
Comencé a cerrar mis ojos mientras veía el rostro de Matsuri, y me dejaba llevar por el momento...

— ¿Se puede saber que estás haciendo aquí?—
La voz de un hombre maduro me hiso reaccionar, abrí los ojos y vi que un par de palillos chinos habían cortado el fideo que Matsuri y yo absorbíamos.

— Lo volveré a repetir, ¿Qué estás haciendo aquí?—
—Nada que te incumba. —

Intente ignorarlo mientras veía que Matsuri se intimidaba frente a este hombre.

— Vete de aquí, le dije al personal que no dejara entrar a nadie, sin excepción alguna. —
—No me iré. —
— Tengo una importante junta, ¡largo! Ve a hacer de noviecillo a otra parte, y llévate a esa de aquí. —

Me tenía arto, me levante de la mesa y tomando la corbata de el sujeto dije...

— Recuerda cuál es tu lugar señor Sabaku No, no aré nada imprudente, pero espero que te quede claro quien tiene el poder aquí. —
— Lastima que es "aquí" y no "ahora", mantén tu lugar hijo, no querrás quedar mal frente a esa. —
— ¡Ya basta!—
Solté al sujeto y jale de la muñeca a Matsuri, salimos del lugar con rapidez, no quería saber nada más de ese sujeto.

—Disculpa lo que pasó. —
Me detuve de golpe, y la castaña se estampo en mí, golpeándose un poco.
— ¡Auch!... No te preocupes...—
La note cabizbaja, de seguro la había hecho sentir mal.
—Gaara,... ¿Qué pasó ahí adentro?—
Matsuri parecía preocupada pero más que eso triste.
— Discúlpame, el....es mi padre....—
— Ya veo...—
— Se cree todo poderoso por que dirige una empresa gigante en Suna y Konoha, pero en realidad esa empresa es mía, solo necesito cumplir la mayoría de edad para dirigirla. —
— Ahora entiendo. —
Otro corto silencio incomodo, pero ahora Matsuri me asusto.
Se acerco y me abrazo tiernamente, después de todo no era un abrazo tan malo, me hiso sentir cómodo, y de igual manera le regresé el abrazo de la manera más cálida que pude.

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Gaara parecía triste así que me aventure a darle un abrazo, hacía mucho tiempo que no abrazaba a alguien.
El correspondió a mi abrazo, y recargo su barbilla en mi nuca.
levante mi cabeza para verlo, y me di cuenta que su cabello tapaba un tatuaje en su frente. Pero mi curiosidad incomodo a Gaara pues se puso rojo y giro su mirada.

— ¡P-perdón!— Le dije por que había sido indiscreta.
— N-no te preocupes, es solo que,... ¡nada! olvídalo. —
Seguía rojo, y se veía tierno.
— Te llevaré a otro lugar, espero que te guste. —
— ¡Claro!—

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